1.
Georgie and the Dragon (2025) de Curta'n Wall: difícil empezar este día de forma más extraña, ruda, ridícula y genial. Un disco del black metal con peor sonido del mundo, a propósito, porque también es creativamente bueno: es una aventura fantástica, bélica, épica, vikinga y con voces geniales, limpias y shrieks, narradas y góticas, con un bajista realmente hábiles, grabadas con un sonido tan patético, de mazmorra y humedad que da risa e inspiración al mismo tiempo.
Así que aunque suena intencionadamente horrible, es una propuesta que podríamos llamar "kitsch", porque aunque sí tienen intención de ser ridículos también por otro lado, se toman muy serio en la producción vocal y la atmósfera medieval, mediante el folk, el black y el war metal. Aunque hay que decirlo, la propuesta es súper interesante pero la mezcla tan lo-fi no permite darle un buen puntaje. 3,8de 5.
Según RYM la banda es del género Sequencer & Tracker, es decir, que usó consolas de videojuegos de los 80 y 90 para programar los temas, lo que explica la aún más baja calidad de la batería. Son de California.
2. All you are is we (2025) de Emma Goldman. Por la portada y el nombre de la banda pensé que era algo folk o indie, y no está lluvia ácida de mathcore, black metal, nü-metal y girl rrrriot que me cayó encima. Según RYM es emoviolence y metalcore aunque las voces gritadas van del screamo al shriek, de los alaridos nü-metal tipo Slipknot a gritos punketos. Gritan desde Vancouver, Canadá.
Lo que más me gusta es que los temas no son tan cortos, de 2:30 a 4 minutos, con guitarras sucias y momentos explosivos, narraciones y gritos, que resumen mucho del noise, el grind, el grunge, pero también hay momentos calmados, como de emo, post-rock o shoegaze, y las canciones son en sí mismas simples pero bien producidas. Entonces hay para pogear, reflexionar y calmarse, con una gran riqueza rítmica. Incluyendo inesperadamente canciones exclusivamente dedicadas al hardcore techno y de drum n bass.
Es lo que obtienes si le pones el nombre de una anarquista rusa a tu banda. Según su Bandcamp son emo-hardcore o sasscore.
Les doy un sóilido 4,3 de 5.
La bandaGuitar, Vocals – Felix Ruiz de la Orden
Mixed By – Jesse Cramer (pistas: A5)
Mixed By, Drums – Pavel Ganapolsky (pistas: A1, A5, B2, B5)
Mixed By, Mastered By – Will Killingsworth
Recorded By – Mariessa McLeod
Vocals – Victoria Brindise
3. Big Trouble (2025) de Coffin Feeder: debut de esta banda de deathcore / brutal death (+grind) belga, un poco ridículo como sería el grindcore de humor negro y el thrash satírico, y al mismo tiempo brutal, hiper-veloz y radicalmente extremo. Liderados por Sven de Caluwé, cantante de Aborted, tienen sus letras y concepto en base a las películas de acción de Hollywood de los 80 y los 90. Ridículos pero violentos, con un sonido bastante atmosférico, basado en guitarras inmensas y expansivas, teclados de deathcore, una batería bestial y la voz más corrosiva que imagines sin hacer pig squeals sino shrieks y growls de death metal furioso. Es original esto.
4,3 de 5. Hay canciones que suenan algo nü-metal (el cantante de Chimaira está invitado) y otra algo groove o metalcore, aunque predomina lo más extremo y perverso, hay también diversidad rítmica dentro de esta vorágine de armas, patadas y explosiones gigantescas.
4. Your Neighborhood (2025) de The Toxhards: otro debut extraño, una banda de Los Ángeles, California, que hacen una combinación entre Weezer, Wilco y Mr Bungle, entonces es rock indie, power pop, pop progresivo, art rock y claro, geek rock, que puede tomar el indie folk, el rock alternativo, el pop rock o el rock country para llevarlo a capas y formas avant-garde y experimentales, para hacer una larguísima colección de canciones divertidas, extrañas y pulidísimas, con mínimas estridencias. Se destacan canciones como la que da título al disco, un pop barroco en que satirizan un poco el uso de lo orquestal, sin dejar de hacer una genialidad hermosísima.
En 2020 sacaron sus primeros singles. Este disco conceptual, que es casi una ópera rock, tiene clarísimas influencias de Queen y The Who para su conceptualización, Ziggy Stardust, por supuesto, pero con la idea de algo aterrizado y contemporáneo a sus influencias estadounidenses más recientes. 4,3 de 5. Hay que escucharlo de nuevo porque hay más, desde ska punk hasta garage rock, glam y art punk.
5. Even In Arcadia (2025) de Sleep Token: la banda polarizante del momento después de Ghost. Confieso que me gustaron muchísimo más sus dos primeros discos, más djent y cuando el alt-pop y alt-RnB se asomaba como complemento, este disco tiene un sonido increíble, combinando muy bien el sonido de las guitarras djent con las voces que van más hacia los géneros más electrónicos/comerciales.
