17 enero 2025

Obra maestra de Abigor (black/sinfónico avantgarde), trap, hip hop y regional mexicana con djent (Ladrones), brutal death técnico, black atmosférico noruego, Post de Björk, post-black atmosférico eslovaco

1. Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt (2024) de ABIGOR: una obra maestra del black metal que salió el 21 de diciembre de 2023, meses después que su líder se quitara la vida a los 49 años. Sinfónico, avantgarde y con decenas de capas de guitarras y efectos especiales, es un obra de collage de perversidad, música extrema y pensamiento de avanzada. 4,9 de 5. Acá lo reseñé.

2. Flow Pesado (2024) de Ladrones: sí, música regional mexicana (corrido tumbado) y hop hop latino con djent, nü-metal y metal progresivo, de Guadalajara, Jalisco. Naturalmente influenciados por Resorte y Control Machete, usan guturales y breakdowns de deathcore, no es sólo unas guitarras a lo Z-Trip o Rockstar Superstar de Cypress Hill, sino hay una banda completa detrás, con el virtuoso José Macario (que está invitado en el EP Telenovela de Mestís) en las guitarras. 

Quizás para algunos pueda ser un sacrilegio y la comparación puede ser terrible, pero es como si Peso Pluma fuese metalero y sí supiera cantar. Imposible pensar que ANIMAL, Brujería, Cartel de Santa y Cypress Hill no están entre sus favoritos, aunque también hay pop y trap, además de artistas mexicanos de música regional que desconozco pero uno podría decir que Los Tigres del Norte, considerando su acercamiento con la música alternativa.

La banda está liderada por el rapero Zxmyr y Cirujano Resendez. Además del disco tiene media docena de singles extras en 2024, y mucho más antes, en el que destacó Así cambió la cosa (video en Youtube) de 2021.

3. The Art Of Sickness (2017) de Profanity: death metal técnico alemán, con riffs arpegiados increíbles, una batería muy progresiva y brutal, con un sonido clarito y muchísimos repiques, un bajo de thrash progresivo con un sonido inusualmente brillante y growl brutal. Súper técnico y producido al detalle, con unos sonidos sinfónicos de fondo y unas disonancias que lo acercan al death vieja escuela aunque el sonido está claramente inclinado hacia el deathcore, incluyendo algunos pig squeals, la música están más inclinados al brutal death, el death progresivo e incluso se notan influencias de Cynic y Atheist, aunque es bastante usual los momentos con pausas sucesivas y micro-silencios. La banda sigue activa aunque no publican nada desde 2020. 

Entre los invitados están Aad Kloosterwaard (ex-baterista y actual vocalista de Sinister), Ricky Myers (entonces en Disgorge y ahora en Suffocation), Terrance Hobbs (guitarrista de Suffocation) y Christian Münzner (ex-Alkaloid, ex-Obscura, ex-Spawn Of Possesion y ex-Paradox, ahora en Retromorphosis). Puntuación: 4,4 de 5.En Spotify.

4. Vessels by Which The Devil Is Made Flesh (2024) de Misotheist: black metal noruego, no tradicional, sino que agrega nuevas sonoridades entre lo atmosférico y lo disonante aunque también con algunos ritmos alternos más cercanos al punk que al metal, así como un shriek combativo y poderoso, sobre riffs que varían de tiempo, junto a un bajo que también hace motivos propios y en contratiempo, para pasearnos por la hermosura oscuridad del género, con una batería que también va pasando del mid-tempo al demencial blast beats y se regresa para acompañar, con sonidos ritualistas, repiques y amplio uso de platillos. Hay algo de avantgarde en todo el concepto musical que convoca a usar los instrumentos en tiempos extraños, con un sonido pulido y en estructuras circulares, así como el death disonante progresivo aunque en versión gélida nórdica.

Proyecto de Brage Kråbøl, que por momentos se parece a Deathspell Omega aunque con un sonido mucho más claro. El disco tiene sólo 3 temas de 12, 6 y 19 minutos. 4,4, de 5. En Spotify.

5. The Tree y Vanished de Retromorphosis, es todos los músicos de la banda sueca de death metal técnico Spawn Of Possesion con el baterista  KC Howard (ex-Decrepit Birth). Brutal, hay que ver qué traen finalmente, pero por ahora diría que al menos un 4,3 de 5.

6. Kr​á​sno (2025) de Besna: post-black progresivo extraordinario, de Eslovaquia, con una voz súper fry y corrosiva, que acaba con un planeta de un grito sobre una atmósfera de guitarras espaciales, que pueden ser expansivas, atmosféricas y shoegaze, con luminosidades claroscuras en su sonido en un momento, aunque en otros temas son disonantes y en trémolo salvaje, para luego detenerse con una vigorosa calma con arreglos cuidadosos de batería en que se ronda más el post-rock e incluso algunas tonalidades pop, que le agregan belleza transparente a la opresiva oscuridad urgente con la que convive. 

Hay que tomar en cuenta que Kr​á​sno en eslovaco es Hermoso y Besna es Furioso.

Una guitarra líder, a veces con una suave distorsión alternativa, suavemente hace un trémolo pulido se cierne sobre la pared de monstruosa densidad. Estructuras -y momentos- de death progresivo y melodeath son adquiridas por este vortex de post-black devueltas en un universo paralelo de frialdad eterna. Francamente, genial, 4,8 de 5. En Spotify.

7. Post (1995) de Björk: 5 de 5 en mi corazón, amor eterno por la música de mi islandesa favorita. Según RYT este album tiene Art Pop, Trip Hop, Alternative Dance y Tribal House, que lo coloca en el cuarto mejor disco de 1995 y 137 en la historia. Cumple 30 años y sigue siendo de mis favoritos de la vida. En este disco trabajó con Tricky, que ya había salido de Massive Attack, con Graham Massey de 808 State y Nelle Hopper, productor del Debut (1993). Es un disco grabado originalmente en Nassau, Bahamas y que fue rearreglado, remezclado, regrabado y producido de nuevo en Londres, con nuevos programadores, ingenieros y Tricky. 

