Aunque recordaban el pabellón criollo saboréandose, la pizza funcionó para volver muy pronto y cumplirles la petición, mientras les damos proteínas y una buena cantidad de calorías para combatir en un mismo bocado deserción escolar y escaso acceso a este tipo de alimentos. Jugo natural de durazno acompañó la comida, mientras ahora como un juego tratan de adivinar el sabor. "Melón, melón", me dijo una niña que la vez pasada no adivinó que era de piña.
225 niños de la mañana y 75 de la tarde, de 3 a 13 años, de preescolar hasta 6to grado junto a 30 docentes y personal administrativo y obrero conforman la UE Padre Juan José Zugarramurdi II de la invasión Juana La Avanzadora en El Viñedo, al final de la Zona Industrial de San Vicente, en Maracay. La señora Carmen, abuela de dos alumnos, es una dulce alma que junto con Aruska Hernández se encargan de la logística y voluntariado para servir la comida. Muchos van con un desayuno de yuca sola en sus envases de comida, pero siempre son sonrientes, escandalosos y alegres, lo que nos devuelve a casa con el alma desbordada de amor.
Junto a la comida pudimos llevar la primera parte de la donación de ropa y zapatos que hemos recolectado con amigos de Maracay, que siempre son distribuidas por las maestras entre los niños más necesitados, aunque eso signifique siempre dejar por fuera a tantos más. Pero cada semana vamos recibiendo más ayudas para nuestros niños. Así que organiceremos con Diomar Castellanos, Luis Cataño y Enrique Garcia un evento público para recolectar mucho más y que conozcan a las maestras.
Conocimos a una mamá colaboradora, que nos ayudó a convencer a los niños que solidariamente tratan de llevarse un poquito de comida para sus mamás. Algunos lloran de veradd muy tristes. Otros tratan de esconderla par darle un bocado a sus familiares. "Cuando hacemos comida aquí también sucede". La señora es madre de un niño que sobrevivió a un cáncer infantil de oído (y le dimos doble ración de pizza) y uno con hipoglicemia, así como otros dos, por lo que le toca hacer milagros económicos. "Mi esposo es el único que trabaja, gana 4.500 bolívares semanales (1,5 dólares) pero un arroz por aquí ya vale 3 mil, imagínese".
Este 20 de febrero, justo cuando se presentó el Plan País en Maracay, nos quedamos hasta la 1:30 de la tarde para darle más tiempo y cariño a los de la tarde, que nos cuentan mamás y maestras que son más vulnerables. Además de la ración de pizza -que les dimos a repetir- la gente de Demaciao nos dieron 35 donas que repartimos por los salones cuando ya habían vuelto a clases. Sus ojitos desorbitados y sorprendidos eran más dulce que este postre sorpresa.
"Gracias, la pizza estaba rica" o el abrazo silente pero sonriente de cada par de bracitos alegres, de ojitos esperanzados y de dienticos eufóricos nos entusiasma pero nos compromete. Son niños que quieren ser chóferes, jugadores de fútbol, ingenieros civiles, médicos, veterinarias. Queremos hacer muchísimo más, primero llevar la comida semanalmente, por lo que ya obtuvimos el respaldo de Médicos Unidos de Aragua para hacer un diagnóstico preciso de desnutrición y crecimiento para junto a Alimenta tu solidaridad crear un comedor que sirva desayuno y almuerzo todos los días en nuestra querida escuela.
Nos puedes apoyar enviando donaciones a http://www.paypal.me/invitaloacomer, tenemos BofA, Zelle, recibimos bitcoins y bolívares pero también insumos: proteínas, verduras y hortalizas, productos de aseo e higiene personal, materiales de construcción o útiles escolares. Por cada dólar entregamos tres almuerzos para niños.