31 mayo 2025

Nü-metal / industrial gringo, mathcore danés, brutal death gringo, emo/post-hardcore canadiense, power pop de NY

1. Outrun You All (Ep, 2025) de House Of Protection: no sé si fue muy corto o le faltó algo diferenciador, pero para mí pasó sin pena ni gloria por mis oídos. 3,3 de 5. Metal alternativo, nü-metal, industrial, big beat y electronicore. Hay que escucharlo de nuevo, aunque el anterior que me gustó más, le puse apenas 3,7. El proyecto de Ari Impronta y Stephen Harrison de Fever333 nunca me ha matado y este es un bache, al menos en la primera escuchada.

2. What They Build (Ep, 205) de Telos: mucho mejor, este EP de Mathcore, Metalcore y Sludge Metal desde Dinamarca. Brutal, corrosivo, densísimo y caótico en la mejor forma. Con músicos de LLNN. 

3. Devouring Darkness (2025) de Unmerciful: brutal death metal de Topeka, Kansas, sin piedad, con un gutural brutal, a veces con pig squeal, y guitarras enrevesadas, caóticas y disonantes pero también muy técnicas. 3,9 de 5. Esto los eleva por encima de otras bandas puramente duras. Los riffs son a veces incluso matemáticos. 

4. There's a Whole World Out There (2025) de Arm´s Lenght: emo-pop, emo, midwest emo, pop punk y post-hardcore desde Ontario, Canadá. Combina buenas guitarras y gritos desesperados con sonidos más dóciles del pop punk, en una buena balanza de drama y potencia. 3,4 de 5.

5. If You Asked for a Picture (2025) de Blondshell. La banda liderada por la cantante Sabrina Teitelbaum, de Nueva York. Es bastante pop, aunque con guitarras indie y alternativas que lo hacen power pop y jangle pop, tiene reminiscencias de los 90. Tiene algunas letras y momentos sexuales, así como de rock más duro, aunque generalmente es bastante melódica. 3,2 de 5.

30 mayo 2025

Rock reggae, power heavy progresivo y death progresivo sinfónico de California, post-rock noise, death doom francés, trap latino/electropop de Puerto Rico

1. Hot N Glassy (2025) de DENM. Un divertido y suave reggae pop / rockcon muchos invitados, que realmente refresca, con sus cambios entre acústico y eléctrico, con mucho sentimiento. Tenía tiempo sin disfrutar algo así desde Sublime. El tema inicial con B Real es increíblemente movido y bailable. 4,3 de 5. De Los Angeles.

2. Concord (2025) de Judicator: banda de power progresivo, aunque con una voz que no me emociona para nada, tiene buenos momentos de arreglos complejos pero no demasiados para mi gusto, menos de arpegios veloces y a pesar de usar un saxofón en un tema, es más heavy que progresivo. Sin embargo, es bastante bueno, y la segunda parte tiene riffs de speed y thrash, un par de guturales y buenos momentos de batería épica. 3,9 de 5. Son de Utah pero mudados a Los Angeles. El tema final es definitivamente el mejor, incluyendo un solo de violín de country. Con Carlos Álvarez de los geniales Behölder como invitado.

3. As Darkness Falls (2025) de The Obsidian Resurrection: brutalísimo death/thrash melódico progresivo y sinfónico de California (acá nos quedamos hoy). Otra banda con Carlos Álvarez de invitado. Les doy un 4,2 de 5 porque a pesar de la inmensísima calidad técnica e instrumental, no es tan destacable ni memorable.


3. Flesh and the Devil (2025) de August. Tercera producción de esta banda de Anacortes, Washington, cuidadosamente cultivando el post-rock y drone, con guitarras ruidosas, arreglos electrónicos ambientales y una pausa pasmosa pero no aburrida sino meditativa, aunque a partir del segundo tema hay interludios caóticos de math rock.

Otra obra de poesía / noise / post-rock experimental de Alexander Gregory Kent (Sprain, Stearling) con Nick Moshier en batería y teclados; Lilith Lucifer en el bajo; Aiden Blau en guitarra y bajo; Daniel Wefers en bajo; y Kent en campanas, sierra musical, dulcimer, melotrón, órgano, platillos de arco, armonio, banjo, ingeniería y  producción, además de Shel Blau en batería.

4,3 de 5. Aunque siguen sin llegar a la calidad de Sprain. 

4. creature: DONKEY (2023) de SAD GODS. Otro proyecto de Kent, alrededor del avant-folk, algo de jazz y mucho dark ambient / electrónica / noise rock desde California. Bueno, distinto y rarísimo, altamente experimental. Dentro de la locura ruidosa, caótica y de art rock, hay gritos y saxofones que emulan los rebuznos de un burro. 4,2, de 5.

5. Monde vide (2025) de Mortuarie, monstruoso y muy buen death doom francés, con Xavier Godart, ex-bajista de The Great Old Ones. Otro buen buen debut. No son funerales ni tienen arreglos orquestales o ricos, sino están enfocados en lo más cavernoso, duro y oscuro del género, siendo directos y extensos, invocando una revisita a influencias como las de los primeros Samael y Tiamat, aunque con guitarras más duras y canciones menos lentas, llenas también de momentos de furia deathmetal. 4,2 de 5.

6. Lo mismo de siempre (2025) de MORA. Un disco de reggeatón / bachata / trap del puertorriqueño MORA que me sorprendió, porque tienen un gran sonido, buena producción, influencia del electropop. Y aunque usualmente odiaría y no soportaría esta músico, admito que fue bastante bueno, aunque en la segunda parte ya estaba harto del mismo ritmo. 2,5 de 5.

7. El Caracazo 2025: la mítica canción de hip hop de Venezuela Subterránea tiene una versión de 13 minutos con 25 raperos viejos y nuevos. Quedó brutalísima.

28 mayo 2025

Power thrash progresivo gringo, metal alternativo/avantgarde/pop rap finés, folk metal venezolano de espantos (Falcón/Argentina), sludge progresivo sueco, black melódico finlandés, deathrock de LA

1. Endless Ark (2025) de Petrified Giant: debut, después de un EP y dos singles, de esta rara banda de metal progresivo que combina el sonido y filosofía del thrash técnico alemán y el power metal de Estados Unidos en su propuesta, con algunas voces que pueden sonar entre thrash (con algunos shrieks) y epic doom, que los hace particulares.

Pero además, son grandes instrumentistas, entonces hay un gran trabajo en hacer dobles armonías con guitarras y voces en shrieks, limpias y semi gruñidas, contrapuntos y contratiempos que recuerdan a Voivod, añadiendo cambios en el sonido de las guitarras y formas en que entran y salen, intercalando riffs que podrían ser de Testament (con voces a lo Demonical) con solos, arpegios y efectos que hacen que suenen en capas superpuestas. 

El baterista es excepcional. 4,2 de 5. Lamentablemente el sonido es algo opaco y encajonado, además que a veces parece demasiado parecidos a los thrasheros de California en versión progresiva. Es un power trío con músicos de Australia y Estados Unidos. Es una banda de outsiders, un Youtuber de música, un frecuente integrante de proyectos internacionales de estudio y un ingeniero de sonido que hace webcomics.

2. Nations’ Neurosis (2025) de Waltari. Confieso que no entiendo mucho a esta banda aunque el papel debería gustarme: son alternativos, progresivos, rarísimos y de Finlandia. 

En este caso, un disco de metal alternativo y avant-garde, que recuerda a una especie de Faith No More escandinavo, le temen pop rap, eurodance, rap rock e industrial. Quizás lo que me confunde es que parecen hacerlo con seriedad, no es la sátira de Trollfest o Nanowar Of Steel, por ejemplo. O sí, pero apenas se entiende. 2,3 de 5. La música es decente (Sami Yli-Sirniö, de Barren Earth y Kreator está en las guitarras), la voz es terrible. 

3. Pombero (2025) de Haitón del Guarataro: un proyecto musical venezolano, residenciado en Buenos Aires, que después de escribir sobre leyendas llaneras de Venezuela, como El Silbón, le dedica ahora un disco corto, sobre una leyenda paraguaya, un duende o espanto de la cultura guaraní en clave de death/black/doom como dice su Bandcamp. El nombre de la banda corresponde a un sistema de cuevas en la Sierra de San Luis en el estado Falcón, Venezuela.

El sonido es bastante regular, y se nota que es una especie de ópera metal muy básica, algo fragmentada, basada en juntar instrumentos con intención conceptual pero sin demasiada técnica. Es bueno en general, aunque las ideas parecen seguir crudas y no ensayadas con una banda completa. 2,8 de 5. 

4. Eye to Windward (2025) de Gigafauna: refrescante sludge metal progresivo sueco, con buenas voces, guitarras increíbles que además de recordar formas complejas de groove, thrash y death progresivo, aparecen y desaparecen lateralmente gracias a la edición en estéreo, mientras las voces pasan de un gutural brutal a lo Opeth a una buena voz limpia sin aspavientos ni exageraciones, más parecida al heavy doom original. Aunque domina el metal progresivo, hay momentos más extremos o de interludios de bajo y guturales. Por momentos me recuerda a bandas de rock alternativo como QOTSA, por la riqueza de combinar sludge con progresivo. Me gustó mucho, 4,3 de 5. Su cantante/guitarrista es de Australia. 

5. Sacrosanct Demonopathy (2025) de Warmoon Lord: buen black metal melódico finlandés, porque a pesar de tener un muy buen sonido y producción cuidada, que permite que escuchemos los agudos shrieks y trémolos picking, el detalle minucioso de la batería, las melodías gélidas con arpegios y solos, también tiene ese sonido siniestro del género perverso escandinavo. Además, tiene una propuesta artística genial, con su portada, el nombre del disco y canciones, entre ocultista y fantasía de horror. 4,3 de 5.

6. Bleak Machinery (2025) de In Covert. Debut de esta rara banda de Los Angeles, ruidosa, punketosa y con una vocalización que entre lo gótico, lo emo y el post-punk originario, con un sonido que hace escarceos y coqueteos con el metal, a lo Chat Pile, combinando grunge, industrial y gótico, dándole más fuerza a esta último, como una versión más ochentosa de NIN. Según RYM es deathrock y shoegaze. Es bastante buena. Le daría un 3,7 de 5. 

7. Bleed (2025) de Bleed: vivan las bandas de los 90 y los nostálgicos como esta banda, que en su debut combina metal alternativo, nü-metal, post-hardcore, shoegaze y mucho grunge, e incluso algo de drum n bass, para revivir el espíritu que combinaba todo, desde la depresión al hip hop, del indie al heavy metal, de la electrónica al emo. Mismo baterista de Narrow Head, que publicó un discazo en 2024. Desde Dallas, Texas, combinan guitarras durísimas como Deftones y su voz onírica, con momentos más salvajes y punks, otros en que el emo rock es quien dicta las normas y otros en que hay una combinación más clara de elementos del metal alternativo. Hay un poco de todo en cada tema. Tienen a los hardcoreros británicos de Static Dress de invitados. 4,3 de 5. 

