1. Songs Of A Lost Word de The Cure. Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5.
2. Loved by None, Hated By All de Lifesick: hardcore danés con influencias del thrash gringo, el metal extremo y el death/doom originario e incluso algo de post-metal, pero especialmente un sonido old school y punketo pero sabiamente combinados. Tremendo disco, 3,9 de 5. En Spotify.
3. Ceremony Of Opposities de Samael: los veré en el Colombia Metal Fest, después de haber visto un poquito de ellos en el Knot Fest. Escuché muchísimo el Blood Ritual pero no casi esto y nunca he sido fan de su versión industrial / pop / alternativa. En esta gira a veces están tocando este disco completo y en orden, así que buen día para hacerlo. Y aunque se escuchan aún influencias del black metal originario, con toques de doom y satanismo, las guitarras y las voces ya son más industriales que extremas. Mis favoritos son aquellas en que los riffs siguen ese patrón de dibujar un motivo doom/black repetitivo, como ceremonial, que invocan a misa negra y que tiene una especie de invocación sepulcral al repetir los ritmos con la batería.
4. Seed of a Seed de Haley Heynderickx, hermoso disco de indie folk rock de esta cantante de Portland, Oregon. Prefiero los temas sin tanta influencias ni sonidos country / hilbilly pero compensa con los que son rock acústico / folk, a veces sonando nativista o ingenuo. A pesar de las influencias gospel, lo dejé como en el cuarto tema.
5. Then You´ll Go Home de faxudeep: post-rock potente, de guitarras sludge y otras que solean con sonidos brillantes como segunda capa, usan voces limpias y baterías mid-tempo. Aunque Sputnikmusic dice que es post-hardcore, shoegaze y alternative rock, la veo más sucia y pesada que eso. Según ellos mismo, se describen como noise / slowcore (lo que sí confirma el emo/shoegaze) de Birmingham, Alabama. En Spotify.
6. It Comes in Waves de Astral Fortress, según es black metal atmosférico pero después de unos 20 minutos de chiptune, dungeon synth, lo cambié. No es malo pero no tengo interés especial por el género. Diría que 3,2 de 5.
7. Garden Electric de Jupier Fungus: rock folk progresivo de Hellas, Grecia, muy cercano al estilo de Jethro Tull aunque se pueden encontrar detalles de King Crimson y Pink Floyd. Es bastante psicodélico, cósmico y muy hippie. Cuatro temas, larguísimos, de 10 a 13 minutos, conforman este debut del dúo. En Spotify. Les doy un 4,3 de 5. Vale resaltar que algunos de sus miembros vienen de bandas de metal como Rotting Christ, Chaostar, Lucifer´s Child, Yoth Iria, Necromantia y Triumpher, entre otras.
8. Night Palace de Mount Eerie: proyecto de lo-fi, experimental e indie folk del músico Phil Elverum, ex The Microphones, de Anacortes, Washington, que durante una hora y 20 minutos (es un disco doble) explora capas de sonidos acústicos grabados de forma analógica, con ruidos de cintas y viniles, feedbacks, fallas de origen y sierras musicales grabadas en vivo. Esto incluye además guitarras electro-acústicas, pads de batería y algunos sutiles arreglos electrónicos. Discogs dice que es slowcore.
Como curiosidad, uno de los muchos temas cortísimos, de menos de un minuto, incluyen un tema de black metal lo-fi. Esto me lleva a recordar lo que hace Lithurgy, que en su black metal hiper rápido, intrincado y lleno de instrumentos exóticos académicos, como el arpa, se incluyen los sonidos de la computadora cortando el sonido por la falta de memoria, porque en el tema Myth Come True se escucha como el movimiento de la aguja al moverse por el dial de un radio analógico que se corta e interrumpe, mientras la batería, bajo y voz suenan impecables. Súper interesante y con muchos buenos momentos, le doy un 4,2 de 5. En Spotify.
9. Do You Still Love Me? de Planes Mistaken for Stars: una rara banda de Emo / Post Hardcore, bastante ruidosa y caótica, con una voz difícil de entender porque es limpia pero también agresiva, guitarras poderosas y una batería que hace muy bien su trabajo, pero la influencia hard rock en las estructuras y las distorsiones irregulares, que parecen cambiar en cada canción, me hacen pensar en Seether. Son intrigantes, porque a veces suenan melancólicos, en otros cáusticos y la mayoría de la veces, indecisos.
Leo que las críticas de sus discos anteriores tienen loas porque combinaron hardcore, punk, metal, emo y post-hardcore de manera magistral, mientras se mantienen las influencias del rock clásico, el heavy metal y hasta el rock and roll. Se pueden escuchar todos esos sonidos chocando y confluyendo, aunque no de la forma bondadosa que leo, al menos no lo encuentro en mi primera escuchada, especialmente porque me desagrada la voz. Diría que 3,4 de 5 porque son muy buenos músicos, interpretan y componen bien, falta darle más vueltas a su producción. Me da curiosidad escuchar otros discos. En Spotify.
10. Unrelapsed de Tommy Concrete, es presuntamente un proyecto de metal progresivo, hecho con algo de shred de guitarras metaleras y con la filosofía del grindcore: temas cortísimos de entre 1 y 2 minutos, siempre con guturales más o menos extremos y logrados, mientras la música son riffs más o menos elaborados, entre lo psicodélico, el punk y el metal, que están acompañados por distintas capas de bajos, baterías y voces para darle impresión de canciones terminadas. Es casi un fiasco, diría que 2,8 de 5, pero es más algo incompleto, ingenuo y hasta torpe, demasiado extenso y sin madurar.
11. Fimbulvinter de Brothers of Metal: heavy / power metal sueco, que de una siento que tiene orquestaciones de alta calidad y unas voces grabadas con mucho menor aprecio, una irregularidad que se repite durante el disco, en que por momentos se escuchan muy buenas las guitarras, a veces también las voces principales pero entonces cae el poder de la batería o de la segunda guitarra. Por suerte, siempre hay un buen volumen para lo sinfónico, aunque es confuso saber si la aspiración es darle protagonismo o ser acompañante.
Otros temas tienen comienzos apoteósicos, en la que los riffs se escuchan claros, en doble armonía con el bajo y las cuerdas, que da lástima que no siempre sea así. El tema Giantslayer, con voces masculinas y femeninas haciendo limpias y guturales, una instrumentación poderosa y la variación entre thrash / power, momentos de coros épicos y algunos momentos progresivos le dan un brillo excepcional.
Sin embargo, después de los temas iniciales con problemas de sonido, nos adentramos que en lugar de fusionar géneros, parece no saber claramente si es folk metal, power folk, viking metal, sinfónicos o qué carajos, porque cambian demasiado, sonando muy celta y ceremonial, luego rock n roll, vuelven al power pero con toques pop. Irregular, diría que 3,3 de 5.
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