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11 julio 2025

Lo nuevo de Born Of Osiris (metalcore progresivo), slugde/post-metal danés, mathcore/post-metal mexicano, soft rock/pop progresivo, progresivo/hard rock de todos estrellas, metalcore/nü-metal

1. Kollapse & Grava (2025): álbum colaborativo de estas dos bandas danesas alrededor del sludge/post-metal. Interesante, pesado por momentos, con muchos interludios. Regular sin ser malo ni excitante. El 3,5 por excelencia. El disco anterior de Kollapse me gustó, y es lo mejor de esta colaboración, los momentos más graves y densos de guitarras pesadas, cavernosas y agrias.

2. Pérdidas variables (2025) de Joliette: de Puebla, México al DF para el mundo, los conocí en su genial EP Luz Eterna (2024). Ahora además de screamo, post-hardcore y post-rock hay momentos angulares y muy pesados, en que escuchamos post-metal, mathcore y hardcore punk. Me encanta porque siguen con su nota skramz pero hay mucho más calidad en su composición e interpretación. 4,3 de 5. Me recordaron a Viva Belgrado aunque menos logrado pero más duros.

3. Scrach it (2025) de U.S. Girls: el proyecto de Meghan Remy, de Chicago y mudada a Toronto, Canadá, empieza demasiado inofensivo, quizás por un exceso de producción limpia e impoluta, demasiado sof rock y brill building. Sin embargo, su experiencia con art pop y pop psicodélico saca la cara después de la primera mitad, con una voz linda y delicada pero con sentimiento.

Lo mejor está en a partir del tema Walking Song, lleno de blue-eyed soul, gospel y pop progresivo, así como Bookends, un tema de más de 11 minutos, con jazz, blues, funk, soul y pop progresivo y el tema final, No fruit, con guitarras acústicas. 3 de 5.

4. A2Z² (2025) - de A-Z: metal progresivo / hard rock, con una voz regular que no me mata pero instrumental es grandioso. 3,8 de 5. Segunda producción de esta banda del ex-baterista de Fates Warning, Mark Zonder. Con el tecladista francés, Vivien Lalu (de Lalu), el guitarrista neerlandés Joop Walters, 
5. All the Devils Are Here (2025) de Mugshot. Segundo disco de esta bestia compuesta que con distintos gritos y guturales acompañan a riffs destructivos de nü-metal, metalcore y beatdown hardcore, en la que coros punketos y líneas "raperas" acompañan a tremolo picking, groove metal y sonidos gigantescos de deathcore. Un nombre muy adecuado, porque hay armónicos y sonidos apocalípticos con una actitud tan callejera como contemporánea pero sin llegar al slam metal, más Korn que Cannibal Corpse sobre todo porque tiene pistas de drum n bass. Es increíblemente divertido y rudo. 3,9 de 5.

6. Corporation P.O.P (2025) de Hot Milk. En RYM despreciaron este disco, aunque para mí es de esos que te resuenan porque no encuentras exactamente a qué te recuerda y emulan, pero adoré sus guitarras que van de pop punk y nü-metal (un poco de rap metal incluso) a metal alternativo y post-hardcore, su voz femenina que puede ser limpia y rasgada a lo Otep, sus coros de rock alternativo y emo-pop, resultan en una receta tan encantadora como brutal, llenándose de diversas emociones musicales. 

Para mí, 4,2 de 5 incluso con los temas con escarceos de trap/rnb/dance que no quedan tan bien en este caso pero por suerte tambien DnB. Son de Manchester, Reino Unido.

7. Through Shadows (2025) de Born Of Osiris. Metalcore progresivo melódico, con muchísima electrónica y algunos riffs de djent, gruesos y sóldios. Otra de esta bandas, como la anterior Hot Milk, en que le llevo la contraria a quienes opinan en RYM. Este me parece un buen disco, interesante, tan potente y rudo como interesante y melódico. Los temas suenan como un electronicore con esteroides o un metalcore melódico llenos de sintetizadores, como el que le da nombre al disco, o en que los riffs se enredan de formas matemáticas y pesadas, como en Inverno o la inicial Seppuku, me hacen darle un sólido 4,2 de 5. 

Especialmente mención para el tema Activated con Spencer Chamberlain, cantante de Underoath y un solo de saxofón. 

8. Papota (EP, 2025) de Ca7riel y Paco Amoroso. Con temas como Impostor y #Tetas completan una lanzamiento que los ha llevado a girar por el mundo después del Tiny Desk que me pareció increíblemente divertido y creativo. Es como escuchar una versión súper contemporánea de Illya Kuryaki con Los Amigos Invisibles de los 90.

Según RYM es Neo-Soul, Synth Funk, Contemporary R&B, Acid Jazz, Latin Funk, Jazz Fusion y Pop Rap. 4,5 para el en vivo y 4 de 5 para los otros temas (que hay que escuchar mucho más).

9. Metallic Life Review (2025) de Matmos. Esta banda solo me suena como colaboradores de Björk pero no los había escuchado antes de verdad. Drew Daniel y M.C. Schmidt han ensamblado gran cantidad de colaboradores en su carrera, con 99 incluso como su tope y en este caso construyeron, nunca mejor dicho, un disco alrededor del metal, por lo que suenan desde instrumentos como el pedal steel de Susan Alcorn y el glockenspiel de Owen Gardner, la batería de Thor Harris (Water Damage/Swans), la guitarra de Jason Willett (Half Japanese) y las latas de aluminio de Jeff Carey, que fueron de nuevo derretidas, moldeadas y dobladas, además de timbales, platillos y varios otros instrumentos de percusión hechos de metal. 

Es un disco "grabado en vivo en estudio". De acuerdo a RYM se trata de Musique concrète (que nunca he sabido identificar con precisión), IDM (que asocio siempre con Autechre), obviamente Industrial y micromontage. Sumamente experimental e interensante, quiero escuchar más de este dúo. 4,2 de 5.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere. Es un dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso, con unos riffs encantadoramente melódicos y góticos, arreglos vocales realmente buenos y un sonido denso y ocultista. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, y cada vez que los escucho me gustan mucho más. Ahora, 4,2 de 5. Este último disco me recordó un poco a Tribulation, con esa combinación de música gótica, metalera y post-punk, e incluso al black progresivo melódico noruego que tanto me gusta.

08 julio 2025

Death revival de Florida, indie pop folk rock de Manhattan, horrorcore transoceánico, death disonante progresivo de NY (Imperial Triumphant), rock/metal progresivo italiano/suizo, blackgaze atmosférico (Trhä), sound collage/drone

1. Mind Trap (2025) de Inhuman Condition. La vieja confiable del death metal en revival. Tercer disco de este power trío de Florida que revive el género con su logo hecho con la misma tipografía de Massacre. Claro, tienen permiso ya que los tres tocaron en la banda y dos de ellos en su primer EP. Además, el bajista también en Obituary y Death.

Ciencia ficción terrorífica y riffs clásicos de finales de los 80 y principio de los 90, con una voz también característica. Aunque debo decir que hay pequeños momentos de death n roll y similares. 3,5 de 5. El tema final me encantó, con unos tiempos raros en el riff.

2. Late Great (2025) de Laura Stevenson: se agradece el indie pop / indie rock / indie folk (con algunas guitarras de power pop / noise pop) tan bien hecho, hermoso y musicalmente rico y no sólo con guitarras Dobro sino con cuerdas, guitarras de noise pop y una cuidadísima producción. 3,8 de 5. El tema Honey lo tiene todo, guitarras shoegaze, folk alternativo y voz hermosa. 3,8 de 5. La cantautora es de Manhattan, Nueva York. 

3. Trapped in a Pocket Dimension (2025) de Bello & Shem: Me pierdo las razones detrás de las alabanzas que leo en Sputnikmusic. No noto tanto la diferencia entre los acentos británico y australiano de los raperos, y la etiqueta de música generada por Inteligencia Artificial me alertó. Es horrorcore elegante, con pistas bien producidas y claramente audibles, aunque no me enganchó. 3 de 5. 
4. Goldstar (2025) de Imperial Triumphant: death progresivo y disonante, con algunos elementos de jazz y black disonante, pero donde domina un avanzadísimo concepto de metal avant-garde, que alcanza niveles increíbles, con un enfoque en las disonancias progresivas, el death metal experimental y algunos arreglos extraños que son más adornos que la idea central. 4,8 de 5.

5. Veils of Illumination (Dic, 2024) de Virtual Symmetry. Me alegra tanto este maravilloso disco de metal progresivo / power metal italiano/suizo, que me había perdido por meses, que tiene grandes riffs pesados y arpegiados, que danzan con sintetizadores inteligentísimos y seductores, que son acompañados con bellas voces operísticas, pero también con un sentido como AOR / hard rock, que combinan idealmente con orquestaciones y pianos, junto a asombrosas combinaciones técnicas de batería y guitarras que suenan casi djent y metalcore, que le dan un sentido muy propio. Es como Syncatto con Yes. Realmente elegante, estimulante y maravilloso. 4,8 de 5. Su tema final, de 20 minutos, es una suite increíble de progresivo/power fusión. Cambiaron saxofón por teclados, pasando de la fusión prog/jazz al metal sinfónico.

6. Ayanami! (EP, 2024) de Lua Trilogy! -- regular, como su anterior disco dedicado a My Little Pony. En este caso se trataría de diversos géneros electrónicos niche, ligados a subculturas de Internet: PluggnB, Cloud Rap, Digicore, con algo de Pop Rap, Experimental Hip Hop, Jerk, Lowend. 3 de 5 a pesar de la curiosidad y la calidad del sonido.

7. DI Nido Jad - ◊untwan Law¶ur Dëhajt◊ejn - A∫ëtana Lín Bë (2025) de Trhä. Damián Antón Ojeda, Thét Älëf, lo vuelve a hacer. Esta vez con un discazo, en dos partes de 14-15 minutos, con black metal atmosférico, melódico y lleno de shoegaze, guitarras hermosas que van desde lo siniestro a lo emocional, rozando lo existencial y lo depresivo, quizás más, pero también con aires y luces tan brillantes, entusiastas y poderosos, gracias a una batería tan optimista, hábil y cambiante, así como riffs circulantes e insistentes, que lo logra en grande, especialmente considerando que es su cuarto disco del 2025. Cierto: 4,7 de 5.

8. Singles de Faun y Supersonic Dragon Wagon.

9. Mnemonic: Ambient Mosaic (2025) de Mizmor. Drone / ambient / sound collage de Portland, Ohio. Usualmente este tipo de discos no musicales me fastidian, pero este lo siento muy logrado, cuidadoso sin ruidos ni estridencias innecesarias o intencionalmente excesivas. Acá hay misterio, exploración, es una especie de búsqueda que quedó documentada. Y aunque no es tan bueno como anteriores producciones, marca un camino interesante. Yo le doy un 3,8 de 5. Otra grata sorpresa, porque no esperaba que me gustara nada y me agradó bastante. 

