* Aluminio, trihalometanos, cloro y cianobacterias se han encontrado en el embalse del Pao-Cachinche y el Lago de Valencia, según la investigación de la Ingeniero Químico Ambiental, Jacquelin Rodríguez León, quién encuestó a médicos de Aragua y Carabobo para conocer sus efectos
La ONG Tierra Viva ha organizado en el
“Atlas de la Cuenca
del Lago de Valencia”, todas las investigaciones disponibles para el 2009 sobre
la diversidad biológica, cultural y económica del lugar, incluyendo los
problemas ambientales que afectan el potencial hídrico, biológico, ecológico,
turístico, social y económico de más de 3 millones de personas en Aragua,
Carabobo y Cojedes, según nos cuenta Jordana Ayala, Gerente de Proyectos
Socio-Ambientales de la ONG,
quien nos comentó del trabajo de educación y conciencia ambiental que han realizado
en escuelas primarias. “Si 3 millones de personas cambiamos de hábitos en el
uso del agua, colaboramos con reducir el aumento del nivel del agua en el
Lago”.
En 1979, cuando por la baja cota
del Lago (402 msnm), se desvía el Río Cabriales hacia éste, lo que permitió la
construcción de viviendas, aunque irrespetando en algunas ocasiones las zonas
de excedentes de crecimiento del cuerpo acuífero. En la década siguiente,
aumentó la cantidad de agua afluente, superando la capacidad de evaporación, y el
Banco Interamericano de Desarrollo otorgó un proyecto de 50 millones de dólares
para su saneamiento, pero que no se realizaron por completo.
Las descargas de cochineras,
desechos agrícolas e industriales, aguas residuales domésticas y lixiviados de
vertederos (La Guásima
y San Vicente), así como la presencia de detergentes sintéticos, han sido
analizadas por equipos multidisciplinarios y publicado en diversos informes
científicos. “Se vierte muchísima agua en el Lago, que deberían ser tratadas,
potabilizadas y redirigidas a otros lugares, para el riego y afluente de otras
cuencas”, cita Ayala en cumplimiento del Decreto Presidencial de Emergencia de
1999 y luego uno nuevo en 2005 que detalla las obras de colectores de aguasresiduales y plantas de tratamiento.
Obras para el saneamiento
El Proyecto Integral de
Saneamiento y Control de Nivel de la
Cuenca del Lago de Valencia consiste en la construcción de
colectores hacia las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa y Los Guayos en
Carabobo, y Taiguaigua en Aragua.
Contempla también la construcción
de Sistemas de Tratamiento de Agua Servidas en La Victoria y Tocorón, así
como en Güigüe, Mariara y San Joaquín y la construcción de un dique para la
protección de las urbanizaciones La
Punta y Mata Redonda en Aragua.
Asimismo, incluye desvío de los
ríos Cabriales y Maruria, y el trasvase desde la cuenca del Lago de Valencia a
otra cuenca, como Pao, Guárico o Tuy; así como el Programa de Educación
Ambiental dirigido a las comunidades que habitan en las adyacencias del Lago de
Valencia.
Hasta ahora, las medidas que se
han tomado son un terraplén de 1.200 metros de longitud y 3,50 metros de alto
entre cotas 408,50 y 412 msnm al sur de Maracay -que ya muestra cárcavas
(surcos), desbordamiento de la corona (que de 6 metros ha pasado a tan
sólo 3) y socavado de su pared interior (por la presión del agua y su
contaminación), y dos inmensas obras de trasvase, una hacia el embalse
Pao-Cachinche (2007) y otra hacia los Valles de Tucutunemo (2009) que bombea
miles de litros de agua del Lago, que se han denunciado como altamente
contaminantes, y que a pesar de poseer nutrientes para ser usado en riegos,
también tiene presencia de metales y cianobacterias.
Calidad del Agua
Dos años y cinco meses tiene el
estudio científico de la Ingeniero
Jacqueline Rodríguez León (@Jacquelin_RL), sobre la presencia
de toxinas altamente dañinas en el Pao Cachinche, el Lago de Valencia, así como
en toda la red de Hidrocentro, que iniciara con encuestas que realizara con
pediatras, neuropediatras, neurólogos, oncólogos, toxicólogos (como el Dr. José
Trujillo, jefe de emergencia del Hospital Central de Maracay) y
gastroenterólogos, sobre el alarmante aumento de incidencias de ciertas
patologías.
“Recibí los datos de los
laboratorios de Hidrocentro de dos años, que demostró la presencia de aluminio,
conductividad, fitoplancton, fósforo y nitrógeno en el agua del Pao Cachinche,
declarado hipereutrófico (presencia desmedida de algas) en el 2000, según
estudios hechos por biólogos en este cuerpo de agua el 75% del fitoplancton
está formado por cianobacterias, y la mitad de ellas son hepatóxicas, y las
otras causan daños neurológicos y dérmicos”.
