24 febrero 2017

Cult of Luna y Julie Christmas: post-metal progresivo con demencial toque femenino

Con el post-metal como con el metalcore hay que tener cuidado. Hay un rango demasiado amplio para elegir, algunos subidos al tren, unos que simplemente aburren o que no ofrecen nada nuevo. Después de la aclamación mundial de Sunbather de deafheaven, me atreví y conseguí maravillas como Blut Aus Nord, mientras recientemente alabé el caos sónico de Ion Dissonance en su disco "Cast the first stone". Pero hay que admitir que aunque existan bandas extraordinarias en estos géneros, no necesariamente debes disfrutarlos.



Así que llegué con cuidado a "Mariner" de Cult of Luna, agrupación que desconocía. Pero me sentí atraído por la idea de una colaboración, porque creía que sería algo como lo que ha hecho Neurosis con Jarboe, trabajos como Karnivool o lo que ha hecho Orphaned Land en Kna´an. Lo que conseguí fue mucho mejor.

El disco empieza con el single adelantado "A Greater Call" que de forma disimulada, con algunos sonidos suaves y minimalistas pasó a una sección percusiva con guitarras que mostró de inmediato lo que vendría: la voz que de inmediato reconocí como la de Made Out of Babies, lo que me abrió los ojos de par en par junto a la voz gutural de Klas Rydberg, quien continúa exhibiendo sus desgarradores gritos mientras la instrumentación varía entre lo progresivo y el sludge con espacios para que Julie llene espacios con su voz aspirada y dulce en forma de coros que parecen infantiles y punzantes al mismo tiempo, mientras la música va evolucionando a cada minuto hacia un crescendo donde los teclados van tomando cuerpo, las guitarras se crispan y la percusión se hace ritual.

"Mariner" va tomando distintas formas, en que Julie toma mayor control y es mucho más que una invitada. Klas no cesa en su trabajo, pero ella asume protagonismo con variantes que van desde suspiros y crooners que pueden recordar a Björk hasta los alaridos girl-rrriot que la identificaron con sus anteriores bandas, e incluso me recordó a las apariciones de Agnete Kjølsrud con Solefald o en su propia banda Djerv. Esta diversidad vocal le añade mucho valor al disco, que tiene su punto más bajo en el cuarto corte "Approaching Transition" pero que gana mucho en Cygnus, una canción que remata de nuevo la idea de un crecimiento hacia un climax musical explosivo con las vocalizaciones a la par, contradictorias pero complementarias. Además, el disco está enfocado en el tema espacial que parece ser un nuevo tema de interés para los vanguardistas del metal.

Por cierto, la Rolling Stone lo consideró el noveno mejor álbum del 2016.



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