2. Alfahanne: black metal melódico / rock gótico / post-punk sueco, que usa shrieks junto a algunos tropos originales del género, como el blastbeat y algunos tremolo picking, aunque musicalmente las canciones están conformadas por niveles distintos, según el caso, de atmósferas colmadas de arreglos sinfónicos y orquestales (a lo Dawn o Summoning) y riffs de guitarras góticas, punk o de rock clásico (a lo Tribulation), que abren espacio a más o menos black metal melódico, a veces más post-punk con narraciones terroríficas que metal, que la banda ha llamado “Alfapocalyptic Rock”. 3,7 de 5. En Spotify.
3. UDAD: proyecto de black metal del noruego Thomas Eriksen (Mork), que usa distorsión brillante y ruidosa, chirriante aunque no tanto como las bandas lo-fi, lo que permite sospechar que la mala calidad está disfrazada, siendo sustituida por un procesamiento más cuidadoso que evoca el formato para hacer algo que se escuche melódico, hasta sinfónico y espacial pero más sucio, como cuando alguien se hacía el look al descuido, esto es elaboradamente lleno de ruido blanco.
Con tiempos lentos en acordes cortos y repetitivos, sus canciones muestran estructuras que parecen ser primitivas al combinar motivos sincopados con el bajo que se repiten múltiples veces, con shrieks cavernarios y de fondo, en los que suena una o dos veces un riff épico, melódico y atmosférico distinto. Sin embargo, se pueden adivinar hay un concepto de reinvención de lo antiguo, de lo básico, intencionalmente subterráneo y romántico, pero que toma las ideas de Darkthrone para presentarlas renovadas, con una producción inteligente, en contraste con las propuestas de black metal épico a lo Véhémence o Obsequiae, el black opresivo atmosférico y el raw/lo-fi.
El disco empieza con los temas más ingenuos, o que pretenden serlo, mientras que en Blodnatten ya el estilo está más abiertamente más cerca del black progresivo, de lo sinfónico y de la influencia del heavy metal épico, como una versión salvaje y primitiva de Enslaved. En el tema Den Virkelife Apokryf se nota mucho más claramente el filtro sobre la distorsión de la guitarra para hacerla parecer deliberadamente irregular, lo que no le quita poder a la propuesta aunque la hace más reconocible.
Le doy un 4 de 5 por la originalidad, aunque los temas de la segunda parte del disco son un bajón en el concepto. En Spotify.
4. Edge of Endurance EP de Pressure Points: extraordinario proyecto de death/power progresivo finlandés con el cantante/guitarrista de De Lirium's Order (death metal con influencia del tango). Su tema Leaves On The Road es una bizarra mezcla de rock alternativo, metal progresivo y art pop sinfónico mientras The Chase es un elegante jazz-death con finas voces y arreglos de rock progresivo, con grunts a lo Opeth intercalados con arreglos de coros de rock setentoso. Una joya increíble. En Spotify.
5. Singles del próximo disco de Grave Digger, Bone Collector. Suena a una mezcla de Testament, Running Wild y Accept. Regular pero lo quiero escuchar.
6. Bullet for a Pharaoh y Black Sound, singles que no corresponden al disco 2024 de Teramaze me hacen dudar, porque aunque están allí los elementos y habilidades prog, parece que se desvían hacia algo de rock alternativo / pop rock peligrosamente genérico o muy comercial. Quizás tratando de parecerse a sus paisanos australianos de Voyager.
7. Alacrity Slipt con Meadows of Melancholy / Morke / The Grand Myth. Trío de proyectos de un solo hombre de Estados Unidos. La primera es black metal furioso, brutal y bélico, aunque también melódico, sinfónico y atmosférico, con buena producción y sonido. La segunda es death progresivo, con voces limpias operáticas y arreglos del power metal. Finalmente, black metal con shrieks en el fondo de la caverna y riffs entre melódicos y disonantes, épicos y medievales, que le agregan mucho sexappeal a los temas. Me gustó, 3,8; 4,4 y 4,1 de 5 respectivamente. En Spotify.
8. Liminal Heart Paints the Deepest Shade of Serenity de Vampirska: tercer disco de esta banda de black metal originario (raw) de Estados Unidos, que de nuevo abandona la idea de los discos con producción o grabación de baja calidad para enfocarse en la rudeza de la voz y la música. Y no sólo hay calidad en la ingeniería de sonido, usa riffs cíclicos y en contratiempo, geniales arreglos de batería, capas de guitarras con distintas formas del tremolo picking, sino también hay arreglos de teclados, riffs de rock clásico, speed y punk, mientras que los momentos de furia y velocidad son también melódicos y atmosféricos.