Rodríguez apunta además que el
trasvase que lleva agua hacia el Pao Cachinche, que no está planteado en el
Decreto de Emergencia, está mal realizado, pues se encuentra a apenas diez
metros del Río Los Guayos, usado como cloaca industrial y agrícola, y que por
efecto remolino, bombea agua desde su cauce hasta el embalse. “Ya no estamos
hablando de un ecocidio sino de un genocidio, por las cantidades sub-letales,
que matan poco a poco, a los habitantes con enfermedades crónicas cuya
incidencia a aumentado dramáticamente”.
Señala la investigadora que es
urgente una revisión de la norma de vertidos industriales y potables, siendo
muy permisivas e nuestro país. Mientras en Europa es de 90 miligramos por litro
en trihalometanos, en Venezuela la norma 36.395 estable el agua potable en 200
mg/l, más del doble. Mientras que también hay alta presencia de sulfato de
aluminio y cloro, usado en las dos potabilizadoras de Hidrocentro en Aragua y
Carabobo –y que se ha denunciado que se usa en cantidades diez veces mayor a la
recomendada- construidas hace 50 años y ahora insuficientes.
Efectos de las toxinas encontradas
Similarmente al efecto que causan
los metales pesados usados en las pilas y baterías, altamente contaminantes y
dañinas para el cuerpo, Rodríguez consultó a médicos de Aragua y Carabobo para
conocer el aumento de la incidencia de
ciertas patologías y su relación con las toxinas presentes en estos cuerpos de
agua. “El cáncer es 90% causado por circunstancias ambientales”.
“El aluminio es liposoluble, por
lo que afecta a los órganos con mayor cantidad de tejido graso del cuerpo como
mamas, cerebro e hígado. Los trihalometanos causan fallas hepáticas y renales,
lo que aumenta incidencia del cáncer de colon, mama, vejiga y pulmón. El
fósforo, en forma de fosfato en el agua, incide en la osteoporosis. Los metales
pueden causar trastornos a nivel celular, produciendo más radicales libres, que
causan cáncer. Además, afectan el flujo biliar, que causa daños en el hígado,
esto por ser bioacumulativos, no se desechan del cuerpo una vez dentro”.
Además, revela un aumento del 25%
de casos de cálculos renales en adultos en los últimos tres años. “Un
epidemiólogo te hablará de una epidemia con un aumento del 10%”, señala
Rodríguez León. “Hay un aumento del 10% de tumores vesicales, que se producen
por tabaquismo, agua o químicos, y los pacientes reportados son no fumadores, y
un aumento similar del 10% en enfermos hepáticos en personas que no consumen
alcohol”.
“Es alarmante que estemos
encontrando además dolencias más tempranas o múltiples, como casos de Alzheimer
en personas de 45 o 50 años, mientras estudios a nivel mundial han encontrado presencia
de aluminio en las biopsias que se hacen al cerebro en la autopsia, por lo que
recomiendo una minerolograma de cabello a los neurólogos para que descarten
presencia de metales en los pacientes”. Señala además los casos de pérdida de
memoria en jóvenes. Trazos de este metal liviano –aunque no menos dañino-
pueden encontrarse además en
desodorantes, antiácidos, cubitos, sopas deshidratadas y papel para
envolver.
“Hay un aumento en dolencias
oftalmológicas y gastrointestinales, que no afectan sólo a las comunidades
populares, sino ahora encontrándose en todo la población”, siempre según su
encuesta médica. Hidrocentro ha declarado públicamente una potabilidad del agua
del 75%, que la experta nos ha aclarado: “el agua es o no potable, si hay mal
olor, color o sabor, o si es transparente pero tiene metales o bacterias, no lo
es”.
Niños intoxicados
Una teoría polémica aborda
también la Ingeniero Químico
Ambiental, el aumento de los casos de autismo, síndrome de Asperger, irritabilidad,
problemas de aprendizaje, causados la gran mayoría por la alta presencia de metales,
entre ellos el aluminio en la ingesta de agua. La litiasis infantil, la
aparición de cálculos renales en infantes, ha crecido en incidencia.
“Si un niño abandona el
aprendizaje de bicicleta, tiene problemas para dormir, camina de puntitas y
presenta las llamadas estereotipas motoras, hay un alerta, es un problema producido
por la intoxicación por metales, cuando es el aluminio, causa daños musculares
y neuronales, incluyendo la lengua hipotónica, que causa problemas del habla”.