01 noviembre 2024

Diario musical, bienvenido Noviembre: power metal progresivo de Finlandia y Austria, death progresivo de Eslovaquia, goth metal (Tribulation), progresivo psicodélico de Rumania, lo nuevo de VOLA, country/space/experimental soundtrack y lo nuevo de Nachtmystium (no psicodélico)

1. Adamantra: maravilloso power metal progresivo y sinfónico finlandés que desconocía, con calidad vocal pero sin ser una voz hiper épica solista, cumple los estándares y se destaca con la influencia del rock progresivo psicodélico de los 70. Sin embargo, la banda está más enfocada en los arreglos complejos, la orquestación de fondo y unas guitarras secundarias pero siempre hard rock y virtuosas que acompañan la narrativa de los teclados y los sintetizadores. Of Beasts and Angels incluye apoteósicos coros orquestales que le dan aún mayor belleza a este metal cinemático, riquísimo en detalles y sin aspavientos, sus recursos son muchos pero tienen un estilo que cultivan, muchos más pesado y progresivo que sus compatriotas de Stratovarius, sin power ballads y menos teatro, sino enfocados en complejizar sus canciones. Mi oído: 4,5 de 5. En Spotify.

2. Spilling the Astral Chalice de Siderean: death progresivo y avantgarde de Eslovenia. Es bastante opresivo y con voz cavernosa, complejidad similar a la de Imperial Triumphant y Gorguts, pero con un sonido más claro que permite reconocer instrumentos, además tiene espacio para momentos calmos y pseudo-jazz, porque aunque incluyen sintetizadores, no hay saxofón ni violines. Se escuchar mathcore, arpegios de guitarras en contratiempo con las baterías, un bajo atravesado y algo de metal atmosférico para densificar. En Spotify. Este disco combina sonidos agudos y graves de forma balanceada, sin tantas estridencias, con un control sobre los armónicos de las guitarras y con una batería con poca ganancia general. Un buen 4,2 de 5.

3. Patterns in Repeat de Laura Marling: candante de indie folk de Reino Unido. Bonita voz y suaves atmósferas. No es para mí.

4. Spectres At Dawn de Methadone Sky, es una banda de rock progresivo, psicodélico y stoner de Rumania, sin nada de doom e instrumental. Un gran juego de distorsiones entre el bajo y las guitarras, que apelan a riffs que pueden ser hard rock, desert y space rock, aunque un par de veces fueron levemente más pesados, algunos pocos teclados de fondo y ritmos bien marcados en mid-tempo. Leo algunas reseñas que llaman a esto post-rock pero yo los veo aún "de este lado" de la barda, desarrollando una forma expansiva y ambivalencia del stoner progresivo, aunque está en los bordes.

Como en Haunted Shores y en Obesity, hay humor y ocurrencias en los títulos de las canciones, a falta de letras. En este caso, el tema Sheryl Low está en mis favoritos. Una sorpresa aguarda en el largo tema final, de 10 minutos, que tiene un intro de metal extremo de unos segundos. Lo admito, no tenía referencias de bandas similares. Le pongo un 4,3 de 5. En Spotify.

5. Hic Svnt Dracones de Dragony: power metal orquestal wagneriano de Austria, con muchísimos metales, coros de muchas voces y riffs pegadizos, con mucho gancho y heavy metaleros, pero que sirven de transición a los muchos momentos sinfónicos por un lado, pero por otro se sienten las influencias de todas las formas de rock comercial, glam/groove, arena rock y AOR, con orquestaciones, estrofas pegadizas, melodías llevadas por el teclado y power ballads inyecatadas con música clásica. La banda resulta tan apreciable como radiable. Diría que 3,8 de 5 por los temas iniciales, menos pop. 

6. Friend Of A Phatom de VOLA: los daneses llevan su rock/metal progresivo, que ya era dreamy y atmosférico, con un sonido compacto como el de Leprous, más cercano al rock electrónico, con vocoders, sintetizadores, más momentos de calma e incluso con algunos sonidos del pop rock de los 80 -no como lo que ha hecho Haken sino más hacia TesseracT- y la propuesta de Sleep Token, que los aleja de sonidos más claramente influenciados por el death melódico y djent. 

Hay excepciones, en que aún permean algunos riffs de djent, momentos de guitarras menos procesadas o en la que los sintetizadores no dominan, pero no es la regla general. Merecen una segunda escuchada, porque siguen siendo una banda increíble, con momentos en que la melodía vocal, los teclados "a lo Rammstein" y la combinación de riffs gruesos, con baterías complejas, aunque menos frontales, son muy buenos, pero hoy se llevan un 3,5 de 5. Sin duda, lo mejor son los singles: Cannibal,Paper Wolf, Break My Lying Tongue y I Don´t Know How Got Here, pero también se cuela Hollow Kid, que usa unos guturales, dobles armonías que se intercambian entre el teclado, voz y guitarras.

7. Music for William Eggleston's Stranded in Canton de J Spaceman and John Coxon: suena a un country psicodélico ruidoso, con toques electrónicos y experimentales, algo industrial. Según su Bandcamp es garage rock, experimental y space. El disco, de J Spaceman y John Coxon, es una banda sonora que inventaron para un filme de cine arte de los 70 llamada Stranded in Canton de William Eggleston,  que tocaron en vivo en 2015, en una proyección especial en Londres. La grabación permaneció en un estante durante 10 años. 

Stranded in Canton es un retrato cinematográfico en blanco y negro de Memphis en 1974, filmado en bares y esquinas de calles, que muestra a los amigos de Eggleston de juerga, tocando música y disparando pistolas al cielo nocturno, dice el perfil en la red social musical. A mí me pareció una rareza, bastante disfrutable. Le pongo un 3,8 de 5.

8. Sub Rosa in Æternum de Tribulation: estos suecos logran lo imposible, que me encanta la música gótica, y que su estilo, con voces limpias a lo Danzig y un grito envenenado de shriek, junto a riffs que van desde el rock n roll y el post-punk hasta el gothic metal, lograr ser misteriosos, dark y vampíricos pero también bailables y perversos. A pesar de tener canciones mayoritariamente con esa voz profunda, doomy y limpia, temas como Time & the vivid Ore es puro grito/shriek que no le quita sus características melódicas, oscuras y rockeras.

Dieron con la fórmula. Soy fan total. Así que sin pensarlo, 4,8 de 5. En Spotify

9. Blight Privilege de Nachtmystium: hasta entonces esta banda era de black metal psicodélico y avantgarde, bastante raro. Esta vez el proyecto solista de Blake Judd, suena más melódico, incluso gótico y sin sobresaltos experimentales. Ahora tiene, de invitados, a Ken Sorceron (Vale of Pnath) en el bajo, al baterista italiano de death metal, Francesco Miatto y al desconocido Matt Thomas en las guitarras adicionales. El disco es regular, más con expectativas sobre su estilo, diría que 3,5 de 5 aunque la interpretación es formidable, especialmente creando un ambiente de black mid-tempo con ritmos gallop, como retando formas y convenciones, aunque no como antes y en temas como The Arduous March, más rápida, llena de black metal sinfónico y potente, sin influencias dark o góticas. En Spotify.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Habla, sé serio y organízate.