10 junio 2025

Lo nuevo de Systema Solar (cumbia digital), Ladrones (tumbado metal), Garbage (ahora electrónica), death progresivo vintage de Chequia, pop reggae, horrorcore de LA, doom pop metal finlandés

1. Human Sewer (2025) de Demiurg: death progresivo de Chequia, con el sonido originario de bandas como Death, Carcass y Pestilence, con una batería compleja pero rudimentaria en la grabación, una voz que parece acercarse a Martin Van Drunen en Asphyx y muchos arreglos de bajo técnico y solos increíbles. 4,3 de 5. No es más porque hay menos originalidad y mucha emulación. Es su cuarto disco después de 10 años de silencio aunque desde 2009 han tocado en vivo como una banda de versiones de Death.

2. Return To Roots (EP, 2025) de Tash Sultana. Se reinvindican totalmente con este puñado de canciones de reggae pop psicodélico, menos soul, R&B y alt-pop y más originario. Son de Australia. Es el trabajo solitario de Taj Hendrix "Tash" Sultana, quien se describe como una "banda de una persona" y como de género fluido.
3. Futuro Primitivo (2025) de Systema Solar: divertido, sabroso, increíble fusión de música colombiana orgánica y electrónica que está bautizado como Digital Cumbia, que se alimenta de canatos de dancehall, dub, reggae, dubstep, hyphy, psicodelia, samples de house y mucho folclor. 4,5 de 5. Es un disco en homenaje al rap costeño colombiano, según ellos mismos.

4. Postcards From Hell (2025) de Mickey Avalon & Rove.  Avalon (Yeshe Perl de nacimiento) es un rapero de Los Angeles y Rove viene de Canadá. Creo que acá RYM se quedó muy lejos de una buena clasificación. No sé si es Horrorcore o Hardcore Hip Hop porque aunque se escuchan algunos beats de crunk y trap, mientras otros tiene guitarras o samples de música más bien calmada. 

A veces me suena a una combinación entre The Streets y Snoop Dogg. Mickey habla de consumo de cocaína y crack, sexo y prostitución, siempre está sin camisa y usa mucho delineador, lo que es marcadamente diferente en su género. Yo le doy un 4,2 de 5. Me gustó muchísimo.

5. Shining (Oct, 2024) de Swallow The Sun: me pareció malísimo, salvo un par de canciones, la primera vez, en que le di 2,5 pero una segunda oída me entusiasma y alegra, porque esta banda siempre me ha agradado aunque no me mate. Y aunque no llegue a la calidad de los discos anteriores, no es tan terrible como la primera vez, aunque claro que tampoco es majestuoso. La voz lírica limpia tiene sus altibajos mientras que la gutural es increíble. El tema final, de más de 8 minutos, es definitivamente pop doom metal. 3,3 de 5. 

6. Mexican Pesado (2025) de Ladrones. Si me gustó su primer disco, combinando hip hop y tumbados corridos con nü-metal y djent, este disco es muchísimo mejor. Tiene más guitarras pesadas, con muchísimos riffs duros y más complejos, un par de guturales y un bajo slapeado demasiado bien hecho. Además, la música folclórica está en forma de elaboradas guitarras acústicas muy bien interpretadas. 

Tiene el mega éxito Así cambió la cosa, y el tema Así Nomás es casi grindcore, con blast beats y riffs metaleros brutales, así como otro parte de grunts, dentro de la voz rapeada y cantada. Macario es un genio y los MCs hacen un gran trabajo. 4,6 de 5.

7. Trainspotting (2025) de Rome Streetz & Conductor Williams. No soy experto, ni cerca, pero otro disco de hip hop que me sorprende. El rapero británico (residenciado en Nueva York) y el productor de Kansas City se lanzan un discazo de Drumless y Hardcore Hip Hop (como Fly Anakin), Gangsta Rap y Abstract Hip Hop realmente bueno. 3,9 de 5.

8. Let All That We Imagine Be the Light (2025) de Garbage. Shirley Manson y compañía se adentran en la música electrónica con resultados regulares. Hay temas que parecen relleno sin nada más, pero también hay algunos que aunque no se escuchan casi guitarras y la mayoría son baterías electrónicas, se destacan como Sisyphus, There´s No Future in Optimism, Radical y Love To Give, que no son extraordinarias, pero son las que mejor permiten escuchar a la banda detrás y la combinación entre lo digital y lo analógico, o es puramente electrónica pero tiene buenos sampleos y estructura. Además, ella canta bastante bien en casi todos los temas. 3,4 de 5. Hay synthpop, post-punk, rock alternativo y dance alternativo. 


25 mayo 2025

Psicodelia danesa, jazz rap rock (Veeyam) y boom bap rap (Oney1) de Argentina, jazz en vivo (Cohen/Daversa), jazz fusión todos estrellas (Béla Fleck, Édmar Castañeda & Antonio Sánchez), post-industrial ambient, tributo a Sublime

1. In Flux (2025) de Causa Sui: maravilloso rock psicodélico danés, que según RYM también es tiene stoner y jam band (lo que significa que tiene algo de blues, rock y funk). Es instrumental, realmente divino de escuchar, es una meditación con buenas guitarras lisérgicas, un bajo lleno de flanger y un baterista que sabe transportarnos. 4,8 de 5.

2. GAUCHOS (2025) de Veeyam: sorprendente y muy bueno rap rock argentino, que combina música analógica de rock, psicodelia y bajo funk, con jazz rap, pero lo mejor es que no son sólo guitarras pesadas emulando a un DJ sino que hay muy buenos riffs y arpegios, capas de arreglos asincopados y muy buenas estructuras, esto es más que hacer chocar géneros de forma repetitiva sino un jazz/rock rapero con una producción elevada. 

Veeyam se encargó de las guitarras y beats, con un universo de invitados, desde Wos, Emmanuel Horvilleur y Lula Bertoldi (Eruca Sativa), hasta Rial Guawankó y muchísimos raperos más hasta músicos encargados de bajo, batería, teclados y trompeta, para darle realmente sonido analógico y real al rap rock / fusión. Realmente una obra maestra. y que me recordó también al reciente Valle Chakal Ki de Alkoy, que rompe barreras del hip hop argentino. 4,8 de 5. 

3. C.A.P.S. (2025) de Oney1: otro discazo de hip hop / fusión argentino. En este caso, Boom Bap y Pop Rap con sonidos funk, tango y rap rock, también de una banda orgánica. Qué genial descubrir estos artistas, que heredan de mis amados Illya Kuryaki con toques individuales de distintos géneros, generaciones y formas, incluyendo arreglos orquestales, rap latino de nueva generación y mucho jazz. 
4. Live Deep Dive at Timicua: The Art of Duo Live, Set 1 (2025) de John Daversa y Tal Cohen. Jazz en vivo, increíble, basado en su disco juntos, mucho piano y trompeta, más bien chill. Como siempre, 5 de 5.

5. BEATrio (2025) de Béla Fleck, Édmar Castañeda & Antonio Sánchez. Si lo anterior fue bueno, esto es sublime de jazz fusión y latin jazz, entre la leyenda del banjo, el arpista colombiano residenciado en Nueva York, Édmar Castañeda y el baterista mexicano Antonio Sánchez. Por supuesto, hay bluegrass y joropo, además de muchas tonalidades de música latinoamericana. 

Esto se logra tanto a través de las armonías entre el arpa y el banjo como de los protagonismos individuales alucinantes, pero es gracias a la batería, a veces poderosísima y veloz, compleja por momentos y minimalistas en el resto, como un pegamento y catalizador entre ambos, que se permite viajar entre parajes llaneros, sabores latinos, locura country e incluso momentos progresivos para descansar en la amplitud sónica del jazz, en lugar de ser una obra folk, ambient o new age. Es una obra maestra total, en sus partes y en conjunto. 5 de 5. 

Este disco me sorprendió gratamente, porque cuando escuché los singles pensé que era muy bluegrass o no demasiado jazz, pero me encontré con un trío que realmente sabe evocar los clásicos, innovar y ser realmente la cosa más jazz posible. 

6. Under Certain Light and Atmospheric Conditions (2025) de Ben Frost. Me gustó su anterior Scope Neglect, y este disco tiene algunas reediciones de estos temas. Según RYM esto es ambient post-industrial, con momentos de metal industrial, drone y noise. En el tema Trancelines, वाराणसी hay unas guitarras industriales en síncope con ritmos electrónicos de bombo y teclados techno ambient. 3,8 de 5. Ben Frost es un compositor de Australia. En los últimos años fue parte de la banda de post-rock, noise y experimental Swans, grabando un disco y tocando en vivo con ellos, aunque en 2025 ya no era miembro.

7. Singles de Lightchapter, incluyendo una colaboración con los bogotanos de Syracusae: melodeath electrónico, bastante industrial pero especialmente metalero. Bueno, 3,8 de 5.

8. Look At All The Love We Found: A Tribute To Sublime (Reworked and Remastered) de 2005, reeditado en 2025, con 20 canciones más para un total de 26, con nuevas versiones grabadas para los 20 años de este compilado, incluyendo una versión de Garden Groove de Jakobs Castle, hijo del fallecido cantante. Punk, ska, rap, reggae y fusión. En general, 4,2 de 5, aunque depende del tema.

23 mayo 2025

Lo nuevo de Austin TV (post-rock mexicano), Lido Pimienta (art pop orquestal colombiano), Xzibit (hip hop), Bury Tomorrow (metalcore melódico), Full Of Hell (metalcore / black), post-metal progresivo bostoniano, power heavy progresivo de Indiana, metal progresivo ochentoso, rock/pop/metal psicodélico alemán, power folk metal húngaro, brutal trapmetal británico, metalcore con drum n bass y metalcore all-stars, mathcore/emoviolence de Canadá

1. Indra (EP, 2025) de Austin TV: los enmascarados mexicanos vuelven con temas en que su post-rock existencial incorpora ahora algo de jazz. Temas increíbles.

2. Teleologic (2025) de City Of Dis: Discos que te alegran la mañana, esta interpretación de metal progresivo con post-metal: eso implica arreglos electrónicos ambientales, muchas guitarras disonantes, bellas voces corales y muchísima atmósfera creada con una distorsión entre sucia y expansiva, casi sludge. De Boston, Estados Unidos. En el tema final, que le da nombre al disco, hay shrieks y más disonancias, rozando incluso con el viking metal en los arreglos vocales y además, hay trémolos picking y blast beats, totalmente furiosos y black metaleros.

3. Time of the Dragon (2025) de Echosoul: extraordinario thrash/power progresivo, con guitarras potentes y complejas, una batería súper brutal, una voz entre épica, doom y aguerrida, sin nada operístico, y misteriosas atmósferas llenas de arreglos realmente estimulantes, veloces y arpegios que llenan el cosmos. Es difícil encontrar una buena banda que incorpore pero equilibre el heavy, el power, el progresivo y el thrash. Son de Fort Wayne, Indiana, EEUU.

4. La Belleza (2025) de Lido Pimienta. Se pone profunda la cantautora colombiana en su tercera placa, acercándose a la música clásica latinoamericana, el chamber pop, la música coral, bastante cinemática y por suerte, también fusionada, como escuchamos en Ahora, Mango y el Denbow del Tiempo, en que la percusión, vientos y cuerdas orquestales están acompañadas de arreglos folclóricos.

