09 enero 2007

Pendejos somos nosotros

Da pena vale, cómo decía El Conde del Guácharo y ahora dice el Presidente. Da pena que luego de ser Insulza tan alabado por el líder único ahora lo califique de "insulso", "virrey del imperio" y "pendejo, desde la P hasta la O". Y pena nos da la verborrea demencial en un discurso que incluyó cosas como declarar a Jesucristo como un antiimperialista. Con Insulza como con RCTV, la tesis es simple e igual: no me gusta, no me lo como. Lo escupo y lo entierro, más ahora a punta de las nuevas tablas de la ley "habilitante revolucionaria".

Un excelente monólogo humorístico, como hacía el ahora ex candidato al cual ya se le empieza a parecer la voz si me permiten la observación casi paranoica, el público estallaba en carcajadas en cada "pendejo" y frases como "¿es qué acaso Jesús era gordo?", "sí un obispo venezolano habla de socialismo le da un yeyo", "vamos a mandarle una cajita de libros de socialismo a la Conferencia Episcopal", "si yo no fuera Ch... diría mándenme lo más lejos de Ch...", para finalizar con una guacharada más: "perdonen lo malo".

A los que cobran les hace reír con sus comentarios beisboleros, otros ya cansados de escuchar engendros como "gobierno endógeno" nos preguntamos dónde queda el socialismo de tarjeta de crédito, Audi, Hummer, mansión y 330.000 automóviles al año, y él mismo, desesperado por la corrupción de todos los que reciben un puesto público, los envía a supervisar todas las obras del país a cualquier hora y día, "madrugada, sábado y domingo" intentando frenar la avalancha de enriquecimiento ilícito. No me como el cuento de la nueva economía socialista del Estado Comunal ni la reforma del Código de Comercio ni toda la retórica comunista mientras no vaya preso ningún nuevo rico y Giordani siga en el gabinete. Está clarísimo que no hay comunismo y los blogs con un contenido que intenta ser suspicaz, quizás audaz, siendo irónicos al respecto, les digo: no, no hay comunismo... ni socialismo... ¿y entonces cuál es la alegría?

El Presidente en su alocución creó un ambiente bien relajado para lanzar joyas como declararse trotskista (la revolución una vez lograda debe importarse a otros países, en contra del estalinista "el comunismo en un sólo país"), comunista el 13 de abril para salvar a JVR, declarar la nacionalización de los servicios básicos y las telecomunicaciones como CANTV –logro positivo si eso no evadiese el consiguiente control social y significase la excesiva estatización del aparato productivo ahora casi paralizado por la eliminación de la iniciativa de la libre empresa y la inversión- y finalmente la nueva denominación ministerial con el prefijo "del Poder Popular" estrenando dos nuevas carteras: "de los Pueblos Indígenas" y "de las Telecomunicaciones" designando a Jessie Chacón para este último.

Telecomunicaciones que se relacionan con el nuevo proyecto de RadioSur que busca “luchar contra la hegemonía de las grandes cadenas” y la no renovación para RCTV. Un revanchismo ideológico e infantil que incluso llega a apuntar teológicamente hacia la Teoría de la Conspiración: "del Sermón de la Montaña hay varias versiones, porqué cómo hicieron con Bolívar, de Jesús también escondieron cartas".

El Presidente es ahora una mezcla de Dorancel Vargas, J.J. Benítez y Benjamín Rausseo. Y me da mucha risa todo lo que dice, él es muy ocurrente, pero resulta que es un Presidente y no El Conde. Pendejos somos nosotros que nos comimos el cuento, pendejos de la P hasta la O aquellos que sin pensar sin creer se lo siguen comiendo. Yo no me la calo más.

3 comentarios:

  1. ¡GRACIAS! (ovación)

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  2. La verdad, un analisis bien particular pero acertado.
    Chávez es un gran collage de no se sabe que cosa.
    Me recuerda tantas cosas y barbaridades.
    Lo confieso, estoy asustado y no veo acción.

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  3. Estoy asustada, aún ... y recuerdo mi guía de supervivencia al Socialismo del siglo XXI y al fanatismo religioso de terceros, publicada en Comiendoflecha. Quizás la suba a mi blog hoy porque tengo certezas terribles, miedos que ya no se espantan con enajenación artística. La pendejada, la máxima, es la quietud, dejar que pase inevitablemente la página con cada día y que cada 'detallazo' se pierda entre el peso de lo leído en la enciclopedia. Bah!
    Sabes qué? tu Jesucristo se parece a Manson :/

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