13 enero 2025

Lo nuevo de The Cure, black atmosférico, hardcore punk Nueva York, synthpop / synthwave, death progresivo/jazz fusión, metalcore/hardcore melódico,

1. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Empiezo el 13E con lo mismo que el 4N. En ese momento dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Añado que según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. En Spotify.



2. Shadow over the Fallen Lands EP (2025), una colaboración entre Mörkvind (Italia/Alemania) y Tårfödd (Suecia) para hacer, presuntamente, post-black metal progresivo. Básicamente Simon Lindgren de Tarfodd recibe ayuda en el bajo y vocales de músicos de Morkvind. Y aunque me parece bastante bueno, es realmente black atmosférico y melódico, que post o progresivo. Le daré un 4,3 de 5. En Bandcamp.

3. Living Gracious EP (2025) de Crush Your Soul: segundo EP de esta banda de metalcore / hardcore niuyorkino (no sabía que era un género aparte) que empieza con un tema de hip hop, que se repite en otros momentos. Hay grindcore, groove, thrash/crossover, algo de nü-metal y mucho hardcore punk. Interesante, quiero escuchar el EP de 2024. 3,9 de 5. En Spotify.

4. Fables (2025) de Banshee: la muy sexy artista de Los Angeles, California, de phonk y witch house, conocida por su estilo de sirencore, parecido a los iniciales experimentos de black metal de Poppy y el primer disco de Lingua Ignota presenta un disco 2025 con apenas algunos shrieks, dejando atrás el trap metal y el phonk house para presentar un disco que, aún alternativo, está más enfocado en lo bailable, lo electrónico e incluso algo pop, a base de synthpop y synthwave, más algunos detalles de ethereal wave. El disco está chévere aunque es un bajón el cambio tan radical y la pérdida de los elementos diferenciadores. Regular, 3,5 de 5.

5. The Core (2013) de Illuminati, único disco de este río rumano de jazz fusión / death progresivo que suena a una choque de Cynic, Death y Gorguts, en que hay media docena de estrellas del death progresivo mundial como Daniel Mongrain (Voivod, ex-Martyr), Mike Browning (Nocturnus AD, ex Norcturnus y ex Morbid Angel), Luc Lemay  (Gorguts), Tony Choy (ex-Atheist, ex-Cynic, ex-Pestilence), Patrick Mameli (Pestilence), Tymon Kruidenier (ex-Cynic, ex-Evixious) y Kelly Shaefer (Atheist). Es una enciclopedia y un tributo, 4,7 de 5. En Spotify

6. Keep Planting Flowers (2025) de Stick to Your Guns, la banda californiana de metalcore / hardcore melódico llega a su octavo placa en buena salud, gritos tremendo, música potente y dinámica, una buena fiesta rockera. Las guitarras son gigantescas, la batería hace muy buen trabajo y lo mejor está en la mezcla de animados momentos punk y la agresividad del metal. 3,9 de 5 por que la competencia es dura. El disco cierra fuerte con Terror y SeeYouSpaceCowboy de invitados. En Spotify.

7. Lïan (2016) de Rïcïnn: uno de mis discos favoritos de proyectos de música avantgarde, junto a otras como Igorrr, Corpo-Mente y Öxxö Xööx. En este caso, el álbum debut de este proyecto neo-clásico /darkwave tiene una mayoría de canciones de electrónica, folk y neo-clásica, a veces tan misteriosa como Elend y teatral como Diamanda Galas, aunque en un enfoque mucho más accesible, con arreglos de cuerdas fúnebres, pianos góticos muy dramáticos y las vocalizaciones etéreas y operísticas de Laure Le Prunenec (quien también ha colaborado con Cattle Decapitation) y Laurent Lunoir. Por momentos, algunas guitarras pesadas nos llevan a post-rock y el metal gótico. 4,8 de 5. En Spotify. 

8. The Blossoming (2024) de Aetheria Conscientia: black metal atmosférico y progresivo / jazz fusión que echa mano de ideas y sonidos alrededor del space rock, el post-rock y la psicodelia con saxofón, shrieks y experimentación. 


12 enero 2025

Lo nuevo de Franz Fernidanz, versiones jazz de clásicos del rock y el metal por Alex Skolnick, death/black melódico progresivo (In Vain) y black progresivo experimental con mucho jazz fusión

1. The Human Fear (2025) de Franz Ferdinand, después de seis años, la banda de indie rock escocesa reaparece con su cóctel de música de los 80, combinando indie rock, glam, algo de new wave, dance-punk y post-punk para entregar una serie de canciones melodiosas, pegadizas y con gancho, algunas con más guitarras y otras más enfocadas en lo electrónico, aunque para mí es un regreso después de una década de excesos de comercialidad. Sin ser una gran pieza de arte, me pareció bastante buena, por su sonido oscuro, su producción cuidada y su enfoque en crear canciones bailables y dinámicas, sin ser demasiado ligeras sino con momentos muy loables, con guiños al britpop, mod revival y hasta art pop o chamber pop, especialmente en el tema Tell Me I Should Stay, definitivamente el punto más alto del álbum, pero también en Black Eyelashes, producida con sólo sonidos de instrumentos asiáticos. Puntos: 3,9 de 5.

Primer disco de Audrey Tait como baterista, quien se unión al grupo en 2021. En Spotify.

2. Transformation (2004) de Alex Skolnick Trio: otro hermoso disco que combina composiciones propias y versiones del rock y metal en clave de jazz-rock fusión en manos del guitarrista de Testament. Pink Floyd, Iron Maiden, Judas Priest, Deep Purple, Scorpions. Lo mejor es que algunas de las "transformaciones" son en clave de swing, funk y hasta jazz latino. A diferencia de discos posteriores, este debut remarca el sonido de la batería y el bajo, con la guitarra haciendo nuevas armonías y arreglos de las canciones, pero remarcadamente potentes. Una excepción memorable está en Highway Star, en la que se incluye una sección explosiva con una guitarra altísima en ganancia, en noise rock haciendo un solo gigantesco.

3. Solemn (2024) de In Vain, es un disco impresionante en su capacidad de composición, una especie de versión europea y mucho más épica de BTBAM, con magníficas voces guturales y limpias, entre vikingas, vampíricas, de melodeath y operáticas -cortesía de Sindre Nedlandy Andreas Frigstad-, momentos impresionantes de black sinfónico con death/doom melódico, algunas leves influencias del rock progresivo y psicodélico y mucho del black/death progresivo, que pueden girar completamente como en el tema inicial del disco, que después de una muralla de melodeath se termina con varios minutos de trompetas repasando la melodía principal, que se repiten más tarde en Eternal Waves.

