05 agosto 2025

Venimos del pasado

Venimos del pasado...

Los venezolanos nos preciamos de tener buena cultura política, pero en mi opinión lamentablemente exhibimos ser malísimos en entender contextos diversos y realidades diferentes. Lo que tenemos es un buen trauma.

No solo nos ufanamos usualmente en "venir del futuro" para advertirles a otros países que votar por la izquierda es lanzarse por un barranco indetenible similar al de nosotros, y eso que nos cansamos de decir por años que "Venezuela no era Cuba".

Recuerdo otra tía horrorizada porque el Partido Socialista Obrero Español había ganado las elecciones en España... ella me dijo con miedo, ¿es verdad que llegó el socialismo a España, se jodieron? No me creyó cuando le dije que el PSOE tenía más de 100 años de existencia, y que habían gobernado muchísimas veces antes, incluyendo administraciones que fueron muy cercanas a Venezuela pre-Chávez.

Y seguimos dando ese consejo, con algo de razón pero omitiendo grandes diferencias. Tanto que Evo Morales y Rafael Correa en Bolivia y Ecuador no pueden contar con las extensas carreras en el poder de Chávez o Maduro. Ni hablar de Ollanta Humala o Pedro Castillo en Perú. 

Pero también omitiendo que Uruguay o Chile no tuvieron esa deriva autoritaria, incluso han cambiado a gobiernos de derecha, después regreso de la izquierda y esa alternancia del poder están en continuación, sin hiperinflación, ni migración masiva, ni control de precios ni expropiaciones masivas.

Estas omisiones, porque lo que importa es el trauma, mi trauma, mi visión de vida nos ha llevado a tener "héroes" como Bolsonaro en Brasil, Kast en Chile y ahora, "el catire" que según nos iba a liberar... sobra decir lo que ha sucedido. 

Aún así uno lee opiniones en que se pone en entredicho crímenes de lesa humanidad, violaciones de DDHH e incluso apología al naz*smo, basado en respaldar la imagen de un presidente que se hace llamar "anti-comunista".

Como digo en mis clases de desinformación, los hechos y la realidad ya no pasan por las evidencias, sino por las emociones. La posverdad no es la mentira, sino un ecosistema digital y un régimen de cultura política que nos hacen considerar verdadero o falso lo que "sentimos" que lo es.

Ahora nos pasa con Nayib Bukele, en que los venezolanos ya no "venimos del futuro" sino del pasado. Los que lo apoyan suelen decir lo mismo que las tías chavistas más duras, en 2007 e incluso el recalcitrante sentimiento clasista venezolano de 1997 ha vuelto: "hace falta una depuración", "quién los manda a tener tatuajes", "los malandros no respetaron los DDHH" y el clásico por excelencia: "hay que tirar una bomba en...". 

Hace poco alguien [alto desinformante, con tonterías como llamar izquierda al nazismo alemán] en X dijo que "hay que bombardear Sorte" [basado en una entrevista a un exorcista en un medio religioso sobre el presunto aumento de rituales satánicos en Venezuela]. 

Esto parece ser la nueva versión de hay que "tirar una bomba en los cerros". Formas de clasismo y aporofobia que ahora tantos exhiben orgullosamente en forma endofobia: "es que yo no soy como esos migrantes que llegaron después". O mejor dicho: "no es endofobia, es que mira los videos donde nos hacen quedar mal a los que queremos hacer las cosas bien..". 

El auto-engaño de creer que no van a deportar, perseguir, criminalizar a los "buenos venezolanos". O que aunque pase, se defienden los mismos prejuicios: me niego a admitir que estoy equivocado, yo sí soy bueno, eso debe ser un error.

El doble rasero del meme de dictadura en Venezuela y continuación del proyecto político en El Salvador. Es decir, no importa que sea contradictorio.

Y por eso hay quienes alabando "los logros en seguridad" a Bukele [y atacándome a mí o a otros que lo critican, diciéndome que no ataco así a Maduro, entonces el problema no es señalar las faltas sino que hay que aplicar doble rasero]. 

Bukele, se brinca la Constitución para ser reelecto, llena los poderes públicos de leales para que tuerzan la ley a su favor, persigue a la disidencia política, cierra el espacio civil y a las ONGs, castiga a quienes opinan distinto financiando a Youtubers que hablan bien de él y acosan a los detractores, cambia el número y forma de las alcaldías y el sistema electoral para acumular más poder y minimizar a la oposición, exilia, encarcela u obliga a migrar a activistas, periodistas y activistas sociales. 

