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21 julio 2025

Lo nuevo de Wet Leg (indie punk garage), death progresivo hiper-melódico francés, rock/metal progresivo, alternativo y gótico sueco (Katatonia), Sting en vivo, metal progresivo/alternativo de Túnez, p-funk, progresivo ambient, groove/metalcore de Lituania, mathcore/metalcore, death de Costa Rica, post-metal /sluge de Chequia

1. A Cold Black Day (2016, remasterizado y publicado en 2025) de Carcariass: esta banda francesa me ha asombrado demasiado por su sonido, es la banda de death progresivo más melódica que he escuchado, con riffs y un sonido tan pulidos y suave que contrasta con la rudeza y extremismo de la construcción del sonido, del gutural poderoso y de la brutalidad de la batería. Es un logro increíble que los hace especialmente seductores. 4,3 de 5. El disco salió bajo el nombre de  Mindwarp de Suiza y ahora es presentado como discografía de la francesa, que puso tres de los cinco miembros.

2. Nightmares as Extensions of the Waking State (2025) de Katatonia. Sigo felizmente enamorado de mi esposa Aruska y de esta banda que redescubrí más tarde. Este disco, con rock progresivo, goth metal y metal alternativo, con guiños de doom, me gusta mucho. Este disco le di 4,6 de 5 y lo reitero. Me encantaría verlos en vivo pronto.

3. Live 3.0 (2025) de Sting. 4,5 de 5.


4. Karma (2023) de Myrath: más de metal progresivo contemporáneo, fusionando con música de Medio Oriente y especialmente mucho metal sinfónico, folk metal y claro, momentos de amplia accesibilidad pop y metal alternativo. 

De Túnez/Francia para el mundo, y aunque los puristas no quieran calificarlos como prog, aunque claro, hay momentos de arena rock / AOR pero con raros arreglos y cambios de tiempos y texturas. En mi segunda o tercera escucha, me gustó mucho más.

Lo mejor es la grandiosidad de las orquestaciones, con cuerdas, trombón, trompeta y saxofón reales, e incluso Qraqeb o Karkabou, castañuelas marroquíes, siempre lideradas por melodías de instrumentos árabes pero además, potenciadas con teclados y guitarras inmensas, que le dan una energía increíble. Es un discazo, que quizás rompa esquemas estrictos. Me gusta muchísimo. 4,7 de 5. 

5. Album of the Year #1 Funkateer (2025) de Bootsy Collins. Uno de los músicos que colaboró con George Clinton en Funkadelic y Parliament ayudaron a crear el P-Funk, y este disco es la más reciente producción del bajista con decenas de cantantes e invitados del hip hop estadounidense. Algunas guitarras pesadas, mucha psicodelia y RnB acompañan al disco, sabroso, claramente funk y espacial. Creo que lo que más disfruté fue la incorporación e influencias del rock psicodélico, el space rock y el rock experimental, con el último tema dedicado a Buckethead. Porque con él Bootsy compartió en la banda de metal alternativo y experimental Praxis, liderada por Bill Laswell. 4,3 de 5. 

6. The Warmth of a Dying Sun (2017) de Employed To Serve. El mathcore / metalcore brutal, enredado y agresivo que me encanta, lleno de gritos, armónicos, guitarras densas y creatividad caótica, angular y progresiva. 4,7 de 5. Aunque es una banda que me encanta, ya no son la locura destructiva que eran.

7. Liquid Stone (2025) de Whispers Of Granite. El proyecto de metal alternativo/ambiente/progresivo de la cantante noruega Trude Eidtang y el multi-instrumentista alemán Andreas Hack. Es música suave, ligera, con momentos de majestuosa progresividad aunque siempre en un modo calmado, contemplativos y casi de místicos. Lo mejor está en combinar arreglos de bajo y teclados, así como la gran voz de ella. 4 de 5.

8. NIL (2025) de Black Spikes: Una banda rara de groove/metal alternativo/metalcore, cuyas influencias van del trap metal al djent, pasando por el black melódico, voz femenina en shriek y melodías limpias, de Lituania. Es bestial, diferente y potente. 4,3 de 5.  Está compuesta por Simona Karinauskaite (bajo), Mantė Gužėnaitė (batería), Agnieška Vrubliauskienė (vocales) y Dovilė Virbalaitė (guitarra). 

9. moisturizer (2025) de Wet Leg: segundo disco de este dúo femenino de indie rock, ruidoso, atrevido y algo desenfadado, con garage rock y dance-punk, lo que le da esa amplitud para ser agresivas y al mismo tiempo, bailables o burlonas, según se vea. Según RYM hay indie pop y post-punk, aunque para mí en muy menor medida. Recuerdo que se habló demasiado de su debut, al que apenas recuerdo, pero este disco me gustó bastante, bien guitarrero y pop noise. 4,2 de 5. 

10. Altar of Brutality (2025) de Mortual. Debut de esta banda tica de death metal. Pura muerte, mae. Es oscura, subterránea, veloz y perversa. Bastante vintage en sus riffs pero con alta capacidad interpretativa. Un poco de Obituary, Deicide y Monstrosity entre las claras influencias. 4,2 de 5.

11. Amen (2025) de Lvmen. Discazo de slugde atmosférico, post-metal y post-hardcore, metal progresivo y mucho stoner, realmente increíble, que con esta combinación audaz te arroja paletazos y misiles de claroscuro, en que la suciedad y brutalidad de gritos y guitarras, llenas de fango, torbellinos de arena y taladros, también tenga momentos melódicos, de rock psicodélico calmado y contemplaciones siderales, en medio de una discordante batalla de concreto, explosiones y riffs que son igualmente stoner, progresivos, asesinos y monstruosos. A veces siento que escucho dos bandas en una, algo como The Mars Volta con Sermon, porque tiene una ritmicidad que es ajena al post-rock, al metal e incluso al stoner.

4,8 de 5. Suena apocalíptico y misterioso, lúgubre y al mismo tiempo, seductoramente cinemático, gracias a arreglos de cánticos, sintetizadores y orquestaciones, pero también sabroso, como con toques de funk/groove, gracias a los momentos progresivos, aunque el post-metal le añade otra capa nuclear: con disonancias extremas, percusiones en avalancha y raras atmósferas. Su propuesta visual y conceptual es magnífica. De mis discos favoritos del año.

12. Only Hore's & Divorce's (2025) de Horerotted: brutal death / grindcore, toquecitos de lam, poderosísimo, del británico Sam Taylor, el mismo de Porkfarm. 

13. Sangvareh (2025) de Sabke Morde: qué increíble día, y más con esta banda tan sorprendente, oscurísima y misteriosa, tan difícil de clasificar. Además de venir de Irán. Porque aunque podría decir que hay metal sinfónico por las orquestaciones realistas y grandiosas, aunque es más bien algo como música de cámara experimental y vanguardista, con noise, coros operísticos y canto de garganta.

Podríamos hablar de dark jazz y metal progresivo, quizás post-metal o death doom, aunque suena es más bien a soundtrack de terror, con mucha intervención digital, en que a veces hay momentos de guitarras metaleras, así como muchos samples terroríficos y dark ambient. Todo producido por el multi-instrumentista Siavash Sabke Morde (سیاوش سبک مرده). Las voces son shrieks, coros de voces, líneas de soprano y cánticos de Medio Oriente.

Este disco, que también es conceptual como los dos anteriores, tiene los siguientes músicos: Siavash Sabke Morde – voz, batería, guitarras, bajo, piano, teclados, efectos de sonido como autor y de sesión:

Kambiz Radmehr – saxofón. Archie Murphy – trombón, fagot. Joshua Stephenson – trompeta. V. Petrosian – fliscorno. Erfan Hop – trompas, tuba. Sevin Fallahi – clarinete. Tina Abd – flauta. Daniel MP – violín, viola, violonchelo. Sanaz Alf – violín. Sara Kalan – soprano. Austin Redding y Melina Redding – coro. 4,9 de 5.

19 julio 2025

Lo nuevo de Calva Louis (djent/metalcore vene-británico), hip hop australiano, sludge/doom/drone infernal de Oregon, groove/melodeath francés, brostep/hyperpop en homenaje a Mi Pequeño Pony, ambient/post-rock, DnB atmosférico, metal/shoegaze

1. Let the World Burn (2025) de C. Rae (Australia), Crooked Halo y montones de artista de hip hop. Lo había escuchado en marzo. Me gustó mucho Goodbye con una voz similar a la de Kelis de My Milkshake. 3,7 de 5. Hay gangsta, RnB, hardcore y horrorcore.

2. Submersus (2025) de Hell: desde el averno con distorsión, es una bestia de sludge / doom y drone metal, pero mucho más porque el prime tema tiene shrieks de black y el tercero, una especie de interludio, sobrevuela el post-metal para más tarde detenerse mucho más en el drone contemplativo, con riffs lentos y extendidos.

El trabajo solitario de Matthew Scott Williams, desde Salem, Oregon, quien es baterista de Asphalt, cuyo instrumentista y cantante está invitado como vocalista en el primero de los 5 temas llenos de oscuridad, capas de guitarras aserradas, atronadoras y subversivas, en polirritmos con intenciones infernales de socavar el alma del oyente. El tema final une todo lo evocado anteriormente. 4,3 de 5. 

3. Tales of the Black Dawn (2015) de Dagoba. Groove/melodeath de Marsella, Francia pero también tiene otros matices, como en el tema The Loss, con metal alternativo y algo de post-grunge y emo, e incluso algunos arreglos orquestales. Me gusta más que otros compañeros de género porque la voz es un poco más industrial, tipo At The Gates y la música también es más pesada, siendo al mismo tiempo más experimental y por tanto con arreglos menos obvios, como voces limpias en coro y guitarras con distorsiones raras.

4. Love & Ponystep (2025) de Vylet Pony: Música rara pero realmente bien producida, de micronicho de subcultura de Internet. En este Zelda Trixie Lulamoon, hace electropop lleno de brostep, hyperpop, trap, glitch hop, indietronico, trap y dance-pop más locuras como complextro y digicore en que My Little Pony y Counterstrike son recordados y alabados con música electrónica dance dura, rara y poco comercial, con voces de anime. La llamada Brony Music. Por supuesto, prefiero su versión más rockera y transgresora de Monarch Of Monsters (2024). 

5. Todschick (2025) de Nachtblut: estos tipos me agradan demasiado, con su combinación de black metal sinfónico, metal industrial y Nueu Deutsche Harte, que suena a Rammstein con Cradle Of Filth, aunque según Metallum son gothic metal extremo. Este séptimo disco no decepciona en este sentido, no sólo por las voces que suenan a las narraciones góticas y arrastradas de Dani Filth, Till Lindemann y Marilyn Manson, sino además las alegres melodías de folk metal medieval y canciones de piratas, las divagaciones puramente electrónicas totalmente bailables y los momentos duros de black gótico, que finalizan con un increíble tema como de soundtrack apoteósico de cine western, que combinan de forma bizarra con shrieks y guitarras metaleras, pero que revelan las orquestaciones cuidadas e impresionantes que agregaron al disco. 4,5 de 5.