Entonce sí, aún hay cumbia orquestal y folclor colombiano, latino y andino, pero mayoritariamente en forma orquestal, de cámara y coral, una especie de pop latino / art pop de altísimo nivel. En el tema Ahora ya no sólo suenan violines y cellos, sino también percusión afrocolombiana, con voces que recuerdan al Medúlla de Björk. Y una marca llamada Medúlla se encargó de la ropa para el disco.

Esta hermosura fue posible gracias a la Orquesta Filarmónica de Medellín, con las orquetasciones compuestas por el canadiense Owen Pallett y la dirección de Leo Marulanda, Director Titular y Artístico de la Sinfónica de Caldas, Colombia.

Entre los músicos: Brandon Valdivia en la percusión (quien también compuso para La Papessa) y Kristen Moss Theriault en el arpa. 4,6 de 5. Lo único malo que le ve a este tipo de proyectos es cuando se parecen demasiado a lo que ya hizo la islandesa más famosa, aunque claro, Lido acá habla, interpreta y reafirma lo latinoamericano en un contexto bien colombiano, aunque la influencia es innegable, también su propia visión de migrante. 

5. Kingmaker (2025) de Xzibit. Más que Pimp My Ride, nuevo disco de hardcore hip hop, boom bap y pop rap, según RYM. Busta Rhymes,. Ice Cube, B-Real y Dr. Dre entre los usuales muchos invitados. West Coast Hip Hop. Un regreso tras 13 años después de Napalm. No soy fan, 3,3 de 5. Para mi gusto, lo mejor es Higher (con Redman y B-Real, con reminiscencias a Dr. Greenthumb de Cypress Hill) y la siguiente, Success, que empieza similar y se vuelve bien jazz rap). 

6. Will You Haunt Me, With That Same Patience (2025) de Bury Tomorrow. Gracias, dulces metalcoreros británicos. Metlacore melódico, chamber pop, metal alternativo y hasta algo de electrónica, junto a potentes momentos metal/rockeros con melodía, sensibilidad y gracia. 

Además, en temas como Yokai hay maldad total, con buenos grunts, gruñidos y guitarrotas, con sintetizadores y arreglos progresivos. Me gustan, chico. 3,9 de 5.

7. Autofiction Pt. 1 - Shards (2025) de Joviac: metal progresivo melódico y técnico desde Finlandia, con mucha influencia del pop y metal de los 80, distinto que Voyager aunque compartiendo muchos arreglos de sintetizadores y estética electrínica, pero con grandes arreglos psicodélicos, de rock progresivo setentoso en arpegios de teclados y momentos de enrevesados cruces instrumentales, en tiempos imposibles, tipo Dream Theater, mientras las voces pasean del heavy metal, el thrash metal, algo de grunts y muchas melodías.

Divertido y brutal. 4,8 de 5. Fácil de lo mejor del año. Por momentos suenan como a Haken o Riverside, en que hay ritmos asincopados de voz e instrumentos, cambian a riffs más cercanos a djent y metalcore progresivo, pero lo que manda es el sonido híbrido electro-analógico vintage, en que por momentos parece que escuchamos Génesis, Neal Morse o White Lion. Es como un Europe con Meshuggah, más algo de thrash técnico. Según RYM es una combinación de pop, metal y rock progresivos.

Esto llega a niveles ya abusivos en el tema Level 7, con riffs totalmente djent, arpegios y arreglos jazzistas de trumpeta. Y eso gracias a Viljami "Jupiter" Wenttola (guitarrista y cantante), Antti Varjanne (bajo), Johannes Leipälä (guitarras), Tuomas Honkkila (teclados) y Rudy Fabritius (batería). 

8. I Just Want to Be a Sound (2025) de Kadavar: los psicóticos psicodélicos alemanes lo hacen en grande, porque esto no es sólo psicodelia en distintos formatos de rock y pop, sino hay más, incluyendo rock progresivo, rock alternativo, guitarras ruidosas garage, hard rock e incluso pop rock psicodélico. Se crecen demasiado no sólo fusionando sino creando nuevos espacios para el género.

Entonces el viaje cósmico, existencial, por el desierto y la conciencia pasa por momentos más pesados, otros más voladores, otros puramente experimentales o electrónicos, otros llenísimos de wah wahs, e incluso momentos realmente pop espacial, que se entrecruzan, se polinizan, se intercambian y se combinan. Hay entonces no sólo un paleta de sentimientos y tonos, sino varios. Por momentos son King Gizzard y en otros son Weedian. En momentos son Air tocado en vivo. 4,7 de 5.

9. Magvető (2025) de Dalriada: folk power metal húngaro, el nombre es octubre en húngaro antiguo, como cada uno de sus discos, pero este no es el décimo sino su decimosegundo disco porque sacaron otros dos sobre los poemas de Arany, un poeta de Hungría. Según Wikipedia, no hay evidencia de que sea realmente un idioma antiguo sino que sean recreaciones imaginarias sacadas de literatura de ficción. Es la banda de folk metal más conocida de su país, con giras con Arkona y varios premios en su haber. Es bastante buena, aunque muy enfocada en contar historias en su idioma. Lo mejor, además de sus riffs y la ambientación, es su tecladista y el baterista. 4,2 de 5. Sin embargo, el tema final tiene un gran remate, entre psicodélico y jazz: Végek éneke.

10. Mantis (2025, EP) de Phantom Elite. El proyecto internacional con músicos de Alemania, Holanda y Brasil, liderados por María La Torraca, se lanza un tremendo EP, incluyendo un remix en drum n bass, con mucho metal alternativo / metalcore.

11. Ride N Die (2025, EP) de SWARM6IX. Brutalísimo trap metal / metalcore / rap metal / metal alternativo, con Hacktivist de invitado. Son de Reino Unido. 4,3 de 5. 

12. The Lost Chapters (2025, EP) de Nik Nocturnal. No le tenía absolutamente ninguna fe, y es un tremendo EP de death melódico, furioso, veloz y complejo, con brutales shrieks y una atmósfera oscura. Nada de tonterías de Youtuber "hacker" del metal, sino realmente hay metal con intención de ser un arte. Los vocalistas invitados lo cambian todo, con las gargantas desgarradas de All That Remain, Darkest Hour, Caliban, Bury Tomorrow y The Ghost Inside. Metalcore all-stars.

13. Both Indistinct (2025) de dianacrawls: debut y despedida de esta banda demencial de mathcore / emoviolence de Canadá. Su EP Sporadic Defenestration, que reseñé acá, era lo que ellos llamaban funkviolence, porque usaban bajos funkies en mathcore hiperdemencial y caótico. En este disco se olvidan del funk pero se quedan con la violencia, los tiempos matemáticos y la locura rítmica, aunque ya en el screamo. Tienen temas llamados Korn, ABBA y Limp Biskit, y los otros con nombres en francés y/o paródicos.

14. Broken Sword, Rotten Shield (2025, EP) de Full of Hell: este es un fenómeno rarísimo, porque esta banda ha cambiado para este EP y mucho pero esta vez estoy feliz. Este black/metalcore con sludge y noise electrónico es muy diferente del deathgrind, grindcore y sludge atmosférico que han hecho, y aún así, se escucha increíblemente satisfactorio: siendo siendo extremo, original, destructivamente semi-melódico y cuidadosamente construido en medio de muchas disonancias, estridencias, manipulaciones y efectos.

No es tan bueno como otros EPs y disco pero es bastante bueno, 3,9 de 5.

15. Chapters (2016, EP) de Kostas Panagiotou. Aunque aparece en Spotify como de Panthëist y en Deezer también pero como reciente, es un EP de recaudación de fondos con temas de "Futuristic Space Doom". Fue publicado para financiar la grabación del quinto disco de la banda belga de death doom gótico funerario, que fue Seeking Infinity (2016). 

Lo grabó y masterizó Déhà y tiene varios invitados destacados: A. A. S. (The Cold View), Fred Laborde, Thanassis Lightbridge (Dol Ammad, Dol Theeta, Dol Kruug...), Andy Koski-Semmens (Syven, ex-Pantheist), L V H (Solicide, Wijlen Wij).

El tema III, de 14:14 minutos, tiene un fuzz en las guitarras, que suena como un doom / noise, algo industrial, mientras el órgano de iglesia y los coros gregorianos, además de sintetizadores de space rock, crean una atmósfera tan confusa como lúgubre, siendo al mismo tiempo una especie de dark ambient muy gótico. Usualmente los temas son de death doom / doom gótico / funeral doom, aunque las guitarras tienen ese sonido como demasiado crudo, con un mayor foco en los teclados y arreglos orquestales.

Kostas es el tecladista y cantante de Panthëist, ahora residenciados en Reino Unido, pero estuvo también en Crippled Black Phoenix y Clouds. 

13 mayo 2025

Lo nuevo de Natalia Lafourcade (Cancionera), Raúl Monsalve y Los Forajidos (jazz/funk/afrobeat venezolano), metalcore bestial danés, jazz rap argentino, progresivo liderado por Max Portnoy, progresivo sueco (Opeth)

1. Within The Viscera (2024) de Neckbreakker (antes Nakkeknaekker): haciendo honor a su nombre con death / metalcore / groove, salido de una ciudad conocida por su fábrica de acero, lleno de azufre y fuego, muy rítmico, perfecto para el pogo sin descuidar la calidad compositiva. Este grupo danés hecha mano de todas las herramientas de tortura disponibles para hacer para colarse con los clásicos con un sonido pulido y un performance destacado en su producción debut. Es raro, lo he escuchado tres veces desde que estoy haciendo esta lista. 4,3 de 5.

2. Valle Chakal Ki (2025) de Alkoy. Un inesperado disco de rap latino, con jazz y guitarras eléctricas de Argentina. Según RYM es Latin Rap, Drumless y Abstract Hip Hop, además de rap rock, jazz rap y música indígena andina. Es una intersección entre el rap/folk consciente, pistas analógicas de jazz y rap rock, y samples que enriquecen la propuesta para hacerla glocal, así sea 100% en español. De Salta, Argentina. 

3. Cancionera (2025) de Natalia Lafourcade. Si con Musas me encantó, con este disco Natalia se eleva a figura de leyenda viva, como una de las cultoras y compositoras latinoamericanas más importantes. Rescata sonidos folclóricos, hace nuevas canciones con estas sonoridades y se presenta tan académica como romántica, tan seductora como inteligente, tan majestuosa como accesible, toda nuestra-americana.

Según RYM es una combinación de música de cantautora, música folclórica mexicana, incluyendo bolero y son jarocho, tocados en clave de folk y jazz de cámara, lo que incluye la participación de El David Aguilar, Israel Fernández, Los Hermanos Gutiérrez y Diego del Morao.

Hay también rumba cubana, cumbia y canción melódica. Tengo que volver a escucharlo, para enamorarme aún más, pero por ahora no siento que alcance el nivel de Musas. 4,3 de 5.

3. SOL (2025) de Monsalve y Los Forajidos. En una nota parecida, llega el cuarto disco de esta banda franco-venezolana de afrobeat, jazz-funk y fusión de rock latinoamericano. Fundados en Caracas y reubicados en París, Francia. Acá tocó Augusto Brancho, el "cancionista" que ahora es director musical de Natalia Lafourcade. En este disco las canciones están basadas en ritmos percusivos venezolanos con una mezcla de funk psicodélico, jazz futurista y electrónica experimental, según la descripción de su Bandcamp.

