19 junio 2025

Rock/metal progresivo sinfónico noruego, nuevo disco de Reke/Apache (hip hop venezolano), brillante death/black técnico progresivo de Canadá, black melódico de Brasil, pop skate punk de Ohio, post-rock/avant-folk británico, death progresivo australiano, black atmosférico de Manchester

1. Maestro (2025) de Magic Pie: Rock/metal progresivo sinfónico de Noruega. Bellísimo disco, que tiene unos cambios drásticos de tiempo y tono, una atmósfera de belleza artesanal y cuidadosa y mucha delicias para el oído. Su primer tema, de 18 minutos es una suite maravillosa, 4,7 de 5.

2. Apuesta al Negro (2025) de Reke y Apache. Discazo de hip hop venezolano, realmente profundo en letras y con misteriosas pistas. Gangsta/horrorcore/hardcore hip hop. Brutal,  4,4 de 5. Aunque prefiero a Reke que a Apache, ambos lo hacen realmente increíble. 

3. Beyond the Sleepless Aether (2025) de Symbiotic Growth: segundo disco de esta extraordinaria banda de black/death progresivo, técnico y con momentos espaciales, sinfónico, thrashosos, operísticos y hasta de fusión jazz-metal, pero siempre extremos, explosivos y fascinantes, con grandiosidad y visión perversa. Hay disonancias, atmósferas hermosas, momentos de guitarras post-metal, djent o power metal, cambios de tonos y tiempos atravesados, habilidades técnicas formidables y largos temas que permiten hacer interluduos, escenas y momentos diferenciados, con sintetizadores y raras voces de todo tipo.

Son de Ontario, Canadá. Mis momentos preferidos son cuando hacen coros de shrieks, mientras hay líneas complejísimas de bajo, blast beats en segundo plano y guitarras demenciales haciendo arpegios. La producción vocal es realmente de altísimo nivel. De mis preferidos, realmente merece 4,8 de 5.

4. Doce Penumbra (2025) de Orgasmicca: Black melódico de Brasil, con un intro de piano magnífico y media docena de invitados. Extremo, sensual, elegante, brutal y obscuro, está claramente influenciado por Dimmu Borgir y Cradle Of Filth aunque en una versión más cruda, death/black y disonante. El último tema, con muchas voces corales, fantasmales y una construcción cuidadosa, entre doom y gótico, le da un valor agregado al álbum, aunque parece que no está bien definido el concepto de que tipo de black quiere hacer el líder/multi-instrumentista Pedro Cormadel. 4, 3 de 5.

5. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk. Me gusta, aunque no es extraordinario. 3,7 de 5. Son de Dayton, Ohio. 

6. Blossom Serenade (EP, 2025) de Lifeboats: increíble banda francesa de metalcore / post-hardcore. Los singles me habían gustado pero ahora se nota más la originilidad, un estilo propio que también tiene rap/nu-metal y pop punk junto a gritos/shrieks realmente buenos, que los diferencia de otros. Geniales de verdad, 4,3 de 5.

7. Caroline 2 (2025) de caroline. La banda londinense presenta su segundo álbum, de nuevo en el post-rock/avant-folk pero ahora se concentra en un folk más universal, con momentos jazzeados, con más rock experimental y folk progresivo, que construye sorprendentes y luminosas escenas de de art rock, jazz rock y folk avantgarde en que violines, guitarras, clarinetes, batería y trombones se reconfiguren más allá de géneros, para recrear universos íntimos y alternativos, caleidoscopios para mirar el cosmos de forma distinta en cada tema. 

Lo caleidoscópico está en que por segundos, a veces un poco más, puede ser math rock, noise rock o emo, tal vez chamber music, pop barroco o incluso avant pop. Hay una belleza electro-acústica contemplativa, diferente a Godspee You! Black Emperor y Sprain, es que hay paciencia en la construcción de las canciones, en que las transiciones entre lo acústico a lo estridente, un poco slacker rock y de regreso al indie folk son tan suaves como naturales, como una mutación cromática del arcoiris. 4,5 de 5. Un gran brinco desde su debut.

8. The Harrowing Path Between Loathing and Love (2025) de The Anchon Rift. Increíble death progresivo técnico australiano de un solo hombre, Trent Henderson. 4,7 de 5. Cósmico, veloz e impresionantemente elaborado. 

9. Transmigration (1993) de Crematory. Una banda alemana de death doom gótico originario, con teclados, voz cavernario y mucha producción cruda. No es un disco extraordinario ni demasiado temprano, pero sí muestra unas bases de lo que luego desarrollarían bandas de black gótico o de death doom melódico. Quizás salió 5 años más tarde de lo que deberían pero es un buen documento de las raíces del género. 3,5.

10. To the Great Unbearing North (2025) de Axis Of Light. En una nota mucho más contemporánea, este dúo de Manchester de black metal atmosférico, predominantemente orientado a las guitarras, con shrieks fantasmales y en muy segundo plano, una batería más o menos planas, y diversos efectos de doomgaze, incluyendo un bajo densísimo pero presente. Me gustó mucho que saben jugar con las dinámicas de tener una buena producción musical e intencionadamente voces y baterías lo-fi, casi caseras, lo que les permite transformarse de obscuros black atmosféricos a estridentes y luminosos post-blackmetaleros pasando por la paletas de grises del death doom y el black más cavernoso. 3,9 de 5.

11. Forward (2025) de First Day Back: Un buen debut de esta banda californiana que decidió cultivar el Midwest Emo / Post-Hardcore: caótico, altamente sentimental, desesperado y con alguillo de sass y folk, e incluso de math rock, para alimentar una propuesta compleja que fue grabada caseramente, y se siente, pero de forma agradable. 3,9 de 5.

12. Defiance (2025) de Nightbearer. Tercer álbum de esta banda alemana de death melódico, metal moderno y algo de groove. Buenos riffs, baterista increíble, algunas influencias también de black melódico y un gutural malvado. Aunque no es demasiado destacable, el performance es óptimo. Quizás le falta definir si se alimentarán más de metal alternativo, de groove metal o de metalcore melódico. 

18 junio 2025

Lo nuevo de Stray from the path (metalcre/rap metal) y KALEO(garage rock/country islandés/texano), mathcore/metalcore de Atlanta (The Callous Daoboys), clásicos de David Bowie setentoso, black francés, regrabación de un clásico del post-hardcore gringo, djent/synthpop (Voyager), soundtrack surcoreano de videojuegos

1. Mixed Emotions (2025) de KALEO. Europeos obsesionados con el country y el rock and roll gringo desde los 50 nos trajeron hasta acá. En este caso estos islandeses se lanzan un muy disco de blues rock, garage rock y hard rock, aunque el sonido y la producción son bastante buenos, el género no conquista cuando es muy western pero sí cuando es más garage/indie. Mudados a Texas, se apropian de los sonidos del country rock. Interesantes, 3,8 de 5.

2. Celebrity Therapist (2022) de The Callous Daoboys: uno de esos discos/artistas que conoces antes que exploten, les dices a unos pocos y después nadie se acuerda, ni siquiera tú, que eran tan buenos antes de todos darnos cuentas. Obra maestra del mathcore avantgarde, con metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con violín, buen humor y cambios alocadísimos. Cuando los descubrí, que no era su debut, inmediatamente los relacioné con las bandas favoritas del metal avantgarde tipo The Tony Danza Tapdance Experience.

Es una deliciosa y caótica combinación de gritos desaforados, riffs complejos, momentos dramáticos que vienen del post-hardcore y el sasscore, con blast beats y sonidos potentísimos de armónicos y doble bombo, locuras matemáticas que cambian continuamente, arreglos de bajos imposibles y además, para hacerlo realmente avant-garde y único, entrando en territorio liderado por Fantomas y Mr. Bungle, arreglos sorpresivos que pueden ser pequeños momentos de drum n bass, de samples orquestales, de voces limpias pseudo-operísticas o power pop, formas raras de ópera rock de metalcore progresivo y muchos sintetizadores. Un discazo que puede ser como Dillinger Escape Plan con Between The Buried And Me, con algo de Faith No More para agregar momentos de rock alternativo, voces limpias y hasta influencias del grunge en sus explosivos cambios tensa calma a demencia aritmética o de guitarras limpias en arpegio a anárquicas formas de jazz-metal / mathcore.

4,8 de 5. De Atlanta para el mundo. 

3. Space Oddity / Moonage Daydream / Life on Mars / It Ain't Easy (Ep, 1972) de David Bowie. No lo conseguí en Deezer pero junté los temas porque me lo recomendó como sugerencia RYM, que lo calificó como Glam Rock / Pop Rock que tiene pop psicodélico, pop barroco, hard rock y art rock.

4. The Blackest Beautiful (Revisited, 2025) de letlive. Regrabación de clásico del post-hardcore / metal alternativo de 2013. Increíble que tenga tan baja calificación en RYM cuando leo que tiene críticas maravillosas. A mí me suena a mi versión preferida del post-hardcore, a partes iguales entre melodía y poder, con voces a lo Michael Jackson, algunos gritos y guitarras densas y expansivas no metaleras. 4,5 de 5.

Banda de Jason Butler (Fever333) y Cloudkicker (The Supervoid Choral Ensemble).

5. Omegaphilia (2017) de Merrimack: brutal black metal melódico francés, con velocidad, acidez y misterio. 4,3 de 5. Combina la ambivalencia de la disonancia, con la potencia frontal del black/death monstruoso, cavernario y al mismo tiempo, punzante, con influencias del hardcore, el death melódico y hasta sonidos atmosféricos y sinfónicos por medio de sintetizadores.

6. Clockworked (2025) de Stray From the Path: este disco se me hace refrescante aunque no sea musicalmente increíble, sí tiene los sonidos, humores, tonos y matices para hacerse sentirse sabroso y claro, noventero. Metalcore, rap metal (con vocales realmente geniales porque son gritadas como de hardcore), nu metal y mathcore (para unas guitarras bien atravesadas) dan una combinación de agresividad groovy y hardcore hip hop, con momentos violentos metalcoreros y guitarras djent. Esta es una banda que ha evolucionado desde el más puro hardcore de NY. 

Su cantante, Drew York ha aparecido en discos de Winds Of Plage y Architects mientras en este discon está invitado Florent Salfati de  Landmvrks.

7. Fearless in Love (2023) de Voyager: La maravillosa banda australiana que combina djent y metal progresivo con trance metal y synthpop, con un sonido que está lleno de complejos arreglos de bajo y batería, poderosas guitarras distorsionadas, arreglos electrónicos, increíbles armonías vocales y combinaciones maravillosas de música que puede sonar en Eurovisión y que haría cabecear a los más duros. Joya total. 4,8 de 5.  Concilia lo ochentero progresivo de Haken con las profundidades guitarrísticas de Periphery y las sensibilidades pop de Leprous. Aunque hay una diferencia, paradójica con su aproximación pop: tiene varios y buenos guturales.

8. Stellar Blade Original Soundtrack Plus (2025) de Shift Up: versión ampliada del disco de un "artista" de música de videojuegos de SurCorea que me sorprendió porque tiene música pop, djent, cyber metal progresivo y electrónica. Finísimo, 4,5 de 5.

9. Hollywood Forever (2025) de DeathByRomy. La cantante Romy Flores, presenta su segundo disco, distanciada del R&B alternativo/trap de su debut. Ahora, con una voz igualmente limpia y hábil, incursiona -porque Poppy y/o Lingua Ignota lo cambiaron todo-nen el rock industrial, el nu-metal y el trap metal, con bases electrónicas de electropop y metal industrial. Y tiene momentos muy buenos o al menos decentes, como en el tema La La Land. 3,7 de 5. Sin duda, un punto alto es Yung & Rich con Wargasm. 