A diferencia del Currents (2022), donde hubo momentos con mucho rock progresivo y sintetizadores setentosos así como momentos de riffs y voces metalcore, con Mathew Heafy de por medio, ahora hay toda una sinfonía de influencias del metal extremo progresivo y melódica, recorriendo décadas de monstruosos hitos de la música más oscura y al mismo tiempo emotiva y desgarradora. La canción final, que vuelve a sus andanzas hiper progresivas con cambios de tiempos imposibles, tiene además a Davidavi Dolev (Subterranean Masquerade).

La batería, sintetizadores y arreglos de cuerdas estuvieron a cargo de Tobias Øymo Solbakk (Ihsahn, Black Void/White Void), el bajo de Alexander Lebowski Bøe (invitado en los discos World Metal de Solefald) y las guitarras sobre Johnar Håland (también invitado en World Metal. Komospolis Sud) y Kjetil D. Pedersen. Junto a ellos músicos que agregaron violín, viola, trombón y saxofón, que se turnaron en tomar el protagonismo, en momentos de total dominio de la música de cámara, a lo Caelestra. 4,8 de 5. En Spotify.



4. Sacred Sound of Solitude (2025) de Bloodbark: de origen desconocido, esta banda de black metal atmosférico y melódico, con algo de blackgaze, hace temas largos basados en trémolo picking, batería rudimentaria, ambient casi new age y unas guitarras acústicas, empaquetadas en un sonido tan cristalino que en lugar de ser depresivo y subterráneo se antoja paisajístico y casi documental. Con temas totalmente ambient, también hay suciedad traída con sonidos de post-black metal e industrial. Es realmente convincente e intrigante, con canciones que se van develando poco a poco con motivos repetitivos y casi doom. Diría que 4,2 de 5. En Spotify.

5. Hypnosophy (2016) de Aenaon, de la tierra de Hail Spirit Noir, proviene esta banda de black progresivo y muy experimental y jazz fusión, gracias a Orestis Zyrinis, firmados por la disquera avantgarde Code666 Records. Es difícil describir apropiadamente pero esta es una banda que como Thank You Scientist u Orgone, parecen dos (o tres) en una (al menos), porque hay sonidos de big band jazz con shrieks encima, riffs de dark cabaret y black melódico, mucha percusión tribal y rock psicodélico sobre una alocado piano de jazz.

La producción vocal va también de cánticos gritados como un Oi! perverso, entre otras diversas técnicas guturales, limpias y mixtas que parecen interpretar distintos gnomos, duendes, dragones y asesinos alados, usando ópera, gritos hardcore, melodías vikingas y ocultistas. Es como Goat y Ezra Collective con Solefald y Borknagar, en que lo psicodélico es muy potente, el metal progresivo también y las fusiones folk / jazz / experimental mucho más, gracias a Chris Zindros, encargado de batería, percusión, Saz, bouzouki, cítara y oud. 

Este disco me hizo el domingo en la noche. 4,8. Tiene algunas voces femeninas medio regulares y el tema final, aunque es un opus épico de 15 minutos, tiene otras irregularidades vocales que pueden ser disonantes o experimentos que no salieron tan bien. En Spotify. Es igualmente una monstruosidad de disco. 

11 enero 2025

Lo nuevo de Lambrini Girls, death/black con Joey Jordison, black/death atmosférico neoclásico, death metal, death/thrash industrial (Cavalera Conspiracy),death/black técnico progresivo, black/folk canadiense regular, black/death/sludge/post-metal, post-black / blackgaze,

1. Ashes EP (2017) de Sinsaenum: furioso death/black, con disonancias, vocales elaboradas que van del shriek al gritado thrashero, growls y narraciones, cortesía del húngaro prolífico Attila Gábor Csihar (De Mysteriis Dom Sathanas de Mayhem), sobre guitarras gruesas que hacen solos magníficos y una batería hipersónica (Joey Jordison). No soy especialmente fanáticos de estas bandas de estrellas que exploran géneros largamente cultivados por bandas desde el underground, aunque debo decir que los riffs son realmente brutales y el sonido en general es demoledor, impulsado por dos miembros de la banda de death francés, Loudblast 4 de 5. En Spotify.

2. Bellum II (2024) de Aquilus, continuación del disco de 2021, de esta banda de black/folk metal atmosférico neoclásico, que combina fenomenalmente música académica occidental y dark folk mediante varias guitarras acústicas y orquestaciones con instrumentos de cuerda y flauta, con black metal infernal, a veces separados y otros superpuestos. Los motivos acústicos son dulces melodías sinfónicas en forma de soundtrac, que hacen armonía con doble bombos de war metal, shrieks violentos y riffs de death melódico. 

No es sólo sólo black sinfónico en que cornos y trompetas wagnerianos dan fuerza a riffs de guitarras bestiales a los Septicflesh ni metal sinfónico a partir de un coro y orquesta al servicio del death metal o el hardrock como Therion o Haggard, es que los instrumentos clásicos dibujan la melodía principal, los cambios de tiempo y atmósfera, comandan la canción incluso cuando es invadida por vikingos alebrestados con antorchas y púas, entonces se pueden fusionar en black sinfónico grandioso, ser amalgama de orquesta y metal para hacer black atmosférico, e incluso a veces es el metal extremo un acompañante de las orquestaciones, llenas de interludios acústicos, momentos de calma y variaciones armónicas, lo que podríamos calificar de metal progresivo. 

Es realmente inspirador, por momentos dulce y melódico, bellísimo y hasta onírico, convirtiéndose en bestia, cuervo y tormenta de azufre, sin soltar jamás la batuta teatral provocada por lo sinfónico. 4,9 de 5. Es la gran obra del australiano Horace Rosenqvist, quien se encarga de guturales, bajo, guitarras, batería y teclados. En Spotify.

Dato: las guitarras y algunas orquestaciones evocan a Opeth, y es que el ingeniero de grabación de este álbum, el sueco Jens Bogren, produjo, grabó y remasterizó varios discos de sus discos.


