postgrado jubilados a juro, "profesionales del volante" con 35 años de experiencia o alguien que convirtió su carro particular porque era mejor que su último empleo; ellos tienen un plan de gobierno para mejorar la ciudad, una opinión clara sobre el sexo y una filosofía de vida masticada en horas y horas de tanto transitar. Ellos podrían hacer su propia Constituyente y guiar a la Nación hacia el éxito y la prosperidad: han pasado muchas horas reflexionando sobre la vida y gritándo ¡aguevoneao! y tenías que ser mujer. Son además, una historia de éxito: me compré otro taxi, compré una casa, invertí mi platica en tal negocio, saqué adelante a mi familia, logré comprarme este carro y así van. Unos propietarios y emprendedores.Porque se conocen cada hueco de todas las calles y avenidas de
la ciudad, porque han pasado mil veces por una cancha que jamás han reparado, porque han llevado a directivos, ejecutivos, periodistas, economistas, amas de casa, otros taxistas, médicos, prostitutas y niños a la escuela, han escuchado todas las visiones, son los mejores periodistas ciudadanos, los otros bloggers, los que conocen el llamado "clamor del pueblo" y son parte de éste. Son el prototipo perfecto para alcalde o concejal: la creación de la República Taxista de Venezuela.
señoras con compras en el mercado, atracos, mejoras en la vialidad, cuentos secretos de quién se siente en confianza, trabajos anteriores, programas de radio, visiones de extranjeros que buscan en el Aeropuerto, trabajar de día o de noche, ser independiente, la casa de los dueños de la línea, diligencias en alcaldías o Ministerios, policías, golpes de Estado, elecciones, reacciones populares, mejores o peores zonas de la ciudad, semáforos que no sirven, horas pico y atajos, damas hermosas que los enloquecen o chamas sin casa que se van con ellos a moteles por dormir una noche. Todos te echan el cuento y luego viene la pregunta: ¿qué crees tú pana mío/señorita? Son quienes escuchan y recolectan la información, son la mejor encuesta, líderes de opinión olvidados.
chamo dueño de/una jeva/un trabajador de la Alcaldía que yo conozco, a quién siempre le hago las carreras, el(la) tipo/a me paga durísimo por llevarlo/a todos los días y me ha dicho que..." aquí viene la cantidad que se ganan, la escasez de algún producto, el secreto de Estado y similares; luego viene su reflexión de cómo mejorar el país, y en los casos más macabros, sus experiencias eróticas gracias a ser taxistas. A veces simplemente te hablan porque pensar, pensar y pensar, y callarlo para siempre debe ser una pesadilla. Son unos filósofos urbanos, una variación del rapero hacia una versión en 4 ruedas, más sofisticado que un chofer de autobús.
cuento porque son un termómetro social, pero he pagado el precio de cuentos sexuales a los 9 años, transporte de drogas por la pelazón o de chamas adolescentes que tienen sexo con taxistas que se lavan el pene con un limón después de terminar "porque uno no sabe que infecciones hay por allí". Sin embargo, evito los choferes muy elegantes o muy chamos con taxis convertidos a última hora, y que siempre tienen puesta música adulto contemporánea, aire acondicionado gélido y ambientador con forma de fresa. Estos panas son minoría.



















Hijos de extranjeros o con tiempo vivido en países nórdicos, con fuertes lazos con su infancia (juguetes, comiquitas, héroes), ávidos de la lectura tanto como de la tecnología -antes consideraban Internet un privilegio de riquillos ahora el Ipod y el celular es común-, tempranamente sexuales, culturamelte ligados a los tatuajes, piercings, música rock y alternativa foránea, consumen altas dosis de alcohol y poseen un cofradía (tanto online como offline) en las que sólo personas como ellos pueden compartir sus fotos o tratarse de manera especial.
Los modernos son calificados por quienes los conocen pero no pertenecen a su círculo como gente pacífica, muy cuidadores de su estética, con poder adquisitivo, separados de la anterior forma de actuar del movimiento rockero con violencia, descuido personal y poco efectivo. Algunos de ellos son músicos reconocidos en el under, otros están ligados al canal PumaTV y casi todos son estudiantes universitarios. Sin embargo, los acusan de ser un poco alienados.
Lejos de ser personas ligadas a la subcultura gótica asocial, los modernos trabajan, estudian, tienen lazos afectivos más o menos normales con sus familiares y tienen las manías y los gustos particulares de cualquier otro grupo social o tribu urbana. ¿Entonces qué tienen de especiales? Su altísimo sentimiento de pertenencia, su decisión a ser totalmente auténticos en lo que hacen (un tatuaje a los 16 años es definitivamente una señal de esto) y una actitud tan ligada a la estética que no podrían ser más venezolanos, aunque tienen una determinación que bien podríamos inyectarle a otros jóvenes y una decisión totalmente loable.
Muchos quieren ser como ellos y otros simplemente los ven con curiosidad e incluso morbo. Yo llegué a ellos con un perfil falso al que me permitieron acceder tan sólo por unas horas, porque como les dije anteriormente, su exclusividad llega incluso a no compartir sus fotos: algunas sensuales, otras muy personales juntos a sus amigos y una más razonable: nadie quiere sentirse el freak, la pieza de museo o ser fastidiado por wannabes o curiosos como yo.