17 junio 2025

Música litúrgica cristiana, el disco 2025 de The Cure y Turnstile, lo nuevo de Pulp (art rock/post-britpop), screamo de Ohio, garage punk progresivo, dream pop de San Francisco, djent francés, hip hop venezolano

1. I (2025) de DIM y Angel of the Veil: primera producción de este proyecto alterno del canadiense detrás de DIM, Josiah Wilkinson. Música litúrgica cristiana, coral y ambiental. Refrescante y hermoso, 4,7 de 5.

2. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Tercera escuchada de este nuevo disco. La primera vez dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. Buenísimo.

3. More (2025) de Pulp: 24 años después han vuelto estos elegantes, glamorosos y alternativos británicos que en 1994 explotaron con el single Common People de su disco Different Class, uno de mis favoritos de los 90 aunque son una banda que nació a principios de los 80 entre el indie y el jangle pop. 

Ahora, hacen un disco igualmente sofisticado y distinto, de art rock, chamber pop, dance alternativo y por supuesto, post-britpop. Pero también hay temas más new wave, disco, synthwave y glam rock, así como muchas cuerdas y solos de guitarras, hay coros geniales y hay rock indie.

Jarvis Cocker, que ya tiene 62 años y que además de cantar y escribir las letras grabó dobro, guitarra, guitarra acústica y sintetizador,  está acompañado de Nick Banks en la batería, Candida Doyle en teclados, piano y sintetizador, Mark Webber en guitarra, Jason Buckle en guitarra eléctrica, Andrew McKinney en el bajo, Emma Smith en violín y arreglos de cuerda, Rich Jones en viola, arreglos de cuerda, director de orquesta y piano, y Animesh Raval en piano, mezcla e ingeniería. Un fácil 4,3 de 5. 

4. North American EP (2025) de The Dear Hunter. Claro que sí, se pone muy bueno el martes con esta combinación de art rock con pop y rock progresivo e indie. Es una banda legendaria, con muchísima producción, alrededor del rock progresivo pero abriéndose también a otros géneros como el pop barroco y el indie rock. 

5. Thrash Classic (2025) de Frankie and The Witch Fingers: veo que le puse 4,5 a su disco 2023 llamado Data Doom y estoy más que tentado a poner lo mismo, porque me encanta este estilo de punk sintético, post-punk y garage punk. RYM también dice que es art punk, dance punk, egg punk y zolo (new wave con rock progresivo), distinto al previo que era con psicodelia, funk y jazz rock. 4,5 de 5.

6. This Bitter Garden (2025) de For Your Health. Un buen disco de screamo desde Columbus, Ohio. Es violento, complejo, matemático, en muchos momentos con blast beats y siempre con gritos desesperantes, rozando el grindcore por sus formas ruidosas y estridentes (emoviolence) al convertir lo posiblemente melódico y alternativo en algo cerca de lo indescifrable, incluyendo algunos coros en voz limpia y semi-gritados, por medio de una distorsión altamente brillante y con ganancia, que los hace realmente skramz y atmosféricos. Es bastante bueno, 4,3 de 5. Están en Los Angeles, California. 

7. Never Enough (2025) de Turnstile. Una gloria de disco, de lo mejor de este año 2025. 4,7 de 5 fácil,

8. God In Drag (2025, EP) de You Wish: excelente puñado de canciones raras de dream pop con momentos noise. 4,4 de 5. Son de San Francisco, California. 

9. Dig Where You Stand (Ep, 2024) de Lone Survivors: Genial djent francés con el mismo cantante de Psykup y Uneven Structure. 4,7 de 5.

10. Serenata del Agua (Ep, 2025) de Un Tal Yupi: productor de hip hop venezolano involucrado con los discos Aristocracia de DJ 13, Tres Dueños, Rotwaila y Dru Flecha. Nacido como Yaherber Jose Palma Herrera de Ocumare del Tuy, Miranda. Bello disco de hip hip instrumental / jazz rap / chill. 4,3 de 5.

16 junio 2025

Marty Friedman, grindcore/thrash (King Parrot), death progresivo/deathcore (Fallujah), chipmunk soul/jazz rap, black melódico atmosférico francés, kautrock alemán (NEU!)

1. Setlist 2025 de Marty Friedman para enterarme que las entradas para el concierto de hoy 16 de junio en Bogotá están agotadas. Sumecha. 

2. A Young Person's Guide To (2025) de King Parrot. Grindcore / thrashcore. Baterías dementes, que es lo mejor del disco, guitarras sucias pero con un sonido muy pobre y un shriek raro, entre la voz de AC/DC y algo medio gritado de hardcore punk. Regularzón, 3 de 5. Son de Australia. 

3. Xenotaph (2025) de Fallujah: Esta banda estadounidense que podríamos describir como una banda de deathcore sinfónico que fue mutando al death técnico, sinfónico y progresivo, presenta un disco de estelares complejidades, jugando con las distintas caras de un poliedro compuesto por deathcore, death progresivo, metal sinfónico, djent, shred e incluso black melódico. El bajista aparece en el extraordinario Time Will Take Us All de Entheos mientras el baterista también en Synestia. 4,6 de 5.

4. Egotrip (2025) de John Michel & Anthony James. Con el hip hop pasan dos cosas en mi mente, o los considero demasiado genéricos (y gringos) como para identificarme o muy buenos musicalmente. Y hay grises en esa escala. En este caso, aunque la producción es bastante bueno y la música se destaca, no me impresiona. 3,3 de 5. Según RYM es Chipmunk Soul, Conscious Hip Hop y Jazz Rap (esto último lo que lo salva para mí) más Pop Rap, Hardcore Hip Hop y Neo-Soul.

5. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. Y no es un tema de géneros musicales, porque este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 3,3 de 5. Es una especie de versión menor de Aorlhac y Vehemence. 

6. Egor (2025) de Belenos. Aunque un poco mejor que sus compatriotas y compartiendo la combinación de black atmosférico y melódico, aunque con temas más largos, un gran baterista y un mejor sonido, es apenas mejor y poco destacable. 3,6 de 5.

7. The Future in Whose Eyes? (2017) de Sikth. Dementes británicos que juegan con metal progresivo, metal alternativo, djent y metalcore melódico con un filón muy avant-garde, experimental y hasta electrónico. Reaparecieron en 2013 en el disco The Silver Line de ONI. 

8. Genesis (EP, enero de 2025), el proyecto de Jake Oni y Jared Dines alrededor de combinar metal alternativo y djent. 3,8 de 5.

9. Braiding the Stories (2025) de Gaahls Wyrd. Una muy oscura versión noruega de metal progresivo, alimentada de black, doom y dark folk, en que tenebrosas atmósferas que pululan entre el gótico y el sludge están bañadas de extremismo aunque su esencia es el post-metal y el post-rock. Similar a Dodheimsgard, nada está dicho, así que después de un corto tema de folk orquestal reaparece la furia del black melódico sinfónico, siempre revestido de varias capas de guitarras, voces y una miríada de arreglos que le dan profundidad, tan fantasmal como conceptual. Este es un disco especial, que debe beberse poco a poco.

Este sonido, en que el progresivo/extremo es presentado en largas canciones épicas, profundas, con sintetizadores y voces operísticas de fondo, guitarras aserradas atmosféricas y teclados fúnebres, se conforma con dejarle los teclados a Iver Sandøy (Enslaved). Muy buen disco, que hay que escuchar detenidamente.

10.NEU! (1972) de NEU! - Krautrock alemán originario, con ambiente, sonidos de campo, música experimental y electroacústica según RYM. Es el dúo conformado por Klaus Dinger en banjo japonés (taishōgoto), batería, guitarra, voz y producción, y Michael Rother en guitarra, contrabajo, bajo y producción. 

15 junio 2025

Hip hop femenino sudáfricano (Yugen Blakrok), AVKRVST (rock/metal progresivo noruego), Gruesome (death progresivo), hardcore punk / metal sinfónico danés, be-bop jazz italiano, Pet Sounds y Revolver

1. The Illusion of Being (2025) de Yugen Blakrok. Hip hop abstracto, que parece estar viviendo un gran momento. Según RYM también hay trip hop e illbient. Tercer disco de esta rapera de Johannesburgo, Sudáfrica. Su música es ambiental, misteriosa y esa hipnótica fusión de dub, trip hop, ambiente y rap.

2. Waving at the Sky (2025) de AVKVRST: después de su buen debut y unos singles increíbles, sale la segunda producción de estos noruegos progresivos, con una receta hecha de un bajo fangoso, guitarras increíblemente creativas y una atmósfera agresiva pero que vierte iguales partes de rock y metal progresivo, con muchísima influencia de los más grandes, por ejemplo las dobles armonías vocales a lo Leprous, los arreglos de tiempos completos que recuerdan a los 80, entre el thrash y el shoegaze, y la combinación de líneas vocales guturales de death metal entrelazadas con suaves voces limpias de rock alternativo sobre arpegios disonantes, sintetizadores y raros arreglos con la batería, que rememora a Opeth, Porcupine Tree y Haken.

Rosss Jennings de Haken es invitado en un tema.
3. Fathers Of The Free (2017) de Sons Of Death Valley: hardcore punk / rock and roll de Dinamarca. Una historia épica de un pistolero del sur de la frontera de EEUU pero en lugar de alt-country o desert rock es hardcore metálico, rock and roll, metal alternativo y rock alternativo, con sabor country gótico. Lo reseñé acá cuando salió. 4,3 de 5. La banda dejó de existir unos años más tarde.

4. Solo Be-Bop! (2025) de Pasquale Grasso. Con este italiano pasa algo raro, que suele tener discos muy mal valorados, pero es que toma estándares y canciones conocidas, que solo las toca en guitarra pero no les hace un homenaje suficiente, es repetitivo o incluso aburrido. Aunque este disco tiene un puñado de temas destacables, ojalá fuese también con otros instrumentos, especialmente piano. 3,5.

5. Sun Ra and His Arkestra (Ep, 2025 - original 1979). Experimental Big Band, Jazz Fusion, Free Jazz y Jazz Funk para gozar. 4,7 de 5.

6. Magic, Alive! (2025) de McKinley Dixon. Sabrosísimo disco de Jazz Rap con neo-soul, hip hop abstracto y acid jazz. Como el disco anterior, me agrada aunque no me mata, aunque acá se escucha mucho más claramente una banda (o la apariencia de esta, detrás). Los versos en inglés son los que menos me impactan como siempre. Tiene muchos elementos que me gustan en ambos géneros, pero no logro conectarme tanto, menos para considerarlo el mejor disco de 2025 como en RYM para el 15 de junio. Para mí, sin embargo, 4,3.

7. Pet Sounds (1966) de The Beach Boys: después de escuchar el compilado Epic de Queen y leer sobre la muerte de Brian Wilson, quise darle una escuchada a este disco que es un mega clásico de la música mundial occidental. En RYM aparece como el segundo mejor disco de 1966 y 134 de la historia, superado ese año por Revolver de The Beatles, que ocupa el puesto 16 de todos. 

Según RYM es un disco de Baroque Pop, lleno de orquestaciones, muchísimas técnicas de grabación y producción vanguardista, montones de instrumentaciones extrañas. Principal influencia de género somo como el Sunshine Pop, Psychedelic Pop, Progressive Pop, Brill Building y Art Pop.

Sin embargo, aparte de un par de temas clásicos, God Only Knows y Wouldn't It Be Nice, no es mi tipo de disco, sobre todo porque llevó a géneros con los que no siempre me llevo bien auditivamente.