3.  Loathing & the Noose (2025) de Faithxtractor: banda de death metal de Cincinnati, Ohio, death metal cavernoso, voraz, rápido, con unos riffs que suenan como speed/thrash en esteroides de deathgrind, con solos y ambiente de death metal old-school, lleno de reverb y esos fondos misteriosos, como de película de suspenso, muy a lo Obituary. Un gutural denso y punzante. En el tema Ehos Moribund, hay riffs en que los guitarristas parecen tener más dedos que una banda de power metal, mostrando una urgencia dramática en que rozan lo técnico y lo progresivo manteniendo la sangre en los dientes y garras, similar a los inicios de Grave. También escuchamos temas más pausados, cercanos al death/doom de Morbid Angel y otros a mid-tempo que permiten disfrutar más claramente de la habilidad y detalles de las composiciones.

Es el trabajo del dúo conformado por Ash Thomas, encargado de bajo, batería, guitarras y guturales, y la boliviana Zdenka Prado en el bajo. Un brutal, 4,6 de 5. En Spotify.

4. Psychosis (2017) de Cavalera Conspiracy: esta banda de Max e Igor siempre fue como una versión más death/thrash/industrial de Soulfly, que aunque ahora derivó en este género, fue mucho más groove/nü-metal, lo que le permitía a Max dividir en dos sus influencias y expresiones. Todo esto parece haber desembocado en lo que muchos esperaban y era una camino natural para esta banda, la regrabación de los primeros discos de Sepultura -con críticas mixtas- y la posibilidad de participar en la gira de despedida.

En este disco el dúo Cavalera junto a Marc Rizzo (que se despide de Soulfly y Cavalera Conspiracy) y una decena de invitados hacen una versión bien oscura y electro-noise del death/thrash/groove que parece reconciliar un poco los inicios de Sepultura (hasta Arise) con el sonido oscuro, influenciado por música clásica, hardcore punk y el death originario con el thrash/groove posterior de Chaos AD y Roots, sumándole el sonido industrial de Nailbomb, especialmente por incluir entre los invitados al genial Justin Broadrick (Jesu, Godflesh, ex-Napalm Death) y al artista de black/noise Dominick Fernow. 

Logrando en este caso reempaquetarlos en una versión más dramática y dura que lo hecho por Sepultura después de Max, como una continuación alternativa, una forma vengativa o revanchista de mostrar lo que pudo ser. 

Así es que en temas como Spectral War tenemos samples industriales (que también cultiva Igor con sus muchos experimentos electrónicos, como Dj Mixhell con su esposa Laima Leyton) con momentos más duros de death metal. También en Crom, mucho más enfocado hacia el death/thrash de sus primeros discos como Sepultura. En los dos temas finales se escuchan los sonidos tribales, folk y exóticos que identificaron a la banda desde comienzos de los 90. Un 4,8 de 5. Quizás el mejor disco de esta banda, aunque sin los riffs mágicos que encantaron en la agrupación original, que los hacen aún memorables en sus dos versiones. En Spotify.

5. Infinite Mortality (2024) de Replicant: el tercer disco de esta banda de New Brunswick, New Jersey, black/death técnico y progresivo es realmente refrescante, gracias a su combinación de black disonante, sus texturas de death cósmico (ambiental y expansivo, con influencias post-metal) y su enfoque progresivo, en que hay ritmos hardcore, riffs de djent/deathcore así como de groove/crossover y un gutural implacable, que se conjuga con melodías arpegiadas y atmósferas de dark ambient.

Esto con una transparencia sónica y una cuidadosa técnica, que parece muy seria pero que también hace que uno sienta que puede bailar en la oscuridad, pues además del sonido despiadado y agresivo, opresivo y urgente, hay también momentos para cabecear, que incluyen algunos sonidos guitarreros y efectos que parecen emular nu-metal y rapcore por segundos, con armónicos de guitarra que suenan juguetones. 

Veo que algunos lo califican de avantgarde y puede ser, por sus exploraciones disruptivas, que al mismo tiempo son divertidas, porque la música de vanguardia no tiene que ser sólo rompedora y alocadamente fascinante, sino también que ser entretenida y fuente de alegría. El tema final, de más de 9 minutos, tiene death/black disonante, breakdowns de deathcore, gritos desesperados de black metal depresivo y fantasmal, algunos devaneos rítmicos sabrosos y hasta algo de brutal death, con batería candente y aplastante que se adapta también para ser cadenciosa y groove. Un 4,8 de 5. En Spotify

10. Who Let the Dogs Out (2025) de Lambrini Girls: Discazo para empezar 2025, la banda de rrriot girl, punk y queercore de Brighton, Reino Unido, apela al humor negro, el artivismo político, riffs filosos y agresivos de garage punk / noise, más una base rítmica rockandrollera, densa y potente, junto a vocales entre gritadas y narradas, muuuuuy británicas para tomar la bandera del movimiento, quemarla, reírse de sí mismas y del mundo, porque adiós, Sex Pistols, bienvenidas, Lambrini Girls. Para mí, polémicas y realmente osadas, 4,8 de 5. En Spotify.

11. Great Brunswick Forest (2018) de Thrawsunblat: black/folk metal de Canadá. Riffs portentosos y melódicos, shriek combativo, batería muy rítmica que oscila entre lo extremo y lo rítmico, mientras violines y solos épicos de guitarras acompañan los motivos melódicos. Las partes de guitarras acústicas son logradísimas, lo mejor del álbum, y aunque la combinación con un expansivo y ardiente black metal tiene su atractivo, junto a momentos entre speed y hardcore acomodados en el cofre de maldad escandinava, a veces es más potencia y buen performance que un trabajo destacable. Es un proyecto detrás del cantante y guitarrista Joel Violette, aunque sus voces limpias son algo irregulares. 3,7 de 5.

12. New Heaven (2024) de Inter Arma: banda que combina un poco desafiantemente el black/death (con guturales a la altura) con el ambiente misterioso y alterno del sludge y el post-metal, logrando una extraña sensación de estar escuchando una banda demasiado extrema para ser alternativa o muy rara y atmosférica siendo extrema. Sobre todo con temas como Gardens in the dark, con voces post-punk, predominancia del sludge atmosférico y guitarras a lo Nine Inch Nails y sintetizadores que sobre pasan el volumen de los demás. Parece un remedo de Chat Pile.

Creo que los shrieks, que le dan un motivo más black atmosférico caen mejor que el cavernoso growl. Son de Richmond, Virginia, con su primer disco en 2010. Creo que Sulphur English es un gran disco, así que me pierden con este, lo que revela que aunque usen acordes disonantes, death/doom macabro y apelen a nuevas sonoridades, no siempre estaré con ustedes. Igual, le doy un 3,5 de 5.