Además, repartió bolsas de comida chimba con fines electoralistas, pero se ofende si lo comparan con el CLAP.

Y leemos a los amigos, conocidos y contactos venezolanos, con todo lo que hemos pasado que: "habrá que esperar a ver cómo le va, porque la economía va bien (no, ya va a la baja), los entes internacionales tendrán que vigilar (¿cómo nos fue a nosotros con la ONU, OEA y demás con Chávez y Maduro?) y la gente de allá lo apoya (¿ya dejaron de negar que Chávez fue hiper-ultra-mega popular?).

Todo porque Bukele, ayer del partido de izquierda y apologista de Chávez y Maduro, dice hoy que es "anti-progre", "anti-woke" y "derecha". No importa la democracia, la demagogia, el populismo y la autocracia. "Es anti-comunista, amigo, entonces aunque sea malo, después lo sacarán".

Aunque se reveló que se había cuadrado con los maras, aunque se supo que cobró 6 millones de dólares por los venezolanos deportados, aunque la ONG y el medio más importante del país tuvieron que irse del país por la persecución y la violencia estatal (que ahora sustituye a la de las pandillas).

Venimos del pasado... 

25 julio 2025

Hard rock noruego, mall screamo de Florida, heavy/thrash argentino, jazz fusión avantgarde demencial, rock experimental bizarro, post-rock/metal con shrieks

1. Streets Of Fire (2025) de Motorjesus: Desde Noruega, un buen hard rock / heavy metal, rock muscular y clásico, con algo de comentario social. Divertido. 3,9 de 5.

2. A Cure to Poison the World (Deluxe- de febrero de 2025 reeditado en julio de 2025) de The Requiem. Un disco para volver a dejarse la pollina, ver MTV y sacar el delineador. Aunque es una versión radial y digerible, sigue juntando elementos vocales del screamo y la música más cercana al pop punk que estuvo el emo, con una dosis de post-hardcore que lo eleva. Suena muy noventero, pero con guiños al metalcore y claramente, a las letras, estética y formas del emo más depresivo, funerario y fashion.

Emo-pop, Mall Screamo y Post-hardcore. Me gustó muchísimo más ahora que la primera vez. Un 3,9 sólido con buenos gritos, guitarras bien producidas y puro sentimiento. Incluso sus baladas, sin ser desgarradoras, hacen un buen balance de performance y sentimiento, gracias a una gran capacidad vocal de su cantante. La versión Deluxe incluye singles fuera del disco de cuando se llamaban L'exquisite Douleur. 

3. Perros sin fe (2025) de Bajo Control Heavy Metal: heavy/thrash argentino, con guitarras groove, batería potente y una voz como la de Iorio, en la misma onda de Hermética y Malón y en menor medida de ANIMAL. 3,6 de 5 aunque el bajista lo hace increíblemente.


4. We Used To Cut The Grass #2 (2025) de We Used To Cut The Grass. Los músicos de Thank You Scientist en otro proyecto, pero sin nada de guitarras distorsiondas, esto es jazz fusión avantgarde, loquísimo, experimental y muy demente. 4,8 de 5.

5. Cadejos (EP, 2019) y Those Who Pass Between Fleeting Words (EP, 2023) de Mamaleek: remasterizados y publicados juntos en 2025. Ruidoso y demencial rock experimental, que dentro de su caótica locura puede incorporar música industrial, trip hop, black metal, música y narraciones de Medio Oriente, jazz y post-rock. Es un proyecto de un solo hombres, después que murió su hermano, de San Francisco, California.

6. The Fine Line Between Heaven and Here (2025) de Ba'al: hace una extraordinaria combinación de post-metal, post-rock y black atmosférico, apenas rozando el post-black, con canciones épicas con diferentes escenas gracias a una cuidadísima composición, y muchos arreglos de cuerdas. 

Son realmente distintos porque la voz es más tradicionalmente black mientras las guitarras se quedan en campo de experimentación y distorsiones no extremas, aunque en el tema final, Legasov, además de los guturales y los shrieks, hay riffs más brutales, incluso haciendo unas disonancias y usando armónicos, aunque aún más cerca del post-metal que del black, aunque las voces más vampíricas e incluso depresivas pueden ayudar a que sea difusa la diferencia.

