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18 abril 2025

Cristo y Rey: una pareja irresistible en el exquisito y tóxico hedonismo del espectáculo en ena época del "destape español"

Mis papás pasaron su luna de miel en los 70 recorriendo Europa. Una de las historias más repetidas por mi papá era que España cambió muchísimo con la caída del dictador Francisco Franco. Tras la llegada de la democracia, atestiguaron como ahora la ciudad tenía casinos, cines con películas para adultos y todo tipo de espectáculos nocturnos antes prohibidos. 



En Cristo y Rey (Netflix) vemos mucha de esa explosión de sensualidad y desinhibición, basada en la historia real del artista circense y empresario Ángel Cristo y la actriz y vedette Barbara Rey. Las intrigas palaciegas, en la relación extramatrimonial de Rey con el monarca español, el uso y abuso de las drogas en medio del éxito explosivo de llevar el circo a la televisión, las vigiladas vidas íntimas de los famosos que tanta fama ha dado a la "prensa rosa" ibérica y la muy tóxica combinación de violencia doméstica, machismo, infidelidad y problemas de salud mental, así como la esclavitud y la problemática de las adicciones y la corrupción, son parte de los argumentos de la serie, llena de glamour, excesos y placeres prohibidos.



La serie me permitió conocer el "cine del destape" con la escena lésbica mítica de la película "Me siento extraña", inta de culto LGBTIQ+, en que la cantante Rocío Durcal y la vedette Barbara Rey hacen una escena sexual juntas. La película original, de 1977, se puede ver en Prime Video y RTVE Play, siempre fue renegada por la cantante, quien ni siquiera fue al estreno.

De esta forma la serie, aunque repasa historias más o menos verídicas de una época histórica, también pone la lupa sobre distintas reflexiones en una sociedad que se estaba abriendo en la superficie pero que mantenía ciertas condenas morales en el fondo: así se examinan las diferencias entre la amistad masculina y la femenina, la inteligencia emocional, las expectativas sexistas sobre el comportamiento social y profesional de las mujeres, así como aspectos de salud mental como el suicidio, la depresión y la herencia familiar
(que mantienen los hombres y traiciona n las mujeres), e incluso la lucha por los prejuicios sobre ser gitano, no ser de Madrid e incluso no ser rubia natural.

Esto bajo la magia, el glamour y la ilusión propia de tradicionales antiguas y contemporáneas como el circo, el cine y la televisión, en escenas espectaculares. 

Protagonistas de alto calibre
Jaime Llorente y Belén Cuestas (La Casa de Papel juntos como "Denver" y su prima trans "Manila") y ella también reconocida por las hilarantes Ocho apellidos catalanes y Paquita Salas son los protagonistas, que por momentos son antagonistas también. 

Y alrededor hay una serie de personajes, que van del amor al odio, de la amistad a la amor platónico, que conforman una maraña de tensiones emocionales y sexuales. Destaca Adriana Torrebejano (más tarde en Machos Alfa) como Chelo García-Cortés, periodista de la prensa rosa y mejor amiga/enamorada de Bárbara Rey, que es presentada como una pelirroja impactante, con un altísimo sentido de la moda, más el séquito y amigos cercanos de Ángel Cristo, incluyendo el rompecorazones adicto Blasco, el demasiado noble "Payasito" y el sabio tradicional de Ricardi.







01 marzo 2025

Metal avant-garde muy raro de Tennessee, lo nuevo de Chuchú Bermúdez (hip hop venezolano), progresivo español, stoner/doom gringo con ex-baterista de Pentagram, black vikingo finlandés, indie psicodélico

0. Sábado de kárate: me gustan las clases de Diana, porque se repasan los detalles básicos que uno cree dominados y que son la base del trabajo. He estado pensando mucho en la humildad y el orgullo, porque el kárate puede ayudarte a desarrollar el problema pero también puede inflarte el segundo, hay que equilibrarse para adquirir confianza y enfocarse en el trabajo interno.