6. Nevertheless (2025) de Hammock. Ambient/post rock muy bien hecho y producido, con bellos arreglos orquestales, pero que apenas emociona. 2,5 por aburrido.

7. motionblur (2025) de Split Chain: después de varios buenos singles, aparece el debut de esta banda de Bristol, Reino Unido, de metal alternativo / shoegaze con momentos de post-hardcore, grunge y emo, de voz melódica, guitarras densas y brumosas, con un gran acento noventero, con momentos cruzados por sonidos similares a Nirvana y Deftones. 4,3 de 5 pero sabroso.

8. Guardian (2025) de TURQUOISEDEATH: Desde Londres, drum n bass atmosférico, progressive breaks, con algo de trance progresivo, Jungle, space ambient y según, Dreampunk, 3,9 de 5. Este disco aparece como el mejor disco de DnB atmosférico y breaks progresivos de la historia, el noveno mejor del 2025. Seguramente eso se va a equilibrar con las semanas. Al final quinto tema, de 30 minutos exactos, hay un poco menos de DnB más de trance e incluso algo de post-rock y psicodelia. 

9. Edge of the Abyss (2025) de Calva Louise: una monstruosidad de metal avantgarde, metalcore, djent, metal alternativo y progresivo, con un cuatro sonando en Aimlesss, liderados por la cantante, tecladista y guitarrista Jess Allanic, que grita increíblemente bien, más los arreglos imposibles, cruzados, con tiempos atravesados y potentísima música, que además de los cambios de tonos y guitarras complejísimas, tiene pianos, voces limpios y sonidos alternativos. Un sólido 4,7 de 5. 

Un disco bilingüe y multicultural. En el tema Lo Que Vale también se escuchan acordes de música venezolana en los riffs y algo de ritmos afrovenezolanos en algunos arreglos de batería. Increíble el tema El Umbral, entre rock alternativo y djent. Aunque la mejor es la genial La Corriente. 

13 julio 2025

Debut de Ella Feingold (jazz/funk), viking/doom/black de Suecia (Ereb Altor), rarezas del Moon Safari (Air), death melódico progresivo de Boston, black sinfónico polaco

0. No fui al kárate sábado ni domingo, ayer me sentí culpable por quedarme viendo tele hasta tarde pero hoy fue que apenas me pude desesperezar y levantar, estoy agarrando mínimo aún después de dos semanas sin entrenar.

1. Different Strokes For Different Folks (2025) de Charlie Hunter y Ella Feingold – Según la página web de Hunter: "Ella Feingold es una guitarrista, compositora y orquestadora ganadora del Grammy, reconocida por su acaudalada fortuna [WTF!], su sofisticación armónica y su innovación técnica. Estudió con el legendario Spanky Alford, donde dominó el fraseo soul-jazz con influencias gospel antes de embarcarse en una carrera interpretando y grabando con Queen Latifah, Erykah Badu, Bruno Mars/Silk Sonic [discazo magnífico], The Roots y Jay-Z.

Considerada por Hunter como "una de las guitarristas más rudas y pulidas del planeta", la forma de tocar de Ella se define por su dominio de la guitarra rítmica, combinando síncopa, voces complejas y un groove profundo con influencias del funk, el gospel y el jazz. Es pionera de la afinación invertida, inspirada por Chris Weisman, que permite estructuras armónicas frescas y voces inaccesibles en la afinación estándar. Este enfoque único da forma a su sonido característico, combinando exuberantes inversiones de acordes, líneas de bajo movibles y un fraseo melódico expresivo.  

Different Strokes For Different Folks es su debut. El álbum marca un punto de inflexión para Ella, quien vio por primera vez a Charlie Hunter tocando con Leon Parker en el Regatta Bar a finales de los 90. Nunca imaginó tocar y grabar con Charlie décadas después, como compañera y amiga. Como proyecto exploratorio de dúo, ambos participan en conversaciones dinámicas e improvisadas a través de sus instrumentos, creando un intercambio interactivo que explora el ritmo, el espacio y las texturas sonoras. Ella toca una Fender Strat mexicana con cuerdas invertidas, una púa de fieltro para ukelele, un Fender Princeton Reverb de 1967 y un filtro Ensoniq ASR-10 VCF.

Grabado con un sonido crudo, casi lo-fi y muy acústico, se pasean por el jazz, el funk y el gospel. 4,3 de 5.

2. Hälsingemörker (2025) de Ereb Altor: Discazo de viking metal, epic doom y black metal de Suecia, combinando voces góticas, buenos shrieks, guitarras metaleras y atmósferas de misterio, cambiando de la introspección oscura a la rabia explosiva, siempre con aires fantásticos y emocionales. 4,7 de 5.

3. Moon Safari Rarities (25th Anniversary Edition, 2024) - AIR. De mis discos favoritos de la vida y sin duda, el mejor del dúo de house francés. Para ser más explícitos y exquisitos: downtempo, ambient pop, space age pop y neo-psicodelia, además de pop francés e indietronica. 

4. Erasure Of Color (2025) de Aversed: Segunda vez que escucho este disco increíble de esta banda de Boston, apenas su segundo en su carrera, que como dije antes, es como una versión más extrema de Jinjer, en que la música alternativa, la fusión progresiva y los riffs son combinaciones de blackgaze, metalcore y death melódico, en que lo alternativo y lo extremo son elementos de su claroscuro. 4,8 de 5.

5. Fading Leaves (EP, 2025) de Dainsleif: también de Boston (aunque el cantante/guitarrista/orquestador es de Alemania), y con  el mismo bajista de Aversed está esta maravilla de melodeath progresivo / folk metal sinfónico, en que también hay una extraordinaria producción vocal y arreglos complejos dentro de épicas canciones tan extremas como armónicas, y con un bello hilo narrativo que permite combinar power, riffs disonantes y hasta death progresivo. 

6. Under a Twinkle of a Fading Star (2025) de Yog-Sothoth: repito este debut de black sinfónico polaco que claramente está influenciado por Bal Sagoth, lo cual disfruto y cabeceo. 4,3 de 5.

7. Get to Heaven (versión por el 10mo aniversario, 2015-2025) de Everything Everything. Aunque su Fountainhead (2024) no me impresionó, tengo guardadas un par de canciones de Man Alive (2010) entre mis favoritas, y la abridora de este disco me enganchó de inmediato, To The Blade, con sus momentos de math pop y pop progresivo. 

Pero este disco es mucho más, especialmente electrónico y progresivo: desde Art Pop e Indie Rock principalmente, pasando por new wave, música dance alternativa, dance punk e indietronica, por lo que lo digital y lo analógico se combinan desde distintos ángulos, por lo que se puede sentir una onda británica, bien sea para bailar, rockear o hacer ambas cosas, pero la sensación general es hacer una versión electrónica de rock tropical, ska-rock o garage rock, como un Daft Punk más analógico, un Air reflexivo en vez de solo bailable o delicisoso o quizás The Clash muy electrónico. No es mi género ni estilo favoritos, pero concedo que es agradable de escuchar, que los temas son profundos y bien hechos, y que sigue esa sensación genial entre escuchar con detenimiento para disfrutar de los arreglos, bailar y hasta sorprenderse, como con el tema Warm Healer, con un bajo y orquestaciones increíbles. 4,3 de 5.

12 julio 2025

Flamenco/death metal franco-español (Impureza), metal progresivo instrumental, pop hipnagógico / rock psicodélico, occult/hard rock británico, rock latino (Cuarteto de Nos), rock alternativo progresivo sueco (Soen)

1. Alcázares (2025) de Impureza: potencial disco del año para mí, esta banda francesa de flamenco / brutal death progresivo, que parece un choque entre Paco de Lucía, Nile y Atheist, con el sabor de jazz fusión / metal extremo de Acrania y el sabor del neo-flamenco de elbicho. Son dos franco-españoles (en guitarra y voz) y dos franceses.

Entonces de las guitarras acústicas y el cantao, hay un bajo circular e imposible, una batería altamente técnica, riffs asesinos y arreglos de brutal death, tan enrevesado como bestial, además un grunt/shriek hábil y monstruoso, por lo que crea una fusión distinta, al ser más pesados que lo usualmente pensarías para una fusión con música tradicional. Para mí, 5 de 5. Son franco-españoles, pero residenciados en Orléans, Centre-Val de Loire. 

2. Slowly, Then All at Once (Ep, 2025) de Thrailkill. Power trío de metal progresivo instrumental, con momentos de jazz fusión y djent, e incluso algo de electrónica. Es el trabajo de Wes Thrailkill y varios colaboradores excepcionales, incluyendo los músicos de The Resonance Project.

3. Curse (2025, EP) de Unknown Mortal Orchestra: Bizarra agrupación de Portland, Ohio, de rock psicodélico y hypnagogic pop (una mezcla de "recuerdos de un recuerdo" sobre la cultura de los 60 a los 90, su tecnología y sonidos, entre el rock radial, el new age y el primer synthpop, que suena totalmente vintage, con un sonido intencionalmente lo-fi, misterioso y ocultista, haciéndole honor a su nombre. Creo que es de culto no termina de conquistarme. Incluso creo que este sonido es demasiado crudo a propósito para ser realmente disfrutable. 2,7 de 5. 

4. V: Lamentations (2025) de Wytch Hazel. Hard rock de Preston, Lancashire, Reino Unido, con tintes ocultistas, doom y de heavy tradicional setentoso, incluso con arreglos de folk rock y algunos sintetizadores aunque conceptualmente cristianos. Supongo que es similar al "white metal". Bien vintage, me agradó, 4,2 de 5. 
5. Apocalipsis Zombi (2017) de Cuarteto de Nos: el disco más alternativo de los uruguayos, con muchos arreglos electrónicos y folk, consecuentes con sus letras humorísticas y ocurrentes, con muchas referencias a la cultura de Internet y reflexiones sociológicas. 4,2 de 5.

6. Extraordinarios los singles de Accvsed: llenos de rabia, metalcore y djent con increíbles voces guturales y limpias de post-hardocre, pero también los temazos emocionales y rockeros de Halestorm. 

7. Imperial (2021) de SOEN: la elusiva banda sueca de metal/rock progresivo y metal alternativo que con este disco, aún no siempre la belleza de Lotus, se establece como una marca particular de metal accesible conservando la locura rítmica que imprime Martín López y guitarras complejísimas que pueden ser igualmente melódicas, alternativas y seductoras. Además, este disco establece las bases melódicas del próximo disco, con la última canción, Fortune, compartiendo parte de la letras con la magistral Unbreakable. 4,3 de 5.

8. Pacífico Maravilla (2025) de Nidia Góngora. Maravilloso disco de música del Pacífico colombiano y el Valle del Cauca de la maravillosa Nidia Sophia Góngora Bonilla. La cantautora presenta un disco mucho más folclórico y al mismo tiempo contemporáneo, sin entrar al jazz ni a la fusión electrónica tipo Sidestepper pero tampoco en el Tropipop de sus comienzos. Al contrario, son sintetizadores y mucha aproximación folclorista pero es un disco revelador, con poesía, cultura y aproximación pero en una encrucijada entre lo demasiado académico y lo puramente festivo, pero poniendo pies aquí y allá. Entonces sí, hay dub, salsa, música folclórica y fusión electrónica pero también hay algo novedoso y particular que no es ninguna de ellas. 

