31 diciembre 2018

¿Qué ha pasado un 1° de enero?


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Aunque modernamente es el día mundial de la resaca y los maratones de televisión, no siempre ha sido un día para estirarse largamente en el sofá mientras intentas recuperarte de los excesos etílicos, las promesas repetidas y las fallas de las redes de telecomunicación.

En Venezuela nace el matrimonio civil en 1873, por decreto del presidente Antonio Guzmán Blanco, conocido como "El Ilustre Americano" pero también en 1958 se produjo un alzamiento militar y civil que llevó 23 días después al escape del dictador Marcos Evangelista Pérez Jiménez. Justamente un año después Fidel Castro entra triunfante a La Habana como comandante de la Revolución Cubana. Para 1976 Carlos Andrés Pérez nacionalizó el petróleo, 101 años después del primer yacimiento petrolero. En 1803 nació Manuel Felipe de Tovar, 14° presidente del país y en 2017 murió Memo Morales.

Además, en 1965 murió el escritor Mariano Picón Salas, en 1975 se nacionalizó el hierro.

Mundo
Se cree que, aunque entonces había un calendario juliano, en lugar del posterior gregoriano, habría sido el 1° de enero del año 404 cuando se pudo disfrutar de la última pelea de gladiadores en el Imperio Romano, mientras que en el año 630 el profeta Mahoma capturó militarmente La Meca sin derramar sangre. También ese día, pero de 1776, se abolieron los mosqueteros en Francia.
También hubo un YK, es decir, se creyó que el mundo se acaba en el año 1000. Lo predijeron los cristianos e incluso el Papa del momento. Lo bueno es que la humanidad aprendió muchísimo la lección, entonces luego le encargó esa labor apocalíptica a Nostradamus, los mayas y los cometas. Lo importante es el marketing.

En 1808 Estados Unidos prohíbe que se importen más esclavos, tuvieron que pasar 55 años más para que se aboliera la esclavitud en los estados confederados. En 1892 la isla Ellis se convierte en el centro de acogida de migrantes que llegan a ese país.

También en esta fecha se coronaron varios reyes europeos y se independizaron varios países africanos y asiáticos de sus conquistadores europeos.

En 1901, aunque parezca irónico, la primera autopista del mundo, de 200 kilómetros, se inauguró en Madagascar (África), entonces una colonia francesa.

En 1942 se firma la Declaración de las Naciones Unidas en Nueva York.
En 1993 nace Eslovaquia y República Checa tras la disolución de Checoslovaquia (¿esto debería ir en Deportes?).

En 1999 nace el euro. Yo acaba de llegar a vivir a Ámsterdam, Holanda, en junio. Los precios se reflejaban en ambas monedas.

En 2002 cuando se volvió moneda única en los 12 primeros países, justamente pasaba Navidades en Ámsterdam, después de mudarme a Barcelona (Cataluña, España) y a poco tiempo de regresarme a vivir a Venezuela. Me comí un falafel, pagué con florines holandeses y me dieron el vuelto en euros.

Latinoamérica
Más de medio siglo después, en 1502, Américo Vespucio llegó a la Bahía de Guanabara, donde luego se fundó Río de Janeiro, Brasil. En 1540 Irene de Suárez y Pedro de Valdia salen de Cusco, Perú, en una expedición para recorrer Chile. Y en 1574 el conquistador español Santiago Barba de Padilla funda la ciudad de Oropesa, luego conocida como Cochabamba (Bolivia). Jean-Jacques Dessalines proclama la independencia de Haití en 1804 y luego se nombra su emperador. En 1833, Reino Unido -llamado así tras la unión legal desde el 1° de enero de 1801- reclama su soberanía sobre las Islas Malvinas (Falklands). En 1841 toma posesión el primer presidente de Honduras, el general Francisco Ferrera. Benito Juárez logra entrar a Ciudad de México en 1861.

