Haiman El Troudi y Aporrea contra la derecha endógena

Han nombrado 13 0 14 nuevos ministros. Movimientos de ajedrez, ascensos inesperados, los menos experimentados con cara de ponchao. Las 3 R en carne. Carrizales que ni habla, se quedó pasmado. Victoria Mata no cabe de la emoción. El de Hábitat y Vivienda puso cara de asustao, y el de Alimentación tragó grueso. De Inavi y Mercal al gabinete presidencial. De la trocha a Carmelitas, de las gradas a dirigir la cartera. Cero mañas, ganas de echarle pichón y nueva fórmula, al parecer. Sin embargo, me llama la atención un solo nombramiento. Bueno, dos, pero de Rodríguez Chacín que puedo decir que ustedes ya no piensen.

Haiman El Troudi. La primera vez que escuché este nombre, así como su imagen y voz, fue hace un año y pico. Alguien me dio dos discos. Uno de audio y un video: “esto es lo que el Presidente hará cuándo gane”, fue lo que me dijeron. El audio no era demasiado bueno, así que apelé al DVD. Un tipo con rostro de hijo de árabe y pinta de estudioso fajado hablándole a empleados de empresas privadas sobre el socialismo del siglo XXI. Rarísimo. Lo interesante es que sin ser crítico con el gobierno, presentaba un plan que no era idéntico a lo que hasta ahora conocíamos. Cuándo veo su nombre como ministro, después de haber leído artículos sobre él en Aporrea, me sorprendí.

Suplanta a Jorge Giordani, un ex ministro de CAP y se encargará de una cartera de suma importancia: Planificación. De aquí sale todo el desarrollo y organización del plan nacional, tanto económico como institucional. Es una de las cabezas de gobierno.

Su currículo es impresionante. Ha tenido muchísimos puestos como asesor y planificador en el gobierno, profuso escritor e ingeniero, oriundo de Barinas. Más sobre él lo puedes leer en su site (http://www.haiman.com.ve/), dónde además puedes bajarte todos sus libros en PDF como "Ser capitalista es un mal negocio" del 2007 o "Inteligencia Social y Sala Situacional" del 2004, además de y leer sus ensayos sobre política.

Aficionado a la poesía e investigador político. Pertenece al Centro Internacional Miranda, una institución académica e investigativa adscrita al Ministerio de Educación Superior, conformado por ideólogos, ex guerrilleros, revolucionarios y intelectuales de izquierda criollos, de Brasil y Estados Unidos, básicamente. Eva Gollinger aparece entre sus colaboradores foráneos.

¿Ajá, y? Bueno, lean algo sobre lo que él considera NO DEBE SER el socialismo del siglo XXI.

Capitalista de Estado (Se debe marchar hacia empresas de producción social)
Populista paternalista (Se pretende acabar con la cultura de papá Estado resuelve todo) Practicante de un excesivo centralismo democrático castrador de la participación y el protagonismo popular (La finalidad es lograr el desarrollo integral del ser humano)
Totalitario Ateo
Mesiánico
Armamentista (sin confundir con dotación necesaria del país para la defensa de su territorio) Unipartidista
Extrapolador de modelos
Auspiciante de la división entre dirigentes y dirigidos

Esa lista propone algo diametralmente distinto a lo hecho actualmente. Significaría que dejaríamos de vivir de la renta petrolera, que se acabaría el clientelismo político de misiones y empresas estatizadas, que no se atacaría más a la Iglesia, se eliminaría el PSUV -o su pretensión de ser único-, la carrera armamentística, la alabanza a la Cuba fidelista y la propia reelección indefinida. Aunque El Troudi dice que un pueblo puede elegir seguir a su líder, propone un sistema eternizable en el tiempo, sin necesidad de una persona salvadora. Critica la corrupción, propone valores humanos por encima del enriquecimiento y personalmente, me da un fresquito entre tanto resentido, gritón y malandrito.

Para quienes se están divirtiendo hace rato en los foros de Aporrea por las críticas endógenas contra el Presidente (con el 27 de diciembre con CADIVI y los 400$ de Internet, el 31 con la Ley de Amnistía y el 4 de enero por la alianza con la burguesía nacional como puntos álgidos) quizás vean ahora mayor interés en saber que piensa el pueblo chavista de los nuevos ministros, y sobretodo, de Haiman. Alguien que parece distanciarse -y a toda velocidad- del reformismo y el frenazo presidencial, de la derecha endógena de Diosdado -disociado- Cabello, y se acerca más a los fervientes socialistas de viejo y nuevo cuño, entusiasmados con el Poder Popular.

Un contrapeso que pocos han podido advertir. Revisión, rectificación y reimpulso.

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