No nos los calamos más, ya No más

Después de 9 años en que siempre ganó Don Fabián y Brasil, por fin anotamos gol y de cabecita. Ganamos por un hit, por una cesta de tres con la chicharra sonándonos, con un pelo ... muy pequeño pues.

No me importa quién aparezca en los billetes del bolívar fuerte el 1 de enero de 2007, mis nuevos héroes son los testigos de mesas, los que se calaron el hambre, la presión psicológica, la espera, las auditorías retrasadas y las amenazas.

Mañana todos a la playa y a Maiquetía, a decirle a los que no votaron: _____________. Suelte aquí usted su epiteto favorito que mezcla euforia, alegría y un poco de arrecherita.

Pero les digo algo: este carajo no es bolsa. Están haciendo lo que la Coordinadora Democrática y Rosales no supo hacer y se los dije: perdieron, pero dijeron que fue de vaina. Cadena de radio y televisión inmediata, sin permitir ver imágenes de celebración en primer lugar, nadie declarando alegremente que se logró algo inédito y grandioso, y finalmente quitándole el espacio al Bloque del No que en lugar de decir que ganó con el 50.70%, digan que realmente ganaron con 54%, por ejemplo.

Nada de Rosales cagándose de la risa, nada de Leopoldo cayéndose de la alegría, menos Yon con cara de gozón diciendo con los ojos: te cojimos. La alegría de Ismael García no era de haber ganado con ese margen de 200 mil votos, papá. Aquí se ganó por más, pero el gobierno sigue siendo vivo.

Ya lo saben, ahora todos a inscribirse, a actualizar los datos y en las próximas elecciones, dar una nueva lección. Eso si, vamos a ver quién sale, quién entra y que pasa en el gobierno y la oposición. Amaneció y vimos, ¡carajo!

Ahora, calma, temple y ¡a gozar! por fin después de tanta sequía, sin dormirnos en los laureles.

Reforma Constitucional