26 enero 2017

LandawarijaR, las runas viven hoy en el metal vikingo y contemporáneo de Helheim

En lenguaje simple, el disco 2017 de los vikingos noruegos de Helheim, me impresionó. Y desde los primeros acordes suaves de guitaras. Después de un disco anterior que pisó débil, arropados por la fiereza de Amon Amarth y la vanguardia experimental de Enslaved así como una moda de lucir como un conquistador escandivano precolombino en escena, esta banda se había tomado el tiempo de profundizar su conceptualización. Es una de esas producciones que quieres, y debes, volver a escuchar apenas se termina. Un favorito inmediato.



Este disco, dedicado conceptual y líricamente a mostrar cómo aplicar la lectura de runas -una de ellas que da nombre a su disco- en la vida diaria con la reflexión sobre la mitología y creencias en el alma y el cuerpo. Pero al mismo tiempo, como el Helheim (una especie de infierno o capital de la muerte), la banda quiere ser más profunda y oscura en su interpretación musical.

Con voces guturales -que realmente no me emocionan demasiado pero considero acordes y buenas- y extraordinarios arreglos vocales, que incluyen a cinco vocalistas más en los coros incluyendo al cantante Bjornar E Nilsen, cantante de Black Hole Generator y Vulture Industries, el disco evita los lugares comunes folk sin eliminarlos del todo, incluye furiosos y brutales solos de guitarra, y composiciones que asumen un híbrido donde reconoces influencias del post-black metal, la psicodelia, las atmósferas épicas y el rock progresivo. Es un brinco hacia adelante sin querer competir con los más extremos sino como una amalgama de las diversas sonoridades de la oscuridad sin tener que ser típicos ni cumplir un check list de obviedades. Esto acompaña definitivamente un concepto que evita mirar hacia atrás: esto es contemporáneo en vez de una visión arqueológica o nostálgica.

Tampoco suena a un catálogo, sino distintas formas de mostrar esa filosofía. No esperes un disco que beba demasiado de Bathory ni con sonidos de bosque con guitarras acústicas sino que cumple con la influencia también de quien hizo la masterización, el actual tecladista de Enslaved, Herbrand Larsen. Un plus es la permanente presencia de las líneas de bajo, profundas y progresivas, que siempre le dan un nueva faceta a cada tema.

Debo destacar el diseño de la portada, realizado de nuevo por el cantante y vocalista, H´grimnir, quien asume además el nuevo papel de compositor de la obra. La inscripción rúnica construida como si fuesen ramas de árboles que además asemejan armas y otras formas, con un fondo de un bosque oscuro, parece una meditación en medio de la densidad nublosa de la naturaleza nórdica.

Creo además que su mayor logro como artista fue alcanzar un disco redondo, sin ser épico ni conceptual, que es extraordinario de principio a fin, que no tiene canciones débiles, aunque adelanto mi favorita: Rista Blodorn. En definitiva, un disco que ya se postula entre los mejores, que escucharé muchísimo este año y que recomiendo muchísmo.

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