09 marzo 2025

Lo nuevo de Whitechapel (deathcore violento) y Landmvrks, death sueco de los 90 (Entombed), noise/art rock gringo, thrash humorístico canadiense y progresivo holandés, Radiohead, cyber progresivo italiano, death español, misterioso post-metal ambiental francés y noise/kautrock electrónico con dub, funk y disco, brutal death progresivo

0. ¡Cumpleaños feliz! 47 pepitas.

1. Hymns in Dissonance (2025) de Whitechapel: demoledor, brutal, técnico y densísimo. Deathcore como con sludge atmosférico. Sin duda, la mejor producción de la banda, mezclando djent, growls cavernosos de death metal y riffs que van del death al deathcore, con una densidad y suciedad nueva, que le dan un aire viciado de perversidad. 4,5 de 5. 

2. Clandestine (1991) de Entombed: clásico del death metal sueco, brutal, innovador, misterioso y muy oscuro, muy poco melódico. Cantó el baterista, Nicke Andersson (The Hellacopters). 4,8 de 5. 

3. Buenísimos los singles de la banda de metalcore / nu-metal francés Landmvrks, con hip hop en francés incluido. También muy buenos los de Bury Tomorrow, con DnB, metalcore, nu-metal y post-hardcore, aunque más inclinado al metal alternativo y electrónico.

4. Foxing (2025) de Foxing: noise rock / post-punk, por lo que aunque hay atmósferas y guitarras ruidosas con gritos disonantes y estridentes también hay armonías vocales suaves, teclados de electropop y un ambiente de pop gótico. Es Art Rock e Indie Rock, elegante, filoso y tan armónico como opresivo, recurriendo al screamo y noise como dije, pero también al emo, post-hardcore y a lo experimental. Discazo, 4,6 de 5. Son de St. Louis. 

5. Métal canadien-français (2024) de Anonymus / Mononc' Serge: thrash metal satífico canadiense en francés. La música es bastante buena, la voz regular y enfocada en las letras. Le doy un 3,8 de 5. 

6. Celestial Death (2025) de Cryptosis. Blackened ttrash progresivo, melódico y sinfónico holandés con un shriek semi-industrial, muchos teclados e increíbles arreglos técnicos de bajo y batería. Suena ambiental y cósmico aunque predominantemente malvado. Como un Dimmu menos ostentoso y más duro, con sonidos más electrónicos que orquestales. El sonido me parece algo deficiente en algunos temas, mientras que las guitarras brillantes y algo chirriantes son un toque diferenciador, aunque a veces negativo. 

Power trío: Frank te Riet en bajo, mellotrón, sintetizadores y vocales de apoyo; Marco Prij en batería y Laurens Houvast en vocales, guitarras y narraciones. 4,2 de 5. Es como Vektor.
 
7. A Moon Shaped Pool (2016) de Radiohead. Lo último que ha publicado la banda, dejando las guitarras y la música analógica por Art Pop, Art Rock y Chamber Pop, entre el post-rock y lo barroco, sinceramente bastante abstracto solo por la voz de a punta de electrónica. Lo conozco mucho menos, debo escucharlo de nuevo para apreciarlo por completo. 4,5 de 5. 

8. Hypocricity (2024) de Methodica: metal progresivo de Veneto, Italia. Muy divertido como incorporan música electrónica bailable o derivada de la misma en la música, que es compleja, sucia y con guitarras procesadas, rozando con el djent, en un concepto tecnológico integral, con voces dramática y también como en una producción brumosa y llena de ambiente electrónico. 4,2 de 5.

9. Phoenix Cryptobiosis (2025) de Avulsed: death metal técnico español que ya es un clásico, aunque a pesar de los buenos riffs, algunos incluso melódicos o "blackened", los guturales diversos y una batería brutal, tiene un sonido bastante malo y poca creatividad, aunque es bastante gore y bien tocado, la producción está pobre. 3 de 5.

10. Embrasser la nuit (2025) de Á Terre: gracias Deezer por las bandas francesas que jamás conocería. Es noise rock y también metal atmosférico, con gritos desgarrados y guitarras expansivas. Disco debut, después de tres EPs. Según Metallum es post-metal pero me recuerdan más bien a una versión salvaje y sin progresivo de Solefald, con algunos gritos, semi-shrieks y bastante slugde también. Según su Bandcamp es ambient, post-hardcore y screamo, que puede explicar las voces raras, entre narradas, desesperadas y en growls, así como lo sideral, misteroso y nebuloso del sonido, con samples y muchos efectos en las guitarras. Bastante bueno, mucho, 4,5 de 5.

11. Nothing (2025) de Darkside: proyecto neoyorquino del chileno Nicolás Jaar (voz y electrónica), Dave Harrington (guitarra) y Tlacael Esparza (batería, percusión).

Según RYM acá hay neo-psicodelia y art rock con base en la electrónica, y se escuchan claramente guitarras jamaiquinas de dub, algo de noise rock, algo de krautrock y mucho ambient, lo que da texturas encontradas de sonidos playeros, jovialidad, algo de espacialidad electrónica y claro, jugueteo sónico y experimental. Además sería livetronica, que es agregar electrónica a una sesión en vivo de improvisación de instrumentos de rock.

Es un mega-cóctel que justamente permite escuchar la electro-acústica que incluye disco mutante, funk, cumbia digital, post-rock y rock psicodélico. A veces me recuerda a Air y Daft Punk. Un discazo fascinante, porque luego se pone más noise, oscuro, meditativo y post-rock, no se conforma, usa electrónica de forma novedosa para crear más diseño de sonido y capas de diversas texturas angulares. Brutal de verdad, 4,7 de 5.

12. Infrared Horizon (2017) de Artificial Brain: death técnico, disonante, progresivo y muy inventivo de Nueva York que combina densos guturales de brutal death con brillantes arreglos percusivos, riffs disonantes y estructuras inusuales con tiempos desafiantes, que cambian de tono y velocidad. Es un discazo brutal, que va oscilando entre lo puramente disonante y técnico, lo progresivo y la brutalidad oscura del death cavernoso, siempre agregando tonos brillantes y arreglos de altísima velocidad, muchísima técnica y precisión milimétrica.

Tienen varios invitados en la voz, como el fallecido Trevor Strnad de The Black Dahlia Murder. 4,8 de 5.

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