20 marzo 2013

Metal-casa, vivienda ecológica en Venezuela


* Diseñada conjugar el arte sensorial y la necesidad de protección humana, esta casa aprovecha los elementos de nuestro clima para brindar una solución barata y adaptable, con la arquitectura como mecanismo para la elevación de la calidad de vida

 
El arquitecto Reinaldo Martínez Arana, de Maracay, y egresado hace 4 años de la Universidad José Antonio Páez, en Carabobo, tuvo la preocupación de generar una solución al problema habitacional de nuestro país, con una propuesta barata, con distintos modelos para cada etapa socioeconómica de las familias, configurable para urbanismos y que se adaptara a nuestras condiciones tropicales de lluvia, sol y viento, reduciendo el consumo eléctrico, aprovechando la época de lluvias y evitando sus consecuencias indeseables, brindando al mismo tiempo más espacios para áreas verdes y estabilidad anti-sísmica, a bajo costo. Esto es la Metal-Casa, por sus bases profundas hechas con vigas de acero y su estructura basada en cuatro columnas centrales que elevan la casa en 80 centímetros sobre el suelo.
 
“Quería una casa que fuese integral. Que tuviese ecología, economía y diseño”. El resultado fue una casa 30% más barata que otra del mismo tamaño pero que el arquitecto cree que puede serlo aún más, con materiales más resistentes y ecológicos. Con un costo estimado de 480 mil bolívares para 52 metros cuadrados con dos habitaciones, dos baños, sala, comedor, cocina y área de servicio, sin incluir el terreno, podría emularse esta casa para una familia emprendedora, nos señala.

El modelo incluye un módulo de servicios, en la base central de la casa, de 9 metros cuadrados, para el hidroneumático y el tanque de agua de lluvia que va desde el techo, así como depósito de herramientas, brindando al mismo tiempo más terreno para jardines y áreas verdes que sirvan de paisajismo, así como sus funciones biológicas de absorción de lluvia y liberación de humedad.
 
Las vigas de acero centrales y diagonales distribuyen el peso, mientras las del techo, de alivio, reducen la carga, dando estabilidad, sísmica y cotidiana.

Viento, sol y lluvia
La casa cuenta con un  sistema de sobre techo de láminas de acero galvanizado tipo canal ancho que permite la ventilación e iluminación natural mediante claraboyas, y su regulación al gusto. Este dispositivo también cumple la función del aprovechamiento de las aguas de lluvia y protección solar, siendo funcional durante todo el año.

Su construcción puede ser más rápida que las viviendas tradicionales, pues puede usar materiales tradicionales (o mallas con relleno de anime como el prototipo, que son más duras al frisarse) sobre una estructura metálica, que le da el soporte. Sus bases son profundas, 1,50 metros, por 1,70 de ancho y 1,70 de largo, como pasa un edificio, nos asegura Martínez Arana.
 
“La idea es que la casa se industrialice, se pueda producir en serie, lo que reduciría sus costos y tiempos de ejecución”, lo que resultaría en casas más baratas, funcionales, compactas, cómodas, rápidas y ecológicas para nuestro trópico, ideales para amplios urbanismos o vivienda social.

Un segundo modelo, de 90 metros cuadrados, para una familia ya consolidada, cuenta con 3 habitaciones, jardín interno “que nos ayude a disipar calor de la cocina, el lugar que más se calienta en la casa”, 2 terrazas adelante y atrás, y una entrada diagonal con rampa de acceso para niños, adultos mayores y/o personas con diversidad motora.

“También pueden hacerse bifamiliares o una casa más grande de 180 metros cuadrados, o una tetrafamiliar, de dos pisos, o un urbanismo con casas contiguas: el diseño modular y configurable permite estas combinaciones, incluso como la que hacemos en el segundo prototipo –a pocas cuadras de la primera- con 100 metros cuadrados, 10 metros adicionales de construcción”.
La elevación de 80 centímetros, generada por las vigas de acero centrales, da además un margen para inundaciones. “Sería menos traumático, porque no perderías electrodomésticos, mobiliario ni se metería el agua dentro de la vivienda”. Las áreas verdes circundantes, y debajo de la estructura, ayudarían a una más rápida bajada de las aguas en estos casos, e incluso a evitarla en algunos otros. “La arquitectura es el mejor camino para elevar la calidad de vida al núcleo familiar”.

“La ventilación e iluminación cruzada es algo que no encontramos en ninguna casa, desaprovechando nuestras condiciones climáticas y geográficas. Este diseño además, busca ser más eficientes en menos espacios”.

Visión a futuro
“Seguimos investigando para usar materiales más económicos y ecológicos, e incluso la incorporación de paneles solares en el techo cuando se abaraten un poco más”. El uso del bambú, flexible pero duro, así como la seguridad de poseer fluido eléctrico de forma independiente, son algunas de las variables, entre muchas otras, que seguirá manejando este proyectista maracayero para las Metal-Casa, una iniciativa privada de ArquiTEC, que ha recibido ayuda de familiares, amigos e incluso ingenieros y otros colegas arquitectos, que han ido a echar un ojo y una mano al prototipo ubicado en San Diego.