1. Singles: Legado de A.N.I.M.A.L., un excelente regreso. Amor Vincit Omnia de Liv Kristine, siempre es bueno escuchar un buen gutural monstruoso en los temas góticos. Mister Magic de Jessy J, la jazzista, sorprendente y refrescante. Palermo y Gona, Bonita que se ve, gran tema percusivo y caribeño con hip hop. Mortes promesses de Fange: duro sludge francés. Singles de Elvenking que parecen demasiado sosos, sin fuerza. Singles de Cleopatrick, banda de Canadá de slacker rock, stoner e indie. Monumentum Damnati: death/doom con arreglos progresivos de goth metal y música clásica.

2. Tres singles de Flummox, que según Metallum es una banda de Tennessee de rock psicodélico progresivo y doom/stoner/avant-garde metal. Sí, son eso y más, súper raros porque uno de los temas empieza como piano rock, blues rock y progresivo de los 70, con voces limpias acordes aunque hay una polifonía con batería metalera y guitarra distorsionada de fondo que es confusa y parece mezclarse de forma extraña porque el sonido es como envejecido para darle una atmósfera menos opresiva, para evitar esa sensación de maximalismo excesivo.

Y el siguiente tema empieza al revés, es un tema de black sinfónico melódico rabioso, con voces entre guturales poderosas, operísticas y gritos raros, mientras también suena algo como cabaret, pianolas de película de vaqueros y extraños arreglos de teclados en contratiempos con riffs de djent y death melódico. Me recuerdan a Orgone, con el jazz, el death metal y el progresivo con world music todo al mismo tiempo, aunque se nota un trabajo de edición musical posterior mucho más dedicado y también, menos orgánico.

El tercer tema, suena como a una reinterpretación del hard rock de Motley Crue y Guns N Roses con un country/death metal atmosférico, progresivo y con varias capas de instrumentos, entre el jazz/mathcore y el groove, aunque hay mucho más. El disco sale el 11 de abril, con el irónico título de Southern Progress, en la que el quinteto bromea y satiriza la religión, el nuevo gobierno de Trump y su propia identidad como "queers en el cinturón bíblico" de Estados Unidos. 

Liderados por Alyson Blake Dellinger, cantante principal, bajista, guitarra, percusión, theremín, campana, diseño de sonido y producción, se completa con Chase McCutcheon, quien se encarga de guitarras, voces de apoyo, programación MIDI, diseño de sonido, ingeniería de sonido, producción, edición y mezcla. Max Mobarry, guitarras, vocales, bajo sin trastes, teclados, programación MIDI; percusión, trompeta, diseño de sonido, preparación de partituras, producción y edición; Jesse Peck en teclados, programación MIDI; vocales, diseño de sonido, percusión, edición y producción, y finalmente, Alan Pfeifer en batería, percusión, arreglos de batería y programación MIDI.

Invitados, Jo Cleary en violín,  Melody Ryan en flauta, Braxton Nicholas en saxofón tenor, Eric McMyermick en acordión, Angela Lese en flauta, Jason Marsden en actuación de voz, Drew Jones en voces de apoyo, guitarra y percusión, Parker Lampley, en voces de apoyo, percusión y theremín, y Jody Lester en voces de apoyo y percusión.

3. El Triángulo de las Bermudas (2025) de Chuchú Bermúdez. Un disco oscuro, minimalista y misterioso, de excelente hip hop venezolano, con muchas referencias religiosas y filosóficas. Muy bueno, 4,5 de 5.

4. Burning Red (EP, 2025) de Ciconia: escucho metal progresivo con influencias celtas, instrumental, de Valladolid, España. Hay algo de shred, drum n bass e incluso djent. Algo rústico pero potencialmente bastante bueno. 4 de 5.

