12 mayo 2025

Indie folk/rock de Nashville, metalcore alternativo gringo, black metal litúrgico polaco, new age neoclásico japonés, reggeatón / black espantoso, black sinfónico italo-polaco, power progresivo brasileño, nü-metal/electronicore inglés, groove progresivo griego, súper grupo de rap metal (Prophets Of Rage)

1. Bloodless (2025) de Samia. Un inesperado y sensible disco de indie folk, que por momentos en country alternativo y en otros indie rock con guitarras duras, en otros es pop de habitación (bedroom pop) que le da un toque casero y distintivo. Me encantó la verdad, así que le doy un 4,4 de 5. Ella es oriunda de Nashville, y su nombre completo es Samia Najimy Finnerty. 

2. XVIII (2017) de Eighteen Visions. Metalcore industrialoso, rozando el metal alternativo, con claras influencias de White Zombie y Pantera. Son Huntington Beach, California. No es un disco extraordinario ni brillante, pero cumple su deber de divertir y entretener. 3,8 de 5. 

3. Prophet Ilja [Пророк Иліаde] de Patriarkh: La publicación del Litourgiya de Batushka en 2015 lo cambió todo con respecto al black metal litúrgico, con estética proveniente de la tradición del cristianismo ortodoxo y muchos simbolismo religioso presentado de forma ocultista.

Después de allí vinieron las peleas, separaciones, varias bandas alternativas (una de las cuales vi en 2023 en el Rock Al Parque) e incluso una versión rusa que asegura ser de verdaderos sacerdotes ortodoxos con decenas de discos, así como continuaciones distintas en Grecia, Rusia y Polonia.

Ahora, Patriarkh (Патриархь), al que le fue muy mal con su disco debut y que cambió el nombre después que en 2024 perdió el caso judicial por los derechos intelectuales de la banda, rehace su legado con una buena reedición de la fórmula de black metal, post-black, cánticos bizantinos y música litúrgica de la iglesia ortodoxa rusa, con unos vídeos realmente increíbles, de calidad de cine, con una simbología y semiótica alucinantes, terroríficas y evocadoras. Tres guitarristas lograr crear una atmósfera rica en sonidos, experimentos y atmósfera.

Los coros polifónicos con blast beats y la cantante femenina invitada, Eliza Sacharczuk (porque la banda tiene tres cantantes: uno gutural y dos líricos) son un toque increíble, junto a los trémolos y shrieks que crean un sonido expansivo de doom, black atmosférico y hasta algo de música clásica contemporánea. Incluso en el tema Wierszalin VII hace unos experimentos vocales y sónicos distintivos, que lo separa brevemente del estilo del que fueron pioneros, sin separarse de los barítonos deslumbrantes sino haciendo algo avantgarde y alocado, más furioso y extremo, que refresca. 

El baterista es Paweł Jaroszewicz (Antigama, Blindead23, ex-Vader). Le puse antes 4,4 y lo mantengo a pesar del rechazo de la crítica. Creo que es un disco formidable, con coros espléndidos y una atmósfera perversa, que sabe combinar el metal extremo con música litúrgica con creatividad y osadía, más allá de la historia de la banda o si esto es o no algo que encaja en la historia de la banda o del metal en general. 


4. Marginalia VII (2025) de 高木正勝 [Masakatsu Takagi]: un compilado de canciones de piano, y manipulación digital, de música new age neoclásica. Bellísimos temas, 4 de 5. Es un compositor de Kioto, Japón. 

5. Pythagoras (2025) de Pyramids: ¿qué carajos le pasó a esta banda? Después de varias producciones de blackgaze y post-metal más o menos decentes, se toman 9 años para hacer un disco de reggeaton... creo que no entienden el concepto, porque suena que parece como si Rosalía cantara en una de esas bandas de black atmosférico / dungeon synth. Para eso la banda se unió con la argentina Emy Smith para hacer esto que RYM llama "neoperreo". Para mí es lo peor de dos mundos, porque lo latino es obvio y repetido, mientras el metal es simplón y básico. 0,5 de 5. Irónicamente, este disco no tiene tan malas puntuaciones porque para algunos es 4 de 5, incluyendo algunas críticas positivas en que creen que esto es experimental, fusionar nuevos ritmos de formas innovadoras y osadía. Para mí es terriblemente mal hecho, más para todo el tiempo que se tomaron.

6. Shir Hashirim (2025) de Amalekim: me recupero con este disco de black melódico y sinfónico de músicos polacos e italianos. Es consistente con sus disco anterior, de 2023. Ocultismo, balance entre melodía y brutalidad, temas orquestales y shriek casi vampírico. 4,2 de 5. Bien tocado, aunque sin nada esencialmente sorprendente, cumplen por encima del estándar.

7. Espresso della vita: Lunare (2025) de Maestrick: gigantesco power metal progresivo brasileño, lleno de guitarras de sonido denso y grueso, orquestaciones grandilocuentes y mucha atmósfera, e incluso algunos trucos de producción interesantes, aunque por momentos la mezcla hace que algunos instrumentos suenen muy duro, otros brumosos, en volúmenes extraños y me confunde, porque no sé si es un intento de agregar trucos progresivos a la producción, porque aunque es clara la capacidad técnica y compositiva, confluyendo sonoridades e influencias, no se entiende claramente el concepto por estas variaciones.

Hay muy buenos momentos y otros que tienen potencial, pero se quedan en el camino, como el tema Ghost Casino que parece ser una especie de dark cabaret fusión (aunque no sé cómo entra en este álbum) o el extenso The Root que también combina edición digital con arriesgadas formas de metal sinfónico, progresivo y electrónico. 