En 1937 Anastasio Somoza se convierte en dictador de Nicaragua.
En 1994, cuando salí del liceo, se dio el levantameinto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Gran ícono cultural, indígena y política de los 90.
2001: dolarización oficial de El Salvador
2008: matrimonio igualitario en Uruguay

Comunicaciones
En 1722 nace el primer periódico hispanoaméricano, la Gaceta de México, en 1788 nació The Times de Londres y tres años más tarde Mercurio Peruano en Lima.
En 1902 Nathan Stubblefield realiza la primera demostración pública de telefonía inalámbrica en Pensilvania (Estados Unidos). El inventor pudo transmitir voz y música desde una estación hasta otras siete en distintas ubicaciones de un pueblo.
En 1903 aparece el primer número del periódico ABC de España. Y en 1965 nace TVE-2.
Para 1914 entra en servicio la primera aerolínea regular del mundo, entre San Peterburgo y Tampa, en Florida, Estados Unidos. Y en 1927 se realiza primera emisión de la BBC.
Del Aeropuerto de Heathrow (Londres) despega el primer vuelo civil hacia Buenos Aires haciendo escala en Lisboa (Portugal) en 1946.
Ciencia
Giuseppe Piazzi descubre el primer asteroide: Ceres (1801)
Alfred Nobel produce dinamita de forma industrial (1867)
Se lanza el Explorer 1, primer satélite estadounidense (1958)
ARPANET deja de lado el protocolo NPC y adopta el TCP/IP (1983)
Entra en vigor el Protocolo de Montreal, ratificado por 29 países y la entonces Comunidad Económica Europea para proteger la capa de ozono

Arte
Sale a la venta el “Frankenstein” de Mary Shelley (1818)

Deportes
En 1905, 1910 y 1917 se crean los equipos de fútbol argentinos Independiente, Vélez Sarsfield y Los Andes

Cumpleaños
1895: J. Edgar Hoover, fundador y director del FBI
1953: Alpha Blondy, cantante de reggae
1958: Grandmaster Flash, músico estadounidense
1969: Verne Troyer, actor estadounidense (Mini-Me)
1984: Paolo Guerrero, futbolista peruano y Rubens Sambueza, futbolista argentino.

Thank You Scientist – The Perils of Time Travel, el inicio de la banda de rock progresivo con instrumentos de jazz

A este septeto de Nueva Jersey, Estados Unidos, los conocí con su segundo larga duración “Stranger Heads Prevail”, en la que parecía que una misma agrupación de jazz y otra de rock progresivo se tomaban turnos sin atropellarse, a veces tocando al mismo tiempo. Una experiencia que era enriquecida con instrumentos exóticos para ambos géneros, incluyendo la citara hindú, el japonés shamisen o la sierra junto a otros más tradicionales como la mandolina, el saxofón y el violín. Antes de éste y su debut “Maps of Non-Existente Places” hubo un EP, The Perils of Time Travel de 2011.
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El Ep, de apenas cinco temas, empieza con el dúo "Grin" y "Abandonship" donde se hace gala de rock progresivo más clásico, más conocido, pero ya con los matices de incluir instrumentos de viento y rasgados de acid jazz en la mezcla, dándole una sonoridad propia. Ahora, en el tercer tema “Leave The Light On” ya se inicia esa convivencia de géneros. La canción empieza con metales de jazz, deja un pequeño interludio para el progresivo, para volver a apoderarse, tocar juntos combinando guitarra y saxofón para finalizar con descargas de rock.

Luego regresa a esa etapa inicial, donde los instrumentos de jazz acompañan sin destacar demasiado pero siendo esenciales para las melodías y las atmósferas. Y así parece reflejarlo su portada, con dos personas dándose la mano antes de salir a un vuelo espacial.

Puedes escucharlos aquí https://thankyouscientist.bandcamp.com/

Más reseñas:

Vagabond – Subterranean Masquerade, suculento manjar progresivo con arreglos de Medio Oriente

Publicado el 6 de septiembre de 2017, Vagabond es un viaje plácido a tierras exóticas. Esta agrupación israelí toma elementos conocidos, pero dispares, como el metal progresivo, la música de Medio Oriente o la psicodelia de los 70, para trasladarnos en un vuelo rasante por su propuesta única, sin fórmulas ni repeticiones, ni sobreexponerse.

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Distinto a lo que hacen bandas como Orphaned Land -compartían baterista hasta este disco- o Mayan, aquí probaremos avant-garde con el rock progresivo como pivote, con muchas cuerdas y arreglos de vientos, algunos de ellos instrumentos étnicos. Girando entre muchas vocales limpias y algunas guturales, producto de tener dos cantantes, Kjetil Nordhus (Green Carnation) -ahora fuera del grupo- y Eliran Waitzman, emergen del fondo algunos trozos de música judía y gitana o coros hindúes, por lo que podrían estar más emparentados con Thank You Scientist que con otros exponentes del folk metal. Ni brutal ni atronador, aunque con death y doom en su recorrido, el disco es un trago sustancioso pero ligero, a veces cinemático y jazz, con picante momentáneo.

