16 agosto 2017

Votar y protestar, respetando y pidiendo respeto a quienes quieran hacer una u otra nada más

Yo voy a votar, impulsar a votar y ese día trabajaré como periodista o como testigo electoral (lo hice antes de graduarme con Maily Sequera en un par de ocasiones).
Apoyo votar y protestar, como ciudadano, y que la dirigencia acuda al tablero electoral, insista -como hizo ayer- en asistir al Palacio Federal Legislativo a sesionar como Asamblea Nacional, que siga asistiendo al escenario internacional institucional: desde la OEA, Unasur, Celac, ONU y hasta Corte Penal Internacional.
Rechazo intervención militar propia o extranjera, cubana, iranía, rusa o gringa (más de un loco bocafloja como Trump) y hasta sueño con un país socio-liberal, en que tenga cabida la derecha, la izquierda, los ecologistas, los centristas y los independientes no alineados.
Lo dijo hoy el constitucionalista y alcalde Gerardo Blyde: "aquí hacen falta de María Corina a Henri Falcón, pero no basta, debemos recibir también a los chavistas no maduristas para una unidad más amplia". Y pidió a sectores que llamó "más dogmáticos" a ser más pragmáticos con el tema electoral, preguntando cómo se comportaron policías municipales y regionales donde gobierna la oposición en relación a las protestas en comparación con el municipio Libertador.
Lo que tampoco apoyo es el discurso binario o maniqueista: una cosa o la otra, como si hubiese que obedecer una solo estrategia (como pide el gobierno sobre el pensamiento único), como quien no cocina con cuatro hornillas.
Votar y protestar, como se pidió e hizo en 2015, donde ciertamente no existía la Asamblea Constituyente, pero donde tampoco contábamos con el chavismo disidente, mientras que ser mayoría o poder ganar (como pasó en capitales en las municipales o Capriles derrotando primero a Diosdado en el poder y luego a Jaua en Miranda u Ocariz al hijo de José Vicente primero, también en el cargo). Al gobierno no ha necesitado el poder "plenipotenciario" para actuar en contra de la soberanía popular.
Pero eso no te puede impedir protestar porque te van a reprimir o como dice la colega Mari Montes, no vas a dejar de acudir al Foro Penal o abogados privados si te detienen porque los tribunales son parciales y a la orden de Maduro. Igual vas a acudir a defenderte. Es ponerle un obstáculo, es enfrentar al gobierno en cada oportunidad, es ser constante. Y la mejor señal de que el gobierno no las tiene todas consigo es que colocó constituyentes como candidatos a poder constituido, lo que muestra su debilidad y vaciedad de legitimidad y poder, porque la ANC escucha (y por ahora obedece) a quienes están "subordinados".
Intentarán desanimarme, pero como en la película "No" de Chile, el gobierno aceptó ir al plebiscito porque pensó que ganaría y la oposición sorprendió con su campaña creativa (un poco como lo de 2015). Y sí, es probable que de verse totalmente perdidos no hagan esos comicios (como también sospecha Blyde), o por eso lo separó de los Consejos Legislativos e incluso hay la sospecha de hacerle lo mismo que a los alcaldes o que la ANC elimine la figura.
Pero como dice Capriles: ¿cómo los debilitamos más, yendo a votar y conquistando gobernaciones o dejándolos ganar solos aún con todas las trabas?
Y no desestimo las válidas críticas, como que diputados se postularan, la denuncia de Smartmatic (que al mismo tiempo es sugerencia política de que hagamos auditorías, son 18, y pongamos testigos), o que algunos sientan que es validar a la ANC (aunque las regionales nos las deben y están en la Constitución). Pero lo hago como posición personal: no me convencieron (ni unos ni otros), yo voy a votar, pero no estoy en contra que no votes pero pediría que le pongan fuerza, energía y tiempo a lo que consideran mejor sin impedir el esfuerzo de otros.

