04 julio 2025

Electrotango (Bajofondo), black melódico atmosférico y black/death disonante francés, metalcore / mathcore increíble, war metal de Canadá, clásico de Katatonia

1. Mar Dulce (2007) de Bajofondo Tango Club. Segundo disco de la banda-proyecto de electrotango de Gustavo Santaolalla con invitados de lujo, de Nelly Furtado a La Mala Rodríguez, Elvis Costello y Gustavo Cerati en el mega clásico El mareo. 4,6 de 5. Producido por Juan Campodónico, que también ha trabajado con Drexler y ampliamente con El Cuarteto de Nos. 

2. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. En la primera escuchada de este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 

La segunda vez le encontré un matiz distinto, como un Summoning más salvaje o un Satyricon menos logrado, además, el tema que le da nombre al disco tiene sus momentos mid-tempo y hasta más rápidos, que le dan sentido y emoción En todo caso, sube a 3,6 de 5, porque tiene sus momentos propios de black/folk, algunas disonancias bastante interesantes y sus propias formas de arpegios melódicos y narraciones. No es arrechísimo pero está decente. 

3. Cult of Uzura (2025) de Skaphos: desde Lyon, Francia, llega el tercer disco de esta extraña combinación de brutal death, black disonante y death/black melódico, con momentos experimentales, tribalistas e incluso progresivos, en la que una profunda voz gutural acompaña una mezcla que va alternando momentos con riffs cavernosos y enredados, una batería bestial y cambiante, momentos disonantes y elegantes con momentos en que hay más técnica y brutalidad que melodía. Para mí es increíblemente bueno, porque tiene hasta temas interludio de guitarras acústicas. 4,7 de 5.


4. Dread Weight (2025) de Orthodox: Metalcore pesado pesado (con guitarras llenas de armónicos y distorsión destructiva de deathcore) con mathcore. Claramente hay grind y brutal death por allí sazonando la sopa de lava y azufre. Hay unos buenos ritmos y riffs de groove pero domina la angularidad matemática y caótica. Es una extraordinaria forma de violencia musical, ruidosa, bestial y misilística. Es como si separaras la parte puramente metálica del Iowa de Slipknot aunque claro que hay influencias del beatdown hardcore.

Su cantante, Adam Easterling, está invitado en el I Don´t Want To See You in Heaven de The Callous Daoboys. 4,7 de 5, sobrado. Son de Nashville, Texas.

5. Rivalry of Thyself (2025) de Prophetic Suffering: black metal bestial (war metal) con brutal death. Una cosa sucia, realmente bestial y densa. Son de Edmonton, Canada. Regular pero sin ser mala. No hay nada especialmente increíble, salvo quizás una buena densidad creada por el bajo y algunos momentos vocales cuando no hacen pig squeal. 3 de 5. Los temas más largos son mejores. 

6. You Exist Because We Allow It (Ep, 2025) de Melting: debut de esta banda bestial de metalcore australiano. 3,8 de 5.

7. Brave Murder Day (1996) de Katatonia. El gran clásico de esta banda que apenas recordaba haber escuchado. La primera grata sorpresa, que Mikael Åkerfeldt es quien hizo las vocales guturales. Lo segundo es que aunque el sonido es death doom gótico, ya se notaba que la banda tenía una idea diferenciada de cómo producir su música. 

El sonido de las guitarras es ciertamente melancólico y depresivo, pero tiene muchos riffs que podrían adivinar cierta influencia de rock clásico por un lado y mucho del rock gótico, post-punk y shoegaze por otro lado, lo que hace que sean disonantes, expansivos y con un sonido brillante, casi luminoso, totalmente distinto a lo sombrío o funeral del género, lo que luego fue retomado en el Sunbather de deafheaven. 

Se nota la intención de agregar melodías y distorsiones alternativas, que podrían pensarse incluso no metaleras sino más cerca de lo que también más tarde sería el post-metal, el blackgaze y el doomgaze, mientras también tenía momentos más oscuros, densos y más claramente, lleno de sonidos litúrgicos. Fue altamente innovador, sobre todo porque el tema Day es algo como dream pop / shoegaze / rock gótico. Este toque emo/gótico se notó luego en Alcest, por ejemplo.

Esto se nota especialmente en el tema Rainroom, quizás el más gótico y shoegaze, que no dejó de ser también profundamente death doom melódico. Y esto último es esencial, porque en lugar de lentas, duras y lúgubres riffs con órganos de apoyo, los riffs tenían arpegios y progresiones de acordes complejas, continuas y circulares, pero enfocadas en aunque sonara duro, construyeran armonías entre las guitarras. 4,7 de 5.

Ahora, la batería sí es demasiado básica y pobre.

03 julio 2025

Post-metal / post-hardcore / post-rock de Corea del Sur, dark folk estadounidense, indie pop catalán, rapmetal de calidad de Pennsylvania, indie pop sueco producido por Oneohtrix Point Never y Beck, deathcore/brutal death, black atmosférico y sinfónico de Leeds, pop punk sucio de Ohio, Cypress Hill orquestal

1. Neumann (2025) de baan: para mí una banda de post-rock / post-metal pero los colaboradores de RYM hablan de post-hardcore y sludge atmosférico, incluso de Doomgaze. Y sí, hay momentos de screamo, dulces melodías espaciales y hasta momentos de rock / punk más o menos alternativo, pero son las guitarras gitantescas, el wall-of-sound y las atmósferas opresivas creadas con decenas de riffs lo que manda. Es lo que veo. El disco es bueno pero podría ser mucho más corto, igual que sus canciones. A veces tarda demasiado y no tiene tantas pausas ni interludios para crear momentum. 3,8 de 5. Son de Corea del Sur.

2. spelewithiipi (2025) de Nechochwen: dark folk contemporáneo, folk progresivo y música indígena estadounidense de un dúo de guitarras, no puramente acústicas porque tiene sus efectos, pero refrescante y creativas. Me gustó mucho. 3,5 de 5. 


3. Malamoneda (Ep, 2025) de Vic Mirallas: EP del cantautor catalán Víctor Mirallas Parellada con folk pop / indie pop bastante bedroom pop y con algo de emo-pop. Interesante, aunque no me atrapó demasiado. 3,3 de 5. Hay que escuchar más.

4. Poetry From pain (2025) de Gridiron: rapmetal, metalcore y beatdown hardcore de Boyertown, Pennsylvania, en la misma escuela de Body Count, con mucho hip hop hecho con guitarras densas y una batería realmente hábil. Es bastante rudo, muy groovy y con guitarras bien hechas, muy técnicas, en tiempos raros y mucho rock and roll, sin ridiculez, acá es protesta social y golpes potentes. 3,9 de 5 pero tiene temas aún más altos.

5. Manners (2025, EP) de Homeboy Sandman y BrandTheBuilder: colaboración de hip hop abstracto de artistas de NY, Los Angeles y Filadelfia. Interesante, para escuchar más. 3,5 de 5.

6. Jonatan (2025) de Young Lean: este artista sueco, cantautor, es demasiadas cosas alternadas y fusiones, según sea el caso. En principio creía que era otro raro disco de hip hop europeo con momentos de post-punk, o un cantante de indietrónica con una producción intencionadamente ruidosa, pero luego entró el synthpop e indietrónica, pero no era suficientemente pop sino seguía siendo extraño y tenía guitarras de slacker rock y psicodelia, algo como una rara poesía subterránea e incluso, me atrevo emo-pop o art pop. 

Para entenderlo, Beck y Oneohtrix Point Never son productores, así que las barreras entre lo folk, lo alternativo, lo indie, lo pop, lo meramente experimental y lo declaradamente raro, son la genética de este proyecto. 3,7 de 5. 
 
7. A Visage of a Mangled Body (2025) de Killing of a Sacred Deer: muy buen deathcore / brutal death / slam que parece que es una nueva tendencia salvaje pero cuidada de música extrema derivados o cercano a bandas de beatdown hardcore. 

8. Night Eternal (2025) de Firienholt: black metal atmosférico, sinfónico y folk, con mucho de dungeon synth, sonido épico pero tenebroso, casi gótico, un shriek más bien grueso y muchísima ambientación medieval pero no orquestal sino sintética. Es de Leeds, Reino Unido. Tiene momentos muy bellos, sobre todo de coros vocales limpios, muy vikingos. 3,9 de 5.

9. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk, con mucho reverb, algo de slacker rock y noise. Son de Dayton, Ohio. A la segunda escuchada me gustaron mucho más. Antes, 3,7 y ahora 3,9.

10. Un Yaya (2025) de vianova. Todo lo que hacen estos alemanes últimamente me parece increíblemente brutal. 4,5 para este nuevo tema e EP, porque todos los temas son así. Metalcore electrónico, djent y metal progresivo bestial y con mucho sabor venido de meterle groove metal, trap y alt-pop pero a gritos e industrial.

11. Black Sunday Live at the Royal Albert Hall (2025) de Cypress Hill y la Orquesta Sinfónica de Londres. Amo esta banda y estas versiones están divertidísimas aunque no sean elegantes ni tan logradas como las de Metallica S&M. 4,7 de 5. Eric Bobo, Dj Lord (Public Enemy) y Christian OldeWolbers son los músicos que acompañaron a B-Real y Sean Dog.

02 julio 2025

Black sinfónico de Connecticut, metalcore/nü-metal (Tetrach), power pop alterlatino de Texas, power progresivo sueco, hip hop industrial (clipping.),

1. Akallabeth (2025) de Anfauglir: Una banda de black sinfónico de Newtown, Connecticut, que me recuerda un poco a Bal Sagoth pero sin nada cósmico sino enfocado en la grandiosidad orquestal, el black melódico y lo épico de las guitarras influenciadas por el power metal. Sí, hablan de Tolkien y suenan un poco como Stormlord y Numenor, combinando power y black. 

Sin embargo, lo orquestal -como forma y fondo- es lo esencial, con temas que van de 12 a 21 minutos, con sopranos, coros, muchos shrieks y momentos guitarreros, pero lo que mandan son las combinaciones atmosféricas de coros con arreglos sinfónicos, pianos y sintetizadores. 3,9 de 5. Quizás a veces es demasiado largo.

2. The Ugly Side of Me (2025) de Tetrarch: Tercer discos de los de Atlanta reubicados en Los Angeles: metalcore / nü-metal con una voz que suena como a Disturbed con shriek, lo que es lo mejor. Referencias electrónicas, momentos pop punk y mucho metal alternativo. Está bien, pueden acompañar un buen viaje por carretera o momentos de cocinar, fregar los platos o lavar el baño. 3,3 de 5.

3. A joy so slow at times I don't think it's coming (2025) de Slow Joy: debut del proyecto de Esteban Flores de Colores, de Dallas, Texas, con power pop y rock alternativo bañado de emo y nostalgia noventera grungera. Es una combinación de guitarras de rock noise y algo stoner, teclados y voces post-punk y mucho emo-pop. 3,5 de 5. Me gusta por sus momentos slacker rock. Los guiños a la cultura latina y el español, incluyendo preguntar cómo se dice Te Amo, son un plus.
4. Explore the Unknown (Ep, 2025) de Binary Creed: muy buen power progresivo sueco, que además de tener tropos de ambos géneros, asoma momentos extremos que enriquecen la propuesta épica, rápida y elegante. 3,9 de 5.

