Lo que no soporta Eructo es que se burlen de él, ni hagan mofa de su nombre, del cual está muy orgulloso. Un desalmado hombre de hojalata, hombrecillo en realidad, de oxidadas y usadas láminas, gastadas por el polvo, colector de desperdicios verbales, le ha puesto un sobrenombre. Salvador Eructo aguanta todo, menos que alguien intente apropiarse de lo que es suyo, y pretenda hacer chiste de su apellido.
Alto y fornido, Salvador Eructo es además, galante y gracioso. Respeta y ama a todas las mujeres, y les aconseja no exhibirse de forma inadecuada. Además, sabe esquivar con sorna todos los insultos y ataques, y es tan grande, que por humildad, no tiene problemas en salir por la puerta de atrás. Emocional y sincero, prefiere faltar a un acto oficial, para ir a visitar a su mamá en el hospital, esté quién esté. Prefiere que le recuerden a la mamá en ausencia.
Aún así, siempre hay quién lo acuse de cínico, hipócrita o miedoso. Incluso maquiavélico por ser capaz de poner cara feliz cuándo está triste, o disimular su molestia para luego hacer una jugada maestra. Él, elegido como regente de su población, dejará en la voz del pueblo, que es la voz de Dios, la decisión de hacerlo nuevamente gobernante, si así lo precisaran.
Eres grande irresponsable! Salvador Eructo ha de estar honrado que seas inspiración de tus letras compadre!
ResponderBorrarYo nunca las he visto tan bien puestas como ESTAS...
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