03 agosto 2017

La lucha contra la memoria histérica (a favor del voto)

Me acordé, pero por si acaso, también lo busqué en Twitter.
Hubo quienes decían que era "indigno" ir a votar en las parlamentarias de 2015 por validaban al gobierno "después de cantar fraude en las elecciones presidenciales".
De pana y todo, lo dijeron hasta el 5D. Hubo que insistir en una campaña para llevar a votar. Hubo sorpresa, los chavistas descontentos y ninis fueron a votar por la MUD, porque apuestan por eso, a castigar y opinar. Aunque no marchen ni aplaudan cada cosa de la oposición, les gusta menos el gobierno, se cambiaron o rotan.
¿Pensarán hoy igual esos millones? Seguramente no hemos considerado que esos grupos, no alineados con nadie o independientes, también quiere votar, elegir y castigar... más después del fraude de la ANC.
Usted puede buscar en los archivos digitales las frases "con este CNE", las válidas quejas contra las rectoras y el argumento de los institutos municipales paralelos, válidos, claro. Y también quienes defendían el derecho, los testigos, la organización electoral y el descontento como capital que debía encausarse.
Ahora dicen que decían y pensaban que entonces habían condiciones que ahora no hay.
El argumento, más sorprendente, es que Diosdado critica a la oposición por no acudir a la ilegal e inconstitucional ANC pero ir a regionales, aunque dentro de los cuatro reclamos estaban las elecciones generales (¿o nada?).
El otro es que Tibisay confesó el fraude. Pero al leer el comunicador de Smartmatic ellos no dicen: con nuestras máquinas se alteran, suman, restan o cambian votos, sino que en la sala de totalización y en cada mesa, se le daban actas de escrutinio a cada testigo que podían sumarlas y cotejarlas entre sí, y con la página web -que a tres días y pico sigue sin publicar resultados como hace 12 años tampoco lo hizo con la AN de 2005 con 75% de abstención en la lista del Parlatinao- según reza el CNE.
Además, el fraude tiene muchas caras que conocemos y hemos documentando: la presión a los beneficiados de programas sociales y empleados públicos, verles y vigilarles el voto, empujar a los últimos en las horas extras después de las 4 PM, no dejar entrar, atacar o sacar a los testigos, pero también una ingeniería electoral que impulsó la cedulación de muchísima gente en zonas rurales y barrios, crear una cultura política alrededor de un hiperliderazgo populista, un petróleo altísimo que dio dinero para repartir de forma clientelar, abusos de propaganda política y dineros para contratar a expertos y crear cada vez más centros electorales pequeños, de una y dos meses, en lugares inhóspitos, junto a la manipulación del registro electoral y los circuitos, para ocultarse cada vez más en las zonas donde había más dependencia estatal.
No eran solamente unos botoncitos al final de la noche, aunque claro que le meten a cortar el Internet, comunicaciones y demás, pero al final, la oposición logró el 6D, dos condiciones que se señalaron tras la "pírrica y dudosa" victoria de Maduro, hay que ganar por mucho y tener TODAS las actas.
Dejen el cuento de creer que "perdieron todas las elecciones" si antes uno no podía ni echar un chiste contra el gobierno en un bus, y en las fiestas familiares las peleas muy polarizadas eran demasiado frecuentes. Las cosas cambiaron, y por eso los resultados actuales, por eso no hubo revocatorio, ni regionales en su momento.
Miren que para la ANC no hubo ni los graffitis ni los afiches ni los actos de proselitimos de las primarias del PSUV: Vota 7, Plancha 12 o hasta afiches veo aún en el Terminal.
Claro que no hay estrategia llana, simple, esclarecido, al menos no la veo de tal manero, pero más allá de la "filosofía" repetida de "tener la razón" que también se usó en 2015, inscribir candidatos pondrá al gobierno a suspender por no poder ganar o verse forzado. Pero no a ganar por forfait, como han sometidos a nuestros atletas por la misma razón que ahora evitan los comicios: ya no tienen dinero para gastar a lo loco.
Eso sí, hay dos rectores vencidos desde diciembre y elegibles desde Octubre de 2016, cuando se venció el anterior Comité de Postulaciones Electorales. Un retraso que no se ha explicado, pero del que tampoco podemos saber más detalles sino que cuando se intentó, hubo ciertos partidos que faltaron. Cosas de tener los mínimos justos y la diversidad, unida no siempre con tanto entusiasmo, hay que decirlo, que le da poder a uno o dos que falten. Idem cuando el "diputado 99" del período anterior, donde recibieron a Ojeda, Ricardito y hasta a un tipo que antes acusaban de estafador inmobiliario cuando era de VP y luego "valiente" cuando se "volvió a las filas de la revolución".
Un proceso, similar al de selección de magistrados, que requiere tanto a quienes quieran poner la cara para el Comité como para postularse y ser designados, sin la seguridad de ser incorporados por el cuento del "desacato". Una de las probables razones de porqué algunos sectores de la oposición han tratado de destrabarlo mediante la negociación política.
Nada fácil, la verdad, pero ahora que me acordé, volveré a decirlo: esa vez también hubo esta conversa, y menos mal, ganó la de votar, porque sino, no podríamos ni siquiera exigir que eligieran a ningún rector... un detallazo.