5. Fairyland Codex (2025) de Tropical Fuck Storm: Australianos deliciosamente raros que presentan un disco considerablemente experimental, entre el punk, el blues y el rock, que tiene guitarras de noise rock e incluso metaleras, algo de flamenco aquí y allá, un poco más de blues y mucho de psicodelia e indie nostálgico. Según RYM es art punk, art rock y punk blues. Sus temas son largos, poéticos, extraños y cambiantes. 4,7 de 5.

6. Dead Channel Sky (2025) de clipping.: brutal disco de hip hop industrial y hardcore, noise, glitch, acid techno, brekbeat, glitch hop y big beat del trío de Los Angeles, California. Uniendo casi todo lo que verdaderamente me gusta de la música electrónica. Rapeo oscuro en una densa capa de samples rudos, que incluyen Firestartert de The Prodigy. Muy bueno, reinventando y reempaquetando géneros y estilos de formas creativas e identificables, sin trap, neo-soul ni nostalgia. Genial, 4,7 de 5. Lo escucho de nuevo y me encanta, veo que además sus dos discos anteriores también me gustaron muchísimo.

7. Ill at ease (2025) de Preoccupations: elaborado y elegante combinación de post-punk, rock alternativo y rock gótico, con electrónica industrial ochentosa como new wave, coldwave y dance-punk. Sí, tiene calidad pero no es para mí. 2,5 de 5 aunque lo recomiendo si son tus géneros, porque está bien compuesto, producido y ejecutado. 

8. The Painful Trust (2025) de Skunk Anansie. La banda de rock/metal alternativo de los 90, se reactivó en 2010 después de sus primeros tres discos, y este llega ocho años después del segund trío de álbumes. Ahora, menos pesados y mucho más electrónicos, están más cerca del post-punk y el dance-punk que de las canciones guitarreras e intensas como Hedonism. Me gustó el tema inicial, An Artist Is An Artist, Lost and Found y Cheers (en que suenan unas buenas guitarras) y claro, Shoulda Been You (un reggae / dub sabroso con rock alternativo), porque además Skin sigue con su increíble voz rockera y soul.

Esto me recuerda al nuevo disco de Garbage, también más enfocado en lo electrónico aunque sin perder completamente la esencia de rock alternativo. Me terminó gustando bastante, con canciones increíbles y otras aguadas. 3,7 de 5.

9. Raro (2006) de Cuarteto de Nos. Este es el discazo que los disparó a la fama, lleno de rock and roll, humor negro, letras divertidas y clásicos inmediatos como Ya no sé qué hacer conmigo, Hoy me siento raro y claro, Yendo a la casa de Damián. 4,9 de 5. Se disfruta enterito.

01 julio 2025

Progresivo/power de Dallas, Texas, harsh noise/death industrial de Australia, Snoop Dogg, deathcore/brutal/slam death, chamber pop folk, oi! y hardcore punk, clásicos de Queen, mathcore progresivo de Filadelfia

1. Nothing Etched in Stone (2025) de Trascendence: metal / power progresivo de Dallas Texas, que también vuelve después de 22 años sin publicar discos. 3,7 de 5.

2. All the Dead Melt Down as Rain (Ep, 2025) de Uboa. La artista australiana que publicó de los mejores discos de 2024, Impossible Light, en que el darkwave, drum n bass, música orquestal y mucho noise y pistas de sonido ambiental se conjugaron. Ahora vuelve con un puñado de temas, de nuevo en el dark ambiente, death industrial, harsh noise. 

Uboa es Xandra Metcalfe, quien hizo un disco menos instrumental y rico en instrumentos. En este caso se encargó de guitarra, piano, ruido, sintetizador y grabaciones de campo. Con Lulu Collard en la percusión y Joanna Fang en la hoja metálica y efectos de sonido. Creo que es menos logrado que los dos discos que he escuchado, a los que les puse 4,5 como el The Origin of My Depression. Ahora me iría por mucho menos, 3,5.

3. Neva Left (2017) de Snoop Dogg. De verdad no sé nada de hip hop, porque este disco me encantó y en RYM le fue horrible. Es la decimoquinta producción del rapero, alrededor del G-Funk, Gangsta Rap y R&B contemporáneo. Para mí, es un disco sabrosísimo, groove, jazzeadito, incluso vintage y digerible más allá de las letras. Ricas esas pistas. 4,3 de 5. 

4. Focus (2025) de Soft Ffog: hermosura de jazz-rock / rock progresivo noruego, absolutamente setentoso, cercanamente psicodélico, con increíbles solos arpegiados de sintetizadores y un baterista de lujo. Instrumental. 4,6 de 5.

5. Chimères (2025) de Cénotaphe: black melódico francés, disonante, sucio y con una batería arrolladora, y un grito como hueco, hundido, fantasmal, que invoca el paganismo desenfado y básico del primer metal extremo. Me gusta la atmósfera obscura y punketa, pero sin caer en lo básico de Darkthrone. 4,2 de 5. 

6. Blood Consumer (2025, EP) de Velvet Cross: impresionante black metal de Nashville, Tennessee, que no esperaba. Furioso, sumamente brumoso y atmosférico. Y más aún, cierra con una balada acústica, con bella voz limpia pero no operática, de menos de tres minutos, sumamente épica. 4,3 de 5. Son los mismos músicos de la extraordinaria propuesta de Saidan. 

7. Extraction (2025, EP) de LARCɆNIA ROɆ: toda regla tiene su excepción, y este EP de deathcore, slam death y brutal death lo es completamente, porque siendo penetrante y absolutamente extremo, bestial, complicado y destructivo, no cae en repeticiones ni en absurdos, ni siquiera en lo vocal. Teniendo pig squeal y shrieks de deathcore, no es como nada de lo que hubiese escuchado.

No sólo es muy audible (para el género) sino que tiene un sonido cristalino y combinando el ruido analógico con una cuidadosísima post-producción digital que permite escuchar cada uno de los riffs en detalle, mientras que las voces guturales son otros instrumento, que se conjuga de una forma que me hace recordar a Slipknot con sus distintas vertientes de nü-metal, metal alternativo, rap metal y hip hop. En este caso el "outsider" es el mathcore, que le da esa precisión rítmica diferencial.

Es como si reinventaramos el grindcore con altísimos estándares de grabación, con un pensamiento deathcore pero un sonido menos amable y al mismo tiempo, más digerible. Es la cosa más subterránea, hardcore y gore pero construida de forma milimétrica que es casi elegante. Bestial, 4,7 de 5. Son de Raleigh, North Carolina.

8. At the Beach, in Every Life (2025) de Gigi Pérez. Disco debut, en clave de chamber pop, indie folk e incluso algo de noise rock y emo rock, de Gianna Brielle Perez, de Hackensack, New Jersey, hija de inmigrantes cubanos y criada en Florida, actualmente residenciada en Nueva York. Un bello disco que se sale de mi algoritmo.

Una voz realmente extraordinaria, muy buena combinación de acústica y arreglos de sintetizadores, con mucha guitarras de bedroom pop y sonidos espaciales, atmosféricos y melancólicos. Algo emo incluso. 3,5 de 5, aunque hay temas que son mucho mejores. Hay que escucharla bastante.

9. Shirts vs. Skins (2025, EP) de Haywire / No Guard: divertido EP/split de oi! y hardcore punk. Mejor la primera que la segunda. 3,7 de 5.

10. Box of Matches and a Fear of Light de Sincerely Yours (Ep, 2025). Segunda entrega de esta caótica banda de metalcore / mathcore / screamo de Las Vegas. Me hace sentir noventero de nuevo. Muy bueno, 4,3 de 5.

11. Riffs (2025 - 2011) de Queen. Tercera entrega de estos compilados, después de Epic y Heavy. Este quizás es el tiene canciones menos emblemáticas, quizás más hard rock. Buenísimo para repasar y conocer más a la gran banda británica.

12. I Want to Go Home. (2025) de Kaonashi. Difícil no disfrutar de la variedad rítmica, caótica y demencial de este disco, que va del mathcore al screamo pasando por el sass y el djent, pasando por el rock progresivo, el post-rock, el post-hardcore e incluso el folk rock, lo que implican matices y variaciones que no solo son gritos desaforados y riffs angulares, e incluso gritos raros que recuerdan un poco a SOAD, Primus y Dead Kennedys, así como a clásicos tipo Saosin y Circa Survive, pero más claramente de Coheed and Cambria. 

Además, hay momentos calmados, con riffs de funk rock, bajos apaciguados en arpegios y guitarras acústicas, e incluso momentos de rock progresivo y piano rock, así que el disco no es ni obvio ni predecible. Me voy a ir con un 4,5 de 5, bastante sólido, sorprendente y estimulante. Son de Filadelfia, Pennsylvania. 

13. Nightsphere (2023) de Heretoir. Banda alemana de post-black atmosférico / blackgaze / ambient / post-rock. Tenía un mejor recuerdo de esta banda, quizás del disco The Circle. El último tema, el más dark ambiente me pareció bastante bueno pero tiene colaboraciones interesantes. Disco regular, 3,6 de 5.

14. Lambent Light (EP, 2025) de City Of Dis. Increíble que esta banda de Boston, Massachusetts no tenga un mayor reconocimiento. Aunque el disco anterior era una mezcla de post-metal progresivo y black melódico, ahora nos encontramos con algo más cercano al post-metal progresivo más cerca del sludge y el stoner metal, con momentos incluso psicodélicos, con mucha melodía, voces limpias muy buenas y mucha creatividad para componer y sorprender en este género, tan lleno de virtuosismo, de excesos, de extremismo, de repetición o de fórmulas, aunque también de todo lo contrario, son temas realmente increíbles, porque son igualmente épicos, pesados, cambiantes, con grandes riffs y armonías, altamente ambientales y minuciosamente técnicos. Brutales, 4,7 de 5.

15. Pruning of the Lower Limbs (2025) de Moving Mountains. Un gran disco de rock alternativo, emo y post-hardcore, muy guitarrero, nostálgico y que bebe ampliamente del folk rock, slacker rock y del indie para hacer algo un poco más experimental por un lado y intimista por otro. Es como si una banda de screamo quisiera bajarle a la intensidad instrumental, manteniendo la actitud. Son de Purchase, Nueva York. Es realmente distinto, porque también suena como un pop punk bañado en estridencias noise. 4,3 de 5.

30 junio 2025

Lo nuevo de Akapellah (hip hop venezolano), metalcore/djent de NY, industrial experimental de Suecia, rock latino uruguayo noventero, mathcore/post-hardcore (Deadguy), black sinfónico polaco, regreso de Fishbone (rock/reggae/metal/funk), deathcore sinfónico

1. SEVEN. (EP, 2025) de Deadlands. De Long Island, NY, combinan metalcore, metal alternativo y djent con una muy buena voz femenina, con grunts y muchas líneas melódicas, a lo Jinjer. Bueno, 3,9 de 5. 