Así puedes escuchar una calmada sección intimista, luego complejas formas instrumentales de post-metal, ligeramente progresivo, y luego shrieks ardientes (cortesía de Joe Stamps de Hecate Enthroned) sobre lo que podría estar en un disco de Godspeed You Black Emperor o Sprain, con riffs con distorsión alternativa, formas regresivas y sonidos invertidos, circulares, concéntricos y más propios de la exploración que de lo extremo, sin dejar de ser metaleros. 4,7 de 5. Son de Sheffield, Reino Unido.

24 julio 2025

Lo nuevo de Bush (post-grunge), Slaughter To Prevail (groove/deathcore), Daron Malakian and Scars On Broadway (metal alternativo)

1. I Beat Loneliness (2025) de Bush. Nunca le hice mucho caso a esta banda, especialmente porque la voz languidecida nunca me gustó. Ahora, me sorprenden sus buenos riffs potentes, ya no sólo de rock alternativo y post-grunge sino incluso de metal alternativo, djent y nü-metal, sin nombrar las pistas de música electrónica noventera, entre big beat y hardcore. Hasta la voz de Gavin Rossdale parece menos molesta. 4,2 de 5. Una mejora increíble en mi radar. Sí, británicos residenciados en EEUU. 

2. GRIZZLY (2025) de Slaughter to Prevail: aunque no soy fanático del pig squeal profundo ni de Alex Terrible en particular, este disco de los rusos residenciados en Florida está divertido y raro, en que ahora son más alternativos y menos brutales, sin dejar de ser muy pesados, han transformado su estilo. Eso tiene pros y contra, lo malo es que por momentos se siente que lo pesado es casi una mueca, un remedo, como en Conflict y en otras permite hacer cosas que serían imposibles para una banda de metal extremo.

Muy extraña esa ranchera y esas pistas pseudo-latinas en los primeros temas pero es bestial lo que hacen con las guitarras, aunque al mismo tiempo básico. Es como groove metal y nü-metal, que es densificado con deathcore y brutal death, en que lo pesado y ritmico está por encima de ser complejo o innovador, aunque los arreglos sinfónicos de Behelit y Rodina le suman mucho. 

3,7 de 5 aunque hay tema que realmente me gustaron mucho más, como Iamdead con el cantante de Falling In Reverse, Song3 con Babymetal y 1984. Son quizás outsiders y alternativos del metal moderno más extremo. Creo que están intentando conocer su lugar preciso, ¿son más Slipknot o más Lamb Of God siendo lejanos de ambos?

3. Los singles de Between The Buried And Me son increíbles: incorporan jazz, swing, funk y new wave en sus largas y épicas suites de djent y metal progresivo con guturales, coros limpios y muchos cambios de tiempo, forma y tono. 

4. Addicted to the Violence (2025) de Daron Malakian and Scars on Broadway: un disco regular, claramente la mitad de SOAD, en que por momentos hay buenas melodías y guitarras con sus melodías armenias, mucho nü-metal y la influencia disímil del punk, heavy metal y rap metal, pero muchas veces te quedas con ganas que sea mejor, que la otra parte de la banda fuese tan buena que él o simplemente mejor. Además, es un poco monótono escuchar su única voz. Me gustaron más las últimas canciones, definitivamente más alternativas, con voces melódicas, guitarras duras con sonidos orientalistas. 3,8 de 5.

5. Breakthrough (2025) de Joe Bonamassa. Suave y genial disco de blues rock / boogie rock. 3,8 de 5. 

23 julio 2025

Mis disco favoritos de 2025: Never Enough de Turnstile: a veces post-hardcore, otras new wave y casi siempre ambas

A veces uno aprecia una banda antes que los demás, antes que sean famosos e incluso tanto tiempo antes que apenas, los recuerdas. Eso me pasó con ellos y ahora que están en mayor reconocimiento, uno dice, al mismo para sí mismo, yo ya sabía (o intuía). Aunque también hay que admitir, el disco con los que los conocí hace ocho años, Time & Space era básicamente hardcore punk y post-hardcore. 



La portada es extremadamente minimalista.


