Al rock y al metal hace rato que llegó la cultura chicana, mexico-estadounidense o mestiza, desde Brujería a Rage Against The Machine pasando por Puya. Algunas otras tonadas tenemos en Sepultura, Acrania o Laberinto, combinando con otros géneros.
En el caso de 8 Kalacas, conformada por latinos en Orange County, California, se basan en el skacore, para fusionar no sólo skapunk o hardcore sino hay momentos de puro death metal con doble bombo potente, voz gutural y guitarras afiladas sino también mucha sección de vientos, agregando no sólo sabor latino y caribeño sino incluso mariachi.
Y las letras van desde la migración por el Río Grande hasta inspiraciones históricas de guerras mundiales, tomando inspiración lírica y sónica desde el thrash metal de la Bahía de San Francisco hasta el ska-fusión latino como de los clásicos ingleses.
El resultado no es un híbrido sino un maridaje, momentos llenos de puentes que van de un género a otro, del slam al pogo, del baile al headbanging. Aunque no lo logran tanto como los puertorriqueños, para quienes la salsa es más propia, hay un refrescamiento en encontrar una banda realmente pesada -y no con retazos extremos- que haga mano del ska así como una banda de skacore que realmente se ponga pesada con trombón, trompeta y saxo siendo aún protagonistas.
Suficientemente metal para ser firmadas en este tercer disco por Atomic Records, una división de Nuclear Blast, que tiene en su roster a nombres como Agnostic Front, Amorphis, Eleine, Incite, Meshuggah, Mystic Circle, Opeth, Sonata Arctica o U.D.O.