2. Abominations Of The Ageless
(2025) de The Project Hate MCMXCIX:
Este raro proyecto sueco de metal industrial épico, con combinación de voces femeninas (de la noruega Ellinor Asp) y guturales masculinos, con el cantante de Grave, ha sido elusivo para escucharlo en plataformas de streaming. Su disco de 2017 lo reseñé acá como una mezcla de sensualidad, música extrema y experimentación sónica, aunque quizás son demasiado largos los temas y la producción vocal no envía un mensaje claro, porque no es gótico ni sinfónico. 3,8 de 5.

3. Barranca abajo (1995) de El Cuarteto de Nos: 11 años antes del éxito de Yendo a la casa de Damián del disco Raro, los uruguayos ya tenían media vida rockeando. Este es su séptimo disco, una ópera rock, con punk, rock and roll y fusión alternativa (incluyendo murga y cumbia) en que en la clave de humor que los caracteriza, cuentan la vida y genio de José Barrancas y su negocio familiar quebrado.

4. Near-Death Travel Services (2025) de Deadguy: Los de New Brunswick se tomaron 30 años para sacar el sucesor de su debut. Metalcore, mathcore y post-hardcore siguen siendo las armas de destrucción masiva de estos tipos. 4,3 de 5.

5. Under a Twinkle of a Fading Star (2025) de Yog-Sothoth: debut de esta banda polaca de black sinfónico, que me recuerda a Bal Sagoth y el nombre también ayuda, aunque menos cósmico y power metal, sino más enfocado en el black melódico orquestal, quizás porque el músico Mikołaj Kowalik, responsable de todo, tiene otro proyecto aparte de power sinfónico, Enchanted Steel. 4,3 de 5. Tiene buenos momentos orquestales, con muchos vientos y un sonido perverso en el black.

6. Where Only the Truth Is Spoken (2025) de Malevolence. Una banda de groove/metalcore que se convirtió de algo apenas audible a una buena propuesta en que no suena demasiado emuladores de Lamb Of God y/o Pantera, con sus influencias del rap metal y el beatdown hardcore, además de buenos riffs con arpegios. Muy bien por ellos, de los discos más divertidos del año. 4,3 de 5. Las voces limpias son un buen ingrediente, que también los meten en una pelea que Machine Head parece estar perdiendo ahora.

7. Stockholm Syndrome (2025) de Fishbone. 18 años después del último disco y 25 del último decente, esta banda clásica del punk/rock/ska/metal/funk vuelve con muchos altibajos, renuncias y renovación. Regreso al fin. 3,3 de 5.

8. Imperium Delirium (2025) de Shadow Of Intent. Siempre me alegra conseguirme con los discos de esta banda, de deathcore / melodeath técnico y sinfónico, porque juntan estas formas tan disímiles de bestialidad elegante, de técnica elaborada que es tangencial al progresivo pero que demuestra una necesaria habilidad atlética y cerebral. Reclaimer de 2017 es uno discazo tremendo. Este le daré un 4,4 de 5. Son de Hartford, Connecticut. Quizás es su mejor disco hasta ahora, en el que siento que la velocidad, las habilidades instrumentales y la inmensa capacidad de hacer melodía, ritmos corrosivos y sorprendentes cambios de texturas llegan a su punto más alto, incluyendo muy buenos arpegios de guitarras, pianos académicos y hasta un tema con una coqueteo de nintendocore sinfónico y progresivo increíble: Apocalypse Canvas.

9. Pneuma (2025) de Akapellah: lo escuché decir que es su disco favorito como artista, que se escucha a sí mismo por primera vez y que llegó al punto que esperaba para compararse con sus favoritos. Se escucha mucho más maduro y profundo en sus letras, sin dejar de coquetear en invitados y barras con el trap, el pop rap y la fusión rítmica. Es bastante bueno. Le daré un 4,5 de 5.

10. Sword of Vengeance (2025) de Mara: una salvajada de black metal, crudo, lleno de disonancias, blast beats y un raro grito que parece más grind o punk que shriek. 3,9 de 5 por trve y malvado, pero además por sus sonidos tan medievales, ritualistas y poderosos, sin ser demasiado lo-fi, siendo acertadamente desesperados y sucios pero claramente distinguibles. Es difícil combinar sonar tan fríos y veloces, mientras puedes acertadamente disfrutar los riffs, la increíble técnica de la batería y las voces tan poco procesadas, sin que sea innecesariamente ruidoso o mal producido. Grandes suecos.

28 junio 2025

Lo nuevo de Heaven Shall Burn (groove/metalcore) y lo nuevo de Sodom (thrash alemán)

1. Heimat (2025) de Heaven Shall Burn. Groove metal / metalcore melódico que me recuerda al Davidian de Machine Head con guturales más extremos, pero los de Alemania llegan así a su tercer disco distanciado del melodeath / metalcore con deathcore y progresivo de Veto. Ahora, aunque permanecen los guturales, la música tiene base en el groove/metalcore melódico con momentos de melodeath, en lugar de ser al revés. 3,6 de 5. 

2. Corpus I (2017) de Show Me The Body - Un mixtape que tiene de todo, principalmente una combinación de hip hop industrial y noise rock, pero además muchísimo punk, que va desde hardcore hasta synth, pasando por post-punk revival.

3. The Arsonist (2025) de Sodom: No entendí porqué estas leyendas del thrash alemán y del mundo hacen el disco número mil con canciones que claramente emulan, imitan o repiten lo que hicieron Slayer y/o Kreator hace 30 o 40 años. 3,5 de 5.

26 junio 2025

Rock gótico de Vera Farmiga, black/dungeon synth de Chequia, death progresivo instrumental de Rusia, metalcore alternativo, death n roll sueco, djent electrónico de Londres

1. Midnight Minuet (2025) de The Yagas. Buen debut de la banda de la actriz Vera Farmiga, rock gótico  y rock / metal alternativo, con distintas formas y tonos que quizás divagan pero que están centrados en la voz seductora y fantasmal de Vera. Creo que es un inicio interesante, no demasiado innovador, pero cumplen bastante y será bueno verlos en vivo. 3,4 de 5.

2. Cruel World of Dreams and Fears (2025) de Draugveil. La portada más ridícula del black metal, digo del metal, del rock, de la música. Porque además no es, o no parece ser, satírica. La música, black/dungeon synth, es regulara a básica, sin ser mala, ni ruidosa ni lofi. 3 de 5. Es un proyecto de un solo hombre ucraniano que vive en Chequia.

3. New Matter (2025) de Dark Matter Secret. Según RYM ya los escuché, pero no lo recuerdo ni menos porque le puse solo 3,5 a esta banda de death técnico progresivo, con momentos shred. Proyecto de Denis Shvarts, quien es uno de los guitarristas líderes invitados del disco Heresiarch de The Ritual Aura, ha tocado con los Zac Leaser y Cosmic Jaguar, además de ser guitarrista y tecladista de Bestial Invasion. Escuché mal antes: 4,2 de 5.

4. Wasteland (2025) de Wolves At The Gate. Leí mal el nombre, no es post-black metal, sino metalcore. Regular sin ser destrozable. Son de Cedarville, Ohio, y hay post-hardcore y rock alternativo en su propuesta. Regular, duro 3 de 5. 

5. Soulless (1994) de Grave: Me compré este disco siendo un adolescente, pensando que sería el death metal progresivo y cavernoso de los primeros discos, y me sorprendió lo diferente que era pero lo tanto que terminó gustándome. Un disco que guardo entre mis más adorados preferidos de siempre. Los suecos cambiaron todo en este disco. Por allí alguna vez leí que era grunge metal o algo así y quise saber más, pero luego entendí que se trataba de death n roll. 

6. Ungod (2015) de Morgoth: death metal melódico alemán, que siempre es grato escuchar. 4,3 de 5.

7. TSP Vol-2: Symbiosis (2025) de Darknet: mixtape con colaboraciones en cada canción, aunque me ahorré los remixes, son poderosos, sabrosos y densos temas de djent electrónico, con metalcore, nü-metal y breakbeat con atmósferas oscuras, voces desgarradas y siempre guitarras demoledoras aunque tratables al oído. 4,6 de 5, de verdad. Son de Londres.

24 junio 2025

Grindcore/jazz ruso, groove/thrash progresivo gringo, Fantasma de John Zorn (free jazz), post-black progresivo de Minneapolis,

1. Subnormal Dives (2025) de ByoNoiseGenerator: Demencial quinteto ruso, con saxofonista incluido, que hacen brutal death / deathgrind con jazz, mathcore y death técnico, por lo que hay un baterista increíblemente hábil. La combinación es una versión extrema de Mister Bungle, aunque más acotado al metal. En este caso chocan y se combinan los géneros sin fusionarse entre sí, es más como un choque de ambos. Es brutalidad, disonante, feroz y caótica, con interludios para el saxo, arreglos dentro de blastbeats y riffs aritméticos casi indescifrables, y mejor aún, secciones en mid-tempo con ambos. 4,2 de 5.

2. Harbingers (2025) de Byzantine: un disco de groove/thrash metal con muchos altibajos, que van desde sonar demasiado derivativos de Pantera/Lamb Of God a hacer metalcore progresivo en otros mejores momentos, con muy buenas voces limpias y rozar con el post-metal. Así que hay temas regulares y otros espectaculares. 3,6 de 5. Son de Charleston, West Virginia. Hay que repetir para separar la paja del trigo.

3. Fantasma: Illusions From a Surrealist Mirror (2025) de John Zorn. Es raro escuchar un disco de jazz de este tipo que no sea caótico, experimental o muy avant-garde. Son seis temas, los primeros cortos, en que escucho un jazz bien ejecutado pero smooth, sin estridencias, y luego otros tres más largos donde xilófonos, sintetizadores y samples se conjugan pero también en un formato sin metal, ni descargas demenciales de saxofón. Me agradó, 4,3 de 5. RYM me ayuda a entender que es Avant-Garde Jazz, sí, pero también free jazz y modern creative, un género musical que viene de la improvisación jazz y la música académica contemporánea.

4. Spiritual Anguish (2025) de Eudamon: Decir post-black, blackgaze o black atmosférico me parece insuficiente, porque sí hay atmósferas oníricas y expansivas, un shriek afilado y depresivo, arpegios tocados lentamente y guitarras explosivas de post-black, también hay influencias de metal extremo tradicional, que van desde el black disonante al death melódico, así como algunas ideas más cercanas al shoegaze, el post-hardcore o el rock indie.

Son de Minneapolis, y según RYM el screamo y el metal progresivo explican parte de lo que identifiqué. Es una propuesta claramente hipster, en que enraizados en la combinación de black y screamo, se permiten voces limpias que van desde lo fantasmal y vaporoso, hasta lo puramente alternativo. Está interesante, pero deben pulirlo. 4,3 de 5.

5. Black Pines Needles (2025) de Irga. Black metal ruso, con un shriek agrio y un extraordinario baterista, que añade momentos progresivos a una ya combinación alternativa de riffs melódicos y disonantes. Los arreglos sinfónicos le dan un toque avant-garde riquísimo.

22 junio 2025

Lotus de Little Simz (hip hop / post-punk / jazz / afrobeat), Sun Ra (jazz cósmico), black/doom progresivo (Hexvessel), noise pop/shoegaze de Minneapolis (Hotline TNT), Malevolence (metalcore/groove)

1. Lotus (2025) de Little Simz: Un impresionante, elaborado, elegante y potente disco de neo-soul / jazz rap / post-punk / rock progresivo / disco mutante / rap rock / soul progresivo / rock gótico / chamber music / drumless hip hop / afrobeat / funk rock / afro rock / jazz fusión y muchísimo más, que se siente genial porque está tocado y no sampleado.