Según RYM el disco es de básicamente una banda que es al mismo tiempo, de metal alternativo y de pop alternativo, estamos de acuerdo, sin embargo, para lograr eso hay afrobeats y reggeatón, pero también blackgaze y djent (como en el tema Caramel, mi favorita del disco), así mismo RnB alternativo, trap y pop rock. Sin embargo, el disco es muy irregular. Con temazos como Gethsemane, Infinite Baths y Emergence, también tiene otros muy irregulares o que son más alt-pop que lo esperado, con pocos arreglos innovadores o retadores, y para eso escucho otro tipo de artistas. Diría que 3,2 de 5.
6. Rose Thorn Necklace (2025) de Ghost Bath: desde Dakota del Norte, blackgaze depresivo, atmosférico y post-metalero, aunque lo siento como un disco que en lugar de ser muy serio, está indefinido entre hacer metal extremo influenciado por el shoegaze y sonidos contemporáneos pero también algo que pareciera lo-fi, atmosférico y al mismo tiempo sumamente básico. No me terminó de enterar si la idea es sonar sucio y de baja calidad, si es una idea atmosférica con algo de sátira o si es una banda de juguete que pretende hacer música extrema sin ser parte de la escena. Son sólo torpes.
El tema Dandelion Tea es realmente confuso, por no decir malo, porque usa unas guitarras básicas, que parecen un jam session de una banda de thrash/death de principiantes, una batería densa y electrónica, más growls profundos. Luego las guitarras se hacen profesionales, expansivas y en polifonía, lo que da una extraña sensación de insensatez. Lo mismo pasa con Vodka Butterfly, su uso de drum n bass lo-fi, sus gritos vampíricos, sus guitarras melódicas y sus voces femeninas, no te enteras del concepto: ¿es fusión, es ironía, es una burla, es un homenaje muy mal hecho? Difícil de entender, porque sí hay temas buenos, serios, que parecen tener claro la intención, pero se pierde en un mar de incertidumbre conceptual. 2,5 de 5.
Trabajo en solitario de Dennis Mikula, quien combina sintetizadores, teclados, guitarras, bajo y voz. Vale decir que tiene otros proyectos, desde una disquera a otras bandas, más ligadas a la electrónica tipo vaporwave. Lo acompaña el extraordinario baterista Mike Heller (Black Hole Deity, Raven).
7. Otherlike Darkness (2025) de Felgrave. En las antípodas está este proyecto, de tres extensísimas canciones, de death progresivo intercalado con shrieks, complejísimas estructuras de bajo jazzeado, batería extremísima, voces femeninas fantasmales, riffs arpegiados de matemáticas absurdas y capas varias de solos, arreglos asincopados, polirrítmicos, atmósferas siniestras y muchos más arpegios de bajo, que se envuelven, giran en torno en sentido contrario y se transforman de nuevo en maquiavélicos cambios de velocidad, tono y forma para generar confusas, deliciosas y extraordinarias formas de black opresivo, death disonante y progresivo extremo sinfónico. ¿Puedo decir de nuevo que tiene arreglos de bajo alucinantes y permanentes?
En este caso el solitario australiano M. L. Jupe, aunque está en Noruega, acompañado de otro baterista súper ocupado y productivo, Robin Stone, es responsable de esta majestuosa bestia gótica, oscura, serpenteando, confusa, poliédrica y asesina. Es básicamente una combinación de black y death metal en forma progresiva, técnica y avant-garde. 4,8 de 5.
8. Godtopsy (Ep, 2025) de Defigurement: dos temas de grindcore técnico hiper furioso con el cantante de Rottenness y músicos invitados de Gridlink y Cephalic Carnage. Una delicatessen del grindcore.
9. Night Verses (2025) de The Man-Eating Tree: cuarto disco de esta banda finlandesa de metal gótico / death doom que me hace recordar a In The Woods... combinando sensibilidades y estructuras del metal sinfónico y gótico con aproximaciones progresivas, con arreglos variados que van de lo orquestal, lo vikingo, lo electrónico y lo avant-garde para hacer algo que es tan operático como brutal, tan melódico como emocional, sin ser fúnebre ni patético sino más bien con un espíritu épico, excitante y existencial pero también luminoso, dentro de lo que cabe en el doom, y enfocado en presentar una fusión tan bien producida como intrincada.
Eso incluye hacer algo de goth metal progresivo y vking/folk combinado con metal alternativo como hace ahora Katatonia. Fascinante, 4,8 de 5. Me enganché con la voz de Manne Ikonen (ex-Ghost Brigade).
10. Black Samson, the Bastard Swordsman: From the Wu-Tang, the Saga Continues Collection (2025) de Wu-Tang Clan & Mathematics. Lo he dicho, es de lo que menos sé, pero este disco de verdad me gustó, resuena conmigo. El boom bap tiene ese poder aún en inglés. Según RYM es Boom Bap, Hardcore Hip Hop, Conscious Hip Hop y Neo-Soul, parte del movimiento de la Costa Este (es decir, Nueva York). Para mí es un 4,3 tirando a más, quiero escuchar de nuevo pronto.