8. the world is still here and so are we (2025) de mclusky: Desde Cardiff, Reino Unido, un disco de muchos temas cortos, alrededor de dos minutos, que combinan la suciedad del noise rock y el garage con elementos del post-hardcore y el post-punk, sobre todo el último. Una vaina demasiado inglesa, pero también juguetona, de buen humor y guitarras realmente divertidas, sin dejar de ser estridentes, pueden combinarse con formas interesantes de surf rock y punk rock. 3,9 de 5.

9. GOLLIWOG (2025) de Billy Woods: el presunto mejor disco del año, según RYM para el 28 de mayo, no me suena ni cerca. El disco Ethiopes me pareció interesante pero no tantísimo.

27 mayo 2025

Lo nuevo de Death SS (glam/hard rock gótico), Chuck D (hip hop político), black / jazz/ folk metal avantgarde húngaro, black punk austríaco, heavy power progresivo de Utah, black finés

 1. The Entity (2025) de Death SS: banda mítica italiana del heavy doom, presenta un disco que obviamente suena a una forma industrial de Ghost, que no le quita valor propio, aunque es inevitable la remembranza. Su debut fue en 1988, y se nota cómo influyó en las bandas góticas de todo tipo, incluyendo a las extremas. La combinación es la misma, hard rock, glam metal y gótico, aunque muchas veces vuelve a ser esa banda de thrash y speed del pasado, así que el disco es algo inconsistente. 3,3 de 5.

2. Chuck D Presents Enemy Radio: Radio Armageddon (2025) de Chuck D. El famoso MC de Public Enemy y Prophets Of Rage saca un discazo de hip hop experimental, boom bap, turntablism y rap rock que lo tiene todo. Letras políticas, arreglos con guitarras, algo de drum n bass, jazz y sonidos vintage, aunque con una atmósfera oscura, jazzista y con una gran post-producción. 

Esto incluye a dos productores clásicos, Schoolly D (pre-hip hop) y Jazzy Jay (Fresh Prince / Will Smith).

Brutal, 4,3 de 5. 

3. XII: A Gy​ö​ny​ö​rü Álmok Ezut​á​n J​ö​nnek de Thy Catafalque: de lo más logrado del metal progresivo y avantgarde. Con su decimosegundo disco, que en español se llama "Los hermosos sueños vienen de aquí en adelante" se fusionan varias tendencias que más o menos han luchado en esta banda desde que los conocí en 2020 con el Naiv: black metal, el trip hop y el folk húngaro.

La obra de Tamás Katai, que incluye también proyectos electrónicos, de música académica y metal, convergen acá con la furia extrema del black metal de avanzada, la música autóctona de su tierra natal, su gusto por la música folclórica mediterránea y de Europa del Este y el metal progresivo (con saxofón), los arreglos electrónicos e incluso secciones de pop rock folk, casi siempre acompañado de una cantante.

Aunque hay que decir que este disco, que ahora incluye un par de temas y varios momentos en otras canciones, dentro de la estructura tradicional del metal extremo, lo que escapa a la constante fusión avant-garde que suele hacer, está mucho más cercano de lo meramente experimental, combinando de forma coherente instrumentos folclóricos, académicos, electrónicos y de banda de rock con el interés de producir algo que intermedia entre el darkwave neoclásico, la música académica contemporánea y el metal progresivo, quizás con la intención de superar cualquier barrera para presentarlo como un nuevo estándar de novedad del avantgarde

El proyecto obviamente tiene como fundamento, y necesidad, una cantidad de ingente de invitados y músicos de sesión, de discos muy anteriores al Naiv y otros de reciente colaboración. Se repite la de la cantante Martina Veronika Horváth, que lo acompaña desde Geometria (2018) y con quién colaboró en su proyecto de doom atmosférico The Answer Lies in the Black Void. 

En una segunda escuchada encuentro este disco aún mejor, más orgánico y basado en la música rock/metal, en que entra la fusión pero tiene base en las guitarras, el canto épico pero metalero y arreglos jazz, folk y orquestales que enriquecen la idea de hacer metal extremo de forma alternativo. Lo elevo a 4,7 de 5. 

4. Ruass (2025) de Nekrodeus: black metal / punk, con un gran sonido y temas que varían en velocidad y duración, algunos son casi grindcore / d-beat y otros son de cocción lenta, entre industriales y doom. De Austria, con varios invitados infames que revelan la calidad y la perversión de esta propuesta además de compartir a Paul Färber, como baterista, también en Karg. Entre los invitados está Lukas Gosch, cantante de Ellende y V. Wahntraum, cantante de Karg y Harakiri For The Sky, un tipo muy ocupado y con una voz única. 

Además en el tema Körperstrafe hay más de una decena de amigos invitados para hacer coros. Le puse 4,3 pero lo subo a 4,6 porque es genialísimo este estilo.

5. Dark Rainbow (2025) de Root Zero. Debut de esta banda de gothic metal progresivo de Cardiff, Inglaterra. Muy  buen sonido, con guitarras y teclados fúnebres, voz femenina soprano, ambientes oscuros, guturales bestiales aunque mucho menos frecuentes y un gran sección rítmica, aunque un poco genéricos y no demasiado excitantes a la primera escucha. Se tardan mucho en llegar a puerto. 3,8 de 5. 

6. Awaken a New Age of Chaos (2025) de Katagory V: heavy power progresivo de Utah, con un sonido poderoso y detallista, aunque algo opaco pero con arreglos progresivos y puntillistas de batería, con un extraordinario trabajo de doble bombo. Su cantante, Albert Rybka, está también en Empyrean Sanctum, una banda progresiva de Chicagao con Alex Weber y Hannes Grossmann (ex-Obscura). Algo inconstante, tiene temas destacados como Blood Siphon. Aunque se quedan a veces es ser repetitivos, tienen momentos interesantes. Diría que 3,3 de 5.

7. Dimsvall (2025) de Ondfødt: black metal finés, con un sonido pulido, tiene momentos de expansión sinfónica, casi espacial, una batería de sonido realmente muy bien producido, varias capas de shrieks y una elegante distorsión de guitarra, que no le quita ferocidad pero lo acerca al formato de súper producción de Dimmu Borgir, aunque muchísimo menos orquestal, sí tiene esa grandilocuencia progresiva en la batería y en fusionar los instrumentos de forma atmosférica.

Se crece una banda que hasta ahora había sido más o menos regular. 4,2 de 5. Proyecto alterno de Joel Notkonen, cantante de Aeonian Sorrow, que acá se encarga de guitarras. 

Mathias Lillmåns, nuevo vocalista de And Oceans (desde 2020) está invitado como vocalista en un tema, mientras que Alexander Kuoppala, segundo guitarrista de Children Of Bodom como guitarrista en otra más. 

26 mayo 2025

Lo nuevo de Kali Uchis (neo-soul / pop psicodélico), melodeath progresivo finés, post-hardcore / garage punk británico, metalcore/djent australiano, alt-pop femenino, brutal death melódico colombiano conceptual, blackgaze / screamo gótico,

0. Último lunes de madrugada para dar Gestión y Analítica de Data en el semestre 2025-I. 

1. Blood Eclipse (2025) de Slow Fall: melodeath progresivo finlandés, que tiene ese sonido característico aunque combinado con algo de groove y doom, en que a pesar del patético sonido general, revelan habilidades técnicas e interpretativas, aunque demasiado parecido a otros paisanos, hay que destacar el gran trabajo de bajista/tecladista (Markku Kerosalo) y segundo tecladista (Lasse Launimaa), que naturalmente destacan más que los demás, con solos de sintetizadores en una nota de progresivo psicodélico y de thrash técnico / jazz metal. 

Sin embargo, la lentitud de los temas y lo formulario de muchos temas, incluyendo la voz, entre Barren Earth y Amorphis, les quita poder en una sonido que suena desbalanceado y encajonado, aunque concediendo su calidad como intérpretes. 3,3 de 5. Tiene un par de temas buenos, como Vendetta y Blood Eclipse. Cierran con broche de oro, en un tema mucho más progresivo y psicodélico, bastante influenciado por Opeth y Borknagar tipo Quintessence. En general, los segundos temas son mejores, y con mejor producción.

2. The Haze (2017) de Pulled Apart by Horses: banda de post-hardcore de Leed, Inglaterra, Reino Unido. Este disco, según Discogs, es también de hard rock, punk, rock psicodélico, garage punk y garage rock. La tengo en mis favoritos de Deezer pero es básico, con mal sonido incluso. No tiene nada. 2,8 de 5. 

3. Make Them Suffer (Nov, 2024) de  Make Them Suffer. Brutal y divertido djent/metalcore electrónico australiano, con increíbles riffs enrevesados, contratiempos que incluyen breakdowns y cortes de nü-metal, voces femeninas, arreglos con sintetizadores y pistas de techno y drum n bass, cortesía de la sexy y talentosa Alex Reade, quien también toca la keytar. 

Eran una banda de deathcore sinfónico en 2012 aunque la evolución me parece genial, conservando todos los guturales del deathcore, que tienen una asombrosa calidad y poder, agregando algunas voces limpias, otras más matizada y dándole un cariz de metal alternativo realmente apreciable junto a los sintetizadores. 4,5, fácil.

Según RYM es Metalcore con Djent, metal alternativo, nü-metal y electronicore. Su hit, Epitaph.
4. Off With Her Head (2025) de Banks: Se me coleó, porque no lo recordaba. Es un disco de alt-pop bastante decente. 3,5 entonces y repito. 

5. Tyrona (2025) de No Raza. Metal colombiano conceptual, basado en la herencia indígena y natural del Parque Nacional Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte costero de Colombia. El sonido es una combinación de deathgrind / brutal death con de groove/metalcore metal durísimo tipo Lamb Of God, además de riffs de black y death melódico, e incluso momentos potentes de hardcore punk, en momentos que parecen emular al Brujería de Raza Odiada, creando una vorágine de ferocidad con distintas armas afiladas.

El resultado es tan bestial como brillante, al generar muchísima potencia gracias a un growl demoníaco, guitarras que picarían el acero y un sonido grueso, muy bien producido, más complejos arreglos de batería, guitarras melódicas y al mismo tiempo punzantes y destructivas como un taladro industrial, capaces de partir la roca madre. 

Un punto altísimo del disco es Savage Strenght, en que la combinación de guturales en forma de coros melódicos, los solos de guitarras y el crossover de género hace que disfrutemos de un tema tan oscuro como rítmico, un metalcore melódico extremo, lo que me recuerda a Kataklysm. con sus distintos cambios durante su discografía, experimentando al combinar y mutar entre sonidos contemporáneos a la bestialidad original, pero también al Deicide de Serpents Of The Light en el tema Outbreak. Aún mejor es el tema Afterlife, que empieza como un corrosivo death melódico muy veloz para transformarse en un monstruoso deathgrind de lenta cocción, que abre las fauces enseñando todos sus afilados colmillos en forma de violentos breakdowns y ráfagas de doble bombo sincopados con riffs espirales. 