8. Revolver (1966) de The Beatles: Esto es otra cosa. Con canciones que adoro como Eleanor Rigby, divertidas como Taxman, el clásico Yellow Submarine y el extra single que adoro, Paperback Writer y su par Rain. Inicio de la época psicodélica y más experimental de la banda, cuando poco después dejaron de tocar en vivo. Con estructuras de pop rock y power pop, agregan instrumentos hindúes, samples, loops con cintas de cassette y muchas otras formas que no habían sido presentadas en la música occidental ni la pop, siendo la gran referencia de la psicodelia pop y psicodelia rock, así como para el futuro del rock progresivo, abriendo el compás a las bandas de estudio y la experimentación rock. 4,8 de 5. 

9. Silent Echoes (2025) de Gruesome: tercer disco de una banda que desde nació se expresó como una banda en tributo al legado de Death, retratando todos sus elementos estéticos y compositivos. Y lo logran en grande con Paul Masvidal de músico invitado en un tema. Con el venezolano Gustavo Ríos (ex-Malevolent Creation, Create A Kill y un par de bandas de verssiones de Death) en la batería, Daniel González (guitarra líder en los regrabados Bestial Devastation y Morbid Visions de Cavalera Conspiracy y músico en Proscriptor McGovernor Apsu y Possesed). Death progresivo en grande. 4,3 de 5.


13 junio 2025

Lo nuevo de King Gizzard (pop rock progresivo y psicodélico) y Sigh (regrabando disco de 2007), country alternativo/emo de Florida, pop rock indie de Singapur, versiones alternas de Wiki Wiki de Los Amigos Invisibles, jazz pop / indie rock / soul progressivo (Willow), black sinfónico griego

1. Hunting Season (2025) de Home Is Where: fascinante banda de country alternativo con post-hardcore, midwest emo y screamo que combina las influencias del sonido estadounidense tradicional con gritos, disonancias, guitarras estridentes y hasta un poco de desvarío. 4 de 5. Gente loca porque son de Florida. Tienen unos invitados para las guitarras eléctricas de acero del country rock.

2. Evangelic Girl Is a Gun (2025) de Yeule: Quinto disco de Natasha Yelin Chang, 玉玲, artista de Singapur, que cambió el dream pop / shoegaze / noise pop de su anterior y genial Softscars por una versión más bien radial y sencilla de rock alternativo y pop indie rock electrónico, en que la cantautora juguetea con estos géneros con una aproximación bien estadounidense y básica, pero por suerte también le añade trip hop, dance alternativo, pop alternativo, indie rock y glitch pop. Mucho menos original que su disco anterior y con temas que pueden ser un éxito radial como Dudu o el tema que le da nombre al disco, pero que a mi me parecen demasiado estandarizados o inadecuados para su concepto artístico. Por suerte, también hay temas como Skull Crusher, que cierran el disco, con noise rock, industrial y post-metal en el sonido.

La música está muy bien producida (me hace recordar un poco a lo que hizo Magdalena Bay llevado a algo mucho más ligero), y agregar momentos de noise rock en las pistas es lo mejor pero con sonidos como de R&B/glitch pop como lo peor. 3,5 de 5. 

En el proyecto está involucrado Chris Greatti (Yves Yumor, Willow, Poppy)

3. Wiki Wiki EP (2025) de Los Amigos Invisibles: versiones con MARI y Jonaz, con Proyecto Uno y remixes. Sí, me gustó, 4 de 5.

4. Phantom Island (2025) de King Gizzard and The Lizard Wizard. En la muy abundante y siempre increíble discografía de estos australianos, ahora se fueron por una versión bastante calmada pero altamente artesanal de pop progresivo, pop rock y rock sinfónico, altamente setentoso. Acá se escuchan los puntos en común entre The Beach Boys, Deep Purple, Punk Floyd y Queen, en las guitarras de hard rock, los arreglos glam, el pop barroco, la psicodelia e incluso el soul, que añade la sobriedad sensual y la lentitud divina, que lo junta en un solo cuerpo con veinte almas de colores distintos. Lejos de sus estridencias, exageraciones y explosividades, este es un disco para escuchar con detalle, escuchando los ruiditos, disfrutando de las lentas transiciones y de los arreglos pequeñitos. 4,2 de 5.

5. Empathogen (Mayo, 2024) de WILLOW. Este disco me fascina de verdad. En mi ignorancia escucho jazz pero críticos más conocedores en RYM dicen que es Art Pop e Indie Rock, pero ella hace muchos scats de jazz realmente asombrosos con dos temas dedicados exclusivamente a esta técnica vocal.

Lo mejor es que la música es increíble, sí, acá más claramente hay jazz, rock indie, math pop, pop progresivo y soul progresivo. Es una hermosura de disco, con música extraordinaria, una producción maravillosa y una voz realmente muy cultivada. Es una delicia completa el álbum que de pasapalo tiene a Jon Baptiste y St. Vincent de cantantes invitados. 4,8 de 5.

6.  I Saw the World's End - Hangman's Hymn MMXXV (2025) de Sigh: La máxima expresión del black metal avantgarde, progresivo, sinfónico, demencial, furioso y folk regrabó el Hangman's Hymn - Musikalische Exequien de 2007 con un resultado impresionante. Un opus extremo, ampliamente orquestado y arreglado, con sonando poderoso y furioso con todas las sorpresas a las que nos tienen acostumbrados, con trombones, trompetas y saxofones e instrumentos japoneses antiguos, vocales fantasmales, entre shrieks y un grito hardcore, referencias a Iron Maiden y Mercyful Fate, y muchísimo black avantgarde. 4,8 de 5.

7. Νekyia - The Necromantic Patterns (2025) de Acherontas. En una onda similar pero más tradicional, este formidable disco de black sinfónico griego, que tomando a los grandes del género de los 90 y más contemporáneos, presenta su propia fusión y bestial aproximación. Ráfagas de azufre, toques de vampirismo, sonido noruego, fusión con death melódico, velocidad perversa, suciedad atmosférica y orquestaciones fantasmales. No es originalísimo pero sí brutal. 4,3 de 5.

12 junio 2025

Lo nuevo de Stereolab (indie pop rock psicodélico), death/doom, screamo con trap desde Japón y post-black /neocrust finés, thrascore de Detroit, nuevo compilado de Queen, black progresivo elegante de Michigan

1. Fear Those Who Fear Him (2017) de Vallenfyre: tercer y último album de esta banda de death/doom sucio, mid-tempo y estridente, gracias a las guitarras sucias de crust punk, compuesta por el baterista finlandés Waltteri Väyrynen (ex-Paradise Lost y ahora en Opeth), el guitarrista británico Hamish Hamilton Glencross (ex-My Dyng Bride y ahora en Godthrymm) y el británico Gregory John Mackintosh (principal guitarrista y compositor de Paradise Lost), quien acá hace los guturales. 4,3 de 5.

2. A Lack of Immersion (Ep, 2025) de How To Take Care For Flowers. Desde Fukuoka, Japón, una banda extraña de emo / post-hardcore con guturales, música skramz y suaves voces de emo-pop/poppunk, sobre una base de pistas electrónicas y trap. 3,2 de 5. Experimento curioso que tiene sus altibajos. Aunque es un experimiento curioso, y la parte pesada está bien ejecutada, es totalmente derivativa. La obra solitaria del músico Ryan Kelly. 

3. Månen ska lysa din väg (2025) de Svarta Havet: post-black finlandés muy ruidoso, aunque el disco inicia en lo que parece un mayor interés en el screamo que al shoegaze, con pianos y un shriek distorsionado, el disco se va desenvolviendo hacia unas formas melódicas que combinan guitarras en capas con distintas distorsiones, la armonía dentro de lo corrosivo y una visión de ópera perversa sobre un belleza oscura de guitarras cuidadas más una batería punketa pero muy bien producida. Según RYM es Neocrust por combinar estos elementos con sludge. La banda está liderada por Jara, una persona no binaria que promueve conciertos y toca en muchas bandas de metal y noise. Muy bueno, 4,3 de 5.

4. LP 2025 de Bad Beat. Los de Detroit la ponen fácil. Su debut se llamó LP 2024. Thashcore y hardcore punk. Esto es corto, directo y punketo. 3,6 de 5. Me gustó Bad Beatdown más cercano al beatdown hardcore o Jazz Beat (porque estos tipos son literales, es jazz). 

5. Reclamation I y II de Amiensus (abril y agosto 2024): disco doble de black progresivo de la banda de Minnesota, con influencias del power metal, del black sinfónico y del death progresivo, aunque hay extractos en que se identifica post-metal y folk metal, que va desde las voces limpias y las voces de canto de garganta hasta los guturales de mucho ataque, el uso de guitarras acústicas, riffs de trémolo con sintetizadores, la batería punzante y opresiva y algunos momentos de aplastante sonido de black atmosférico.

Con la segunda parte ligeramente mejor, es una épica de arreglos originales, complejos y melódicos que oscilan entre el black progresivo y el metal progresivo, mediante orquestaciones o disonancias, interludios o explosiones con shrieks, folk metal en homenaje a los grandes o hermosos momentos vocales en que los instrumentos caen rendidos en sumisión al sonido humano ante un mundo lleno de dioses impávidos.

Momento de gloria es The Distance con Lars Nedland. 4,5 para la primera parte y 4,8 para la segunda.

6. Epic (2025, compilado) de Queen: Un repaso de los temas más hard rock, iniciales y bases de los más grandes. Ahora quiero escuchar más de lo más viejo. 

7. An Ode To The Mountains (2025) de Aeon Winds. Magnífico black melódico, que siendo mercurial y oscuro, es elaboradísimo y elegante, blandiendo espadas sinfónicas, ambientales y hasta operísticas, para darle un matiz de belleza compositiva y grandiosidad a este álbum dedicado a la naturaleza. Definitivamente, 4,6 de 5. Invitados vocales de lujos, como Aphazel de Ancient y Vicotnik de Dodheimsgard, más que necesario después que el australiano Dis Pater dejó la banda para concentrarse en Midnight Odyssey.

8. Instant Holograms on Metal Film (2025) de Stereolab. Bellísimo disco que RYM define ampliamente como neo-psicodelia, pop indie y ambiental e indie rock principalmente. 

Neo-Psychedelia, Indie Pop, Ambient Pop, Indie Rock
Indietronica, Krautrock, Post-Rock, Lounge, Psychedelic Pop, Space Age Pop, Chamber Pop

11 junio 2025

Lo nuevo de The Haunted (death melódico/groove sueco), EDM/industrial (Dawn Of Ashes), hard rock / thrash danés (Volbeat), metalcore melódico japonés, black viking alemán, black experimental sueco (con saxofón y soprano), blackgaze australiano, abstract hip hop increíble (Aesop Rock), midwest emo-pop

0. SE ME BORRÓ LA LISTA DE DEEZER!!!!

1. Songs Of Last Resort (2025) de The Haunted. Melodeath / thrash / groove pero durísimo, menos metal alterantivo y mucho más sonido sueco. Geniales, 4,2 de 5. Sin ser especial fan, me gustó esta combinación de dureza, melodía y sonido perverso en forma moderna, casi metalcore y sin ser demasiado derivativo. Ola Englund lo logra en grande con esos riffs. 

2. Infecting the Scars (2025) de Dawn Of Ashes: aunque me han gustado discos que combinan música electrónica oscura y dance con metal industrial y black metal, y aunque este disco no suena mal, los temas suenan demasiado largos y poco diferenciados. O no es su día. 2,5 de 5. Son de Los Angeles. 

3. Good Of Angel Truste (2025) de Volbeat: Si hay una banda que confunde, encanta y preocupa, son estos daneses. Tocan una combinación de heavy metal, hard rock, rock alternativo, groove, thrash y sí, rockabilly, con una voz entre operística, gótica y rockera que a veces me recuerda a Queens Of The Stone Age, aunque menor stoner y más rock clásico. No sé bien si es todo una sátira, algo más bien de humor negro o simplemente europeos raros que quisieran ser texanos. 

