03 septiembre 2007

40 para Barcelona

Yo regresé un 26 de enero de 2002. Pasé casi 3 años entre las ciudades de Ámsterdam, Holanda y Barcelona, España. De Venezuela se sabía poco: la tragedia de Vargas, un presidente que hablaba muchísimo en televisión, especialmente de Bolívar, y que estaba revolucionando políticamente al país. Nada de socialismo, nada del rojo, nada del Ché. Por ahora, como de costumbre.

Aún así, la presión por los visos autoritarios, y la resistencia de la vieja generación dirigente estaba latente. Ya se le notaban las ganas que le tenía al país. Llegando con un trabajo en un Centro de Comunicaciones CANTV, antes de cumplir tres meses ya tenía vacaciones: 11, 12 y 13 de abril.

Yo no sabía quién era Leopoldo López ni Radonski, porqué fue la gente hacia la embajada de Cuba, quién era Rodríguez Chacín ni que hacía José Vicente Rangel hablando por parte del gobierno. Para mí, estaba bien que la gente asaltara las instituciones y sacara a golpe de sus apartamentos a quienes consideraban a sus enemigos. El clamor del pueblo, decía yo.

Ni sospechaba el discurso en que los medios eran “fascistas” y que “el pueblo soberano de los pobres” estaba del lado del Comandante. Nada de Lina Ron, Tascón, la Comandante Fosforito, Primero Justicia ni Súmate. Yo no sabía quién era nadie, yo venía con otras ideas.

Yo venía de ciudades dónde la basura se recoge dos veces al día, y el aseo urbano tiene dispositivos hasta para sacarle chicles al suelo. Donde estos empleados ganan bastante bien y sus uniformes brillan en la oscuridad porque salen a las 5 de la mañana (incluso el 1ero de enero) para dejar la ciudad reluciente para cada comienzo de día.

Dónde no hay locos de la calle, perros sueltos, huecos en las calles ni basura en las esquinas (al menos no que dure más de unas horas), dónde no me atracaron nunca a pesar de caminar de madrugada por zonas turísticas y barrios latinos, dónde la gente que gana más, paga más impuestos y la seguridad social funciona siempre pues cubre hasta a personas hyper estressadas por el trabajo (aunque también a flojos y extranjeros que se las tiran de vivos), y la mayoría de la tercera edad.

Dónde dicen que nosotros hablamos gritado, dónde no te puedes casar con una local para “buscar los papeles”, dónde saber mucho de informática es el mejor chance que puedes tener y donde vas en bicicleta, metro, tren o tranvía a todos lados sin la más mínima incomodidad. Dónde en invierno más añoras las arepas, los panas y tu casa.

Ya van más de 5 años en Maracay, en Venezuela, en la República Bolivariana, y lo digo con firmeza: aquí que me saquen exiliado. Regresé con las imágenes y el pensamiento que no hay mejor país que el nuestro, y en lo que grande que puede hacerlo sus propios habitantes. Barcelona será para cuándo tenga 40 años.

6 comentarios:

  1. Anónimo10:18 a.m.

    No se si este sea el mejor país del mundo. En estos momentos eso no entra en mi cabeza. Tantos peos, tanto stress... necesito alejarme de esto y despejar la cabeza...

    Necesito sentirme seguro.

    Necesito sentir que no me van a secuestrar/matar.

    Necesito saber que por mi tendencia política o religiosa no me van a dejar sin trabajo.

    Necesito saber que por mi tendencia política o religiosa no me van a cerrar puertas.

    Algún día cuando me aburra de la comodidad de cubrir estas necesidades, tal vez volveré.

    Tal vez entonces Venezuela sea el mejor país del mundo, porque hoy en día no lo es.

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  2. :-) No puedes... Acuerdate que la fiesta del 40vo. cumpleaños será el doble de arrecha que la de éste año. Te irás cuando cumplas 41 jajaja, y bueno, sí... Yo estoy seguro que es como dice el dicho "no hay mal que dure cien años" eventualmente todo mejorará en Venezuela, yo tengo fe que llegaremos a tener una buena vida aquí, con muy bajos niveles de desempleo, inseguridad, con buena seguridad social, con un sistema democratico así como la 3ra. Vía Europea. Donde todos vivamos bien. Yo también estoy seguro que éste es el mejor país del mundo; al menos para mi sí lo es. :-)

    Jesús A. González

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  3. trankilo solo te kedan 11 años para eso jejej ^^

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  4. Mucha gente que quiere exilarse viene a preguntarme sabiendo que viví 5 años (de 1998 a 2003) en Paris. Yo les digo que se vayan si quieren, pero que no hay mejor país que el nuestro. Les hablo de la mucha gente exilada que vive de la nostalgia y sin que el orgullo les permita regresar. El único consejo que me queda por darles, es que digan que se van por 1 año o dos, así estén pensando quedarse, pero que nunca digan que se van definitivamente.

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  5. Anónimo11:19 a.m.

    Por favor de verdad explíquenme por que este es el mejor país del mundo, si ustedes mismo están mencionando como funcionan las cosas en otros países, es en serio, no entiendo????

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  6. Es muy fácil, porque afuera consigues mejores condiciones para vivir y sistemas, pero adaptados a otras formas de vivir y de ser. El venezolano tiene en este país la cordialidad de los amigos, de los "panas" y hasta de los que tan sólo son "conocidos", aquí la sociedad está ordenada de una forma -aunque desde dentro no lo veamos- más solidaria, más alegre e infinitamente más libre. Por algo los niveles de suicidio son más altos en Suecia que en Venezuela, por algo la gente se larga de Alemania durante el invierno y ni hablar de millones de detallitos minimos que aunque nos quejemos mantienen un orden social y cotidiano que nos encanta: chismes, moral, sexualidad, relación con amigos y familiares, etc. Es mi opinión pero creo que sólo viajar te puede dar la respueta: el venezolano en el exterior sigue pidiendo diablito y Toronto.

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