04 julio 2025

Electrotango (Bajofondo), black melódico atmosférico y black/death disonante francés, metalcore / mathcore increíble, war metal de Canadá, clásico de Katatonia, metalcore/beatdonw hardcore británico

1. Mar Dulce (2007) de Bajofondo Tango Club. Segundo disco de la banda-proyecto de electrotango de Gustavo Santaolalla con invitados de lujo, de Nelly Furtado a La Mala Rodríguez, Elvis Costello y Gustavo Cerati en el mega clásico El mareo. 4,6 de 5. Producido por Juan Campodónico, que también ha trabajado con Drexler y ampliamente con El Cuarteto de Nos. 

2. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. En la primera escuchada de este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 

La segunda vez le encontré un matiz distinto, como un Summoning más salvaje o un Satyricon menos logrado, además, el tema que le da nombre al disco tiene sus momentos mid-tempo y hasta más rápidos, que le dan sentido y emoción En todo caso, sube a 3,6 de 5, porque tiene sus momentos propios de black/folk, algunas disonancias bastante interesantes y sus propias formas de arpegios melódicos y narraciones. No es arrechísimo pero está decente. 

3. Cult of Uzura (2025) de Skaphos: desde Lyon, Francia, llega el tercer disco de esta extraña combinación de brutal death, black disonante y death/black melódico, con momentos experimentales, tribalistas e incluso progresivos, en la que una profunda voz gutural acompaña una mezcla que va alternando momentos con riffs cavernosos y enredados, una batería bestial y cambiante, momentos disonantes y elegantes con momentos en que hay más técnica y brutalidad que melodía. Para mí es increíblemente bueno, porque tiene hasta temas interludio de guitarras acústicas. 4,7 de 5.


4. Dread Weight (2025) de Orthodox: Metalcore pesado pesado (con guitarras llenas de armónicos y distorsión destructiva de deathcore) con mathcore. Claramente hay grind y brutal death por allí sazonando la sopa de lava y azufre. Hay unos buenos ritmos y riffs de groove pero domina la angularidad matemática y caótica. Es una extraordinaria forma de violencia musical, ruidosa, bestial y misilística. Es como si separaras la parte puramente metálica del Iowa de Slipknot aunque claro que hay influencias del beatdown hardcore.

Su cantante, Adam Easterling, está invitado en el I Don´t Want To See You in Heaven de The Callous Daoboys. 4,7 de 5, sobrado. Son de Nashville, Texas.

5. Rivalry of Thyself (2025) de Prophetic Suffering: black metal bestial (war metal) con brutal death. Una cosa sucia, realmente bestial y densa. Son de Edmonton, Canada. Regular pero sin ser mala. No hay nada especialmente increíble, salvo quizás una buena densidad creada por el bajo y algunos momentos vocales cuando no hacen pig squeal. 3 de 5. Los temas más largos son mejores. 

6. You Exist Because We Allow It (Ep, 2025) de Melting: debut de esta banda bestial de metalcore australiano. 3,8 de 5.

7. Brave Murder Day (1996) de Katatonia. El gran clásico de esta banda que apenas recordaba haber escuchado. La primera grata sorpresa, que Mikael Åkerfeldt es quien hizo las vocales guturales. Lo segundo es que aunque el sonido es death doom gótico, ya se notaba que la banda tenía una idea diferenciada de cómo producir su música. 

El sonido de las guitarras es ciertamente melancólico y depresivo, pero tiene muchos riffs que podrían adivinar cierta influencia de rock clásico por un lado y mucho del rock gótico, post-punk y shoegaze por otro lado, lo que hace que sean disonantes, expansivos y con un sonido brillante, casi luminoso, totalmente distinto a lo sombrío o funeral del género, lo que luego fue retomado en el Sunbather de deafheaven. 

Se nota la intención de agregar melodías y distorsiones alternativas, que podrían pensarse incluso no metaleras sino más cerca de lo que también más tarde sería el post-metal, el blackgaze y el doomgaze, mientras también tenía momentos más oscuros, densos y más claramente, lleno de sonidos litúrgicos. Fue altamente innovador, sobre todo porque el tema Day es algo como dream pop / shoegaze / rock gótico. Este toque emo/gótico se notó luego en Alcest, por ejemplo.

Esto se nota especialmente en el tema Rainroom, quizás el más gótico y shoegaze, que no dejó de ser también profundamente death doom melódico. Y esto último es esencial, porque en lugar de lentas, duras y lúgubres riffs con órganos de apoyo, los riffs tenían arpegios y progresiones de acordes complejas, continuas y circulares, pero enfocadas en aunque sonara duro, construyeran armonías entre las guitarras. En el tema 12 una gran sorpresa, los momentos de metal progresivo.

Ahora, hay que decirlo, a pesar de todo esto, no era ni siquiera black melódico, esto estaba hundido de fondo en lo gótico e incluso lo punk. 4,7 de 5. Ahora, la batería sí es demasiado básica y pobre.

8. Endless Betrayal (2025) de Desolated: metalcore / beatdown hardcore de Southampton, Reino Unido. Potente, divertido, aunque no extraordinario. 3,5 de 5.

01 julio 2025

Progresivo/power de Dallas, Texas, harsh noise/death industrial de Australia, Snoop Dogg, deathcore/brutal/slam death, chamber pop folk, oi! y hardcore punk, clásicos de Queen, mathcore progresivo de Filadelfia

1. Nothing Etched in Stone (2025) de Trascendence: metal / power progresivo de Dallas Texas, que también vuelve después de 22 años sin publicar discos. 3,7 de 5.

2. All the Dead Melt Down as Rain (Ep, 2025) de Uboa. La artista australiana que publicó de los mejores discos de 2024, Impossible Light, en que el darkwave, drum n bass, música orquestal y mucho noise y pistas de sonido ambiental se conjugaron. Ahora vuelve con un puñado de temas, de nuevo en el dark ambiente, death industrial, harsh noise. 

Uboa es Xandra Metcalfe, quien hizo un disco menos instrumental y rico en instrumentos. En este caso se encargó de guitarra, piano, ruido, sintetizador y grabaciones de campo. Con Lulu Collard en la percusión y Joanna Fang en la hoja metálica y efectos de sonido. Creo que es menos logrado que los dos discos que he escuchado, a los que les puse 4,5 como el The Origin of My Depression. Ahora me iría por mucho menos, 3,5.

3. Neva Left (2017) de Snoop Dogg. De verdad no sé nada de hip hop, porque este disco me encantó y en RYM le fue horrible. Es la decimoquinta producción del rapero, alrededor del G-Funk, Gangsta Rap y R&B contemporáneo. Para mí, es un disco sabrosísimo, groove, jazzeadito, incluso vintage y digerible más allá de las letras. Ricas esas pistas. 4,3 de 5. 

4. Focus (2025) de Soft Ffog: hermosura de jazz-rock / rock progresivo noruego, absolutamente setentoso, cercanamente psicodélico, con increíbles solos arpegiados de sintetizadores y un baterista de lujo. Instrumental. 4,6 de 5.

5. Chimères (2025) de Cénotaphe: black melódico francés, disonante, sucio y con una batería arrolladora, y un grito como hueco, hundido, fantasmal, que invoca el paganismo desenfado y básico del primer metal extremo. Me gusta la atmósfera obscura y punketa, pero sin caer en lo básico de Darkthrone. 4,2 de 5. 

6. Blood Consumer (2025, EP) de Velvet Cross: impresionante black metal de Nashville, Tennessee, que no esperaba. Furioso, sumamente brumoso y atmosférico. Y más aún, cierra con una balada acústica, con bella voz limpia pero no operática, de menos de tres minutos, sumamente épica. 4,3 de 5. Son los mismos músicos de la extraordinaria propuesta de Saidan. 

7. Extraction (2025, EP) de LARCɆNIA ROɆ: toda regla tiene su excepción, y este EP de deathcore, slam death y brutal death lo es completamente, porque siendo penetrante y absolutamente extremo, bestial, complicado y destructivo, no cae en repeticiones ni en absurdos, ni siquiera en lo vocal. Teniendo pig squeal y shrieks de deathcore, no es como nada de lo que hubiese escuchado.

No sólo es muy audible (para el género) sino que tiene un sonido cristalino y combinando el ruido analógico con una cuidadosísima post-producción digital que permite escuchar cada uno de los riffs en detalle, mientras que las voces guturales son otros instrumento, que se conjuga de una forma que me hace recordar a Slipknot con sus distintas vertientes de nü-metal, metal alternativo, rap metal y hip hop. En este caso el "outsider" es el mathcore, que le da esa precisión rítmica diferencial.

Es como si reinventaramos el grindcore con altísimos estándares de grabación, con un pensamiento deathcore pero un sonido menos amable y al mismo tiempo, más digerible. Es la cosa más subterránea, hardcore y gore pero construida de forma milimétrica que es casi elegante. Bestial, 4,7 de 5. Son de Raleigh, North Carolina.

8. At the Beach, in Every Life (2025) de Gigi Pérez. Disco debut, en clave de chamber pop, indie folk e incluso algo de noise rock y emo rock, de Gianna Brielle Perez, de Hackensack, New Jersey, hija de inmigrantes cubanos y criada en Florida, actualmente residenciada en Nueva York. Un bello disco que se sale de mi algoritmo.

Una voz realmente extraordinaria, muy buena combinación de acústica y arreglos de sintetizadores, con mucha guitarras de bedroom pop y sonidos espaciales, atmosféricos y melancólicos. Algo emo incluso. 3,5 de 5, aunque hay temas que son mucho mejores. Hay que escucharla bastante.

9. Shirts vs. Skins (2025, EP) de Haywire / No Guard: divertido EP/split de oi! y hardcore punk. Mejor la primera que la segunda. 3,7 de 5.

10. Box of Matches and a Fear of Light de Sincerely Yours (Ep, 2025). Segunda entrega de esta caótica banda de metalcore / mathcore / screamo de Las Vegas. Me hace sentir noventero de nuevo. Muy bueno, 4,3 de 5.

11. Riffs (2025 - 2011) de Queen. Tercera entrega de estos compilados, después de Epic y Heavy. Este quizás es el tiene canciones menos emblemáticas, quizás más hard rock. Buenísimo para repasar y conocer más a la gran banda británica.

12. I Want to Go Home. (2025) de Kaonashi. Difícil no disfrutar de la variedad rítmica, caótica y demencial de este disco, que va del mathcore al screamo pasando por el sass y el djent, pasando por el rock progresivo, el post-rock, el post-hardcore e incluso el folk rock, lo que implican matices y variaciones que no solo son gritos desaforados y riffs angulares, e incluso gritos raros que recuerdan un poco a SOAD, Primus y Dead Kennedys, así como a clásicos tipo Saosin y Circa Survive, pero más claramente de Coheed and Cambria. 

