04 diciembre 2013

Renuncié y estoy de regreso

Hoy estoy de regreso como blogger desempleado pero no sin trabajo. El pasado lunes 25 de noviembre renuncié al empleo como periodista de Ediciones Especiales del diario El Siglo de Maracay, donde estuve 4 años, 9 meses y 13 días. Uno de los cuentos que les (me) debo por aquí al igual que la aventura del Picnic Urbano. Aquí va una parte de mi transformación como reportero en un medio de comunicación tradicional, el de mayor audiencia en todo el Estado Aragua.

El 16 de marzo de 2008, a una semana de haber celebrado mis 30 años e inscrito en 9no semestre de Comunicación Social, empecé en el dominical Eva´s del periódico, que acaba de ser rediseñado en su concepto y forma: nuevo logo y diagramación, y ya no sería exclusivamente ni para señoras ni para la Farándula nada más. Carlos Flores, el periodista y escritor que me contactó para trabajar en una nueva revista de periodismo de investigación me dijo que entrara allí "mientras tanto". Ese trabajo temporal se hizo mi pasión, mi ventana y un gran puente de comunicación entre la ciudad y yo.

Empecé de forma natural, escribiendo sobre Last.FM y religión en Internet, entregando a pasos veloces por mi costumbre de blogger a diario, pero a la semana siguiente me enviaron a dos pautas que de inmediato me mostraron a lo que me dedicaría por casi un lustro: a ser voz de quienes son distintos, diversos y/o alternativos en la historia de Maracay. Y me hice un activista de informar sobre ellos, lo que hacen y defienden, sin dejar de contrastarlos, hacerles preguntas difíciles, ni mostrarlos como una voz más, no la única ser escuchada.

Me pautaron el Día Mundial Sin Carne, que apoyaba AnimaNaturalis y su activista, Yiyi Maiola. Y otro día, la Escuela de Danza Makandal, para niños y jóvenes con discapacidad. De esta forma, conocí causas desde sus protagonistas, escribí desde lo nuevo y empecé a llenar mi agenda de contactos y fuentes, que en algunos casos, como me pasó con Yiyi, se convirtieron también en amigos con quienes hice además muchas otras actividades en las calles de Maracay. Un corto resumen y despedida en Facebook recibió el cariño y aceptación de cientos de personas, para mi alegría y estímulo.

De allí en adelante vino un interés propio y de mis jefes en enviarme a pautas que revelaran esto que pasaba allá afuera: fundaciones, ONGs, responsabilidad social, arte urbano. Y vinieron las grandes entrevistas, cara a cara o por teléfono, ir a conciertos, enviar cuestionarios, equivocarse en las citas o hacer suposiciones, aprender a escribir sobre papel (donde no hay comentarios anidados ni correcciones en línea), reenviar el periódico, fechas de entrega e incluso, supervisar la diagramación.

Pero también tuve que entrevistar a dueños de circo, a toreros, a cantantes de reggeaton, a comerciantes que querían promocionar sus productos, y repeticiones de fechas que no fueron tan divertidas. Entre mis trabajos favoritos fue encontrar tres mujeres que nos contaron y por primera vez decían que eran adoptadas, dando su nombre y publicando su fotografía o haber viajado a Barbacoas, tierra natal de Joselo y Simón Díaz, para conocer a sus personajes más emblemáticos, y quizás el más triste, escribir la noticia sobre la muerte de Ósca Yánes, "Chivo Negro", con quien había hablado por teléfono en diciembre pasado, o la de Eva Ekvall, a quien entrevisté en su casa unos meses antes.

Agradezco además todo el espacio que tuve para escribir sobre ecología, tecnología y ciudad en la página 10, que extrañaré tanto como me han contado que ya extrañan muchos de mis lectores.Así que estoy de regreso, aunque al blog le comió al tarea primero Facebook y luego la inmediatez de Twitter, ahora hay más tiempo y espacio para escribir por este medio.

Ahora, vuelvo al blog irresponsable, para escribir también sobre política, cultura digital, la ciudad y lo que viene para mí, entre otras cosas: una empresa social.