25 enero 2020

Doblete avantgarde: black metal - trip hop - folk húngaro de Thy Catafalque / Black metal hipster con arpa, vibráfono y oboe japonés de Liturgy

Describir la música rara, experimental y de vanguardia puede requerir mucha poesía o amplios conocimientos de teoría musical. Y como me encontré con tres obras realmente extraordinarias como retadoras, las voy a resumir para ustedes, porque si aman explorar nuevos horizontes y conocer artistas que se ríen de los géneros, este post los va a iluminar.

Naiv

Empezamos por Thy Catafalque, la obra de Tamás Kátai, quien desde hace 15 años ha combinado magistralmente el black metal, el trip hop, el folk de su natal Hungría y la música industrial para elaborar una especie de metal progresivo muy retador. Con "Naiv" publicado el 24 de enero de 2020 este compositor y arreglista parece haber llegado a un nuevo nivel en la producción, mezcla y presentación de sus ideas.

Su resultado es combinar sin estridencias los arreglos de instrumentos orquestales con las capas de electrónica y el metal extremo sin sonar como un collage, a pesar de la colaboración de siete músicos, nueve ins580trumentos y cuatro cantantes invitadas: Martina Veronika Horváth, Gyula Vasvári, Zoltán Kónya y alguien bajo el seudónimo P.W. Hermann. Muchos de ellos anteriores colaboradores de su proyecto Gire.

Así logra un hilo conductor en cada tema que permite sumergirse en la música sin esperar o sobresaltarse porque viene la distorsión, la paz acústica, el arreglo orquestal o la atmósfera electrónica a pesar de la incursión del violín, la viola, el violonchelo, el oud, la citera, el trombón, el saxofón, la quena y el bajo sin trastes.

Aunque el disco empieza con una furiosa descarga de black metal que es suavizada con tonos de soprano, hay sorpresas como los tonos funk y slaps del bajo, los momentos de metales jazzísticos, el dominio de los sintetizadores e incluso algunos grasps de black metal. Y aunque Tamás dice que el disco hace honor al temperamento infantil, informal e improvisado del arte naive, lo que alcanza es de una genialidad sónica.

Mi tema favorito es Vëto, una épicao de ocho minutos que inicia con disonantes riffs de metal pero que evoluciona hacia una melodía de electrónica/rock progresivo/medio oriente que puede ir entre Vagabond de Subterranean Masquerade y temas menos metaleros de Orphaned Land para pasar a elucubraciones industriales atmosféricas a lo Samael para luego volver a la percusión, los riffs pesados y cacofónicos, los coros femeninos y la disonancia.

La combinación es aún más compacta que lo logrado por Thank You Scientist, siendo Naiv el disco menos pesado de su carrera, no alcanza las estrindencias de Solefald o The Hirsch Effekt, sino es un viaje extraordinario que incluye sonoridades de Medio Oriente y gitanas con momentos de oscuridad como en el tema Vëto, sobre una poderosa base de industrial europeo que deja una suculenta sensación.

Lo puedes escuchar aquí: https://thycatafalqueuk.bandcamp.com/album/naiv

H.A.Q.Q.


A tu computadora no le falta memoria. Bueno, quizás sí, pero no es por eso que suena así este disco. Liturgy es una banda que podría presentarse como black metal 2.0, si uno hace la analogía con el trap y el rap de Soundcloud o el underground experimental de Bandcamp. Pero en este caso es porque partiendo desde el black metal experimental claustrofóbico y asfixiante que se puede escuchar en bandas como Imperial Triumphant y Car Bomb o cualquier cosa donde toque o produzca Colin Marston, le agregan arreglos electrónicos y sinfónicos desconcertantes.

Esos terribles sonidos que arroja tu computadora cuando falla la memoria, murmullos en forma de ópera de vanguardia como Lingua Ignota y muy raros sonidos de cuerdas, vibraciones asiáticas y teclados son introducidas en el fondo del caótico ruido de avantgarde progresivo que cesa, se interrumpe y alimenta con estas externalidades.

Así vibráfonos, pianos, arpas, hichiriki (oboe japonés), ryūteki ("flauta dragón" japonesa) y un ensamble de cuerdas comparten protagonismo con las guitarras, batería y bajos de pura maldad para juntos hacer sonidos muy brillantes, como un black metal asoleado, a lo Sunbather de Deafhaven e irremediablemente comparable con Sigh, progresivos y vanguardistas, pero niuyorquinos en vez de japoneses.

No son pequeños arreglos de instrumentos exóticos, es que el metal es por momentos una parte accesoria, circundante y casi periférica para el concepto que incluye completos interludios con estos instrumentos "no metaleros", así como principal apoyo en melodías, siendo un ingrediente homogéneo de las agudísimas armonías. Así los arreglos de arpa suenan al mismo volumen que la batería, por ejemplo.

Y si lo que hace Paladin o Stormlord al combinar black metal con power metal o lo que hace Aetheria Conscientia con su black metal jazz cósmico es señal de una nueva época, definitivamente hay un nuevo género exploratorio en lo que hace Liturgy, con su nombre tradicional y su rareza absoluta para presentar su concepto artístico en la prolífica y bizarra escena de Nueva York, donde también podemos ubicar a Pyrrhon, Woe y Dead Empires.

Por supuesto que hay un genio central, Hunter Hunt-Hendrix. Olvídate de Zeal & Ardor, aquí está la verdadera vanguardia con el black metal deconstruido, con la visión hipster, con el sol de verano pegándote en los ojos para hacer riffs que derritan tu cara añadiendo luminiscentes sonidos que hacen realmente estridente, confuso y horriblemente que también tenga hermosas melodías.

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