Además, hay momentos calmados, con riffs de funk rock, bajos apaciguados en arpegios y guitarras acústicas, e incluso momentos de rock progresivo y piano rock, así que el disco no es ni obvio ni predecible. Me voy a ir con un 4,5 de 5, bastante sólido, sorprendente y estimulante. Son de Filadelfia, Pennsylvania. 

13. Nightsphere (2023) de Heretoir. Banda alemana de post-black atmosférico / blackgaze / ambient / post-rock. Tenía un mejor recuerdo de esta banda, quizás del disco The Circle. El último tema, el más dark ambiente me pareció bastante bueno pero tiene colaboraciones interesantes. Disco regular, 3,6 de 5.

14. Lambent Light (EP, 2025) de City Of Dis. Increíble que esta banda de Boston, Massachusetts no tenga un mayor reconocimiento. Aunque el disco anterior era una mezcla de post-metal progresivo y black melódico, ahora nos encontramos con algo más cercano al post-metal progresivo más cerca del sludge y el stoner metal, con momentos incluso psicodélicos, con mucha melodía, voces limpias muy buenas y mucha creatividad para componer y sorprender en este género, tan lleno de virtuosismo, de excesos, de extremismo, de repetición o de fórmulas, aunque también de todo lo contrario, son temas realmente increíbles, porque son igualmente épicos, pesados, cambiantes, con grandes riffs y armonías, altamente ambientales y minuciosamente técnicos. Brutales, 4,7 de 5.

15. Pruning of the Lower Limbs (2025) de Moving Mountains. Un gran disco de rock alternativo, emo y post-hardcore, muy guitarrero, nostálgico y que bebe ampliamente del folk rock, slacker rock y del indie para hacer algo un poco más experimental por un lado y intimista por otro. Es como si una banda de screamo quisiera bajarle a la intensidad instrumental, manteniendo la actitud. Son de Purchase, Nueva York. Es realmente distinto, porque también suena como un pop punk bañado en estridencias noise. 4,3 de 5.

19 junio 2025

Rock/metal progresivo sinfónico noruego, nuevo disco de Reke/Apache (hip hop venezolano), brillante death/black técnico progresivo de Canadá, black melódico de Brasil, pop skate punk de Ohio, post-rock/avant-folk británico, death progresivo australiano, black atmosférico de Manchester

1. Maestro (2025) de Magic Pie: Rock/metal progresivo sinfónico de Noruega. Bellísimo disco, que tiene unos cambios drásticos de tiempo y tono, una atmósfera de belleza artesanal y cuidadosa y mucha delicias para el oído. Su primer tema, de 18 minutos es una suite maravillosa, 4,7 de 5.

2. Apuesta al Negro (2025) de Reke y Apache. Discazo de hip hop venezolano, realmente profundo en letras y con misteriosas pistas. Gangsta/horrorcore/hardcore hip hop. Brutal,  4,4 de 5. Aunque prefiero a Reke que a Apache, ambos lo hacen realmente increíble. 

3. Beyond the Sleepless Aether (2025) de Symbiotic Growth: segundo disco de esta extraordinaria banda de black/death progresivo, técnico y con momentos espaciales, sinfónico, thrashosos, operísticos y hasta de fusión jazz-metal, pero siempre extremos, explosivos y fascinantes, con grandiosidad y visión perversa. Hay disonancias, atmósferas hermosas, momentos de guitarras post-metal, djent o power metal, cambios de tonos y tiempos atravesados, habilidades técnicas formidables y largos temas que permiten hacer interluduos, escenas y momentos diferenciados, con sintetizadores y raras voces de todo tipo.

Son de Ontario, Canadá. Mis momentos preferidos son cuando hacen coros de shrieks, mientras hay líneas complejísimas de bajo, blast beats en segundo plano y guitarras demenciales haciendo arpegios. La producción vocal es realmente de altísimo nivel. De mis preferidos, realmente merece 4,8 de 5.

4. Doce Penumbra (2025) de Orgasmicca: Black melódico de Brasil, con un intro de piano magnífico y media docena de invitados. Extremo, sensual, elegante, brutal y obscuro, está claramente influenciado por Dimmu Borgir y Cradle Of Filth aunque en una versión más cruda, death/black y disonante. El último tema, con muchas voces corales, fantasmales y una construcción cuidadosa, entre doom y gótico, le da un valor agregado al álbum, aunque parece que no está bien definido el concepto de que tipo de black quiere hacer el líder/multi-instrumentista Pedro Cormadel. 4, 3 de 5.

5. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk. Me gusta, aunque no es extraordinario. 3,7 de 5. Son de Dayton, Ohio. 

6. Blossom Serenade (EP, 2025) de Lifeboats: increíble banda francesa de metalcore / post-hardcore. Los singles me habían gustado pero ahora se nota más la originilidad, un estilo propio que también tiene rap/nu-metal y pop punk junto a gritos/shrieks realmente buenos, que los diferencia de otros. Geniales de verdad, 4,3 de 5.

7. Caroline 2 (2025) de caroline. La banda londinense presenta su segundo álbum, de nuevo en el post-rock/avant-folk pero ahora se concentra en un folk más universal, con momentos jazzeados, con más rock experimental y folk progresivo, que construye sorprendentes y luminosas escenas de de art rock, jazz rock y folk avantgarde en que violines, guitarras, clarinetes, batería y trombones se reconfiguren más allá de géneros, para recrear universos íntimos y alternativos, caleidoscopios para mirar el cosmos de forma distinta en cada tema. 

Lo caleidoscópico está en que por segundos, a veces un poco más, puede ser math rock, noise rock o emo, tal vez chamber music, pop barroco o incluso avant pop. Hay una belleza electro-acústica contemplativa, diferente a Godspee You! Black Emperor y Sprain, es que hay paciencia en la construcción de las canciones, en que las transiciones entre lo acústico a lo estridente, un poco slacker rock y de regreso al indie folk son tan suaves como naturales, como una mutación cromática del arcoiris. 4,5 de 5. Un gran brinco desde su debut.

8. The Harrowing Path Between Loathing and Love (2025) de The Anchon Rift. Increíble death progresivo técnico australiano de un solo hombre, Trent Henderson. 4,7 de 5. Cósmico, veloz e impresionantemente elaborado. 

9. Transmigration (1993) de Crematory. Una banda alemana de death doom gótico originario, con teclados, voz cavernario y mucha producción cruda. No es un disco extraordinario ni demasiado temprano, pero sí muestra unas bases de lo que luego desarrollarían bandas de black gótico o de death doom melódico. Quizás salió 5 años más tarde de lo que deberían pero es un buen documento de las raíces del género. 3,5.

10. To the Great Unbearing North (2025) de Axis Of Light. En una nota mucho más contemporánea, este dúo de Manchester de black metal atmosférico, predominantemente orientado a las guitarras, con shrieks fantasmales y en muy segundo plano, una batería más o menos planas, y diversos efectos de doomgaze, incluyendo un bajo densísimo pero presente. Me gustó mucho que saben jugar con las dinámicas de tener una buena producción musical e intencionadamente voces y baterías lo-fi, casi caseras, lo que les permite transformarse de obscuros black atmosféricos a estridentes y luminosos post-blackmetaleros pasando por la paletas de grises del death doom y el black más cavernoso. 3,9 de 5.

11. Forward (2025) de First Day Back: Un buen debut de esta banda californiana que decidió cultivar el Midwest Emo / Post-Hardcore: caótico, altamente sentimental, desesperado y con alguillo de sass y folk, e incluso de math rock, para alimentar una propuesta compleja que fue grabada caseramente, y se siente, pero de forma agradable. 3,9 de 5.

12. Defiance (2025) de Nightbearer. Tercer álbum de esta banda alemana de death melódico, metal moderno y algo de groove. Buenos riffs, baterista increíble, algunas influencias también de black melódico y un gutural malvado. Aunque no es demasiado destacable, el performance es óptimo. Quizás le falta definir si se alimentarán más de metal alternativo, de groove metal o de metalcore melódico. 3,9 de 5.

18 junio 2025

Lo nuevo de Stray from the path (metalcre/rap metal) y KALEO(garage rock/country islandés/texano), mathcore/metalcore de Atlanta (The Callous Daoboys), clásicos de David Bowie setentoso, black francés, regrabación de un clásico del post-hardcore gringo, djent/synthpop (Voyager), soundtrack surcoreano de videojuegos

1. Mixed Emotions (2025) de KALEO. Europeos obsesionados con el country y el rock and roll gringo desde los 50 nos trajeron hasta acá. En este caso estos islandeses se lanzan un muy disco de blues rock, garage rock y hard rock, aunque el sonido y la producción son bastante buenos, el género no conquista cuando es muy western pero sí cuando es más garage/indie. Mudados a Texas, se apropian de los sonidos del country rock. Interesantes, 3,8 de 5.

2. Celebrity Therapist (2022) de The Callous Daoboys: uno de esos discos/artistas que conoces antes que exploten, les dices a unos pocos y después nadie se acuerda, ni siquiera tú, que eran tan buenos antes de todos darnos cuentas. Obra maestra del mathcore avantgarde, con metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con violín, buen humor y cambios alocadísimos. Cuando los descubrí, que no era su debut, inmediatamente los relacioné con las bandas favoritas del metal avantgarde tipo The Tony Danza Tapdance Experience.

Es una deliciosa y caótica combinación de gritos desaforados, riffs complejos, momentos dramáticos que vienen del post-hardcore y el sasscore, con blast beats y sonidos potentísimos de armónicos y doble bombo, locuras matemáticas que cambian continuamente, arreglos de bajos imposibles y además, para hacerlo realmente avant-garde y único, entrando en territorio liderado por Fantomas y Mr. Bungle, arreglos sorpresivos que pueden ser pequeños momentos de drum n bass, de samples orquestales, de voces limpias pseudo-operísticas o power pop, formas raras de ópera rock de metalcore progresivo y muchos sintetizadores. Un discazo que puede ser como Dillinger Escape Plan con Between The Buried And Me, con algo de Faith No More para agregar momentos de rock alternativo, voces limpias y hasta influencias del grunge en sus explosivos cambios tensa calma a demencia aritmética o de guitarras limpias en arpegio a anárquicas formas de jazz-metal / mathcore.

4,8 de 5. De Atlanta para el mundo. 

3. Space Oddity / Moonage Daydream / Life on Mars / It Ain't Easy (Ep, 1972) de David Bowie. No lo conseguí en Deezer pero junté los temas porque me lo recomendó como sugerencia RYM, que lo calificó como Glam Rock / Pop Rock que tiene pop psicodélico, pop barroco, hard rock y art rock.

4. The Blackest Beautiful (Revisited, 2025) de letlive. Regrabación de clásico del post-hardcore / metal alternativo de 2013. Increíble que tenga tan baja calificación en RYM cuando leo que tiene críticas maravillosas. A mí me suena a mi versión preferida del post-hardcore, a partes iguales entre melodía y poder, con voces a lo Michael Jackson, algunos gritos y guitarras densas y expansivas no metaleras. 4,5 de 5.

Banda de Jason Butler (Fever333) y Cloudkicker (The Supervoid Choral Ensemble).