Acá hay calipso venezolano, sintetizadores, mucho jazz fusión, afro-venezolanidad y hasta rock latino fusión, además de varias canciones que exploran las distintas formas de celebrar las distintas expresiones alrededor de San Juan Bautista, desde cánticos afro-venezolanos para cantar en rituales en ríos, pero también sabor afro-caribeño con tambores de la costa venezolana, para bailar y gozar. 
5. A Light In The Dark (2015) de Next To None. El debut de la banda de Max Portnoy, hijo de Mike, me gusta mucho, a excepción de la voz, pero eso parece una mal compartido con sus "progenitores" de Dream Theater. En este caso los más jóvenes le meten metalcore melódico y groove a la mezcla, en que claramente brilla la batería pero también hay buenos momentos de bajo y sintetizadores. 

Sin embargo, hay que decir que a esta banda le fue horrible en la crítica, y Max no la ha pegado con demasiado, pues lo más reciente de Code Orange es patético. Bien por Tallah. 

4 de 5, aunque tienen momentos mucho más altos (y Max tenía 17 años cuando grabó esto), así como temas patéticos como Deafening, que le hace honor a su nombre. Además, Thomas Cuce, el tecladista y cantante, es el ingeniero de sonido de los discos de Sons Of Apollo y otros trabajos de papá Mike por allí. 

Ahora, los vieron crecer y los acompañaron: Neal Morse y Bumblefoot están de invitados en un par de temas.

6. The Last Will and Testament (Nov, 2024) de Opeth: mi banda preferida de death/rock progresivo, aunque este disco no es Blackwater Park es realmente genial y poderoso.

Lo que escribí cuando lo escuché: "volvieron los guturales, las canciones son oscuras, complejas y progresivas, con la superposición de rock setentoso y metal extremo propia de estos suecos, que incorporan psicodelia, riffs arpegiados, arreglos jazzísticos y atmosféricos, en un concepto que une el cine de suspenso, las tonadas góticas y el space rock junto a las raras ideas del death progresivo.

Es sin duda su mejor trabajo desde el aclamado Blackwater Park, irónicamente no sólo por el regreso del amado growl de Michael Akerfeldt sino por el extensivo uso de orquestaciones y sintetizadores para producir mucho rock progresivo de los 70 que podemos identificar, incluyendo invitar a Ian Anderson de Jethro Tull y Joey Tempest de Europe, y en combinación con lo que ya es una firma del estilo de la banda como la combinación de bajo y batería para adornar las estructuras progresivas creadas con riffs de guitarra y batería enrevesada. 

Mi preferido, totalmente, es el tema 4, donde está Anderson y la arpista clásica Mia Westlund. Para este disco, Opeth reclutó al joven baterista (30) Waltteri Väyrynen, ex-Vallenfyre, ex-Paradise Lost, ex-I Am The Night y ex-Bodom After Midnight, después de la salida de Martin Axenrot (Bloodbath)".

Al escuchar de nuevo, sí, §4 es definitivamente mi favorito.

15 abril 2025

Lo nuevo de Dirty Projectors (art pop / música de cámara), Scowl (rock alternativo / power pop punketo) y Fractal Universe (death progresivo/técnico) y Grace VanderWaal (alt-pop), black mexicano salvaje de Thrä, black/thrash/death italiano, melodeath/metalcore melódico sinfónico (Bleeding Through), rock alternativo espacial inglés

1. ∫um'ad∂ejja ∫ervaj (2025) de Trhä: sorpresa, este disco es muy distinto al primero que escuché este año del mexicano residenciado en Illinois, EEUU. Ahora es un black mucho más lo-fi y directo, que aunque tiene un sonido sucio y atmosférico, no es demasiado brumoso o crudo, sino incluso melódico y cercano al hardcore punk o al black originario, en lugar de al shoegaze y el post-metal, pero además tiene riffs que podrían sonar surf, rock and roll o incluso ska, mientras puede mutar a otros más animados, venidos del power folk metal o el viking metal más aventureros.

Al mismo tiempo, el disco es agresivo e incluso depresivo la mayoría del tiempo, con una batería que apenas se oye y llena de repiques, son temas de entre 6 y 12 minutos, usualmente mid-tempo pero con momentos acelerados. Las guitarras vuelven a sonar como Botanist, agudas y en trémolo pero extrañas, claramente producidas cuidadosamente para sonar salvajes. 4,5 de 5, con mucha intriga.

2. Total Inferno (2015) de Satanika: black/thrash/death italiano, con guitarras afiladas y una batería nuclear, con un buen gutural. Una extrema y brutal producción que hace todo bien: feroz, rápido y bien ejecutado, sin sonar derivativo sino en su propio matiz de oscuridad y destrucción, con momentos melódicos. Los riffs son casi siempre en trémolo, con el black/thrash como color principal. Fue el último disco del baterista Diego Tasciotti (Aeternus) ahora en Dawn Of A Dark Age (black avant-garde con clarinetes).

Tengo debilidad por el black/thrash y más este que está reforzado con la dinamita del death metal, que al sustituir al speed y/o al punk, lo que lo hace más brutal, veloz y extremo, sin dejar de ser sumamente divertido y con momentos más apreciables, gracias al thrash.

3. NINE (2025) de Bleeding Through: le puse 4,7 de 5 pero es una cosa brutalísima, el metalcore melódico se puso más salvaje y su versión con deathcore, groove y metal sinfónico es ahora más feroz, brutal y extrema. Me encantó este disco, genial. Pondría 4,8 ahora. Probablemente lo mejor de estos californianos.

4. Song Of The Earth (2025) de Dirty Projectors: hermosísimo e intrigante disco, quizás aún más bello al escucharlo completo que en temas separados adelantados en EPs. Me recuerda un poco a Kaada y sus soundtracks fantasiosos. Hay una vibra romántica de película de los años 50, mucho de chamber folk muy académico. Según RYM es música clásica moderna, art pop, post-minimalismo, música coral y pop barroco, aunque hay temas que son ECM jazz y pop progresivo. 

El disco es profundo y altamente bien tocado, gracias a la invitación a la participación especial de s t a r g a z e (banda alemana de música académica moderna y de cámara con art pop) y Mount Eerie en el bellísimo tema Twins Aspens. 4,7 de 5.

5. Are We All Angels (2025) de Scowl: rock alternativo / power punk / hardcore melódico de Santa Cruz, California con voz femenina. Tiene guitarras brillosas y con mucha ganancia, más una batería más atmosférica, que transforme posibles influencias del ska punk, el pop punk o el grunge, en algo un poco más duro pero al mismo tiempo, más alternativo y quizás indeciso. Las guitarras de garage / rock and roll son geniales e igual el sonido más expansivo, casi shoegaze. Es divertido, con buenas guitarras, aunque parece algo inmaduro aún. 3,3 de 5. Me gustan los temas en que la guitarra armoniza con la voz y luego se va a un riff que podría ser de Lit o de The Strokes con una distorsión más sucia.

6. Gargantuan (2025) de Amplifier: inesperado disco de rock alternativo espacial  y psicodélico, lleno de teclados cósmicos y guitarras noventeras, así como muchos arreglos de rock progresivo, sin embargo, suena a una banda que tiene iguales influencias en Van Der Graaf Generator  y Tool así como varias bandas de grunge y rock indie de los 90. Es el dúo conformado por Matt Brobin en batería y Sel Balamir en "todo lo demás". Son de Manchester, Inglaterra. Los temas son largos, desarrollados lentamente, alterando mucho el sonido de guitarras y bajos con diversos efectos. Lo que menos me gusta es la voz, 3,8 de 5.

Mi tema favorito, King Kong, más psicodélico y casi stoner. Los temas menos espaciales son casi aburridos. Es su octava producción.

7. Childstar (2025) de Grace VanderWaal: la tierna niña que con su ukelele y voz temblorosa de cantante de jazz de 60 años que conquistó millones de corazones en America Got Talent con su tema I don´t know my name ya creció y acá está su segundo disco, ahora con 21 años, claramente revisando su posición como "niña estrella". Se escucha mucho menos de su voz ronca, aunque demuestra también que tiene una limpia bastante bonita. El disco está decente, bastante electrónico, que parece ser una novedad para la cantante. Cuando hace su voz característica, como de fumadora, es lo mejor. 3 de 5. 

8. The Great Filters (2025) de Fractal Universe: cuarta producción de esta banda francesa de death metal técnico y metal progresivo, con una voz limpia inusual, ni épica ni profunda, con arreglos que hacen coincidir un saxofón con riffs de djent y una batería hiper-detallista, aunque su growl es bestial, gigantesco. 

Sus compases llenos de contratiempos, voces en vocoder y solos a lo shred también tienen polirrítmos aritméticos en que el bajo, la batería y la segunda guitarra se enredan sucesivamente en distintos cambios de tiempo y ritmos, junto a frenéticos arreglos de sintetizadores. Me recuerda un poco a Gorod, aunque más inclinado al metal moderno. 

Ahora todo cambia a partir del tema The Equation of Abundance, con muchísimos teclados, buenos growls y muchos arreglos de jazz y progresivo en la estructura, especialmente en la batería. Luego de eso la segunda mitad del disco es una especie de metalcore progresivo, súper técnico, épico y elaborado, con muchos más growls medios, saxofón, interludios calmados y dosificación de genialidad musical, que lo eleva a alturas celestiales. Increíble, después de unos temas regulares, llega esto que podría ser lo mejor del año. El tema Concealed me recordó a BTBAM, con combinaciones de metalcore, jazz y melodeath progresivo. Primeros temas, 3,8 y los últimos 4,8. 
 

05 abril 2025

Más estrenos (uno de los discos de Trhä, black atmosférico de México/EEUU), My Morning Jacket (indie rock/alt-country, RnR), mucho post-punk / indie / garage / rock gótico, melodeath / groove italiano, minimalismo francés, thrash/death progresivo australiano, death tejano y deathcore de Las Vegas y death/doom húngaro

0. No fui al kárate, porque no puedo pagar las mensualidades que debo y la inscripción antes del 26 de abril sin volvernos a meter en aprietos económicos, pero estoy feliz con la decisión.

1. Power Sucker (2025) de Young Windows: post-hardcore / post-punk / noise rock: el bajo suena entre sludge y garage, la voz es bastante ochentosa y hay algo de Bauhaus por allí colado. Según RYM hablamos de Post-Hardcore, Noise Rock y Punk Blues, además de ser parte de la escena Louisville Sound, que es aquella predominantemente punk e indie de Kentucky en las décadas de 1980 y 1990, muy influyente en el desarrollo del post-hardcore, el math rock y una forma claramente estadounidense de post-rock. Este es uno de esos casos, en que aunque le confiero y admito su calidad e interés, no me convenció, especialmente por tener demasiadas canciones, un caso similar a Wheatherday. 2,5 de 5.

2. um'ad∂ejja mºoravaj Lhum’addsejja mworavaj (2025) de Trhä - Creo que no había apreciado bien la extensísima obra del mexicano Damián Antón Ojeda, aka Thét Älëf, de Trhä y Sadness. 