Esta vez me costó mucho elegir un solo tema, porque todos coinciden en regalarte esta fiesta multicultural, donde las guitarras rockeras son acompañadas por saxofón, violín y acordeón.  Las canciones no son repetitivas, aunque suaves y cadenciosas, algunas tienen más jazz, más metal y más trompetas. Hay que comérselo completo. Delicioso.

Como premio a recorrer el mundo desde su óptica de rock progresivo de metales y percusión oriental, el disco finaliza con una versión libre de Space Oddity de David Bowie.

30 diciembre 2018

Choroní es un paraíso, cómo llegar desde Maracay o Caracas y dónde alojarse

Uno de mis lugares favoritos en Venezuela es el pueblo de Choroní, donde he pasado mis vacaciones anuales con mi esposa Aruska, pero donde también escapamos en mi cumpleaños, el de ella y cada vez que podemos. Allí se filmó parte de la película "Bolívar" con Édgar Ramírez y es un destino con fama mundial por su belleza playera, su ambiente amigable y un casco colonial donde puedes degustar chocolate, la famosa guarapita (bebida alcohólica con base en la caña clara y el jugo de frutas) y comer un pescado frito muy fresco, bailar tambores en la su malecón o esconder en sus maravillosas playas a tan sólo minutos en lancha.
El pueblo, encallado en el Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua, se destaca por la belleza de sus posadas y el atractivo de sus playas. Superar los 55 kilómetros desde Maracay pasa por atravesar biodiversidad del bosque húmedo de las montañas del Henri Pittier, que exhibe su siempreverde exuberancia que ha cautivado a científicos del mundo.
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Fuente: Cristian Sever (El Nacional, con quien realicé este viaje) https://www.instagram.com/cristiansever/
La ruta inicia, tras pasar el balneario Las Cocuizas, con un camino ascendente y serpenteante, cubierto de niebla y con altísimos árboles centenarios. Los años han dado una especial pericia a los chóferes de la línea de autobuses que cubren la angosta vía, que data de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Ante lo empinada de su subida, que alcanza su punto más alto en “La Cumbre”, donde inicia el descenso hacia la costa, pasando por los caseríos de Romerito y Tremaria, así como el río Las Mercedes, se recomienda acordar con una agencia de turismo un transporte que suavice la travesía, para disfrutar de la vista. En el descenso se pueden ver a las orillas del camino ventas de comida, posadas y spas, aunque quedan a kilómetros de la playa.
En la entrada de Choroní, que se reconoce por la estatua de la oriunda beata María de San José y puestos de empanada de ladrillo rojo, se abre a la vista, como en un cuadro del pintor Pacheco, el colorido casco colonial, entretelón a la iglesia del pueblo y la arbolada Plaza Bolívar. Allí también puede visitarse la dulcería Cacao Café, justo al lado de la venta de chocolates artesanales y gourmet, provenientes de todo el país.
Aunque el acceso hacia la playa de Puerto Colombia se encuentra parcialmente restringido por la acumulación de arena sobre el paso asfaltado tras un deslave ocurrido en Las Mercedes en 2017, se puede cruzar a pie y con automóviles rústicos. Al final del camino hay un estacionamiento, una vieja hacienda cacaotera, además de una docena de restaurantes. A orilla del puente peatonal está la vía hacia el Cristo que se alza en la cúspide de la montaña mediante unas escaleras.
Desde el malecón, donde puede comprar la dulcería de Carmen Cobo, la famosa guarapita de Choroní y apreciar la estatua de San José, también se puede zarpar a las playas de Puerto Escondido, Cepe, Valle Seco, Uricao o Tuja, donde además se puede practicar el paddle surf o de remo y el buceo con snorkel. Los mismos botes también pueden llegar hasta Chuao u Ocumare de la Costa.
Oferta divina
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Fotoleyenda: Posada Cacaoní Lodge
  • Casa Bequevé: mezcla lo colonial con lo moderno. Tiene una estación 24 horas de bebidas no alcohólicas, así como un paquete de desayuno, merienda y cena dirigida. Organizan excursiones playeras y masajes a orilla del río. Posee dos piscinas pequeñas. 02122645307 bequevereservas@gmail.com / bequeve.com/choroni - Me quedé aquí para mi cumpleaños en marzo hace poco y fue una maravilla. Nos dieron dos cervezas gratuitas por día, la comida fue espectacular y nos el trato fue muy íntimo. El chef nos hace "comida confianzuda" como él le llama, es decir, que aprende de lo que te gusta para cambiarla y adaptarla a tus gustos.
  • Hotel Hacienda El Portete: Posee tres ambientes, Colonial, Vista a la piscina y Réplica del pueblo, incluyendo plaza e iglesia, que es salón de eventos. Ofrece desayuno criollo, salón de juegos y cyber. - Aquí se casó mi hermano, así que aunque ha decaído un poco, sigue siendo muy interesante porque es grande, con muchos espacios distintos y entretenimiento dentro del lugar.
    0243-9911255 http://www.elportetechoroni.com/elportetechoroni@gmail.com
  • Cacaoní Lodge: Con 12 habitaciones distintas, es exclusivamente para parejas. Tienen masajes a orilla de río, piscina y un paquete de cena, pre-desayuno en habitación, desayuno y full-day con almuerzo playero en Uricao. Especial para bodas y peticiones de matrimonio. 04126934460 www.cacaonilodge.com reservaciones@cacaonilodge - Aquí trabajó mi amiga Carmencita. Este lugar es bellísimo, extraodinario, elegante, minimalista, ideal para enamorarse.
  • Posada Tahití. Inspirada en la arquitectura mediterránea, convierte tu experiencia según gustos en tu planilla de reservación. Con restaurante, piscina y Garden Bar –que usa bases artesanales- ofrece también juegos temáticos y música en vivo en un amplio jardín. 02439911306 facebook.com/posadatahitichoroni tahitiposada@gmail.com (Aquí fui a cenar en mi cumpleaños 39 con mi esposa y nos deleitamos con la amplísima oferta de sushi, ceviche y tragos). 
  • Posada Pittier, ubicada muy cerca del terminal de Choroní, ofrece piscina en un cuidado jardín para hacer parrillas. Sus habitaciones, matrimoniales, triples y cuádruples, confortables y acogedoras, están decoradas con flores y cuadros. - Lo mejor son los espacios verdes alrededor de la piscina, como para una parrillada.
  • Posada Arakemo: 22 cabañas en un terreno de 11 mil mt2, paisajismo con 120 especies de palmas, estanque, cría de gallinas, piscina, parrilleras, parque infantil, restaurante y bar, además de un salón de eventos. Se pueden observar monos 0243-8897275 / 0414-4544890 arakemoposada@gmail.com http://www.arakemochoroni.com - Su dueño nos dio alojamiento gratuito cuando fui a reportar el desastre del deslave del río. El lugar es espléndido con sus áreas comunes.