Sin embargo, a pesar de las complejas estructuras, exhibición técnica y diversos cambios, no me convence el sonido ni la propuesta general: no sé si escucho power metal o progresivo y definitivamente no es una combinación de eso, sino que en algunos momentos parece ser progresivo hiper-complejo, con momentos thrash/groove y djent, pero luego es rock progresivo con teclados fascinantes y un bajo industrial, más tarde es shrek y hasta se escuchan growls, e incluso gira hacia algo muy sinfónico, que parece un collage de ideas sin decidir una estructura.

Le pondré un 3,5 porque no entiendo bien, creo que no salió bien ese sonido atmosférico tan raro, además que hay momentos en que parece que tratan de emular la visión teatral y casi cómica de Avenged Sevenfold, Diablo Swing Orchestra y Mr Bungle pero desde el power metal, así que aunque las ideas y esfuerzos son geniales,  no el desempeño. Creo que también desaprovecharon los invitados Tom S. Englund y Jim Grey de Evergrey y Caligula´s Horse.

8. Chaos & Bliss (2017) de The One Hundred: Esto es fast food, efímero y poco saludable, pero con montones de calorías y un sabor penetrante. Nü-metal, rap metal y electronicore inglés, esto es pura gozadera con guitarras electrónicas, gritos agudos y ritmos facilones pero adictivos. Reúnen influencias que van desde Slipknot y Linkin Park hasta The Prodigy. 3,8 de 5. 

En 2020 publicaron un EP en vivo y más nada desde entonces. Hay que decir que me parece realmente divertido, además no tiene pop punk ni nada de RnB alternativo, sino que le meten grime (con un tema exclusivo para el género pero también en otros temas), metalcore y metal alternativo, con coros pegadizos, guitarras circulares y muchos buenos beats de los 90. Es buenísimo aunque no perdure. 

9. Renovate (Dic, 2024) de Until I Wake: banda de metalcore/deathcore/post-hardcore de Buffalo, New York. Combina djent, momentos de RnB/pop y algo de metalcore progresivo, muy contemporáneo. Incluso tiene momentos de power ballad / pop punk a lo Blink-182. Tengo debilidad por bandas así. Tiene muy buenos momentos, me pareció interesante, tipo Darkest Hour. 4,1 de 5. 

10. Crossing the Illusion (2025) de Herta: banda de groove progresivo o de metal progresivo / djent / groove de Atenas, Grecia, que inevitablemente invoca las influencias locales de black / death sinfónico y los maestros del death progresivo, así como toneladas de sonidos contemporáneos. 

Tiene unos riffs increíbles que varían entre los arpegios veloces e imposibles a los enredados polirrítmos del djent más la densidad potente del groove. Lo que menos me gusta es la voz, cuando es más groove que metal, pero es increíble cuando es como de black atmosférico, angustiosa y agria. Esto le da un sentido de black/death sinfónico enriquecido con guitarras laberínticas con voz en growl, semi-gritos y groove, que le da un ángulo único a esta banda. Es un Septicflesh del groove.

Vale destacara que tienen buenos invitados como Sakis Tolis de Rotting Christ y George Prokopiou de Mother of Millions. Los arreglos son diversos, entre folk, sinfónico e industrial, con diversos cambios de estructuras y tiempos, muy progresivo. Es una forma refrescante de hacerlo, en que gana lo progresivo y lo alternativo es complementario y no al revés.  4,3 de 5. 

11. Ananke (2025) de Khora: Por años esperé la continuación de esta banda de black melódico sinfónico, originalmente nacida en Alemania y reubicada en Dublín, Irlanda, que es igualmente melódico como brutal, progresivo por momentos, con un sonido de batería que va entre lo ritualista del género originario de los 90 y un sonido potente, casi deathgrind y al mismo tiempo, pulido como una hojilla dispuesta para matar con afiladas espadas de doble filo.

Hay una variedad vocal interesantísima, con diversos shrieks y growls, que acompañan a riffs que construyen una colección de disonancias, ráfagas de war metal y algo de death progresivo atronador, que termina siendo entre post-metal progresivo y lo puramente avant-garde, en que el jazz del bajo y las capas de guitarras, en formas raras y tiempos osadas, terminando combinándose de formas inesperadas e intrincadas, así como reveladoras y emocionantes, como si camináramos juntos por un cueva gigantesca saliendo a un bosque fantástico, en medio de la noche gélida y sabiendo que hay seres inimaginables afuera, que enfrentaremos con láseres y espadas. Me gusta muchísimo, 4,8 de 5. 

Por momento me recuerda a un Bal-Sagoth como más bestial e industrialoso, menos orquestal e incluso cercano al cyber metal, o a un Arcturus más sinfónico, quizás incluso Vulture Industries aunque con algo de black/death disonante para equilibrar lo orquestal y las voces circenses. Entra de una vez, con sus múltiples referencias del black progresivo, el death sinfónico y la diversificación de la música extrema, entre mis favoritos del año. Increíblemente bueno y destructivo, operístico y disonante, nuclear y al mismo tiempo, hermoso. 

12. Prophets of Rage (2017) de Prophets Of Rage, la banda de rap/funk metal de Tom Morello, Brad Wilk y Tim Commerford de RATM / Audiosleave, B-Real de Cypress Hill y Chuck D y DJ Lord de Public Enemy. Canciones diversas, no creo que quieran parecerse a Rage Against, sino tener su propia forma, aunque el proyecto fracasó. 3,8 de 5. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Habla, sé serio y organízate.