No todo está perdido, Concrete Cliffs y Forest Service Road Blues están muy bien. En Spotify.

13. Singles de adelanto del segundo disco de los franceses de Ckraft, que es como juntar a Erza Collective y Tigran Hamasyan con The Hirsch Effekt y Thank You Scientist más Polyphia, Vola y Peryphery. Aunque me quedo corto con esta maravilla de la que quiero escuchar muchísimo más.

14. Bastion (2024) de Caelestra: cuando lo escuché el 26 de diciembre me pareció bueno aunque sentía las referencias musicales como más importante, pero esta segunda oída me llega mucho más, porque este post-black metal progresivo tiene un trabajo vocal extraordinario de verdad, combinando tantas formas de voces limpias y guturales, incluyendo shrieks, operáticas, semi-gritadas y en armonías corales con distintas técnicas, que le suman momentum a las construcciones iniciadas con riffs en trémolo que amalgaman post-metal, blackgaze y sludge atmosférico. Las canciones van desde suaves inicios electrónicos hasta formas expansivas que parecen un cohete apresurado por alcanzar la estratósfera, con pasión nostálgica en huida de las brumas mentales, que a su vez es una emoción por emprender este viaje que es tanto astral como sideral. 

Ahora me sonó más Ihsahn y Astronoid que Opeth y Devin Townsend, aunque este último es obviamente la gran influencia. Ahora le doy un 4,7 de 5, aunque antes un 4,1. Quizás los efectos de sintetizadores son lo que menos me agrada. En Spotify

15. Retrograde EP (2025) de Simon Says: banda que vuelve tras 20 años y originalmente rock alternativo / nu-metal. Tienen variedad, así que me gustó, 3,8 de 5.

Lo nuevo de The Halo Effect, epic doom tradicional, death/black sinfónico, death/doom melódico, post-hardcore originario (Glassjaw), aburrido metal progresivo francés, black vikingo progresivo, US power metal

0. El día de la toma de posesión, amanecemos con frontera cerrada, con el misterio de Bukele y "la cartera azul". Al mismo tiempo hoy es un viernes de estrenos musicales.

1. The Stygian Rose (2024) de Crypt Sermon: todo tiene su excepción, pasa con el post-punk (más es mejor) y ahora en este caso con el epic doom tradicional, con esta muy lograda, pesada y melódica propuesta, de temas larguísimos, una voz limpia apenas agresiva, buenos arreglos orgánicos y de construcción sistemática de canciones con detalles orquestales, góticos y sinfónicos leves, que contribuyen a una propuesta enfocada. Muy bueno, 4,3 de 5. En Spotify. Son de Philadelphia, Pennsylvania.

El tecladista es Tanner Anderson, mente detrás de Majesties y Obsequiae, su baterista tocó con Vektor y comparten bajista con Horrendous (death metal progresivo). 

2. Year of the Four Emperors EP (2025) de Ex Deo: es increíble que esta banda canadiense con quienes están conformada me sea tan indiferente, es como un death/black sinfónico al que no le veo la gracia. 3 de 5 porque son gente seria.

3. Shape of Grief (2025) de Veil of Conspiracy: banda italiana de death/doom melódico con un sonido maravillosamente producido y un bajo colosal, un shriek agudo más cercano al black que al doom aunque las ambientaciones góticas, los riffs melódicos y las atmosféricas armonías de guitarras, sostenidas con un bajo rítmico, casi dulce por momentos, que juega a dúo con los teclados, para que sea un claroscuro en que se contrasta la producción vocal con una voz fry y guitarras de distorsión luminosa pero dura, con una línea de voz limpia gótica y casi de balada, más una sección rítmica que hace el puente de plata entre ambas. 

En algunos temas es como un Katatonia muchísimo más duro, con esos levísimos toques progresivos o un Shores Of Null más animado y rápido, aunque tienen otros, con voces femeninas, interludios fúnebres con sintetizadores y un shriek/growl más denso aunque aún con fry potente, con un bajo totalmente doom y una atmósfera más gótica, en que son más pesados y lentos. En Spotify. Les doy 4,3. Comparten batería con Dawn of a Dark Age, a quien reseñé por su disco 2024, Transumanza, sobre el ancetral pastoreo de ovejas en Europa con black metal experimental.

4. Material Control (2017) de Glassjaw, tercer y último disco de esta banda estadounidense de metal alternativo, post-hardcore y noise rock. Es el disco menos querido de esta banda ya legendaria. Me pareció interesante, experimental y disruptiva, aunque no enloquecedora, le doy un 3,8 de 5.

Su baterista era Billy Rymer (toda la existencia de The Dillinger Escape Plan, ahora en END, thoughcrimes y Trade Secrets). Es una de las bandas prominentes del post-hardcore, me recordó a Stint. En Spotify.

5. Shaman (2024) de Hell:ON, séptimo disco de esta banda ucraniania de death/thrash, que parece beber del progresivo y groove desarrollado por Gojira para producir una versión más oscura, reposada y extrema, con excelentes momentos que parecen caer por el lado del post-metal por momentos, con sonidos ciertamente que parecer acudir a la filosofía del trabajo de Chaos AD y Roots para ser incorporados melódicamente con instrumentación y sonidos asiáticos, gracias al uso de citara, sintetizadores y percusión, persistiendo esa idea de fusión tribal. Brutal, 4,4 de 5. En Spotify.


6. Elevatio de Baptiste Brun: metal progresivo / shred de Francia, altamente calificado pero estéril. 3 de 5. 

7. E (2017) de Enslaved - decimocuarta producción de esta banda de black metal vikingo y progresivo noruego, aunque no se embebían completamente en los conceptos más avantgarde para jugar con ambient y space rock, en este disco ya hay electrónica, influencia del rock progresivo clásico y algo de post-rock, incluyendo saxofón en un tema, aunque aún comandan los riffs metaleros de guitarra, muchos son acompañados de un bajo más progresivo, hammonds y sintetizadores, así como una batería simplifcada, aunque también los growls perversos. Último disco de Cato Bekkevold (Sarke) quien estuvo con ellos 15 años, entre 2003 y 2008. Genial, 4,3 de 5. En Spotify.