Es un disco mucho más jazz, especialmente latin jazz brasileño y complejo musicalmente (con clavicordio, trompetas, saxofón, hammered dulcimer) y "crudo" según ella, más enfocado en su vida nocturna visitando clubes nocturnos y discotecas en Londres por lo que también hay ambiente, techno, IDM y trip hop, incluso jungle. Es el disco que disparó a la fama internacional a la cantante, con temas y videos de singles como Army of Me, Isobel, It's Oh So Quiet (que es un cover de Betty Hutton), Hyperballad, Possibly Maybe y I Miss You (con un video a la estética de Ren & Stimpy) dirigidos por Spike Jonze (Her, Being John Malkovich) y Michel Gondry (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos). 

8. El adelanto del disco de Dawn Of Solace está buenísimo, melódico, con gancho y al mismo tiempo, con un doom fúnebre y súper denso, como un pared de concreto y belleza como la de Leprous o Katatonia. También de los alemanes Across Oceans, con su progresivo alternativo y moderno. También los tres temas adelanto de Apocalypse Orchestra, el doom se pone atractivo este 2025.

La obra maestra de Abigor (black metal avantgarde/sinfónico): Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt

Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt (2024) de ABIGOR: Detesto perderme discos porque no están en Deezer, así que este disco que se publicó el 21 de diciembre de 2023 logró colarse en sólo días en el mejor disco de ese año en Sputnikmusic, venciendo a Panopticon, Seven Impale y Amun.

El nombre del disco refiere a la Tafonomía, una rama de la paleontología que estudia la conformación de los fósiles, mientras que la segunda parte se puede traducir del alemán como "Canciones a la luz cadavérica del mundo", pues finalmente la banda siguió su senda de escribir sobre temas satanistas y luciferinos, aunque en este caso con la reflexión sobre el tiempo más allá de la escala humana.

La música es realmente impresionante, es como un post-black metal / black sinfónico, con tonos brillantes, guitarras en trémolo en distintos tiempos que se superponen y se entrecruzan de formas extrañas aunque coincidentes a la larga, algo típico durante los 30 años de carrera de esta agrupación.

Esta técnica a veces parece invocar formas como las del black melódico de los noventas a la Emperor o Satyricon, aunque con sorprendentes formas asincopadas de solos de guitarra y batería, como con una filosofía progresista aunque se acerca más a lo avantgarde (y un bajo casi invisible).

Sí, es sinfónico aunque de una forma bizarra, metalera por un lado, con disonancias en cascada y un bajo cavernoso, hay shrieks narrativas y bélicos, aunque también se usan varias capas de teclados y efectos especiales, que entran y salen de la escena mientras voces corales, así como un puñado de distintos riffs que parecen hablar al mismo tiempo, y aunque parezca abrumador, los shrieks también son diversos: operáticos, masculinos y femeninos, algunos cinemáticos y de Medio Oriente, otras voces son gritos semi-arrastrados y así se va armando algo que supera la propia estructura del metal, acercándose incluso a algo como un mashup electrónico o al jazz-fusión.

El disco jamás da tregua, el séptimo y penúltimo tema es feroz, combinando tonos vampirescos y war metal, desde profundos arreglos de voces corales y vikingas, cánticos para la batalla, riffs mucho más rápidos y directos, un poco menos de capas de guitarras para permitir que la narración sea más clara. Hay más melodía, ritmos repetidos y una estructura que permite reconocer los motivos musicales, que suenan como un guiño a lo arcaico y lo medieval con este sonido abrumador y conceptual apoteósico. 

Este disco salió unos meses después que Peter Kubik (bajo / guitarra), fundador de la banda austríaca en 1994, se quitara la vida a los 49 años. P.K. se complementaba musicalmente con T.T. (Thomas Tannenberger) quien además de la batería también grababa el otro montón de guitarras y el bajo, Las voces fueron grabadas por Michael Gregor aka Silenius, de Summoning (quien había entrado en 2013 como un posible músico de sesión). No hay créditos extensos para las muchas otras voces, teclados y/o sintetizadores.

Es magnífico y desorbitante. 4,9 de 5. En Bandcamp.

16 enero 2025

Entrevías: del Gran Torino español a la conquista mundial con la dulzura del macho ibérico que se adapta al mundo contemporáneo

José Coronado y Luis Zahera, ya eso hace que inmediatamente quieres verla. Después de verlos en Vivir sin permiso (son los mismos creadores de esta serie) como dúo ahora los ponen en frentes distintos en un interminable baile de "frenemies" siendo uno un obstinado micro-empresario local y veterano de guerra, con estándares morales inalcanzables y una tozudez absoluto para todo lo moderno y él un policía corrupto y pragmático que se adapta a las exigencias de la vida con poquísima ética y humor negro. 


La primera temporada de Entrevías es básicamente la versión española, y con macho ibérico, de Gran Torino. José Coronado tiene el ceño fruncido, tiene una nieta tailandesa (su abuelo le dice "china"), Irene Abantos (Nona Sobo), con terribles gustos para los hombres, el pandillero colombiano Nelson Gutiérrez (Felipe Londoño), y unos hijos que apenas lo tratan y que quieren cosas novedosas en un mundo que cambia demasiado rápido para su gusto. 

Lo que pasa es más o menos esperado, él es inflexible pero su frío corazón se derrite de amor cuando hay injusticias en contra de sus familiares, sus vecinos y su comunidad, aunque hay formas de azuzar lo obvio con muy buen humor: xenofobia, racismo y sexismo son expresiones que este "señoro" de tercera edad, con pistola debajo de la almohada y abandonado por su esposa, usa no de forma reivindicativa sino como expresiones normales, que ni siquiera entiende como erróneas u obsoletas.

Los diálogos son puras joyas, desde las ocurrencias del mal genio y la resistencia al cambio de Tirso Abantos (Coronado - también en La Chica de Nieve y El Inocente, también en Netflix) pasando por los chascarrillos de "sabiduría de la calle" y la jerga policial convertida en sátira de Ezequiel Fandiño (Zahera - también en Sky Rojo) hasta los comentarios con los amigos veteranos de guerra en el local de comida, Pepe y Sanchís, quienes son más bonachones que militares. 

Es una serie coral donde juegan otros policías corruptos, inmigrantes latinoamericanos, pandilleros juveniles y la diversidad étnica, religiosa y social de España, en la que se cruzan siempre entre lo trágico, lo humorístico y el comentario social, pues aunque se basa en el nombre de una localidad real: el cruce de las vidas de las personas por la diáspora, la gentrificación y lo generacional. Esto incluye, por supuesto, tratar sobre el divorcio, el amor entre mujeres y la homosexualidad.