Vivienda social
“También quiero reinterpretar el rancho”, nos dice Martínez Arana. Con una intención de generar Metal-Casas aún más baratas, así como generar soluciones y modelos para una mejor autoconstrucción popular. Así como el carácter prefabricado de la Metal-casa, que la hace más rápida y barata, cree que puede mejorarse un diseño para hacerlas estéticamente más agradables y funcionalmente más efectivas. “La mezcla de la necesidad de protección  humana con el arte sensorial es el trabajo de la arquitectura, y mediante el rediseño de estas viviendas podemos crear una cultura en las capas más bajas de la sociedad para transformar al enseñar e inspirar”.

12 marzo 2013

Conoce la tecnología de la planta de reciclaje de Maracay



* El municipio Girardot contará para este año con la primera línea de una planta que ha sido aplicada en 28 países del mundo, con tecnología suizo-alemana, que transformaría nuestros desechos sólidos en energía, agua y bitumen para asfaltado

Tras los anuncios de parte del Instituto Autónomo de Ornato y Mantenimiento Municipal de Girardot (Iaromm) de construir una planta de reciclaje en los terrenos de Química Tapatapa en el oeste de Maracay para dar un cierre técnico al vertedero de San Vicente en cumplimiento con la Ley Integralde Basura (Aprobada por la Asamblea Nacional en Diciembre 2010), se conoció que la licitación la había ganado la empresa Orbis Green Energy, radicada en Caracas, y con inversión venezolana, representante para Latinoamérica de esta empresa europea. Luciano Aletti, su presidente, conversó con nosotros para explicarnos la tecnología, beneficios y oportunidades.

Primera etapa: recepción de basura
“La primera fase tiene varios procesos. Inicia con la recepción de la basura, desechos sólidos de todo tipo, incluso orgánicos industriales. Como no está clasificada, se hace una separación de orgánicos e inorgánicos y eliminamos tierra, piedras, vidrios, metal y cerámicas, mientras se puede procesar plástico, aceite comestible o industrial, papel, cartón, comida y residuos agrícolas”.
 
“Lo que se puede procesar se va desmenuzando en una prensa gigantesca, se compacta y se exprime para extraer los lixiviados (líquidos pestilentes) que va por un canal y se podría transformar en abono orgánico. Incluso esto se puede deshidratar y secar para ser esparcido”. Aletti señala que incluso se podrían aprovechar desechos hospitalarios, con la debida separación.

En reunión sostenida con el Viceministro de Ambiente y el Alcalde de Girardot, y con la capacidad configurable de esta tecnología, es posible a petición de las instituciones públicas involucradas que la planta permita la separación de residuos recuperables como el aluminio, plástico o vidrio. “La idea es que la comunidad participe para generar empresas de producción social y cooperativas de reciclaje”, en las que ya estarían incluidos las 150 personas que trabajan en el actual vertedero de San Vicente.

Lo que sí está confirmado, es la producción del diesel EN590 con el 90% de los residuos sólidos recibidos. “Como posee un muy bajo contenido de azufre, en comparación con el obtenido por el petróleo, está homologado por la Unión Europea bajo la denominación de “diesel ecológico”. La planta filtraría y eliminaría toda impureza para producir un “diesel sintético”.

Finalmente, los materiales “no recuperables contaminantes, serían separados para ser transferidos, sepultados o enterrados, según decida el municipio”. Oficialmente la Alcaldía ha declarado que el vertedero de San Vicente, tras ser saneado, sería utilizado como depósito mientras que los terrenos donde estará la planta de reciclaje sería una estación de transferencia momentánea.

Segunda etapa: basura en energía
“Existen dos tecnologías para transformar biomasa en energía. La primera es gasificación por plasma, aún incipiente, costosa y que genera electricidad, y la despolimerización términca que usa altísimas temperaturas que no transforma todas las moléculas (como el CO2 o el metano) para producir vapor de agua”.

“Con 72 patentes a nivel mundial, tenemos nuestra propia tecnología. Convertimos la basura mezclada y triturada, deshidratada, mezclada en un catalizador iónicos un proceso de despolimerización catalítica con minerales como calcio y silicio. Dentro de un tanque se forma lo que podríamos llamar como una “pasta de petróleo” que entra en las turbinas (patentadas y diseñadas por nosotros). En la fricción de esta mezcla, se produce calor y sale un vapor de moléculas (donde se extraen las de hidrocarburos). Éstas van a una minitorre de craqueo (como las que tienen las refinadoras) y estiramos la cadena molecular de estas para producir diesel a una temperatura máxima de 380 ºC, que no genera subproductos tóxicos como dioxinas y furanos”.