Posada Bequevé
Las fotos son mías, realizadas en un viaje a todas las posadas arriba explicadas. La principal es mía haciendo paddle surf gracias a los amigos de Paraíso Choroní, quienes organizan viajes a la playa de Tuja, a unos 40 minutos en lancha, para hacer este deporte, snorkeling y otras actividades, incluyendo almuerzos a orilla de playa. Los consigues en https://www.instagram.com/paraisochoroni/?hl=es

29 diciembre 2018

Troker – Imperfecto: un disco “de todos para todos” de jazz mariachi electrónico

Conocí a estos mexicanos con “1919 Música para cine”, la cuarta producción de Troker, creada para musicalizar una película muda policial mexicana del siglo pasado, “el automóvil gris”. Pueden leer más de ese disco aquí.


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Impresionado y movido por la curiosidad de escuchar esta banda de Guadalajara que hacía una especie rock progresivo mestizo con instrumentación de jazz acústico, sin guitarristas pero con DJ, busqué sus otros discos.

Desde sus primero demos impresionaron con su mezcla de chachachá, rancheras, mariachi, funk, hip hop, reggae, y jazzrock, tanto que su primer larga duración “Jazz Vinil” (2007) contaron con Omar Rodríguez-López de The Mars Volta y Pato Machete de Control Machete en sendas canciones.

