18 marzo 2007

Arepismo Vinotinto: préstame 5 lucas ahí, yo te pago mañana que cobre

Sólo en Venezuela -y no en toda Latinoamérica, de pana- uno puede practicar el arepismo vinotinto, esa sabrosa forma de ser que nos identifica indistintamente de nuestros hermanos latinoamericanos y que resuelve por fin lo que Laureano Márquez tanto ha buscado y por lo que muchos pensadores criollos se ha devanado los sesos: ¿qué significa ser venezolano?

Olvídate de las diatribas ochenteras que se encontraban en la afirmación que el venezolano era flojo contra aquellos que decían que a las 4:30 am ya el Metro de Caracas estaba full de gente viajando a su trabajo, y mucho menos tener que calarnos cuentos que empiezan por: "Yo tengo una tía qué...", olvídate de eso, aquí el furor antropológico anecdótico se va para la basura.

Así que ajustaremos los porqué en nuestros propios orígenes: aborígenes que jamás construyeron pirámides sino que graffitearon unas cuantas piedras, que no crearon importantes cosmogonías místicas sino que bebían chicha fermentada, mientras les soplaban o mordían otras hierbas que les permitieran rumbear, y que estaban en el chinchorro subiéndose a las matas de mango hasta que estas se acababan y se largaban donde ya estuviesen maduritos; se encontraron con los conquistadores, sin que ningún sumo sacerdote ni calendario astrológico les advirtiese: por ahí vienen unos malandros, ex convictos y violadores desde España para gozarse a las mujeres, y ponerlos a trabajar a ustedes ¡mosca!, y cuándo ya no queden muchos, traerán a unos tipos del color de la noche que sabrán menear las caderas más sabroso que ustedes, aguantar más sol y crearán una mitología, pero sexual, con respecto al tamaño de sus penes. Así que Colón llegó con Guaicaipuro guindao en una hamaca o enchavado con alguna hierba.

Es decir, desde nuestras raíces somos vagos, gozones y jodedores, pero eso nos sirve para explicar la teoría del arepismo vinotinto, es decir, nuestra formidable forma de ser únicos, una locura desordenada pero rumbosa, una anarquía gozona, una fiesta eterna de malas mañas. Ser un venezolano que bien disfruta de este fenómeno sociológico es capaz de:

* Quiere comprarse un carro o mejorar el que tiene, aunque no tenga casa propia
* Inventar palabras y sobrenombres para todo
* Invitarte a comer o beber caña en tu casa, el mismo día que te conoce
* Pedir dinero prestado a la semana de conocerte
* Echarle los perros a tu novia aunque esté viviendo en tu casa porque la botó la mamá
* Pedirte que le regales algo que él ve que no usas
* Quedarse dormido en tu cama sin pedirte permiso
* Decir: mañana te pago, de pana.
* Llenar tu casa de desconocidos para una rumba
* Arrocear en una fiesta, abrazando a todo el mundo para quedar bien
* Pedirte prestado el celular para hacer una llamadita corta y comerte todo el saldo
* Posponer: tranquilo, eso lo hacemos mañana
* Hacerse el loco: ¿chamo, tú le diste a Germán lo que yo le mandé?
* Llevar y traer chismes hacia ambos lados: con Dios y con el Diablo
* Agarrarse el "puente completo" faltando al trabajo/clases y decirte que tenía diarrea
* Decir que hace tiempo que no se va a playa y estar pelándose
* Saberse los personajes de las novelas y decir que nunca las ve
* No hablarle los vecinos pero abrazarlos llorando el 31 de diciembre
* Exagerar al echar cuentos o apropiarse experiencias ajenas
* Decir: tráemelo aquí al frente para ver si es verdad
* Planificar: ¿para dónde vamos a rumbear este fin?
* Diriguir: Vamos a beber qué hacemos
* Se colea, pide fiao, se copia en los exámenes, tiene una palanca.
* Tiene sendo celular "como de un millón" sin saldo y manda mensajitos recortados
* Está a la moda pero alaba las cosas que se hacen afuera del país

Pero este mismo comportamiento abarca la esperanza deportiva: que la Vinotinto llegue al Mundial, ganar la Serie del Caribe, un premio MTV, una clasificación al Oscar y hasta un Miss Universo. Todo sirve para enaltecer nuestra patria, bandera y forma de ser. ¡Viva el Arepismo Vinotinto!

Pana, préstame 5 mil bolos ahí, que no fui a trabajar porque me sentía mal, yo te los pago mañana que cobre.

5 comentarios:

  1. Me acordaste a mi amiga Waiting que esta por estos lares luego de llegar de Europa, sientodose terriblemente latinoamericana y tu terriblemente venezolano.

    Un abrazo cocoroteño

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  2. Por ahí antes se decía que los venezolanos éramos como "panameños que se creían argentinos"... :-)

    Pero es cierto lo que dice el post, la idiosincrasia del venezolano es sabrosona!

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  3. jajaja hay si chico, la verdad que ser venezolano es como ser catilico...lo mas comodo del mundo jajaja
    Pase a desearte una feliz semana y dejar un saludo violeta!

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  4. SI, ya he visto muchas listas parecidas. Pero creo que cada día somos más distintos. tú que dices?

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  5. Tarántula, te dejo otro post llamado Misión Cero Viveza, la lista es muchísimo mejor. http://irresponsabilidad.blogspot.com/2007/01/misin-cero-viveza-el-maldito-vscomisin.html

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