Este disco, uno de los tres de 2025 de Trhä, que me hizo pensar de inmediato en Hoplites, con esa combinación de black atmosférico y melódico, culto, idiomático y misterioso, de un solo hombre, pero en este caso junto al blackgaze, hay una intencionalidad de sonar sucio y lo-fi aunque con calidad de producción, que realmente atrapa. Los sonidos agudos de los trémolos de guitarra, un poco a lo Botanist, en que no estás seguro si es una guitarra, la batería brutal que puede transformarse del blast beat furioso a unos repiques oscuros y ambientales, los shrieks vampíricos y las capas de guitarras, entre el post-black, el dream pop y el lo-fi, son geniales. 4,5 de 5. En el tema qosdëcet además hay acordes mayores y una estructura distinta, que toma del metal más tradicional, junto a raros sintetizadores, dentro de las formas salvajes del black atmosférico más intransigente.


2. For Melancholy Brunettes (& Sad Women) [2025] de Japanese Breakfast: banda de indie pop/rock de Filadelfia. Este disco de Indie Folk, Indie Rock, Chamber Pop, Alt-Country, Chamber Folk y Neo-Psychedelia. Bastante acústico. Bello pero no para mí. 2,5 de 5.

3. Lust for Life, Or: 'How to Thread the Needle and Come Out the Other Side to Tell the Story' (2025) de Courting. Que según RYM es Post-Punk Revival e Indie Rock, con más revival, de garage rock y dance-punk, aunque lo que yo escucho es una especie de electrónica noventera con post-punk, rock alternativo y hasta algo de britnot, que por momentos recuerda a La Vida Bóheme y Viagra Boys pero también a Pulp, Blur o The Prodigy. Es como electrónica atravesada con música rock. Está interesante, lo admito, 3,2 de 5. Me recordó a Franz Ferdinand. 

4. Night Life (2025) de The Horrors: rock gótico, darkwave, industrial. Bien producido y con buen sonido pero esas voces barítonas, góticas y ochentosas no son lo mío. 3 de 5.. 

5. Surgery and Pleasure (2025) de Vundabar: más post-punk revival, garage, indie, rock alternativo, pero predomina el sonido ochentero, y se parece muchísimo más a Franz Ferdinand. Suenan bien, aunque no es lo mío. 2,5 de 5. 

6. The Dormant Stranger (2025) de Disarmonia Mundi: por fin, melodeath / groove metal italiano, que combina voces limpias y growls de metalcore / power metal / death melódico más comercial, con un sonido sucio de guitarras y un sonido procesado en la batería, más una producción pulida que permitía escuchar claramente los buenos arreglos en los riffs con una atmósfera como industrial, lo mejor de todo lo que escucho. 

Sin embargo, lo sentí bastante parecido a Soilwork, con Bjorn Strid es un cantante invitado súper frecuente. Es un dúo conformado por Ettore Rigotti en voces, guitarras, bajo, teclado y batería, y Claudio Ravinale en las voces principales. Me gusta que tiene combinaciones con thrash, metal alternativo y hasta power, aunque su lado menos melódico y alternativo no me engancha. 3,2 de 5.

7. Opportunity: Soundtracks for a Lonely Rover (2025) de Atomiste. Tercera producción del compositor francés, después de This Is Beyond All of Us y Solar Tranmissions. En este caso, órganos de iglesia abren el album que según es de minimalismo y ambient espacial. Repetitivo como el disco anterior, con pocas variaciones y nada de jazz o música clásica. 3 de 5.

8. The Self Repair Manifesto (2025) de Nothing: desde Australia con terror, death/thrash progresivo con voz monstruosa, pero con una dualidad melódica y compleja, que lo hace sonar como un Meshuggah "embellecido" por otras influencias menos intrincadas pero ricas, que incluyen el black melódico o el thrash técnico, así como momentos ambientales y sinfónicos que incluyen percusión tribal, canto de gargante y didgeridoo.

Así, múltiples growls se combinan con capas de riffs, unos poderosos y duros, otros alternativos y semi-acústicos y otros más con distorsiones y formas alternativas, sobre arreglos percusivos en contratiempo, asincopados con las tantísimas guitarras, creando varias capas de progresividad e interacción, donde caben las armonías, las disonancias y hasta las texturas diversas. 4,7 de 5.

9. is (2025) de My Morning Jacket. Aunque al principio lo sentí demasiado country, luego le agarré el gustico por las referencias a los los primeros discos de rock and roll, que estaban tan cercanos a la música folk y el RnB. Según RYM es Indie Rock pero llenísimos de folk psicodélico, neo-psicodelia y americana, aunque para mí es totalmente vintage, con encanto originario. Banda de Louisville, Kentucky, EEUU. 

Un temazo Beginning From The Ending, con mezcla de folk psicodélico, guitarras afiladas de nosie rock y algo de slacker, más voces atmosféricas, de fondo. Me recordó a los temas más espaciales de King Gizzard. 

4,3 de 5. Creo que puede subir mucho en una segunda escuchada, aunque dan una ganas de escuchar The Beatles que da miedo.

10. Corpus Offal (2025) de Corpus Offal: debut de la extraña banda de death/doom/grind de Austin, Texas: enigmático, con canciones complicadas y extensas, en que guturales cavernosos y un sonido más bien clásico es estructurado en una rara forma polirrítmica, con temas que tienen mid-tempos y aceleraciones o que son furiosos pero más bien grindcore, con baterías de d-beat.

Entonces, hay una batería dinámica y cambiante, que puede ser veloz y furiosa, aunque las guitarras apuntan a riffs más pausados, que pueden cambiar entre trémolo pickings a fangosos momentos de death/doom y arreglos percusivos sencillos, casi primitivos, combinar con solos alargados de los 90 y de repente volver al death old-school acelerado, casi deathgrind. Sí, hay algo de Obituary, Grave y Deicide, aunque en retazos que crean una misteriosa combinación única.

Su cantante/guitarrista, Ian Schwab y su segundo guitarrista, Clyle Lindstrom, vienen de la separación de Cerebral Rot, mientras su baterista, Jesse Shreibman, es la mitad de los mucho más extensos, Bell´s Witch. 4,3 de 5.

11. Void (EP, 2025) de Molotov Solution: deathcore de Las Vegas, Nevada, poderoso y agresivo, que usa arreglos polifónicos con guitarras, voces witch y growls al unísono, para dar un sentido sinfónico/coral bizarro, entre cósmico y vanguardista. Un regreso tras 14 años sin publicar un disco. 4,1 de 5.

12. Töviskert... a kísértés örök érzete... lidércharang (2025) de Rothadás: lo dije antes y lo repito, el doom está en su mejor momento en años, y no sólo vertientes góticas o con sludge. Este disco de death/doom húngaro lo corrobora. Tenebroso, oscuro y malvado, directo y orgánico, es un monstruo zombi con un hacha en la mano. Lo mejor de estos nuevos exponentes es como combinan los tiempos de los dos géneros, ahora hibridados, así como esos arreglos de riffs solitarios y ambientes gélidos, bastante vieja escuela, con formas de producción actuales, que nos hacen pensar que sonar vintage implica que sea de producción de baja calidad.

Es un dúo, conformado por el baterista/cantante Lambert Lédeczy (invitado de Thy Catafalque y Sear Bliss como vocalista), que hace un trabajo fascinante en ambos departamentos. Rápida, cambiante y poderosa percusión, más unos misteriosos y cavernarios gritos. Las guitarras y bajo son de Disguster (Hanyi Tibor) con experimencia en bandas como Coffinborn. 4,5 de 5.

02 abril 2025

Lo nuevo de Pop Evil (metal/rock alternativo gringo), Rottenness (brutal death mexicano), MPB/bedroom pop, mal "progresivo" noruego, groove/thrash argetino, death/thrash gringo, math rock japonés

1. What Remains (2025) de Pop Evil: metal y rock alternativo de Michigan, EEUU, que agrega hard rock, post-hardcore, post-grunge, electrónica, pop rock y hasta metalcore, con canciones accesibles pero ruidosas, potentes y con la combinación de un sonido producido, con pulitura digital y distorsión en voz. Me gustó, me parece demasiado divertido. 4,1 de 5. 


2. Más singles de los 90 + temas del nuevo disco de H.E.A.T, hard rock /AOR sueco, que suenan potentísimo. 

3. Fatal Cerebral Lesions (2025, EP) de Rottenness: brutal death / deathgrind de Cancún, México. Potente, malvado y gore. Decentemente bueno, 3,8 de 5. Incluye una versión de Castigo del Brujo, del clásico Matando Güeros de Brujería.

4. Nyron Higor (2025) de Nyron Higor: debut de este cantautor brasileño, alrededor de Música Popular Brasiléira (MPB), Bedroom Pop, Sophisti-Pop y música folclórica brasileña. Sí, es chill, tiene samba y algo de jazz. Suavecito, sabroso, relajante, aunque poco emocionante. 3,3 de 5.

5. XX (2025) de 54: misteriosa banda noruega, con números en los nombres de los integrantes, que se presenta como progresivo extremo, con shrieks de black, guitarras de metal alternativo y ritmos cadenciosos de groove, medios pseudo-industriales. Esto no es progresivo nada, esto es cualquier invento sin mucho sentido. 1,5 de 5. Next.

6. El Ocaso (2025) de Trino. Speed/groove/thrash en español desde Argentina. Suena duro, denso y peligroso. Los riffs de guitarra son realmente buenos, la batería es avasallante y el bajo hace bien su trabajo. Acá hay algo de thrash de la Bahía de los 80, algo de hardcore punk y mucho de groove. Esto es Testament con ANIMAL y Anthrax. 3,7 de 5, aunque las guitarras merecen mucho más.

7. Otherwordly Agency (2025, EP) de Goetia. Banda durísima de death/thrash de Washington. Me gustó, muchísimo, potente, pesadísima y feroz. 4,5 de 5.

8. Nuevos singles de Tetrach, que sonaron como una versión metalcore de Korn, lo que no me agradó, aunque suenen industriales, pesados y bien estructurados.

9. 無題 (Mudai) [8] de downy: disco 2025 de esta banda japonesa de math rock, post-rock y rock electrónico experimental. Una batería con ritmos de cálculos demenciales, un bajo denso a lo sludge y una voz cuasi fantasmal acompañan a raros riffs de guitarra, que incluso pueden desaparecer para hacer pequeños aportes a las canciones y luego apoderarse de todo con brillantes y afiladas ráfagas de ruido, estridencia y atmósfera. Me gustó muchísimo, aunque no es extraordinario, tiene momentos de genialidad, especialmente al combinar patrones bizarros de teclado, bajo y batería, como un Daft Punk estrambótico y tocado por Soni Youth. 4,3 de 5. Las melodías están bajo la bruma de capas de guitarras diversas, que incluyen además pequeños retazos semi-acústicos de rock and roll, ska o funk.

De lo mejor es el tema depletion, en que el post-hardcore, las voces a lo Radiohead y una batería haciendo una rara versión del beat de drum n bass terminan siendo hipnóticos. También es genial spectrum, con lo que parece flamenco, noise rock, piano rock y un bajo jazzeado junto a sintetizadores de bossa nova y una batería frenética que hace distintos cortes repetitivos y repentinos. Es como una versión hiper-saturada de Exótica con garage rock. Cierra el disco con temas más atrevidos, más cercanos al nu jazz, al jazz avantgarde e incluso a la experimentación sónica, aunque también al post-rock. Mucho Radiohead han pasado por sus oídos.

