Lamentablemente, la censura de medios y la muerte de venezolanos se han vuelto noticia y evento común en el país. A la declaración de Luisa Ortega de un promedio de 60 homicidios por día durante 2016 ahora se suma los asesinados por fuerzas policiales y militares por protestas, electrocutados por saqueos o por arrollamiento/choques con barricadas. Además de los indirectos por perdigones o asfixia, los que aún no se conocen causas exactas y los torturados cruelmente en calabozos, enjuiciados en tribunales militares o retenidos por la necesidad de fiadores con difíciles requisitos.
Lo oficial, que ya no es monolítico, incluye la película de ciencia ficción del ministro que asegura que ayer capturaron a un paramilitar colombiano que entrenaría a opositores para disfrazarse de GNB para matar manifestantes. Sin embargo, el MP no ha encontrado a los más de 35 imputados uniformados, que estaban infiltrados, sino activos.
Una guerra mediática que incluye las versiones del lamentable y repudiable linchamiento del teniente Subero al asistir al velorio de José Manuel Sosa. Mientras el médico encargado del ambulatorio, Domingo Verde, aseguró que no llegó tiroteado y así lo reafirmó el gobernador Henri Falcón, ahora resulta que el médico admite que no estaba de guardia y no lo vio, que está de vacaciones mientras otros dicen que renunció/fue despedido. El CICPC tendría el caso resuelto, y ya detuvieron a 7 personas aunque esperan tener más arrestos mientras vecinos denuncian que siguen llevándose por las malas a testigos de los alrededores. No hay el mismo esfuerzo policial para saber quién mató al joven que estaba siendo velado.
Algo similar está pasando con el juez Nelson Moncada, asesinado en El Paraíso de varios impactos de bala. Una versión dice que trató de evadir una barricada y el ministro de la ciencia ficción que fue sicariato. Los periodistas de sucesos dicen que le robaron todas sus pertenencias. La cosa se enreda al señalar que fue el juez que investigaba el caso de Bassil Da Costa pero también el que ratificó condena de Leopoldo.
A la guerra de declaraciones y ruedas de prensa, que se suma la de la Fiscal pidiendo aclaratoria sobre las sentencias de la Constituyente, está que las transmisiones son por Periscope o televisión por internet, mientras causo asombro cada vez que tuiteo que -al monitorear- canales nacionales, cada día Globovisión, Televen y Venevisión transmiten más protestas (no sólo en noticieros) de forma más cruda. Antes tímido y ahora dejando ver a los chamos de resistencia, con sonidos de detonaciones y humo de lacrimógenas cubriendo la autopista y la pantalla, con el reportero ahogado o con máscara de gas. El rating perdido es duro de recuperar.
Aún así, hay esfuerzos jurídicos y políticos para defender la labor de los periodistas, mientras cada día hay más "justicieros" que tratan de "descubrir sapos" señalando a quienes llevan años haciendo reporterismo gráfico. Ayer se publicaron chats de Whatsapp montados en La Patilla, que según adelantó Pedro Carreño en Twitter, podría pagar hasta mil millones de bolívares a Diosdado por la demanda contra El Nacional, ABC de España y Wall Street Journal por un reportaje que señala que tienen vínculos con el narcotráfico.
En este enredo hay quienes han atacado reporteros, sin darse cuenta que la censura pasa por los dueños de medios que a su vez son presionados por Conatel de quitarles la concesión o imponer multas millonarias como ya ha enfrentado antes Globovisión e incluso por orden de tribunales el diario Tal Cual. Y el ente administrativo va por más. Ayer Andrés Eloy Méndez, que antes estuvo en la SUNDDE, anunció que preparan un reglamento de redes sociales para usando tecnología "como en China y EEUU" eliminar las cuentas que usando la libertad de expresión llamen al odio o la guerra.
¿Cuál será el criterio? El ente que ha censurado cientos de webs y varios canales de televisión con un gobierno que ha apresado a tuiteros con acusaciones y procesos dudosos. Y no digo que no haya quien no use correctamente las redes sociales, pero el ente no se ha pronunciado contra el uso difamatorio que ha hecho la PNB, el peculado de uso de las cuentas oficiales para apoyar al PSUV o el uso de VTV para atacar a la oposición.
Además, ante los nueve muertos en Barinas durante represión, el ente reaccionó cerrando seis radios. Como cuando Maduro culpó al Hombre Araña y las novelas de la criminalidad, o antes se prohibieron juguetes y videojuegos bélicos porque aupaban la violencia. Y aún así, la criminalidad aumenta por razones más comprensibles: desigualdad, pobreza, falta de servicios públicos,
corrupción, (y frustración y rabia), impunidad, matraca policial, embarazo adolescente, hacinamiento, venta ilegal de alcohol y drogas, y falta de condena pública desde el Estado que los bautizó como "buenandros" permitiendo pranes y megabandas.
corrupción, (y frustración y rabia), impunidad, matraca policial, embarazo adolescente, hacinamiento, venta ilegal de alcohol y drogas, y falta de condena pública desde el Estado que los bautizó como "buenandros" permitiendo pranes y megabandas.
Hoy los estudiantes marcharán hacia VTV, que ya se encuentra cerrado mientras anoche en Zurda Konducta dijeron que había impunidad permitida por la Fiscal y que esperan que hoy "no pase nada". Un tip: ni en TVES ni en VTV pasan sucesos (salvo que sirvan para acusar a la "derecha política terrorista en insurgencia armada"). Una tremenda telenovela.
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