2. Romanticism (2025) de Hana Vu. Desde Los Angeles, un bello disco de indie rock e indie pop, que combina algunas guitarras ruidosas y otras de folk indie, muchas vocalizaciones elegantes y corales, llenas de emoción, inspiración de cantautora y estructuras de pop underground, noise pop y dream pop. Es como boygenius pero con distorsión y una cantante muchísimo mejor, así como detalles más barrocos. 3,7 de 5. Según RYM, ya lo había escuchado pero no lo publiqué o se me fue en alguna actualización del blog. 3. Jazz at Berlin Philharmonic XVI: Piano Night II (2025) de Leszek Możdżer / Grégory Privat / Iiro Rantala / Michael Wollny. Jazz y paino en vivo, incluyendo versiones y estándares como Caravan y Singing in the rain, liderados por el pianista aleman Michael Wollny. 4,8 de 5.
4. 1110101110000001100111011110110010010111 10010000111011001000010010011100 (2025, EP) de Asian Glow. Dos temas, de entre 14 y 15 minutos, que me alegran muchísimo, porque no esperaba demasiado o nada, después de la caótica (aunque interesante) colaboración con Lua Trilogy! y porque no recordaba bien su disco 1110011 también de 2025. Proyecto de Gyn, músico de Corea del Sur.
Post-rock con arreglos sinfónicos, mucha edición digital y una batería que suena increíble, para ser un proyecto de estudio, y un detalle de flauta que es realmente exquisito. Los sonidos emo, psicodélicos y oníricos se combinan con una especie de indie progresivo en que unos tipos jóvenes, deprimidos y modernísimos hacen rock con sus laptops, una guitarra de lujo y millones de pedales, controladores y efectos, alimentados de influencias de varias décadas que los hacen meter la elegancia y experimentación de los 70, las máquinas de los 80 y el desenfado ruidoso de los 90. Me enamoré, 4,6 de 5.
5. Hammerheart (1990) de Bathory: viking metal / epic doom sueco por excelencia. El tema Father To Son presenta los mejores elementos de este disco, con voces vikingas, guitarras sucias y disonantes, muchísimo metal clásicos y baterías tribalistas, con una atmósfera general de folk metal, ocultismo e historias épicas de tradición, herencia y aventura. 3,7 de 5.
Creo que es un disco insigne, por inventar el viking metal con su estética y formato, pero es muy artesanal y lo-fi con una voz extraña y no necesariamente hipnótica, no tan bueno como el Blood Fire Death. Además, acá no hay nada de black metal.
6. Bacalao Men At La Bibliteca Sessions (2025): tres temas en vivos grabados en La Biblioteca, Miami, Florida. Salsa jazz hip hop punketo.
7. The Rot (2025) de bodyimage. Art pop ambiental de Los Angeles, un dúo del músico Jordan Reyes y la cantante Cait Cole. 3,5 de 5.
8. Domkraft (Ep de 2015, reeditado en 2025)de Domkraft: stoner metal psicodélico sueco que apenas empezaba y no se había elevado al nivel actual, con space rock y más psicodelia dura, como en Sonic Moons, discazo de mis favoritos de 2023. 3,7 de 5.
9. VII (2008) de elbicho: disco perfecto, de principio a fin, flamenco nuevo y rock progresivo al máximo potencial. 5 de 5. Ahora reconozco influencias claras de Santana, especialmente en los temas instrumentales, más rockeros, fusión y jazzeados.
10. Langt, Langt Vekk (2024) de Kanaan & Ævestaden: Después del extraordinario Downpour, en que Kanann se despacha con psicodelia pesada, rock espacial y stoner, este disco colaborativo fusiona esas ideas con folk rock nórdico, resultando en algo que podría ser el soundtrack de una historia de vikingos espaciales o astronautas que saquean planetas con sus espadas láseres o más claramente, rock progresivo con violines nórdicos y sintetizadores cósmicos y existenciales, lo que se convierte en krautrock. Es una hermosura creativa, genial, expansiva y maravillosa. 4,7 de 5.
11. The Manticore Tapes (2025) de Mötorhead. Rock and roll, punk, heavy metal y versiones de Hawkind. Increíblemente divertido y psicodélico, duro y con actitud. 4,6 de 5. Qué bueno que las rescataron.
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