03 marzo 2025

Cumbia/corridos mexicanos (Cóyotl de HBO Max), black atmosférico y brumoso holandés, death/thrash de 1989 (Pestilence), metal satírico, changa tuki reinventada, death/groove portugués, dark pop de los Lombardo, electropop, bagatelas, metal/rock progresivo sorprendente, country alternativo/noise rock

0. Lunes de clases de Gesstión y Analítica de Datos (Excel) antes del examen.

1. Cóyotl, héroe y bestia (Banda sonora de serie de HBO Max) de Mexican Institute Of Sound con Demián Gálvez y Los Pena: son corridos, cumbia mexicana y música regional mexicana, como lo de Peso Pluma, pero muy bien tocados y cantados. Compuesto por Camilo Lara y Demián Gálvez, e interpretado por Los Peñas. Ahora quiero verla. En Spotify.

2. Verstrikt in halflicht (2025) de Schavot: black metal melódico y avant-garde con muchísimos arreglos progresivos exquisitos en el bajo, polifonías entre guitarras en trémolo y orquestaciones atmosféricas, que incluyen pasajes de post-rock y música clásica como base a delicados solos de guitarra obsequiados en tiempos muy lentos y acompañados de solos de instrumentos de viento a ritmo de smooth jazz, rematados con diversos shrieks y growls de black gótico y vampírico, lo que brindan una vorágine de texturas y sensaciones.

Lamentablemente el disco es irregular en el sonido, los dos primeros temas suenan demasiado encajonados, casi hay que adivinar lo que se escucha y al parecer tratando de emular los primeros discos melódicos de Emperor o el trabajo de Summoning, lo que deja el mal sabor de boca de no entender con claridad el concepto musical esperado o posible, pero va mejorando mientras va avanzando el reloj, aunque se pierde aún en una bruma lo-fi. 4,1 de 5 pero podría ser más alto con un sonido más transparente. Más avanzado el disco suena mucho más al black sinfónico y atmosférico de grandes guitarras, arreglos wagnerianos y polifonía con pianos en ritmos y sonidos fuera del metal, más contemporáneos con bandas de estudio de Estados Unidos, aunque la producción tan difusa no permite disfrutar por completo la amalgama de instrumentos, en las que gana el blackgaze/dream pop al tiempo que suena black disonante y opresivo, bastante sludge y progresivo.

Es el trabajo solista de Floris Velthuis de Países Bajos, quien está detrás de Stuporous, la banda de black avant-garde con instrumentos de viento como instrumento principal que es realmente asombroso. En Spotify.

3. Consuming Impulse (1989) de Pestilence: maestros holandeses del death/thrash progresivo y el death técnico, en este disco aún no habían desarrollado completamente las influencias del jazz y del metal progresivo, aunque ya demostraban su capacidad de estructuras complejas, las melodías demenciales y los arreglos de bajo/batería tan cadenciosos y oscuros, así como influencias del thrash metal, junto a la voz rasgada y esquizofrénica de Martin Van Drunen. Clásico grandioso, 4,7 de 5. En Spotify.


4. Space Vampires vs Zombie Dinosaurs in 3D (2011) de Psychostick: metal satírico, que apela a metalcore, groove metal, hardcore punk, metal alternativo, nu metal y funk metal. Son de Arizona. Cerca de la banda Green Jelly, Tenacious D, Nekrogoblikon, Ultra Vomit, Nanowar Of Steel, Psyopus así como Dog Fashion Disco, Primus, Avatar y Mushroomhead. 3,5 de 5. En Spotify. Creo que está demasiado enfocado en las letras como para disfrutarlo más, además que es un disco viejo, aunque está muy bien interpretado.

5. Rarely Do I Dream (2025) de Youth Lagoon: según Sputnikmusic es un proyecto de indie pop, dream pop y psicodelia del multiinstrumentalista Trevor Powers (Boise, Indiana). En RYM hablan de bedroom pop y trip hop. 2,5 de 5.

6. Amor de encava (2025) de Weed420: sorprendente disco de psitas de changa tuky, reggeatón y salsa erótica de autobús y memes auditivos de Venezuela, como los jingles de Seguros La Vitalicia de Gilberto Correa, La Guerra de Los Sexos y la voz de Waldemaro Martínez, entre otras, revisitadas y remezcladas a través de otras técnicas de producción y remezcla como epic collage, hexd, hypnagogic pop, plunderphonics, chopped and screwed y deconstructed club que me recuerdan a Arca con el flamenco y el reggeatón, aunque de verdad esto me gustó muchísimo más porque tiene más ruido, más nostalgia y elaboración ruidosa, lo-fi y rareza. 

Lo escuchas en Bandcamp (no lo conseguí en Deezer). Yo le doy un 4,5 de 5 fácil. 

El tema "el chiste más largo de toda la historia" es realmente brutal, con guitarras metaleras y gritos de witch house, que le dan más poder de noise pop, a la nostalgia y a la revisita musical.

7. In Darkness We Remain (2025) de Destroyers Of All: maravilloso y pulido death/thrash/groove portugués que majestuosamente combina a Ulcerate, Kreator y Gojira, agregando disonancias de metal alternativo, percusiones hardcore y riffs de speed metal a un concepto de metal melódico influenciado por  la música clásica, el rock progresivo psicodélico y una intervención transversal que mezcla ambientación espacial y melancólica en los solos de guitarras que me recuerda a los instrumentales de Testament. Es un disco realmente fantástico, que finaliza además con una versión de When My Guitar Gently Weeps de George Harrison, en formato de black opresivo progresivo. 4,5 de 5. En Spotify.

8. To Cross or To Burn (2025) de Venamoris: segundo disco del proyecto de Paula y Dave Lombardo, que alejados del pop rock/jazz inicial, ahora se enfocan en trip hop y dark ambient pop en algunos temas y metal industrial / rock alternativo en pequeñas dosis en otros, siempre con una batería increíblemente creativa, junto a invitados como Gary Holt (en la versión Animal Magnetism de Scorpions), Alex Sklonick, Trevor Dunn y Ra Díaz (Suicidal Sentences). 3,8 de 5. En Spotify.

9. SALVATION (2025) de Rebecca Black: muy atractiva en la portada, como suelen ser ahora las nuevas artistas de alt pop. Es electropop bastante divertido, no tan suave y con referencias vintage, aunque el tema TRUST! me pareció demasiado parecido a Dua Lipa. Según RYM es también dance-pop, música electrónica bailable, hyperpop y electro house, aunque mucho menos divertido que Daft Punk, Justice, Michael Jackson, Burial o FKA Twigs, pero muchísimo mejor que lo escuchado del género en estos últimos años. 3 de 5.

10. The Bagatelles, Vol. 2 (2025) de John Zorn, interpretadas por los cellistas Erik Friedlander y Michael Nicolas en clave de chamber jazz, a diferencia del disco de rock progresivo y jazz, este disco también es sorprendente porque a pesar de la presunta ligereza de las composiciones, tiene interpretaciones poderosas, intensas y complicadas, que claramente recuerdan a Apocalyptica. Genial, 4,7 de 5.

11. The Serpent (2025) de Aitheer: es un sorprendente disco de metal / rock progresivo finlandés, que recorre el universo alternando música extrema y música acústica por secciones. Así que por momentos hay sludge atmosférico y black melódico, con un bajo de thrash progresivo, guturales profundos y épicos, y poco después delicadas y circulares estructuras de folk rock, en los que se van conjugando solos de guitarra, suaves intervenciones instrumentales y pasajes de música de cámara, que van desde lo atmosférico a lo misterioso, como un Opeth orquestal.

Es un power trío conformado por Niko Löfman en letras, guitarras acústicas, voces, bajo, teclado y composición, el baterista Toni Paananen y el guitarrista/tecladista Lassi Enqvist. Es difícil de explicar la belleza expansiva y retadora, porque las canciones de guitarras semi-acústicas no son progresivo, ni flamenco ni música clásica, sino algo extraño y novedoso, casi en el medio pero sin parecerse a ninguno. 

En Spotify. Es increíble, sorprendente y seductor. 4,8 de 5.

12. Happy Birthday de Black Country, New Road. El primer tema me parece fantástico, mezclando folk rock indie, casi ingenuo y juvenil, con un par de guitarras noise, que según RYM es pop progresivo, barroco y artístico, y claro, folk rock, piano rock, pop de cámara, indie rock y hasta glam rock. De verdad un temazo, que junto a Besties parece que me llevarán a amar a una banda que en principio no entendía bien.

13. Tiktaalika - singles adelanto de su próximo disco, Gods of Pangaea, que dice será en honor a las guitarras del heavy clásico como Judas Priest, Megadeth, Mercyful Fate y Metallica, y tendrá una portada como las de las bandas de thrash de los 80, con un cura zombie sediendo de sangre. 

El proyecto solista de Charlie Griffiths (Haken) ahora cambió de nombre y presenta tres canciones nuevas totalmente alejado del metal progresivo y conceptual de toda su producción anterior. Ahora lo acompañan Darby Todd (Devin Townsend) y Conner Green (bajista de Haken), quien no participó en el debut solista de Griffiths. 

Entre los temas adelantados están Fault Lines junto a Rody Walker de Protest The Hero, más cerca del thrash y el metalcore, mientras que el tema Lost Continent con Thomas Giles (BTBAM) tiene guturales, también haciendo metalcore con algo de djent y progresivo. El tercero, que da nombre al disco, es con el vocalista holandés Daniel De Jongh (ex-Textures), bastante cercano a algo que habría hecho quizás Megadeth, Testament o Exodus, todo junto. Es intrigante aunque no sé qué tanto es innovador o refrescante.

14. АНТАЙТЛД [UNTITLED] - buenos singles de metalcore frenético, sucio y pesadísimo, con buenos gritos de este vocalista ucraniano.

15. Seen Enought de SPY: hardcore punk violento, potente y ácido, bastante rápido pero no memorable. 3,5 de 5.

16. Warpath (2025) de Uncured: según Metallum es deaath/groove progresivo de Nueva Yorkm pero nada que ver, es más nü-metal / metalcore / metal alternativo con algunos buenos riffs arpegiados rápidos, pero es bastante regular tirando a malo, como indecisos en qué estilo tomar, con una buena voz limpia pero una producción pobre y un sonido realmente malo. 

17. III (2025) de Last Train: rock alternativo francés de muchísima calidad y originalidad, con gran enfoque en las baterías, como con folk rock e influencias noventeras, post-grunge. Según ellos son hard/garage/blues rock, aunque no me suenan vintage, sino de revival novedoso. Les di antes pero ahora siento que son 4,8 de 5. Ahora que los escucho por segunda vez me recuerdan a las canciones más rockeras de Smashing Pumpkins, algo de The Vines y algo a Radiohead, de verdad me impresiona que la batería tenga tanto volumen y protagonismo, mientras que en el tema Revenge podemos escuchar cómo se acercan aún más al post-rock electrónico. Me agrada muchísimo, que lo pongo entre mis favoritos del 2025 hasta ahora. En Spotify. Son de Mulhouse. 