5. Omegaphilia (2017) de Merrimack: brutal black metal melódico francés, con velocidad, acidez y misterio. 4,3 de 5. Combina la ambivalencia de la disonancia, con la potencia frontal del black/death monstruoso, cavernario y al mismo tiempo, punzante, con influencias del hardcore, el death melódico y hasta sonidos atmosféricos y sinfónicos por medio de sintetizadores.

6. Clockworked (2025) de Stray From the Path: este disco se me hace refrescante aunque no sea musicalmente increíble, sí tiene los sonidos, humores, tonos y matices para hacerse sentirse sabroso y claro, noventero. Metalcore, rap metal (con vocales realmente geniales porque son gritadas como de hardcore), nu metal y mathcore (para unas guitarras bien atravesadas) dan una combinación de agresividad groovy y hardcore hip hop, con momentos violentos metalcoreros y guitarras djent. Esta es una banda que ha evolucionado desde el más puro hardcore de NY. 

Su cantante, Drew York ha aparecido en discos de Winds Of Plage y Architects mientras en este discon está invitado Florent Salfati de  Landmvrks.

7. Fearless in Love (2023) de Voyager: La maravillosa banda australiana que combina djent y metal progresivo con trance metal y synthpop, con un sonido que está lleno de complejos arreglos de bajo y batería, poderosas guitarras distorsionadas, arreglos electrónicos, increíbles armonías vocales y combinaciones maravillosas de música que puede sonar en Eurovisión y que haría cabecear a los más duros. Joya total. 4,8 de 5.  Concilia lo ochentero progresivo de Haken con las profundidades guitarrísticas de Periphery y las sensibilidades pop de Leprous. Aunque hay una diferencia, paradójica con su aproximación pop: tiene varios y buenos guturales.

8. Stellar Blade Original Soundtrack Plus (2025) de Shift Up: versión ampliada del disco de un "artista" de música de videojuegos de SurCorea que me sorprendió porque tiene música pop, djent, cyber metal progresivo y electrónica. Finísimo, 4,5 de 5.

9. Hollywood Forever (2025) de DeathByRomy. La cantante Romy Flores, presenta su segundo disco, distanciada del R&B alternativo/trap de su debut. Ahora, con una voz igualmente limpia y hábil, incursiona -porque Poppy y/o Lingua Ignota lo cambiaron todo-nen el rock industrial, el nu-metal y el trap metal, con bases electrónicas de electropop y metal industrial. Y tiene momentos muy buenos o al menos decentes, como en el tema La La Land. 3,7 de 5. Sin duda, un punto alto es Yung & Rich con Wargasm. 

17 junio 2025

Música litúrgica cristiana, el disco 2025 de The Cure y Turnstile, lo nuevo de Pulp (art rock/post-britpop), screamo de Ohio, garage punk progresivo, dream pop de San Francisco, djent francés, hip hop venezolano

1. I (2025) de DIM y Angel of the Veil: primera producción de este proyecto alterno del canadiense detrás de DIM, Josiah Wilkinson. Música litúrgica cristiana, coral y ambiental. Refrescante y hermoso, 4,7 de 5.

2. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Tercera escuchada de este nuevo disco. La primera vez dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. Buenísimo.

3. More (2025) de Pulp: 24 años después han vuelto estos elegantes, glamorosos y alternativos británicos que en 1994 explotaron con el single Common People de su disco Different Class, uno de mis favoritos de los 90 aunque son una banda que nació a principios de los 80 entre el indie y el jangle pop. 

Ahora, hacen un disco igualmente sofisticado y distinto, de art rock, chamber pop, dance alternativo y por supuesto, post-britpop. Pero también hay temas más new wave, disco, synthwave y glam rock, así como muchas cuerdas y solos de guitarras, hay coros geniales y hay rock indie.

Jarvis Cocker, que ya tiene 62 años y que además de cantar y escribir las letras grabó dobro, guitarra, guitarra acústica y sintetizador,  está acompañado de Nick Banks en la batería, Candida Doyle en teclados, piano y sintetizador, Mark Webber en guitarra, Jason Buckle en guitarra eléctrica, Andrew McKinney en el bajo, Emma Smith en violín y arreglos de cuerda, Rich Jones en viola, arreglos de cuerda, director de orquesta y piano, y Animesh Raval en piano, mezcla e ingeniería. Un fácil 4,3 de 5. 

4. North American EP (2025) de The Dear Hunter. Claro que sí, se pone muy bueno el martes con esta combinación de art rock con pop y rock progresivo e indie. Es una banda legendaria, con muchísima producción, alrededor del rock progresivo pero abriéndose también a otros géneros como el pop barroco y el indie rock. 

5. Thrash Classic (2025) de Frankie and The Witch Fingers: veo que le puse 4,5 a su disco 2023 llamado Data Doom y estoy más que tentado a poner lo mismo, porque me encanta este estilo de punk sintético, post-punk y garage punk. RYM también dice que es art punk, dance punk, egg punk y zolo (new wave con rock progresivo), distinto al previo que era con psicodelia, funk y jazz rock. 4,5 de 5.

6. This Bitter Garden (2025) de For Your Health. Un buen disco de screamo desde Columbus, Ohio. Es violento, complejo, matemático, en muchos momentos con blast beats y siempre con gritos desesperantes, rozando el grindcore por sus formas ruidosas y estridentes (emoviolence) al convertir lo posiblemente melódico y alternativo en algo cerca de lo indescifrable, incluyendo algunos coros en voz limpia y semi-gritados, por medio de una distorsión altamente brillante y con ganancia, que los hace realmente skramz y atmosféricos. Es bastante bueno, 4,3 de 5. Están en Los Angeles, California. 

7. Never Enough (2025) de Turnstile. Una gloria de disco, de lo mejor de este año 2025. 4,7 de 5 fácil,

8. God In Drag (2025, EP) de You Wish: excelente puñado de canciones raras de dream pop con momentos noise. 4,4 de 5. Son de San Francisco, California. 

9. Dig Where You Stand (Ep, 2024) de Lone Survivors: Genial djent francés con el mismo cantante de Psykup y Uneven Structure. 4,7 de 5.

10. Serenata del Agua (Ep, 2025) de Un Tal Yupi: productor de hip hop venezolano involucrado con los discos Aristocracia de DJ 13, Tres Dueños, Rotwaila y Dru Flecha. Nacido como Yaherber Jose Palma Herrera de Ocumare del Tuy, Miranda. Bello disco de hip hip instrumental / jazz rap / chill. 4,3 de 5.

16 junio 2025

Marty Friedman, grindcore/thrash (King Parrot), death progresivo/deathcore (Fallujah), chipmunk soul/jazz rap, black melódico atmosférico francés, kautrock alemán (NEU!)

1. Setlist 2025 de Marty Friedman para enterarme que las entradas para el concierto de hoy 16 de junio en Bogotá están agotadas. Sumecha. 

2. A Young Person's Guide To (2025) de King Parrot. Grindcore / thrashcore. Baterías dementes, que es lo mejor del disco, guitarras sucias pero con un sonido muy pobre y un shriek raro, entre la voz de AC/DC y algo medio gritado de hardcore punk. Regularzón, 3 de 5. Son de Australia. 

3. Xenotaph (2025) de Fallujah: Esta banda estadounidense que podríamos describir como una banda de deathcore sinfónico que fue mutando al death técnico, sinfónico y progresivo, presenta un disco de estelares complejidades, jugando con las distintas caras de un poliedro compuesto por deathcore, death progresivo, metal sinfónico, djent, shred e incluso black melódico. El bajista aparece en el extraordinario Time Will Take Us All de Entheos mientras el baterista también en Synestia. 4,6 de 5.

4. Egotrip (2025) de John Michel & Anthony James. Con el hip hop pasan dos cosas en mi mente, o los considero demasiado genéricos (y gringos) como para identificarme o muy buenos musicalmente. Y hay grises en esa escala. En este caso, aunque la producción es bastante bueno y la música se destaca, no me impresiona. 3,3 de 5. Según RYM es Chipmunk Soul, Conscious Hip Hop y Jazz Rap (esto último lo que lo salva para mí) más Pop Rap, Hardcore Hip Hop y Neo-Soul.

5. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. Y no es un tema de géneros musicales, porque este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 3,3 de 5. Es una especie de versión menor de Aorlhac y Vehemence. 

6. Egor (2025) de Belenos. Aunque un poco mejor que sus compatriotas y compartiendo la combinación de black atmosférico y melódico, aunque con temas más largos, un gran baterista y un mejor sonido, es apenas mejor y poco destacable. 3,6 de 5.

7. The Future in Whose Eyes? (2017) de Sikth. Dementes británicos que juegan con metal progresivo, metal alternativo, djent y metalcore melódico con un filón muy avant-garde, experimental y hasta electrónico. Reaparecieron en 2013 en el disco The Silver Line de ONI. 

8. Genesis (EP, enero de 2025), el proyecto de Jake Oni y Jared Dines alrededor de combinar metal alternativo y djent. 3,8 de 5.

9. Braiding the Stories (2025) de Gaahls Wyrd. Una muy oscura versión noruega de metal progresivo, alimentada de black, doom y dark folk, en que tenebrosas atmósferas que pululan entre el gótico y el sludge están bañadas de extremismo aunque su esencia es el post-metal y el post-rock. Similar a Dodheimsgard, nada está dicho, así que después de un corto tema de folk orquestal reaparece la furia del black melódico sinfónico, siempre revestido de varias capas de guitarras, voces y una miríada de arreglos que le dan profundidad, tan fantasmal como conceptual. Este es un disco especial, que debe beberse poco a poco.

Este sonido, en que el progresivo/extremo es presentado en largas canciones épicas, profundas, con sintetizadores y voces operísticas de fondo, guitarras aserradas atmosféricas y teclados fúnebres, se conforma con dejarle los teclados a Iver Sandøy (Enslaved). Muy buen disco, que hay que escuchar detenidamente.

10.NEU! (1972) de NEU! - Krautrock alemán originario, con ambiente, sonidos de campo, música experimental y electroacústica según RYM. Es el dúo conformado por Klaus Dinger en banjo japonés (taishōgoto), batería, guitarra, voz y producción, y Michael Rother en guitarra, contrabajo, bajo y producción. 

08 junio 2025

Lo de nuevo de Vildhjarta (thall), Midnight (black/punk/speed), Year Of No Light (post-rock), power sinfónico italiano, hardcore/metalcore/heavy de NY, grindcore nepalí, raro death progresivo californiano, sludge/drone, indie pop inglés, black sinfónico neerlandés, Memphis rap / phonk

 1. + Där skogen sjunger under evighetens granar + (2025) de Vildhjarta. Los suecos creadores del género thall presentan su tercer disco. Y aunque los singles, especialmente Sargasso, me impresionaron, en conjunto no tanto. Sí, son los pioneros pero el disco, aunque fiel a su combinación de guitarras progresivas, muteadas y con tiempos imposibles, con tantos sonidos atmosféricos y una calidad técnica inigualable, me pareció repetitivo y un poco obsoleto, después de tantos años de desarrollo del djent, del metal progresivo contemporáneo y e incluso del deathcore downtempo. 3,9 de 5.