Son de Bello, Antioquia pero residenciados en Florida, Estados Unidos. 4,3 de 5 aunque hay temas que superan esta calificación. 

6. Glorior Belli (2025) de Glorior Belli. Se cumplen veinte años del debut de esta banda de black metal francés, con un sonido muy atmosférico, gótico y al mismo tiempo, violento. Los riffs son rápidos y muy sucios, las voces tiene distintas capas de shrieks y el sonido en general es estridente, aunque hay que decir que esta caótica propuesta, con una batería hardcore punk y distorsión de altísimo fuzz, suena también contenida. Hay una propuesta que concentra la habilidad técnica del bajo, los cambios de tiempos repentinos y el vampirismo barroco, que recuerda a veces a Anorexia Nervosa, en esa forma desenfada y casi desaliñada de black melódico. 

Es el proyecto solista de J. (Infestvvs) aka Billy Bayou, encargado de guitarra y voces, que al parecer experimentó mucho al combinar black con el southern y stoner metal, así como en el black n roll, y aunque parece que mayoritariamente lo dejó atrás, porque la mayoría de las canciones son de blast beats, shrieks asesinos y guitarras disonantes, en trémolo picking y ráfagas incesantes, hay un par de temas al final que también tienen algo de black n roll. 

7. Sincerely, (2025) de Kali Uchis. Llega el quinto disco de la colombiana, que ha tenido una carrera que se muestra como una migran bilingüe, con su sensualidad desafiante que es también posición millenial y desenfada, que muestra esa nostalgia de quienes nunca vivieron el pasado pero lo atesoran por sus recuerdos vividos por medio de familiares, amigos y la añoranza de la tierra. 

RYM describe este disco con los siguientes géneros: Pop Soul y Smooth Soul como principales, mientras que le añade como secundarios Bedroom Pop, Psychedelic Soul, Sophisti-Pop y Dream Pop.

Básicamente es un disco de soul suavizado o rebajado, reinventando por otro por medio del pop y la producción musical contemporánea. Y esto es un cambio importantísimo en la carrera de la cantante, y lo es en dos dimensiones, porque este disco está completamente en inglés [salvo un par de frases] y además, se aleja del R&B así como de la música latina, en un movimiento comparable al nuevo disco de Lido Pimienta, completamente orquestal. 

Aunque a diferencia de Pimienta, ahora Uchis se embarca en un sonido que puede estar apuntado al mercado estadounidense y global, y ya no más al latino. Se conserva lo vaporoso, vintage y evocador de su música, que aprovecha su calidad vocal en muchas formas, aunque ahora escuchamos guitarras eléctricas, arreglos orquestales y sonidos vintage de otra escuela. Esto incluye algo de brill building, es decir, una muy elegante forma de pop con rock and roll, R&B original, doo-wop, jazz y country, como los artistas anteriores a The Beatles, que hace que me guste este disco muchísimo más a partir de la segunda parte.  

Y es que estos son los orígenes de la colombo-estadounidense, hija de un colombiano de Pereira, y quien pasó la mitad de su adolescencia de vacaciones en Colombia y escapando de clases para hacer fotografía, componer en el teclado y escribir poesía, mientras escuchaba música de los 60 y tocaba saxofón.

Vale decir que este disco se posiciona muy bien en un terreno gobernado por las reinas Amy Winehouse y Sade. Entre los productores están Al Shux (quien ya trabajó con Kali en Red Moon In Venus), Jeff Hazin, Sir Dylan (Motomami de Rosalía, Orquídeas de Uchis y otros), Josh Crocker (que ha estado en sus discos anteriores), Vegyn (remezcló el Moon Safari de Air), Alex Goose (Childish Gambino, JPEGMafia), Vince Chiarito, 54 Ultra, Leon Michels (Clairo, Remi Wolf, The Black Keys, Norah Jones), 

Fascinante, 4,4 de 5.

8. a pain bloomed from my lungs (2025) de Lástima: estremecedor e hipnótico blackgaze / screamo, con increíbles arreglos de música de cámara y shrieks agudísimos, que además fascina desde el primer acorde no sólo por el disímil impacto de escuchar un violín como instrumento principal, sino que las canciones tiene un sonido crudo pero no extremo, más cercano al post-hardcore, aunque por muchos momentos hay guitarras emo y post-rock. Es como una banda que uno podría llamar indie black, al hacer chocar estas distintas aproximaciones unidas por una vocalización amplia.

Entonces escuchamos una combinación de narraciones, y distintas vocalizaciones alternativas de emo, junto a gritos desesperados de black, y una batería que viaja del post-metal al black furioso, pasando por el hardcore y guiando junto al violín la enredada, gótica y perversa matemática de los arreglos, por lo que a veces podemos hablar de black progresivo.

Son de Filadelfia y con varios temas en español, incluyendo interludios en los que hablan personas con varios acentos, que parecen mexicano, venezolano, dominicano, puertorriqueño, sobre la vida después de la muerta. Es el proyecto inicialmente solista de Richie DeVon, encargado de voces, guitarras y teclados, quien además es parte de la comunidad latina en EEUU y dedica el disco a los migrantes, rechazando que ahora los llamen ilegales y peligrosos. 

25 mayo 2025

Psicodelia danesa, jazz rap rock (Veeyam) y boom bap rap (Oney1) de Argentina, jazz en vivo (Cohen/Daversa), jazz fusión todos estrellas (Béla Fleck, Édmar Castañeda & Antonio Sánchez), post-industrial ambient, tributo a Sublime

1. In Flux (2025) de Causa Sui: maravilloso rock psicodélico danés, que según RYM también es tiene stoner y jam band (lo que significa que tiene algo de blues, rock y funk). Es instrumental, realmente divino de escuchar, es una meditación con buenas guitarras lisérgicas, un bajo lleno de flanger y un baterista que sabe transportarnos. 4,8 de 5.

2. GAUCHOS (2025) de Veeyam: sorprendente y muy bueno rap rock argentino, que combina música analógica de rock, psicodelia y bajo funk, con jazz rap, pero lo mejor es que no son sólo guitarras pesadas emulando a un DJ sino que hay muy buenos riffs y arpegios, capas de arreglos asincopados y muy buenas estructuras, esto es más que hacer chocar géneros de forma repetitiva sino un jazz/rock rapero con una producción elevada. 

Veeyam se encargó de las guitarras y beats, con un universo de invitados, desde Wos, Emmanuel Horvilleur y Lula Bertoldi (Eruca Sativa), hasta Rial Guawankó y muchísimos raperos más hasta músicos encargados de bajo, batería, teclados y trompeta, para darle realmente sonido analógico y real al rap rock / fusión. Realmente una obra maestra. y que me recordó también al reciente Valle Chakal Ki de Alkoy, que rompe barreras del hip hop argentino. 4,8 de 5. 

3. C.A.P.S. (2025) de Oney1: otro discazo de hip hop / fusión argentino. En este caso, Boom Bap y Pop Rap con sonidos funk, tango y rap rock, también de una banda orgánica. Qué genial descubrir estos artistas, que heredan de mis amados Illya Kuryaki con toques individuales de distintos géneros, generaciones y formas, incluyendo arreglos orquestales, rap latino de nueva generación y mucho jazz. 
4. Live Deep Dive at Timicua: The Art of Duo Live, Set 1 (2025) de John Daversa y Tal Cohen. Jazz en vivo, increíble, basado en su disco juntos, mucho piano y trompeta, más bien chill. Como siempre, 5 de 5.

5. BEATrio (2025) de Béla Fleck, Édmar Castañeda & Antonio Sánchez. Si lo anterior fue bueno, esto es sublime de jazz fusión y latin jazz, entre la leyenda del banjo, el arpista colombiano residenciado en Nueva York, Édmar Castañeda y el baterista mexicano Antonio Sánchez. Por supuesto, hay bluegrass y joropo, además de muchas tonalidades de música latinoamericana. 

Esto se logra tanto a través de las armonías entre el arpa y el banjo como de los protagonismos individuales alucinantes, pero es gracias a la batería, a veces poderosísima y veloz, compleja por momentos y minimalistas en el resto, como un pegamento y catalizador entre ambos, que se permite viajar entre parajes llaneros, sabores latinos, locura country e incluso momentos progresivos para descansar en la amplitud sónica del jazz, en lugar de ser una obra folk, ambient o new age. Es una obra maestra total, en sus partes y en conjunto. 5 de 5. 

Este disco me sorprendió gratamente, porque cuando escuché los singles pensé que era muy bluegrass o no demasiado jazz, pero me encontré con un trío que realmente sabe evocar los clásicos, innovar y ser realmente la cosa más jazz posible. 

6. Under Certain Light and Atmospheric Conditions (2025) de Ben Frost. Me gustó su anterior Scope Neglect, y este disco tiene algunas reediciones de estos temas. Según RYM esto es ambient post-industrial, con momentos de metal industrial, drone y noise. En el tema Trancelines, वाराणसी hay unas guitarras industriales en síncope con ritmos electrónicos de bombo y teclados techno ambient. 3,8 de 5. Ben Frost es un compositor de Australia. En los últimos años fue parte de la banda de post-rock, noise y experimental Swans, grabando un disco y tocando en vivo con ellos, aunque en 2025 ya no era miembro.

7. Singles de Lightchapter, incluyendo una colaboración con los bogotanos de Syracusae: melodeath electrónico, bastante industrial pero especialmente metalero. Bueno, 3,8 de 5.

8. Look At All The Love We Found: A Tribute To Sublime (Reworked and Remastered) de 2005, reeditado en 2025, con 20 canciones más para un total de 26, con nuevas versiones grabadas para los 20 años de este compilado, incluyendo una versión de Garden Groove de Jakobs Castle, hijo del fallecido cantante. Punk, ska, rap, reggae y fusión. En general, 4,2 de 5, aunque depende del tema.

24 mayo 2025

Lo nuevo de Nytt Land (dark folk ruso), Steve von Till (chamber folk americana) y Psychedelic Porn Crumpets (neo-psicodelia / math rock)

1. Songs of the Shaman (2025) de Nytt Land: no es malo pero es inofensivo, no tiene nada, ni demasiada emoción ni nada novedoso sino más de lo mismo. El AC/DC del tribal ambient /  dark folk. Los rusos se repitieron por cumplir, sin pasión ni fuego ni oscuridad. Eso sí, su propuesta estética y en escena, sigue siendo magnífica. 2,3 de 5.
2. Alone in a World of Wounds (2025) de Steve Von Till: la mente detrás de Neurosis hace un disco profundo, con muchos arreglos atmosféricos, intimistas, orquestales y oscuros, con una belleza dura que se refleja en su voz ronca y rasposa sobre violines. Según RYM es dark folk, folk contemporáneo, chamber folk y americana, versión country gótico. Aunque los temas son bastante parecidos entre sí, destaco Calling Down The Darkness, que tiene unos arreglos de vientos muy nostálgicos. 3,4 de 5.