Con el doble single/video SEEIN´ STARS / BIRDS definen claramente lo que hacen y cultivan, por segunda vez después de Glow On, que son una banda que hace post-hardcore y rock alternativo, e incluso metal alternativo y hardcore punk, pero también dream pop, new wave y ambient pop, al mismo tiempo, con humor, creatividad, desenfado, alegría y guitarras que pueden ser psicodélicas, punketas e incluso metaleras, y todo al mismo tiempo. 


Me suena a esa nueva tendencia noventera de tocar canciones pop o radiales a ritmos de guitarras industriales, pero esto es algo extraordinariamente mejor, y sin recurrir al nintendocore. 

Algo quizás tan divertido y osado, similar a lo reciente de The Callous Daoboys así no alcancen sus alturas, sí hacen algo realmente que toma los sonidos ochentosos, de estas escenas tan disímiles y los unen de forma única. Es decir, es punketo ye electrónico pero no es synth punk, al revés, es una especie de hardcore/post-hardcore con sonidos del new wave y el dream pop, incluso ambient y hasta dance, pero pensado desde el concepto de banda, nada de laptops. ¡Grandioso!

Por ejemplo, en la canción I CARE se encuentran magistralmente todas esas influencias, por ejemplo. Y DREAMING es una locura con esos ritmos latinos y new wave junto a guitarras punketas. DULL es otra joya y ni hablar de LOOK OUT FOR ME, con sus bases discotequeras y pianos oníricos, siempre acompañadas de guitarras hardcoreras y ritmos rapcore, voces con reverb y atmósfera industrialosa. SLOWDIVE es otra gran canción, partiendo desde el metal alternativo, con las guitarras más potentes pero igualmente rítmicas y electrónicas, que pueden recordar a War Pigs de Black Sabbath.

Un par de excepción, CEILING y la del cierre, MAGIC MAN, que no tienen nada.

La banda es Brendan Yates en las voces, Daniel Fang [D-Fang] en la batería, Franz Lyons [Freaky Franz] en bajo y voces, Patrick McCrory y Meg Mills en guitarras. Entre los invitados, haciendo pequeñas partes, están el jazzista Shabaka en las flautas, Hayley Williams de Paramore y la cantante de country pop alternativo Faye Webster en los coros.

Power sinfónico corsario británico (Alestorm), compilado funk rock de Queen, el inicio de Lingua Ignota (neoclassical darkwave), death sueco

1. No Grave But The Sea (2017) de Alestorm. Los siempre divertidos y muy técnicos piratas que combinan folk metal, sinfónico y power metal, shrieks, humor y arreglos progresivos para contar sus historias de los siete mares extremos.

2. While Bearing Teeth (2025) de The Contorsionist. Pero no la banda de djent y metal progresivo, sino otra allí de indie pop folk. Escuché unas canciones, una vaina aguada total. 2 de 5.

3. Funk (2025) de Queen: otro compilado de los más grandes. Las canciones más comerciales, pop, sexy y radiales, gracias a muchísimo bajo, pero no siempre afortunadas de los más grandes. Claro, está la inmensa Another One Bites The Dust y el éxito radial You Don´t Fool Me. Aunque también incluye algunas buenas canciones guitarreras. Diría que 3,7 de 5.

4. Let the Evil of His Own Lips Cover Him (2017) de Lingua Ignota. Meses antes del devocional, electrónico e intimista All Bitches Die, e incluso dos años antes del Caligula, cuando añadió black metal y noise a su propuesta, Kristin Hayter había publicado un debut de cinco temas, el Día de San Valentín, con su impresionante voz de soprano, órganos de iglesia, pianos y mucha manipulación digital con noise, samples y sonidos torturados de fondo.

Además, el lanzamiento original tiene un versión extraña de Bad Boys del jamaiquinos Inner Circle (que no está en Deezer ni Spotify pero sí en Youtube y Soundcloud).

El disco bebe de la música litúrgica cristiana, el neoclassical darkwave, el death industrial y Lied (música venida del romanticismo alemán con solo voz y piano) y son cuatro de los 13 temas de su tesis de grado de Artes Aplicadas, publicada apenas un año antes en Chicago, que incluyó además un performance y videos como conté aquí, sobre la normalización del abuso doméstico y la violencia de género contra las mujeres. Este disco, también increíble, recordando a Diamanda Galas aunque más contemporáneo y electrónico, tiene un 4,5 de 5.