El resultado es mixto. Desde canciones que suenan a Lady Gaga con metal hasta momentos de grandes power ballads y otras de rock/metal alternativo regulares e incluso momentillos de metal extremo, porque bueno, son escandinavos, y también tienen esa obsesión combinada tipo Turbonegro. 3,7 de 5. 

4. Ubiquitous (2025) de View From the Soyuz: debut de esta banda de metalcore melódico de Tokio, Japón, aunque más melodeath que hardcore o metal alternativo, con muchas disonancias, mathcore y hardcore del más pesado. Guturales buenísimos, guitarras enrevesadas y enfoque en lo extremo cierran el disco con un genial intro de power metal neoclásico, para después evolucionar al black/death melódico más bestial. 4,1 de 5. Tienen tres EPs y múltiples singles desde 2021.  Realmente creativos y potentes.

5. Saviours (Deluxe - Enero 2025 - Junio 2025) de Green Day. Sin ser de los mejores discos, me opongo a que se ponga entre los peores. Tiene lo que queremos del trío, con buenas melodías vocales, mezcla de rebeldía y sensibilidad punk, una mirada pop y arreglos instrumentales mejores que el promedio del género pop punk. Yo le doy 3,7 de 5.

6. Götterdämmerung (EP, 2017) de Varg: cuatro temas de esta buenísima banda alemana de death/black melódico influenciado por el viking y el folk metal, tanto en estética como conceptual y musicalmente. Bueno. 4,3 de 5.

7. Hatred Rising (2017) de Skulldrain: debut y despedida de esta banda sueca de death/thrash bastante groove y al mismo tiempo, extrema. Combina riffs pesados, entre groove, death/thrash y thrash viejo y batería thrashosa, con un shriek que parece entre el hardcore y el thrash pero que además se antoja satírica y divertida. Súper europeo, porque además tiene momentos de mucha influencia del melodeath. 4,6 de 5. Lástima que no fueron más. 

8. Kriegsgötter MMXXV (2025) de Mystic Circle: un compilado más o menos regular, de versiones y reediciones de la banda alemana de black metal sinfónico. Las versiones de Iron Maiden, Possesed y Bathory bien, la de The Lost Boys muy mala. 3,5 porque hay muchos altibajos.

9. A Poison to the Firmament (2025, EP) de Heljarmadr: me estaba perdiendo de esta nueva banda con Sarah Jezabel Deva. Black / death metal melódico, sinfónico y experimental que empezó como un proyecto del cantante de Dark Heljarmadr.

La banda es realmente internacional, porque aunque el bajista y el cantante son los de Dark Funeral y Berseker Legion, y el baterista es también sueco, el cellista es el estadounidense Kakophonix y el tecladista/saxofonista es el brasieño Bruno Sá de Operation: Mindcrime. Cada tema es distinto, el segundo fue más bestial y duro, pero con soprano y arreglos melódicos.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere: dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, aunque es un poco genérico. Antes le he puesto 3,5 a sus discos. El tema final es el mejor, con shrieks profundos y una composición épica.

11. Black Hole Superette (2025) de Aesop Rock: otro buen disco de este hip hop abstracto, experimental, boom bap e illbient que me agrada. Creo que es de lo mejor que he escuchado en estos géneros alternativos pero lo lleva a algo mucho más increíble. Los temas son largos, con vientos y bajo grabados por músicos, lo que lo hace sonar más funk, potente y soul, con más profundidad. De verdad supera lo hecho por otros similares. 4,3 de 5. Nacido en Nueva York y residenciado en Portland, Oregon, está en uno de los también mejores discos de este año: Dead Channel Sky • clipping. El disco es largo, 68 minutos en 18 temas. 

12. Lonely People With Power (2025) de Deafheaven, me suena a reinvención. Después de innovar con un post-black metal "geek" o "hipster", aprenden de los distintos maestros que han recorrido este género y se alejan del dream pop / metal alternativo que tocaron en los discos anteriores, para presentar un disco que es furioso, veloz y gélido, con riffs disonantes y shrieks imposibles, rescatando el estilo que los llevó a la gloria en Sunbather aunque ahora más cerca de Portrayal Of Guilt que de My Bloody Valentine. Sin embargo, hay un trasfondo con una riqueza de arreglos más propios de black sinfónico. 

Lo escucho por segunda vez y me enamoro aún más. Las baterías de rock alternativo, las voces limpias oníricas y la combinación con el post-rock más calmado con el blackgaze más perverso es realmente una virtud y un acierto absoluto. Además, el bajista se despega de lo obvio para hacer arreglos profundos, complejos, que añaden un valor inusual y que acá se transforma en una subrutina, una narrativa alterna y que cabe perfecto con los ritmos de drum n bass que agregan a distintas canciones. 

Se agradece que vuelvan los momentos de baterías potentes que acompañan a las dobles armonías y capas de guitarras brillantes, post-metaleras y que caen tan bien con el screamo. 4,7 de 5. Un dato increíble es que el vocalista de Interpol está invitado en el tema final mientras que el ex-bajista de Beck agregó teclados adicionales. 

13. Downpour (2025) de Charmer. Ruidoso y melódico, con altísima ganancia en las guitarras, voces pop y riffs que con otra distorsión y más lentos serían quizás post-metal, es algo que podría llamarse midwest emo-pop. Los músicos son increíbles. 4,1 de 5. Me conquistaron, suenan luminosos y al mismo tiempo, disonantes, sin dejar de ser tangencialmente pop punk y alternativos.

10 junio 2025

Lo nuevo de Systema Solar (cumbia digital), Ladrones (tumbado metal), Garbage (ahora electrónica), death progresivo vintage de Chequia, pop reggae, horrorcore de LA, doom pop metal finlandés

1. Human Sewer (2025) de Demiurg: death progresivo de Chequia, con el sonido originario de bandas como Death, Carcass y Pestilence, con una batería compleja pero rudimentaria en la grabación, una voz que parece acercarse a Martin Van Drunen en Asphyx y muchos arreglos de bajo técnico y solos increíbles. 4,3 de 5. No es más porque hay menos originalidad y mucha emulación. Es su cuarto disco después de 10 años de silencio aunque desde 2009 han tocado en vivo como una banda de versiones de Death.

2. Return To Roots (EP, 2025) de Tash Sultana. Se reinvindican totalmente con este puñado de canciones de reggae pop psicodélico, menos soul, R&B y alt-pop y más originario. Son de Australia. Es el trabajo solitario de Taj Hendrix "Tash" Sultana, quien se describe como una "banda de una persona" y como de género fluido.
3. Futuro Primitivo (2025) de Systema Solar: divertido, sabroso, increíble fusión de música colombiana orgánica y electrónica que está bautizado como Digital Cumbia, que se alimenta de canatos de dancehall, dub, reggae, dubstep, hyphy, psicodelia, samples de house y mucho folclor. 4,5 de 5. Es un disco en homenaje al rap costeño colombiano, según ellos mismos.

4. Postcards From Hell (2025) de Mickey Avalon & Rove.  Avalon (Yeshe Perl de nacimiento) es un rapero de Los Angeles y Rove viene de Canadá. Creo que acá RYM se quedó muy lejos de una buena clasificación. No sé si es Horrorcore o Hardcore Hip Hop porque aunque se escuchan algunos beats de crunk y trap, mientras otros tiene guitarras o samples de música más bien calmada. 

A veces me suena a una combinación entre The Streets y Snoop Dogg. Mickey habla de consumo de cocaína y crack, sexo y prostitución, siempre está sin camisa y usa mucho delineador, lo que es marcadamente diferente en su género. Yo le doy un 4,2 de 5. Me gustó muchísimo.

5. Shining (Oct, 2024) de Swallow The Sun: me pareció malísimo, salvo un par de canciones, la primera vez, en que le di 2,5 pero una segunda oída me entusiasma y alegra, porque esta banda siempre me ha agradado aunque no me mate. Y aunque no llegue a la calidad de los discos anteriores, no es tan terrible como la primera vez, aunque claro que tampoco es majestuoso. La voz lírica limpia tiene sus altibajos mientras que la gutural es increíble. El tema final, de más de 8 minutos, es definitivamente pop doom metal. 3,3 de 5. 

6. Mexican Pesado (2025) de Ladrones. Si me gustó su primer disco, combinando hip hop y tumbados corridos con nü-metal y djent, este disco es muchísimo mejor. Tiene más guitarras pesadas, con muchísimos riffs duros y más complejos, un par de guturales y un bajo slapeado demasiado bien hecho. Además, la música folclórica está en forma de elaboradas guitarras acústicas muy bien interpretadas. 

Tiene el mega éxito Así cambió la cosa, y el tema Así Nomás es casi grindcore, con blast beats y riffs metaleros brutales, así como otro parte de grunts, dentro de la voz rapeada y cantada. Macario es un genio y los MCs hacen un gran trabajo. 4,6 de 5.

7. Trainspotting (2025) de Rome Streetz & Conductor Williams. No soy experto, ni cerca, pero otro disco de hip hop que me sorprende. El rapero británico (residenciado en Nueva York) y el productor de Kansas City se lanzan un discazo de Drumless y Hardcore Hip Hop (como Fly Anakin), Gangsta Rap y Abstract Hip Hop realmente bueno. 3,9 de 5.

8. Let All That We Imagine Be the Light (2025) de Garbage. Shirley Manson y compañía se adentran en la música electrónica con resultados regulares. Hay temas que parecen relleno sin nada más, pero también hay algunos que aunque no se escuchan casi guitarras y la mayoría son baterías electrónicas, se destacan como Sisyphus, There´s No Future in Optimism, Radical y Love To Give, que no son extraordinarias, pero son las que mejor permiten escuchar a la banda detrás y la combinación entre lo digital y lo analógico, o es puramente electrónica pero tiene buenos sampleos y estructura. Además, ella canta bastante bien en casi todos los temas. 3,4 de 5. Hay synthpop, post-punk, rock alternativo y dance alternativo. 


09 junio 2025

Lo nuevo de Sparks (art pop de LA), Better Lovers (metalcore / mathcore), Fit For An Autopsy (deathcore), deathgrind progresivo técnico, black sinfónico eslovaco y dungeon synth español, flamenco andaluz, hip hop/post-punk británico, doom progresivo húngaro, metalcore/nu-metal (Cane Hill), death progresivo brasileño, reggae pop de Florida

1. MAD! (2025) de Sparks. No sabía como describir esta banda, pero RYM me echa la mano: Art Pop como género principal, y Synthpop, Art Rock, Electroclash, Chamber Pop y New Wave como secundarios. Lo que yo escucho son sofisticadas canciones de pop con muchos arreglos o sampleos orquestales, influencias electrónicas y de los ochentas, con muchas voces corales y pulidas. Un poco de The Beatles y de Duran Duran. Es bastante elegante y pulido, no precisamente ligero de oír o comercial, pero no es tampoco lo mío. 3,1 de 5. Dúo principalmente forjado por los hermanos Ron y Russell Mael.

2. Highly Irresponsible (Oct, 2024) de Better Lovers. Debut del supergrupo de mathcore / metalcore / hardcore, conformada por el cantante Greg Puciato (ex-Dillinger Escape Plan), guitarrista y multi-productor Will Putney (Fit for an Autopsy), and tres ex-miembros de Every Time I Die: guitarrista Jordan Buckley, baterista Clayton “Goose” Holyoak y bajista Stephen Micciche.

Pesado, gracias a una combinación de potentes guitarras metaleras, llenas de riffs enrevesados y cuasi-progresivos, armonías entrecortadas, raros cambios de tiempo y distorsiones purificadas por la ingeniería de sonido, junto a voces gritadas, de inspiración punk, crossover y thrash pero que por ser tan agrias y chillonas, son casi shrieks de black metal. Lo mejor que le he escuchado a Puciato frente a los micrófonos (incluyendo sus melódicas líneas vocales). 