La portada también es muy bella y agresiva.


3. Carpe Diem, Moonman (2025) de Psychedelic Porn Crumpets. Una hermosura de rock psicodélico, progresivo, matemático, espacial, stoner e indie, realmente maravilloso, seductor, increíblemente complejo y melódico, que lleva a disfrutar pasadizos circulares como si fuese PUP, divertidos momentos a lo King Gizzard y al mismo tiempo, volar hacia el cosmos interno de las células siderales. Además, es muy rockero y lisérgico, con momentos llenos de psicodelia progresiva, de alternativa noventera y de fusión dentro de la fisión, es decir, es múltiples veces nuclear y espiral. 

En lo que difiero especialmente con los colaboradores en RYM es señalar este disco como stoner metal o metal alternativo. Aunque hay momentos muy pesados, sobre todo en los primeros temas, con incluso batería totalmente en blast beats, no hay metal en ninguna guitarra. Sí, stoner rock, garage punk, punk blues y hasta hardcore punk, nada de metal.

4. Rock Remaker (2025, EP) de The Dandy Warhols: remezclas electrónicas de temas de su disco 2024, Rock Maker. En el 95% de los casos, detesto las remezclas y me pasó con el primer tema de este EP, aunque este realmente me gustó. Sucias, industriales y estridentes, como slacker rock, otros más de club nocturno y la final es la misma versión con un nuevo bajo. 3,8 de 5.

5. Bandas de metalcore / deathcore / hardcore de Venezuela y Colombia anoche en The Grange Bar: All That We Dsetroy (Bogotá/Ven), Die Hard (Bogotá) y Osmodeuz (Maracay). Me vine antes de Bronx Tales. La pasé buenísimo con Freddy y Nella en ese bar metalero venezolano.

23 mayo 2025

Lo nuevo de Austin TV (post-rock mexicano), Lido Pimienta (art pop orquestal colombiano), Xzibit (hip hop), Bury Tomorrow (metalcore melódico), Full Of Hell (metalcore / black), post-metal progresivo bostoniano, power heavy progresivo de Indiana, metal progresivo ochentoso, rock/pop/metal psicodélico alemán, power folk metal húngaro, brutal trapmetal británico, metalcore con drum n bass y metalcore all-stars, mathcore/emoviolence de Canadá

1. Indra (EP, 2025) de Austin TV: los enmascarados mexicanos vuelven con temas en que su post-rock existencial incorpora ahora algo de jazz. Temas increíbles.

2. Teleologic (2025) de City Of Dis: Discos que te alegran la mañana, esta interpretación de metal progresivo con post-metal: eso implica arreglos electrónicos ambientales, muchas guitarras disonantes, bellas voces corales y muchísima atmósfera creada con una distorsión entre sucia y expansiva, casi sludge. De Boston, Estados Unidos. En el tema final, que le da nombre al disco, hay shrieks y más disonancias, rozando incluso con el viking metal en los arreglos vocales y además, hay trémolos picking y blast beats, totalmente furiosos y black metaleros.

3. Time of the Dragon (2025) de Echosoul: extraordinario thrash/power progresivo, con guitarras potentes y complejas, una batería súper brutal, una voz entre épica, doom y aguerrida, sin nada operístico, y misteriosas atmósferas llenas de arreglos realmente estimulantes, veloces y arpegios que llenan el cosmos. Es difícil encontrar una buena banda que incorpore pero equilibre el heavy, el power, el progresivo y el thrash. Son de Fort Wayne, Indiana, EEUU.

4. La Belleza (2025) de Lido Pimienta. Se pone profunda la cantautora colombiana en su tercera placa, acercándose a la música clásica latinoamericana, el chamber pop, la música coral, bastante cinemática y por suerte, también fusionada, como escuchamos en Ahora, Mango y el Denbow del Tiempo, en que la percusión, vientos y cuerdas orquestales están acompañadas de arreglos folclóricos.

Entonce sí, aún hay cumbia orquestal y folclor colombiano, latino y andino, pero mayoritariamente en forma orquestal, de cámara y coral, una especie de pop latino / art pop de altísimo nivel. En el tema Ahora ya no sólo suenan violines y cellos, sino también percusión afrocolombiana, con voces que recuerdan al Medúlla de Björk. Y una marca llamada Medúlla se encargó de la ropa para el disco.

Esta hermosura fue posible gracias a la Orquesta Filarmónica de Medellín, con las orquetasciones compuestas por el canadiense Owen Pallett y la dirección de Leo Marulanda, Director Titular y Artístico de la Sinfónica de Caldas, Colombia.

Entre los músicos: Brandon Valdivia en la percusión (quien también compuso para La Papessa) y Kristen Moss Theriault en el arpa. 4,6 de 5. Lo único malo que le ve a este tipo de proyectos es cuando se parecen demasiado a lo que ya hizo la islandesa más famosa, aunque claro, Lido acá habla, interpreta y reafirma lo latinoamericano en un contexto bien colombiano, aunque la influencia es innegable, también su propia visión de migrante. 

5. Kingmaker (2025) de Xzibit. Más que Pimp My Ride, nuevo disco de hardcore hip hop, boom bap y pop rap, según RYM. Busta Rhymes,. Ice Cube, B-Real y Dr. Dre entre los usuales muchos invitados. West Coast Hip Hop. Un regreso tras 13 años después de Napalm. No soy fan, 3,3 de 5. Para mi gusto, lo mejor es Higher (con Redman y B-Real, con reminiscencias a Dr. Greenthumb de Cypress Hill) y la siguiente, Success, que empieza similar y se vuelve bien jazz rap). 

6. Will You Haunt Me, With That Same Patience (2025) de Bury Tomorrow. Gracias, dulces metalcoreros británicos. Metlacore melódico, chamber pop, metal alternativo y hasta algo de electrónica, junto a potentes momentos metal/rockeros con melodía, sensibilidad y gracia. 

Además, en temas como Yokai hay maldad total, con buenos grunts, gruñidos y guitarrotas, con sintetizadores y arreglos progresivos. Me gustan, chico. 3,9 de 5.

7. Autofiction Pt. 1 - Shards (2025) de Joviac: metal progresivo melódico y técnico desde Finlandia, con mucha influencia del pop y metal de los 80, distinto que Voyager aunque compartiendo muchos arreglos de sintetizadores y estética electrínica, pero con grandes arreglos psicodélicos, de rock progresivo setentoso en arpegios de teclados y momentos de enrevesados cruces instrumentales, en tiempos imposibles, tipo Dream Theater, mientras las voces pasean del heavy metal, el thrash metal, algo de grunts y muchas melodías.

Divertido y brutal. 4,8 de 5. Fácil de lo mejor del año. Por momentos suenan como a Haken o Riverside, en que hay ritmos asincopados de voz e instrumentos, cambian a riffs más cercanos a djent y metalcore progresivo, pero lo que manda es el sonido híbrido electro-analógico vintage, en que por momentos parece que escuchamos Génesis, Neal Morse o White Lion. Es como un Europe con Meshuggah, más algo de thrash técnico. Según RYM es una combinación de pop, metal y rock progresivos.

Esto llega a niveles ya abusivos en el tema Level 7, con riffs totalmente djent, arpegios y arreglos jazzistas de trumpeta. Y eso gracias a Viljami "Jupiter" Wenttola (guitarrista y cantante), Antti Varjanne (bajo), Johannes Leipälä (guitarras), Tuomas Honkkila (teclados) y Rudy Fabritius (batería). 

8. I Just Want to Be a Sound (2025) de Kadavar: los psicóticos psicodélicos alemanes lo hacen en grande, porque esto no es sólo psicodelia en distintos formatos de rock y pop, sino hay más, incluyendo rock progresivo, rock alternativo, guitarras ruidosas garage, hard rock e incluso pop rock psicodélico. Se crecen demasiado no sólo fusionando sino creando nuevos espacios para el género.

Entonces el viaje cósmico, existencial, por el desierto y la conciencia pasa por momentos más pesados, otros más voladores, otros puramente experimentales o electrónicos, otros llenísimos de wah wahs, e incluso momentos realmente pop espacial, que se entrecruzan, se polinizan, se intercambian y se combinan. Hay entonces no sólo un paleta de sentimientos y tonos, sino varios. Por momentos son King Gizzard y en otros son Weedian. En momentos son Air tocado en vivo. 4,7 de 5.

9. Magvető (2025) de Dalriada: folk power metal húngaro, el nombre es octubre en húngaro antiguo, como cada uno de sus discos, pero este no es el décimo sino su decimosegundo disco porque sacaron otros dos sobre los poemas de Arany, un poeta de Hungría. Según Wikipedia, no hay evidencia de que sea realmente un idioma antiguo sino que sean recreaciones imaginarias sacadas de literatura de ficción. Es la banda de folk metal más conocida de su país, con giras con Arkona y varios premios en su haber. Es bastante buena, aunque muy enfocada en contar historias en su idioma. Lo mejor, además de sus riffs y la ambientación, es su tecladista y el baterista. 4,2 de 5. Sin embargo, el tema final tiene un gran remate, entre psicodélico y jazz: Végek éneke.

10. Mantis (2025, EP) de Phantom Elite. El proyecto internacional con músicos de Alemania, Holanda y Brasil, liderados por María La Torraca, se lanza un tremendo EP, incluyendo un remix en drum n bass, con mucho metal alternativo / metalcore.

11. Ride N Die (2025, EP) de SWARM6IX. Brutalísimo trap metal / metalcore / rap metal / metal alternativo, con Hacktivist de invitado. Son de Reino Unido. 4,3 de 5. 

12. The Lost Chapters (2025, EP) de Nik Nocturnal. No le tenía absolutamente ninguna fe, y es un tremendo EP de death melódico, furioso, veloz y complejo, con brutales shrieks y una atmósfera oscura. Nada de tonterías de Youtuber "hacker" del metal, sino realmente hay metal con intención de ser un arte. Los vocalistas invitados lo cambian todo, con las gargantas desgarradas de All That Remain, Darkest Hour, Caliban, Bury Tomorrow y The Ghost Inside. Metalcore all-stars.

13. Both Indistinct (2025) de Dianacrawls: debut y despedida de esta banda demencial de mathcore / emoviolence de Canadá. Su EP Sporadic Defenestration, que reseñé acá, era lo que ellos llamaban funkviolence, porque usaban bajos funkies en mathcore hiperdemencial y caótico. En este disco se olvidan del funk pero se quedan con la violencia, los tiempos matemáticos y la locura rítmica, aunque ya en el screamo. Tienen temas llamados Korn, ABBA y Limp Biskit, y los otros con nombres en francés y/o paródicos.

