19 abril 2017

Así vi y viví la marcha del 19 de abril en Maracay

Y aquí una crónica personal sobre la marcha en Maracay. Una camioneta nos llevó desde San Jacinto hasta un poco más allá del CC Global. Gente caminando por las aceras y llegar sorprendidos por el gentío. Reconocer y abrazar a amigos. La marcha que arrancó cerca de las 11 de la mañana desde Parque Aragua -donde confluyeron otras marchas venidas del norte y del sur de Maracay- y la Redoma de la Facultad se exacerbó en alegría durante toda la avenida Bolívar con mucha gente grabando videos y tomando fotografías, había furor, entusiasmo y consignas que apelaban al humor negro así como al reclamo ante los cordones policiales: "¡Nos roban! ¡Nos matan! y ustedes no hacen nada" coreaban unos y otros reían al decir: "¿qué? ¿qué? que se vaya Maduro y su revolución se la meta por el culo". Otro grupo, más atrevido, decía: "No arroz, no hay harina, lo que hay en Miraflores es mucha cocaína". Todo fue así hasta llegar a la Plaza Rotaria (Casa de la Cultura frente a Museo Aeronáutico). Allí la concentración perdió sentido ante la falta de algún dirigente que usara el camión del sonido para dirigirse a los asistentes. O un megáfono, como bien me apuntan. Entonces algunos se acercaron hacia el cordón policial que bloqueaba el acceso hacia el Palacio de Justicia, Alcaldía de Girardot y Gobernación de Aragua. Las oficiales iban adelante, con una cadeneta de brazos. Entonces hubo discusiones entre seguir por allí -"somos más que ellos"- y dirigentes que sufrieron para tratar de contener a la gente. Falta de contenido se palpó allí. A muchos jóvenes que en 2014 vi en resistencia y ahora forman parte de juventudes de partidos los vi esforzarse mucho más después que una cadeneta de mujeres "peinó" a algunos asistentes para quedarse en la plaza. Sin embargo, que la marcha se fuese de regreso a Parque Aragua fue lo que realmente evitó que allí no pasara nada. Algunos querían enfrentarse a los policías. Estaban más que dispuestos. Más tarde, ya en Parque Aragua, pasó algo similar. Alguien, algunos, quién sabe, dirigieron la marcha hacia Base Aragua y la avenida Casanova Godoy por la Fuerzas Aéreas. De nuevo, hizo falta la guía o la compañía del liderazgo político, el megáfono. Ya no estaba el camión del sonido. Lanzaron una lacrimógena y algunos corrieron pero el ánimo general era de persistir, seguir, incluso volver a una zona antes tradicional y ahora vedada: frente al Centro Médico de Maracay. Lo que empezó entonces, cerca de la 1 de la tarde, fue una batalla campal con piedras, trapos encendidos y botellas, lacrimógenas y perdigones, que se extendió hasta después de las 7 de la noche. La Ballena tuvo que retroceder ante la lluvia de piedras y la insistencia de la concurrida protesta, algunos se fueron hacia el estacionamiento del CC Hyper Jumbo (donde también lanzaron bombas) y se empezaron a construir barricadas para impedir el paso de la tanqueta de la GNB que ya había bajado una vez por la Casanova y otra por la Fuerzas Aéreas para tratar de disolver la concentración. Por las redes ya se advertía la presencia de civiles irregulares, algunos con escopetas de perdigones, en la esquina del Hotel Eurobuilding y alrededores. La batalla prosiguió, con un vaivén de manifestantes y policías, con el avance de unos y otros, hasta que hubo -al menos- 17 detenidos según informan abogados y defensores de DDHH. Mientras estuve cerca del lugar vimos una señora y un chamo heridos por pedradas dentro del estacionamiento del centro comercial. El lugar cerró y los vigilantes pedían a la gente salir del lugar. Más tarde vecinos del Luis XV en Base Aragua reportaron que, durante varias ocasiones, civiles y GNB entraron al lugar lanzando piedras, disparando perdigones y atacando vehículos y balcones, con total impunidad. También sucedió en Parque Choroní. Desde los balcones fotografiaron una bomba de humo verde, y un video mostró cómo policías y civiles se intercambiaban las escopetas de perdigones mientras otros mostraron cómo se prepararon (usando taxis sin placas) en los alrededores de la gobernación. Habían chamos preparados para la resistencia, otros fueron espontáneos, hubo gritos contra policías y GNB en las varias instalaciones militares de Maracay durante la marcha, pero hubo un cambio. Cuando se defendían de la represión o simplemente se trató de hacerlos retroceder para que la marcha siguiera, vi que se quedaron con ellos adultos y personas mayores, ayudándolos, apoyándolos y acompañándolos. Una diferencia notable con 2014. Esto los animó, sorprendió, impulsó. Una indignación y una fuerza que se ha esparcido, y aunque sé que quienes se apasionan o van predispuestos, también vi el ánimo de defenderse, de agruparse, de no dejarse más. Eso sí, esta marcha no tenía un fin preciso, no iba a la Defensoría, y creo que lo que parecía reducir el peligro o la conflictividad dejó un vacío difícil de completar. Y debe decirse: los manifestantes aspiran, desean, ¡exigen! que el liderazgo político acompañe y persista con ellos durante toda la jornada.

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