Si, así mismo y por los alumnos, claro. Reprobado porque no nos ha dejado enseñar. ¡Hey, no se ponga bravo! Escuche para que aprendamos. Ya va, ya va, escuche, lo está haciendo de nuevo. Déjenos hablar.
En nuestro salón somos unos cuarenta alumnos, más usted, 41 personas. Como usted no responde nuestras preguntas ni escucha nuestras ideas, se ha perdido la oportunidad de aprender de 4 decenas de jóvenes -de esos que critican, protestan, rumbean, mandan mensajitos y usan mucho Internet- y eso que hasta le pagan por eso, ¡vaya privilegio que ha desperdiciado!
Pero al mismo tiempo, y por eso me lamento y a veces también se la mento -y se la-mentan los otros-, yo y cada uno de mis compañeros nos hemos perdido de aprender de otras 40 personas, es decir -porque no todo el mundo es bueno en matemáticas-, 39 alumnos y un profesor, más uno mismo, las 41 personas del salón.
En lo que nosotros estudiamos, se sabe muy bien, hay que estar siempre al día de lo más reciente en la materia pero sin olvidar la teoría: las leyes, las reglas, los conceptos, tener "una buena base" como usted suele decir. Por tanto, un joven parece tener más oportunidad de "ir con los nuevos tiempos" pues lo que para usted es actualización para él es naturalidad. Claro, hay excepciones. Mi mamá sabe mandar mensajitos de texto a toda velocidad pero su nieta de 5 años la felicita en su cumpleaños de la misma forma, a eso me refiero.
Lamento decirlo, pero su clase no ha sido precisamente un buen recuerdo. Me llamó equivocado cuándo le hice una pregunta, y cambió la respuesta a una pregunta en un exámen sólo por tener la razón. ¿Por qué no reclamamos? Usted no escuchó. Que no lo recuerda ni sepa es la prueba. ¿Sabe como le decimos? El señor de los ceros. Para mí un cero es cuándo no entregas o lo tienes todo malo. Profesor, sea ecologista; si alguien imprime el trabajo, graba el video o le manda un CD, no ponga cero, no haga que se malgasten esos recursos. El cero es la nada. Ni a usted le hemos puesto cero, imagínese.
También debería ser democrático. Si no todos querían o sabían que verían clase con usted, no puede aplicar dictadura. Se ha demostrado científicamente que a los más chamos no nos gusta eso. Si uno no entiende, es como que ninguno entendió. Si un delegado defiende a un grupo o a todos, usted no puede "ponerle el ojo" ni excluirlo. Usted es el profesor, y si no salimos satisfechos, usted está raspao.
¿Llegó hasta acá, profe? Lo felicitamos, que es poco pues viene de 40 alumnos; jóvenes, si, esos que no reconocemos a sus héroes, que no sabemos de historia, que vemos mucha televisión, pero no empezamos desde el tocadisco sino del Ipod, ni pasamos por la máquina de escribir sino por Google. Perdone la ventaja, no es nuestra culpa. Seguro que diremos cómo usted, en unos 10 o 20 años, que los tiempos de antes fueron mejores.
Profe, un abrazo, no sin un poco de rabia, claaaaaaro. Cosas de la rebeldía y la inexperiencia. Es que hasta hace poco teníamos a nuestros padres como locos de preguntarles a cada rato: ¿y por qué?¿y cómo es eso? y en el colegio aprendimos que hablar era casi como respirar. Así que pare la oreja, no vaya a salir de nuevo raspado, y hasta anótelo, no vaya a ser que diga que eso no se dijo en el aula. ¿Vió que si aprendimos?¿Y usted, qué aprendió hoy en clases?
Copia, imprime y regálale este texto a tu profesor "favorito". En mi caso, espero entregárselo en vivo y directo muy pronto, poner su nombre aquí revelaría que no aprendí de su clase de difamación e injuria en el periodismo, ni de otra profesora que dio una clase similar, y a quién estimo y considero excelente, pero que tampoco nombraré para no comparar, pero espero algún día lea esto y se reconozca. Jeanfreddy Gutiérrez.