Como buena serie española, se habla muchísimo de política, feminismo y corrupción, hay policías buenos súper obsesivos y correctos, que terminan creando empatía y hasta cariño por los grises de moral, y policías súper corruptos que son finalmente villanos. Además, presenta a los "panchitos" (palabra despectiva para los latinos en España que desconocía) de una forma novedosa, ya no sólo estereotipados sino con luces y sombras, parte de la sociedad de ese país, con una evolución natural: pasan de ser empleados de limpieza y vendedores de drogas a ser quienes le dan nueva vida a comunidades envejecidas y aisladas con su acento, su gastronomía, su espíritu emprendedor y alegre, incluso innovador y de trabajo duro.

Allí brillan tanto la actriz cubana Laura Ramos (Gladys), sensual, dramática, con una capacidad actoral de amplísimo espectro y el colombiano Felipe Londoño, quien también actuó en Perfil falso.

La serie tiene cuatro temporadas, la última en 2024, siempre con giros inesperados: personajes secundarios pasan a ser protagonistas, unos nuevos que parecen que lo acabarán todo, hay acción, sensualidad (que en ambos casos combina muy bien María de Nati como la pandillera Nata), alegría y tristeza, porque terminas amando e intimando con los personajes, duelen las despedidas, los peligros incesantes, las muertes inesperadas y la justicia por mano propia.

Death/doom psicodélico, art rock progresivo y sinfónico ucraniano, jazz fusión / rock prog californiano, jazz/progresivo, rock/folk progresivo, thrash progresivo, dance-punk con noise y hardcore/sludge

1. Hadean Tides (2022) de Assumption: empiezo el día con death/doom de Palermo, Italia, con alguito de psicodelia, combinando voces y bajos cavernosos con guitarras dinámicas y melódicas, que vuelan en capas, una llenando de magma subterráneo el suelo y la otra tratando de volar hacia el cielo estrellado. Así une dos líneas distintas de este género, uniendo lo profundo y enigmático con lo poético y gótico, sin irse demasiado en ninguna de las dos, lo que no es nada fácil y por eso me conquista, no me gustan ninguno de las dos expresiones en su estado puro.

Según su Bandcamp, porque en Deezer no está este disco, hay inspiración en los pocos circonios de más de 4 mil millones de años que datan del eón Hádico, o Hadeano, nombre informal de la primera era geológica y los poemas de William Butler Yeats, Dylan Thomas, Thomas Stearns Eliot y Rainer Maria Rilke para este disco (que tiene su propia canción, Tryptich - Tríptico) con voces susurradas, haciendo extrañas técnicas como de canción de cuna. 

En Bandcamp lo escuchas acá. 4,7 de 5.

2. Constellations (2024) de Karfagen / Antony Kalugin: disco de rock progresivo sinfónico y art rock del súper prolífico ucraniano Kalugin se encarga de bajo, teclados, percusión y programación de batería, mientras que Max Velychko hace las guitarras y  Olha Rostovska las voces. Es suave, muy sintético y lento, aunque tiene momentos grandiosos, de sinfonía espacial, es como un Daft Punk / Air con Yes, aunque a veces demasiado monótono y largo. 3,3 de 5. 

3. Land Of Chameleons (2024) de Antony Kalugin: mucho más vocal y analógico, es un disco de rock sinfónico y progresivo con muchos más músicos involucrados, incluyendo un saxofonista y un baterista. Mucho Yes también involucrado y muchos sintetizadores, aunque a veces suena como música de videojuegos antiguos. 3,6 de 5. En Spotify.

4. DUCK (2024) de The Aristocrats: maravilloso rock progresivo con jazz fusión con Marco Minnemann (Ephel Duath, Necrophagist, Steven Wilson) en las baterías, Guthrie Govan (Asia) en las guitarras y Bryan Beller (Ephel Duath, Steve Vai, Dethklok) en el bajo. El trío de Anaheim, California, llega a su sexto disco en gran forma, con canciones melódicas y divertidas, con contratiempos, solos increíbles y raros cambios de tono y velocidad, jugando con funk, jazz y rock setentoso. 4,7 de 5. En Spotify. Los acompaña la violinista Rusanda Panfili, que en el tema final agrega sonidos balcánicos a la mezcla. 

5. The Story of Mr. Bogd Part 1 (2024) de Ritual: ocupando el 8vo puesto en lo mejor de 2024 de The Prog Archives que lo define como prog crossover, mientras en RYM son Progressive Rock, Progressive Folk y Neo-Prog. Fue grabado entre 2013 y 2023, por el cuarteto sueco conformado por Patrik Lundström en voz y guitarra; Jon Gamble en teclado, armonio (de viento pero con teclado), harmónica y voz; Fredrik Lindqvist en bajo, mandolina, flautas y buzuki (laúd griego, llamado guitarra del sol) y Johan Nordgren en percusión y batería.

Empieza algo lento para transformarse no sólo en un disco hermoso y detallista, sino muy interesante, logrado y brillante. Le doy un 4,5 de 5. Los arreglos de voces corales son majestuosos, dándole un valor como de art pop al disco en quizás uno de los temas más interesantes, Read all about it!. En Spotify.

6. Dweller (2025) de Haunted Horses: dúo de Seattle de post-punk, industrial y noise, un poquito parecido a Crippling Alcoholism, aunque mucho más post-punk, rayando el dethrock. Sus guitarras forman una wall-of-sound con un bajo bastante slugde. Hay algunas voces arrastradas como Chat Pile y aunque los temas están muy bien producidos, dando sensación de encierro, angustia y rabia, con baterías estruendosas y marchantes, tienen una tonalidad diferente gracias a los efectos industriales y los riffs circulares, apelando más a sonidos vintage. Bueno, aunque no increíble, 3,9 de 5. En Spotify

7. Prophecies (2017) de Dead Season: disco extenso y megadiverso, con un sonido que parece combinar influencias del metal alternativo, especialmente Faith No More, algo de post-grunge y mucho thrash progresivo, con increíbles guitarras y una batería demencial, bastante progresivo porque suenan adaptaciones de técnicas del reggae y el funk con distorsión metalera. Estos franceses dicen tener influencias de Nevermore, Martyr, Shining, Carcass y Testament, aunque la mayoría de las voces son limpias y los riffs son bastante complejos, enredados y en tiempos extraños, con muchas atmósferas lisérgicas y al mismo tiempo, estructuras de power metal, con voces épicas y riffs speed.