Una cantante hábil y diligente, que canta sobre hermosas pistas de música africana, orquestaciones occidentales y soul, funk, disco, hip hop británico y lounge. Una belleza increíble de parte de Simbiatu "Simbi" Abisola Abiola Ajikawo aka Little Simz. 4,3 de 5. 

Tiene grandes invitados como Moses Sumney y Yussef Dayes, con Miles Clinton James como productor (sintetizador en Red Moon In Venus de Kali Uchis) y Black Classical Music de Yussef Dayes (guitarra, sintetizador y co-productor), quien grabó gutiarras, batería, bajo y sintetizador. El baterista de black midi se encarga de la batería en una canción. 

Me hizo recordar cuando viajé a Sudáfrica: no sé casi nada de música africana, mucho menos del rock de los 70.

2. Stray Voltage (2025) de Sun Ra. Otro disco del hiper abundante artista estadounidense. Más improvisación de jazz cósmico. 3,5 de 5. 

3. Raspberry Moon (2025) de Hotline TNT: Creí recordar esta banda como de rock and roll vintage, y me han sorprendido -a pesar de haber escuchado tres singles- con una abrasadora combinación de noise pop y shoegaze -expansiva y distorsionada- con tantas guitarras estridentes de jangle pop y slacker rock, que me enamoré y me impactó por su vaporosa melodía ruidosa, que es entre evocadora y rompedora, como una escena furiosa de romanticismo y depresión presentada con valentía y rímel. Fue como una bofetada, tan violenta y dulce, que apenas me recupero. 4,6 de 5. De Minneapolis a Nueva York. Es básicamente Will Anderson el líder del proyecto, que tiene y ha tenido decenas de miembros y colaboradores. 

4. Celestial: Spring / Winter / Summer (EP, 2024-2025) de Mantra. Impresionante banda de metal progresivo de Rennes, Francia. Orquestal, emotiva, pesada, épica y con arreglos que me recuerdan a The Anchoret y al mismo tiempo, quizás demasiado a veces, a Tool, con esa aproximación como de música orquestal tocada en formato de rock, aunque también tiene guitarras disonantes y rarezas que parecen ser djent o experimentaciones sónicas como las de Pain Of Salvation. Son gloriosos, 4,8 de 5. 

Me gusta que tienen momentos sludge/post-metal y guturales, además de una gran riqueza de world musica, incluyendo pianos de jazz, scratches de DJ, instrumentos folclóricos de Medio Oriente y guitarras de blues y flamenco, que también recuerdan a otros francesas geniales, Impureza. 

5. Lateralus (2001) de TOOL. Repasar las puntuaciones que puse en Sputnikmusic me mostró que un aspecto negativo de escuchar tanta música nueva, es que hay demasiada incertidumbre, poco enganche y mucha música mediocre o simplemente regular. Este año empecé a escuchar más música vieja, conocida o que no quiero esperar semanas o meses para repasar. En el pasado habita lo mejor y lo peor, como los recuerdos, las aventuras y las primeras veces, pero de lo viejo hay más conocimiento y relación, y el futuro puede traer ambas pero es incierto. Así me pasó con Deep Purple, así que voy con este mega clásico del progresivo / alternativo / post-metal.

Mi primera impresión es rebajarle el 5.0 a 4.5, reconocer que Schism es un temazo y aunque no soy un fan, me gusta aunque quizás de forma distinta al promedio de sus seguidores, considerando que le puse nota más alta a temas menos apreciados y al revés. Las guitarras pesadas son increíbles.

5. Where Only the Truth Is Spoken (2025) de Malevolence. Esta banda que no me gustaba ha subido en mi ranking con sus singles y disco nuevo. Mayoritariamente metalcore / groove y con momentos de beatdown hardcore, a veces me la baja cuando se ponen sureños o muy groove tipo Lamb Of God / Pantera -lo que quizás es inevitable-, lo prefiero más hacia el hardcore/metalcore, donde brillan y son más interesantes, sobre todo al combinar voces y momentos épicos y melódicos con potentes combinaciones de hardcore bastante neoyorkino con momentos salvajes de metalcore, la cosa es medio rapmetal por momentos. 4,1 de 5. Son británicos. 

Su cantante está en Ashes of the Wake de Lamb of God y Randy Blythe en uno de sus temas. 

6. Mar da deriva (2025) de Vauruvã: Black metal atmosférico desde Río de Janeiro, Brasil, profundamente progresivo y melódico, altamente cósmico y feroz. Con solo tres temas de 9, 11 y 15 minutos, es una bestia negra de múltiples tentáculos que va convirtiendo un tema más o menos bien creado de rabia extrema, aunque meramente de black atmosférico y ambiental en algo poderosamente rico, que inicia con el ingreso de guitarras disonantes, pianos dramáticos y sintetizadores que oscilan entre lo sinfónico, lo espacial y lo psicodélico, para luego abrirse a la música folclórica brasileña y el post-metal, abriéndose camino mágicamente y de forma tangencial a lo creado por Blood Incantation. 

Los responsables son Bruno Augusto Ribeiro, en letra y voces, y Caio Lemos en instrumentos, voz y producción. Pero es que Lemos tiene amplia experiencia en proyectos alternos de synthpop, electrónica progresiva, black metal progresivo, black con música brasileña, ambient, dungeon synth y fusión de metal avantgarde con electrónica de varios géneros. Esta sería entonces su más reciente obra, quizás la más lograda.

7. The Fragile Light of Fireflies (2025) de Evadne. Los de la Comunidad Valenciana, España, hacen una versión acústica de The Pale Light of Fireflies, y creo que fue una malísima apuesta, similar a cuando  2,5.

8. Ananke (2025) de Khora: Por años esperé la continuación de esta banda de black melódico sinfónico, originalmente nacida en Alemania y reubicada en Dublín, Irlanda, que es igualmente melódico como brutal, progresivo por momentos, con un sonido de batería que va entre lo ritualista del género originario de los 90 y un sonido potente, casi deathgrind y al mismo tiempo, pulido como una hojilla dispuesta para matar con afiladas espadas de doble filo.

Hay una variedad vocal interesantísima, con diversos shrieks y growls, y una voz limpia épica muy buena, además de coros vikingos, que acompañan a riffs que construyen una colección de disonancias, ráfagas de war metal y algo de death progresivo atronador, que termina siendo entre post-metal progresivo y lo puramente avant-garde, en que el jazz del bajo y las capas de guitarras, en formas raras y tiempos osados, combinándose de formas inesperadas e intrincadas, así como reveladoras y emocionantes, como si camináramos juntos por un cueva gigantesca saliendo a un bosque fantástico, en medio de la noche gélida y sabiendo que hay seres inimaginables afuera, que enfrentaremos con láseres y espadas. Me gusta muchísimo, 4,8 de 5. 

Por momento me recuerda a un Bal-Sagoth como más bestial e industrialoso, menos orquestal e incluso cercano al cyber metal, o a un Arcturus más sinfónico, quizás incluso Vulture Industries aunque con algo de black/death disonante para equilibrar lo orquestal y las voces circenses. Entra de una vez, con sus múltiples referencias del black progresivo, el death sinfónico y la diversificación de la música extrema, entre mis favoritos del año. Increíblemente bueno y destructivo, operístico y disonante, nuclear y al mismo tiempo, hermoso. 

9. Nocturne (2025) de Hexvessel: es increíble como esta banda finlandesa de folk psicodélico / rock progresivo se transformó en tan buena banda de doom black atmosférico, mientras sigue incorporando su largamente cultivado folk psicodélico, y después del Polar Veil de 2023 presenta obviamente algo que suena como un outsider, un black/doom que es misterioso y tenebroso aunque también esotérico, en que lo extremo es presenta como un vehículo para algo pagano, ocultista y paranormal, sin ser ni fúnebre ni satanista. 

El disco amplios momentos de oscuridad folk, incluso progresivos, mientras el metal es tan expansivo que roza el post-metal, especialmente gracias al trabajo de Kimmo Helén, agregando pianos, cuerdas, teclados y vientos. Los arreglos vocales en coro son magníficos. Un trabajazo, aunque lamentablemente opacado brevemente por los temas que parecen baladas o no demasiado interesantes, incluyendo en el que invitan a Vicotnik. de DHG 

Obviamente porque varios de los músicos han tocado en bandas de black y doom psicodélico, como Waste Space Orchestra o Dark Buddha Rising, hay experiencia en producir estos sonidos entre drone, doom, post-metal y black psicodélico. 

10. Vile (1996) de Cannibal Corpse: primer disco con Corpsegrinder, y de los que menos conozco. Al principio me sonó como demasiado sucio, medio mal producido, pero a la tercera o cuarta canción reconocí el estilo brutal, punzante y al mismo tiempo, con ganchos melódicos en un riff repetitivo pero icónico, de la banda. Incluso algunos sonidos como los de Deicide, porque claro que se han compartido integrantes después de la salida de varios originales de aquí y allá. Bien, bien. 4,1 de 5.

Lo nuevo de Alestorm (power folk progresivo británico), melodeath/groove polaco (Decapitated), Urd de Borknagar (black sinfónico progresivo) y Día 1 de Rock Al Parque

0. Día 1 del Rock Al Parque 2025. Pude ver Belphegor, Hirax, ANIMAL y Dismember, con un sonido realmente malo.

1. The Thunderfist Chronicles (2025) de Alestorm. Esta banda me agrada, porque es muy divertida y ocurrente, aunque a veces me suena que se repite demasiado. Power folk progresivo de Reino Unido. A pesar que los temas y discos se parecen, suelen tener momentos grandiosos al combinar con otros géneros, desde el death melódico al metal sinfónico, pasando por el pop, la electrónica e incluso el ska. Los arreglos folk y los guturales le dan un sabor único a su metal sobre aventuras náuticas. Sin embargo, este disco está bastante bueno después del EP de 2024 que me gustó más que los discos anteriores. 3,9 de 5. La versión de Nekrogoblikon me sorprendió. 


2. Anticult (2017) de Decapitated: su disco más regular de su evolución desde el death técnico y brutal a la combinación de groove metal más moderno, en la que los polacos tienen momentos destacados con guitarras melódicas, solos increíbles de stoner psicodélico y rozando el metalcore melódico, en que destaco el tema Deathvaluation, Never y la final, Amen. 3,3 de 5. Lo más bajo es en temas como Kill The Cult en que son demasiado Pantera.

3. Urd (2012) de Borknagar: black metal progresivo y sinfónico noruego por excelencia. En este disco con tres extraordinarios vocalistas, Vintersorg (único que hace guturales, limpias y coros, los demás limpias y coros), Lazare y ICS Vortex. Es una apuesta más ambiental, atmosférica y hasta conceptual. 4,5 de 5.