Así que es un discazo lleno de maldad, noise y caos, pero que gracias a su producción brillante y composición diversa que por momentos recuerdan a todas las bandas de los integrantes, contienen la avalancha de disonancia y caótica estructura para que escuches clarito toda la demencia expresada. Lo volví a escuchar y ratifico su 4,7.

3. The Nothing That Is (Oct, 2024) de Fit For An Autopsy.  la banda de Nueva Jersey de Will Putney, hiper fecundo productor e ingeniero de sonido llega a su séptimo disco, que inicia potente, con instrumentos a máxima ganancia, combinando épicas voces limpias de post-hardcore con gritos deathcoreros, mientras las guitarras explotan desde el principio con riffs pesados, groovies y oscuros, pasando del industrial al death melódico escandinavo e incluso transitando breakdowns envenenados con metal extremo, con algunos extractos de ambient a la Gojira que le dan riqueza.

La voz es definitivamente más death que core, con enfoques diversos, profundos y percusivos, aunque hay mucha versatilidad, apelando a shrieks de deathcore también hay growls procesados, aunque la mayoría son variaciones de un grito que es casi growl pero entendible, con varias voces limpias, semi-limpias y gritadas. Sin quitarle méritos a la banda, su propuesta implacable y lo combativo de su currículo, el género no es mi "cup of tea".

Me gustaron Savior Of None (por su pedazo tan At The Gates), Lower Purpose y Lust For The Severed Head por sus riffs progresivos y math, así como sus momentos cuasi-doom y proto-death, mientras seguían dándole un tumbao de groove medio Pantera/Sepultura, con lo que le añadieron otra dimensión, algo vintage, mientras el cantante siguió con su tormenta de fuego y azufre imparable.

Lo mejor del disco es la creación de un estilo integrador, casi artesanal, en que han creado un tejido basado en death metal melódico, más a lo Carcass pero con un guiño a los suecos, además de puntadas de grindcore, hardcore y mathcore. Esto acompañado de una cuidadosa producción vocal, incluyendo varios coros limpios dreamy, un growl que puede irse a profundidades del deathcore o el brutal death, volver para ser un growl contemporáneo y subir a ráfagas de shrieks.

Junto a guitarras magníficas, que se concentran en capas, convive el ambiente electro-sinfónico que acompaña al deathcore, sutil y sublime. Y aunque el dinamismo y contraste permite escuchar las dinámicas que entretejen los instrumentos, incluyendo el bajo y quizás aunque un poco baja y procesada la batería, arroja una claridad tipo wall-of-sound que sobrevive al mero fin del extremismo, sin que haya demasiado espacio para respirar. Y sí hay algo aún mejor, los breakdowns no son obvios, repetitivos ni formulaicos, si es que acaso existen al no ser así.

Es un disco casi perfectamente producido y grabado. Una aplanadora muy contemporánea, en la que sin embargo, no pueden de dejar de escucharse tantas referencias embebidas como hilo invisibles. Además, que le pongo cada vez más alta puntuación cuando lo escucho. En esta tercera, ratifico el 4,3 anterior.

4. Reign Supreme (2012) de Dying Fetus: los de de Baltimore, Maryland se lanzaron con este un monstruoso disco, veloz, progresivo, técnico y súper bestial. 4,7 de 5. Un sonido de brutal death ayudan a que los arreglos complejos suenen impresionantemente taladrantes.

5. Pact of Blood (2025, Split) de ELFFOR de País Vasco, España y Aeon Winds de Eslovaquia. Muy disímiles ambas bandas. La primera es más ambient, dungeon synth y black atmosférico bastante cavernoso y lo-fi, casi totalmente dominado por sintetizadores. La segunda es un furioso, brutal y elaborado black metal sinfónico. 4,5 para los eslovacos, 2,5 para los españoles.

6. Manifiesto (2025) de María Terremoto. Discazo de flamenco de la joven cantante andaluza nacida María Fernández Benítez en Jérez de la Frontera, Andalucía, España. Lo mejor de todo es que llegué a ella porque hizo una colaboración con Faenna, que hizo un featuring en el disco de Kas Rules. 4,7 de 5.

7. Like a Ribbon (2025) de John Glacier. Un disco raro, en el mejor sentido posible. Sobre todo porque a pesar del nombre se escucha es una voz femenina todo el tiempo. Es hip hop experimental, cloud rap, trap, post-punk y neo-psicodelia, según RYM, pero lo que se escucha es una forma oscura de hip hop, con guitarras, un sonido entre casero y callejero, bastante alternativo. Una maravilla, 4,3. La llaman "la Tricky femenina".

8. Narcissus (2025, EP) de Odion: Debut de esta magnífica y elegante banda de doom progresivo de Hungría. Voz limpia entre gótica y casi operística, entre Evergrey y Katatonia, melódica pero apesadumbrada. La instrumentación es magnífica, entre sinfónica, pesada y sombría pero con muchísimo tecnicismo y estimulante creatividad, con diversidad de sonidos y formas. 

Un buen doom sin encasillarse ni limitarse, al contrario, probando sonidos mayores, luminosos y formas alternativas de jugar con los tropos de cuerdas solitarias (gracias a tener una cellista como integrante fija), bajos del submundo e interludios misteriosos en que los instrumentos cavan una profunda tumba del que sale un cavernoso gutural. Gran final para este disco. 4,6 de 5.

9. Från melankoli till meningslöshet (2025) de Dispyt: crust / black / d-beat de Finlandia, lo que lo hace inmejorable. Con la voz chirriante y fry que han cultivado en este país, más guitarras gélidas y batería hardcore. Me consquitaron de inmediato. 4,3 de 5. Es un power trío conformado por Owe Inborr (voz y guitarra de Ondfødt - black metal), Mathias Lillmåns (vocalista de ...And Oceans) y Juuso Englund (ex-guitarrista de Ondfødt) con el baterista de Ondfødt, Tommi Tuhkala, de invitado. Es mi tipo de disco, 4,3 de 5.

10. A Piece of Me I Never Let You Find (Nov, 2024) de Cane Hill, tercer disco de esta banda de metalcore / nu-metal de Nueva Orleans. El tema The Midnight Sun, que además fue single, me encanta con su breakdown con un riff hiper-pesado en contratiempo mientras suena el coro. Fade (y su versión Into You) están también en lo mejor de la producción. 

La voz, entre melódica y alternativa, así como gritos hardcore y nü-metaleros son el hilo que une los componentes musicales. La publicación de 3 EPs antes me agradó, porque siempre dejaba con ganas de más, lo que se recompensa con este disco.

Las características destacadas del disco se concentran en los muchos, y en ocasiones cortísimos, breakdowns basados en hiper potentes golpes de guitarra, con armónicos y en forma de wall-of-sound, que incluso a veces son usados como samples, que entran y salen repentinamente para cambiar todo alrededor, y por otro lado está la riqueza de efectos, ruidos y pistas electrónicas. Esto produce un efecto devastador, porque estamos a merced de una banda de metal que piensa como productores electrónicos, disparando y recolectando ráfagas para producir emociones y sensaciones. Le puse 4,1 la primera vez. Le pondría 4,6 de 5 ahora.

11. Psychonaut (2014) de Siriun. Gracias a un viejo tema de 2014 que tenía favoriteado en Deezer, llegué a esta maravilla brasileña de groove, death progresivo y death técnico, que por las baterías tan increíblemente rápidas, potentes y minuciosas me recuerda igualmente a Gorod y Gojira, de donde claramente hay influencias en la forma de combinar y producir las guitarras, las voces y las armonías. 

Sin embargo, los brasileros se diferenciar en agregar, en medio de gritos y algunos riffs cercanos a Pantera, guitarras más enrevesadas y superpuestas, junto a un sonido más cercano al death progresivo originario. Disonante, potente, alternativo y feroz, tremenda combinación. 4,7 de 5.

12. Are you smiling yet? (2025) de Artikal Sound System. Una alegre e interesante combinación de pop reggae y pop rock desde Florida. Tiene momentos psicodélicos muy lindos, una voz femenina realmente dulce y buenas guitarras y pianos que nos elevan espiritualmente. Es algo dance pero también es muy rockanrollera. 3,8 de 5. Uno de los temas finales, con guitarras pesadas y melodías vocales, es una joya absoluta.

08 junio 2025

Lo de nuevo de Vildhjarta (thall), Midnight (black/punk/speed), Year Of No Light (post-rock), power sinfónico italiano, hardcore/metalcore/heavy de NY, grindcore nepalí, raro death progresivo californiano, sludge/drone, indie pop inglés, black sinfónico neerlandés, Memphis rap / phonk

 1. + Där skogen sjunger under evighetens granar + (2025) de Vildhjarta. Los suecos creadores del género thall presentan su tercer disco. Y aunque los singles, especialmente Sargasso, me impresionaron, en conjunto no tanto. Sí, son los pioneros pero el disco, aunque fiel a su combinación de guitarras progresivas, muteadas y con tiempos imposibles, con tantos sonidos atmosféricos y una calidad técnica inigualable, me pareció repetitivo y un poco obsoleto, después de tantos años de desarrollo del djent, del metal progresivo contemporáneo y e incluso del deathcore downtempo. 3,9 de 5.

2. Steel, Rust and Disgust (2025) de Midnight: Este tipo me cae bien, aunque su producción es irregular, tiene la cultura metalera, humor negro y avidez de provocación ideal, además, el género siempre me produce alegrías y ganas de cabecear. 

Ahora, este disco de versiones, que también es una especie de homenaje a bandas que se basan en películas gore o sentaron las bases para el punk, el black o el propio metal, tiene una tónica un poco burlona, con mucha filosofía de DIY, pero enfocado en su mezcla de speed, black n roll y thrash. Cleveland Metal y otro homónimo al disco son los temas originales para completar el disco. 3,9 de 5.

3.  Beyond (2025) de Moonlight Haze. Cuarta entrega de los italianos, un poco más pop y flojita que otros discos. Siguen siendo muy buenos en crear dramáticas canciones, llenas de emoción y orquestaciones, también combinando power, heavy metal y sinfónico, pero en este caso mucho más radial y menos metalero en un sentido demasiado comercial. Creo que básicamente el problema es que a pesar de la buena voz de la vocalista principal, Chiara Tricarico, aunque a veces suena muy parecida a Gwen Stefani, lo que puede ser tan original como funciona, también el disco es inconsistente. Entonces en temas como Time To Go, hay más heavy metal e incluso guturales, pero en otros se excede lo gótico/pop. 3 de 5.

4. In Oblivion (2025) de Age of Apocalypse: rara forma de metal alternativo y metalcore, que también suena como hardcore punk gótico gracias a la aún más extraña combinación de guturales con una reverberada voz limpia y gótica, cercana al epic doom pero también a veces gritada al estilo del hardcore punk, lo que los aparta de la manada. Los de Nueva York crean un estilo muy propio con este lanzamiento.

Muchos temas también tienen esa ambivalencia de ser hardcore melódico con voces misteriosas y de repente, metalcore agresivo, incluso con momentos de death / deathcore con armónicos, riffs disonantes y batería de hardcore. Uno de los invitados es el cantante Colin Young, de la banda de doom / metalcore / metal alternativo Twitching Tongues. Muy interesante. 3,9 de 5, pero hay temazos mucho más altos.

5. Jhyappa [Luz, 2025) de Chepang: grindcore/metalcore nepalí, residenciado en NY, realmente bueno. Aunque su disco anterior, Swatta no me mató, en Sputnikmusic lo alabaron, especialmente por su cantidad de invitados. A mí me pareció normalete. Mejor me parece este disco, un buen 3,8 de 5.

