18 abril 2025

Cristo y Rey: una pareja irresistible en el exquisito y tóxico hedonismo del espectáculo en ena época del "destape español"

Mis papás pasaron su luna de miel en los 70 recorriendo Europa. Una de las historias más repetidas por mi papá era que España cambió muchísimo con la caída del dictador Francisco Franco. Tras la llegada de la democracia, atestiguaron como ahora la ciudad tenía casinos, cines con películas para adultos y todo tipo de espectáculos nocturnos antes prohibidos. 



En Cristo y Rey (Netflix) vemos mucha de esa explosión de sensualidad y desinhibición, basada en la historia real del artista circense y empresario Ángel Cristo y la actriz y vedette Barbara Rey. Las intrigas palaciegas, en la relación extramatrimonial de Rey con el monarca español, el uso y abuso de las drogas en medio del éxito explosivo de llevar el circo a la televisión, las vigiladas vidas íntimas de los famosos que tanta fama ha dado a la "prensa rosa" ibérica y la muy tóxica combinación de violencia doméstica, machismo, infidelidad y problemas de salud mental, así como la esclavitud y la problemática de las adicciones y la corrupción, son parte de los argumentos de la serie, llena de glamour, excesos y placeres prohibidos.



La serie me permitió conocer el "cine del destape" con la escena lésbica mítica de la película "Me siento extraña", inta de culto LGBTIQ+, en que la cantante Rocío Durcal y la vedette Barbara Rey hacen una escena sexual juntas. La película original, de 1977, se puede ver en Prime Video y RTVE Play, siempre fue renegada por la cantante, quien ni siquiera fue al estreno.

De esta forma la serie, aunque repasa historias más o menos verídicas de una época histórica, también pone la lupa sobre distintas reflexiones en una sociedad que se estaba abriendo en la superficie pero que mantenía ciertas condenas morales en el fondo: así se examinan las diferencias entre la amistad masculina y la femenina, la inteligencia emocional, las expectativas sexistas sobre el comportamiento social y profesional de las mujeres, así como aspectos de salud mental como el suicidio, la depresión y la herencia familiar
(que mantienen los hombres y traiciona n las mujeres), e incluso la lucha por los prejuicios sobre ser gitano, no ser de Madrid e incluso no ser rubia natural.

Esto bajo la magia, el glamour y la ilusión propia de tradicionales antiguas y contemporáneas como el circo, el cine y la televisión, en escenas espectaculares. 

Protagonistas de alto calibre
Jaime Llorente y Belén Cuestas (La Casa de Papel juntos como "Denver" y su prima trans "Manila") y ella también reconocida por las hilarantes Ocho apellidos catalanes y Paquita Salas son los protagonistas, que por momentos son antagonistas también. 

Y alrededor hay una serie de personajes, que van del amor al odio, de la amistad a la amor platónico, que conforman una maraña de tensiones emocionales y sexuales. Destaca Adriana Torrebejano (más tarde en Machos Alfa) como Chelo García-Cortés, periodista de la prensa rosa y mejor amiga/enamorada de Bárbara Rey, que es presentada como una pelirroja impactante, con un altísimo sentido de la moda, más el séquito y amigos cercanos de Ángel Cristo, incluyendo el rompecorazones adicto Blasco, el demasiado noble "Payasito" y el sabio tradicional de Ricardi.







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