5. Grip of Ancient Evil (2025) de Entrails. Usualmente me gusta mucho su death metal pero salvo algunos temas, este disco está más bien flojo, repetitivo y aburrido. Y es música extrema, jóvenes. 3,3 de 5. Creo que le faltó algo más de velocidad o volumen, además de riffs más novedosos. Es demasiado ambivalente, porque dentro de una misma canción hay oscuridad en forma de death doom pero también algo que parece inacabado, apresurado o poco logrado como en Inner Demon.

6. Never Enough (2025) de Turnstile: de mis discos favoritos del año. Acá publiqué una reseña más larga. Dream pop, hardcore, post-hardcore, new wave, rock y metal alternativo en una sola pieza.

22 julio 2025

Hip hop clásico de Filadelfia, rock alternativo industrial polaco, hip hop/trap brasileño, sludge/doom colombiano, thrash/death italo-sirio-holandés, brutal death de Maryland, metal alternativo neozelandés

1. Transition of Power (2025) de Dell-P. Verdell Smith de Filadelfia, Pennsylvania, con rap, boom bap y hip hop. 3,5 de 5. Es hip hop clásico, nombrando a Jazzy Jeff & The Fresh Prince y Schooly D. Es histórico, con letras sociales y de reflexión. Siempre refresca alguien que rescata los orígenes.

2. Syk (2025) de Snakes Snakes Snakes. Rock alternativo industrial / noise rock, con voz femenina desde Polonia. Es igualmente psicodélico, noise pop y algo garage, con un toque tan encantador como salvaje, gracias a arreglos electrónicos y sincopar riffs pesados, con muchísimo fuzz, con un bajo muy denso y voces limpias que andan el camino medio entre lo melódico y lo punk. 4,3 de 5.

3. Independente do sufoco seguirei fazendo estrago (Ep, 2025) de Dandara: artista brasileña emergente, que combina rap, hip hop y trap con sonidos electrónicos underground de subculturas de Internet de emo-pop. Bastante buena e interesante. 3,7 de 5.

4. Relictos nefandos (2025) de Dungeon: increíble discazo de doom/sludge metal de Santander, Colombia, con temas larguísimos, ritualistas, enigmáticos y disonantes, muy ocultistas pero también con una alta calidad interpretativa, con momentos stoner y psicodélicos, sin dejar de ser tenebrosos. 

El bajo es fangoso, la batería ruidosa y hay una atmósfera lo-fi con guitarras con distorsión brillante, junto a un shriek/narración agria con mucho reverb, totalmente ochentoso pero obviamente intencional. Me gustó mucho. 3,8 de 5. Tienen el mismo baterista que Crocell, también de Santander, en que hacen un black atmosférico con la misma lograda crudeza vintage. Un detallazo es que cuando lo reproduje en Deezer, aunque todos los temas son de entre 10 y 14 minutos, algunos aparecían más cortos pero se iban alargando mientras sonaban, añadiendo segundos cada vez se acercaba el final. 4,3 de 5.

5. Horror Trance (Ep, 2025) de Pitchfork: thrash/death holandés con montones de invitados, sonando bestia, rápido y con un sonido atronador clásico. Su cantante/guitarrista es sirio nacionalizado holandés y su baterista un italiano que también se mudó a Amsterdam. 3,8 de 5. Falta saber más.

6. Epoch Of Immortality (Ep, 2025) de Bludgeoned by Deformity: nostálgico brutal death noventero, con su sabor groovy venido del beatdown hardcore, especialmente en la voz, que parece un Max Cavalera underground. Suena entre industrial y lo-fi, muy grave y denso, apenas audible pero, una vez más, intencionadamente brumoso. Me gusta 3,7 de 5. Su tema False Deliverance con Pyrexia es definitivamente el mejor, por mucho. 

7. Re-evolution (2025) de Devilskin. Banda de metal alternativo de New Zelanda, con vocalista femenina (Jennie Skulander) que combina post-grunge, rock alterantivo, hard rock y algo de groove, tanto en voz como en riffs. Está bueno, aunque le falta algo distintivo además de consistencia, porque hay temas muy alternativos y luego otros más caóticos, incluso con guturales. 3,3 de 5.