6. Les maîtres fous (2025) de Year of No Light: post-rock / drone francés, que ha tenido muy buenos momentos antes, pero este disco de una sola canción de poco más de 29 minutos es más bien inocua aunque no así aburrida. Se pasa bien pero no dice casi nada. 2,5 de 5.

7. Medical Journal Volume 1: Intake (2025) de Mortal Filth. Se autodenominan death progresivo, y aunque se escuchan algunas rarezas y virajes en lo que podría calificarse usualmente como una fusión de death y deathcore, es más bien un monstruo de metal alternativo que bebe del metal avant-garde debido a fusiones con otros géneros, cambios de distorsión y sí, arreglos de jazz metal y metal progresivo, pero también de funk metal, metalcore y groove, así como sonidos que vienen del thrash técnico. 

La banda, de California, tiene de guitarrista a Valira Pietrangelo, quien se identifica como una demonia, gracias a las muchas e imponentes modificaciones corporales a las que se ha sometido, incluyendo grandes cuernos. Las guitarras suenan como una combinación entre metalcore, groove y mathcore, lo que permite una dinámica entre sonidos densos y diversos cambios de riffs afilados, mientras la voz es otra forma bizarra de shriek perverso y una voz gritada más propia del metalcore o del groove/metal alternativo, aunque ninguna de estas calificaciones es precisa o rígida porque entre otras rarezas, el disco está compuesto por canciones de entre 2 a 3 minutos, muy raras para lo progresivo.

Tienen de invitado al bajista de Fleshbore, una increíble banda de Indiana, que hace también raras combinaciones con progresivo, metal extremo y mucho más. En este caso, 4,3 de 5. 

8. 360 Humanzee (2025) de INFOPOLICE. A veces suena a Beastie Boys, combinando hip hop, rock punk y música electrónica rara. Es un dúo de Montreal, Canadá. En su Bandcamp se etiquetan como experimentales, punk, emo rap e industrial. Los conocí por el tema Limp Biskit del nuevo disco de dianacrawls. Muchos beats suenan a techno y hip house. 2,5 de 5 aunque hay temas realmente divertidos como Swerve. Me recordó a Joey Valence & Brae pero mucho menos más inteligente y más bien un poco más duros y hardcore.

9. Passages (Ep, 2025) de Sunrot: bestial EP de sludge atmosférico / drone de New Jersey, que es corrosivo, metalero y al mismo tiempo ambiental. Genial. 4,2 de 5. 

10. Little House (EP, 2025) de Rachel Chinouriri: Después de su debut, What a Devastating Turn of Events, con una portada que encontré sorpresivamente sexy, la cantautora estadounidense deja circular cuatro nuevos temas con su combinación de indie rock, indie folk, pop rock y algo de post-punk. Demasiado refrescante en medio de tanto alt-pop y post-punk genérico. 3,7 de 5. Se anota muy bien con este puñado de geniales canciones, especialmente la última, con algo de noise rock y sleaze rock, esta londinense sensual y alternativa de piel morena.

11. Downfall (Ep, 2025) de Avataria: oscuro y denso black metal alemán con herencia del gothic metal. Suena subterráneo como el doom, sin embargo, las raíces son vampíricas y misteriosas hacia lo tenebroso presentado de forma extrema. 3,7 de 5.

12. Of Marrow and Vertebrae (2025, EP) de Spinal Column Damage Danger. Brutal death metal con temática médica, que no es lo más original ni reciente. Darren de Bélgica es el responsable detrás de esta sucia bestia de mid-tempo. Aunque no dice demasiado, 2,8 de 5.

13. Melodies from a Decaying Mind (2025) de The Apostle of Hecate: otro proyecto/nombre del mismo música, ahora con el black/death con arreglos de piano y un sonido decadente con guitarras chirriantes. 3,2 de 5.

14. The Glass Curtain (2025) de Billow Observatory. Bello y suave disco de ambient, del dúo compuesto por el danés Jonas Munk (de los rockeros psicodélicos Causa Sui) y Jason Kolb. Sin embargo, lo sentí demasiado inocuo y calmado. 

15. Tha Time Iz Now! (2025) de Lil Sko: es raro que me guste algo de este género pero lo veo duro, con algunas guitarras de metal al fondo y cercano a lo que hace Eminem por momentos. Es Memphis Rap, Gangsta Rap y claro, G-Funk y Phonk. Nació con el nombre de Sakata Kareem Oatis, y lo mejor es que tiene samples que parecen venir del rock progresivo, el funk y el jazz, dejando al mismo tiempo los sonidos del 808 del trap y el hip hop sureño, más artesanal y crudo. 3,7 de 5.

14. V (2025) de Walg. Los neerlandeses lo vuelven a hacer. Desde Groningen, Países Bajos, una embrujada combinación salvaje de black sinfónico (a veces incluso con vientos), folk metal y riffs melódicos veloces, desgarradores y épicos, mientras las voces monstruosas entre shriek y gritos le añaden una carácter de espanto monstruoso. 

 Es poesía violenta, presentada de forma tenebrosa y cuidadosa, casi artesanal, combinando la potencia orquestal de bandas más conocidas del género, como Dimmu Borgir o Emperor, con momentos que pasan de intimistas a sofisticados, en que hay arreglos puntillistas, que van desde voces operísticas o viking, detalles de ambient y varias capas de guitarras que pueden ser folk, semi-acústicas y atmosféricas, dejando una sensación de experimentación así como de inventiva dentro de lo que conocemos, momentos de blast beats, sintetizadores y trémolo picking con una potente impronta orquestal.

Es realmente cautivante escuchar los graznidos del cantante (Yorick Keijzer) usando unas rrrrr profundas en su pronunciación, así como las distintas melodías orientalistas, baterías ritualistas y combinación melódica que viaja desde el misticismo hasta lo reflexivo, desde lo sideral a lo cavernario, para arropar las distintas formas del "metal oscuro". 4,7 de 5.

06 junio 2025

Lo nuevo de Swans (post-rock/drone), Katatonia (progresivo gótico), Turnstile (post-hardcore / dream pop), industrial alternativo y melodeath sinfónico portugueses

1. Birthing (2025) de Swans. Según RYM, para hoy 6 de junio, el mejor disco de 2025, y aunque me parece bastante experimental, entretenido, cautivante por momentos, también es extensísimo (1 hora 55 minutos) sin que sean las mejores dos horas de mi semana. Los neoyorkinos son una banda de culto.

Es un buen disco de post-rock experimental, pero en muchos momentos el drone es simplemente eso, hay buenos momentos de noise rock (sobre todo cuando hay batería orgánica estruendosa) pero a veces es simplemente un riffs demasiado alargado o narraciones no tan buenas como las que hacen en Sprain. 

Según RYM también hay totalismo, rock gótico y kautrock (porque hay decenas de instrumentos, desde vientos misteriosos hasta percusión rara) pero además, hay mucha experimentación electrónica, un tema con doble bombos infernales como si fuera death metal, muchas voces de niños y hasta guitarras country (aunque no puedo estar de acuerdo que hay música gótica). 4,3 de 5.

Los créditos de los muchísimos instrumentos: Michael Gira: voz, guitarra acústica, producción, dirección artística y diseño. Phil Puleo: batería, dulcémele, flauta, melódica, percusión, maquetación. Kristof Hahn: guitarra, guitarra lateral de acero, guitarra acústica, guitarra eléctrica, loops, coros. Dana Schechter: guitarra lateral de acero, bajo, loops. Christopher Pravdica: bajo, taishogoto, loops, efectos de sonido, teclados. Larry Mullins: melotrón, teclados, piano, sintetizador, batería, vibráfono, percusión, coros. Norman Westberg: guitarra eléctrica, loops.

Invitados: Jennifer Gira, Laura Carbone, Lucy Kruger: coros. Andreas Dormann: saxofón soprano y Little Mikey: coros.

2. Violent Feathers (2025) de Spiralist: el proyecto del portugués Bruno Costa muta del post-metal progresivo al metal industrial alternativo. Se escucha bien, a veces bastante, considerando el cambio, pero también a veces es así como bastante derivativo, como en el tema Glasseater, totalmente creada a partir de Closer de NiN.  3,5 de 5 porque el performance es increíble. 
3. When Fire Engulfs the Earth (2016) de Dark Oath. El debut de la banda de melodeath sinfónico que el año pasado me deslumbró con Ages Of Man, un disco hermosísimo. En este debut, aunque hay mucha música extrema, con la vocalista apuñalando el mundo con sus shrieks y destacadas orquestaciones grandiosas, hay una gran influencia del power metal. Se parecen un poco a Stormlord por momentos, aunque es primordialmente un melodeath con muchas orquestaciones. 4,3 de 5.

4. Nightmares as Extensions of the Waking State (2025) de Katatonia. Me encanté con esta banda hace relativamente poco tiempo, pero me encanta volver a sus últimos discos. El progresivo / gothic metal que han cultivado ahora vuelve con una cara más dura, con mayor protagonismo instrumental y la misma seducción oscura en las voces, en que Renkse suena oscuro, seductor y melódico, aunque debo decir que ahora un poco repetido, igualmente ofídico y gótico.

Lo mejor es definitivamente escuchar una renovada potencia en las guitarras, la presencia permanente del bajo con una claridad asombrosa y la máxima ganancia que le dieron a la batería, para hacer repentinos giros y recovecos progresivos con ritmos complejos, y lo segundo mejor son los cambios de tiempo y tono, de la calma a la expansión coral, usando además guitarras gigantes que caen como baldosas de concreto, las capas sucesivas de solos, teclados y más guitarras distorsionadas.

Para mí, 4,6 de 5. Los singles son brillantes y más sonando juntos: Wind Of No Change, Lilac y Temporal. 

5. Never Enough (2025) de Turnstile. A veces uno aprecia una banda antes que los demás, o que sean famosos e incluso no los recuerdas. Eso me pasó con ellos y ahora que están en mayor reconocimiento, uno dice, al mismo para sí mismo, yo ya sabía (o intuía). Aunque también hay que admitir, el disco con los que los conocí hace ocho años, Time & Space era básicamente hardcore punk y post-hardcore. 

Con el doble single/video SEEIN´ STARS / BIRDS definen claramente lo que hacen y cultivan, por segunda vez después de Glow On, que son una banda que hace post-hardcore y rock alternativo, e incluso metal alternativo y hardcore punk, pero también dream pop, new wave y ambient pop, al mismo tiempo, con humor, creatividad, desenfado, alegría y guitarras que pueden ser psicodélicas, punketas e incluso metaleras, y todo al mismo tiempo. 

Me suena a esa manía noventera de tocar canciones pop o radiales a ritmos de guitarras industriales, pero esto es algo extraordinariamente mejor, y sin recurrir al nintendocore. Algo quizás tan divertido y osado, similar a lo reciente de The Callous Daoboys así no alcancen sus alturas, sí hacen algo realmente que toma los sonidos ochentosos, de estas escenas tan disímiles y los unen de forma única. Es decir, es punketo ye electrónico pero no es synth punk, al revés, es una especie de hardcore/post-hardcore con sonidos del new wave y el dream pop, incluso ambient y hasta dance, pero pensado desde el concepto de banda, nada de laptops. Bravo. 4,7 de 5.

I CARE lo hace de forma magistral, por ejemplo. Y DREAMING es una locura con esos ritmos latinos y new wave junto a guitarras punketas. DULL es otra joya y ni hablar de LOOK OUT FOR ME, con sus bases discotequeras y pianos oníricos, siempre acompañadas de guitarras hardcoreras. SLOWDIVE es otra gran canción, partiendo desde el metal alternativo, con las guitarras más potentes pero igualmente rítmicas y electrónicas.  Qué buen disco (con las excepciones de MAGIC MAN y CEILING, que no tienen nada).