14. Broken Sword, Rotten Shield (2025, EP) de Full of Hell: este es un fenómeno rarísimo, porque esta banda ha cambiado para este EP y mucho pero esta vez estoy feliz. Este black/metalcore con sludge y noise electrónico es muy diferente del deathgrind, grindcore y sludge atmosférico que han hecho, y aún así, se escucha increíblemente satisfactorio: siendo siendo extremo, original, destructivamente semi-melódico y cuidadosamente construido en medio de muchas disonancias, estridencias, manipulaciones y efectos.

No es tan bueno como otros EPs y disco pero es bastante bueno, 3,9 de 5.

15. Chapters (2016, EP) de Kostas Panagiotou. Aunque aparece en Spotify como de Panthëist y en Deezer también pero como reciente, es un EP de recaudación de fondos con temas de "Futuristic Space Doom". Fue publicado para financiar la grabación del quinto disco de la banda belga de death doom gótico funerario, que fue Seeking Infinity (2016). 

Lo grabó y masterizó Déhà y tiene varios invitados destacados: A. A. S. (The Cold View), Fred Laborde, Thanassis Lightbridge (Dol Ammad, Dol Theeta, Dol Kruug...), Andy Koski-Semmens (Syven, ex-Pantheist), L V H (Solicide, Wijlen Wij).

El tema III, de 14:14 minutos, tiene un fuzz en las guitarras, que suena como un doom / noise, algo industrial, mientras el órgano de iglesia y los coros gregorianos, además de sintetizadores de space rock, crean una atmósfera tan confusa como lúgubre, siendo al mismo tiempo una especie de dark ambient muy gótico. Usualmente los temas son de death doom / doom gótico / funeral doom, aunque las guitarras tienen ese sonido como demasiado crudo, con un mayor foco en los teclados y arreglos orquestales.

Kostas es el tecladista y cantante de Panthëist, ahora residenciados en Reino Unido, pero estuvo también en Crippled Black Phoenix y Clouds. 

21 mayo 2025

Krystal Metal (pop metalero francés) de SUN, nuevo de Snop Dogg, Eruca Sativa (funk rock argentino), versiones de The Shape Of Punk To Come de Refused, folkotrónica (ópera breakbeat trip hop) francesa, supercombo de metal avantgarde, grindcore malísimo, hip hop colombiano, grindcore holandés, prog rock/metal francés, djent / chiptune francés (The Algorithm), metalcore/deathcore francés, deathcore sinfónico

1. Krystal Metal (2025) de SUN: esto me parece fascinante y genial, la propuesta de la germano-francesa Karoline Rose Sun, es mitad pop y mitad metal alternativo (+vitaminas y minerales), porque varias canciones tiene percusión de reggeatón o dancehall, riffs de djent y metal progresivo aunque con distorsión de rock alternativo, shrieks hiper potentes, batería de grindcore y muchas melodías vocales pop.

Como Poppy, combina voces limpias, etéreas, rockeras y melódicas con shrieks bestiales con un símil en las guitarras, que van del rock alternativo, del post-grunge a unos trémolos más que pesados. Es algo quizás que podríamos relacionar con Zeal & Ardor o cuando los rockeros e indies escuchaban Cypress Hill. 

La acompañan Bassem Ajaltouni en el bajo y teclados (su manager y co-fundador de su disquera) y Loris Larosa en la batería (de la banda francesa de death metal Necroscum).

Sus primeros EPs se llaman Brutal Pop y Brutal Pop 2 (al que le puse 4,7 también). Para mí, 4,7 de 5.


2.  The Shape Of Punk To Come Obliterated (Nov, 2024) de Varios Artistas: un disco de versiones del disco original de la banda sueca de hardcore punk / post-hardcore Refused. El primer tema, de Gel, es sublime y los siguientes son extraordinarios. El de Brutus es fenomenal. También muy buenas las de HO99O, Fucked Up, Zulu (a lo Sepultura - Roots) e Igorrr. El tema de Cult Of Luna, épico, extenso y post-metalero es otro de los puntos altos del homenaje. Súper bueno también el de Touché Amoure. 4,5 de 5. 

3. Corpo-Mente (2015) de Corpo-Mente: discazo que guardo en mi corazón entre mis favoritoss, junto a los de Lethe. En este caso, on Ricinn (Oxxo Xoox) e Igorrr haciendo Folktronica que tiene lo que ambos comparten, hacen y les gusta: Opera, música de cámara, trip hop, dark cabaret, neoclassical darkwave, breakcore y folk de cámara, y claro, muchas combinaciones y formas experimentales electro-acústicas. 

La calidad vocal de Ricinn, que usa gritos, susurros, distintos ruidos y una extraordinaria voz soprano, parecen combinar a Björk, Diamanda Galas y Agnete Kjølsrud, es acompañado por formas menos agresivas sino elegantes que en los discos solistas de Igorrr o en las más electrónicas de Oxxo Xoox, en que predominan más los sonidos académicos y las atmósferas de música inteligente, profunda y más estructurada. 5 de 5.

4. Iz It a Crime? (2025) de Snoop Dogg. Me parece mucho mejor que Missionary, que fue una malísima apuesta para celebrar los 25 años de su debut, Doggy Style. Ahora, Hip Hop con Pop Rap, G-Funk, Neo-Soul, Chipmunk Soul y Synth Funk. Entre los muchos invitados, como es usual, Pharrell Williams (también co-productor) en un tema cortico y Wiz Khalifa. 3,3 de 5.

5. A tres días de la tierra (2025) de Eruca Sativa: Me encanta este power trío argentino (Córdoba). Lula Bertoldi (vocales, guitarra), Brenda Martin (bajo, coros) y Gabriel Pedernera (batería, coros), vuelven a lograrla con su funk rock, hard rock y rock alternativo, con muchos toques andinos y latinos. Letras sociales, instrumentación progresiva y alternativa, muy buenos arreglos de fusión. 4,3 de 5.

6. Blastbeat Falafel: un single de Igorrr con  Secret Chiefs 3, Trey Spruance y Mr. Bungle, con surf, black metal y música árabe, en formato trash técnico progresivo y metal avant-garde, con humor negro incluido. 

7. Flesh Grinder (2025) de Insect Warfare. Grindcore / noisecore con un sonido pobrísimo y ni la usualmente brutal batería es atractiva. Malísima esta vaina, 1 de 5. Next.

8. Los Cañonazos No Bailables, Vol.1 de Zof Ziro aka ZetaZeta: genial hip hop social de Medellín. Apache entre los invitados. 4,3 de 5. Me gustaron muchísimo las letras, la producción y el delivery. Realmente buenoss.

9. To Serve and Protect (2025) de Rectal Smegma: ¿de dónde saque yo tanto grindcore? Pornogrind en este caso, mucho mejor que lo que he escuchado estos días aunque con una voz robotizada sin demasiado sentido. 2,5 de 5. Bastante hardcore y mid-tempo. Lo mejor de estos discos suele ser la batería. Los mejores temas son los que tienen influencias death doom y los que son deathgrind. El cantante de Benighted está invitado en el tema 15. Son holandeses.

10. The Unseen (Nov, 2024) de Klone: Hermosísimo disco de rock/metal progresivo, que embruja con sus voces etéreas de grunge, sus sonidos de rock alternativo y sus embellecimientos de art rock. Es cautivante, como una caricia en el alma y un paseo por un excitante museo de arte moderno. Sus sutiles orquestacioen sy sus vívidos arreglos de bajo, junto a los momentos de jazz son realmente cautivantes.

Loss arreglos inspiradísimos de saxofón (cortesía de su tecladista, Matthieu Metzger, quien es miembro de la Orquesta Nacional de Jazz de Francia. De forma ingeniosa, el disco inicia con los tres singles: Interlaces, The Unseen y Magnetic. 

Un disco con infinidad de sonidos hermosos, venidos del reggae, el rock alternativo, el funk, la música clásica y más, por lo que sus riffs y variaciones crean un ambiente que, sin saturarlo, termina siendo un cielo estrellado con distintos y muchos brillos concentrados en tan sólo 7 temas, el último una suite de más de 12 minutos, que a la mitad se transforma en una inspección más atmosférica, calmada y espacial.

También es posible escuchar algo de doom y goth en gotas. Los franceses se han ganado un sitial en el top  del neo-prog contemporáneo junto a Leprous, Riverside, Katatonia y Haken. Les pongo un 4,4 de 5. La banda cuenta en la batería con el extraordinario Morgan Berthet, quien toca también en Turbulence, Myrath y Kadinja.

11. Brute Force (2016) de The Algorithm: djent/thall electrónico, que es realmente bueno, bien producido e interesante porque no e sólo combinar a la fuerza las guitarras progresivas y potente, sino además de los tiempos imposibles, agregarle texturas electrónicas y post-producción, samples que no sean obvios ni repetitivos y crear una fusión que sea tanto un híbrido como una amalgama. Quizás sería increíble con una batería real, aunque esto es parte del proyecto. 4,2 de 5. Trabajo del compositor francés Rémi Gallego. Tiene un tema, por supuesto, con Igorrr.

12. Pig (Ep, 2025) de ten56. Bestial metalcore/downtempo deathcore francés del ex cantante de Betray The Martyrs. Buenísimos esos temas, 4,3 de 5. Con el mismo baterista de Myrath, Klone y Kadinja. Brutales esos temas, bueno bueno.

13. Tomb of the Tormentor (2025) de Hate Within: deathcore sinfónico con algunas voces en pig squeal, solos de guitarras increíbles (con Angel Vivaldi de invitado) y batería programada. Canta Scott Gonzales, quien también tiene el proyecto de trap metal / brutal death / hip hop Sinizter. Buenísimos sus shrieks y growls, además de fraseos a velocidad hipersónica, aunque también cuenta con Ben Durr (Shadow of Intent) y a Verónica Bordacchini (Fleshgod Apocalypse) en las voces. 

Lo mejor está en temas más sonido neoclásico como Vanquisher, así xomo After Death con Durr y Vivaldi juntos, con orquestaciones masivas (incluyendo cello del guitarrista) y más vocalizaciones brutales, así como Tartarus Rising con Bordacchini, una especie de metal sinfónico / operístico inyectado con deathcore nuclear. 3,4 de 5 porque están buenos pero bastante formulaicos. Sus versiones orquestales son de alto nivel, eso sí.

14. Ghostwriter (2025) de The Five Hundred: a uno le gusta lo que le gusta, y punto, como a mí esta banda de metalcore / metal alternativo, con arreglos electrónicos, voces que giran entre el nü-metal, el metalcore melódico (con sus coros pop y sus gritoss) y el post-hardcore, con buenas guitarras, incluso de djent, y aún mejor producción. 3,8 de 5. Es una banda de Nottingham, Reino Unido. El mejor tema, definitivamente, es Empty Hope, el más progresivo y con mejores vocales, aunque también los mejores arreglos y gritos, aunque en ECHOES se crecen con arreglos djent y progresivos, incluyendo mucho doble bombo.