8. Free Spirit Soar (2024) de Warlord, otra divertida excepción, heavy/power épico de Los Ángeles, California, que me gustó mucho a pesar de no ser my cup of tea usual, lo que me da la oportunidad de aprender que esta vertiente estadounidense nació como respuesta a Iron Maiden y Judas Priest, pero se basó más en el heavy que en el speed alemán y el blues de sus primos europeos, aunque manteniendo lo teatral, lo fantástico y lo exagerado como propuesta artística. Ahora veo que hay muchas bandas nuevas de este estilo que me gustan como Traveler, Demon Bitch, Triumpher, Eternal Champion y especialmente, Smoulder. Le doy un 4,3 de 5 pudiendo ser más luego. En Spotify. PD. Llegué a ellos porque su bajista es uno de las decenas de invitados del disco Soundscapes del baterista español Abel Sequera.

9. March of the Unheard (2022) de The Halo Effect: segundo disco tras tres años de espera de esta banda sueca de melodeath de Mikael Stanne y ex-In Flames que se habían encontrado aquí y allá. Sin embargo, a pesar del buen debut, del gutural muy logrado y buenísimos riffs, así como una producción impecable, creo que no alcanza ni la emoción de finales de los 90, ni los recientes discos respectivos, especialmente el Foregone de In Flames que me parece brutalísimo ni el regreso poderoso de Dark Tranquillity. Hay que escuchar más, por ahora, un 3,7 de 5. 

09 enero 2025

Deathcore técnico, power/black deathcore sinfónico, sludge/post-black, deathgrind, EPs de adelanto a discos 2025 de Rioghan, Lacuna Coil, Bleeding Through y Harakiri For The Ski, metal/rock progresivo, death/black disonante, noise pop surcoreano

0. ¿Cuál será la música que escucharé el día previo a la toma de posesión presidencial en Venezuela? Marchas y contramarchas, acá va el soundtrack.

1. Monumental Massacre EP (2016) de Blade of Horus: primera producción y único EP de esta banda australiana de death/deathcore/death técnico. En tan sólo 22 minutos, es una exposición de capacidades instrumentales, con breakdowns para estudiar, solos majestuosos de guitarras, un pigsqueal dinámico y cambios de tiempo sucesivos, cortísimos, asombrosos y repentinos de guitarra, bajo y batería. Es una clase para definir el estándar del género en capacidades interpretativas, aunque le faltó un poco de pasión y sentimiento. 3,9 de 5. En Spotify.

2. Ephemeral Trilogy Episode 1 - Unyielding Night (2024) de Assemble The Chariots, una extraña y atractiva combinación de deathcore, power metal, black sinfónico y death melódico, con orquestaciones apoteósicas, voz épica operática, un shriek vampírico y un growl semi-oscuro aunque muy agrio, aventureros riffs en ritmos en gallop combinando thrash, melodeath y power, así como breakdowns hiper-pesados, aunque lo que domina son las estructuras de canciones para matar dragones, incluyendo las narraciones cinemáticas, los wagnerianos momentos de instrumentos de vientos y los arreglos de voces corales.

Debut largamente esperado desde su primer EP en 2009 de este proyecto finlandés. En Spotify. Suena a Septicflesh con Stormlord. 

3. In Dust & Ash (2025) de Plaguewielder: descrito por Metallum como blackened sludge metal, con lo que no concuerdo, porque tiene más melodía, es más rápido y sus vocales son gritadas, quizás lo ubico más en el post-black con sonido stoner y sludge, con influencias del heavy metal, el rock gótico y del doom. Se me parecen a una versión un poco más hardcore de Tribulation, con muy buenos ritmos en gallop, blast beats furiosos y riffs animados aunque brutales. Son de Steubenville, Ohio. Diversión fúnebre. 4,2 de 5. En Spotify.


4. Death Revenge (2017) de Exhumed: exponentes legendarios del deathgrind / goregrind, me recuerda a Asphyx aunque más limpio y melódico, con claras referencias a Terrorizer, Cannibal Corpse e incluso algo de hardcore/thrash a la Slayer por allí también. Son de San José, California. 

Es brutal y divertido, incluyendo un interludio de death n roll que hace aún más disfrutable este discazo de metal extremo, muy técnico, que claramente hace también tributo a Death, al incluir un tema larguísimo e instrumental de 7 minutos lleno de riffs técnicos y melódicos, The Anatomy Act Of 1832, más otros temas que hacen clara referencia al Symbolic.

Claro, es la banda de Matt Harvey, miembro de la banda en vivo Death To All, varios otras bandas en tributo a Death y claro, co-fundador de la máxima banda de revival de death técnico, Gruesome. 4,3 de 5. En Spotify

5. La France des Maudits (2024) de Seth: black metal progresivo y sinfónico de Francia. Es disonante, con buenos arreglos orquestales, furioso y con un baterista más que destacable. El cantante tiene una gran variedad vocal, entre shrieks y gritos góticos. Lo mejor son las guitarras en trémolo picking, aunque es algo regular como un todo. 3,8 de 5. Son de Burdeos. Sus portadas y concepto gráfico son grandiosos. Lo pusieron entre lo mejor del 2024 pero no estoy de acuerdo.

6. Skin EP (2025) de Rioghan: metal alternativo / progresivo / djent de Finlandia, con influencias del rock gótico e industrial, así como rock electrónico. En Bandcamp. Su cantante, Rioghan Darcy tiene una gran voz lírica hipnótica así como una voz gutural con un growl poderoso, muy deathcore y una de goblin muy buena, es algo como Tatiana (Jinger) y Agnete Kjølsrud (Solefald). Su disco saldrá en febrero de 2025.

7. Gavity EP (2025) de Lacuna Coil: la banda italiana de metal gótico se aleja del rock alternativo y vuelve a acercarse a algo más cercano al groove metal / metalcore melódico, manteniendo algo de influencias goth pop y la buena fórmula vocal de bella y bestia. Su disco 2025 también saldrá el 14 de febrero.

8. Keep Me Longing EP de Harakiri For The Sky, en adelanto a su disco 2025, post-black metal que hace guiños dentro de su mismo estilo feroz, gélido, de shriek gritado y música post-metal, post-rock y ambiental a momentos y sonidos de noise pop. Se incluye su versión de Street Spirit (Fade Out) de Radiohead (The Bends, 1995). Entre los invitados están Serena Cherry (Svalbard), Kerim "Krimh" Lechner en las baterías (Daath, Septicflehs) y Tim Yatras de Austere.