2. Steel, Rust and Disgust (2025) de Midnight: Este tipo me cae bien, aunque su producción es irregular, tiene la cultura metalera, humor negro y avidez de provocación ideal, además, el género siempre me produce alegrías y ganas de cabecear. 

Ahora, este disco de versiones, que también es una especie de homenaje a bandas que se basan en películas gore o sentaron las bases para el punk, el black o el propio metal, tiene una tónica un poco burlona, con mucha filosofía de DIY, pero enfocado en su mezcla de speed, black n roll y thrash. Cleveland Metal y otro homónimo al disco son los temas originales para completar el disco. 3,9 de 5.

3.  Beyond (2025) de Moonlight Haze. Cuarta entrega de los italianos, un poco más pop y flojita que otros discos. Siguen siendo muy buenos en crear dramáticas canciones, llenas de emoción y orquestaciones, también combinando power, heavy metal y sinfónico, pero en este caso mucho más radial y menos metalero en un sentido demasiado comercial. Creo que básicamente el problema es que a pesar de la buena voz de la vocalista principal, Chiara Tricarico, aunque a veces suena muy parecida a Gwen Stefani, lo que puede ser tan original como funciona, también el disco es inconsistente. Entonces en temas como Time To Go, hay más heavy metal e incluso guturales, pero en otros se excede lo gótico/pop. 3 de 5.

4. In Oblivion (2025) de Age of Apocalypse: rara forma de metal alternativo y metalcore, que también suena como hardcore punk gótico gracias a la aún más extraña combinación de guturales con una reverberada voz limpia y gótica, cercana al epic doom pero también a veces gritada al estilo del hardcore punk, lo que los aparta de la manada. Los de Nueva York crean un estilo muy propio con este lanzamiento.

Muchos temas también tienen esa ambivalencia de ser hardcore melódico con voces misteriosas y de repente, metalcore agresivo, incluso con momentos de death / deathcore con armónicos, riffs disonantes y batería de hardcore. Uno de los invitados es el cantante Colin Young, de la banda de doom / metalcore / metal alternativo Twitching Tongues. Muy interesante. 3,9 de 5, pero hay temazos mucho más altos.

5. Jhyappa [Luz, 2025) de Chepang: grindcore/metalcore nepalí, residenciado en NY, realmente bueno. Aunque su disco anterior, Swatta no me mató, en Sputnikmusic lo alabaron, especialmente por su cantidad de invitados. A mí me pareció normalete. Mejor me parece este disco, un buen 3,8 de 5.

6. Les maîtres fous (2025) de Year of No Light: post-rock / drone francés, que ha tenido muy buenos momentos antes, pero este disco de una sola canción de poco más de 29 minutos es más bien inocua aunque no así aburrida. Se pasa bien pero no dice casi nada. 2,5 de 5.

7. Medical Journal Volume 1: Intake (2025) de Mortal Filth. Se autodenominan death progresivo, y aunque se escuchan algunas rarezas y virajes en lo que podría calificarse usualmente como una fusión de death y deathcore, es más bien un monstruo de metal alternativo que bebe del metal avant-garde debido a fusiones con otros géneros, cambios de distorsión y sí, arreglos de jazz metal y metal progresivo, pero también de funk metal, metalcore y groove, así como sonidos que vienen del thrash técnico. 

La banda, de California, tiene de guitarrista a Valira Pietrangelo, quien se identifica como una demonia, gracias a las muchas e imponentes modificaciones corporales a las que se ha sometido, incluyendo grandes cuernos. Las guitarras suenan como una combinación entre metalcore, groove y mathcore, lo que permite una dinámica entre sonidos densos y diversos cambios de riffs afilados, mientras la voz es otra forma bizarra de shriek perverso y una voz gritada más propia del metalcore o del groove/metal alternativo, aunque ninguna de estas calificaciones es precisa o rígida porque entre otras rarezas, el disco está compuesto por canciones de entre 2 a 3 minutos, muy raras para lo progresivo.

Tienen de invitado al bajista de Fleshbore, una increíble banda de Indiana, que hace también raras combinaciones con progresivo, metal extremo y mucho más. En este caso, 4,3 de 5. 

8. 360 Humanzee (2025) de INFOPOLICE. A veces suena a Beastie Boys, combinando hip hop, rock punk y música electrónica rara. Es un dúo de Montreal, Canadá. En su Bandcamp se etiquetan como experimentales, punk, emo rap e industrial. Los conocí por el tema Limp Biskit del nuevo disco de dianacrawls. Muchos beats suenan a techno y hip house. 2,5 de 5 aunque hay temas realmente divertidos como Swerve. Me recordó a Joey Valence & Brae pero mucho menos más inteligente y más bien un poco más duros y hardcore.

9. Passages (Ep, 2025) de Sunrot: bestial EP de sludge atmosférico / drone de New Jersey, que es corrosivo, metalero y al mismo tiempo ambiental. Genial. 4,2 de 5. 

10. Little House (EP, 2025) de Rachel Chinouriri: Después de su debut, What a Devastating Turn of Events, con una portada que encontré sorpresivamente sexy, la cantautora estadounidense deja circular cuatro nuevos temas con su combinación de indie rock, indie folk, pop rock y algo de post-punk. Demasiado refrescante en medio de tanto alt-pop y post-punk genérico. 3,7 de 5. Se anota muy bien con este puñado de geniales canciones, especialmente la última, con algo de noise rock y sleaze rock, esta londinense sensual y alternativa de piel morena.

11. Downfall (Ep, 2025) de Avataria: oscuro y denso black metal alemán con herencia del gothic metal. Suena subterráneo como el doom, sin embargo, las raíces son vampíricas y misteriosas hacia lo tenebroso presentado de forma extrema. 3,7 de 5.

12. Of Marrow and Vertebrae (2025, EP) de Spinal Column Damage Danger. Brutal death metal con temática médica, que no es lo más original ni reciente. Darren de Bélgica es el responsable detrás de esta sucia bestia de mid-tempo. Aunque no dice demasiado, 2,8 de 5.

13. Melodies from a Decaying Mind (2025) de The Apostle of Hecate: otro proyecto/nombre del mismo música, ahora con el black/death con arreglos de piano y un sonido decadente con guitarras chirriantes. 3,2 de 5.

14. The Glass Curtain (2025) de Billow Observatory. Bello y suave disco de ambient, del dúo compuesto por el danés Jonas Munk (de los rockeros psicodélicos Causa Sui) y Jason Kolb. Sin embargo, lo sentí demasiado inocuo y calmado. 

15. Tha Time Iz Now! (2025) de Lil Sko: es raro que me guste algo de este género pero lo veo duro, con algunas guitarras de metal al fondo y cercano a lo que hace Eminem por momentos. Es Memphis Rap, Gangsta Rap y claro, G-Funk y Phonk. Nació con el nombre de Sakata Kareem Oatis, y lo mejor es que tiene samples que parecen venir del rock progresivo, el funk y el jazz, dejando al mismo tiempo los sonidos del 808 del trap y el hip hop sureño, más artesanal y crudo. 3,7 de 5.

14. V (2025) de Walg. Los neerlandeses lo vuelven a hacer. Desde Groningen, Países Bajos, una embrujada combinación salvaje de black sinfónico (a veces incluso con vientos), folk metal y riffs melódicos veloces, desgarradores y épicos, mientras las voces monstruosas entre shriek y gritos le añaden una carácter de espanto monstruoso. 

 Es poesía violenta, presentada de forma tenebrosa y cuidadosa, casi artesanal, combinando la potencia orquestal de bandas más conocidas del género, como Dimmu Borgir o Emperor, con momentos que pasan de intimistas a sofisticados, en que hay arreglos puntillistas, que van desde voces operísticas o viking, detalles de ambient y varias capas de guitarras que pueden ser folk, semi-acústicas y atmosféricas, dejando una sensación de experimentación así como de inventiva dentro de lo que conocemos, momentos de blast beats, sintetizadores y trémolo picking con una potente impronta orquestal.

Es realmente cautivante escuchar los graznidos del cantante (Yorick Keijzer) usando unas rrrrr profundas en su pronunciación, así como las distintas melodías orientalistas, baterías ritualistas y combinación melódica que viaja desde el misticismo hasta lo reflexivo, desde lo sideral a lo cavernario, para arropar las distintas formas del "metal oscuro". 4,7 de 5.

30 mayo 2025

Rock reggae, power heavy progresivo y death progresivo sinfónico de California, post-rock noise, death doom francés, trap latino/electropop de Puerto Rico

1. Hot N Glassy (2025) de DENM. Un divertido y suave reggae pop / rockcon muchos invitados, que realmente refresca, con sus cambios entre acústico y eléctrico, con mucho sentimiento. Tenía tiempo sin disfrutar algo así desde Sublime. El tema inicial con B Real es increíblemente movido y bailable. 4,3 de 5. De Los Angeles.

2. Concord (2025) de Judicator: banda de power progresivo, aunque con una voz que no me emociona para nada, tiene buenos momentos de arreglos complejos pero no demasiados para mi gusto, menos de arpegios veloces y a pesar de usar un saxofón en un tema, es más heavy que progresivo. Sin embargo, es bastante bueno, y la segunda parte tiene riffs de speed y thrash, un par de guturales y buenos momentos de batería épica. 3,9 de 5. Son de Utah pero mudados a Los Angeles. El tema final es definitivamente el mejor, incluyendo un solo de violín de country. Con Carlos Álvarez de los geniales Behölder como invitado.

3. As Darkness Falls (2025) de The Obsidian Resurrection: brutalísimo death/thrash melódico progresivo y sinfónico de California (acá nos quedamos hoy). Otra banda con Carlos Álvarez de invitado. Les doy un 4,2 de 5 porque a pesar de la inmensísima calidad técnica e instrumental, no es tan destacable ni memorable.


3. Flesh and the Devil (2025) de August. Tercera producción de esta banda de Anacortes, Washington, cuidadosamente cultivando el post-rock y drone, con guitarras ruidosas, arreglos electrónicos ambientales y una pausa pasmosa pero no aburrida sino meditativa, aunque a partir del segundo tema hay interludios caóticos de math rock.

Otra obra de poesía / noise / post-rock experimental de Alexander Gregory Kent (Sprain, Stearling) con Nick Moshier en batería y teclados; Lilith Lucifer en el bajo; Aiden Blau en guitarra y bajo; Daniel Wefers en bajo; y Kent en campanas, sierra musical, dulcimer, melotrón, órgano, platillos de arco, armonio, banjo, ingeniería y  producción, además de Shel Blau en batería.

4,3 de 5. Aunque siguen sin llegar a la calidad de Sprain. 

4. creature: DONKEY (2023) de SAD GODS. Otro proyecto de Kent, alrededor del avant-folk, algo de jazz y mucho dark ambient / electrónica / noise rock desde California. Bueno, distinto y rarísimo, altamente experimental. Dentro de la locura ruidosa, caótica y de art rock, hay gritos y saxofones que emulan los rebuznos de un burro. 4,2, de 5.