20 mayo 2025

Nuevo de Haken en vivo (rock/metal progresivo), tropicanibalismo / jazz latino fusión franco-colombiana (Pulciperla aka La Perla y Pulcinella), death progresivo canadiense, rock and roll argentino

1. Liveforms: An Evening With Haken (2025) de Haken: Para un día muy ocupado, dos horas y media de esta hermosura de rock / metal progresivo británico. 4,8 de 5, claro.

2. Tatekieto (2025) de Pulciperla, una colaboración entre Pulnicella y La Perla. Una maravilla colombiana de jazz latina fusión, que va desde la música latina alternativa tan noventera y que tanto me gusta pasando por el jazz latino, el jazz fusión y el tropicanibalismo [versión contemporánea y reinventada de la música costeña colombiana], pasando por ritmos folclóricos como cumbia, champeta, bullerengue.

La Perla es un trío de Bogotá conformado por Diana Sanmiguel en voces, maracas y guacharaca; Giovanna Mogollón "Roberta Leono’" en voces y tambor alegre; Karen Forero vocales, gaita colombiana y tambora colombiana, mientras que Pulnicella es una banda francesa de jazz fusión conformada por Ferdinand Doumerc en saxo, flauta y teclados; Jean-Marc Serpin en contrabajo; Bastien Andrieu en teclados y Pierre Pollet en batería.

Como me encanta comparar, para mí es como Actitud María Marta con Troken, mucho rap femenino, social y sabrosísimo, combinando palabras colombianas y dichos populares con sabiduría de calle, referencias culturales y extraordinarias barras, versos y combinaciones, de rap y música popular, con música que pasea desde la fusión folclórica/jazz, el avant-folk y el jazz latino de forma extraordinaria. Discazo de oro, 4,9 de 5.

En el tema El Sol/L´Eclipse hay guitarras rockeras, al mismo ritmo de la percusión, así que digo que rap metal aunque quizás es algo más, funk rock o rap rock. Mi tema favorito es Chicharachera, pero el juego de palabras es constante e ingenioso, como la frase: "María, madre de todos los suelos". El tema Fortuna, último en mi disco en Deezer, hay algo que podríamos llamar progressivo folk rock, al interpretar con instrumentos folclóricos un interludio lleno de cambios de tiempos, ritmos en staccato y cambios de tono inesperados. Un rock progresivo folclórico con jazz. Quítate Thank You Scientist, llegó Pulciperla, ¡ay, ombe, yeah!


3. Vide (2025) de Chaotic Symbios: confieso que al principio me confundió y hasta desagradó el sonido bestia, crudo y casi desordenado de esta banda, hasta que entendí que son una banda con guitarras cavernarias y deliciosos sintetizadores de space ambient, que hacían esta propuesta tan salvaje como progresiva, llena de jazz, salvajada en garrote, brutalidad e incluso humor negro, si se quiere. Es básicamente presentar una especie de Blood Incantation tirando más a Grave, que muestre que puedes ser complejo e intrincado sin ser ni opresivo ni atmosférico sino directamente, extremo.

Ellos se definen como death metal old-school progresivo, lo que hay que admitir, es original, porque no ess vintage ni tratan de ser Pestilence, Death o Gorguts, sino que incorporan el sonido brutal de las guitarras del ayer, con shred, post-rock, space rock, flamenco y thrash progresivo, con una producción contemporánea, entonces es algo que más que unir tiempos o generaciones, propone algo novedoso con reminiscencias. 4,7 de 5. 

4. Hermanos de Sangre (1997) de Viejas Locas: banda argentina de rock and roll, hard rock, blues rock y rock psicodélico, parte del movimiento de Rock Barrial de Argentina al que también pertenecen Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, Los Piojos, La Renga, Ratones Paranoicos, Bersuit Vergarabat. 4,5 de 5. 

5. Through Storms Ahead (Nov 2014) de As I Lay Dying: claro que sí, metalcore con toques progresivos. Le puse 4,3 y mantengo, me encantó.

6. I (2025, EP) de La Dispute, increíblemente buenos, post-hardcore genial, potente y profundo. Parte de The Wave, movimiento estadounidense de música agresiva inspirada en el movimiento de los 90, en contraposición con el emo-pop.

7. As We Forgive Those Who Trespass Against Us (2025) de bottom surgery: noisegrind / grindcore, hiper pesado, ruidoso, ambivalente e infernal. 9 minutos apenas descifrables. 2,5 de 5.

19 mayo 2025

Lo nuevo de Behemoth (black/death sinfónico), The Kooks (pop rock alternativo) y Counting Crows (folk pop / rock alternativo), black avantgarde circense suizo, indie pop/rock femenino de NY, metalcore industrial (Poppy), black atmosférico francés, IDM/drum n bass/clásica moderna,

 1. Thirteen Urban Ways 4 Groovy Bohemian Days (2010) de Blutmond: aunque aún no llegaban a usar el saxofón ni el metal alternativo como lo hicieron dos años más tarde en Revolution Is Dead!, sino que estaban aún en algo como un death/black avantgarde, con mucha experimentación pero usando todos los tropos metal extremo con algo de jazz/cabaret, es un disco totalmente experimental, osado y combinando sonidos, géneros y formas inusuales, como puede verse también en los títulos de las canciones, letras y el nombre del disco. Para mí es otra joya muy poco conocida. 4,7 de 5. Eran aún un power trío.

2. The Shit Ov God (2025) de Behemoth: estos polacos que jamás me han conquistado me asombran gratamente con este disco de black melódico y sinfónico totalmente furioso, operático, bestial y corrosivo. Es totalmente extremo, pero la conformación de los arreglos orquestales (incluyendo algunas guitarras españolas al principio y final del álbum), vocales agrios pero muy bien compuestas y ejecutadas, además de las capas de guitarras lo hacen realmente elegante, además de sonar muy potente y pesado. Una producción brillante. Los temas son bastante parecidos entre sí, eso sí. 4,3 de 5. 

3. Never/Know (2025) de The Kooks: Nos fuimos al otro lado, con este suave y delicado disco de pop rock, rock alternativo, indie y soft desde Reino Unido. Es un disco aséptico, sin demasiados riesgos y totalmente vintage. Hay reggae blanco, pop rock y un poco de guitarras pero sobre todo producción impecable, buenas baterías y muchas melodías vocales. Me gustó bastante, es un buen rock comercial y radial, sin ser obvio ni AOR ni simplón. 3,4 de 5.

4. Natural Causes (2025) de Adult Mom: divertida banda de indie pop con momentos de chamber folk (en la que suenan violines, banjos y mandolinas), algo de alt-country e indie rock que hacen que los temas sean optimistas, alegres y bellos, sin perder momentos de guitarras rockeras vintage, aunque ciertamente se nota el foco en la melodía vocal y la música de autor, además de canciones embellecidas por cuerdas y atmósferas evocadoras. Son de Nueva York, con Stevie Knipe (vocales, guitarra), Allegra Eidinger (guitarra), Olivia Battell (batería) y Lily Mastrodimos (bajo, producción). 3,7 de 5.

5. Negative Spaces (Nov, 2024) de Poppy. De lejos el mejor disco de la cantante, que pasó del pop de Youtuber a la estridencia exuberante de ser una outsider del black metal / phonk a un disco muy maduro de metal alternativo, metalcore, nü metal y metal industrial, en que se combina su excelente vocalización, desde las líneas de RnB y pop a sus gritos increíbles, buenas guitarras, estructuras de metal moderno e influencias electrónicas de forma equilibrada pero también atractiva, seductora y potente. 4,5 de 5 sin dudas.

Para este disco Poppy contó con el compositor Jordan Fish (Bring Me The Horizon) que ha escrito y producido para Machine Head, Babymetal, Architects y Parkway Drive, entre otros. 

6. E.O.D. (A Tale of Dark Legacy) (2017) de The Great Old Ones: esta banda francesa que en 2025 publicó un extraordinario trabajo en que al brillante y audaz post-black atmosférico progresivo le sumaban cortes sonidos de black melódico, sludge y no metaleros provenientes del shoegaze y del post-hardcore (Kadath, reseñado acá), en el 2017 hacían un black atmosférico, teñido de sludge, aunque en lugar de un sonido brumoso, expansivo, subterráneo y casi psicodélico, apostaban por una propuesta de sonido transparente que permitiera apreciar los matices de riffs y arreglos a velocidad peligrosísima y tonos muy corrosivoss, en que la furiosa ráfaga de guitarras y los shrieks, así como las capas de trémolo picking con un fuzz profundo, eran intercaladas con mid-tempos de post-metal, con interludios y narraciones, en que se iba acumulando una tensión provocada por los gritos de víctimas que huían de las fauces de perros infernales hasta un clímax tan desesperante y lentamente provocado, que era un alivio que se transformara en una explosiva difusión atómica de blast beats. Y aún así ser elegantes, con cuidadosa composición y oscurísimos, con una gran calidad de sonido. 4,7 de 5.

7. Under Tangled Silence (2025) de Djrum: Félix Manuel, Dj Rum, produce esta tercera placa, con IDM (música electrónica inteligente) llena de UK Bass y música clásica moderna (principalmente piezas de piano académico), según RYM. Aunque inicia más electrónica, casi ambiental y new age, algo bailable, luego se convierte en academia contemporánea. Hay momentos con dancehall y mucha música africana, así como algo de house y techno, pero lo que manda es música electrónica más cerebral, tipo Autechre y Aphex Twin, aunque recorriendo muchos géneros distintos del drum n bass y derivados, siempre con muchísima percusión. 

Mi favorita: Let Me, con más drum n bass que las demás. 4,2 de 5.

8. Butter Miracle, the Complete Sweets! (2025) de Counting Crows. ¿Qué sé de esta banda además de Mr. Jones? Sinceramente, absolutamente nada. Y me cae bien este disco, de pop rock alternativo, más roots rock y folk rock según RYM. La verdad es que además de la conocidísima y buena voz de su cantante, las guitarras son realmente buenas, además de los arreglos que varían en los distintos géneros ya citados. Entre tanto pop facilón, electrónica ruidosa y fusiones no siempre acertadas, esto me parece tan refrescante como The Kooks, aunque más animado y divertido, menos vintage y más pensado en los conciertos de grandes arenas. 3,7 de 5.

9. Motherfucker, I Am Both: "Amen" and "Hallelujah"... (2025) de Shearling: la forma en que se me ocurre describir este disco es como dos autobuses chocaran cuánticamente, uno con Sprain y otro con Chat Pile, para que se combinaran de tal forma el folk, el noise y el rock experimental. Dos guitarristas de Sprain se unen con este proyecto, desde Los Angeles, California, llena de gritos desesperados y narrados de forma cáustica y demencial, como poesía slam, con un fondo que va entre el post-rock, el noise y arreglos folk rock, lo que por momentos implica escuchar melodías litúrgicas bañadas de toneladas de ruidos de guitarras, feedback y laptops, con una voz tan espectacular, operática y psicótica, que muestra un alma partida en pedazos y luego nos lleva a un dulce paseo de glockenspiel, solo preparándonos para una sórdida forma de ambient, con una tensa calma electrónica y terrorífica.