Ahora, con Imperfecto, su quinta producción, los mexicanos tomaron un rumbo más experimental y electrónico, con muchos scratches, manipulación de las pistas e improvisación. Lo han llamado “un disco de todos y para todos”, así como un repaso de sus muchas giras internacionales, para hablar de lo vivido y lo sentido. Por eso la portada es una parvada de pájaros del artista gráfico Ricardo Luévanos.

El disco, que fue financiado gracias a la plataforma de crowdfunding Kickstarter, así como el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y la Universidad de Guadalajara, es además respaldado por el sello estadounidense Ropeadope, lo que es coherente con su personalidad artística, pues este sexteto es también un grupo de promoción cultural y social con varios proyectos educativos.

En “Imperfecto” dejan de ser instrumentales, con la voz de Renee Mooi “One Thousand Million Years” y Freedom Bremner en “Coyote” sobre la migración mexicana forzosa. Los otros títulos son igual de evocadores, desde “Chip” sobre el futuro hasta “Nahual” acerca de las raíces pasando por “Ofrenda”, “Ofelia”, “Záfiro” o “Chicano”, explorándose a sí mismos desde diversos ángulos.

El disco es realmente cautivador, pero me suena en muchos momentos excesivamente electrónico. Ya no es el divertido mariachi punk que hacía jazz rock. Sino muchos teclados y efectos sonoros dominan la escena de un jazz más ligero, con tiempos más tradicionales. Aunque debo conceder que su aproximación me hizo recordar a los extraordinarios Babylon Motorhome por momentos, me quedo con sus discos anteriores.

Mi momento preferido del disco es el dúo “Ofelia” y “Chip”, donde cobra más protagonismo el sonido acústico de los vientos y la improvisación poderosa de batería-bajo, aunque nada despreciable son los siguientes “Escarlata” y “Chicano”. Sin dejar de ser muy bueno, “Imperfecto” está muy lejos de la mirada progresiva de antes para adentrarse en algo más similar a un St Germain. Lo que bautizaría como jazz mariachi electrónico.

Puedes escucharlos aquí https://trokermusic.bandcamp.com/

27 diciembre 2018

Gorod - Process of a new decline (2009), death técnico progresivo con pinceladas de experimentación sónica

Death metal técnico progresivo, palabras que no tan usualmente van juntas porque requieren contener precisión a altas velocidades rítmicas, riffs rocambolescos que se deslicen por el mástil como rayos láser y arreglos que no sólo incluyan teclados, golpes de batería atravesados y un jazzista en el bajo sino que eso implique melodía, momentos épicos y sorprendente poderío salvaje.

Así es el tercer disco de estos franceses, Process of A New Decline (2009), que me voló la cabeza desde el primer tema. “Disavow your god”, mi preferida, se echa unos buenos tragos de los primeros Cryptosy y Cynic, se dispara también interludios de space rock, sazonando con guitarras funk. Los riffs mutan rápidamente del death melódico al hardcore hasta perderse en elucubraciones tipo Muse, con arpegios brincando por doquier para que bajo y batería jueguen al jazzfunk.

Lo que nunca se abandona es la carrasposa voz gutural, brutal acompañante de los acompasados golpes de guitarra y percusión. La batería tiene un sonido penetrante, con una fuerte presencia del redoblante y bombos procesados, compartiendo protagonismo con las armonías de guitarras. En conjunto, un sonido taladrante y persistente, que da espacio para los devaneos del bajo y los arpegios imposibles.

Aunque la mayoría del disco se desarrolla centrado en lo técnico y lo progresivo, con suculentos arreglos musicales que nutren sin salir del género extremo, hay una excepciones increíbles en las canciones “Rebirth of senses”, “Guilty of Dispersal” y “Watershed”, en el que reaparecen brevemente sonoridades experimentales mientras se eleva la intrincación de los tempos asincopados. Repartidas por todo el disco, dan diversidad sin estridencias.

Un discazo de versatilidad veloz, punzante y oscura.

Cease de day de In The Woods, una búsqueda entre las punzadas black metal y el heavy doom

Esta banda noruega ha sido hasta ahora sinónimo de avant-garde, en la búsqueda de una amalgama perfeccionista de estilos del metal extremo. Su anterior disco, Pure, fue memorable y furioso. Pero han cambiado, más ahora que se fueron los guitarristas hermanos Botteri.