En su Bandcamp, aseguran que este segundo disco fue mezclado y masterizado por Jaime Gómez Allerano [es Arellano] (Ghost, Paradise Lost, Primordial y otros) en el Orgone Studio en Reino Unido [ahora ubicado en Portugal]. Además, usan unas etiquetas curiosas para describirse como metal progresivo alternativo y dark power metal, aunque se describen como una banda de thrash, es más fácil ubicarlo como en una especie de stoner/doom progresivo, aunque esto es insuficiente porque hay momentos de voces semi-gritadas en tono grueso, algo cavernoso, riffs de groove y también blast beats. Supongo que es metal progresivo en su extensión. A veces suenan a una versión extrema de Testament. Creo que es un disco increíble, muy poco conocido: 4,8 de 5. En Spotify. El tema Endless War es gloriosamente bueno. 

8. Men Gu​ð​s Hond Er Sterk (2024) de Hamferð: Jon Aldara tiene una preciosa voz épica, como gótica y operística, así como un growl cavernoso, fantasmal y profundo para el doom. Esta banda de death/doom melódico presentó un grandioso disco en 2024, el tercero de su carrera, abordando el epic doom de una forma siniestra y creativa. Es un buen disco, aunque no tan excitante, 4,3 de 5. En Spotify.

9. Physical World (2014) de Death From Above 1979: un dúo canadiense de mete en partes iguales dance-punk, noise rock, rock alternativo y hard rock, siendo divertidos y subversivos, con una guitarra ruidosa como la de The White Stripes y un bajo juguetón aunque sucio. Son Jesse F. Keeler (bajo, sintetizadores) y Sebastien Grainger (batería y voz). Me recordaron a AWOLNATION. Muy muy muy buenos, 4,7 de 5. En Spotify.

10. Crown Feral (2016) de Trap Them: quinto y último disco de este proyecto alterno -nacido en Salem, New Hampshire y acabado en Seattle- que agarra lo que quiera del hardcore, el grind y el death con riffs dinámicos y siempre a dúo con el bajo que suena demoníaco, muy sludge, voces guturales semi-gritadas y bien construidas, más una dinámica y estructura de canciones de unos 3 minutos, con batería que retumba, sonidos industrialosos y guitarras que van del death melódico al grindcore, aunque con una distorsión controlada, casi reprimida a veces, que pueden bailar entre el punk y el metal, con inclinaciones potentes hacia el hardcore melódico. Por eso en RYM lo califican como crust punk y metalcore. Me gusta, 4,3 de 5. En Spotify.

11. Vault Of Horrors (2024) de Aborted: una metralla de deathgrind / brutal death / deathcore belga con invitados en cada canción. Lo veloz no quita lo técnico, metiendo riffs arpegiados en microsegundos, blast beats hiper-sónicos y guturales nucleares en nano-segundos. Es un universidad de brutalidad, 4,3 de 5. En Spotify. Decimosegundo disco. 

Entre los invitados están Ben Duerr (Shadow Of Intent) y quien brilla en The Poetic Edda, el extraordinario split de deathcore/black sinfónico de Synestia / Disembodied Tyrant; Francesco Paoli (Fleshgod Apocalypse); Alexandre Erian (Despised Icon); Ricky Hoover (Ov Sulfur); David Simonich (Signs Of The Swarm); Johnny Ciardullo (Angelmaker); Matt McGachy (Cryptopsy); Jason Evans (Ingested); Hal Microutsicos (Engulf) y Oliver Rae Aleron (Archspire). 

12. Guerra de Anfor: muy mal thrash/death colombiano. 1 de 5.

13. Väistyy mielen yö (2024) de Viima: hermoso rock progresivo / folk rock finlandés, con cautivantes sintetizadores, en varias capas que se superponen, guitarras mágicas que pueden sonar electrónicas tipo Dire Straits o Daft Punk, muchos trucos percusivos y montones de arreglos sinfónicos, folk y electrónicos.

Es un quinteto de multi-instrumentistas conformado por Hannu Hiltula en flauta y teclado, más algunas voces; Mikko Uusi-Oukari en guitarras y melotrón, Mikko Väärälä en batería, algunas voces, algunos teclados y campanas de madera, Aapo Honkanen en el bajo y Risto Pahlama en voces, algunos teclados y melotrón. De invitado está Kimmo Lähteenmäki en teclados y vientos. Tenían 15 años sin sacar un disco de esta banda, y es su tercero. Muy buenos, 4,3 de 5. En Spotify.

15 enero 2025

Pura locura musical: hip hop/metal, dungeon synth/folktronica, dark cabaret/avant-folk femenino ucraniano, post-rock/nujazz gringo, stoner/sludge psicodélico, trap metal/hardcore hip hop y drum n bass metal, lo nuevo de Mestís (jazz/djent), screamo de Las Vegas y death/doom con black de Portland

1. All Pro Soundtrack (2007) de Dj Z-Trip (productor): productor de Queens, Nueva York que vive en Los Ángeles, California. Es decir, pasó de la costa este a la costa oeste. Nació como Zach Sciacca, y claro, hace West Coast Hip Hop, Turntablism y Boom Bap, pionero del movimiento mashup trabajando con LL Cool J, Kasabian y Beastie Boys. En este disco, que no sé cómo llegó a mi playlist, tiene guitarras de rock en algunos temas y a veces suena como Cypress Hill y Eminem. Entre los invitados están Chali 2NA, Keno-1, The Hermit, Rakim, Aceyalone,  dead prez, Lateef, Casual, Slug, Dub Trio, Gift Of Gab y Pep Love, así como extractos de canciones de Chevelle, Clutch y Deftones. Así como canciones de Dj Faust, Backyard Bangers y Natural-Self que tienen canciones geniales hacia el nu-jazz y el downtempo, una de ellas con congas y trombones. Tiene un remix de la canción Tom Sawyer de Rush para cerrar

Difícil de decidirme, porque es un mashup interesante, diría que 3,5 de 5. En Spotify.