5. Monde vide (2025) de Mortuarie, monstruoso y muy buen death doom francés, con Xavier Godart, ex-bajista de The Great Old Ones. Otro buen buen debut. No son funerales ni tienen arreglos orquestales o ricos, sino están enfocados en lo más cavernoso, duro y oscuro del género, siendo directos y extensos, invocando una revisita a influencias como las de los primeros Samael y Tiamat, aunque con guitarras más duras y canciones menos lentas, llenas también de momentos de furia deathmetal. 4,2 de 5.

6. Lo mismo de siempre (2025) de MORA. Un disco de reggeatón / bachata / trap del puertorriqueño MORA que me sorprendió, porque tienen un gran sonido, buena producción, influencia del electropop. Y aunque usualmente odiaría y no soportaría esta músico, admito que fue bastante bueno, aunque en la segunda parte ya estaba harto del mismo ritmo. 2,5 de 5.

7. El Caracazo 2025: la mítica canción de hip hop de Venezuela Subterránea tiene una versión de 13 minutos con 25 raperos viejos y nuevos. Quedó brutalísima.

21 mayo 2025

Krystal Metal (pop metalero francés) de SUN, nuevo de Snop Dogg, Eruca Sativa (funk rock argentino), versiones de The Shape Of Punk To Come de Refused, folkotrónica (ópera breakbeat trip hop) francesa, supercombo de metal avantgarde, grindcore malísimo, hip hop colombiano, grindcore holandés, prog rock/metal francés, djent / chiptune francés (The Algorithm), metalcore/deathcore francés, deathcore sinfónico

1. Krystal Metal (2025) de SUN: esto me parece fascinante y genial, la propuesta de la germano-francesa Karoline Rose Sun, es mitad pop y mitad metal alternativo (+vitaminas y minerales), porque varias canciones tiene percusión de reggeatón o dancehall, riffs de djent y metal progresivo aunque con distorsión de rock alternativo, shrieks hiper potentes, batería de grindcore y muchas melodías vocales pop.

Como Poppy, combina voces limpias, etéreas, rockeras y melódicas con shrieks bestiales con un símil en las guitarras, que van del rock alternativo, del post-grunge a unos trémolos más que pesados. Es algo quizás que podríamos relacionar con Zeal & Ardor o cuando los rockeros e indies escuchaban Cypress Hill. 

La acompañan Bassem Ajaltouni en el bajo y teclados (su manager y co-fundador de su disquera) y Loris Larosa en la batería (de la banda francesa de death metal Necroscum).

Sus primeros EPs se llaman Brutal Pop y Brutal Pop 2 (al que le puse 4,7 también). Para mí, 4,7 de 5.


2.  The Shape Of Punk To Come Obliterated (Nov, 2024) de Varios Artistas: un disco de versiones del disco original de la banda sueca de hardcore punk / post-hardcore Refused. El primer tema, de Gel, es sublime y los siguientes son extraordinarios. El de Brutus es fenomenal. También muy buenas las de HO99O, Fucked Up, Zulu (a lo Sepultura - Roots) e Igorrr. El tema de Cult Of Luna, épico, extenso y post-metalero es otro de los puntos altos del homenaje. Súper bueno también el de Touché Amoure. 4,5 de 5. 

3. Corpo-Mente (2015) de Corpo-Mente: discazo que guardo en mi corazón entre mis favoritoss, junto a los de Lethe. En este caso, on Ricinn (Oxxo Xoox) e Igorrr haciendo Folktronica que tiene lo que ambos comparten, hacen y les gusta: Opera, música de cámara, trip hop, dark cabaret, neoclassical darkwave, breakcore y folk de cámara, y claro, muchas combinaciones y formas experimentales electro-acústicas. 

La calidad vocal de Ricinn, que usa gritos, susurros, distintos ruidos y una extraordinaria voz soprano, parecen combinar a Björk, Diamanda Galas y Agnete Kjølsrud, es acompañado por formas menos agresivas sino elegantes que en los discos solistas de Igorrr o en las más electrónicas de Oxxo Xoox, en que predominan más los sonidos académicos y las atmósferas de música inteligente, profunda y más estructurada. 5 de 5.

4. Iz It a Crime? (2025) de Snoop Dogg. Me parece mucho mejor que Missionary, que fue una malísima apuesta para celebrar los 25 años de su debut, Doggy Style. Ahora, Hip Hop con Pop Rap, G-Funk, Neo-Soul, Chipmunk Soul y Synth Funk. Entre los muchos invitados, como es usual, Pharrell Williams (también co-productor) en un tema cortico y Wiz Khalifa. 3,3 de 5.

5. A tres días de la tierra (2025) de Eruca Sativa: Me encanta este power trío argentino (Córdoba). Lula Bertoldi (vocales, guitarra), Brenda Martin (bajo, coros) y Gabriel Pedernera (batería, coros), vuelven a lograrla con su funk rock, hard rock y rock alternativo, con muchos toques andinos y latinos. Letras sociales, instrumentación progresiva y alternativa, muy buenos arreglos de fusión. 4,3 de 5.

6. Blastbeat Falafel: un single de Igorrr con  Secret Chiefs 3, Trey Spruance y Mr. Bungle, con surf, black metal y música árabe, en formato trash técnico progresivo y metal avant-garde, con humor negro incluido. 

7. Flesh Grinder (2025) de Insect Warfare. Grindcore / noisecore con un sonido pobrísimo y ni la usualmente brutal batería es atractiva. Malísima esta vaina, 1 de 5. Next.

8. Los Cañonazos No Bailables, Vol.1 de Zof Ziro aka ZetaZeta: genial hip hop social de Medellín. Apache entre los invitados. 4,3 de 5. Me gustaron muchísimo las letras, la producción y el delivery. Realmente buenoss.

9. To Serve and Protect (2025) de Rectal Smegma: ¿de dónde saque yo tanto grindcore? Pornogrind en este caso, mucho mejor que lo que he escuchado estos días aunque con una voz robotizada sin demasiado sentido. 2,5 de 5. Bastante hardcore y mid-tempo. Lo mejor de estos discos suele ser la batería. Los mejores temas son los que tienen influencias death doom y los que son deathgrind. El cantante de Benighted está invitado en el tema 15. Son holandeses.

10. The Unseen (Nov, 2024) de Klone: Hermosísimo disco de rock/metal progresivo, que embruja con sus voces etéreas de grunge, sus sonidos de rock alternativo y sus embellecimientos de art rock. Es cautivante, como una caricia en el alma y un paseo por un excitante museo de arte moderno. Sus sutiles orquestacioen sy sus vívidos arreglos de bajo, junto a los momentos de jazz son realmente cautivantes.

Loss arreglos inspiradísimos de saxofón (cortesía de su tecladista, Matthieu Metzger, quien es miembro de la Orquesta Nacional de Jazz de Francia. De forma ingeniosa, el disco inicia con los tres singles: Interlaces, The Unseen y Magnetic. 

Un disco con infinidad de sonidos hermosos, venidos del reggae, el rock alternativo, el funk, la música clásica y más, por lo que sus riffs y variaciones crean un ambiente que, sin saturarlo, termina siendo un cielo estrellado con distintos y muchos brillos concentrados en tan sólo 7 temas, el último una suite de más de 12 minutos, que a la mitad se transforma en una inspección más atmosférica, calmada y espacial.

También es posible escuchar algo de doom y goth en gotas. Los franceses se han ganado un sitial en el top  del neo-prog contemporáneo junto a Leprous, Riverside, Katatonia y Haken. Les pongo un 4,4 de 5. La banda cuenta en la batería con el extraordinario Morgan Berthet, quien toca también en Turbulence, Myrath y Kadinja.

11. Brute Force (2016) de The Algorithm: djent/thall electrónico, que es realmente bueno, bien producido e interesante porque no e sólo combinar a la fuerza las guitarras progresivas y potente, sino además de los tiempos imposibles, agregarle texturas electrónicas y post-producción, samples que no sean obvios ni repetitivos y crear una fusión que sea tanto un híbrido como una amalgama. Quizás sería increíble con una batería real, aunque esto es parte del proyecto. 4,2 de 5. Trabajo del compositor francés Rémi Gallego. Tiene un tema, por supuesto, con Igorrr.

12. Pig (Ep, 2025) de ten56. Bestial metalcore/downtempo deathcore francés del ex cantante de Betray The Martyrs. Buenísimos esos temas, 4,3 de 5. Con el mismo baterista de Myrath, Klone y Kadinja. Brutales esos temas, bueno bueno.

13. Tomb of the Tormentor (2025) de Hate Within: deathcore sinfónico con algunas voces en pig squeal, solos de guitarras increíbles (con Angel Vivaldi de invitado) y batería programada. Canta Scott Gonzales, quien también tiene el proyecto de trap metal / brutal death / hip hop Sinizter. Buenísimos sus shrieks y growls, además de fraseos a velocidad hipersónica, aunque también cuenta con Ben Durr (Shadow of Intent) y a Verónica Bordacchini (Fleshgod Apocalypse) en las voces. 

Lo mejor está en temas más sonido neoclásico como Vanquisher, así xomo After Death con Durr y Vivaldi juntos, con orquestaciones masivas (incluyendo cello del guitarrista) y más vocalizaciones brutales, así como Tartarus Rising con Bordacchini, una especie de metal sinfónico / operístico inyectado con deathcore nuclear. 3,4 de 5 porque están buenos pero bastante formulaicos. Sus versiones orquestales son de alto nivel, eso sí.

14. Ghostwriter (2025) de The Five Hundred: a uno le gusta lo que le gusta, y punto, como a mí esta banda de metalcore / metal alternativo, con arreglos electrónicos, voces que giran entre el nü-metal, el metalcore melódico (con sus coros pop y sus gritoss) y el post-hardcore, con buenas guitarras, incluso de djent, y aún mejor producción. 3,8 de 5. Es una banda de Nottingham, Reino Unido. El mejor tema, definitivamente, es Empty Hope, el más progresivo y con mejores vocales, aunque también los mejores arreglos y gritos, aunque en ECHOES se crecen con arreglos djent y progresivos, incluyendo mucho doble bombo.

20 mayo 2025

Nuevo de Haken en vivo (rock/metal progresivo), tropicanibalismo / jazz latino fusión franco-colombiana (Pulciperla aka La Perla y Pulcinella), death progresivo canadiense, rock and roll argentino

1. Liveforms: An Evening With Haken (2025) de Haken: Para un día muy ocupado, dos horas y media de esta hermosura de rock / metal progresivo británico. 4,8 de 5, claro.

2. Tatekieto (2025) de Pulciperla, una colaboración entre Pulnicella y La Perla. Una maravilla colombiana de jazz latina fusión, que va desde la música latina alternativa tan noventera y que tanto me gusta pasando por el jazz latino, el jazz fusión y el tropicanibalismo [versión contemporánea y reinventada de la música costeña colombiana], pasando por ritmos folclóricos como cumbia, champeta, bullerengue.

La Perla es un trío de Bogotá conformado por Diana Sanmiguel en voces, maracas y guacharaca; Giovanna Mogollón "Roberta Leono’" en voces y tambor alegre; Karen Forero vocales, gaita colombiana y tambora colombiana, mientras que Pulnicella es una banda francesa de jazz fusión conformada por Ferdinand Doumerc en saxo, flauta y teclados; Jean-Marc Serpin en contrabajo; Bastien Andrieu en teclados y Pierre Pollet en batería.

