RCTV, los blogueros opinanMucho se ha dicho sobre los estudiantes universitarios siendo manipulados, por la opinión de los medios de comunicación privados, por la agenda oculta de la oposición radical e incluso por el Departamento de Estado de Norteamérica. Tanto lo dicen que quizás vale la pena darle 5 minutos a este pensamiento, usando sus propios argumentos para darnos cuenta del porqué salimos a protestar.
La libertad de expresión, el cese de RCTV, la autonomía universitaria, la ley de educación y el desacuerdo con algunas políticas gubernamentales, parecen no ser razones suficientes para quienes están del lado de la autoridad, y al parecer, todo se explica por estar manipulados y engañados, al no conocer el pasado político, cultural y social de nuestra Venezuela. Reflexionemos sobre estas realidades para comprender nuestro presente.
Quién haya salido a concentrarse con sus compañeros de clases, con la consigna de la libertad de expresión, no ha ido para defender el dueño de alguna empresa, el monopolio de unos pocos sobre el espacio radioeléctrico ni perdonar las fallas de la televisión venezolana. Si, Marcel Granier y RCTV han atropellado a varios de sus empleados, despedido a otros y dejado en la miseria a algunos creativos. Hasta Renny Ottolina fue suspendido como Productor Independiente por esta planta. En El Diario de Caracas, Marcel despedió a 70 periodistas de izquierda por órdenes de Blanca Ibañez, la secretaria privada de Lusinchi, obteniendo la renovación de la concesión para RCTV, en un decreto presidencial. Es muy probable que Globovisión explote a sus reporteros y tenga una línea editorial a veces paranoica y excesiva.
Darnos cuenta que Marcel Granier y Federico Ravell, y la oposición venezolana, y los viejos y nuevos partidos políticos tradicionales, no son para nada el ideal juvenil y libertario para la construcción del mejor país posible y la mayor suma de felicidad para sus ciudadanos, no me hacen pensar que está bien cesar las transmisiones de un canal de televisión crítico al gobierno y otorgar su señal a otro canal financiado enteramente por el Estado.
Percatarse asímismo que Cisneros y Camero vendieron su compromiso con la verdad y el país, que Marcel y Ravell no son niños de pecho, y que los radicales de oposición aguardan en las sombras para generar violencia, no me inspiran ganas de quedarme durmiendo en mi casa, viendo viejas y aburridas películas y comiquitas mal dobladas en TVES, y asumiendo que esta medida en contra de la libertad de expresión -aunque no te guste Video Loco, no veas novelas y te la pases viendo cable- no es una medida meramente política, sino la "democratización del espacio radioeléctrico".
Venevisión y Televén tienen sus logos "perseguidos" por igual en los videos de La Hojilla, y el 11, 12 y 13A yo presencié la pantalla partida en el canal del tigrito, porque no solía ver RCTV salvo algunos programas puntuales. Así que no veo razones concretas para conceder la concesión al 4 y no al 2, fuera de las estrictamente ligadas a la retaliación.
Nadie defiende la parrilla de RCTV como si de un sacrosanto y cultural entretenimiento hubiese estado llena, sino la coyuntura final que ha dado al traste con la paciencia de las mayorías de jóvenes estudiantes de las universidades del país, quienes vemos amenazada con ésta y otras medidas como la nacionalización de la CANTV, la libre expresión de las iniciativas y opiniones personales, asi como el ejercicio de los derechos civiles. Así que reflexionando y pensando, midiendo las causas y lo que ha sucedido, la única manipulación que recientemente he escuchado es: "Madres, padres, no dejen que sus hijos salgan a marchar".
¡Viva la U, viva la U, viva la Universidad!
Venezuela Universidad Juventud RCTV
Sabemos que actualmente el país vive una etapa de radicalización e intolerancia, una guerra de buenos contra malos. O vamos directo al infierno castrocomunista o en camino a la consolidación de un nuevo Mar de la Felicidad, ante esto, leí algo en Dinero Express No. 228 del 10 de mayo de 2007, que me pareció bastante equilibrado, a pesar de considerarse contrario a la política comunicacional del Gobierno, acerca del problema de la escasez de alimentos, los problemas de la industria por los controles del gobierno.