2. Dark Age Decadence (2025) de DIM: proyecto del canadiense Josiah Wilkinson, alrededor de dungeon synth, black melódico, folkotronica y dark folk, que está realmente bueno, no es sólo sintetizador y drones. Es raro porque suena el black melódico como de fondo, casi sampleado aunque la batería se escucha orgánica, tiene shrieks ensombrecidos por capas de guitarras fry y también hay muchos momentos de folk electrónico, atmósfera procesada y realmente una experiencia extraña con sonidos del bosque, violínes y ambient. Difícil de describir, le doy un buen 4,3 de 5. Tiene una versión del músico irlandés medieval Turlough O'Carolan y otra de Franz Schubert. Para mí es refrescante escuchar un hurdy gurdy cubierto con sonidos de lluvia fuerte, lo que luego será cubierto de suciedad de pedales Boss y un clavicordio en mashup. En Spotify.

3. IF (2016) de Dakh Daughters: grupo teatral y femenino ucraniano, compuesto por siete mujeres, que cultivan el dark cabaret y el avant-folk: música basada en diversas técnicas vocales, algunos sonidos minimalistas, algo de piano e instrumentos exóticos de este grupo de ucranianas, sobre violines, percusión y muchísima teatralidad, cantado en ruso, ucraniano (y sus dialectos), inglés y alemán, entre otros. Para mí una joya total, 4,7 de 5. En Spotify. Este disco me alegró muchísimo, sobre todo porque además de lo raro, experimental y minimalista también hay momentos de canciones animadas, como una especie de ska/folk latinoso y jazzeado. 

4. 新世紀 Sunbelt Princess (2025) de LUACOLLIDER (una colaboración de SUPERCOLLIDER y lua trilody!): sigamos con música realmente alternativa y avantgarde con esta producción que salió el primer día del año. Acá tenemos de todo: en el primer tema (de cuatro, aunque el último es de unos 4 minutos) de 10 minutos escuchamos neo-psicodelia, post rock y rock progresivo, lo que es confuso y estimulante a partes iguales. Según RYM habrá también math rock, space rock, ambiente americana e indie rock. 

Empecemos por decir que Lua Trilogy es una banda de Dallas, Texas, de hyperpop, nu jazz, ambient, shoegaze, música electrónica bailable (dance) y sound collage, es decir, responsables de ese ambiente mashup / sampleado que une violínes, sonidos ambientales y mucha música diversa junta, mientras que SUPERCOLLIDER (Niki Dewolf - mujer trans) viene de Grand Rapids, Minnesota, encargándose de algo más orgánico, al producir noise pop, indie rock, art rock, post-rock, dream pop y la bisagra entre ambas, shoegaze.  Me parece innovador, extraño e intrigante, le daré un 4,3 de 5. En Spotify. John "The Drum Tamer" Simm fue el baterista de sesión.

5. Hypnotic Crushery (2010) de Yog-Sothoth: debut de esta misteriosa banda de metal sludge/stoner psicodélico de canciones lentas, instrumentales y llenas de sonidos densos, guiadas por el bajo y muchísimas guitarras procesadas, que puede cambiar de minimalismos mediante riffs sencillos que va evolucionando incluso desde apenas unas notas a momentos expansivos de wall-of-sound entre shoegaze y noise, que derivan en un doom espcial realmente delicisoos, junto a una batería aparentemente simple pero que suena como líder por momentos, casi como una herencia del rock progresivo y el jazz-fusión. Cierran con un tema mucho más animado, en el que el sludge sigue comandando pero al ser más rápido da una sensación distinta, casi de hardcore o crust punk, gracias a la suciedad de la distorsión.

Es un proyecto de Adam Lazlo (guitarra), Ben Zientara (guitarra, bajo y batería) y Cory Strand (guitarra, bajo y theremín). Me gustó mucho, por su efecto lisérgico aunque digamos la verdad, es un rareza. Es como Bong-ra si quieren pedirme alguna referencia entre esta mezcla de metal/punk muy ruidosa y filosofía de creación electrónica. Quizás Oranssi Pazuzu sin nada de black metal o Intronaut sin progresivo. Son de Minneapolis, Minnesota. En Spotify. Le doy un 4,8 de 5. Estoy gozando mucho este día. Yog-Sothoth es un monstruo imaginario creado por H.P. Lovecraft y aparece en el portada del disco. 

6. Caution (2024) EP de Sxmpra y Terror Reid: dos temas en colaboración entre el neozelandés Sxmpra (Memphis Rap / Drift Phonk / Horrorcore / Trap Metal / Hardcore Hip Hop) y el californiano Terror Reid (West Coast Hip Hop, Boom Bap, Hardcore Hip Hop). Interesante, meteré sus discos 2024 en la lista.

7. Anima EP (2023) de Pendulum: banda australiana de Drum and Bass, que suele tener canciones en las que mezcla y/o invitado cantantes de metal. En este caso, están Bullet For My Valentine y Scarlxrd (trap metal). Hay un par de temas realmente brutales, así que le doy un 3,8 de 5 por lo que no lo son. En Spotify.

8. Telenovela EP (2025) de Mestís, el proyecto de Javier Reyes de Animal As Leaders, presenta una nueva serie de canciones en este EP, en que su smooth jazz / rock progresivo con momentos de metal e incluso djent, un ambientazo de easy-listening y mucha calidad interpretativa. El trío lo completan músicos de Intronaut y CHON. Me encantó el guiño del nombre y varias canciones en español. Acá hablé de su EP y sus dos discos anteriores. A este le doy un fácil 4,5 de 5. En Spotify. Entre los invitados están la violinista tunecina Yasmine Azaiez, el baterista Aaron Haggerty y el guitarrista mexicano José Macario Tovar, además de Roberto Wolk, al que no pude identificar claramente.

9. Cherish (2025) de Crochet: emo/screamo de Las Vegas, que hace su debut después de un EP de 2023. Me gustó mucho el uso de riffs arpegiados en distintos tiempos, uno sobre otro, que le da una complejidad de math rock que raya en lo caótico y lo bello, unos gritos lo-fi en el fondo que tienen sus buenos momentos, un baterista de armas tomar y una ambientación desesperante y desesperada, está bueno, aunque quiero saber más de otros proyectos de los mismos músicos, 3,6 de 5. En Spotify.

10. Darkness Evermore (2015) de Nightfell: banda de blackened death/doom de Portland, Oregon, con una magnífica combinación de estos géneros extremos, lo que alabo porque no soy fan del doom metal tradicional, pero además porque me suena por momentos al Blood Ritual de Samael, uno de mis discos favoritos de la infancia. Tiene esa esencia oscurantísima, de metal ritualista, perverso y con sangre en los dientes, capucha misteriosa, ambiente satanista y melodías. Me gusta muchísimo, 4,7 de 5. En Spotify. Son el dúo de Tim Call, en batería y voz, y Todd Burdette en en guitarra y bajo, junto a ellos, la cellista Julia Kent.