20 junio 2025

Lo nuevo de Helheim (black vikingo noruego), jazz/metal avantgarde noruego, metalcore/post-metal con vaporwave (fromjoy), slam death de Florida, emoviolence de Chicago, jazz rock stoner noruego

1. Hard Anger (2025) de Agabas: empieza demasiado bueno este viernes con esta banda de jazz/metal avant-garde noruego que presenta su tercer disco: saxofones (porque hay más que solos de un instrumento, sino arreglos gruesos de vientos), shrieks, guitarras de metalcore y de black melódico se mezclan con dementes baterías de hardcore y death metal. Tienen a Shining (blackjazz) de invitados en un tema. A veces suenan como las bandas de black/punk finlandesas, lo que me encanta.
2. Ataraxia 19.13.8.1.19 (2025, EP) de fromjoy. Maravilloso EP de esta banda de Houston, combinando la bestialidad del metalcore y el metal alternativo con extraordinarias bases electrónicas  de vaporwave. Además la combinación da para momentos oníricos, calmados e intimistas de cuidadosos arreglos de post-metal y shoegsze. Bello, destructivo e innovador, muy refrescante. 4,3 de 5.

3. 3 (2025) de Bodybox. Divertido y sucio slam death metal / beatdown hardcore. A veces se escuchan unos ritmos latinosos, quizás porque son de Florida. 3,5 de 5. 

4. Have You Heard of the High Elves (2025) de Lord Snow: increíble emoviolence (que me encanta porque al revés del blackgaze es como una banda emo que se pone muy metalera) y math rock, por lo que hay un orden caotizado, con guitarras angulares y alternativas, más el desenfado juvenil del screamo y momentos en que parece más black metal que emocore. Me gustó muchísimo, porque aunque no llega a la originalidad ni desempeño de Ostraca, por ejemplo, me encantan los guiños lo-fi e indie. 4,3 de 5. Son de Chigago, Illinois.

5. Bees in the Bonnet (2025) de Hedvig Mollestad Trio. Otra dulce sorpresa de viernes con jazz rock noruego. No la conocía pero ya la adoro. Hay guitarras distorsionadas, estridentes y arpegiadas a alta velocidad como si fuese metal progresivo, pero también tiene momentos de reflexión cósmica, psicodelia, bravuconada rockera y experimentación, entre el stoner, el post-rock y el noise, con algo de funk rock y space rock. Ella, Hedvig, es invitada en un disco extraordinario de heavy psicodelia: Downpour de Kanaan.

6. HrabnaR / Ad vesa (2025) de Helheim. Viva Noruega. Ahora, menos progresivos y más enfocados en un black metal vikingo pero repensado desde lo gótico, lo disonante y al mismo tiempo melódico/sinfónico, aunque con unas influencias distintivas del metal industrial que enriquecen un sonido directo, con voces operísticas y ritualistas, hay un gran enfoque en el trabajo guitarrístico, a veces entrando en un terreno experimental, con capas de efectos, interludios y riffs hiper-expansivos, que puede ser post-rock o simple black disonante a mid-tempo mientras en otros se vuelvan a formas espirales de notas, casi frenéticos, en que van construyendo un repaso de influencias y épocas, como un guiño perverso a muchas voces históricas. Así a veces suenan atmosféricos, otros cavernosos, otros psicodélicos, otros salvajemente crudos y originarios y en otros vuelvan ser espaciales y avant-garde. Fylgia es un tema extraordinario de verdad. 4,3 de 5.

7. An Insatiable Violence (2025) de Cryptosy. Brutal death técnico de Canadá para el mundo. Vuelven a ser bestiales, rapidísimos, cercanos al grindcore y con muchas voces guturales y shrieks para esparcir en el universo como agujas afiladísimas. Con buenas guitarras, que a veces suenan como deathcore, la batería es lo más increíble, pero claro, Flo Mounier. Lástima que el sonido sea un poco brumoso. 4,3 de 5. 

8. Faster Than Death (2025) de Hirax: Banda de thrash crossover y speed de California. Estará en el primer día del Rock Al Parque 2025. Regular, aunque en vivo podría ser divertida. 3,2 de 5.

9. Necessary Fictions (2025) de GoGo Penguin. Nu Jazz / Jazz fusión / Post-minimalismo, para hacer música dance con un trío analógico / sintético conformado por Chris Illingworth (piano), Nick Blacka (bajo) y Jon Scott (drums). Me recuerda a Red Snapper. 4,5 de 5.

19 junio 2025

Rock/metal progresivo sinfónico noruego, nuevo disco de Reke/Apache (hip hop venezolano), brillante death/black técnico progresivo de Canadá, black melódico de Brasil, pop skate punk de Ohio, post-rock/avant-folk británico, death progresivo australiano, black atmosférico de Manchester

1. Maestro (2025) de Magic Pie: Rock/metal progresivo sinfónico de Noruega. Bellísimo disco, que tiene unos cambios drásticos de tiempo y tono, una atmósfera de belleza artesanal y cuidadosa y mucha delicias para el oído. Su primer tema, de 18 minutos es una suite maravillosa, 4,7 de 5.

2. Apuesta al Negro (2025) de Reke y Apache. Discazo de hip hop venezolano, realmente profundo en letras y con misteriosas pistas. Gangsta/horrorcore/hardcore hip hop. Brutal,  4,4 de 5. Aunque prefiero a Reke que a Apache, ambos lo hacen realmente increíble. 

3. Beyond the Sleepless Aether (2025) de Symbiotic Growth: segundo disco de esta extraordinaria banda de black/death progresivo, técnico y con momentos espaciales, sinfónico, thrashosos, operísticos y hasta de fusión jazz-metal, pero siempre extremos, explosivos y fascinantes, con grandiosidad y visión perversa. Hay disonancias, atmósferas hermosas, momentos de guitarras post-metal, djent o power metal, cambios de tonos y tiempos atravesados, habilidades técnicas formidables y largos temas que permiten hacer interluduos, escenas y momentos diferenciados, con sintetizadores y raras voces de todo tipo.

Son de Ontario, Canadá. Mis momentos preferidos son cuando hacen coros de shrieks, mientras hay líneas complejísimas de bajo, blast beats en segundo plano y guitarras demenciales haciendo arpegios. La producción vocal es realmente de altísimo nivel. De mis preferidos, realmente merece 4,8 de 5.

4. Doce Penumbra (2025) de Orgasmicca: Black melódico de Brasil, con un intro de piano magnífico y media docena de invitados. Extremo, sensual, elegante, brutal y obscuro, está claramente influenciado por Dimmu Borgir y Cradle Of Filth aunque en una versión más cruda, death/black y disonante. El último tema, con muchas voces corales, fantasmales y una construcción cuidadosa, entre doom y gótico, le da un valor agregado al álbum, aunque parece que no está bien definido el concepto de que tipo de black quiere hacer el líder/multi-instrumentista Pedro Cormadel. 4, 3 de 5.

5. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk. Me gusta, aunque no es extraordinario. 3,7 de 5. Son de Dayton, Ohio. 

6. Blossom Serenade (EP, 2025) de Lifeboats: increíble banda francesa de metalcore / post-hardcore. Los singles me habían gustado pero ahora se nota más la originilidad, un estilo propio que también tiene rap/nu-metal y pop punk junto a gritos/shrieks realmente buenos, que los diferencia de otros. Geniales de verdad, 4,3 de 5.

7. Caroline 2 (2025) de caroline. La banda londinense presenta su segundo álbum, de nuevo en el post-rock/avant-folk pero ahora se concentra en un folk más universal, con momentos jazzeados, con más rock experimental y folk progresivo, que construye sorprendentes y luminosas escenas de de art rock, jazz rock y folk avantgarde en que violines, guitarras, clarinetes, batería y trombones se reconfiguren más allá de géneros, para recrear universos íntimos y alternativos, caleidoscopios para mirar el cosmos de forma distinta en cada tema. 

Lo caleidoscópico está en que por segundos, a veces un poco más, puede ser math rock, noise rock o emo, tal vez chamber music, pop barroco o incluso avant pop. Hay una belleza electro-acústica contemplativa, diferente a Godspee You! Black Emperor y Sprain, es que hay paciencia en la construcción de las canciones, en que las transiciones entre lo acústico a lo estridente, un poco slacker rock y de regreso al indie folk son tan suaves como naturales, como una mutación cromática del arcoiris. 4,5 de 5. Un gran brinco desde su debut.

8. The Harrowing Path Between Loathing and Love (2025) de The Anchon Rift. Increíble death progresivo técnico australiano de un solo hombre, Trent Henderson. 4,7 de 5. Cósmico, veloz e impresionantemente elaborado. 

9. Transmigration (1993) de Crematory. Una banda alemana de death doom gótico originario, con teclados, voz cavernario y mucha producción cruda. No es un disco extraordinario ni demasiado temprano, pero sí muestra unas bases de lo que luego desarrollarían bandas de black gótico o de death doom melódico. Quizás salió 5 años más tarde de lo que deberían pero es un buen documento de las raíces del género. 3,5.

10. To the Great Unbearing North (2025) de Axis Of Light. En una nota mucho más contemporánea, este dúo de Manchester de black metal atmosférico, predominantemente orientado a las guitarras, con shrieks fantasmales y en muy segundo plano, una batería más o menos planas, y diversos efectos de doomgaze, incluyendo un bajo densísimo pero presente. Me gustó mucho que saben jugar con las dinámicas de tener una buena producción musical e intencionadamente voces y baterías lo-fi, casi caseras, lo que les permite transformarse de obscuros black atmosféricos a estridentes y luminosos post-blackmetaleros pasando por la paletas de grises del death doom y el black más cavernoso. 3,9 de 5.

11. Forward (2025) de First Day Back: Un buen debut de esta banda californiana que decidió cultivar el Midwest Emo / Post-Hardcore: caótico, altamente sentimental, desesperado y con alguillo de sass y folk, e incluso de math rock, para alimentar una propuesta compleja que fue grabada caseramente, y se siente, pero de forma agradable. 3,9 de 5.

12. Defiance (2025) de Nightbearer. Tercer álbum de esta banda alemana de death melódico, metal moderno y algo de groove. Buenos riffs, baterista increíble, algunas influencias también de black melódico y un gutural malvado. Aunque no es demasiado destacable, el performance es óptimo. Quizás le falta definir si se alimentarán más de metal alternativo, de groove metal o de metalcore melódico. 3,9 de 5.

18 junio 2025

Lo nuevo de Stray from the path (metalcre/rap metal) y KALEO(garage rock/country islandés/texano), mathcore/metalcore de Atlanta (The Callous Daoboys), clásicos de David Bowie setentoso, black francés, regrabación de un clásico del post-hardcore gringo, djent/synthpop (Voyager), soundtrack surcoreano de videojuegos

1. Mixed Emotions (2025) de KALEO. Europeos obsesionados con el country y el rock and roll gringo desde los 50 nos trajeron hasta acá. En este caso estos islandeses se lanzan un muy disco de blues rock, garage rock y hard rock, aunque el sonido y la producción son bastante buenos, el género no conquista cuando es muy western pero sí cuando es más garage/indie. Mudados a Texas, se apropian de los sonidos del country rock. Interesantes, 3,8 de 5.