En el único tema, de 62 minutos, hay de todo, según RYM además de lo nombrado tenemos noise experimental, sound collage, post-hardcore, totalismo, glitch, folk avantgarde (hay arreglos estremecedores de trumpeta jazz) y sludge metal.

Máté Tulipán y Ian Thompson agregaron saxo tenor, saxo alto y trombón, mientras que Sylvie Simmons se encargó de órgano, sintetizador, samples y guitarras, Wesley Nelson de los bajos y Andrew Chanover de la batería, además de voces de Rachel Kennedy.

Por su parte, Alexander Gregory Kent, líder, vocalista y compositor en Sprain y Shearling, hace muchísimo, otra vez: Voz, ingeniería, producción, diseño de portada, guitarra, sintetizador, trombón, samples, dulcémele, banjo, armonio, acordeón, sierra musical, percusión, taishogoto (instrumento de cuerda japonés), órgano, glockenspiel, mellotrón, mandolina, autoarpa y campanas. Grandioso, aunque no necesariamente mejor o muy distinto a Sprain, aún siendo su natural continuación. 4,3 de 5.

18 mayo 2025

Grunge/hard rock/alt-rock de Grecia, slam death / horrorcore gringo, horrorcore / trap latin metal de Kansas, post folklore neo perreito Venezuelan drum n bass (fresasconcrimen), hip hop dominicano (+El Dojo), dancehall / hip hop de Turmero, noise rock / post-punk / math rockcanadiense, indietronica (Tom Yorke y Mark Pritchard)

 1. Powerslide (2025) de Rainyard: espléndido rock alternativo potentísimo, con sonidos grungeros similares a Porno For Pyros, Alice In Chains y Soundgraden, aunque también con influencias del heavy metal y el hard rock, así como del rock psicodélico, lo que hace una combinación genial, de música pesada, vintage y con un sonido poderoso. Es realmente increíble. Son de Tesalónica, Grecia. 4,9 de 5. Es su debut y ya soy fanático. Haris, Jojo, Lu y Thanos Krash conforman la banda.

2. War, Life, Death (2025, EP) de Sinizter. Hay una clara relación entre el slam death metal y el hip hop, claro, incluso uno podría extender esto a ciertas bandas de deathcore (con sus grunts derivados del fraseo del brutal) e incluso hay artistas como Necro que usaron samplers de death metal en sus canciones. Ahora, esto es Memphis rap, con fraseos de slam metal, algunos samples de trap y barras de hip hop. Se entiende la combinación, porque todos tienen una filosofía compartida: los parias y los relegados, a los que acusaron de no ser realmente metal o hip hop, de hacer algo que no se ajustaba a los estándares y al mismo tiempo, con cierto desdén de encajar. 

Ahora, ¿qué pasa si también invitas a tu disco de "rap" a PeelingFlesh (slam) y Left to Suffer (nü-metal), pues es básicamente metal extremo, duro y extraño, con momenticos de hip hop. Además, en el tema Ov Sin & Virtue, hay shrieks y blast beats de black metal. El tema Fade To Black! es completamente trap metal, con voces gritadas y shrieks. Los temas finales están justo en esa tierra de nadie de usar pig squeals, samplers, gritos de hardcore y correspondiente música, industrial, pesada, raperísima y en breakdowns.

El responsable de estos choques y amalgamas es Scott Gonzales, cantante de Hate Within (deathcore sinfónico) y Legions Of Malpha (black metal). Hay que decirlo, es un disco muy bueno y por encima del promedio para estos géneros. 3,9de  5.

3. Chamber Of Trepidation (2025) de Ace Shadows: en una nota parecida pero diferente, este disco potente de Latin Rap / horrorcore / trap con beats de música metal, industrial, hard techno y hardcore. Es Damian Salazar, de 23 años, de City Garden, Kansas City, que empezó subiendo canciones sin mucha intención en Soundcloud. Es realmente bueno, bien hecho, me gusta muchísimo. 3,9 de 5. Me abrió a escuchar sus colaboradores: Sybyr, Mobbs Radical y Big Melancholy.

4. La Coroteca (Live Set) de fresasconcrimen: la productora y cantante Penélope Mata, junto a Veztalone y Erick Díaz, presenta lo que ella llama "Post folklore neo perreito Venezuelan drum n bass" que como también hace Weed420 en su Amor de Encava, combina música electrónica y popular en Venezuela, como el merengue, la gaita zuliana y la changa tuki con distintas formas de dance electrónica, incluyendo trap, reggeaton y hard techno, para su presentación en vivo. Hay que estar pendiente de cuando vuelvan a Bogotá. 4,3 de 5.

5. El Perro en el Impala (2025) de Lokesea Mariano. El Caribe es uno solo, diría El Gabo. Escuchando este disco de este rapero de República Dominicana lo confirmas. Y quizás por eso Lil Suppa, Zen P, Gegga, 3m5, Rino y Doktor Rheal son parte de los invitados / productores. Boom bap y hardcore hip hop pa to el mundo. Buenísimas las letras, llenas de expresiones venezolanas y dominicanas, y las que se comparten, como la sancrosanta expresión: mamagüevo. Buenísimas las barras y los beats. El Dojo representando. 4,7 de 5.

6. Rappgaman Radio de Rapiam / Radio Macoña. Yeison Roniel Bolívar Depablos es el turmereño Rapiam. Es un disco de dancehall, reggae, dub y rap. Dann Niggaz, Apache, Nina Fresh, Okaa y Laura Bandez entre los invitados. 4,6 de 5.

7. Gem Of The West (2025) de Sentries. Banda de noise rock de Canadá. El anterior disco me pareció bueno, alrededor del noise y el post-hardcore, con algo de post-punk e industrial. Ahora, según RYM, han expandido a art rock, indie rock y noise rock, principalmente, junto a art punk, post-hardcore, post-punk y math rock. Su tema Red Eye Removal es bastante bueno, como entre latin rock, bossa nova, rock progresivo, noise rock y post-punk. Cada canción tiene distintos ingredientes de esta recete, entrando y saliendo el noise, post-hardcore, industrial, indie, post-punk y más. En el tema Charmed Houses, el post-punk ruidoso e industrial alcanza alturas exquisitas. 3,8 de 5. El trabajo cuasi-solitario de Kim Elliot más decenas de otros productores haciendo drone.

8. Tall Tales (2025) de Mark Pritchard & Thom Yorke: los singles fueron regulares (3 a 3.5). Un disco de Indietronica y Ambient Pop (terrenos dominados por Björk y Stereolab), IDM y Glitch Pop. No me pareció tan bueno ni entretenido como dice parte de la crítica especializada, pero tampoco lo destruyo tanto como en RYM. Para mí, 3 de 5 aunque canciones como Back In The Game, gracias a su melodía vocal, son mejores que el promedio. The Spirit es un gran tema, de pianos, psicodelia y mucha electrónica ambiental. Tom hace magia con su voz. 

17 mayo 2025

Lo nuevo de Wednesday 13 (hard rock / horror punk), Pelican (post-metal), cyber black metal atmosférico ucraniano, art pop noruego, djent/thall sueco, synthwave noruego (Ulver), metal avant-garde francés, metalcore melódico durísimo

 1. Rift In Relaity (2025) de Labyrinthus Stellarum: Después de sorprender con el Vortex of the Worlds, con black metal atmosférico sideral, que siempre estuvo acompañado de extraños samplers de world music, pop y sonidos disímiles, ahora los ucranianos presentan una nueva producción que ya no tiene al cyber / trance metal como complemento atmosférico sino parte fundamental de su propuesta musical, lo que me parece un salto cuántico maravilloso. 

Sigue siendo furioso y cósmico pero ahora las voces limpias con reverb, los shrieks, los sintetizadores y los samplers orbitan en la misma capa atmosférica, y ya no es un fondo, una segunda capa o un choque: es ahora un un extraterrestre con corpse paint retro-futurista. 4,6 de 5.

2. Mid Death Crisis (2025) de Wednesday 13. Lo que más me gusta de la música es descubrir y re-descubrir, bien sean algunas que siempre estuvieron allí u otras que jamás escuché realmente. Y esta es una de esas. ¿A qué suena? Pues a Marilyn Manson más rockero y no tan industrial, además de mucho más hard rock. Es un disco de metal alternativo y horror punk, nada gótico y más tirado hacia White Zombie que a Nine Inch Nails. Como dice el nombre del álbum y del artista, las canciones giran alrededor de juegos de palabras, recurriendo a frases y dichos conocidos sobre la muerte, el terror y lo siniestro, con humor negro e ingenio. 

El líder es Joseph Poole, Wednesday 13, vocalista y quien también cantaba en Murderdolls, la banda de rock gótico de Joey Jordison, en la que cantaba y tocaba guitarra. Además, Poole es invitado al I Worship Chaos de Children Of Bodom, por su mayor relación con el rock/metal que Manson. Es como un GNR tirando más al glam/shock rock de Alice Cooper. 3,7 de 5. Sin embargo, acá hay de todo, desde algo casi pop punk hasta garage rock.

3. Flickering Resonance (2025) de Pelican: Post-rock / post-metal y sludge atmosférico, que nunca ha tenido demasiado buena suerte con la crítica y parece ser lo mismo en este disco, pero ahora con su guitarrista original, Laurent Schroeder-Lebec. La banda de Illinois hace un discazo instrumental. Me gusta, 4,3 de 5. Me gustó especialmente Specific Resonance, con riffs psicodélicos, capas de guitarras ruidosas y ambivalencia sónica entre el rock y el metal, trascendental. En el caso de Pinning For Ever hay mucho más post-rock bañado de noise, estridencia y shoegaze, haciéndola una experiencia abrumadora y al mismo tiempo intimista, casi como una versión brutal de una meditación, una forma violenta de auto-reflexión. 

4. The Puppeteers (2EP, 2025) de Anubis. Power/thrash gringo, realmente épico, veloz y feroz. Me gusta, quiero más pronto.

5. Iris Silver Mist (2025) de Jenny Hval: la noruega llega a su octava producción con un disco cuidadoso y elegante, de Art / Ambient, con arreglos orquestales, percusivos y electro-acústicos, que lo elevan de la simple cantautora, llegando a niveles de refinación cercanos al jazz o al chamber folk. Sin embargo, a la mitad del disco suena muy derivativo de Kate Bush y Björk, tanto musical como vocalmente. Lástima, iba bastante bien y tiene mucho potencial propio. To Be A Rose es su mejor tema, merece un 4 de 5 aunque el disco en general, por esa emulaciones a veces demasiado obvias: 3 de 5. 

6. A6 (2025) de Lights: undécimo disco de la artista canadiense nacida Valerie Anne Poxleitner, casada con  Beau Bokan, vocalista/tecladista de la banda de metalcore melódico Blessthefall. Ella se dedica a diversas variantes del pop electrónico, alternativo e independiente. En este caso, hay un cambio de estilos musicales y estética, dándole mayor peso al Synthpop, por medio de new wave, post-punk y coldwave. Así que suena ochentero pero optimista, bastante sintético pero con muchas voces orgánicas y más luminoso que sombrío. Bastante entretenido, 2,5 de 5. No es mi tipo de música, corté el disco.