11. Punk Tactics (2023) de Joey Valence & Brae: antes del divertidísimo No Hands, muy noventero y sarcástico, el dúo publicó un disco totalmente cercano al hip hop / rapcore de Beastie Boys, bastante bueno, sin embargo, aunque claramente muy influenciado, aunque tenía sus momentos distintos como la combinación con más diversos géneros de música electrónica, desde drum n bass hasta el techno. Loquísimo el tema Street Pizza con Bonjour Señor, con unas guitarras de nu-metal.

Según RYM, es un disco de East Coast Hip Hop, Hardcore Hip Hop, Mid-School Hip Hop (Run DMC, Schooly-D), Nerdcore Hip Hop, Boom Bap y Breakbeat. Muy divertidos, 4,3 de 5. En Spotify.

12. This Is Beyond All of Us (2025) de Atomiste. Una cautivante obra de nu jazz y jazz avantagarde, de Cannes, Francia, que combina electrónica y acústica, con sintetizadores, hammonds y teclados, para crear escenas de ambient y de música académica moderna (third stream). En su Bandcamp asegura que es un obra maestra, resumiendo sin palabras su trayectoria personal y musical, y asegura que a pesar de las etiquetas acá nombradas, considera que el disco es principalmente Big Band Experimental, aunque tenga free jazz europeo, grabaciones de campo, third stream y ambient. 4,7 de 5. En Spotify

Tiene un tema larguísimo, de casi 20 minutos, que son golpeteos alocados de batería y piano de jazz, que se suben uno sobre otro en una juxtaposición demencial, para luego hacer algo como jazz-rock con batería, y unos temas más ligeros.

13. Pyres (2016) de Svartelder: debut de larga duración, después de varios EPs, de esta banda de black noruego, que juega con la experimentación de manera formidable, en la que se identifican influencias del post-metal, el space rock y black atmosférico aunque con una elegancia en la implementación de las melodías alternas más una agresividad suprema en los shrieks. En su experimentación hay momentos de calma relativa, con arrastradas voces góticas que se confunden en densas capas de arpegios, lentos y sensuales, que sólo esperan para disparar black/death melódico, negro como un cuervo pero paciente para desplegar sus alas sobre tu alma. No es doom pero como DHM, Arcturus o Khold, hay tiempos espaciados para ir derramando hiel y penumbra, mediante disonancias y riffs circulares. 

Este disco tiene músicos que tocaron o tocaron en Old Forest, Carpathian Forest, In The Woods, 1349, Den Saakaldte, Pantheon I, Gehenna, Mayhem, Gaahls Wyrd, Trollfest, Djevel, Green Carnation, The Meads of Asphodel, Blood Red Throne y otras, así que explica la inmensísima calidad de este disco, en producción, sonido y composición. 4,7 de 5. En Spotify



14 enero 2025

Black metal vikingo, metal avantgarde francés y lo nuevo de Zeta (post-hardcore de Puerto La Cruz), death/doom atmosférico aburrido, ragga jungle / breakcore, post-hardcore regular, death/black de Singapure, black melódico originario, jazzy hip hop y terrible country hecho por Ringo Starr

1. raunijaR (2015) de Helheim: uno de sus discos más básicos, quizás uno de crisis existencial, en que la banda noruega no termina de decidirse en qué dirección ir con su black metal / folk progresivo. A pesar de la presencia de violines (como el hardingfele, violín tradicional noruego, instrumento nacional) y contemporáneos, piano, corno francés y percusión, hay más black atmosférico y viking metal que lo desarrollado más tarde, hacia el metal progresivo y el post-metal como en el disco landawarijaR. El tema final, de más de 10 minutos, cierra grandiosamente este disco, haciendo un largo solo psicodélico en medio de una nube de space rock, blacl atmosférico y algo de post-metal, que avizoraba lo que harían varios años después. A este le doy un 3,6 de 5. En Spotify.

2. 2 Unlimited (2008) de Pin-Up Went Down: de mis discos "formativos" en el gusto por la música metal experimental y avantgarde, antes de tener claro que era un tema progresivo. En el debut de este proyecto del ex-baterista de Carnival In Coaly Wormfood, Alexis Damien y la vocalista Aurélie Raidron (Asphodel y más tarde en la banda de metal avantgarde, öOoOoOoOoOo) juguetean con el electropop (y otras formas de música electrónica o tangenciales) que luego desarrollaría con más cuidado en el disco siguiente. Por ahora hay herencia también de Mr Bungle, por lo que la música circense, de cabaret y la experimentación sónica con tropos del death metal, extrañas formas vocales, el uso de música (y anti-música) entran y salen como un instrumento más. Por eso tenemos shrieks sobre pistas de batería sin otros instrumentos, un beat box metalero y largos gritos de soprano rasgada a lo Diamanda Galas.

De mis favoritos del corazón, 4,7 de 5. En Spotify. Tienen un single de 2024 así que esperemos que este año tengamos al menos EP nuevo. En Spotify.

3. Was it medicine to you? (2025) de Zeta: Hace aaaaaaños conocí a esta banda de Puerto La Cruz, que entonces se llamaba Zeta Once. Hacían algo más cercano al punk, post-punk y emo, aunque ahora tienen una propuesta de post-hardcore / post-rock que me reencontré el año pasado con mucho gusto. Lo que más me gustó no fue que ahora vivan en Estados Unidos (Miami, Florida) sino que tengan tantos discos e incluso un concierto en 2021 en KEXP (un equivalente más rockero y en vivo de los Tiny Desk de NPR).

Echando mano del rapcore, música experimental, rock progresivo y algo de post-punk producen un disco con calidad internacional, inserto totalmente en el movimiento global de post-hardcore, con ciertos parecidos a Coilguns e IDLES. Además, no olvidan sus raíces, y en el disco tienen una canción llamada The Truth que incluye cánticos de protesta venezolana: "no tenemos miedo" y su disco 2019 se titula Mochima. 4,5 de 5. En Spotify. Es un disco brevísimo de 7 canciones en 21 minutos. 

