La palabra pop puede parecer odiosa, de hecho lo es bastante, pero no sólo habla de música comercial, digerible y fácil de olvidar sino es un estilo que va desde Beach Boys hasta Arca pasando por Michael Jackson y las boybands, para no mencionar a los más exitosos y conocidos del género.
Ahora que escucho muchísimo más metal progresivo veo que hay varias tendencias. Desde las más experimentales y raras que mezclan con jazz, space rock y deathmetal hasta los que tratan de aprender del pop rock, incluso usando pistas electrónicas similares o venidas del trap y otras más que usando saxofón, estructuras de rock progresivo de los 70 y hasta indie buscan sonoridades que enriquezcan el género más allá de las acrobacias instrumentales.
Y así llegamos al disco Sky Void Of Stars de Katatonia, el doceavo de una carrera iniciada a principios de los 90 más cerca del doom y el gótico lento, oscuro y con voces desgarradas influenciado por Paradise Lost, que de la majestuosidad de los temas más progresivos y alternativos que rápidamente decidieron acompañar a las tempranas voces limpias de su cantante, Jonas Renkse.
El disco, después de un extraordinario City Burials, parece resumir su carrera como producto de la amalgama de influencias dispares como el metal alternativo, la influencia de Porcupine Tree que moldeó buena parte del progresivo que trata de acercarse al pop, indie, electrónica e incluso post-rock y algo del goth metal.
Entonces hay temas con arreglos prog como Austerity y temas con coros pegadizos como Atrium. Así tenemos un disco bellamente construido, con buenos arreglos de bajo y batería, guitarras que armonizan atmósferas con riffs hipnóticos y una voz que nos va paseando por emociones oscuras pero sin pesimismo.
Así algunos temas son más góticos, apesadumbrados pero no tristes, mientras otros muestran las posibilidades histriónicas de hacer brillar las habilidades musicales de sus miembros, mientras la mayoría acarician el oído con ese coqueteo contemporáneo de goth, progresivo, pop alternativo, rock progresivo y post-metal.
No logran elevar el espíritu con el progresivo orquestal de Soen (invitaron a su cantante Joel Ekelöf al tema Impermanence), no son prodigiosos como Leprous, sino que muestran como unos pioneros del doom extremo, que hacen black metal, death/doom o música electrónica en proyectos aparte pueden juntarse para hacer temas para audiencias más amplias sin abandonar la comunidad de la distorsión.
Para este disco Katatonia es Renkse: quien sigue usando sus guturales en Bloodbath, cantó en los tres discos de October Tide (formado por exintegrantes de Katatonia que siguieron el legado death/doom con arreglos prog y sinfónicos) y ha estado de invitado como vocalista de voz limpias en grabaciones de Ayeron, Ihsahn y The Ocean Collective.
En las baterías está otro estandarte del death/doom sueco, Daniel Moilanen, quien ha sido el baterista de Runemagick, Den Tunga Döden y el disco White Noise and Black Metal de Craft.
El bajo está encargado a Niklas Sandin, también en la banda de death metal Lik, con mucho noise y d-beat.
Para ese cambio del doom al progresivo contemporáneo orientado a canciones rock fue necesario tener agregar influencias que no vinieran del doom, así que Roger Öjersson, quien viene de hacer blues por 14 años con su banda Kamchatka y grabar The Scarred People de Tiamat, acompaña al veterano Anders Nyström, quien ha estado en todos los discos de Katatonia, toca en Bloodbath y estuvo en Diabolical Masquerade.
Para escucharlos, gratis en Bandcamp, acá https://katatonia.bandcamp.com/album/sky-void-of-stars