2. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. En la primera escuchada de este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción.
La segunda vez le encontré un matiz distinto, como un Summoning más salvaje o un Satyricon menos logrado, además, el tema que le da nombre al disco tiene sus momentos mid-tempo y hasta más rápidos, que le dan sentido y emoción En todo caso, sube a 3,6 de 5, porque tiene sus momentos propios de black/folk, algunas disonancias bastante interesantes y sus propias formas de arpegios melódicos y narraciones. No es arrechísimo pero está decente.
3. Cult of Uzura (2025) de Skaphos: desde Lyon, Francia, llega el tercer disco de esta extraña combinación de brutal death, black disonante y death/black melódico, con momentos experimentales, tribalistas e incluso progresivos, en la que una profunda voz gutural acompaña una mezcla que va alternando momentos con riffs cavernosos y enredados, una batería bestial y cambiante, momentos disonantes y elegantes con momentos en que hay más técnica y brutalidad que melodía. Para mí es increíblemente bueno, porque tiene hasta temas interludio de guitarras acústicas. 4,7 de 5.
4. Dread Weight (2025) de Orthodox: Metalcore pesado pesado (con guitarras llenas de armónicos y distorsión destructiva de deathcore) con mathcore. Claramente hay grind y brutal death por allí sazonando la sopa de lava y azufre. Hay unos buenos ritmos y riffs de groove pero domina la angularidad matemática y caótica. Es una extraordinaria forma de violencia musical, ruidosa, bestial y misilística. Es como si separaras la parte puramente metálica del Iowa de Slipknot aunque claro que hay influencias del beatdown hardcore.
Su cantante, Adam Easterling, está invitado en el I Don´t Want To See You in Heaven de The Callous Daoboys. 4,7 de 5, sobrado. Son de Nashville, Texas.
5. Rivalry of Thyself (2025) de Prophetic Suffering: black metal bestial (war metal) con brutal death. Una cosa sucia, realmente bestial y densa. Son de Edmonton, Canada. Regular pero sin ser mala. No hay nada especialmente increíble, salvo quizás una buena densidad creada por el bajo y algunos momentos vocales cuando no hacen pig squeal. 3 de 5. Los temas más largos son mejores.
6. You Exist Because We Allow It (Ep, 2025) de Melting: debut de esta banda bestial de metalcore australiano. 3,8 de 5.
7. Brave Murder Day (1996) de Katatonia. El gran clásico de esta banda que apenas recordaba haber escuchado. La primera grata sorpresa, que Mikael Åkerfeldt es quien hizo las vocales guturales. Lo segundo es que aunque el sonido es death doom gótico, ya se notaba que la banda tenía una idea diferenciada de cómo producir su música.
El sonido de las guitarras es ciertamente melancólico y depresivo, pero tiene muchos riffs que podrían adivinar cierta influencia de rock clásico por un lado y mucho del rock gótico, post-punk y shoegaze por otro lado, lo que hace que sean disonantes, expansivos y con un sonido brillante, casi luminoso, totalmente distinto a lo sombrío o funeral del género, lo que luego fue retomado en el Sunbather de deafheaven.
Se nota la intención de agregar melodías y distorsiones alternativas, que podrían pensarse incluso no metaleras sino más cerca de lo que también más tarde sería el post-metal, el blackgaze y el doomgaze, mientras también tenía momentos más oscuros, densos y más claramente, lleno de sonidos litúrgicos. Fue altamente innovador, sobre todo porque el tema Day es algo como dream pop / shoegaze / rock gótico. Este toque emo/gótico se notó luego en Alcest, por ejemplo.
Esto se nota especialmente en el tema Rainroom, quizás el más gótico y shoegaze, que no dejó de ser también profundamente death doom melódico. Y esto último es esencial, porque en lugar de lentas, duras y lúgubres riffs con órganos de apoyo, los riffs tenían arpegios y progresiones de acordes complejas, continuas y circulares, pero enfocadas en aunque sonara duro, construyeran armonías entre las guitarras. 4,7 de 5.
Ahora, la batería sí es demasiado básica y pobre.