4. Desprins (2025) de Clouds: el tipo de bandas de doom que no logran nada conmigo, en este caso, temas monótonos, lentos y sin demasiados matices, salvo la presencia perenne de la flauta que me recuerda a Lux Occulta. Más gótico que fúnebre, a pesar de sus buenas voces limpias, no me conquistan, para nada, aunque le concedo la buena producción y un sonido impecable, así como momentos rescatables de post-metal y algo creativos cuando aumentan la velocidad y combinan distorsiones para sonar más post-metal. Aún así, 2,5 de 5. 

5.  Singles de Cryptosis, thrash progresivo holandés que tiene muchísimo para entrar en la élite global del género. Singles de Coheed And Cambria que van del emo-pop al post-hardcore progresivo, con voces limpias y gritadas, algo de drum n bass y experimentación electrónica.

6. Monolith (2012) de Bong-Ra: otro de esos discos maravillosamente raros, porque combinan jungle, drum n bass, hard techno, dub, hip hop y metal (tanto que están en Metalum) en lo que podríamos agrupar como raggacore y ragga jungle. Proyecto del holandés Jason Köhnen, que durante sus décadas de carrera fue mutando del breakcore e industrial hip hop hacia el doom/death, el stoner metal, el drone y dark jazz de Antediluvian (2018). Es baterista de la banda de doom Celestial Season y fue parte de The Kilimanjaro Darkjazz Ensemble. En Spotify.

7. TANGK (2024) de Idles: aunque no soy fanático, aprecié mucho sus primeros discos, llenos de noise rock y post-hardcore, pero Crawler y este están más cercanos a una versión más minimalista, quizás cuidada y hasta mejor producida, de art rock, art punk y post-punk, que mantiene la calidad interpretativa y los guiños con Radiohead, aunque provocando menos entusiasmo y desaforada pasión, como dicen en Sputnikmusic, es una rabia que nunca termina de explotar, lo que sentí en su Tiny Desk, provocan pero quedan debiendo. Los de Bristol se llevan esta vez 3 chocolates de 5. En Spotify.

8. Antithesis (2025) de Rudra: la banda de Singapore, conocida por el sonido del folk del sudeste asiático en su mezcla de black/thrash/death presenta un disco bastante técnico, furioso y perverso, aunque sin ningún sonido exótico, lo que se hecha en falta inmediatamente. 

Aún así, a pesar de lo esperado, los riffs disonantes y la voz como medio narrada estimula la imaginación hacia paisajes gélidos y nórdicos, quizás separando a la banda de ser una agrupación que necesariamente deba incorporar sonidos autóctonos de su región, aunque sea su valor agregado. La segunda parte del disco se defiende con acordes menores, arreglos potentes y death/black oscurísimo por medio de muy buen trabajo de guitarras, aunque es difícil olvidar su historia, incluyendo sus coqueteos con lo progresivo, del cual también se despojaron en este nuevo disco. Le daré un 3,9 de 5 con nostalgia porque me gusta mucho el metal con influencias de sonidos de Medio Oriente y Asia. En Spotify.

9. Storm of the Light's Bane (1995) de Dissection: mientras el "sonido de Goteburgo" llevaba al estrellato a In Flames, Dark Tranquillity y a At The Gates con sus discos seminales del death metal melódico, otros compatriotas construían en otra dirección, construyendo una vía alterna pero paralela sobre el legado y aprovechando el caldo de cultivo del metal extremo sueco.

Así terminaron pariendo un sonido más melódico del black metal, con una producción pulida, riffs progresivos y melancolía, que se alimentaba tanto del emergente melodeath como de las dobles armonías del NWOBHM. Este disco claramente definió lo que luego escucharíamos en propios y extraños, tanto en Satyricon y Emperor como en bandas posteriores.

El mítico productor Dan Swanö está entre los invitados, agregando guturales, junto a Legion (ex-Marduk) y Tony Särkkä "It" (ex-Abruptum y ex-Ophthalamia) también fallecido.

La creatividad de las guitarras y los arreglos que iban desde trémolos que hacían círculos y no sólo monótonos riffs, sobre blast beats poderosos y cambios de tiempos y tonos en la progresivos de acordes, con algunos sonidos cavernosos en la batería, establecían una nueva forma de lo que antes habíamos escuchado en Bathory, Burzum, Mayhem y Darkthrone sin perder oscuridad ni misterio, sino agregando melodías y armonías de forma creativa, lo que levó este género a lo que ahora disfrutamos. Es un 4,7 de 5. En Spotify

Un capítulo aparte merece recordar que Jon Nödtveidt, guitarrista, compositor y cantante de la banda se quitó la vida en un ritual en 2008 después de salir de la cárcel por ser cómplice en un deplorable homicidio por razones racistas y publicar el tercer disco de Dissection, Reinkaos.

10. Quaranta (2023) de Danny Brown: lo que escribí el pasado 22 de octubre: un discazo de jazzy hip hop experimental que me gustó muchísimo la primera vez que lo escuché porque usa raros pitches en la voz (un poco sonado como B-Real), una música compleja y muchos sonidos inusuales. Además que está en varios discos que me han gustado mucho como No Hands de Joey Valence & Brae y Scaring The Hoes de JPEGMafia. Además, entre los músicos, productores y compositores, hay proyectos de jazz y rock alternativo, lo que explica la riqueza musical de esta producción. Un discazo, le pongo 4,3 de 5. En Spotify.

Según RYM es hip hop consciente, hardcore, experimental y abstracto, así como trip hop.

11. Look Up (2025) de Ringo Starr: horroroso country contemporáneo. No, amigo, 1,5 de 5.

12. All Hail The Swinelord (2015) de This Gift Is A Curse: ruidoso, sucio y extremo, mezclando hardcore, crust punk, noise, sludge y black metal desde Suecia (y viene un disco 2025, yeah!). Me sorprendió por el sonido luminoso, brillante y caústico más propio de bandas de grindcore o power electronics con las formas del black metal en algunas canciones, aunque le agregan unos solos y arreglos de sintetizadores en notas agudas que parecen exagerar mientras contrastan la densidad opresiva de las guitarras en trémolo expansivo y atmosférico pero ensordecedor. Es un disco también divido en dos partes, siendo la segunda la que tiene más sludge, usando tambores tribales y guitarras ritualistas más un sonido menos invasivo. Las voces, siempre en capas de diversos gritos, grunts y growls son exasperadas y urgentes, parece que van corriendo a toda velocidad a riendas de un caballo desbocado e infernal, que se representa en varias guitarras haciendo trémolos, riffs hiper-speed y fantasmagoria en diversos efectos especiales. Es atronador y delicioso. En Spotify. 4,7 de 5.