04 junio 2025

Lo nuevo de And Oceans (black sinfónico industrial), black/death sinfónico / folk rock holandés, rock alternativo alemán, rap/hip hop femenino venezolano (Mari), rap rock / synth punk de Misisipi, horrorcore (Eminem), power metal / folk sinfónico sueco, temas de The Beatles en jazz, hardcore/thrash colombiano, techno noventero

1. Absence (2025) de Xavernah: misterioso, elaborado y profundo black/death melódico y atmosférico, con mucha experimentación expresada en narraciones con tonos radiales, interludios calmados instrumentales, orquestaciones atmosféricas, detalles progresivos e incluso de ambient, que combina en cada canción para una evolución sorprendente, entre el dark folk acústico y el black disonante más bestial.

Cada tema, de 5 a 12 minutos, elabora los géneros de forma distinta, algunos más black melódico sinfónico directo y brutal, otro es más post-rock y otros más cerca del progresivo. Obra principalmente de Ramón Roest, baterista, orquestador, programador y cantante de Países Bajos. 4,5 de 5.

2. Flash Forward (2025) de Renegade: sabrosito rock alternativo / post-grunge del power trío alemán. 3,7 de 5. Tiene un par de temas mucho mejores que el promedio del disco, con unos vientos y arreglos electrónicos. Deberían explorar mucho más esa fusión para no sonar tan genéricos.

3. Ginnia (2025) de Mari: debut de "La Carajita", cantante cumanesa nacida como María Virginia Centeno Castillo, que ha colaborado con Orestes Gómez y Akapellah. Trap, reggae, reggeatón, rap latino, dub, electropop, hip hop y mucho venezolanismo en su primera producción. Me encantan los beats y samples de música folclórica venezolana, así como tantos sonidos orgánicos de una banda detrás. Bastante buena, 3,9 de 5, aunque los venezolanismos me hacen dudar si son exagerados o naturales. 

Creo que es un buen experimento pero le falta definir el tipo de música, letras y concepto, porque suena como un mixtape por momentos. Una cosa es diversidad y otra falta de definición. Hay que saber si se acercará a lo que hace Irepelusa, a Rosalía o a La Mala Rodríguez, o las fusiona con su toque para algo nuevo, lo que aún no sucede. Sobre las referencias sexuales y de género, tampoco me queda claro si la propuesta es ser "macha" siendo mujer, mujer "arrecha" u otra cosa.


4. Don´t Talk (Ep, 2025) de Our Mirage: metal alternativo / post-hardcore / metalcore brutal, electrónico y muy noventero, incluyendo rapeo en las voces, gritos desgarrados y coros limpios. 4 de 5. 

5. No Separation (2025, EP) de MSPAINT. Divertidísimo synth punk / rap metal del cuarteto de Hattiesburg, Misisipi. Guitarras digitalizadas, gruesas y ruidosas, rapeo y hip hop en forma orgánica. Genial, 4 de 5 con temas más altos.

6. The Marshall Mathers LP (25th Anniversary) - Original de 2000 y reeditado con dos temas en vivo en 2025. Tiene los megaéxitos Kill You, Stan (con Dido), The Way I Am y The Real Slim Shady. Con temas dramáticos como Kim y I´m Back. Es el disco después del rompedor Slim Shady LP.

7. Fimbulvinter de Brothers of Metal (Nov, 2024): heavy / power metal sueco, que cuando lo escuché por primera vez me dio una muy mala impresión, porque tenía una pobrísima mezcla, que hacía que las voces y los instrumentos bajaran y subieran de volumen. 

Ahora, se escucha una magnífica combinación de epic power metal con cuidadas vocalizaciones, detalles de viking folk metal y minuciosas orquestaciones que suenan gigantescas, incluyendo interludios de guitarras acústicas, instrumentos tradicionales europeos y una atmósfera embriagante de aventura, misticismo y tradición, además de unos guturales y unas guitarras de hard rock encantadoras. Es un disco muy rockero y al mismo tiempo, rico en arreglos sin ser bombástico ni exagerado. 4,3 de 5. Qué bueno que volví a escucharlos.

8. John Daversa Big Band: Improvisatory Observatory-Live and Raw at the Baked Potato Exhibit 3: un disco de jazz en vivo con el gran trompetista estadounidense. Un poco corto y con una "canción" de 9 minutos de chistes y descripciones de los músicos tocando pedacitos de clásicos del rock. Fino, aunque no demasiado. Lo mejor, Here Comes The Sun extendida por 9 minutos.

9. Poison The Preacher Vs The World (2025), debut de los bogotanos a punta de thrash crossover, hardcore punk y death metal vintage, que tiene un poco de los 80 y de los 90, con algo de rapcore, death técnico, slam death metal y mucho de hardcore. Hay maldad, diversión, sátira y todo lo que esperamos de todos estos géneros. Buen inicio formal después de años de carrera.

Hay que decir que me gustaron las vocales, tienen un baterista increíble y riffs para hacer el pogo más grande del mundo, incluyendo unos perversos armónicos y solos geniales, además tienen muy buenos invitados como Devin Swank, cantante de Sanguisugabogg y la banda californiana de harcore/thrash, Dead Heat. 4,3 de 5. Tocaron en el Rock Al Parque 2023. 

10. The Regeneration Itinerary (2025) de ...And Oceans. Me gustó el As in Gardens, So in Tombs de 2023, pero no tanto como el Cold World Mother de 2020 y claro que menos que los primeros discos, pero este de 2025 suena increiblemente: es electrónico e industrial, con mucho black metal sinfónico pero bastante brutal. 

Incluso aunque haya música dance, lo que predomina es una bestial combinación de ritmos de death, black y hardcore con guitarras gélidas, pesadas y salvajes, con guturales diversos pero siempre punzantes, a veces cavernosos y muchas veces shrieks vampíricos. Se destaca una batería imponente, así como arreglos entre orquestales y sintéticos que le dan fuerza a una propuesta instrumental que incluso a veces suena lo-fi o cruda. 

Me gustó mucho ese choque de sonidos orgánicos y digitales, así como influencias del ayer. Es destructivo. 4,6 de 5. Noruegos dementes que siiiiiempre me gustaron. Los vi en vivo y me impactaron con sus maquillajes distintos y su propuesta tan electrónica. Me alegró este disco tan oscuro.

11. Orbital 2 (The Brown Album Expanded) - Segundo disco de los británicos, instalados como baluartes de la música techno (ambiente, acid y trance). Su versión larguísima la usé para fregar, bailar, pensar y trabajar. Muy buena esa. 

03 junio 2025

Lo nuevo de Cuarteto de Nos (rock indie uruguayo), djent/progresivo sueco, hip hop / cloud rap británico, black/post-punk (Tribulation) y goth/doom suecos, punk rock femenino argentino

1. Puertas (2025) de El Cuarteto de Nos: qué maravilla que los veremos en Rock Al Parque, este disco nuevo es fiel a su discografía pero se elevan con el tema El Astrónomo que no podía ver el cielo, un trap / jazz / rock alternativo. Bravo por los uruguayos. Toques de saxofón, arreglos electrónicos y buenas guitarras rockeras en sus acostumbrados versos y rimas, referencias culturales y poesía irónica. Me anoto. 4,6 de 5. 
2. Elicit (2025) de Limbo: increíble djent / metal progresivo, enrevesado, brutal y atmosférico. De Suecia, llegan así a su segunda producción, con algo que suena como Meshuggah con Tesseract, combinando una furia industrial, masiva y caótica con bellos pasajes de arpegios, ambient y puentes que permiten diferenciar las aritméticas nucleares de estructuras que van desde el groove hasta el shred. Buen disco, emocionante y uniendo polos lejanos. 4,3 de 5. El baterista de VOLA está invitado en un tema. 

3. Airbag Woke Me Up (2025) de Jeshi: hip hop / cloud rap / R&B alternativo de Londres, con muchísima música electrónica británica, pero al mismo tiempo, con muchos altibajos. Por momentos, especialmente cuando hay trap, suena emulando a los estadounidenses, lo que me parece lo menos logrado, y en otros hay drum n bass, raros beats alternativos, que parecen sacados de bandas de rock, indie o funk combinadas con música dance europea dura, lo que lo hace muy atractivo fuera del oído preferente del hip hop más tradicional.

El resultado es extraño y algo tétrico, como una especie de horrorcore intelectual. Por momentos recuerda a Gorillaz. 3,5 de 5.

4. The Unknown (2016) de The Vision Bleak. Definitivamente mi (segunda) banda de goth metal favorita: oscura, con algo de black metal y algo de progresivo, detalles sinfónicos y doom pero lo que gobierna acá es presentar algo elegante, subterráneo y lleno de detalles. 4,7 de 5.

5. Sub Rosa in Æternum (Nov 2024) de Tribulation: Mi verdadera banda de metal gótico favorito, porque es ochentosa y bailable, vampírica y rock and rollera, como un black and roll con post-punk. Sus vídeos me gustan muchísimo y veo muy pocos. Es también como un Ghost más gótico (hay que considerar que Tom Dalgety, su tecladista / orquestador, grabó la programación del Prequelle). De Suecia para tu cuello. 4,7 de 5 aunque el tema que es como electrónico / dance es malazo.

6. Mi Corazón En Llamas (2025) de Marina Fages: el rock punk en Argentina está en perfecto estado. Con una aproximación más accesible pero igualmente furiosa del punk, se escuchan ideas de El Otro Yo, con guitarras más ricas aunque menos crudas, pero que no dejan de ser fangosas, afiladas y osadas. Muy divertida. 4,3 de 5. Los guturales, a lo SUN o Poppy, especialmente en el tema El Mundo Pequeño (en que hay muchísimos, como si fuese black metal), le dan un carisma de furia distinta pero vertiginosa que ya está expresada en formas de rrriot girl en todo el disco a forma de voces desgarradas, voces hardcore punk y guitarras de noise rock.

Marina invitó a un gaitero español y dos baterías, pero grabó guitarras, bajos y vientos, lista para emprender una gira por Europa y Estados Unidos, así como su país natal. Además, invitó a las bandas argentinas Lagrimitas y Homogénica a versionar su tema electrónico Hardcore Disney en forma de rock indie / punk rock, y a Cosmic Kitten (de Los Angeles). 

7. Idag (2025) de Witchcraft. En una nota similar pero distinta, occult rock, doom y heavy psych desde Suecia, con guitarras y bajos súper fangosos pero psicodélicos, un sonido setentoso y letras en sueco. Me gusta esta densidad nebulosa y quizás es un poco confuso que a veces se convierta en folk rock acústico. 3,9 de 5. Más de Suecia para todos.

02 junio 2025

Clásica minimalista (Emma Ruth Rundle), black n roll noruego, metal progresivo y alternativo/djent danés (VOLA), indie / new wave inglés, soundtrack de post-rock/ambient, hip hop colombiano y venezolano

1. Music From the Bella Vista (2025) de Emma Ruth Rundle. Ella me encanta pero este disco en vivo de piano, música clásica minimalista, me pareció tremendamente aburrido y poco carnoso. 2 de 5. 

2. Nattesferd (2016) de Kvelertak. Yo adoro a estos noruegos con su loquísima y genial combinación de black n roll, hard rock y hardcore punk. Es ochentoso pero pulido, como una versión trve del arena rock, con sintetizadores grandiosos, arpegios gélidos y ritmos vintage, shrieks y algo de AOR. Es como un Ghost realmente perverso. 4,7 de 5.

3. Friend of a Phantom (2025) de VOLA: la vida es bella, hermosa y maravillosa, lo dice también el metal progresivo de estos daneses maravillosos. Aunque es un disco mucho más alternativo, menos djent y totalmente enfocado en la fusión con electrónica, produce increíbles sensaciones. Además, los arreglos sinfónicos son realmente delicados y cuidados.

