Así las cosas, 4,2 de 5. En Spotify.
2. A Piece of Me I Never Let You Find de Cane Hill, tercer disco de esta banda de metalcore / nu-metal. El tema The Midnight Sun, que además fue single, me encanta con su breakdown con un riff hiper-pesado en contratiempo mientras suena el coro. Fade (y su versión Into You) están también en lo mejor de la producción. La voz, entre melódica y alternativa, así como gritos hardcore y nü-metaleros son el hilo que une los componentes musicales. La publicación de 3 EPs antes me agradó, porque siempre dejaba con ganas de más, lo que se recompensa con este disco.
Las características destacadas del disco se concentran en los muchos, y en ocasiones cortísimos, breakdowns basados en hiper potentes golpes de guitarra, con armónicos y en forma de wall-of-sound, que incluso a veces son usados como samples, que entran y salen repentinamente para cambiar todo alrededor, y por otro lado está la riqueza de efectos, ruidos y pistas electrónicas. Esto produce un efecto devastador, porque estamos a merced de una banda de metal que piensa como productores electrónicos, disparando y recolectando ráfagas para producir emociones y sensaciones.
A mí me gustó mucho, 4,1 de 5. En Spotify.
3. Someday de Fucked Up. Punk / rock alternativo de Ontario, Canadá, conformado por Damian Abraham, Jonah Falco, Josh Zucker, Mike Haliechuk y Sandy Miranda. Banda altamente prolífica, que este año también editó Another Day y en 2023, One Day. Hay muchísimo trabajo de producción en los temas, con buenos coros, guitarras impecables (con ciertas distorsiones densas) y buena estructura, con momentos complejos y en varias capas de teclados y orquestaciones ligeras. Divertidos casi siempre, entre el hardcore punk y el pop punk, logran temas realmente encantadores, con muchos arreglos heredados de los noventa, tienen temas mucho más estructurados y serios al final. Brillantes entre tanta productividad: 4,1 de 5. En Spotify.
4. Can we please have fun de Kings Of Leon: esta banda la recuerdo como un revival de rock clásico setentoso que era muy divertido, aunque desde hace años los escuché como una especie de soft rock / arena rock más bien aburrido, este disco parece ser una especie de pequeño regreso a temas mucho más complejos, en la que el bajo y la batería hacen rondas osadas mientras las guitarras vuelven a ser brillantes y evocadoras, con momentos agresivos y ocurrentes, con el vocalista volviendo a rasgar la garganta y lidiando con emociones potentes, abriendo caminos para lo vintage, el garage y lo alternativo.
Sin embargo, quedan bastantes vestigios de esos discos raros, comerciales o extraviados, en que el synth-pop y el rock comercial los invadieron demasiado, así que los de Nashville están en el medio de ese indie / pop rock en que buscaban hacer canciones digeribles, que puedan ser un éxito y enganchar, y sus raíces que les dieron reconocimiento. Que sigan por allí. Diría que 3,8 de 5.
5. Y un montón de singles.
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