13 enero 2025

Lo nuevo de The Cure, black atmosférico, hardcore punk Nueva York, synthpop / synthwave, death progresivo/jazz fusión, metalcore/hardcore melódico, darkwave neoclásico, black metal cósmico/jazz fusión

1. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Empiezo el 13E con lo mismo que el 4N. En ese momento dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Añado que según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. En Spotify.



2. Shadow over the Fallen Lands EP (2025), una colaboración entre Mörkvind (Italia/Alemania) y Tårfödd (Suecia) para hacer, presuntamente, post-black metal progresivo. Básicamente Simon Lindgren de Tarfodd recibe ayuda en el bajo y vocales de músicos de Morkvind. Y aunque me parece bastante bueno, es realmente black atmosférico y melódico, que post o progresivo. Le daré un 4,3 de 5. En Bandcamp.

3. Living Gracious EP (2025) de Crush Your Soul: segundo EP de esta banda de metalcore / hardcore niuyorkino (no sabía que era un género aparte) que empieza con un tema de hip hop, que se repite en otros momentos. Hay grindcore, groove, thrash/crossover, algo de nü-metal y mucho hardcore punk. Interesante, quiero escuchar el EP de 2024. 3,9 de 5. En Spotify.

4. Fables (2025) de Banshee: la muy sexy artista de Los Angeles, California, de phonk y witch house, conocida por su estilo de sirencore, parecido a los iniciales experimentos de black metal de Poppy y el primer disco de Lingua Ignota presenta un disco 2025 con apenas algunos shrieks, dejando atrás el trap metal y el phonk house para presentar un disco que, aún alternativo, está más enfocado en lo bailable, lo electrónico e incluso algo pop, a base de synthpop y synthwave, más algunos detalles de ethereal wave. El disco está chévere aunque es un bajón el cambio tan radical y la pérdida de los elementos diferenciadores. Regular, 3,5 de 5.

5. The Core (2013) de Illuminati, único disco de este río rumano de jazz fusión / death progresivo que suena a una choque de Cynic, Death y Gorguts, en que hay media docena de estrellas del death progresivo mundial como Daniel Mongrain (Voivod, ex-Martyr), Mike Browning (Nocturnus AD, ex Norcturnus y ex Morbid Angel), Luc Lemay  (Gorguts), Tony Choy (ex-Atheist, ex-Cynic, ex-Pestilence), Patrick Mameli (Pestilence), Tymon Kruidenier (ex-Cynic, ex-Evixious) y Kelly Shaefer (Atheist). Es una enciclopedia y un tributo, 4,7 de 5. En Spotify

6. Keep Planting Flowers (2025) de Stick to Your Guns, la banda californiana de metalcore / hardcore melódico llega a su octavo placa en buena salud, gritos tremendo, música potente y dinámica, una buena fiesta rockera. Las guitarras son gigantescas, la batería hace muy buen trabajo y lo mejor está en la mezcla de animados momentos punk y la agresividad del metal. 3,9 de 5 por que la competencia es dura. El disco cierra fuerte con Terror y SeeYouSpaceCowboy de invitados. En Spotify.

7. Lïan (2016) de Rïcïnn: uno de mis discos favoritos de proyectos de música avantgarde, junto a otras como Igorrr, Corpo-Mente y Öxxö Xööx. En este caso, el álbum debut de este proyecto francés neo-clásico /darkwave tiene una mayoría de canciones de electrónica, folk y neo-clásica, a veces tan misteriosa como Elend y teatral como Diamanda Galas, aunque en un enfoque mucho más accesible, con arreglos de cuerdas fúnebres, pianos góticos muy dramáticos y las vocalizaciones etéreas y operísticas de Laure Le Prunenec (quien también ha colaborado con Cattle Decapitation) y Laurent Lunoir. Por momentos, algunas guitarras pesadas nos llevan a post-rock y el metal gótico. 4,8 de 5. En Spotify

8. The Blossoming (2024) de Aetheria Conscientia: black metal atmosférico y progresivo / jazz fusión francés que echa mano de ideas y sonidos alrededor del space rock, el post-rock y la psicodelia con saxofón (cortesía de Guru Pope), para sumarlo al black metal progresivo, por vía de shrieks y guitarras que van del trémolo a los arpegios, fusionándose con sintetizadores, capas de electrónica y sonidos difusos, como de astronautas fantásticos. Me enamoré en su debut, “Tales From Hydhradh” (2018) al recordarme a Dark Buddha Rising, Shining y Oranssi Pazuzu, aunque también Nullentropy, aunque más enfocados al black metal progresivo, con un concepto de ciencia ficción y galaxias inexistentes. 

En este tercer disco hay mucha más influencia el jazz, el post-rock y el rock progresivo, y un poco menos lo nórdico aunque los guturales permanecen junto a los giros lisérgicos del bajo y los riffs que exploran el espacio exterior, en raros tiempos y cambios de tonos para los amantes de la matemática musical. Los instrumentos exóticos, así como el canto de garganta, le agregan misticismo.

Entre los invitados, en varios temas, están Cindy Sánchez (voces)y Hugo Champion (sintetizadores - Plebeian Grandstand), de las bandas Lisieux y Candélabre, que cultivan el ethereal wave, el neofolk, el coldwave y el darkwave neoclásico, así como Dolores Anapeste (voces) de Tan Elleil de folk pagano, lo que le da ese carácter ritualista, folk y meditativo. En Spotify. Le doy un 4,7 de 5.

9. The End Will Show Us How (2025) de Tremonti: sexto disco de este proyecto de thrash / hard rock / metal progresivo de Mark Thomas Tremonti, guitarrista líder de Alter Bridge y Creed. También un vocalista genial, con una suave pero muy hábil voz para el rock alternativo, las canciones están llenas de un amplísimo repertorio de guitarras acústicas y riffs rockeros muy creativos y melódicos, que van desde el country-rock al post-rock, pasando por el metal alternativo, el hard rock y claro, el post-grunge. El disco además tiene brillantes momentos de arreglos progresivos que sorprenden aquí y allá, y un relajante ambiente y sonido cuidadosísimo que me ha atrapado. 4,4 de 5. En Spotify.