9. Singles de adelanto del disco NINE de Bleeding Through, banda que desde Orange County, California combina metalcore, black metal y melodeath de forma moderna. Están buenos, potentes, incluyendo ahora más voces femeninas medio gritadas en doble armonía con el shriek / gritos. Rápido, furioso, con raros arreglos sinfónicos y electrónicos. 

10. The "Where Poison Apples Grow" EP de Old Nick, en algo que parece black metal con música electrónica bailable e incluso polka, que varía entre interesante y avantgarde a estúpido o incoherente. Diría que 2,5 de 5. 

11. Banishment EP de Theophonos: black metal lo-fi con influencias hardcore punk. Lo escuché el 1° de enero, le di 3,9 aunque quizás es un poco menos con sucesivas escuchas. Mucho menor que el otro proyecto del mismo músico, Serpent Column.

12. Simulation Defect (2025) EP de Simulation Defect: banda de Reino Unido de Deathcore progresivo y técnico. Quiero escucharlo luego con más cuidado, porque suena poderoso muy de estudio. 3,9 de 5. En Spotify.

13. Psychotic Symphony (2017) de Sons Of Apollo: debut de banda todos estrellas de rock/metal progresivo/hard rock estadounidense. Demasiado buena, 4,3 de 5. En Spotify. Resume influencias del rock progresivo de los 80, el más arena rock, muchos riffs vintage de hard rock y la calidad, velocidad y potencia del metal progresivo contemporáneo, incluyendo algunos devaneos con música de Medio Oriente. Aunque algunas canciones tienen estructuras más o menos regulares, no tan progresivas, hay muchos momentos brillante de solosde sintetizadores y batería, algunos buenos solos de guitarras, y muchos riffs pesados y medios virtuosos en que los instrumentos se acompasan. En Spotify.

14. Cutting the Throat of God de Ulcerate: increíble y sorprende disco de death/black técnico, disonante y progresivo, con fascinantes cambios de tono, velocidad y forma, unos riffs disonantes y circulares realmente innovadores, un vocalista que recrea distintos motivos musicales en su dinamismo, baterías que entran y salen con potencia, gracias al doble bombo y muchos repiques, capas de guitarras sucesivas para hacer riffs, ambientes y trémolos, en un concepto que extingue totalmente el aire de la atmósfera, es opresivo y luminoso también, de verdad es un disco de altísima producción, composición complejísima y que raya en la genialidad y una interpretación sublime, cautivante y sulfúrica. 4,9 de 5. En Spotify. Algunos dicen que es post-metal, con lo que difiero, le daría mejor una etiqueta de avantgarde.

15. Singles de Dynazty que suena como a hardrock / disco / pop metal, lo que suele gustarme bastante como es este caso. Pendiente del disco nuevo.

16. 1110011 (2025) de Asian Glow: séptimo disco de este artista surcoreano de indie rock, que dentro de sus canciones tiene decenas de influencias y sonidos del noise pop, indietrónica, shoegaze, emo y dream pop. Está bueno, interesante, 3,8 de 5 aunque hay temas mucho mejores. La producción es realmente grandiosa, hay que reconocer que hay temas en que saber que es sólo Gyn sorprende. Un gran trabajo de estudio, en que los mejores momentos es cuando se combinan guitarras analógicas y crudas con sintetizadores buscando nostalgia y ambiente. El detalle de la flauta me sorprendió. En Spotify

17. Slipknot - Slipknot (1999): debut de la banda de nu-metal que la rompió con su propuesta musical, artística y puesta en escena desde Des Moines, Iowa. 5 de 5. De los mejores conciertos que vi en Amsterdam, Holanda, en el año 2000.

08 enero 2025

Djent electrónico barroco (thall), death progresivo cósmico español, doom progresivo/sludge atmosférico, death/doom gótico, black metal atmosférico, post-black, melodeath progresivo, death psicodélico y drone/industrial/ambient

1. Ascension (2025) de Mare: debut de la banda francesa de djent, thall, mathmetal y/o progresivo extremo pero según RYM esta banda también es de minatory, música electrónica basada en el deathstep, el dark ambient y por tanto, derivado del noise y el metalcore. Ciertamente suena como a hard techno, hardcore digital y guitarras djent muy ruidosas y procesadas en wall-of-sound, súper técnicas, pesadas y hábiles, con algo de power electronics por allí, pero también incluye samples y momentos de música barroca, lo cual los mete entonces con esta mezcla de electrónica, guitarras extremas y música clásica en el metal de vanguardia. Interesantísimos, porque como Atari Teenage Riot, uno baila y cabecea al mismo tiempo. 4,4 de 5. En Spotify.

2. Omegon de Wormed: cuarto disco de esta banda de death/grind progresivo, cósmico, extraterrestre, industrial y ambiental de Madrid, España. Suena a una versión brutal death de Fear Factory, con influencias claras de Blood Incantation y Ulcerate. Pig squeals, guitarras post-rock y blast beats se entrelazan con sonidos ambientales, un redoblante asesino y riffs realmente codiciosos que van del progresivo al djent, del deathcore orquestal al grind. Interesante, más que otras veces, aunque no es mi cup of tea. Le concedo calidad de composición, un sonido más orgánico y momentos de invención innovadora. Para mí 3,9 de 5. En Spotify. El baterista hace un trabajo de verdad fuera de este mundo (pun intended).

3. The Old Believer (2014) de The Atlas Moth: dice Metallum que son una banda de Chicago, Illinois, de sludge atmosférico y stoner metal, aunque la combinación de voces shrieks vampíricos y graves entonaciones operáticas y barrocas al mismo tiempo, la complejidad de los riffs y arreglos cambiantes me da más pistas sobre doom progresivo / post-metal, sin quitar el ambiente intoxicante del humo. 

Un disco que me parece hipnótico, estimulante y evocador, lleno de emociones profundas, memorables acentos de voz gótica, arreglos de batería en contratiempos repentinos y pianos que nos hunden en una especie de black/doom de delicada producción. 

La producción vocal, que tiene tintes corales, vikingos y avantgarde se logra porque canta el tecladista, el bajista y los dos guitarristas, además hay un vocalista invitado más: el cuñado del tecladista/guitarrista, Andrew Ragin, el guitarrista y corista de Stabbing Westward, Marcus Eliopulos. 

Los violinistas invitados (ex-Subrosa) le dan un tono un peldaño más oscuro a la atmósfera ya melancólica, un poco a lo Giant Squid, a la que se unen algunos riffs en un trémolo lento, acompañado de una voz dramática, en la que ya no sabes si es un sentimiento depresivo, nostálgico o simplemente existencialista. 