Proyecto de Hunter Valentine, también baterista del excepcional y extraño proyecto de Saidan. Le pongo un fácil 4,2 de 5. En Spotify. Vale decir que a pesar de llamarse "Vampiresa" en varios idiomas eslavos, no hay referencias a música dark, gótica, black metal vampírico, violines, voces femeninas ni similares. Es un vampirismo ocultista. Otro disco que cierra con un tema extenso, en que resume elementos descritos añadiendo una distorsión suavizada que lleva a que los riffs suenen hiper-melódicos, casi ajenos al género, más cerca del rock que del metal extremo.
9. Natt Til Ende de Djevel, black metal noruego. La primera impresión es que tratan de rescatar las influencias de black metal de segunda generación, antes que fuese muy progresivo, operático o avantgarde sino aún vikingo, disonante y ligeramente sinfónico o folk, especialmente Emperor pero también Gorgoroth e incluso los primeros Ulver, Arcturus y Satyricon. Esto es especialmente patente por la participación de Faust (primer baterista de Emperor en In The Nightside Eclipse).
La banda fue creada por el cantante / guitarrista Trond Ciekals que es responsable de los riffs y cánticos de war/viking metal y quién ha tocado o pertenecido a bandas como Lja, Taake y NettleCarrier.
Lo mejor lo encuentro a partir del tema Jesu Lidelse, en que las influencias de Darkthrone, Emperor y Enslaved, e incluso algo de Samael, se combinan de una forma particular, con unos riffs hiper agudos y una brillantez pronunciada, casi post-metal, junto a una ampliado uso de orquestaciones de fondo. Algo similar se encuentra en Under Nattens Fane I Fandens Prakt, que suena como a una especie de alternativa evolutiva a lo que podrían haber hecho las bandas nombradas si se hubiesen quedado en un punto intermedio a lo que terminaron haciendo y sus orígenes. Sí, otro disco que termina con una extensísima canción, en este caso de 14 minutos, ampliamente influenciado por Burzum. En Spotify.
10. Hunger de Worm Shepherd: deathcore sinfónico, que inicia la primera tanda de temas con un sonido grueso, que lo ocupa todo, ultra denso y exigente, hiperactivo casi siempre, basado en guitarras bastante procesadas, casi industriales, con puentes calmados, de pianos ambient que llevan a atmósferas soundtrack de terror que son base para los riffs veloces, complejos y avasallantes, que se acompañan con pig squeals y goblins, que no dejan espacio para respirar.
El sonido está un poco saturado, excesivamente expansivo y juxtapuesto. Se puede diferenciar lo electrónico, lo sinfónico y el metal, aunque estos están permanente chocando y amontonándose como un mash-up en lugar de complementarse o interactuar. Veo que es una tendencia, después de ver a Cattle Decapitation en concierto, de emular ese sonido gigantesco y 360 de los toques en vivo, que siento que les quita esa diferenciación que brinda la producción en estudio, aunque da la ventaja de saber cómo será la experiencia presencial. La batería es del mismo de Mental Cruelty, Nahuel Lozano. Buenísima la portada.
La segunda parte del disco, en el que no se usan voces deathcore sino grunts y growls más tradicionales, inicia con Illuminate Oblivion, un tema que durante cinco minutos muestra una área inexplorada de calma extendida, con un climax que se alcanza poco a poco, usando muchos pianos y mid-tempos, con un sonido relativamente menos estridente, le da la bienvenida a A Harrowing Dawn, que expande el estilo hacia el death sinfónico, con una batería potente, de blastbeats y doble bombo poderoso, con orquestaciones más complementarias, algunos riffs pausados e incluso guitarras acústicas.
Luego The Waters Of Lethe exhibe más cercanía al black melódico, orquestal y expansivo, elaborado y con percusiones rituales, coros de terror y ambiente perverso. El final, como es casi obligatorio en 2024, es un tema extendido -de 8 minutos- de black metal sinfónico, que sigue siendo estridente y urgente, al máximo del volumen, hiper-veloz y aplastante, como el rugido de una locomotora bestial, con una exhibición de vocalizaciones junto a piano, orquesta y un regreso al principio, para cerrar el círculo, del deathcore excesivo y grandilocuente.
Le doy un 3,8 de 5. En Spotify.
11. Catastrophic Reconfiguration de Molder, thrash/death metal old-school, por lo que se escuchan influencias de Asphix, Death, Autopsy, Obituary y Pestilence, pero son de Illinois, Estados Unidos. Hace un extraordinario trabajo en sonar vintage, especialmente con las voces. Un oasis de metal extremo clásico en cada detalle: la voz rasposa antes del grunt profundo de los 90, los riffs mid-tempo que crean atmósfera, la batería de platillos brillantes y herencia punketa para los toques grind, los tremolo picking lentos con quintas y séptimas. Bravo por los recuerdos. En Spotify. Un 4,3 de 5.
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