2. Celebrity Therapist (2022) de The Callous Daoboys: uno de esos discos/artistas que conoces antes que exploten, les dices a unos pocos y después nadie se acuerda, ni siquiera tú, que eran tan buenos antes de todos darnos cuentas. Obra maestra del mathcore avantgarde, con metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con violín, buen humor y cambios alocadísimos. Cuando los descubrí, que no era su debut, inmediatamente los relacioné con las bandas favoritas del metal avantgarde tipo The Tony Danza Tapdance Experience.

Es una deliciosa y caótica combinación de gritos desaforados, riffs complejos, momentos dramáticos que vienen del post-hardcore y el sasscore, con blast beats y sonidos potentísimos de armónicos y doble bombo, locuras matemáticas que cambian continuamente, arreglos de bajos imposibles y además, para hacerlo realmente avant-garde y único, entrando en territorio liderado por Fantomas y Mr. Bungle, arreglos sorpresivos que pueden ser pequeños momentos de drum n bass, de samples orquestales, de voces limpias pseudo-operísticas o power pop, formas raras de ópera rock de metalcore progresivo y muchos sintetizadores. Un discazo que puede ser como Dillinger Escape Plan con Between The Buried And Me, con algo de Faith No More para agregar momentos de rock alternativo, voces limpias y hasta influencias del grunge en sus explosivos cambios tensa calma a demencia aritmética o de guitarras limpias en arpegio a anárquicas formas de jazz-metal / mathcore.

4,8 de 5. De Atlanta para el mundo. 

3. Space Oddity / Moonage Daydream / Life on Mars / It Ain't Easy (Ep, 1972) de David Bowie. No lo conseguí en Deezer pero junté los temas porque me lo recomendó como sugerencia RYM, que lo calificó como Glam Rock / Pop Rock que tiene pop psicodélico, pop barroco, hard rock y art rock.

4. The Blackest Beautiful (Revisited, 2025) de letlive. Regrabación de clásico del post-hardcore / metal alternativo de 2013. Increíble que tenga tan baja calificación en RYM cuando leo que tiene críticas maravillosas. A mí me suena a mi versión preferida del post-hardcore, a partes iguales entre melodía y poder, con voces a lo Michael Jackson, algunos gritos y guitarras densas y expansivas no metaleras. 4,5 de 5.

Banda de Jason Butler (Fever333) y Cloudkicker (The Supervoid Choral Ensemble).

5. Omegaphilia (2017) de Merrimack: brutal black metal melódico francés, con velocidad, acidez y misterio. 4,3 de 5. Combina la ambivalencia de la disonancia, con la potencia frontal del black/death monstruoso, cavernario y al mismo tiempo, punzante, con influencias del hardcore, el death melódico y hasta sonidos atmosféricos y sinfónicos por medio de sintetizadores.

6. Clockworked (2025) de Stray From the Path: este disco se me hace refrescante aunque no sea musicalmente increíble, sí tiene los sonidos, humores, tonos y matices para hacerse sentirse sabroso y claro, noventero. Metalcore, rap metal (con vocales realmente geniales porque son gritadas como de hardcore), nu metal y mathcore (para unas guitarras bien atravesadas) dan una combinación de agresividad groovy y hardcore hip hop, con momentos violentos metalcoreros y guitarras djent. Esta es una banda que ha evolucionado desde el más puro hardcore de NY. 

Su cantante, Drew York ha aparecido en discos de Winds Of Plage y Architects mientras en este discon está invitado Florent Salfati de  Landmvrks.

7. Fearless in Love (2023) de Voyager: La maravillosa banda australiana que combina djent y metal progresivo con trance metal y synthpop, con un sonido que está lleno de complejos arreglos de bajo y batería, poderosas guitarras distorsionadas, arreglos electrónicos, increíbles armonías vocales y combinaciones maravillosas de música que puede sonar en Eurovisión y que haría cabecear a los más duros. Joya total. 4,8 de 5.  Concilia lo ochentero progresivo de Haken con las profundidades guitarrísticas de Periphery y las sensibilidades pop de Leprous. Aunque hay una diferencia, paradójica con su aproximación pop: tiene varios y buenos guturales.

8. Stellar Blade Original Soundtrack Plus (2025) de Shift Up: versión ampliada del disco de un "artista" de música de videojuegos de SurCorea que me sorprendió porque tiene música pop, djent, cyber metal progresivo y electrónica. Finísimo, 4,5 de 5.

9. Hollywood Forever (2025) de DeathByRomy. La cantante Romy Flores, presenta su segundo disco, distanciada del R&B alternativo/trap de su debut. Ahora, con una voz igualmente limpia y hábil, incursiona -porque Poppy y/o Lingua Ignota lo cambiaron todo-nen el rock industrial, el nu-metal y el trap metal, con bases electrónicas de electropop y metal industrial. Y tiene momentos muy buenos o al menos decentes, como en el tema La La Land. 3,7 de 5. Sin duda, un punto alto es Yung & Rich con Wargasm. 

17 junio 2025

Música litúrgica cristiana, el disco 2025 de The Cure y Turnstile, lo nuevo de Pulp (art rock/post-britpop), screamo de Ohio, garage punk progresivo, dream pop de San Francisco, djent francés, hip hop venezolano

1. I (2025) de DIM y Angel of the Veil: primera producción de este proyecto alterno del canadiense detrás de DIM, Josiah Wilkinson. Música litúrgica cristiana, coral y ambiental. Refrescante y hermoso, 4,7 de 5.

2. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Tercera escuchada de este nuevo disco. La primera vez dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. Buenísimo.

3. More (2025) de Pulp: 24 años después han vuelto estos elegantes, glamorosos y alternativos británicos que en 1994 explotaron con el single Common People de su disco Different Class, uno de mis favoritos de los 90 aunque son una banda que nació a principios de los 80 entre el indie y el jangle pop. 

Ahora, hacen un disco igualmente sofisticado y distinto, de art rock, chamber pop, dance alternativo y por supuesto, post-britpop. Pero también hay temas más new wave, disco, synthwave y glam rock, así como muchas cuerdas y solos de guitarras, hay coros geniales y hay rock indie.

Jarvis Cocker, que ya tiene 62 años y que además de cantar y escribir las letras grabó dobro, guitarra, guitarra acústica y sintetizador,  está acompañado de Nick Banks en la batería, Candida Doyle en teclados, piano y sintetizador, Mark Webber en guitarra, Jason Buckle en guitarra eléctrica, Andrew McKinney en el bajo, Emma Smith en violín y arreglos de cuerda, Rich Jones en viola, arreglos de cuerda, director de orquesta y piano, y Animesh Raval en piano, mezcla e ingeniería. Un fácil 4,3 de 5. 

4. North American EP (2025) de The Dear Hunter. Claro que sí, se pone muy bueno el martes con esta combinación de art rock con pop y rock progresivo e indie. Es una banda legendaria, con muchísima producción, alrededor del rock progresivo pero abriéndose también a otros géneros como el pop barroco y el indie rock. 

5. Thrash Classic (2025) de Frankie and The Witch Fingers: veo que le puse 4,5 a su disco 2023 llamado Data Doom y estoy más que tentado a poner lo mismo, porque me encanta este estilo de punk sintético, post-punk y garage punk. RYM también dice que es art punk, dance punk, egg punk y zolo (new wave con rock progresivo), distinto al previo que era con psicodelia, funk y jazz rock. 4,5 de 5.

6. This Bitter Garden (2025) de For Your Health. Un buen disco de screamo desde Columbus, Ohio. Es violento, complejo, matemático, en muchos momentos con blast beats y siempre con gritos desesperantes, rozando el grindcore por sus formas ruidosas y estridentes (emoviolence) al convertir lo posiblemente melódico y alternativo en algo cerca de lo indescifrable, incluyendo algunos coros en voz limpia y semi-gritados, por medio de una distorsión altamente brillante y con ganancia, que los hace realmente skramz y atmosféricos. Es bastante bueno, 4,3 de 5. Están en Los Angeles, California. 

7. Never Enough (2025) de Turnstile. Una gloria de disco, de lo mejor de este año 2025. 4,7 de 5 fácil,

8. God In Drag (2025, EP) de You Wish: excelente puñado de canciones raras de dream pop con momentos noise. 4,4 de 5. Son de San Francisco, California. 

9. Dig Where You Stand (Ep, 2024) de Lone Survivors: Genial djent francés con el mismo cantante de Psykup y Uneven Structure. 4,7 de 5.

10. Serenata del Agua (Ep, 2025) de Un Tal Yupi: productor de hip hop venezolano involucrado con los discos Aristocracia de DJ 13, Tres Dueños, Rotwaila y Dru Flecha. Nacido como Yaherber Jose Palma Herrera de Ocumare del Tuy, Miranda. Bello disco de hip hip instrumental / jazz rap / chill. 4,3 de 5.

16 junio 2025

Marty Friedman, grindcore/thrash (King Parrot), death progresivo/deathcore (Fallujah), chipmunk soul/jazz rap, black melódico atmosférico francés, kautrock alemán (NEU!)

1. Setlist 2025 de Marty Friedman para enterarme que las entradas para el concierto de hoy 16 de junio en Bogotá están agotadas. Sumecha. 

2. A Young Person's Guide To (2025) de King Parrot. Grindcore / thrashcore. Baterías dementes, que es lo mejor del disco, guitarras sucias pero con un sonido muy pobre y un shriek raro, entre la voz de AC/DC y algo medio gritado de hardcore punk. Regularzón, 3 de 5. Son de Australia. 

3. Xenotaph (2025) de Fallujah: Esta banda estadounidense que podríamos describir como una banda de deathcore sinfónico que fue mutando al death técnico, sinfónico y progresivo, presenta un disco de estelares complejidades, jugando con las distintas caras de un poliedro compuesto por deathcore, death progresivo, metal sinfónico, djent, shred e incluso black melódico. El bajista aparece en el extraordinario Time Will Take Us All de Entheos mientras el baterista también en Synestia. 4,6 de 5.

4. Egotrip (2025) de John Michel & Anthony James. Con el hip hop pasan dos cosas en mi mente, o los considero demasiado genéricos (y gringos) como para identificarme o muy buenos musicalmente. Y hay grises en esa escala. En este caso, aunque la producción es bastante bueno y la música se destaca, no me impresiona. 3,3 de 5. Según RYM es Chipmunk Soul, Conscious Hip Hop y Jazz Rap (esto último lo que lo salva para mí) más Pop Rap, Hardcore Hip Hop y Neo-Soul.

5. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. Y no es un tema de géneros musicales, porque este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 3,3 de 5. Es una especie de versión menor de Aorlhac y Vehemence. 

6. Egor (2025) de Belenos. Aunque un poco mejor que sus compatriotas y compartiendo la combinación de black atmosférico y melódico, aunque con temas más largos, un gran baterista y un mejor sonido, es apenas mejor y poco destacable. 3,6 de 5.

7. The Future in Whose Eyes? (2017) de Sikth. Dementes británicos que juegan con metal progresivo, metal alternativo, djent y metalcore melódico con un filón muy avant-garde, experimental y hasta electrónico. Reaparecieron en 2013 en el disco The Silver Line de ONI. 

8. Genesis (EP, enero de 2025), el proyecto de Jake Oni y Jared Dines alrededor de combinar metal alternativo y djent. 3,8 de 5.

