Leyendas y encrucijadas se ciernen a su paso
El Toro de Las Delicias: símbolo de la Ciudad Jardín
*** Indeleble huella de la época gomecista, y homenaje al desarrollo pecuario –y no taurino como se puede creer- impulsado por El Benemérito, la estatua reviste un cúmulo de tesoros al que pueden acceder locales y turistas, aunque la "excavación" sea menester. Leyendas urbanas y señales del camino entretejen un delicado velo sobre historias verdaderas, bañándolas de imaginación y creatividad criolla. Descubramos El Toro de Las Delicias.
Cuentan los viejitos, y en este caso, doña Eleuteria Gotto de Sequera, “La Negra” para sus familiares, nacida en Choroní hace 78 años y habitante de Maracay desde 1938, que Las Delicias -la zona norte de Maracay-eran potreros, espacio para el Circo de Calicanto y por supuesto, el Zoológico de Maracay, cuya entrada estaba signada por el monumental animal de bronce. Siendo niña, recuerda que le dijeron incontables veces que estaba lleno de morocotas de oro, pero también de dinamita, por lo que nunca se había podido trasladar ni sacar el tesoro.
Mucho más historias se cuentan, desde túneles secretos que llevan hasta el Hotel Jardín -luego Gobernación de Aragua y pronto sede de la UNEFA- entre otras dependencias, hasta haber sido una pista para encontrar el Tesoro de Tarazona, secreto que supuestamente se llevó a la tumba un conocido militar de confianza personal de Juan Vicente Gómez, apodado El Indio y cuyo halo de misterio lo completaba la creencia popular de que dormía cruzado a la puerta del dormitorio de su jefe, no tener familiares conocidos, un permanente estado de alerta mental y especialmente, lograr acceder a la intimidad del mandamás andino. Esto llevó a despiadados cazafortunas a excavar en los terrenos del Zoológico de Maracay, infructuosamente.
¿Taurino o bovino? El origen de la estatua también fue materia de creencias populares por muchos años, como cuenta Alberto Ramírez Avendaño, uno de los pioneros en la crianza de toros de lidia, gran experto del tema ganadero, miembro y ex directivo de la Cámara de Industrias Lácteas de Venezuela.
En un artículo cuenta que habiendo Gómez iniciado la agroindustria, ordenó la primitiva ganadería de entonces. El Lactuario de Maracay fue una de las primeras señales de este proceso, que no fue fácil, ya que la mejora de la raza criolla pasó por muchos avatares.
Los toros criollos habían aprendido, por selección natural, a vivir en las llanuras calientes e inclementes de nuestra tierra pero las “musiúas”, a pesar de los cuidados que recibieron donde nacieron y los cambios que se realizaron en las rústicas vaqueras para adaptarlas a los nuevos deseos del dictador, morían por la misma razón que diezmó también parte de las gentes de esa época, poco sabedoras de plagas y enfermedades: la serpiente cascabel.
El toro llegó desde Francia, un regalo enviado por el nieto del General Gómez, Marcos Santana, quién fue comisionado para la compra de ganado en aquel país, y buscando animar el espíritu de su abuelo, empeñado en el desarrollo pecuario de la región, le mandó la figura de bronce con la inscripción: General, este no se le muere.
Este impulso llevó a buscar expertos en sanidad animal en Europa y el Cono Sur, y años luego, abrir las escuelas de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela en Maracay. No era entonces taurina la razón de este, aunque por años se creyó así, gracias al “francés” de Venezuela.
Por la mala pronunciación del apellido del escultor, el toro se le atribuía a Mariano Benlliure, un escultor español amante de la tauromaquia, y gracias a la encendida pasión taurina que arropaba la ciudad con una Maestranza réplica de la de Sevilla, fue fácil extender la especie. Cuenta Don Alberto que los más conocedores de tanto examinar la obra empezaron a dudar ya que la estética de lo que figuraba en el pedestal no correspondía con un toro de lidia hasta que tras una detallada revisión vieron el nombre al pie de la estatua: Is. Bonheur.
El Toro de Las Delicias: símbolo de la Ciudad Jardín
*** Indeleble huella de la época gomecista, y homenaje al desarrollo pecuario –y no taurino como se puede creer- impulsado por El Benemérito, la estatua reviste un cúmulo de tesoros al que pueden acceder locales y turistas, aunque la "excavación" sea menester. Leyendas urbanas y señales del camino entretejen un delicado velo sobre historias verdaderas, bañándolas de imaginación y creatividad criolla. Descubramos El Toro de Las Delicias.
Cuentan los viejitos, y en este caso, doña Eleuteria Gotto de Sequera, “La Negra” para sus familiares, nacida en Choroní hace 78 años y habitante de Maracay desde 1938, que Las Delicias -la zona norte de Maracay-eran potreros, espacio para el Circo de Calicanto y por supuesto, el Zoológico de Maracay, cuya entrada estaba signada por el monumental animal de bronce. Siendo niña, recuerda que le dijeron incontables veces que estaba lleno de morocotas de oro, pero también de dinamita, por lo que nunca se había podido trasladar ni sacar el tesoro.
Mucho más historias se cuentan, desde túneles secretos que llevan hasta el Hotel Jardín -luego Gobernación de Aragua y pronto sede de la UNEFA- entre otras dependencias, hasta haber sido una pista para encontrar el Tesoro de Tarazona, secreto que supuestamente se llevó a la tumba un conocido militar de confianza personal de Juan Vicente Gómez, apodado El Indio y cuyo halo de misterio lo completaba la creencia popular de que dormía cruzado a la puerta del dormitorio de su jefe, no tener familiares conocidos, un permanente estado de alerta mental y especialmente, lograr acceder a la intimidad del mandamás andino. Esto llevó a despiadados cazafortunas a excavar en los terrenos del Zoológico de Maracay, infructuosamente.