8. 33 Curses at the Nazarene (2025) de Mind Snare: brutal death italiano, muy claramente influenciado por Cannibal Corpse, el Deicide más bestial y Napalm Death. Tan grotesco, veloz y pesado como se espera, combinando grind y death pero por separados, alternando, así que los temas son entre 2 y 3 minutos, con golpes de redoblante veloz y también arreglos percusivos más elegantes y diversos. Divertidamente extremo, aunque claramente derivativo. 3,9 de 5. 

9. Deathspitter (2025, EP) de Bloodcrusher. Slam/brutal death de Oregon, con Dave Wolfe McKey como máximo responsable. Una aplanadora de huesos, sedienta de tripas y sesos, hay sangre por doquier en esos riffs gore, llenos de armónicos y guturales de pig squeal profundo del chileno Hugo Ojeda. 3,6 de 5. 

21 julio 2025

Lo nuevo de Wet Leg (indie punk garage), death progresivo hiper-melódico francés, rock/metal progresivo, alternativo y gótico sueco (Katatonia), Sting en vivo, metal progresivo/alternativo de Túnez, p-funk, progresivo ambient, groove/metalcore de Lituania, mathcore/metalcore, death de Costa Rica, post-metal /sluge de Chequia

1. A Cold Black Day (2016, remasterizado y publicado en 2025) de Carcariass: esta banda francesa me ha asombrado demasiado por su sonido, es la banda de death progresivo más melódica que he escuchado, con riffs y un sonido tan pulidos y suave que contrasta con la rudeza y extremismo de la construcción del sonido, del gutural poderoso y de la brutalidad de la batería. Es un logro increíble que los hace especialmente seductores. 4,3 de 5. El disco salió bajo el nombre de  Mindwarp de Suiza y ahora es presentado como discografía de la francesa, que puso tres de los cinco miembros.

2. Nightmares as Extensions of the Waking State (2025) de Katatonia. Sigo felizmente enamorado de mi esposa Aruska y de esta banda que redescubrí más tarde. Este disco, con rock progresivo, goth metal y metal alternativo, con guiños de doom, me gusta mucho. Este disco le di 4,6 de 5 y lo reitero. Me encantaría verlos en vivo pronto.

3. Live 3.0 (2025) de Sting. 4,5 de 5.


4. Karma (2023) de Myrath: más de metal progresivo contemporáneo, fusionando con música de Medio Oriente y especialmente mucho metal sinfónico, folk metal y claro, momentos de amplia accesibilidad pop y metal alternativo. 

De Túnez/Francia para el mundo, y aunque los puristas no quieran calificarlos como prog, aunque claro, hay momentos de arena rock / AOR pero con raros arreglos y cambios de tiempos y texturas. En mi segunda o tercera escucha, me gustó mucho más.

Lo mejor es la grandiosidad de las orquestaciones, con cuerdas, trombón, trompeta y saxofón reales, e incluso Qraqeb o Karkabou, castañuelas marroquíes, siempre lideradas por melodías de instrumentos árabes pero además, potenciadas con teclados y guitarras inmensas, que le dan una energía increíble. Es un discazo, que quizás rompa esquemas estrictos. Me gusta muchísimo. 4,7 de 5. 

5. Album of the Year #1 Funkateer (2025) de Bootsy Collins. Uno de los músicos que colaboró con George Clinton en Funkadelic y Parliament ayudaron a crear el P-Funk, y este disco es la más reciente producción del bajista con decenas de cantantes e invitados del hip hop estadounidense. Algunas guitarras pesadas, mucha psicodelia y RnB acompañan al disco, sabroso, claramente funk y espacial. Creo que lo que más disfruté fue la incorporación e influencias del rock psicodélico, el space rock y el rock experimental, con el último tema dedicado a Buckethead. Porque con él Bootsy compartió en la banda de metal alternativo y experimental Praxis, liderada por Bill Laswell. 4,3 de 5. 

6. The Warmth of a Dying Sun (2017) de Employed To Serve. El mathcore / metalcore brutal, enredado y agresivo que me encanta, lleno de gritos, armónicos, guitarras densas y creatividad caótica, angular y progresiva. 4,7 de 5. Aunque es una banda que me encanta, ya no son la locura destructiva que eran.

7. Liquid Stone (2025) de Whispers Of Granite. El proyecto de metal alternativo/ambiente/progresivo de la cantante noruega Trude Eidtang y el multi-instrumentista alemán Andreas Hack. Es música suave, ligera, con momentos de majestuosa progresividad aunque siempre en un modo calmado, contemplativos y casi de místicos. Lo mejor está en combinar arreglos de bajo y teclados, así como la gran voz de ella. 4 de 5.