9. Braiding the Stories (2025) de Gaahls Wyrd. Una muy oscura versión noruega de metal progresivo, alimentada de black, doom y dark folk, en que tenebrosas atmósferas que pululan entre el gótico y el sludge están bañadas de extremismo aunque su esencia es el post-metal y el post-rock. Similar a Dodheimsgard, nada está dicho, así que después de un corto tema de folk orquestal reaparece la furia del black melódico sinfónico, siempre revestido de varias capas de guitarras, voces y una miríada de arreglos que le dan profundidad, tan fantasmal como conceptual. Este es un disco especial, que debe beberse poco a poco.

Este sonido, en que el progresivo/extremo es presentado en largas canciones épicas, profundas, con sintetizadores y voces operísticas de fondo, guitarras aserradas atmosféricas y teclados fúnebres, se conforma con dejarle los teclados a Iver Sandøy (Enslaved). Muy buen disco, que hay que escuchar detenidamente.

10.NEU! (1972) de NEU! - Krautrock alemán originario, con ambiente, sonidos de campo, música experimental y electroacústica según RYM. Es el dúo conformado por Klaus Dinger en banjo japonés (taishōgoto), batería, guitarra, voz y producción, y Michael Rother en guitarra, contrabajo, bajo y producción. 

15 junio 2025

Hip hop femenino sudáfricano (Yugen Blakrok), AVKRVST (rock/metal progresivo noruego), Gruesome (death progresivo), hardcore punk / metal sinfónico danés, be-bop jazz italiano, Pet Sounds y Revolver

1. The Illusion of Being (2025) de Yugen Blakrok. Hip hop abstracto, que parece estar viviendo un gran momento. Según RYM también hay trip hop e illbient. Tercer disco de esta rapera de Johannesburgo, Sudáfrica. Su música es ambiental, misteriosa y esa hipnótica fusión de dub, trip hop, ambiente y rap.

2. Waving at the Sky (2025) de AVKVRST: después de su buen debut y unos singles increíbles, sale la segunda producción de estos noruegos progresivos, con una receta hecha de un bajo fangoso, guitarras increíblemente creativas y una atmósfera agresiva pero que vierte iguales partes de rock y metal progresivo, con muchísima influencia de los más grandes, por ejemplo las dobles armonías vocales a lo Leprous, los arreglos de tiempos completos que recuerdan a los 80, entre el thrash y el shoegaze, y la combinación de líneas vocales guturales de death metal entrelazadas con suaves voces limpias de rock alternativo sobre arpegios disonantes, sintetizadores y raros arreglos con la batería, que rememora a Opeth, Porcupine Tree y Haken.

Rosss Jennings de Haken es invitado en un tema.
3. Fathers Of The Free (2017) de Sons Of Death Valley: hardcore punk / rock and roll de Dinamarca. Una historia épica de un pistolero del sur de la frontera de EEUU pero en lugar de alt-country o desert rock es hardcore metálico, rock and roll, metal alternativo y rock alternativo, con sabor country gótico. Lo reseñé acá cuando salió. 4,3 de 5. La banda dejó de existir unos años más tarde.

4. Solo Be-Bop! (2025) de Pasquale Grasso. Con este italiano pasa algo raro, que suele tener discos muy mal valorados, pero es que toma estándares y canciones conocidas, que solo las toca en guitarra pero no les hace un homenaje suficiente, es repetitivo o incluso aburrido. Aunque este disco tiene un puñado de temas destacables, ojalá fuese también con otros instrumentos, especialmente piano. 3,5.

5. Sun Ra and His Arkestra (Ep, 2025 - original 1979). Experimental Big Band, Jazz Fusion, Free Jazz y Jazz Funk para gozar. 4,7 de 5.

6. Magic, Alive! (2025) de McKinley Dixon. Sabrosísimo disco de Jazz Rap con neo-soul, hip hop abstracto y acid jazz. Como el disco anterior, me agrada aunque no me mata, aunque acá se escucha mucho más claramente una banda (o la apariencia de esta, detrás). Los versos en inglés son los que menos me impactan como siempre. Tiene muchos elementos que me gustan en ambos géneros, pero no logro conectarme tanto, menos para considerarlo el mejor disco de 2025 como en RYM para el 15 de junio. Para mí, sin embargo, 4,3.

7. Pet Sounds (1966) de The Beach Boys: después de escuchar el compilado Epic de Queen y leer sobre la muerte de Brian Wilson, quise darle una escuchada a este disco que es un mega clásico de la música mundial occidental. En RYM aparece como el segundo mejor disco de 1966 y 134 de la historia, superado ese año por Revolver de The Beatles, que ocupa el puesto 16 de todos. 

Según RYM es un disco de Baroque Pop, lleno de orquestaciones, muchísimas técnicas de grabación y producción vanguardista, montones de instrumentaciones extrañas. Principal influencia de género somo como el Sunshine Pop, Psychedelic Pop, Progressive Pop, Brill Building y Art Pop.

Sin embargo, aparte de un par de temas clásicos, God Only Knows y Wouldn't It Be Nice, no es mi tipo de disco, sobre todo porque llevó a géneros con los que no siempre me llevo bien auditivamente.

8. Revolver (1966) de The Beatles: Esto es otra cosa. Con canciones que adoro como Eleanor Rigby, divertidas como Taxman, el clásico Yellow Submarine y el extra single que adoro, Paperback Writer y su par Rain. Inicio de la época psicodélica y más experimental de la banda, cuando poco después dejaron de tocar en vivo. Con estructuras de pop rock y power pop, agregan instrumentos hindúes, samples, loops con cintas de cassette y muchas otras formas que no habían sido presentadas en la música occidental ni la pop, siendo la gran referencia de la psicodelia pop y psicodelia rock, así como para el futuro del rock progresivo, abriendo el compás a las bandas de estudio y la experimentación rock. 4,8 de 5. 

9. Silent Echoes (2025) de Gruesome: tercer disco de una banda que desde nació se expresó como una banda en tributo al legado de Death, retratando todos sus elementos estéticos y compositivos. Y lo logran en grande con Paul Masvidal de músico invitado en un tema. Con el venezolano Gustavo Ríos (ex-Malevolent Creation, Create A Kill y un par de bandas de verssiones de Death) en la batería, Daniel González (guitarra líder en los regrabados Bestial Devastation y Morbid Visions de Cavalera Conspiracy y músico en Proscriptor McGovernor Apsu y Possesed). Death progresivo en grande. 4,3 de 5.


13 junio 2025

Lo nuevo de King Gizzard (pop rock progresivo y psicodélico) y Sigh (regrabando disco de 2007), country alternativo/emo de Florida, pop rock indie de Singapur, versiones alternas de Wiki Wiki de Los Amigos Invisibles, jazz pop / indie rock / soul progressivo (Willow), black sinfónico griego

1. Hunting Season (2025) de Home Is Where: fascinante banda de country alternativo con post-hardcore, midwest emo y screamo que combina las influencias del sonido estadounidense tradicional con gritos, disonancias, guitarras estridentes y hasta un poco de desvarío. 4 de 5. Gente loca porque son de Florida. Tienen unos invitados para las guitarras eléctricas de acero del country rock.

2. Evangelic Girl Is a Gun (2025) de Yeule: Quinto disco de Natasha Yelin Chang, 玉玲, artista de Singapur, que cambió el dream pop / shoegaze / noise pop de su anterior y genial Softscars por una versión más bien radial y sencilla de rock alternativo y pop indie rock electrónico, en que la cantautora juguetea con estos géneros con una aproximación bien estadounidense y básica, pero por suerte también le añade trip hop, dance alternativo, pop alternativo, indie rock y glitch pop. Mucho menos original que su disco anterior y con temas que pueden ser un éxito radial como Dudu o el tema que le da nombre al disco, pero que a mi me parecen demasiado estandarizados o inadecuados para su concepto artístico. Por suerte, también hay temas como Skull Crusher, que cierran el disco, con noise rock, industrial y post-metal en el sonido.

La música está muy bien producida (me hace recordar un poco a lo que hizo Magdalena Bay llevado a algo mucho más ligero), y agregar momentos de noise rock en las pistas es lo mejor pero con sonidos como de R&B/glitch pop como lo peor. 3,5 de 5. 

En el proyecto está involucrado Chris Greatti (Yves Yumor, Willow, Poppy)

3. Wiki Wiki EP (2025) de Los Amigos Invisibles: versiones con MARI y Jonaz, con Proyecto Uno y remixes. Sí, me gustó, 4 de 5.

4. Phantom Island (2025) de King Gizzard and The Lizard Wizard. En la muy abundante y siempre increíble discografía de estos australianos, ahora se fueron por una versión bastante calmada pero altamente artesanal de pop progresivo, pop rock y rock sinfónico, altamente setentoso. Acá se escuchan los puntos en común entre The Beach Boys, Deep Purple, Punk Floyd y Queen, en las guitarras de hard rock, los arreglos glam, el pop barroco, la psicodelia e incluso el soul, que añade la sobriedad sensual y la lentitud divina, que lo junta en un solo cuerpo con veinte almas de colores distintos. Lejos de sus estridencias, exageraciones y explosividades, este es un disco para escuchar con detalle, escuchando los ruiditos, disfrutando de las lentas transiciones y de los arreglos pequeñitos. 4,2 de 5.

5. Empathogen (Mayo, 2024) de WILLOW. Este disco me fascina de verdad. En mi ignorancia escucho jazz pero críticos más conocedores en RYM dicen que es Art Pop e Indie Rock, pero ella hace muchos scats de jazz realmente asombrosos con dos temas dedicados exclusivamente a esta técnica vocal.

Lo mejor es que la música es increíble, sí, acá más claramente hay jazz, rock indie, math pop, pop progresivo y soul progresivo. Es una hermosura de disco, con música extraordinaria, una producción maravillosa y una voz realmente muy cultivada. Es una delicia completa el álbum que de pasapalo tiene a Jon Baptiste y St. Vincent de cantantes invitados. 4,8 de 5.

6.  I Saw the World's End - Hangman's Hymn MMXXV (2025) de Sigh: La máxima expresión del black metal avantgarde, progresivo, sinfónico, demencial, furioso y folk regrabó el Hangman's Hymn - Musikalische Exequien de 2007 con un resultado impresionante. Un opus extremo, ampliamente orquestado y arreglado, con sonando poderoso y furioso con todas las sorpresas a las que nos tienen acostumbrados, con trombones, trompetas y saxofones e instrumentos japoneses antiguos, vocales fantasmales, entre shrieks y un grito hardcore, referencias a Iron Maiden y Mercyful Fate, y muchísimo black avantgarde. 4,8 de 5.

7. Νekyia - The Necromantic Patterns (2025) de Acherontas. En una onda similar pero más tradicional, este formidable disco de black sinfónico griego, que tomando a los grandes del género de los 90 y más contemporáneos, presenta su propia fusión y bestial aproximación. Ráfagas de azufre, toques de vampirismo, sonido noruego, fusión con death melódico, velocidad perversa, suciedad atmosférica y orquestaciones fantasmales. No es originalísimo pero sí brutal. 4,3 de 5.

