Estudiantes candidatos y ecología política

Aunque Acción Democrática ya anda lanzando pre candidatos por todo el país -incluso líderes del Movimieto Estudiantil- también dice que van primarias para lograr el consenso en la oposición mientras los infames Rosales y Borgues parecen no detenerse en su fastidio de figurar como sea, robacámaras de excepción. Por su parte, los estudiantes preparan sus candidatos, pura sangres de popularidad universitaria, globovisionera y ni-ni, que podrían emerger como un tercer polo en medio de obsoletos derechistas y repetidos chavistas.

Desde el gobierno se insiste en elegir ejemplares desde el PSUV aunque algunos parecen bendecidos por el dedo miraflorino, los adecos y copeyanos se ríen y beben whiskey como si fuese 1983, y algunos vivarachos de poca monta parecen querer conquistar, con su nuevorriquismo, algunas alcaldías. ¿Basta todo eso para saber por quién votará usted?

Díganme fastidioso, siempre lo soy, pero a mí que me hablen verde y como dice acertadamente el pana Domingo de Pabellón con Baranda, no hablo de COPEI. Lejos del acertado u oportunista marketing político, mi voto irá para quién me hable de rescate de playas, reciclaje, recolección de basura. En Maracay, no votaré por nadie que no entienda como prioridad municipal-aparte de los problemas de siempre- el caos vehícular, los huecos de la calle, el rescate de parques, el reordenamiento urbano. Una visión de municipio y gerencia eficiente, sin charlas populistas ni ensoñaciones románticas, sino planes verdaderos.

Tampoco es que creeré en promesas ilusorias, pero me resisto a ser manso cordero que votará por cualquier estudiante per se, menos si en Aragua me lanzan "auto-nombrados" líderes respaldados por autoridades universitarias aburguesadas, partidos ligados al trío TeRoBo o fantasmas desconectados con las protestas universitarias. Ser joven debe dejar de ser un cuasi-crimen como apuntó Ricardo Sánchez recientemente, pero tampoco será para mí el requisito sacrosanto para obtener mi voto.

Por eso, quisiera ver el surgimiento de un partido ecologista, de importancia y militante, como el de México o Chile, que han logrado diputados y un Ministro de Ambiente, respectivamente, gracias al 5% de votos que obtienen nacionalmente, capaces de voltear un resultado presidencial, por ejemplo. Pero nada de fundaciones compuestas por inútiles apaciguados desde un despacho gubernamental, sino verdaderos ciudadanos comprometidos con un cambio, una alternativa y unos ideales.

Ecología Venezuela Universidad Política