18. How Could I Be So In Debt? (2025) de Tombstone Poetry: shoegaze/americana/indie rock según Sputnikmusic, sin embargo, mi oído me dicta que es mucho más raro y rico que eso, incluso mucho más estimulante y extraño: algo entre indie folk alternativo, pop barroco y slacker rock, con guitarras noise rock, mientras que RYM lo califica como shoegaze, indie rock y country alternativo (de lo que no escucho o no reconozco nada), así como noise rock y emo. 

Así se intercalan los feedbacks de guitarras, las suaves atmósferas de instrumentos de folk estadounidense y los arreglos entre orquestales, electrónicos y ambientales, que nos van paseando por bizarras melodías enfocadas en las guitarras, que pueden ser expansivas o íntimas, ruidosas o tímidas, cambiando entre el sonido del oeste a lo universal. Es como un Beck súper sofisticado. 

Son de Asheville, North Carolina, Estados Unidos. Me gustó muchísimo, 4,6 de 5. En Spotify. Y en los temas finales dejan mucho más claro el sonido de Americana, usando violín incluso.

La banda está conformada por Caelan Burris en guitarra, voces y composición, Sofia Pace en guitarra y voces, Jude Corbin en batería y voces, Angie Brozowski en piano, teclados, sintetizadores y percusión auxiliar y finalmente, Maddie Kendrick en el bajo. 

Zoë Eshan grabó el violín en tres temas, Bennet Littlejohn la guitarra horizontal pedal steel en un par de temas, Evren Centeno grabó el saxofón para un tema.

02 marzo 2025

Power progresivo sueco, otro disco instrumental de Dj Muggs (hip hop), pop/R&B/indie folk alternativo francés (Oklou), death/doom mexicano, progresivo sinfónico alemán, progresivo demencial internacional, metalcore/post-hardcore canadiense, hardcore metálico de Liverpool y lo nuevo de Thundermother (rock and roll / heavy)

0. Domingo sin kárate, preferí quedarme en casa.

1. Set It Free (2025) de Enbound: power progresivo y sinfónico, con momentos AOR, que me agrada más que los clásicos y sin llegar a ser la versión con goth más comercial ni tampoco la potente con speed metal o potentes orquestaciones, ni el clásico europeo old-school, así que estoy feliz con su voz limpia y épica no operística, sus sintetizadores de los 80 sin Hammonds y sus momentos de riffs de thrash y toneladas de arreglos rítmicos de altísima complejidad. El disco en su segunda parte le da más peso a esto y menos a sintetizadores, usan voces más épicas y pianos en lugar de sintetizadores. Es realmente un disco genial del cuarteto sueco. Me gusta mucho, 4,4 de 5. En Spotify.

2. Notes & Tones (Second Vintage) de Dj Muggs y Stone Alliance: segunda versión del más reciente trabajo solista del productor más asociado a Cypress Hill. Hip Hop instrumental con mucho jazz afro cubano (de Stone Alliance) y una versión al parecer alternativo de un disco mucho más profundamente metido en el jazz que espero escuchar pronto. Por ahora, 3,8 de 5. En Spotify
3. Choke Enough (2025) de Oklou: synthpop, espiritual jazz electrónico y algo de R&B en un disco pop que finalmente admito que no está totalmente derivado del trap, de Björk ni de la música hyperpop. La vocalización no es sólo etérea o radiable sino tiene scat. Debut de esta cantante francesa, que antes hizo un soundtrack de videojuego, enclavada en el pop alternativo, basada en trance, ambient, indietrónica, R&B alternativo y vapor. 

Su nombre real es Marylou Vanina Mayniel. Aunque el disco inicia con coqueteos de su pasado como pianista y cellista clásica, con música casi MIDI y bastante inofensiva, luego hay canciones más densas, con guitarras y pistas de diversos instrumentos, más cerca de la folkotrónica, el indie folk e incluso de la música analógica. Me gustó, 3,7 de 5. En Spotify. El arte del disco es terriblemente malo.

4. Phantasmagoria: Hexed Lands (2025) de Matalobos: extraordinario death/doom mexicano, con shriek perverso y ruidoso, voces operísticas hermosas y emocionales, con polifonías compuestas por melodías doom de belleza oscura y distorsión fría, con muchos arreglos folk realmente sorprendentes, desde trompetas de clásicas a guitarras acústicas, por medio de interludios y a veces superpuestas a momentos de tensa calma de instrumentación a mid-tempo o menos, aunque es más metal progresivo sofisticado que doom, y que luego revientan en oscuras dobles armonías de guitarra de melodeath.

A pesar de las clarísimas y dominantes influencias del death/doom europeo, tienen una aproximación muy pulida y conceptual, con canciones riquísimas en detalles y un sonido cristalino, más cambios de atmósferas que revelan una producción paciente y detallista. Incluso por momentos, entre las voces masculina, limpias y atmosféricas, las guitarras haciendo solos en solitario, parece que estamos más cerca del post-rock y el rock gótico que del metal.

Estoy indeciso si los arreglos de flamenco, mandolina y trompetas clásicas, sin casi ningún detalle mexicano, es algo bueno o extraño. Con temas en español e inglés, con voces femeninas a gritos desesperados y distintas técnicas raras, se me parecen por momentos a Solefald o Folterkammer, incluso a The Anchoret. Me gustan, son desafiantes, 4,5 de 5. En Spotify.

5. Here Be Dragons (2025) de Avantasia: power metal alemán sinfónico y colaborativo, el trabajo de la vida del tecladista y cantante Tobias Sammet (Edguy), lleno de momentos de hard rock, AOR y  heavy metal. Es uno de esos proyectos con muchos invitados y ópera rock. Este disco parece sonar en un camino entrelazado entre Europe, Queen, Bon Jovi, el trabajo solista de Bruce Dickinson y Rhapsody, así que es muy variable porque por momentos es power ballad casi glam, y en otros thrash/power progresivo y en otros épicos y emotivos temas de heavy sinfónico. Hay un poco de todo, 3,8 de 5 pero quiero escuchar el primer disco.

6. On Shoulders Of Giants (Ep, 2025) de Seventh Station, banda internacional de metal progresivo con músicos de Israel, Eslovenia, Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido, que es orquestal, intrincadísimo, pesado y con tiempos extraños, en canciones de densa fusión entre el space rock, el folk metal y lo ampliamente progresivo, que va desde invocar sonidos de Medio Oriente rematados con shrieks perversos, voces épicas, operáticas y folclóricas, sintetizadores ochenteros y complejas estructuras en cada canción, que van desde lo que haría Fantomas o Dream Theater a locuras tipo Thank You Scientist o Buckethead.

La banda incluye Davidavi Dolev, cantante de Subterranean Masquerade, el baterista eslovaco Grega Plamberger (Cordura), el guitarrista bielorruso residanciado en Eslovenia Dmitry Alperovich (productor), el tecladista turco Eren Başbuğ (productor, programador y editor) y el bajista ucraniano Alexey Polyansky (aunque aparece en este disco acreditado, la banda tiene al bajista Laurent Da Pra como miembro desde su fundación también). En lugar de ciudades, cada tema evoca un posible lugar común sobre una cultura o ubicación geográfica. En esta reseña, con comentarios de Dolev, se explica que cada tema es una reinterpretación de una pieza de un compositor académico del siglo XX.

En el tema Melodía Sentimental se ahondan en la música ibérica/flamenca y de forma similar en el tema final, Nagasaki Kisses, se vuelven al metal progresivo más alocado en tiempos y tonos, con toques circenses y experimentales, enfocados en el avant-garde, como si Frank Zappa hiciera metal progresivo. Es una maravilla, 4,7 de 5. En Spotify

7. Antibloom (2025) de Silverstein: metalcore / post-hardcore, es el primero de un proyecto doble de la banda canadiense de post-hardcore Silverstein. Este primer disco tiene influencias de bandas de synthpop ochentero transformadas por guitarras poderosas, gritos screamo y algunos breakdowns explosivos, que los enmarca en mallcore screamo, pop punk y metal alternativo, con muchos buenos gritos y coros a voz limpia, arreglos metaleros, estructuras pop y fusión que incluye electrónica. Me gustó, quiero ya el otro disco, este fue corto con solo 8 temas. 4,2 de 5. En Spotify.

8. He Watches In Silence (Ep, 2025) de God Complex: metallic hardcore de Liverpool, Reino Unido, lleno de shrieks, growls y gritos sobre riffs chirriantes, aserrados y en tiempos de deathcore, con una batería precisa y destructiva de brutal death técnico, con un sonido transparente, sobre todo en el redoblante sobre un sonido sucio y brumosa. Buena combinación de varios mundos y formas de la música extrema, realmente duro y entretenido, apenas con melodía. Algunos señalan que podría ser nu-metal, beatdown hardcore e incluso metalcore, pero creo que es muy pesado para todos estos casos. 4 de 5. En Spotify.

9. Dirty & Divine (2025) de Thundermother: poderosísimo quinteto femenino de hard rock de Suecia, que es igualmente potente, divertido, con una voz agresiva tipo Doro y riffs veloces y creativos, con mucha calidad interpretativa y recorriendo distintos ángulos del géneros, a veces más rock and rolleras y otras veces llegando al heavy metal, es cuero, metal y elegancia para patear traseros. 

23 febrero 2025

Black metal disonante portu-holandés, death/thrash satanista mexicano, folk/viking/black metal progresivo (Vintersorg), death/deathcore gringo, black épico melódico y black atmosférico sinfónico holandés, maravilloso soul blues rock (Grace Bowers) y death metal de Tampa y Australia

1. Austere Dawning (2024) de Monte Penumbra - black metal atmosférico, que combina el sonido melódico, vikingo y ritualista de Satyricon con algo de sonidos contemporáneos más shoegaze, disonantes y furiosos. Son de Portugal, lo que los hace más interesantes porque iba a decir que me recordaban a Gaerea y a Deathspell Omega. 

Es el proyecto solista del holandés W.uR (también en Ab Imo Pectore), encargado de vocales, guitarras y bajo, invitando al islandés Bjarni Einarsson (Parfaxitas, SLIDHR) para grabar las baterías y a Iunus, también en Ab Imo Pectore para el ambient. Buenísimo, 4,5 de 5. En Spotify

2. Poetas de un mundo muerto (2025) de Siniestra María: death/thrash metal mexicano y en español, con letras satanistas y que recuerda a Brujería aunque menos pesado. Muy buenas guitarras, típicas del género aunque más enfocadas en el thrash, con un bajo duro y hábil, además de una batería muy bien producida y potente. Tienen solos geniales y un sonido bien mezclado. La voz se escucha clarita, lo que es diferencial, con un growl cavernoso aunque enfocado en que se escuchen bien las letras, incluso cuando se agregan coros agudos a lo Deicide. Buenos, 4 de 5. En Spotify. El tema final, Vouyerista, tiene una gracia melódica que me hizo pensar que era una versión o una sátira.