Como me encanta comparar, para mí es como Actitud María Marta con Troken, mucho rap femenino, social y sabrosísimo, combinando palabras colombianas y dichos populares con sabiduría de calle, referencias culturales y extraordinarias barras, versos y combinaciones, de rap y música popular, con música que pasea desde la fusión folclórica/jazz, el avant-folk y el jazz latino de forma extraordinaria. Discazo de oro, 4,9 de 5.

En el tema El Sol/L´Eclipse hay guitarras rockeras, al mismo ritmo de la percusión, así que digo que rap metal aunque quizás es algo más, funk rock o rap rock. Mi tema favorito es Chicharachera, pero el juego de palabras es constante e ingenioso, como la frase: "María, madre de todos los suelos". El tema Fortuna, último en mi disco en Deezer, hay algo que podríamos llamar progressivo folk rock, al interpretar con instrumentos folclóricos un interludio lleno de cambios de tiempos, ritmos en staccato y cambios de tono inesperados. Un rock progresivo folclórico con jazz. Quítate Thank You Scientist, llegó Pulciperla, ¡ay, ombe, yeah!


3. Vide (2025) de Chaotic Symbios: confieso que al principio me confundió y hasta desagradó el sonido bestia, crudo y casi desordenado de esta banda, hasta que entendí que son una banda con guitarras cavernarias y deliciosos sintetizadores de space ambient, que hacían esta propuesta tan salvaje como progresiva, llena de jazz, salvajada en garrote, brutalidad e incluso humor negro, si se quiere. Es básicamente presentar una especie de Blood Incantation tirando más a Grave, que muestre que puedes ser complejo e intrincado sin ser ni opresivo ni atmosférico sino directamente, extremo.

Ellos se definen como death metal old-school progresivo, lo que hay que admitir, es original, porque no ess vintage ni tratan de ser Pestilence, Death o Gorguts, sino que incorporan el sonido brutal de las guitarras del ayer, con shred, post-rock, space rock, flamenco y thrash progresivo, con una producción contemporánea, entonces es algo que más que unir tiempos o generaciones, propone algo novedoso con reminiscencias. 4,7 de 5. 

4. Hermanos de Sangre (1997) de Viejas Locas: banda argentina de rock and roll, hard rock, blues rock y rock psicodélico, parte del movimiento de Rock Barrial de Argentina al que también pertenecen Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, Los Piojos, La Renga, Ratones Paranoicos, Bersuit Vergarabat. 4,5 de 5. 

5. Through Storms Ahead (Nov 2014) de As I Lay Dying: claro que sí, metalcore con toques progresivos. Le puse 4,3 y mantengo, me encantó.

6. I (2025, EP) de La Dispute, increíblemente buenos, post-hardcore genial, potente y profundo. Parte de The Wave, movimiento estadounidense de música agresiva inspirada en el movimiento de los 90, en contraposición con el emo-pop.

7. As We Forgive Those Who Trespass Against Us (2025) de bottom surgery: noisegrind / grindcore, hiper pesado, ruidoso, ambivalente e infernal. 9 minutos apenas descifrables. 2,5 de 5.

19 mayo 2025

Lo nuevo de Behemoth (black/death sinfónico), The Kooks (pop rock alternativo) y Counting Crows (folk pop / rock alternativo), black avantgarde circense suizo, indie pop/rock femenino de NY, metalcore industrial (Poppy), black atmosférico francés, IDM/drum n bass/clásica moderna,

 1. Thirteen Urban Ways 4 Groovy Bohemian Days (2010) de Blutmond: aunque aún no llegaban a usar el saxofón ni el metal alternativo como lo hicieron dos años más tarde en Revolution Is Dead!, sino que estaban aún en algo como un death/black avantgarde, con mucha experimentación pero usando todos los tropos metal extremo con algo de jazz/cabaret, es un disco totalmente experimental, osado y combinando sonidos, géneros y formas inusuales, como puede verse también en los títulos de las canciones, letras y el nombre del disco. Para mí es otra joya muy poco conocida. 4,7 de 5. Eran aún un power trío.

2. The Shit Ov God (2025) de Behemoth: estos polacos que jamás me han conquistado me asombran gratamente con este disco de black melódico y sinfónico totalmente furioso, operático, bestial y corrosivo. Es totalmente extremo, pero la conformación de los arreglos orquestales (incluyendo algunas guitarras españolas al principio y final del álbum), vocales agrios pero muy bien compuestas y ejecutadas, además de las capas de guitarras lo hacen realmente elegante, además de sonar muy potente y pesado. Una producción brillante. Los temas son bastante parecidos entre sí, eso sí. 4,3 de 5. 

3. Never/Know (2025) de The Kooks: Nos fuimos al otro lado, con este suave y delicado disco de pop rock, rock alternativo, indie y soft desde Reino Unido. Es un disco aséptico, sin demasiados riesgos y totalmente vintage. Hay reggae blanco, pop rock y un poco de guitarras pero sobre todo producción impecable, buenas baterías y muchas melodías vocales. Me gustó bastante, es un buen rock comercial y radial, sin ser obvio ni AOR ni simplón. 3,4 de 5.

4. Natural Causes (2025) de Adult Mom: divertida banda de indie pop con momentos de chamber folk (en la que suenan violines, banjos y mandolinas), algo de alt-country e indie rock que hacen que los temas sean optimistas, alegres y bellos, sin perder momentos de guitarras rockeras vintage, aunque ciertamente se nota el foco en la melodía vocal y la música de autor, además de canciones embellecidas por cuerdas y atmósferas evocadoras. Son de Nueva York, con Stevie Knipe (vocales, guitarra), Allegra Eidinger (guitarra), Olivia Battell (batería) y Lily Mastrodimos (bajo, producción). 3,7 de 5.

5. Negative Spaces (Nov, 2024) de Poppy. De lejos el mejor disco de la cantante, que pasó del pop de Youtuber a la estridencia exuberante de ser una outsider del black metal / phonk a un disco muy maduro de metal alternativo, metalcore, nü metal y metal industrial, en que se combina su excelente vocalización, desde las líneas de RnB y pop a sus gritos increíbles, buenas guitarras, estructuras de metal moderno e influencias electrónicas de forma equilibrada pero también atractiva, seductora y potente. 4,5 de 5 sin dudas.

Para este disco Poppy contó con el compositor Jordan Fish (Bring Me The Horizon) que ha escrito y producido para Machine Head, Babymetal, Architects y Parkway Drive, entre otros. 

6. E.O.D. (A Tale of Dark Legacy) (2017) de The Great Old Ones: esta banda francesa que en 2025 publicó un extraordinario trabajo en que al brillante y audaz post-black atmosférico progresivo le sumaban cortes sonidos de black melódico, sludge y no metaleros provenientes del shoegaze y del post-hardcore (Kadath, reseñado acá), en el 2017 hacían un black atmosférico, teñido de sludge, aunque en lugar de un sonido brumoso, expansivo, subterráneo y casi psicodélico, apostaban por una propuesta de sonido transparente que permitiera apreciar los matices de riffs y arreglos a velocidad peligrosísima y tonos muy corrosivoss, en que la furiosa ráfaga de guitarras y los shrieks, así como las capas de trémolo picking con un fuzz profundo, eran intercaladas con mid-tempos de post-metal, con interludios y narraciones, en que se iba acumulando una tensión provocada por los gritos de víctimas que huían de las fauces de perros infernales hasta un clímax tan desesperante y lentamente provocado, que era un alivio que se transformara en una explosiva difusión atómica de blast beats. Y aún así ser elegantes, con cuidadosa composición y oscurísimos, con una gran calidad de sonido. 4,7 de 5.

7. Under Tangled Silence (2025) de Djrum: Félix Manuel, Dj Rum, produce esta tercera placa, con IDM (música electrónica inteligente) llena de UK Bass y música clásica moderna (principalmente piezas de piano académico), según RYM. Aunque inicia más electrónica, casi ambiental y new age, algo bailable, luego se convierte en academia contemporánea. Hay momentos con dancehall y mucha música africana, así como algo de house y techno, pero lo que manda es música electrónica más cerebral, tipo Autechre y Aphex Twin, aunque recorriendo muchos géneros distintos del drum n bass y derivados, siempre con muchísima percusión. 

Mi favorita: Let Me, con más drum n bass que las demás. 4,2 de 5.

8. Butter Miracle, the Complete Sweets! (2025) de Counting Crows. ¿Qué sé de esta banda además de Mr. Jones? Sinceramente, absolutamente nada. Y me cae bien este disco, de pop rock alternativo, más roots rock y folk rock según RYM. La verdad es que además de la conocidísima y buena voz de su cantante, las guitarras son realmente buenas, además de los arreglos que varían en los distintos géneros ya citados. Entre tanto pop facilón, electrónica ruidosa y fusiones no siempre acertadas, esto me parece tan refrescante como The Kooks, aunque más animado y divertido, menos vintage y más pensado en los conciertos de grandes arenas. 3,7 de 5.

9. Motherfucker, I Am Both: "Amen" and "Hallelujah"... (2025) de Shearling: la forma en que se me ocurre describir este disco es como dos autobuses chocaran cuánticamente, uno con Sprain y otro con Chat Pile, para que se combinaran de tal forma el folk, el noise y el rock experimental. Dos guitarristas de Sprain se unen con este proyecto, desde Los Angeles, California, llena de gritos desesperados y narrados de forma cáustica y demencial, como poesía slam, con un fondo que va entre el post-rock, el noise y arreglos folk rock, lo que por momentos implica escuchar melodías litúrgicas bañadas de toneladas de ruidos de guitarras, feedback y laptops, con una voz tan espectacular, operática y psicótica, que muestra un alma partida en pedazos y luego nos lleva a un dulce paseo de glockenspiel, solo preparándonos para una sórdida forma de ambient, con una tensa calma electrónica y terrorífica.

En el único tema, de 62 minutos, hay de todo, según RYM además de lo nombrado tenemos noise experimental, sound collage, post-hardcore, totalismo, glitch, folk avantgarde (hay arreglos estremecedores de trumpeta jazz) y sludge metal.

Máté Tulipán y Ian Thompson agregaron saxo tenor, saxo alto y trombón, mientras que Sylvie Simmons se encargó de órgano, sintetizador, samples y guitarras, Wesley Nelson de los bajos y Andrew Chanover de la batería, además de voces de Rachel Kennedy.

Por su parte, Alexander Gregory Kent, líder, vocalista y compositor en Sprain y Shearling, hace muchísimo, otra vez: Voz, ingeniería, producción, diseño de portada, guitarra, sintetizador, trombón, samples, dulcémele, banjo, armonio, acordeón, sierra musical, percusión, taishogoto (instrumento de cuerda japonés), órgano, glockenspiel, mellotrón, mandolina, autoarpa y campanas. Grandioso, aunque no necesariamente mejor o muy distinto a Sprain, aún siendo su natural continuación. 4,3 de 5.