Unisex y El candidato soy yo, dos libros para el fin de semana

Me acabo de terminar dos librillos. Ambos de fácil lectura y cortos. El primero, Unisex de Carlos Flores, de la colección Llámalo amor, si quieres, que es presentada y seleccionada por Leonardo Padrón, compuesta por 6 volúmenes, que incluye uno que tengo en la mira, el de Laureano Márquez. Hoy el pana presentó su libro en el Teatro de la Ópera de Maracay, pero no pude asistir.

Unisex es una crónica sobre la vida noctura de Caracas, con la supuesta crudeza que significa ser joven, clase media y hedonista en este país. Contado enteramente en primera persona, y con personajes de carne y hueso que odiarán a Carlos en lo que lo lean, parece estar en sintonía con Libros Urbe, que acaba de presentar Peor que tú, de Gabriel Torrelles, en una onda más o menos similar de chamos clase media que tiran sin condón, se meten perico y tienen ideas existencialistas entre fugas de amor y odio.

Admiradores obvios de Hunter Thompson y Tom Wolfe, los dos tienen 30 años y son periodistas, y echan el cuento de sus adicciones, traumas y aventuras sexuales, Carlos de forma personal, Gabriel con personajes de novela. Puede ser fácil aquí crucificar a los dos personajes, llamarlos cocainómanos, perdedores a pesar de sus logros editoriales y copiones chimbos de autores gringos, y yo no seré uno que los defienda, pero los chamos se han escrito sus libros, que yo considero necesarios de cierta manera -especialmente para inspirar a otros a terminar su trabajo y enviarlos a editoriales- y están sumándose a esa nueva onda editorial en un país en que nadie lee nada.

Para muchos, poco dados a leerse grandes novelas o clásicos universales, Unisex puede ser un libro que llenará los espacios en blanco cuándo no han sabido expresar las desiluciones y desventuras del amor sexual, el adaptarse a la gozatrónica criolla y esperar demasiado de un pedazo de carne, cuándo uno tampoco es un romántico fiel, pero te molestas de no encontrar a alguien decente, y si sucede, te descartan por razones injustas, echándoles un resumen de la obra de Flores.

Foto de Unisex cortesía de Eventos en línea.

Por mi parte, estoy dándole letras a uno por allí que se llamaría Todos somos repetidos. Imagino que los comentarios de este post estarán llenos de insultos de lado y lado, pero bueno, Hay que ser irresponsable.

Por otro lado, terminé de leer El candidato soy Yo, de Benjamín Rausseo. Allí el comendiante, ex candidato presidencial y ahora pre-candidato a la gobernación de Anzoátegui, echa el cuento de cómo y porqué se metió en ese rollo: desde que se salvó del accidente aéreo, cómo le dijeron que "él era el hombre", y aún así desde el principio nadie ni le dio billete ni lo apoyaron con ningún partido. Con una narrativa anecdótica, cuenta con tristeza como más pronto que tarde lo traicionaran desde Piedra -que apoyó la opción del SI en la Reforma Constitucional-, y que luego lo llamaran para que le alzara la mano a Rosales o se montara en la carroza de Hugo.

Bien escrito con pocos fallos, en su estilo coloquial-con-palabras-rebuscadas y aepnas algunos chistes, no revela demasiado que no se haya sabido durante el boom de su candidatura, pero me recodó una foto que en ese momento lo puso en el ojo del huracán, cuándo lo acusaban de ser financiado por uno y otro lado, y que ahora tendría un efecto totalmente contrario.

Usted lo vio.

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