7. Thousands Of Evils (Ep, 2013) de Vildhjarta: Djent, thall y metal progresivo en conjunto, produciendo una forma atmosférica, sucia y directa de música compleja contemporánea desde Suecia. El sonido es un poco rústico, aunque tiene samples y atmósferas electrónicas, lo que le quita un poquito de belleza bestial. 4,3 de 5.

8. Liminal Animals (2024) de Ulver: Los lobos noruegos presentan su disco de synthpop / synthwave como su reencarnación más cerca del pop. He escuchado decenas de veces estas canciones, que me parecen tan bailables como oscuras, pero especialmente sensuales. Una forma de art pop/art rock con dance music de forma perversa y alternante. Un tránsfuga de los géneros, una vez más. La portada del disco es de un cuadro de Francisco Goya y el tema final se basa en un poema del austríaco Georg Trakl. 

Increíble el tema Forgive Us con el trompetista noruego Nils Petter Molvær y no dice demasiado el tema final, de 11 minutos, salvo los pocos momentos de jazz fusión y post-rock, pero la mayoría es música derivativa o sobrante del álbum más narración de Rygg.

9. Nämïdäë (2015) de Öxxö Xööx: Este es uno de mis discos favoritos: una fusión de metal, música experimental, electrónica, clásica y con brutalidad, melodía y belleza oscura, en que predomina el trabajo de post-producción y el ensamble electro-acústico, que combina lo orquestal con extrañas formas de metal extremo y técnicas de grabación. El resultado es metal avant-garde y progresivo, mis dos favoritos, sin perder esencias lúgubres de black, doom y death sinfónico. 

Los responsables: Laurent Lunoir (Öxxö Xööx): Música, voz principal y diseño. Laure Le Prunenec (Rïcïnn): Voz. Isarnos (Thomas Jacquelin): Batería y claro, Igorrr (Gautier Serre) como ingeniero de grabación, mezcla y masterización. Viva La France. Suena a lo que yo quisiera hacer si fuese DJ de metal extremo.

10. A Pale Glimmer of Light (2025, EP) de Even If The Sky Is Falling Down: un metalcore melódico / melodeath francés bastante raw y algo crudo. 3 de 5.

11. My Gnawing Pains Will Never Rest (2025) de Your Spirit Dies: debut de esta ruda banda de metalcore melódico de Columbia, South Carolina. Tienen de invitados a los vocalistas de ZAO, The Callous Daoboys y No Cure, así que se toman en serio esto de ponerle agresividad moderna a un estilo que aprendió de los maestros suecos. Muy bueno, potente, corrosivo. 4,3 de 5. Auguro un gran futuro en la escena a esta banda, porque a sus breakdowns inmensos y las influencias hardcore le añaden riffs de melodeath y de metalcore durísimo. En el tema Born Forsaken el sonido de las guitarras es casi deathcore y algo de djent tipo Polyphia incluso, con armónicos arpegiados, en Ritual Sacrament. 

12. Counterfeit Recollections (2025) de fallfiftyfeet: banda de metalcore / metal alternativo de Wheeling, West Virginia. Tiene combinación de voces limpias y gritos, que van desde el metal alternativo al post-hardcore, pasando por momentos bastante poperos y con las guitarras en tonos obesos y ampliamente rítmicos, en que el mathcore predomina.

Hay claramente una base en el metalcore pero con mayores influencias, más o menos distantes, por lo que por momentos hay algo de Converge y Dillinger Escape Plan pero también algo de nü-metal o post-grunge, por lo que por momentos suenan a The Callous Daoboys también. Bastante bueno, no excelentes, pero suficientemente buenos para querer repetir y verlos en vivo. 3,7 de 5. Entre los invitados están Princess (hardcore punk), 156/silence (metalcore/mathcore) y buriedbutstillalive. 

13. F*ck U Skrillex You Think Ur Andy Warhol But Ur Not!! <3 (2025) de Skrillex. Así es mi primera vez con el artista que presuntamente fue pionero o que hizo explotar el dubstep. Lo primero que me sorprende es el uso de esas voces gruesas de miniteca como Waldemaro Martínez, más conocido por su uso en mezclas de autobús y en raptor house.

Este disco es, según RYM, de Hybrid Trap y Brostep principalmente, además de Future Riddim y Future Bass. Aunque no lo entiendo completamente, entiendo que no es nada parecido al trap más simple pero tampoco al techno ni el house, sino es música enfocada en bajos y ritmos diversos. Entiendo que los temas son también Funk mandelão, Wonky (que también hace Flying Lotus), Dubstep (para mí el Untrue de Burial), Brostep, Dubstep melódico, Briddim, Future Bass, Chillstep, Bubblegum Bass, Hardgroove Techno, Jump-Up y Drumstep.

Es un disco discotequero, claramente bailable aunque con mucha elaboración, así que no es simplón aunque claramente no es algo para escuchar en el día a día para mí. Me entero que Skrillex es el cantante de From First to Last. Y que parte de la prensa ubica este disco más en el hyperpop y UK garage. La verdad apenas puedo diferenciar los géneros electrónicos. 

Los temas con los que más me identifico son los que me suenan a hard techno, breakbeat, drum n bass y hardcore electrónico como DnB Ting. 

14. Thee Black Boltz (2025) de Tunde Adebimbe: De St. Louis, Misuri y reubicado en Brooklyn, Nueva York, nació con el nombre de Babatunde Omoroga Adebimpe. Es el debut del artista en clave de art pop e indie rock, cuidadosamente producido, con muy bien trabajados arreglos instrumentales y diversas capas melódicas de voces y samplers. RYM dice que también hay art rock, indietronica y dance alternativo. Y es genial porque es al mismo tiempo guitarrero y bailable, es electrónico y orgánico, es divertido y profundo. 

Antes era el cantante y sampleador de la banda indie TV On The Radio. Su voz me recuerda de alguna manera a la de Phil Collins. Comparte créditos de producción, composición y grabación con Jaleel Bunton (también de TVOTR), Pat Lukens y Wilder Zoby. Interesante y muy bien creado, me gusta la voz, mientras que la música me retrotrae a algunos sonidos menos comerciales de la electrónica noventera. 3,3 de 5. 

15. In the Temple of the Tyrant (2025) de Behölder: hipnótico epic doom / power estadounidense de Filadelfia, que presenta su debut, con elegante, guitarras poderosas, una batería atronadora, buenas voces limpias y la estilística particular de combinar power europeo y gringo, con algunas guitarras thrashosas como en el tema Into The Underdark. Son misteriosos sin ser góticos y épicos sin dragones ni hadas. 

Tomi Joutsen, vocalsita de Amorphis, está invitado en el tema Eyes Of The Deep. Una gente seria. 4,3 de 5. 

16 mayo 2025

Mis discos favoritos de 2025: I Don’t Want to See You in Heaven (2025) de The Callous Daoboys, una bestialidad creativa que amalgama tropos del emo, el post-hardcore y el art pop en salvaje fusión de mathcore y metal avant-garde

Desde el comienzo este disco sse comporta a la altura de su anterior, Celebrity Therapist, que para mí es una perfecta joya de post-hardcore con muchas influencias pesadas. Ahora inician con una bestialidad, desarrollándose de una manera sorprendente, combinando mathcore, metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con guitarras gigantescas, monumentales, pero en el medio no sólo lanza un par de temas alrededor del pop, el dance y el math rock, e incluso con guitarras acústicas, siempre hay elementos de géneros alejados del rock en todo momento, incluyendo desde la fusión jazz (con violín en cada canción), la electrónica e incluso en el tema  Idiot Temptation Force, con grindcore y dance-pop conviviendo.

Y es que este tema es la epítome de la tesis del disco, con sus intercambios dimensionales entre géneros, que entran y salen en distintos porcentajes, cambian a cero, se reescriben y vuelven a escena, a veces sin tocarse sino rozándose, gracias a la precisión rítmica y de producción. Este tema también está enlazado con Douchebag Safari, totalmente bañado de samples que lo hace entre industrial, electronicore, post-hardcore atmosférico y el más amplio rock experimental.

Según RYM, es un disco de metal alternativo, mathcore y metalcore, aunque aún queda post-hardcore, al agregar saxofón y trombón (antes sólo trompeta), se acercan más al metal avant-garde y al metalcore progresivo, tipo BTBAM y Twelve Foot Ninja. Aunque también hay guiños a Mr. Bungle, tienen su propio idioma, como invitar a Orthodox, para añadirle capas de brutalidad modernista con guitarras expansivas y llenas de concreto e industrialidad.

Es genial, brutal, artístico, paseándose por diversas sombras del post-hardcore y el metal alternativo, pasando por el metalcore muy pesado, algo de djent, incluso grindcore, sin dejar de agregar capas de sonidos de dance-pop, post-punk y muchísimo mathcore para hacer todo tan pesado como complejo y extraño, además hay que ponerle el sombre más adecuado, es metal avant-garde así que los tiempos, tonos, estructuras y giros son parte de una propuesta que es tan sasscore como easycore, porque a pesar de las violentas formas guitarreras y vocales, llenas de gritos angustiosos, armónicos y breakdowns, hay mucho emo, pop y punk en la mentalidad de composición de los temas, pero pasados por una pared de brutalidad punzante que destruye y reconstruye todo con distorsión.

Incluso, me gustó mucho más Lemon -ese pop-rock, dance, electroacústico, taaaan raro, que solo puede ser entendida pegada de la trip hop / pop sofisticado de Body Horror for Birds para lo que se juntaron con 1st Vows (ambiente / pop), pero que me hace pensar en los singles pegados de Turnstile- y Distracted By Mona Lisa (el más claro easycore / post-hardcore) dentro del disco, aunque el punto más alto definitivamente es Tears on Lambo Leather, en que además hay deathcore y drum n bass atmosférico, extraordinario. Es un viaje por infinitas agujas caóticas que van apuntando hacia gradientes y aproximaciones del post-hardcore, desde el mathcore más extremo hasta el emo-pop, un arcoíris de genialidad monstruosa.

Como si fuera poco, este disco termina con una suite en tres partes, rematada por el tema Country Song in Reverse, de casi 12 minutos, en que incluso emulan a Björk en un coro y tienen de invitados a la extraña banda de screamo/blackgaze low before the breeze, en que hay post-rock y jazz académico.

Olvídalo, 5 de 5 para esta vaina, es el mejor álbum de 2025. 

La banda:
Carson "Big Animal" Pace – vocales, Maddie “El Perro” Caffrey – guitarra, Amber “The Mind” Christman – violín, sintetizador. Jackie “Clancy” Buckalew – bajo, voces. Daniel "Dip" Hodsdon – guitarra. Matthew "Marty" Hague – batería y Rich Castillo – saxofón.