Expulsado por tres días y citación al representante (para los de la UCV)

O atacabas o te dejabas joder. Antes que te masacraran, tú observabas rápidamente a tu alrededor para saber quién estaba contigo y quién no. Los grupos a veces ni siquiera se entendían, sabías más o menos de algunos que estarían contigo y no contra ti, pero siempre estabas alerta. Algunos trataban de evitar involucrarse y se escudaban con lo que podían, los otros se entusiasmaban en el fragor del despelote.

Entonces llegaba la profesora de Química y gritaba. Taquitos escupidos, pedacitos de tiza lanzados o trozos de borrador, hojas arrugadas como bolas y hasta cuadernos de los más nerds. De todo había en un salón en que algunos aguantaban la risa, otros asustados por ser sospechosos habituales, y muchas mujeres limpiando las carpetas que las protegieron de la sampablera estudiantil.

Sin ninguna consideración, la profe Salazar llamaba a los que in fraganti ella había visto participar cuándo entró sin que nadie lo notara. Gutiérrez, Hernández, Cortés, Arias, Arismendi, Bolívar, González, Goncalves, Urdaneta, Wong, Gómez, Andrade, Arana, D´Stefano, Torres y Ripanti. Todos la dirección, ni siquiera Andrade, hijo de la profe de Geografía se salvó, nunca lo hacía.

El Director nos puso -por ser quinta vez consecutiva que lo hacíamos- lo que llaman el "castigo ejemplar". Ya nos habían puesto a llevar cajas de tiza, después tiza anti-alérgica y hasta tiza de colores anti-alérgica. Nada detenía nuestror furor "taquitero" y bochinchero. Así que estábamos expulsados por tres días y llamarían a nuestro padres.

¡CDM! Tremendo peo.

Así era la justicia colegial. A nadie le preguntaban si a uno le caía bien el Director o no, ni siquiera por cuál plana habíamos votado para el Centro de Estudiantes, o si no habíamos ido a votar. Si estábamos en un equipo del colegio o si estábamos raspados. Eso sólo intervenía en el regaño: ser peor o mejor en las notas o tener un compromiso con la institución, eso añadía el: "nunca esperé eso de ti, Joseíto".

Habíamos tirado taquitos, nos expulsaron y castigaron. Punto.

De esa misma forma, cuándo veo los videos dela UCV, yo veo unos chamos con unas pistolas, unos quemando edificios, otros en motos y otros tirando piedras. Se portaron mal, armaron bochinche, tiraron taquitos de piedra y plomo. Creo que deberían buscarlos y detenerlos, sacarlos de las marchas, penalizarlos.

Nada de Andrade salvándose por ser hijo de una profe, ni Ripanti que al segundo día fue porque era el portero del equipo de futbolito. Ni Gómez que fue al tercero porque era del Centro de Estudiantes y había conseguido a la Pepsi para el domingo familiar. Nada de justos por pecadores castigando a todo el salón cancelando el viaje al Museo de los Niños.

Búsquenlos. Al gordo y al tipo de la chaqueta negra empistolados, a los que tenían hondas lanzando piedras contra el edificio de Trabajo Social. A los que entraron en moticos, y a los que prendieron candelas. A esos que aparecen en VTV y a los que aparecen en videos de Aló Ciudadano. Sifrinitos o malandritos, del Este o del Oeste, de uno u otro lado. Como decía el director de mi colegio: "una manzana podrida daña las otras".

Olvídate de interpretaciones que dicen: los de la izquierda son chavistas malvados, ni aquella que dice que los de la derecha (¡qué casualidades!) los trataban de ahogar a morir. 4 personas estaban allí, embochinchados y la investigación no debe ser política, debe por lo menos citarlos a todos. ¿Pero de verdad podemos esperar decencia en este régimen? El balón está de su lado.

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