Familiares de 28 mineros trancaron la Troncal 10 que comunica a Tumeremo con el sur del estado Bolívar reclamando su desaparición. La respuesta oficial fue primero negarlo, luego militarizar y ahora decir que aunque no hay cadáveres, se está investigando. Se dijo que todo era un show para atacar el Arco Minero, aunque desde 2012 no arranca porque inversores le sacan el cuerpo al control de cambio, a la falta de instituciones y a unas concesiones que los chinos y los rusos no pudieron aplicar porque hay pranes en las minas.
Se cumplen aniversarios de la muerte de Geraldine Moreno y de Rodolfo González “El Aviador” pero también van varios años del #ServicioPúblicoporque no se consiguen medicinas, ni insumos médicos y la lista de prioridades se desbarrancó. La escasez es de carros y motos, de tinte de pelo y de champú, de quimioterapias y de harina de maíz, pero también de dólares, de medidas económicas de cambio y de respuestas.
Esa desesperación ha adquirido varias caras feas. Algunas más bien horribles. El linchamiento y quema de un delincuente en Catia repite lo vivido desde hace un par de años así como los atropellos de las OLP y antes de los paramilitares en barrios de Caracas. Ayer mi familia vio como le caían a golpes a un señor de la tercera edad que se había robado algo en una tienda en Valencia. Hay protestas, donde sea, sin intención de cambiar al alcalde, al gobernador o ni siquiera al presidente, sino que llegue el agua, que no llegue podrida, que no te roben el autobús o dentro del mismo, que el comedor de la universidad tenga comida, que no maten camino al trabajo, que no te maten por un celular, que no te maten, por favor, que no te maten. ¡Llegó el aguaaaaaaa!
Y está la economía. Aumentan el arroz a 104 por la SUNDDE pero el bachaquero ya dolarizó y vende según Dólar Today. En el gobierno no se han enterado, y hay dólares a 10 bolos, es decir que el kilo de caraotas cuesta 100 verdes, como una cena costosa en el imperio. Porque los precios están locos. Un desodorante o una harina de maíz regulados cuestan 20 bolos, pero no existen y una arepa en la calle puede costar, al menos un dólar negro. Viajar en avión sale en 15 mil bolos, pero una casa cuesta 25 años de trabajo, de alguien que le vaya realmente bien. Qué bolas.
El voto de diciembre se desgastó. Volvemos a tener encapuchados, la estrategia de la MUD parece ninja por un lado y más bien una indecisión entre todos porque nadie quiso ceder. Tanto que María Corina volvió a la Asamblea Nacional. Esa que nos emocionó porque iba a ser telúrica, luego emocionó con el rapeo de Ramos Allup y se ha ido diluyendo porque, otra vez, parece que no hay plan B ante el TSJ, el Ejecutivo y los 112 los agarró de sorpresa. Claro, todo va cambiando desde abajo, todo bien hecho, son 17 años, pero hay urgencias –que se declaran con la señal de costumbre- pero aún así, en la AN tienen razón pero van presos.
Mientras, cooperativas y profesores universitarios tuvieron que hacerle entender a Maduro que no todo el mundo puede pagar impuesto sobre la renta si el salario es bajo, no te lo pagan, la inflación es brutal y cuando te cae ese “bolso” que te tenía el malapaga del gobierno, tú estás endeudado con la tarjeta de crédito, el prestamista, el bachaquero, los vecinos y la vida. Igual que las farmacéuticas, o los productores de pollo o quienes siembran trigo. Aquí todo el mundo anda pelando.
Sí, la culpa es del rentismo. Ese bicho feo del 98, digo del 78, del 58, de cuando el petróleo, el cacao, el oro de El Callo y las perlas de Margarita durante La Colonia que ayer se dieron cuenta que no era cuento. Menos en la Memoria y Cuenta, allí es todo bello, menos si es culpa del Niño, el saboteo, el imperio, los quintacolumna, Marea Socialista, Globovisión, Obama, los poderes fácticos, la crisis del capitalismo, Uribe y Macri. Sino, si fuese por nosotros, los revolucionarios aquí volveríamos a decir que no hay papel porque comemos mucho. Es que está secuestrado, por los pelucones, por los burgueses, por los millonarios.
Y lo dicen así, con sus relojes que les cazan gracias a Internet, con sus camionetas, bien trajeados, sin hacer cola, molestísimos porque quieren vulnerar la Constitución santa y sacrosanta que solo pudo cambiar Chávez y quiso alterar la AN de Cilia Flores. Chúpate tú tu cambio, nos quisieron meter en la Reforma. Pero hasta el chavista votó que no, se pasaron, tampoco así, vale. "Aquí no hay ninguna crisis" dijo Ricardo Sanguino. Relajao relax que es del PSUV.
Todos estamos en la cola. Unos por el nuevo guiso cambiario, otros porque se van del país cansados de las extorsiones, de las presiones, de la peladera o de no surgir, otros porque les den casa, o porque llegó pasta, mejor dicho, mercancía como se escucha. Por la cédula, por el pasaporte, porque te reparen el celular, los zapatos, un pantalón, porque te den una tarjeta de crédito, un cupito, un paquete de lo que sea que venda. A mí me toca los miércoles, coñesumadre, es cuando doy clases en la Universidad. Donde renuncian los profesores al ritmo de las despedidas en Maiquetía. Y subieron el arroz a 104, ¿a cuánto la hora de clases? Al menos te paguen, dicen en la UC.
En la cola esperando también que los diputados hagan una ley que diga que vamos a ser felices. Mañana. Ojalá sin trabajar, bueno trabajando pero no tanto, bueno trabajando duro para comprar la casa, pero es que esto ya no se aguanta. Nos malcriaron, es nuestra culpa, y de ellos, sobretodo de ellos, y de ellas, aquí nadie se salva. Pero cuánto de nosotras y nosotros, que los dejamos, o se lo aplaudimos. Viva Chávez, dijimos. Mi voto es por Rosales, dijeron. Aquí lo que hace falta es trabajar repitieron.
Pero Gold Reserve se está saboreando. Parece que leyó un libro de tercer grado. Venezuela es un país rico en recursos naturales. Tiene bauxita, diamante, oro, hierro y (no pongas coltán en la versión bolivariana) carbón. Chamo, ayer el tipo del gas me cobró 100 bolos. Y el del aseo. Menos mal que no ha explotado más el transformador. Sabes que hay que tener efectivo por si pasa un peo, y el atún a 1000 bolos. Un dólar, dirá el bachaquero.
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