8. NIL (2025) de Black Spikes: Una banda rara de groove/metal alternativo/metalcore, cuyas influencias van del trap metal al djent, pasando por el black melódico, voz femenina en shriek y melodías limpias, de Lituania. Es bestial, diferente y potente. 4,3 de 5.  Está compuesta por Simona Karinauskaite (bajo), Mantė Gužėnaitė (batería), Agnieška Vrubliauskienė (vocales) y Dovilė Virbalaitė (guitarra). 

9. moisturizer (2025) de Wet Leg: segundo disco de este dúo femenino de indie rock, ruidoso, atrevido y algo desenfadado, con garage rock y dance-punk, lo que le da esa amplitud para ser agresivas y al mismo tiempo, bailables o burlonas, según se vea. Según RYM hay indie pop y post-punk, aunque para mí en muy menor medida. Recuerdo que se habló demasiado de su debut, al que apenas recuerdo, pero este disco me gustó bastante, bien guitarrero y pop noise. 4,2 de 5. 

10. Altar of Brutality (2025) de Mortual. Debut de esta banda tica de death metal. Pura muerte, mae. Es oscura, subterránea, veloz y perversa. Bastante vintage en sus riffs pero con alta capacidad interpretativa. Un poco de Obituary, Deicide y Monstrosity entre las claras influencias. 4,2 de 5.

11. Amen (2025) de Lvmen. Discazo de slugde atmosférico, post-metal y post-hardcore, metal progresivo y mucho stoner, realmente increíble, que con esta combinación audaz te arroja paletazos y misiles de claroscuro, en que la suciedad y brutalidad de gritos y guitarras, llenas de fango, torbellinos de arena y taladros, también tenga momentos melódicos, de rock psicodélico calmado y contemplaciones siderales, en medio de una discordante batalla de concreto, explosiones y riffs que son igualmente stoner, progresivos, asesinos y monstruosos. A veces siento que escucho dos bandas en una, algo como The Mars Volta con Sermon, porque tiene una ritmicidad que es ajena al post-rock, al metal e incluso al stoner.

4,8 de 5. Suena apocalíptico y misterioso, lúgubre y al mismo tiempo, seductoramente cinemático, gracias a arreglos de cánticos, sintetizadores y orquestaciones, pero también sabroso, como con toques de funk/groove, gracias a los momentos progresivos, aunque el post-metal le añade otra capa nuclear: con disonancias extremas, percusiones en avalancha y raras atmósferas. Su propuesta visual y conceptual es magnífica. De mis discos favoritos del año.

12. Only Hore's & Divorce's (2025) de Horerotted: brutal death / grindcore, toquecitos de lam, poderosísimo, del británico Sam Taylor, el mismo de Porkfarm. 

13. Sangvareh (2025) de Sabke Morde: qué increíble día, y más con esta banda tan sorprendente, oscurísima y misteriosa, tan difícil de clasificar. Además de venir de Irán. Porque aunque podría decir que hay metal sinfónico por las orquestaciones realistas y grandiosas, aunque es más bien algo como música de cámara experimental y vanguardista, con noise, coros operísticos y canto de garganta.

Podríamos hablar de dark jazz y metal progresivo, quizás post-metal o death doom, aunque suena es más bien a soundtrack de terror, con mucha intervención digital, en que a veces hay momentos de guitarras metaleras, así como muchos samples terroríficos y dark ambient. Todo producido por el multi-instrumentista Siavash Sabke Morde (سیاوش سبک مرده). Las voces son shrieks, coros de voces, líneas de soprano y cánticos de Medio Oriente.

Este disco, que también es conceptual como los dos anteriores, tiene los siguientes músicos: Siavash Sabke Morde – voz, batería, guitarras, bajo, piano, teclados, efectos de sonido como autor y de sesión:

Kambiz Radmehr – saxofón. Archie Murphy – trombón, fagot. Joshua Stephenson – trompeta. V. Petrosian – fliscorno. Erfan Hop – trompas, tuba. Sevin Fallahi – clarinete. Tina Abd – flauta. Daniel MP – violín, viola, violonchelo. Sanaz Alf – violín. Sara Kalan – soprano. Austin Redding y Melina Redding – coro. 4,9 de 5.