Votar como acción individual, rebelde y disidente

Hace años, cuando los blogs tenían su mejor momento, leía en el de Yoani Sánchez, Generación Y, que los opositores en Cuba asistían a las elecciones -manuales, vigiladas por niños y de segundo grado- para votar nulo al rayar con consignas y rechazo a un sistema de partido único en que votabas por quien era leal al gobierno para elegir luego a otros y así sucesivamente. También contaba las detenciones arbitrarias a su esposo, a activistas de DDHH, las torturas a opositores en la cárcel, el trámite infinito para un pasaporte o permiso de viaje.
Así mismo como narra la épica película chilena "No" y el documental "La caída de un dictador" sobre el movimiento Otpor en Serbia, después de varios traspiés, la oposición de cada uno de estos países se coordinó para asistir unida, con una campaña tan creativa como limitada, para en las condiciones de la dictadura, impulsar la participación y ganar las elecciones. Tanto como para desatar presiones internas: militares, políticas, sociales, económicas, para obligar o presionar a la renuncia. Sin banalizar lo sucedido en cada caso, no fue un solo tablero o grupo quien logró que pasara sino fue consecuencia de varios tableros jugados, incluyendo el electoral.
Con todo en contra se atrevieron a participar, porque como pasa en el deporte o en la vida, las reglas no siempre son justas, no siempre se cumplen, el otro no siempre es honesto y las circunstancias nunca serán perfectas: decides igual echarle bola y destacarte (como sabemos que ha hecho gente que hoy es clase media después de salir del barrio o historias épicas de vida que nos inspiran). Lo otro es conformarse y decir, ¿para qué molestarse?
De igual manera distintos voceros de la oposición, de la MUD y no, han pedido recordar el plebiscito de Pérez Jiménez, en el que la oposición asistió con un ente electoral presuntamente más equilibrado, pero que anuló primeros resultados, exilió a Jóvito y a Briceño Iragorry e inventó unos resultados un 20 de diciembre. Lo demás es la historia conocida del fragor de la lucha, clandestina en momentos, por las circunstancias, del PCV y AD, de la Generación del 28, y de grupos militares, para llegar al 23 de enero de 1958.
Bajo esas premisas fui, con mi familia, como otros 7,6 millones a participar en la consulta popular, un esfuerzo tanto político como popular, de organización, solidaridad, coordinación, planificación y voluntad, que superó anteriores épicas que conocimos para el revocatorio. Darle peso participativo al deseo imperioso de tener unas elecciones libres, universales y secretas, como debe ser. Las mismas razones que nos llevaron a no convalidar, sin presiones porque no somos funcionarios públicos, una ANC convocada de forma inconstitucional.
Y así mismo apoyaría que votáramos por candidatos opositores a las elecciones regionales. Porque hay que separar las acciones: así tuvimos el mayor logro electoral, político y emocional de la oposición, 112 diputados a la Asamblea Nacional. Hay quien dice que no vale la pena porque fueron desconocidos por el gobierno. Pero bajo esa premisa, ¿vale la pena protestar si te van a reprimir, vale la pena formar barricada y resistencia si van a acosar y allanar edificios y apresar jóvenes para torturarlo? ¡Claro que sí!
¿Cómo les ha ido a los protectores e institutos paralelos a las gobernaciones y alcaldía? Nada, fueron tan nulos que a muchos los relanzaron a la ANC para que por fin ganaran algo, entre ellos mismos.