 

El disco arranca con “Empty Streets”, teclados ambientales y órganos son acompañados por una profunda voz de barítono, que dominará la primera mitad del disco. La pieza, de más de 9 minutos, varía en estilo, sonido y vocalización entre el doom gótico, el rock pesado, con algunos riffs furiosos del black y el death e incluso interludios de guitarra clásica.

El disco, evocador en sus partes más calmadas como logra ser Blackwater Park de Opeth con su psicodelia oscura de mid-tempo, es interceptado con cierta frecuencia por punzadas black metal, en medio de la mayoría de vocalizaciones que me recuerdan a Paradise Lost como rockeros alternativos, lo que no es muy bueno. Aunque son potentes los desgarrados gritos de garganta, al estilo de Vallenfyre.

No pude evitar pensar que parecía querer resumir la evolución de Ulver, exceptuando lo electrónico. Es Bergtatt y Kveldssanger al mismo tiempo, con algo de The Assesination of Julio Cesar. Es realmente un tributo al cambio, con guitarras con wah wah, puentes góticos y probando sonoridades que en momentos parecen una nueva forma de death n roll, con coros pegajosos que entonces abre a la cruda interpretación metalera. Es casi una indecisión, para ser honestos.

Pero aunque las intervenciones más crudas y ácidas son bien trabajadas, cayendo como lluvia ácida sobre un rostro limpio, extraño la psicodelia black metal, de lo que no aparece casi nada en las guitarras hasta el cuarto tema, “Cloud Seeder”. Hasta aquí la parte que llamaré menos atractiva, con las partes no metaleras no tan originales ni interesantes, salvo por el extraño detalle de las voces procesadas y la casi perenne presencia de teclados atmosféricos.

El disco tiene lo mejor al final. Cuanda se acercan más al Vertebrae de Enslaved. Los últimos tres temas, fuera del outro “Cease the day”, tienen los mejores riffs no metálicos, pegadizos y cantables, con la mejor combinación de metal extremo y hardrock, voces menos melosas y puentes mejor hechos, con respectivos “heavy gallops” para darle fuerza a las descargas black metal. Las dudas se disipan, saben que queremos escuchar crudeza y la dan de mejor forma.

Vector de Haken, más pesados que nunca, se exhiben con un viaje de metal progresivo preciso, matemático y laberíntico


Me emocioné al enterarme del disco nuevo de los británicos Haken, después del extraordinario Affinity así como la versión en vivo L-1VE. Incluso preferí escuchar antes el concierto para irme adaptando, porque con el metal progresivo me parece mejor bajar expectativas para dejar que los sabores más digeribles no oculten las joyas escondidas de la instrumentación en capas más sutiles. No quería que me pasara lo que sentí con Nova Collective, demasiado talento y canciones predecibles, y porque admito que nunca disfruté demasiado de Dream Theater, por más paradójico que parezca.

Con un intro que asoma ciertos arreglos electrónicos, la primera canción “The Good Doctor” asoma usa voces limpias y una aparente sencillez inicial para desenfundar la poderosa máquina de ejecución instrumental, con fuerza, velocidad e intrincados juegos de batería, bajo y guitarras en un sonido denso, alimentado copiosamente de órganos de iglesia y teclados de Diego Tejera. No desilusiona sino te hace querer mucho más. Y te lo dan en Puzzle Box cuando los arreglos empiezan a sonar sobrehumanos, con ultra precisión técnica y ambiente electrónico. Matemática para pocos en forma de metal progresivo. Bravo por los arreglos de bajo y teclado que nos hace sentir que una máquina sideral construye un futuro límpido y complejo de post-industrialización cósmica. Le queda perfecto el nombre pero que también alude al tema lírico del disco, sobre un paciente psiquiátrico y la experimentación que un doctor hace con él, entonces es también un concepto de medicina epidemiológica.

Lo que vas a escuchar entonces es metal progresivo con arreglos de drum b bass, riffs pesados y complejos de djent, cortes polirrítmicos y la influencia de Adam Getgood, exbajista de Periphery, en la producción. Es decir, a pesar de mi inicial precaución, este disco no se pone más suave, melódico o fácil de escuchar, sino que explora una nueva forma de complejidad sónica que me ha gustado muchísimo, porque también recuerda a Opeth y Thank You Scientist, en que se combinan elementos de jazz, rock progresivo y ambientes fantasmales.