12 junio 2025

Lo nuevo de Stereolab (indie pop rock psicodélico), death/doom, screamo con trap desde Japón y post-black /neocrust finés, thrascore de Detroit, nuevo compilado de Queen, black progresivo elegante de Michigan

1. Fear Those Who Fear Him (2017) de Vallenfyre: tercer y último album de esta banda de death/doom sucio, mid-tempo y estridente, gracias a las guitarras sucias de crust punk, compuesta por el baterista finlandés Waltteri Väyrynen (ex-Paradise Lost y ahora en Opeth), el guitarrista británico Hamish Hamilton Glencross (ex-My Dyng Bride y ahora en Godthrymm) y el británico Gregory John Mackintosh (principal guitarrista y compositor de Paradise Lost), quien acá hace los guturales. 4,3 de 5.

2. A Lack of Immersion (Ep, 2025) de How To Take Care For Flowers. Desde Fukuoka, Japón, una banda extraña de emo / post-hardcore con guturales, música skramz y suaves voces de emo-pop/poppunk, sobre una base de pistas electrónicas y trap. 3,2 de 5. Experimento curioso que tiene sus altibajos. Aunque es un experimiento curioso, y la parte pesada está bien ejecutada, es totalmente derivativa. La obra solitaria del músico Ryan Kelly. 

3. Månen ska lysa din väg (2025) de Svarta Havet: post-black finlandés muy ruidoso, aunque el disco inicia en lo que parece un mayor interés en el screamo que al shoegaze, con pianos y un shriek distorsionado, el disco se va desenvolviendo hacia unas formas melódicas que combinan guitarras en capas con distintas distorsiones, la armonía dentro de lo corrosivo y una visión de ópera perversa sobre un belleza oscura de guitarras cuidadas más una batería punketa pero muy bien producida. Según RYM es Neocrust por combinar estos elementos con sludge. La banda está liderada por Jara, una persona no binaria que promueve conciertos y toca en muchas bandas de metal y noise. Muy bueno, 4,3 de 5.

4. LP 2025 de Bad Beat. Los de Detroit la ponen fácil. Su debut se llamó LP 2024. Thashcore y hardcore punk. Esto es corto, directo y punketo. 3,6 de 5. Me gustó Bad Beatdown más cercano al beatdown hardcore o Jazz Beat (porque estos tipos son literales, es jazz). 

5. Reclamation I y II de Amiensus (abril y agosto 2024): disco doble de black progresivo de la banda de Minnesota, con influencias del power metal, del black sinfónico y del death progresivo, aunque hay extractos en que se identifica post-metal y folk metal, que va desde las voces limpias y las voces de canto de garganta hasta los guturales de mucho ataque, el uso de guitarras acústicas, riffs de trémolo con sintetizadores, la batería punzante y opresiva y algunos momentos de aplastante sonido de black atmosférico.

Con la segunda parte ligeramente mejor, es una épica de arreglos originales, complejos y melódicos que oscilan entre el black progresivo y el metal progresivo, mediante orquestaciones o disonancias, interludios o explosiones con shrieks, folk metal en homenaje a los grandes o hermosos momentos vocales en que los instrumentos caen rendidos en sumisión al sonido humano ante un mundo lleno de dioses impávidos.

Momento de gloria es The Distance con Lars Nedland. 4,5 para la primera parte y 4,8 para la segunda.

6. Epic (2025, compilado) de Queen: Un repaso de los temas más hard rock, iniciales y bases de los más grandes. Ahora quiero escuchar más de lo más viejo. 

7. An Ode To The Mountains (2025) de Aeon Winds. Magnífico black melódico, que siendo mercurial y oscuro, es elaboradísimo y elegante, blandiendo espadas sinfónicas, ambientales y hasta operísticas, para darle un matiz de belleza compositiva y grandiosidad a este álbum dedicado a la naturaleza. Definitivamente, 4,6 de 5. Invitados vocales de lujos, como Aphazel de Ancient y Vicotnik de Dodheimsgard, más que necesario después que el australiano Dis Pater dejó la banda para concentrarse en Midnight Odyssey.

8. Instant Holograms on Metal Film (2025) de Stereolab. Bellísimo disco que RYM define ampliamente como neo-psicodelia, pop indie y ambiental e indie rock principalmente. 

Neo-Psychedelia, Indie Pop, Ambient Pop, Indie Rock
Indietronica, Krautrock, Post-Rock, Lounge, Psychedelic Pop, Space Age Pop, Chamber Pop

11 junio 2025

Lo nuevo de The Haunted (death melódico/groove sueco), EDM/industrial (Dawn Of Ashes), hard rock / thrash danés (Volbeat), metalcore melódico japonés, black viking alemán, black experimental sueco (con saxofón y soprano), blackgaze australiano, abstract hip hop increíble (Aesop Rock), midwest emo-pop

0. SE ME BORRÓ LA LISTA DE DEEZER!!!!

1. Songs Of Last Resort (2025) de The Haunted. Melodeath / thrash / groove pero durísimo, menos metal alterantivo y mucho más sonido sueco. Geniales, 4,2 de 5. Sin ser especial fan, me gustó esta combinación de dureza, melodía y sonido perverso en forma moderna, casi metalcore y sin ser demasiado derivativo. Ola Englund lo logra en grande con esos riffs. 

2. Infecting the Scars (2025) de Dawn Of Ashes: aunque me han gustado discos que combinan música electrónica oscura y dance con metal industrial y black metal, y aunque este disco no suena mal, los temas suenan demasiado largos y poco diferenciados. O no es su día. 2,5 de 5. Son de Los Angeles. 

3. Good Of Angel Truste (2025) de Volbeat: Si hay una banda que confunde, encanta y preocupa, son estos daneses. Tocan una combinación de heavy metal, hard rock, rock alternativo, groove, thrash y sí, rockabilly, con una voz entre operística, gótica y rockera que a veces me recuerda a Queens Of The Stone Age, aunque menor stoner y más rock clásico. No sé bien si es todo una sátira, algo más bien de humor negro o simplemente europeos raros que quisieran ser texanos. 

El resultado es mixto. Desde canciones que suenan a Lady Gaga con metal hasta momentos de grandes power ballads y otras de rock/metal alternativo regulares e incluso momentillos de metal extremo, porque bueno, son escandinavos, y también tienen esa obsesión combinada tipo Turbonegro. 3,7 de 5. 

4. Ubiquitous (2025) de View From the Soyuz: debut de esta banda de metalcore melódico de Tokio, Japón, aunque más melodeath que hardcore o metal alternativo, con muchas disonancias, mathcore y hardcore del más pesado. Guturales buenísimos, guitarras enrevesadas y enfoque en lo extremo cierran el disco con un genial intro de power metal neoclásico, para después evolucionar al black/death melódico más bestial. 4,1 de 5. Tienen tres EPs y múltiples singles desde 2021.  Realmente creativos y potentes.

5. Saviours (Deluxe - Enero 2025 - Junio 2025) de Green Day. Sin ser de los mejores discos, me opongo a que se ponga entre los peores. Tiene lo que queremos del trío, con buenas melodías vocales, mezcla de rebeldía y sensibilidad punk, una mirada pop y arreglos instrumentales mejores que el promedio del género pop punk. Yo le doy 3,7 de 5.

6. Götterdämmerung (EP, 2017) de Varg: cuatro temas de esta buenísima banda alemana de death/black melódico influenciado por el viking y el folk metal, tanto en estética como conceptual y musicalmente. Bueno. 4,3 de 5.

7. Hatred Rising (2017) de Skulldrain: debut y despedida de esta banda sueca de death/thrash bastante groove y al mismo tiempo, extrema. Combina riffs pesados, entre groove, death/thrash y thrash viejo y batería thrashosa, con un shriek que parece entre el hardcore y el thrash pero que además se antoja satírica y divertida. Súper europeo, porque además tiene momentos de mucha influencia del melodeath. 4,6 de 5. Lástima que no fueron más. 

8. Kriegsgötter MMXXV (2025) de Mystic Circle: un compilado más o menos regular, de versiones y reediciones de la banda alemana de black metal sinfónico. Las versiones de Iron Maiden, Possesed y Bathory bien, la de The Lost Boys muy mala. 3,5 porque hay muchos altibajos.

9. A Poison to the Firmament (2025, EP) de Heljarmadr: me estaba perdiendo de esta nueva banda con Sarah Jezabel Deva. Black / death metal melódico, sinfónico y experimental que empezó como un proyecto del cantante de Dark Heljarmadr.

La banda es realmente internacional, porque aunque el bajista y el cantante son los de Dark Funeral y Berseker Legion, y el baterista es también sueco, el cellista es el estadounidense Kakophonix y el tecladista/saxofonista es el brasieño Bruno Sá de Operation: Mindcrime. Cada tema es distinto, el segundo fue más bestial y duro, pero con soprano y arreglos melódicos.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere: dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, aunque es un poco genérico. Antes le he puesto 3,5 a sus discos. El tema final es el mejor, con shrieks profundos y una composición épica.

11. Black Hole Superette (2025) de Aesop Rock: otro buen disco de este hip hop abstracto, experimental, boom bap e illbient que me agrada. Creo que es de lo mejor que he escuchado en estos géneros alternativos pero lo lleva a algo mucho más increíble. Los temas son largos, con vientos y bajo grabados por músicos, lo que lo hace sonar más funk, potente y soul, con más profundidad. De verdad supera lo hecho por otros similares. 4,3 de 5. Nacido en Nueva York y residenciado en Portland, Oregon, está en uno de los también mejores discos de este año: Dead Channel Sky • clipping. El disco es largo, 68 minutos en 18 temas. 

12. Lonely People With Power (2025) de Deafheaven, me suena a reinvención. Después de innovar con un post-black metal "geek" o "hipster", aprenden de los distintos maestros que han recorrido este género y se alejan del dream pop / metal alternativo que tocaron en los discos anteriores, para presentar un disco que es furioso, veloz y gélido, con riffs disonantes y shrieks imposibles, rescatando el estilo que los llevó a la gloria en Sunbather aunque ahora más cerca de Portrayal Of Guilt que de My Bloody Valentine. Sin embargo, hay un trasfondo con una riqueza de arreglos más propios de black sinfónico. 

Lo escucho por segunda vez y me enamoro aún más. Las baterías de rock alternativo, las voces limpias oníricas y la combinación con el post-rock más calmado con el blackgaze más perverso es realmente una virtud y un acierto absoluto. Además, el bajista se despega de lo obvio para hacer arreglos profundos, complejos, que añaden un valor inusual y que acá se transforma en una subrutina, una narrativa alterna y que cabe perfecto con los ritmos de drum n bass que agregan a distintas canciones. 

Se agradece que vuelvan los momentos de baterías potentes que acompañan a las dobles armonías y capas de guitarras brillantes, post-metaleras y que caen tan bien con el screamo. 4,7 de 5. Un dato increíble es que el vocalista de Interpol está invitado en el tema final mientras que el ex-bajista de Beck agregó teclados adicionales. 

13. Downpour (2025) de Charmer. Ruidoso y melódico, con altísima ganancia en las guitarras, voces pop y riffs que con otra distorsión y más lentos serían quizás post-metal, es algo que podría llamarse midwest emo-pop. Los músicos son increíbles. 4,1 de 5. Me conquistaron, suenan luminosos y al mismo tiempo, disonantes, sin dejar de ser tangencialmente pop punk y alternativos.