Y pediría votar porque tú eres dueño de tus acciones, como el famoso poema Invictus que atesoró y nos legó Mandela, porque a pesar de las acciones destructivas del otro, tú eres dueño de tu alma, de tus acciones y decisiones, porque esa es la valentía de pegar el brinco cuando sentimos vértigo. Ir a votar es una rebeldía tremenda cuando es el gobierno quien, sin cesar, ha tratado de dinamitar la MUD como plataforma que agrupa y convoca ya no sólo a la mayoría opositora, sino las vocerías internacionales y de organismos mundiales, sino a grupos sociales no partidistas, que permitieron el inmenso logro de la consulta popular.
Al PSUV-CNE no le gusta la disidencia, es verdad, no permitió que Marea Socialista ni Vente se conformaran como partido, pero no ama a la MUD, una coalición que se formó cuando el gobierno apostó por la desunión, a dividir. Tanto que se robó la tarjeta de Min-Unidad que se usaba antes, intervino partidos que se habían pasado a la disidencia como Podemos y PPT, entre varios otros chavistas, y ha expulsado a cualquiera que en sus filas haya hecho críticas importantes. Le ha soplado al fuego de las diferencias ajenas ignorando las propias.
Claro que es sano criticar a la MUD, porque es perfectible, pero desmaterializarla sería un gran favor a una dictadura que ha sembrado cizaña y diferencias de distintas formas para buscar dividirnos, al eliminar una vocería unitaria ante actores internos y externos como coalición. Y claro que han tenido que actuar a veces bajo sombra, hemos visto la persecución, la represión, la violencia estatal, hay cosas que se deben hacer de forma velada, la clandestinidad es parte de la lucha contra la opresión, mientras que cumplir con leyes y procedimientos, para elegir a magistrados del TSJ y rectores del CNE, no solo debía cumplir con esperar hasta Octubre de 2016, sino hacer un trabajo político subterráneo y callado, de asesoría jurídica y movilización, para conseguir a quienes quieran tanto conformar desde la sociedad civil los Comités de Postulaciones hasta quienes se presentaran como posibles candidatos.
¿O como se dijo del desconocimiento del voto se dirá lo mismo de magistrados que han sido detenidos? ¿Qué pasaría con rectores alternos? ¿Vale la pena entonces nombrarlos si no van a ser reconocidos o allí no vale la misma lógica de antes para decir que no vayamos a elecciones? Hay un mandato del 16J, pero no es designación, y hace falta un procedimiento en que muchos se exponen sin ser caras conocidas, que de ser apresados no tendrán la misma exposición que otros.
La renovación es necesaria, aún así, se exigen nuevas formas de lucha, maneras distintas a las ya ensayadas, incluso recobrar la diversidad que hace semanas se reconoció al convocar a jubilados, mujeres o estudiantes, pero se puede protestar y votar, se puede participar de formas en que cada vez más personas se incluyan y se puede/debe resistir y luchar asumiendo los inmensos costos de hacerlo desde aquí, en el país, donde te pueden tumbar la puerta, porque la normalidad a la que aspiramos requiere de muchísimas cosas, más que una máquina del tiempo, pero sobretodo, la esperanza de que estando aquí siempre podremos hacer algo para cambiar las cosas.
Y votar también está dentro de esas opciones. Aún con la farsa de los 8 millones. Como la negociación política para la salida democrática (así pasó en Túnez con elecciones mientras el gobierno aún estaba en el poder) y la presión internacional. El éxito tiene muchos padres y el fracaso es huérfano, así que en lugar de culpar a otro de "sostener a la dictadura", siempre debemos ser prospectivos, el paso que viene. Unidos siempre seremos más fuertes.