5. Rust Bucket (2025) de Rust Bucket: stoner/doom/heavy de St. Cloud, Minnesota, liderados por Minnessota Pete Cambell en la guitarra, aunque entre 2015 y 2020, 2021 y 2024 fue baterista de Pentagram. Mucho rock and roll denso y distorsionado. En vivo deben ser lo máximo. Desierto, arena y fango. Divertido, pero con muy mal sonido y pocos momentos memorables, aunque con toda la actitud. 3,3 de 5.

6. Tavastland (2025) de Havukruunu, pagan black metal de sonido sucio y radiante, con shrieks perversos en finlandés y en la escuela de punk/d-beat de este país, guitarras subterráneas y chirriantes, coros vikingos y orquestales magníficos, que a veces devoran toda la música o la dominan, y una batería poderosamente detallista y nuclear. Este disco me hace recordar la canción The Great Heathen Army de Amon Amarth, conjugando el viking metal nórdico con el NWOBHM.

Liderados por Stefa, vocalista, guitarrista, tecladista y percusionista. Es vikingo, es atmosférico y tiene riffs melódicos de heavy metal, baterista ritualista y solos épicos, lo que suena a Bathory, Amon Amarth y Moonsorrow, aunque a veces pueden sonar como Maiden o Judas, con canciones que varían entre el mid-tempo y el black más furioso y veloz con arreglos sinfónicos en segundo plano que acompañan las melodías folk, con guitarras acústicas y con melodías evocadoras de batalla y valentía. 

Los coros contrastan por su claridad y belleza, dando un toque de claroscuro refrescante, que siento rodea los mejores momentos del disco. Hay riffs melódicos a toda velocidad, que están apoyados de teclados que suenan muy bien, aunque no demasiado originales. Para mí es un disco regular que tiene momentos impresionantes pero que no se desarrollan demasiado o no duran lo bastante. Está bien, hay que escuchar más: 3,7 de 5. En Spotify.

7. Saya (2025) de Saya Grey: escucho un disco electrónico, de pop con pistas raras, que Sputnikmusic dice que es indie folk y folk psicodélico. Ella es una artista visual y musical de Canadá, aunque su mamá es japonesa y su papá es un trompetista de jazz escocés-canadiense. Ella trabajó como bajista de sesión por 10 años en Reino Unido y fue directora musical de Willow Smith antes de sacar música. Dice RYM que estamos ante un disco de Indie Folk y Art Pop, que también es neo-psicodelia, bedroom pop e indietrónica. Me parece interesante, mucho más que otras bandas de pop folk, indie pop o alt-pop, aunque no sea lo mío precisamente como Sharon Van Etten o Sam Fender. Le daría un 3,3 de 5 reconocimiento su altísima calidad de producción.

8. Dance And Love Amongs The Rotten (2017) de Carach Angren: banda holandesa de black metal melódico súper sinfónico, operístico y cósmico, con riffs veloces y en trémolo, sintetizadores de película de terror, un shriek punzante y la estructura de ópera rock. Es un power trío compuesto por Ardek (Clemens Wijers) en teclados, piano, orquestaciones, segunda voz y composición, encargado de las orquestaciones del Year of the Four Emperors (EP) de Ex Deo; su hermano Nmatar (Ivo Wijers) en la batería y Seregor (Dennis Droomers) en voz y guitarras. 

Song For The Dead es realmente macabra, grandiosa y dramática, con diversas capas de shrieks y narraciones solo sobre orquestaciones. Además es un black metal que rompe barreras, que apenas entra en esa definición, porque aunque está cerca de bandas como Septicflesh, sus riffs en contratiempo sin trémolo sino en golpeteos como del metal industrial, sus atmósferas góticas o sus estructuras de música de cámara avant-garde e incluso de Neue Harte Deutsche le dan un carácter más experimental y conceptual que de BM. Nikos Mavridis en el violín y Patrick Damiani en guitarra y bajo (ambos de ROME) están de invitados, lo que afianza el concepto para-metalero del disco. Magnífico este disco, me encanta, 4,7 de 5. En Spotify.