“De la fricción provocada, el vapor se convierte en agua destilada –que no es potable pero se puede transformar- que se usará para lavar los camiones después de entregar. Así se van limpios y sin olores. La energía térmica necesaria para el catalizador es producida por dos generadores eléctricos, que usan entre el 8 al 12% del diesel generado por la misma planta. El restante será usado en el municipio para el alumbrado eléctrico y otros usos”.

Un proceso que se completa en su ciclo ecológico pues “consume gases que no contienen moléculas orgánicas de hidrocarburos, mediante filtros que les hacen entrar en el motor diesel de los generadores eléctricos y allí se queman”. “Al final, hay una merma: dependiendo de composición de la basura, sobra entre 12% y 20%, que salen como unos bloques de bitumen que puedes llevarlo a la planta de asfalto”.

Diseño, construcción y calibración
Calcula el presidente de Orbis Green Energy que el proceso para terminar el diseño de la maquinaria a petición de la Alcaldía (según materiales que se vayan a separar o no) tardaría unos seis meses desde ahora que ya empezaron con los primeros planos. “Luego de terminada, serían de 45 días a 60 días para probar líneas, estabilización, como si fuera una mini refinería, además para probar la calidad del diesel”. “La Ingeniería, arquitectura y diseño ya iniciaron, así como la ingeniería finaciera por lo que a principio del mes de abril debería iniciar construcción”.

El costo de la obra sería de 186 millones de bolívares por cada planta, nos dice Aletti. “Se instalarán 3 en el lapso de 2 años. La primera será una línea piloto para ajustar estabilidad y eficiencia óptima”. “Ocuparía 2.800 metros cuadrados para el procesamiento de basura y 250 metros para la producción de diesel. Será modular hacia arriba, una torre de 14 metros de altura”.

En cuanto a capacidad de procesamiento, en inicio sería “de 300 toneladas diarias. Se calcula manejar finalmente 1,2 kilogramos de basura por habitante y 860-900 toneladas diarias en un lapso de año y medio a dos años”. Hay un remanente, pues las ONG calculan que cada venezolano produce 1,5 kilos de basura al día. “Estos 300 gramos sobrantes serían parte del bitumen y de lo no reciclable”.

“La planta podrán emplear 102 personas en el primer año. Y con la segunda y tercera planta, 80 más por cada año. Un total de 262 personas en 4 turnos de 6 horas cada uno”.

La planta física tendría perfiles plásticos y materiales ecológicos, incluso han considerado usar bloques de cenizas inorgánicas pues Turquía las compra a sus plantas en el sur de España para producirlos, y aquí en Maracay se podrían procesar pues es un subproducto del bitumen. “Será 100% ecológico: con jardines, presiones internas mayores a las externas, sin olor, desahogo de gases y una fachada moderna. Será un lugar de gran estética y edificio ecológico e inteligente”.

¿Y la ciudadanía?
Vale apuntar, al margen de la tecnología usada y el proceso ya contratado, que ya que esta tecnología no requeriría la clasificación de residuos en el origen, el  hogar, industria o comercio, por colores y tipo, elimina la necesidad y provechosa oportunidad de crear la cultura ciudadana del reciclaje, que llevaría a concienciar sobre las otras 2R: la reducción y reutilización. Seguiríamos mezclando la basura, produciendo la misma cantidad y siendo inconcientes del tratamiento de la misma. Correspondería a las instituciones públicas involucradas, implementar una campaña al respecto.

Tampoco generaría incentivo para producir compost o abono orgánico casero, los huertos domésticos y la compra de productos con menos envoltorios y más duraderos, mientras tampoco incentivaría la creación de cooperativas y empresas para el aprovechamiento de bienes como Tetrabrik o periódicos para crear ladrillos ecológicos, ni la reutilización de escombros, anime, cristal o electrodomésticos.

En Bogotá, por ejemplo, todas las empresas de la ciudad deben utilizar un mínimo de materia prima reciclada para recibir ayudas fiscales, por lo que la reutilización de residuos es imprescindible para la industria, mientras en cada cuadra vemos los recipientes de colores y en centro comerciales la recolección de pilas y baterías.

Finalmente, en Maracay no queda claro qué pasará con la basura electrónica y desechos peligrosos como CD, pilas, baterías, bombillos fluorescentes, residuos hospitalarios, cauchos y pinturas. Sin embargo, oportunidades de separación de materiales para crear EPS y abono orgánico con lixiviados, aún podrían implementarse mientras la campaña de clasificación de residuos desde el origen puede tomar la experiencia de la Ruta Ambiental de Girardot en la Urb. Girardot y Barrios 12 de febrero y Portillo, desde hace más de 10 años, quienes también asesoraron a la Feria de Comida de un conocido centro comercial del norte de la ciudad.