¿Taurino o bovino? El origen de la estatua también fue materia de creencias populares por muchos años, como cuenta Alberto Ramírez Avendaño, uno de los pioneros en la crianza de toros de lidia, gran experto del tema ganadero, miembro y ex directivo de la Cámara de Industrias Lácteas de Venezuela.
En un artículo cuenta que habiendo Gómez iniciado la agroindustria, ordenó la primitiva ganadería de entonces. El Lactuario de Maracay fue una de las primeras señales de este proceso, que no fue fácil, ya que la mejora de la raza criolla pasó por muchos avatares.
Los toros criollos habían aprendido, por selección natural, a vivir en las llanuras calientes e inclementes de nuestra tierra pero las “musiúas”, a pesar de los cuidados que recibieron donde nacieron y los cambios que se realizaron en las rústicas vaqueras para adaptarlas a los nuevos deseos del dictador, morían por la misma razón que diezmó también parte de las gentes de esa época, poco sabedoras de plagas y enfermedades: la serpiente cascabel.
El toro llegó desde Francia, un regalo enviado por el nieto del General Gómez, Marcos Santana, quién fue comisionado para la compra de ganado en aquel país, y buscando animar el espíritu de su abuelo, empeñado en el desarrollo pecuario de la región, le mandó la figura de bronce con la inscripción: General, este no se le muere.
Este impulso llevó a buscar expertos en sanidad animal en Europa y el Cono Sur, y años luego, abrir las escuelas de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela en Maracay. No era entonces taurina la razón de este, aunque por años se creyó así, gracias al “francés” de Venezuela.
Por la mala pronunciación del apellido del escultor, el toro se le atribuía a Mariano Benlliure, un escultor español amante de la tauromaquia, y gracias a la encendida pasión taurina que arropaba la ciudad con una Maestranza réplica de la de Sevilla, fue fácil extender la especie. Cuenta Don Alberto que los más conocedores de tanto examinar la obra empezaron a dudar ya que la estética de lo que figuraba en el pedestal no correspondía con un toro de lidia hasta que tras una detallada revisión vieron el nombre al pie de la estatua: Is. Bonheur.
Avendaño admite que no supo nada de este nombre hasta que en Londres, tras ver una maravillosa pintora que retrata un mercado de caballos, quiso saber el nombre de su autor y le dijeron Marie Rosalie (Rosa) Bonheur, destacada pintora y escultora francesa, nacida en Burdeos en 1922 y lesbiana, lo que le complicó mucho la vida para cosas tan sencillas como usar un pantalón. El cronista le refiere la autoría, pero una búsqueda de la obra de su hermano, Isidoro, un reconocido escultor de animales en bronce, especialmente toros, permitió establecer que fue él su creador, aunque ella tiene algunas esculturas bastante parecidas.
En esta web venden réplicas de la estatua hecha por Isidore Jules Bonheur, su hermano, titulada Taureau, que no sólo es idéntica a la de Las Delicias en Maracay, sino que también está en el parque Georges Brassens de Paris.
Me encanta leerte fuera de tu incisivo y mordaz negro sentido del humor, cuando te explayas a otros temas, es altamente gratificante mi estimado, ¡un abrazo!
ResponderBorrarGafo.!
ResponderBorrares Ramírez Avendaño, no Rodríguez. Saludos!
ResponderBorrarCorregido, gracias!
ResponderBorrarLástima que en lo que era el estado de Venezuela que tenía la curva hacia arriba llegó el peor gobernador y más chusma que ni siquiera estudió y que solo sabe de brujeria , magia negra y malas mañas que ha tenido Aragua: el bachiller Didalco Bolívar y es comprobado e indiscutible, uno de los peores de Venezuela y el mas indefinido y aprovechador. Que envidia da ir a Maracaibo, Valencia, Miranda. Ve a youtube y mira el video vergonzoso de unos turistas que vinieron a hacer el video de "Aragua es lo mejor". Los aragüeños parecemos gafos y nos hemos convertido en el hazmerreir de todo el mundo por culpa de esos chusmas que nos gobiernan y nos roban nuestros dineros. Por eso falta un Gral. Raul Isaias Baduel para acabar con todo esto, el es un hombre que ama la region y los aragüeños y sabe el gran potencial que tiene el estado, sus riquezas y su gente.
ResponderBorrarHola, buen articulo este, gracias por la investigación.
ResponderBorrarMeses atrás leí un articulo en Facebook que hablaba de lo mismo y era un poco mas largo y profundo, después de revisar varios grupos lo encontré y te lo recomiendo para ver si complementan los datos.
El artículo esta aquí y espero le sirva a mas de uno en el futuro:
http://www.facebook.com/photo.php?pid=5531551&op=3&o=global&view=global&subj=46954041490&id=512615293#/photo.php?pid=5531551&op=3&o=global&view=global&subj=46954041490&id=512615293&fbid=116860195293
Chao y feliz año 2010.
Mario Perdomo
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
ResponderBorrarHola, podrías comentar donde puedo conseguir más información de los túneles de Maracay, tengo en mente un trabajo investigativo, mi teléfono 04144642057, gracias.
ResponderBorrar