1. Singles nuevos de Destruction: no esperaba nada y me regalaron un triplete de tres bestias apocalípticas de thrash metal alemán brutales, pegadizos y veloces. Súper buenas.
2. Un par de temas nuevos de Harakiri For The Sky (uno con Austere) que muestran que el blackgaze / post-black metal aún tiene un futuro brillante. Esperando más.
3. Storm Orchestra, trio francés con un disco de 2023 que no recuerdo demasiado pero sigo en Bandcamp. Un trío de temas súper rockeros e interesantes.
4. Nuevo single de Beirut, Caspian Tiger, bastante más orquestal y occidental que lo usual.
5. Drums Of Death, de FKA Twigs y Koreless: un hyperpop con muchísimos efectos de cortes y repeticiones, con una voz bastante RnB / trap. Interesante pero no arrollador.
6. Niños Dioses de Crisálida: por fin llegó el disco de estos baluartes del metal progresivo sinfónico de Chile, liderados vocalmente por la brillante Cinthia Santibáñez, con una amplísima capacidad vocal, que recorre varios colores, tones y muchísimas notas. Habían adelantado un par de temas que me gustaron mucho.
Con guitarras gruesas, asincopadas con los arreglos de pianos y una batería que hace su trabajo junto a un bajo hábil y presente, muestran una elaborada pero no intrincada musicalidad, profunda y cálida, incluso minimalista y conceptualista, que sirve de estuche ideal para letras que narran una épica andina de crecimiento espiritual y auto-reconocimiento.
Aunque tienen elementos comunes con otras bandas de rock/metal progresivo, como los solos arpegiados extraordinarios, no caen en lugares comunes como usar muchísimas orquestaciones, demasiado folk o coros excesivos, al contrario, hay una propuesta unificada en que las segundas voces masculinas son de apoyo, el uso de arreglos es justo y siempre pensando en la narrativa del disco. Destacan momentos en que se conjugan los músicos, haciendo algo cercano al jazz rock fusión usando los marcos de referencia del rock progresivo, incluso el ambient o el post-rock, concentrándose en potenciar las muchas habilidades vocales de Cinthia. Un 4,4 de 5. En Spotify. Me gustó mucho la portada.
7. Ministerial Cafeteria de Thirdface: hardcore / grind, rápido, ruidoso y entretenido, incluso divertido de Nashville, Tennessee. Le pongo un 3,9 de 5. Cuarteto de Nashville conformado por Kathryn Edwards en las voces, David Reichley en la guitarra, Maddy Madeira en el bajo y Shibby Poole (de Yautja) en la batería. Temas cortos, 12 canciones en 20 minutos, entre 1:30 y 3, con mucha actitud hardcore punk pero un sonido más áspero. Les doy un 4 de 5. En Spotify.
8. Cheat Death de 1000mods: rock psicodélico y denso, súper rock and rollero, increíblemente bueno de Corintios, Grecia. Me recordó un poquito a King Gizzard and The Lizard Wizard pero los griegos están concentrados en su fusión de ragga rock, rock and roll y psicodelia, herederos de los clásicos sin emular ni repetir sino mostrando su rostro particular. Según Sputnikmusic es también stoner y jam rock, aunque tiene tiempos más rápidos y es más enérgico, menos lisérgico, dándole más peso a la guitarra distorsionada que al wah wah.
Arreglos de piano, Hammond, cello y la toaca (o semantrón) acompañan la atmósfera setentosa, mística y hippie, con una producción brillante, en la que se destaca la habilidad de todos los músicos, así podemos escuchar claramente las artes cultivadas del bajo y la potencia de la percusión. La banda viene de tener mucha influencia del doom metal, aunque se han decantado por el rock más alegre, rápido, brillante y explosivo. Un discazo, 4,8 de 5. En Spotify. Punto altísimo del disco, el tema Misery que empieza como un rock n roll bastante crudo y termina en un larguísimo riff a lo Iron Maiden con una gran descarga rockera. El tema final, de más de 10 minutos se sumerge un poco más en influencias de space rock, rock blues y algo de rock progresivo.
9. LL de The Hellp: Synthpop / Post Punk, bastante ruidoso, que me hace pensar en chiptune pero bailable, por momentos escucho electroclash que me recuerda a los temas más noisy de Plastilina Mosh. Aunque esto no me parece tan funky, divertido ni disfrutable. Diría que 3,2 de 5. Tiene buenos momentos cuando hacen indie rock pero malos cuando quieren rehacer melodías pop con ruido y estática, sólo porque sí. Por cierto, este es un ejemplo de cómo no estar de acuerdo con Sputnikmusic, que le da una nota de 4,1 a este disco mientras solo 3,1 al anterior.
10. Perennial de Coma Control, debut de la banda de death progresivo finlandés conformada exclusivamente por Tapio Oskari Honka, de lo único que conseguí es que hay un jugador de hockey sobre hielo de 19 años, que difícilmente sea el músico detrás de estos temas épicos, enrevesados, con largos riffs arpegiados y sincopados de batería, bajo y batería, gutural agrio y medio shriek que también se coordina con los riffs de guitarra, echando mano del jazz-rock, el power y thrash para enriquecer una propuesta bien enfocada en el progresivo extremo, que incluye voces limpias y arreglos de cuerdas, pianos y orquesta. Un buen 4,4 de 5. En Spotify.
Tiene ciertas influencias del progresivo psicodélico a lo Opeth, en que unen el metal progresivo extremo con el rock progresivo más clásico, pero Coma Control le añade distorsiones más cercanas al rock alternativo o indie, mientras usa cambios vertiginosos, repentinos y con tiempos imposibles, incluyendo veloces solos de guitarra thrashosos, así como arreglos vocales limpios que llevan a transiciones calmadas y acústicas, que recuerdan más al Amorphis progresivo y pesado que empezaba a cambiar.
11. Fall of Eternity's Throne de Galloglaigh, black metal melódico de Texas (aunque el nombre de la banda es irlandés: guerreros extranjeros). Las varias guitarras grabadas en tremolo picking, disonancia y de soporte dan una sensación de estructura orquestal, creando una atmósfera perversa, mientras el sonido de la batería recuerda a Satyricon.
En el tema más largo, de más de 9 minutos, llamado Shattered Steel and a Rose Of Red, se torna más ritualista y aunque conserva lo melódico, hay más referencias al black metal de toques celtas y vikingos, así como a sonoridades post-rock y experimentales, aunque se han convertido en práctica habitual en bandas como Gaera, Groza o Mgla. Estas son sutiles, pues no hay uso de teclados, instrumentos folk o efectos especiales, sino están embuidos en las escalas melódicas usadas, así como en la estructura de las canciones. Un 4,3 de 5. En Spotify.
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