Además, es contemporáneo, como el tema Bleed Out en que una base parecida al trap lleva a una locura explosiva de djent / metalcore progresivo, con guitaras gruesas y algo de post-hardcore. Además, las voces limpias me recuerdan a la belleza de Evergrey. Los singles como Paper Wolf, I Don´t Know How We Got Here y Cannibal son increíbles, con más djent, art rock, dream pop y/o rock progresivo, según sea el caso, que muestran las inmensas capacidades compositivas e interpretativas de una banda que se reinventa y asoma un futuro increíble.

 4. Boys These Days (2025) de Sports Team. Este es uno de esos discos que uno reconoce que tienen una buena producción, y que son en definitiva, interesante, pero que no te enganchan. No sé si es el new wave, y quizás sí es demasiado eso, el tipo de rock que menos me gusta. Sí, son indie, son power pop con buenas guitarras e incluso algo divertidos con su britpop, con ciertas reminiscencias a Pulp y Blur pero muy Dire Straits para mí. 2,5 de 5. Son de Cambridge, Reino Unido.

5. The Bombing of Pan Am 103 (2025) de Mogwai: soundtrack de la serie de Netflix. Ambient y post-rock. Fino pero no excitante. 3 de 5.

6. Tropicanna Poison (2025, EP) de Thomas Parr. Muy buen hip hop paisa de Medellín.

7. Ruido en la casa: mixtape (2025) de Kas Rules: productor español de trap / hip hop con decenas de invitados. Hay de todo, desde cosas muy traperas, muy sexuales y básicas, hasta buen rap social. Me gustó, porque además está en varios de los discos de hip hop colombiano recientes que he escuchado. 3,8 de 5.

8. Memento (2025) de Syncatto. ¡Increíble! Discazo maravilloso de djent, jazz fusión y progresivo electrónico / ambient con una tonelada de arpegios y todo tipo de técnicas de tapping, flamenco y complejas fórmulas matemáticas, circulares, concéntricas y espirales. 4,8 de 5. Una genialidad de Charlie Robbins, también en la maravillosa Artificial Languaje. 

9. VEiNTISIETE (2025) de Trifásiko: muy buen hip hop venezolano, existencial y enfocado en interpretar el título como Ve En Ti Siete. Muy bueno. 

01 junio 2025

Lo nuevo de Rivers Of Nihil (death progresivo / jazz fusión / djent), Morcheeba (trip hop) y The Flower Kings (neo-prog sinfónico), deathgrind, emo/popst-hardcore/noise pop y new wave / post-hardcore de Australia, doom/heavy/black danés y trip hop/neo-soul portu-danés, hip hop colombiano, black disonante gallego

1. The Calling of Fire (2025) de Blood Monolith. Debut bestial de esta banda de deathgrind de Washington, con un sonido grotesco, crudo y al mismo tiempo, muy técnico. Es sucio y hábil, por lo que dentro de la salvajada sónica se escucha la potencia nuclear de los bombos con un sonido abrumador, las guitarras se inspiran en el brutal death y el grindcore de vieja escuela para hacer riffs laberínticos y la atmósfera general es aplastante y abrumadora, perfecta para un pogo que provoque heridas sangrantes. 4,6 de 5.

Tommy Wall, en el bajo, el mismo de Undeath además de Shelby Lermo, guitarrista y vocalista de Ulthar. Pocas veces un proyecto alterno es realmente tan bueno y distinto. Es una versión a lo Asphyx de Deicide y Cannibal Corpse. 

2. Devastation Awaits (2025) de Out Of Service: Me alegra mucho escuchar este disco, el tercero, de esta banda de emo, post-hardcore y rock alternativo de Voorhees Township, New Jersey, porque uno muchísimos ángulos de los géneros que prueba e incluso se extiende. Sí, hay nü-metal y screamo, que parece unir sonidos de los 80 y 90 con gritos desesperados, un sonido misterioso parecido al gótico y rematan con oníricos y brumosos riffs atmosféricos y ruidosos, aunque con uno sonido brilloso y punketo, mientras que la voz limpia es accesible, tan post-punk como pop punk, que le da un cariz distinto, diverso y original. 4,3 de 5.

Se nota además un coqueteo con géneros distantes como el metal extremo y el metal progresivo, con saxofón incluido, por las experiencias más juveniles de los músicos. 

3. To All The Ones I Love (2025) de Press Club. Punk rock, pop punk y post-hardcore con voz femenino, que tiene influencias del post-punk y el noise rock. Me gusta, porque suena como un new wave más guitarrero. 4,2 de 5. Son de Australia, liderados por Natalie Foster, que tiene una voz que puede sonar a Blondie, que acompaña perfectamente el sonido electrónico y punketo, con un pequeño rugido. Son de Australia. 

4. Scimitarium I (2025) de Scimitar: heavy metal épico, oscuro y progresivo desde Dinamarca, con voz femenina, complejísimos riffs de guitarra y una batería arquitectónica, más un bajo altamente técnico. El sonido es tan punk como metalero, tan doom como rock and rollero, profundamente ochentero, entonces se junta el heavy, el rock progresivo, el epic doom y el black originario en un paraguas único, siempre con un sonido cavernoso, hundido y al mismo tiempo, gótico.

El resultado es un sonido que es igualmente medieval, vintage y de deliciosas tierras progresivas al combinar las formas y estructuras del black metal disonante y el goth metal, e incluso el post-punk y algo de rock gótico, con una distorsión de una vieja banda de NWOBHM de los 70, con temas extensos y cambiantes. Es al mismo tiempo The Misfits y Ulcerate, es Tribulation, Smoulder y Castle Rat y también es Cave Sermon. En el tema final hay más presencia del black metal, incluyendo shrieks. 

Es realmente placentero. 4,7 de 5. 

5. Lifetime (2025) Erika de Casier: cantante portuguesa residenciada en Dinamarca, con un disco que me recuerda inicialmente al trip hop, french house y downtempo tipo Air, Saint Germain y Tricky pero sin sorprenderme, 

Pero luego noté que tenía una  toque más comercial, más radial, que lo acercaba al pop o al R&B de MTV, pero luego noté que al mismo tiempo, había algo ambiental, experimental y distinto, gracias a incorporar sonidos que iban desde los 80 hasta los 2000, como el hip hop soul y ambient dub, como una versión más electrónica y trip hop de TLC y Janet Jackson, por lo que las pistas y tropos del R&B, el soul y el new jack swing sonaban como si fuesen tocadas por Portishead o Massive Attack, entonces a veces suenan duras baterías metálicas, cortes potentes de hip hop o sucias pistas de jazz con sensuales líneas vocales femeninas.

Me gustó especialmente el tema Desilusional, como más jazz rap / hip hop. 3,9 de 5. Irónicamente lo menos logrado me pareció la voz, poco original.

6. Guiso (2025) de Pielroja y El Kalvo: hip hop bogotano con boom bap y pistas misteriosas tipo horrorcore. Otro buena producción, enfocado en analogías con sabores y gastronomía. 4,3 de 5. Pielroja es de Risaralda y vive en Barcelona, España. Me gustó el tema Inquietante Época en que con buenas líricas critican las ironías bogotanas y globales de vivir entre inundaciones y racionamiento de agua, crisis climática y nuevas formas de explotación minera, con algo de humor negro: "a este ritmo los rolos aprenderemos a nadar". Critican al comunismo cubano, a la Iglesia Católica y a la hipocresía del greenwashing. Genial ese tema.

7. Stranger To Love (2025) de Senna. El mejor tipo de post-hardcore es el swancore, y estos alemanes nos hacen sentir esa deliciosa experiencia de esas guitarras gruesas, llenas de flanger y reverb, que recuerdan al new jack swing rockero de Michael Jackson en que estructuras del post-hardcore, llenas de punk y emo, se hacen con duras guitarras de metal progresivo y djent, junto a suaves armonías de R&B y bajos llenos de funk, con una producción pulida. Bilmury es genial pero estos tipos son realmente seductores. 4,4 de 5.

8. Rivers Of Nihil (2025) de Rivers Of Nihil. ¡Han vuelto! Después del dudoso The Work, vuelven a sonar como habían gratamente evolucionado hasta poco antes, death progresivo con brutalidad en voces y la música más influencias diversas que se combinan, desde lo electrónico hasta lo progresivo pasando por el space rock, el rock psicodélico y hasta el jazz fusión. 

En este caso, el death metal progresivo, incluso con algo de vieja escuela, vuelve a ser el protagonista, con riffs de djent, guturales monstruosos y fusiones inteligentes con deathcore, metalcore melódico y groove metal, que incluyen brutales momentos de death progresivo con secciones rítmicas destructivas. 

Son tan pesados como en sus primeros discos pero añadiendo guitarras con distorsiones alternas, voces limpias progresivas y un compendio de géneros duros, así como arreglos que incluyen banjos de country y muchos momentos atmosféricos, así como de jazz fusión, gracias al frecuente paso del saxofón sonando como un tema de smooth jazz. Leí que eran los cuatro discos anteriores en uno y le doy la razón.

Los de Reading, Pennsylvania volvieron a conquistarme. 4,3 de 5. No es un disco magnífico pero es un regreso a lo mejor de su repertorio, combinando con más o menos aciertos, lo que han hecho antes. Lo mejor del disco está al final, con Evidence, American Death, The Logical End y el cierre que da nombre al disco y la banda, que es una mezcla perfecta de death progresivo, deathcore y metalcore melódico con mucho groove y shrieks. 

9. Love (2025) de The Flower Kings: Progresivo sinfónico / neo-prog que desconocía hasta ahora, o que no recuerdo, con Roine Stolt (Trasatlantic) en guitarra y voz. Son suecos, se fundaron en 1994 y tuvieron un break entre 2008 y 2012. Un suave disco progresivo, muy agradable y accesible, relajado. 3,8 de 5. Hay muchos teclados, arreglos orquestales, millares de pequeños detalles hermosos y delicados.

10. Escape de Chaos (2025) de Morcheeba. Downtempo / trip hop británico que ya es clásico. Me gustó que combina formas electrónicas de funk, chill y un poquito de dub con muchas guitarras eléctricas psicodélicas, algunos riffs rockeros e incluso algo de batería analógica. Voy con 4 de 5 pero hay temas mucho mejores.

11. Laio (2025) de Balmog: este black metal gallego, que llega a su quinta producción, es una apuesta por la ampliación del abanico del género dentro de aristas novedosas probadas por distintos congéneres, por lo que se concilian ideas melódicas y sucias en los riffs, las voces narradas que se acercan a las usadas por el viking metal y los shrieks conocidos, con algunos puntos intermedios, mientras que las guitarras son transmutadas en una paleta de distorsiones que también oscilan entre trémolo picking y otras técnicas que van desde lo extremo a lo alternativo. 

Temas como Tongue In Pieces, se escucha un black disonante que por momentos parece sacado de los primeros discos de Emperor, furioso y sinfónico, aunque es presentado con cambios de tiempo, silencios y paradas como el black avantgarde de Dodheimsgard, como una especie de micro-ópera metal en pequeños trozos en una misma canción. Otras veces parece que intermedia el black psicodélico más experimental, algo de post-metal en atributos percusivos y guitarras alteradas, en otros más parece que acudimos a una revisión de black industrialoso como Thorns en un formato pulido, contenido y casi progresivo.

En discos anteriores han jugado con el deathrock y el post-punk pero en este caso, creo que han logrado un equilibrio entre las distintas formas de black metal contemporáneo avant-garde, tocando momentos de black n roll, speed/thrash y hasta gothic rock, no como Tribulation sino en una forma más gélida y extrema.