Hay una sorpresa final en el último tema, con toda Gojira como cantantes invitados. 

En Spotify. 4,8 de 5. 


4. Withered Heart Standing (2024) de Tethra: cuarto disco de esta banda que califican de death/doom italiano aunque la combinación de voz femenina con shrieks, los apoyos de piano melancólico y arreglos sinfónicos, así como riffs más power y progresivos, los acercan más al gothic metal, incluyendo voces barítonas en armonía con otras en segundo plano. El saxofón del tema Like Water es realmente una dimensión extra, elevando la música a jazz-metal vanguardista que me alegró el alma. Los temas luego varían en suaves y melódicos, dejan de ser tristes y son más positivamente art pop, barrocos y orquestales. Le doy un 4,4 de 5. En Spotify.

5. З​В​Ё​З​Д​Н​Ы​Й Х​Р​А​М de ЗВЁЗДНЫЙ ХРАМ (Templo de la estrella - Zvyozdny Khram): debut de esta proyecto ruso de black metal atmosférico, con un sonido lo-fi y cavernoso, aunque también muy ambiental y folk, con trémolo picking apoyado de orquestaciones cinemáticas, arreglos de guitarras acústicas y una batería permanentemente en blast beats, mientras que la vocalización se alimenta de shrieks, voces vikingas limpias y semi-gritos. Es crudo y salvaje pero también aspira a ser elegante y muy artístico, con el sonido sucio como parte de la propuesta, que no toca a la parte sinfónica que es presentada como un hilo conductor alterno y embellecedor. Me agradó, 4 de 5. Lo escuchas acá en Bandcamp.

6. VII: Beast of Arpocalyx (2025) de Botanist: en la misma nota de black metal salvaje, lo-fi y crudo, llega el décimo disco de esta banda de San Francisco, California, que antes ha usado el "hammered dulcimer" (Dulcémele percutivo o amartillado) y el armonio en lugar de las guitarras, haciendo música extrema experimental y post-black, con énfasis en los temas sobre ambiente, botánica y ecología, por lo que esto representa un cambio conceptual y estílistico mayor de parte de Roberto Martinelli, mejor conocido como Otrebor.

Me gusta la batería, con arreglos rápidos y hardcore, con un sonido rústico y casi artesanal e ingenuo, que puede sonar casi miserable o estúpidamente mala, para lo que podría ser, mientras la guitarra se pasea por post-metal, space rock y black atmosférico de forma calmada pero sucia, con algo de dungeon synth / dark ambient alterado para bajarle la calidad. 

Aunque Otrebor también está experimentando, porque en el tema final, de poco más de 11 minutos, se abandona esta visión primitivista y se escuchan muchos teclados, que adquieren más relevancia, una batería más metalera y de calidad, aunque se mantiene el post-metal extraño, algo ambient y ruidoso, menos lo-fi, por lo que parece que el proyecto se va a mover hacia un nuevo estadio.

Esta banda fue aceptada apenas en su octavo disco en Metallum en 2020. 4,1 porque hay que premiar los intentos raros. En Spotify

7. Afterglow (2016) de In Mourning: cuarto disco de esta banda sueca de melodeath progresivo, con un concepto hermoso, profundo y seductor. Con voces celestiales, capas de guitarras post-rockeras y calmadas, un bajo que ofrece una compañía armónica y épicas interpretaciones con una producción pulidísima y delicada, que por momentos ronda el doom y el sludge atmosférico, incluso algo de rock alternativo, las canciones también intercalan y a veces se superpone con momentos de death progresivo más brutal, explosivo y gigantesco, incluso con guitarras claroscuras y algo noise, pero siempre manteniendo un pie en lo más melódico, bien sea con el bajo, una guitarra en distorsión más suave o teclados. Los interludios conquistan mi corazón con su prudencia milimétrica y su preciosismo de jazz. 

Dentro del concepto progresista, no sólo hay siempre una vena intermediaria de death melódico sino que hay momentos hasta de cambiar el ritmo para agregar algo de hardcore punk y retroceder hacia el doom funerario, con una mayoría de growls monstruosos que sólo contraste con la delicada belleza de las armonías y los polirritmos, los tiempos que cambian y los cambios de tono y ritmo con el fin de sorprender, envolver y golpear, en distintas etapas de cada canción.

Maravilloso, 4,9 de 5. En Spotify.

8. Beyond The Aeons (2024) de Octoploid: Debut de la banda finlandesa de death melódico, psicodélico y progresivo, de mis favoritísimos de 2024, que suena como una versión de space rock y psicodelia de lo que han hecho Amorphis, Opeth y Swallow The Sun con muchísima más melodías, grunts implacables y guitarras que vuelvan desde el interior del alma hasta el final del cosmos con puro sonido orgánico, porque aunque tiene teclados, acá escucharemos influencias del rock progresivo, world music (flamenco sobre todo) y hard rock para darle crudeza a las hermosas y animadas armonías de space death. Hawkind y Jimmy Hendrix tocando metal extremo. 4,9 de 5. En Spotify.

Sin sorpresas, los cantantes de Amorphis y Swallow The Sun son invitados en el disco. 

9. Perverts (2025) de Ethel Cain: ¿qué tan paciente eres? Este EP, porque oficialmente es un "proyecto" o "body or work" aunque es de casi 90 minutos puede probarlo. Es drone, dark ambient, industrial y power electronics, son canciones larguísimas, basadas en repeticiones, evoluciones hiper-lentas y ritmos de música minimalista, rara y que apenas tiene instrumentos analógicos, entre los que se incluyen algunas baterías, contrabajo, guitarras (con Midwife en una canción), piano eléctrico y poco más en algunas canciones. Aún así, es un disco cautivador, que se mueve al ritmo del crecimiento de la grama y aún así logra que uno siga escuchando con fascinación e interés, esperando con calma e infinita paciencia, saboreando cada sonido.

La han comparado con Throbbing Gristle pero por la temática en ideas y música cristiana, violencia sexual y trauma familiar, podría pensar en los trabajos menos extremos de Lingua Ignota mientras que los sonidos e inspiración en el gótico sureño y el dark country a Me And That Man. Un 4,5 de 5.