3. Till Fjälls del II (2017) de Vintersorg: la respuesta a su disco debut, epítome del folk/black/viking metal progresivo y sinfónico nórdico, es una banda sueca con increíbles voces operísticas, vikingas y épicas, shrieks poderosos y un ambiente montañoso, atmosférico y melódico, tanto como gélido y bélico, una aventura de guerra en bosques nevados sobre escarpados picos glaciares. Para mí un discazo maravilloso, que explica por qué Andreas Hedlund estuvo en seis discos de Borknagar, cuando ICS Vortex salió para irse a Dimmu Borgir, completando las voces de forma hermosa. Este disco para mí es genialísimo, 4,8 de 5. En Spotify.

4. With Blood Comes Cleansing (2025) de With Blood Comes Cleansing: deathcore//slam death cristiano de Albany, Georgia. Voces típicas, buenas guitarras, mejores invitados y una batería arrolladora. Normalete aunque disfrutable, 3,5 de 5. 

5. Where Wandering Shadows and Mists Collide (2016) de Slechtvalk: grandiosa banda holandesa de epic black metal melódico y sinfónico, que había olvidado que conocía. Con elementos progresivos, interludios de calma épica e influencias del melodeath y del viking metal, es una obra realmente cuidadosa, grandiosa y profunda. 

Aunque a veces, especialmente en la voz, suena algo derivativo las bandas de black sinfónico de finales de los 90, tiene una complejidad interpretativa y polifónica que le da muchísimo carácter, aunque a veces parece que son distintas bandas en canciones diferentes, porque unas tienden más al black atmósferico orquestal y otras al viking black operístico. 

4,3 de 5. En Spotify

6. Wine On Venus (2025) de Grace Bowers & The Hodge Podge: increíble despliegue de funk rock, soul blues y blues rock de la prodigiosa y hermosa guitarrita Grave Bowers y su banda, completada por Esther Okai-Tetteh en la voz y Prince Parker en guitarra. Una maravilla musical, similar a High Fade, creo que junto a Avatarium, de lo mejor del año. En Spotify


Eric Fortaleza (bajo), Brandon Combs (batería), Matthew Paige (arpa), Joshua Blaylock (teclados), Jack Warren (saxofón),  John Osborne como productor, guitarrista y vocales, Lucie Silvas en voces adicionales y Nigel Cathey en trompeta completan el grupo de músicos que grabaron y tocan en vivo con Grace.

7. Lyksalver (2025) de Shagor, black metal atmosférico holandés, con gran producción vocal: desde gritos de witch similar a Cattle Decapitation, muy elaborados y grandiosos coros gregorianos, shrieks agrios y voz limpia vikinga operística. 

El disco se compone de cinco temas largos, de entre 8 a 11 minutos, con un bajo totalmente presente y armónico y mediados por muchos teclados, dándole un toque expansivo y sinfónico, casi post-metal, aunque prevalecen las guitarras melódicas de distorsión semi-reveberada en trémolo picking que en lugar de ser gélidas son más bien épicas, así como una estructura de canciones explosivas y de sonido envolvente, ampliamente sinfónicas y melódicas.

Además de los extraordinarios coros, se destaca la batería con un sonido denso, muy técnica y llena de repiques. Me recordó por momentos a Summoning, sobre todo en el tema final, que logra combinar lo melódico, lo disonante, lo furioso y lo romántico. Es bueno, 4,5 de 5. En Spotify.

8. I, Monarch (2005) de Hate Eternal: tercer disco de estos death metaleros estadounidenses, producido por el propio Erik Rutan, líder, vocalista y guitarrista de la banda. Lo acompañaron el brutalísimo Derek Roddy en la batería, sumamente técnico y hábil, añadiendo algunos arreglos intrincados y violentos en el tema It Is Our Will, y Randy Piro en el bajo. El sonido demoledor brilla por un sonido claro y potente, en que podemos disfrutar de la demencial performance del power trío, con ráfagas de doble bombo, riffs aserrados en contratiempo con la vocalización y un bajo que añade cavernosidad. 

Rutan es una bestia genial, grabando capas de growls y shrieks, haciendo armonías monstruosas con su laringe y creando un universo sonoro telúrico. Debería escuchar mucho más esta banda de Tampa, Florida, que no saca nada desde 2018 porque Rutan está desde entonces con Cannibal Corpse, publicando con ellos dos discos, además estuvo con Morbid Angel y Warfather. Definitivamente, 4,8 de 5. En Spotify.

9. The Grand Arc of Madness (2024) de Sarcophagum: gran disco de death metal australiano que combina riffs angulares y las disonancias con momentos etéreos y melódicos, creando una combinación dinámica que une a Ulcerate con Immolation, aunque con menos arreglos progresivos aunque increíbles arreglos de batería, cortesía de Robin Stone. La banda es de miembros actuales y pasados de Golgothan Remains. 4,5 de 5. En Spotify.

23 enero 2025

Black/death sobre el anticristo islámico, death sinfónico brasileño/polaco, death progresivo/técnico de Francia, doom gótico finés, thrash teutón, hip hop español y doom psicodélico de Bélgica

1. Swords of Dajjal (2024) de Necrowretch: discazo, de los mejores del año. Death/black metal, con mayoría de influencias del speed metal y el black melódico, con trémolos muy fríos y distorsión gélida, con baterías ritualísticas y sumamente feroz, combinando fry profundo guitarras en alta velocidad, conceptualizado en la versión islámica del Anticristo que vendrá al final de los tiempos para engañar a los incautos como el verdadero Mesías antes de ser derrotado. Tienen temas más mid-tempo, con algunas guitarras envenenadas con algo de psicodelia, que le dan un toque sinfónico/melódico a la mezcla, que aunque tiene raíces death está mucho más en territorio nórdico. 4,5 de 5. Así que a veces suenan como Nile, otras como Naglfar y otras como Watain en un compendio con su propio toque. En Spotify.
2. The Absence (2023) por itSELF: banda braislera, reubicada en Polonia, de death metal sinfónico que se tomó dos años en componer y producir un disco dedicado a los siete pecados capitales, y un tema final sobre una verdadera carta de suicidio de su guitarrista, con música que va desde el black disonante al death técnico, lleno de influencias muy diversas de folk metal, world music, metal sinfónico y progresivo. 

El producto es realmente una combinación, poco ortodoxa, de Septicflesh con Mayhem, digamos, de Obscura con Nitghwish, y mucha percusión brutal de death metal brasileño a la Krisiun, más unas guitarras que se pasean también entre lo melódico, lo disonante y las curvilíneas formas del thrash/death progresivo y el jazz/death. Lo escuchas en Bandcamp porque el disco no está en plataformas de streaming.

Trabajo excepcional de death metal ópera. El dúo central está compuesto por Ricardo Falcon (ex-Sinister) en las guitarras y Estevan Furlan en las baterías, completados por Linus Klausenitzer (bajo) y Jason Peppiatt (voz, Psycroptic) mientras que las muchas orquestaciones son responsabilidad de Carsten Altena (The Monolith Deathcult), quien tocó en Sinister al mismo tiempo que Ricardo.

Entre los muchos invitados están la ucraniana Helle Bogdanova (Ignea), Terrance Hobbs (guitarrista de Suffocation) y Jarosław Niemiec (Santur en Saratan, folk metal polaco de sonidos de Medio Oriente) en un tema cada uno.  Le doy un 4,5 de 5.

3. Ascension (2017) de Exocrine: segundo disco de esta quizás menos apreciada banda de death progresivo y técnico de Burdeos, Francia, similar también a Beyond Creation y algo a Gigan. Está claramente inspirado en los grandes del género de varias décadas atrás, con su propia visión de solos con sonidos agudos y abundante, guitarras aserradas con un sonido casi crust punk, muchos guturales y arreglos en círculos concéntricos, aunque a veces monótonos, con muchas incrustaciones electrónicas que le dan un cariz particular, muy dinámico e innovador.

Es brutal y oscuro, a pesar del enfoque técnico y progresivo, que también es de altísimo nivel en la combinación de ritmos y cambios inesperados en formas raras, con mucho jazz de inspiración, Es bueno, aunque la tiene difícil en la competencia. 4,3 de 5. Destaco el tema Amber, con muchos riffs en contratiempos, además de un piano final en otro ritmo distinto, que elevó el nivel al de death/jazz progresivo. En Spotify.

4. The Wishing Tomb (2024) de Counting Hours: death/doom finlandés, con toques góticos y melódicos, que combina las vertientes extremas y accesibles del género, con shrieks y guturales de muchas formas que están muy bien ejecutados, algunas voces limpias regulares, que pueden ser pasables y en otras algo aburridas aunque el cantante es bastante bueno. Suena como a melodeath con metal gótico en sus mejores escenas, algo similar a Katatonia y algo como un doom algo diluido en las menores, un poco como Swallow The Sun. 

Las guitarras son siempre fenomenales, con riffs envolventes y algo sensuales, mientras que los momentos de doom sinfónico/épico con bastante evocadoras, conquistando con el claroscuro de tonalidades. Como con muchas bandas doom, los reconozco pero no los quiero, 3,5 (aunque quiero darles otra oportunidad porque hay temas con guitarras increíbles).

5. Birth Of Malice EP de Destruction: se las traen los thrasheros alemanes con un sonido que combina lo nuevo y lo viejo, brutal y divertido.

6. Mackaroni Beats (2025) de Cookin Soul: otro disco de estos españoles (valencianos) en torno al boom bap, hip hop y jazz rap. Está bueno aunque no matador, 3,6 de 5.

7. Zam​a​ru Ultu Qereb Ziqquratu Part 1 (2025) de Wyatt E.: misterioso post-metal belga con sonidos folk y ritualísticos de Medio Oriente, aunque también orquestales y electrónicos. Suenan como un Amenra o Dark Buddha Rising con el concepto de Nile. Son sólo 5 canciones, con 35 minutos de duración, con las de apertura y cierre de entre 10 a 12 minutos. 

Sputnikmusic los define como doom psicodélico y ambient, mientras que Metallum dice que son drone/doom y RYM está un poquito más de acuerdo conmigo, es todo lo dicho pero también post-metal. Está interesante, muy bien hecho, una producción impecable, gran disco que habrá que revisar mucho más. 4,3 de 5. En Spotify.

8. Fearless (2012) de Acrania: salsa y jazz latino con death/thrash progresivo, como si hibridaras a Atheist con Santana y luego a Puya con Obscura, y los volvieras a juntar, opero los crías en Ciudad de México. Así que tenemos todos los elementos percusivos, rítmicos y sónicos de la música caribeña con todos los de la música extrema, doble bombos, voces guturales y solos de guitarras explosivos, que tocan juntos. 

Es como un Thank You Scientist de la salsa, porque tocan al mismo tiempo y metiendo muchísima percusión afrocaribeña además de guitarras de rock progresivo y psicodélico más riffs súper pesados, resultando en melodeath con sambra-rock, brutal y sabrosísimo. 

Dejemos esto claro, esta es una banda de jazz fusión y salsa que mete metal, no al revés, aunque lo parezca. Considera que los guitarristas son los que tocan el saxofón y la trompeta, y que tienen un percusionista como integrante, no dependen de los invitados. Y aunque sea más Laberinto que Cynic, no dejan de incorporar thrash, hardcore, speed y death metal, sobretodo porque siempre hay growls pero también solo de trompeta. 5 de 5, sin duda mínima. En Spotify.