Lo mejor del disco es el tema “Veil”, de casi 13 minutos y el instrumental seguido “Nil by mouth”, en que Haken muestra sus dientes, cambia de tiempo y texturas, juega con teclado y voz, hace laberínticos arreglos y se exhibe su virtuosismo conjunto.

Aunque inicialmente no me capturó, con cada escuchada se metió en mis neuronas, gracias a los extraordinarios arreglos de voces. Una mejora con respecto a su propia obra, ahora con un rostro más duro. Y Haken, eventualmente, se transformó en uno de mis favoritos que logré presenciar en vivo en 2023 en Bogotá.

Duendes, cine de los 70 y metal primitivo, en un circo infernal, así es Scenes from Hell de Sigh

Scenes from hell (2010), el octavo disco de Sigh, es una producción extraña, sin ataduras a su propia historia de rareza experimental y que no teme mostrar el choque de occidente y oriente de forma inusual. Cierra la puerta, que no habrá piedad en lo que podemos probar, más allá de las etiquetas del metal.






Trompetas, saxofones, trombones, cornos y oboes junto a orquestaciones de cuerdas que recuerdan a bandas sonoras de la televisión o películas de terror de los 70, una percusión de rock and roll con un sonido thrash y un interesante intercambio sónico y melódico. Los arreglos acústicos están a todo volumen, variando entre arreglos de sonidos de folk europeo a composiciones clásicas y televisión policiaca, a veces exageradas, que cubren a guitarras primitivas, como el primer death-doom a lo Unleashed, a veces con poca distorsión e incluso a veces meras acompañantes rítmicos.

Golpes, cortes, cambios. No es progresivo lo que hace Sigh en este disco como en otras producciones. No hay sucesivos ni rápidos cambios de género, acordes y tiempos complejos, esa no es la receta. Más bien es un compendio de variaciones melódicas de un tema central repetitivo que va en crescendo, casi galopando, elevándose hasta un climax extraño que explota para una risotada del compositor más oscuro de Japón, que usa todo lo que tiene a su mano para componer sin dejar de gritar demoníacamente.

Es difícil encontrar un momento para definir este disco. Aunque veces hay un poco más de ese circus-metal-ópera de The Arcturus y black metal sinfónico francés en trozos más largos sin instrumentos de vientos, son las texturas sónicas el ingrediente preponderante. Los mismos acordes que podrían ser góticos tienen sonoridades alegres que los hacen sonar como música gitanas, pareciendo casi una parodia, pero la vocalización férrea y oscura no deja espacio para esa duda. No es sátira, es un collage atronador.

Así que esto no es el Quintassence de Borknagar, que aspira a ser algo sumamente innovador, rompedor, state-of-the-art, sino una explosión de la psique. Me hace pensar en la unión de dos ríos que se rehúsan a ceder espacio al agua ajena en el nuevo torrente. Así que los gritos agudos no ceden en casi ningún momento, ni tampoco la dura y rápida batería con sonido del St Anger de Metallica, ni siquiera cuando teclas y vientos invaden con mayor volumen, sonando como en peligrosa persecución policial y claro, menos cuando parece hablar de dragones y batallas, casi deseando ahogar esa malvada guitarra de Mirai Kawashima, que enreda todo cuando no ya casi entiendes que se trata de duendes delincuentes en carrozas de caballos marcianos que huyen con el botín de rebeldes inspectores bigotudos con armaduras medievales en medio del polvoriento medio-oeste norteamericano.

Así que creo que esto es psicodelia black metal como Nachtmystium pero con humor negro. Me hace recordar a esas bandas electrónicas noventeras que yuxtaponían muchísimas capas de samples en una especie de collage sónico casi psiquiátrico que se alimentaba de todo, desde grabaciones lo-fi en cassettes hasta películas en blanco y negro pasando por sonidos incidentales industriales o computacionales. Pero Sigh es un hijo demente de un padre metalero que está viendo películas de Tarantino y de época medieval que está rescatando sus vinilos de country y folk norteamericano, usando tanto su computadora como su amplificador para hacer canciones que permitan resumir todo lo que le gusta, usando además instrumentos japoneses, violines y acordiones.