Etiquetas Blogalaxia: Educación Juventud Universidad
En nuestro salón somos unos cuarenta alumnos, más usted, 41 personas. Como usted no responde nuestras preguntas ni escucha nuestras ideas, se ha perdido la oportunidad de aprender de 4 decenas de jóvenes -de esos que critican, protestan, rumbean, mandan mensajitos y usan mucho Internet- y eso que hasta le pagan por eso, ¡vaya privilegio que ha desperdiciado!
Pero al mismo tiempo, y por eso me lamento y a veces también se la mento -y se la-mentan los otros-, yo y cada uno de mis compañeros nos hemos perdido de aprender de otras 40 personas, es decir -porque no todo el mundo es bueno en matemáticas-, 39 alumnos y un profesor, más uno mismo, las 41 personas del salón.
En lo que nosotros estudiamos, se sabe muy bien, hay que estar siempre al día de lo más reciente en la materia pero sin olvidar la teoría: las leyes, las reglas, los conceptos, tener "una buena base" como usted suele decir. Por tanto, un joven parece tener más oportunidad de "ir con los nuevos tiempos" pues lo que para usted es actualización para él es naturalidad. Claro, hay excepciones. Mi mamá sabe mandar mensajitos de texto a toda velocidad pero su nieta de 5 años la felicita en su cumpleaños de la misma forma, a eso me refiero.
Lamento decirlo, pero su clase no ha sido precisamente un buen recuerdo. Me llamó equivocado cuándo le hice una pregunta, y cambió la respuesta a una pregunta en un exámen sólo por tener la razón. ¿Por qué no reclamamos? Usted no escuchó. Que no lo recuerda ni sepa es la prueba. ¿Sabe como le decimos? El señor de los ceros. Para mí un cero es cuándo no entregas o lo tienes todo malo. Profesor, sea ecologista; si alguien imprime el trabajo, graba el video o le manda un CD, no ponga cero, no haga que se malgasten esos recursos. El cero es la nada. Ni a usted le hemos puesto cero, imagínese.
También debería ser democrático. Si no todos querían o sabían que verían clase con usted, no puede aplicar dictadura. Se ha demostrado científicamente que a los más chamos no nos gusta eso. Si uno no entiende, es como que ninguno entendió. Si un delegado defiende a un grupo o a todos, usted no puede "ponerle el ojo" ni excluirlo. Usted es el profesor, y si no salimos satisfechos, usted está raspao.
¿Llegó hasta acá, profe? Lo felicitamos, que es poco pues viene de 40 alumnos; jóvenes, si, esos que no reconocemos a sus héroes, que no sabemos de historia, que vemos mucha televisión, pero no empezamos desde el tocadisco sino del Ipod, ni pasamos por la máquina de escribir sino por Google. Perdone la ventaja, no es nuestra culpa. Seguro que diremos cómo usted, en unos 10 o 20 años, que los tiempos de antes fueron mejores.
Profe, un abrazo, no sin un poco de rabia, claaaaaaro. Cosas de la rebeldía y la inexperiencia. Es que hasta hace poco teníamos a nuestros padres como locos de preguntarles a cada rato: ¿y por qué?¿y cómo es eso? y en el colegio aprendimos que hablar era casi como respirar. Así que pare la oreja, no vaya a salir de nuevo raspado, y hasta anótelo, no vaya a ser que diga que eso no se dijo en el aula. ¿Vió que si aprendimos?¿Y usted, qué aprendió hoy en clases?
Copia, imprime y regálale este texto a tu profesor "favorito". En mi caso, espero entregárselo en vivo y directo muy pronto, poner su nombre aquí revelaría que no aprendí de su clase de difamación e injuria en el periodismo, ni de otra profesora que dio una clase similar, y a quién estimo y considero excelente, pero que tampoco nombraré para no comparar, pero espero algún día lea esto y se reconozca. Jeanfreddy Gutiérrez.
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En 5to año, mi profesora de matemáticas dijo que el que le encontrara un error al álgebra, eximía la materia.
ResponderBorrarYo se lo encontré y no me dieron nada.
Apartando lo galla que pude ser por encontrarle un error al álgebra, no me dieron nada de nada.
Así que yo también se la-mento
ja! tengo ganas de hacer un post así!!
ResponderBorrartengo mi inspiracion! =)
Salu2