Este es un cambio considerable porque ella venía de hacer canciones de pop alternativo, con solos y riffs de guitarras de rock musculoso, llenos de glam y arena rock, con estética gótica y electrónica, más cercana a Taylor Swift y Lana Del Rey. Ethel trata temas sociales, culturales y políticos en sus temas, tratando además sus propias luchas como mujer trans bisexual y autista, hija de un diácono de la Iglesia Bautista del Sur. En Spotify.


07 enero 2025

Brutal death, jazz fusión versionando clásicos del metal (Alex Skolnick), progresivo/djent español, deathcore progresivo, thall e EP de Mogwai (post-rock),

1. Sevent Blasphemous Slab (enero de 2025) de Piss On Christ: naturalmente, el séptimo disco de esta banda grinda de death/brutal metal, nacidos en Nueva York y mudados a Tampa, Florida. Un disco potente y duro, aunque de composición regular. Un 3,5 de 5 por buen sonido. Como curiosidad, su bajista desde 2023 es Kelly Conlon, el que grabó la obra maestra de Death, Symbolic. El resto del cuarteto está completado por el guitarrista líder Nik Posada, el baterista Ron Parmer (Malevolent Creation desde 2020, exAmon (pre-Deicide) y en esta banda desde 2024) y el cantante, bajista y guitarrista Dan Castro (Castrofate y fundador de esta banda). Entre los invitados está Pat Reilly (ex-integrante y ahora en Castrofate) y Kurtis Layne (Castrofate).

Apenas 3 de 5. 

2. Goodbye To Romance: Standards For A New Generation (2002) del Alex Skolnick Trio: debut del trío de jazz del guitarrista de Testament haciendo  versiones de Kiss, Black Sabbath, Ozzy Orbourne, Scorpions y Aerosmith en clave de jazz fusión, con un par de temas propios. Uno de mis discos favoritos de la vida. 5 de 5 sin duda. En Spotify.

3. Soundscapes (2023) de Abel Sequera: debut del  baterista, pianista y compositor catalán, lleno de metal progresivo, djent y shred con decenas de invitados de todo el mundo, lo que le permite abordar el rock progresivo, el metal progresivo y sus variantes viejas y nuevas. Entre los invitados, sólo algunos: Mistheria, Marina La Torraca (Exit Eden, Phantom Elite), Diego Tejeida (exHaken), y todos los que están alrededor del metal progresivo contemporáneo, incluyendo veteranos y debutantes.

También hay músicos no metaleros de Indonesia, Togo, Estados Unidos y Alemania. Genial, 4,3 de 5.

4. Motherwort EP de Greylotus: deathcore progresivo, muy técnico, veloz (con blast beats) y con cambios fascinantes, combinando un shriek/growl poderoso con arreglos de voces corales en el fondo junto a riffs masivos, con arpegios rapidísimos, sonidos electrónicos y breakdowns que oscilan entre el post-rock / shred a lo Polyphia y metal progresivo similar a Leprous. Las voces limpias en capas son un detalle genial. 

Son de Baltimore, Maryland, y describen su proyecto como enfocado en la salud mental y brindar herramientas para lidiar con esto, como la atelofobia que da nombre a uno de sus temas, el miedo extremo a la imperfección. Hay músicos de Inferi, Equipoise y otras bandas contemporáneas de deathcore. Muy bueno, 4,3 puntos. En Spotify.

5. Fanzine Made Of Flesh EP de Mogwai: la banda de post-rock electrónico hace un adelanto de su próximo disco 2025 con temas ruidosos, oníricos, con sonidos psicodélicos y muy espaciales, aunque dentro de su tónica de noise pop. Están súper buenos, viene algo brutal. En Spotify.

6. The Long Bright Dark (2024) de Interpersonal: debut (después de dos EPs) del quinteto de shoegaze, post-hardcore y emo de St. Louis, Missouri. Temas cortos, entre el pop punk y el grunge, de verdad entretenidos y en muchos momentos emocionantes, por ratitos derivativos, creo que fue un buen comienzo de año, de larga duración. Les pongo un 3,9 de 5. En Spotify.

Según su Bandcamp hay un poco de todo: rock alternativo, dream pop, noise rock, grungegaze, indie rock, hardcore melódico, pop punk, post-hardcore, punk, shoegaze, emo grunge, emo y sadcore. Y sí, tienen esos ingredientes por allí y allá.

7. Nuevos singles de Franz Ferdinanz: me gustaron mucho más, parece que vuelve un poco más el rock aún accesible, melódico, britpopero pero mucho mejor que antes.

8. Cast the First Stone (2017) de Hour of Penance: brutal death metal técnico italiano feroz a la Nile y Hate Eternal, con influencias de Napalm Death y Deicide: rápido, demente y brutal. Séptimo disco de esos romanos. Las orquestaciones y los solos de guitarras los acercan ligeramente a Fleshgod Apocalypse, en una versión hiper-pesada gracias aa la mezcla salvaje y cruda, los que los deja conectados con el brutal death técnico, especialmente por la batería que jamás descansa en su ataque nuclear. El resultado es innovador, menos melódico e inusual.

El growl es realmente muy bueno, un poco Glen Benton y otro brutal deathcore. Los riffs están "envenenados" para ser más complejos aún siendo aplastantes, lo que está acompañado por una batería bestial llena de blast beats, repiques y mucho doble bombo que es capaz de cambiar de ritmos y agregar adornos con una velocidad imposible. 4,7 de 5. En Spotify.

9. Opera (2024) de Fleshgod Apocalypse: increíble nuevo disco de esta banda italiana de black/death metal sinfónico y progresivo, con momentos realmente sorprendentes como el blast beat junto sobre la voz de soprano, Veronica Bordacchini, quien además de la extraordinaria voz académica, hace impresionantes gritos y trucos vocales.



El shriek distorsionado, medio industrial, de Francesco Paoli (también letras, composición, guitarra y bajo) es asombroso que también incluye algunos juegos vocales de respiraciones y gemidos. Las orquestaciones son apoteósicas, los coros son celestiales y están acompañadas por riffs de djent y metal progresivo, con tiempos cortantes y desafiantes, así como una sección rítmica gruesa y avasallante.

El tema Morphine Waltz me enloqueció, con gritos de witch, algo de pianos alocados de cabaret, power/black y sinfonía. Increíble que haya recibido tan malas reseñas en Sputnikmusic cuando lo considero la banda que más ha elevado el uso de la música clásica al combinarla con metal. El nombre del disco es más que adecuado. Es una joya, no me interesan los demás, 4,8 de 5. En Spotify