9. Les Chants de L´Aurore (2024) de Alcest: maestros franceses del post-black / blackgaze liderados por Neige en voz y guitarras, bajo, sintetizadores, piano, glockenspiel y composición, mientras Winterhalter en batería y percusión, así como la ingeniería de sonido. Los vi en vivo en Bogotá y fueron realmente increíbles, dramáticos, poderosos y trascendentales. Haruna Nakaie toca la Viola da gamba y canta -en japonés- como invitada. 

La combinación de post-black metal, algunos pocos pero efectivos shrieks, la voz entre melancólica, melódica y moribunda, arreglos percusivos que copan la atmósfera de calma sorprendente, en un trance que impulsa a la imaginación y las polifonías entre los arpegios espaciales, el ambiente de dream pop y el espacio entre el shoegaze, el noise rock y el post-rock que se completa con doble bombos o trémolo picking, es una montaña rusa de emociones, reflexiones y contemplación. 

En el concierto pude ver que esta banda tiene audiencias no metaleras, por sus melodías hipnóticas, sus fraseos entre el rock alternativo y un formato ampliamente emocional que podría conquistar a quienes gustan del grunge, el pop rock o incluso música no rockera. 4,7 de 5. En Spotify.

10. II^Z() de Kryzorath: EP 2025 de esta banda de death metal de Clemens (Ardek) de Carach Angren. Carvernoso, oscurísimo, con un growl brutal y lleno de disonancias, influencias del grindcore y del hardcore, aunque algo básico a veces, tiene momentos atmosféricos claramente muy doom/góticos y bien producidos. La batería es claramente programada. Sorprende porque él es usualmente tecladista y orquestador.

17 febrero 2025

Post-punk/noise pop de Minnesota, metalcore salvaje de Florida, noise rock muy pobre,djent/progresivo berlinés, post-punk gótico preciosista, punk celta, synthpop neo-psicodélico, brutal deathcore técnico, doom progresivo hermosísimo (Avatarium), hip hop latino y nu jazz

0. Empecé la semana llegando un pelín tarde a clases. Mariví me pidió hacer una investigación de prueba, seguro para considerar pagarme de otra forma, tengo que lucirme.

1. The Heart Beating As None (2025) de SUPERCOLLIDER: (Niki Dewolf - mujer trans) viene de Grand Rapids, Minnesota. A diferencia del mixtape de Lua Trilogy!, el cual detesté y el confuso pero estimulante LUACOLLIDER, este disco es más claramente un producto de estudio pero dentro de los estándares, si es posible, del post-punk/noise pop con angustia emo y oscuridad vaporosa en las voces, producción cuidadosa aunque nebulosa, como en un viejo bar lleno de humo, y atmósferas llenas de guitarras ruidosas, un bajo "sucio", samples industriales y sintetizadores inmensos, hechos con una filosofía de lo-fi y post-hardcore.

De acuerdo a RYM es un disco de Noise Rock y Post-Punk, con influencias de Gothic Rock, Experimental Rock y Post-Hardcore. El título es una referencia al disco I Can Hear the Heart Beating as One de Yo La Tengo. En Spotify. Me gustó, 4,3 de 5. 


2. Philosophy of the Blade EP (2025) de Domain: metalcore sucio y salvaje, con guitarras realmente muy distorsionadas y sucias. Tiene tres temas, incluyendo una versión de Propaganda de Sepultura. 4,2 de 5. Son de Florida, EEUU. En Spotify

3. Singles de Amenra (Forlorn) que no me conquistó, sonando como demasiado black metal para lo que han hecho antes. Low before the breeze, un black/hardcore mucho más interesante y Gernotshagen con Mosaic, algo de black/folk quizás demasiado largo aunque con muy buen sonido, un poco más interesante.

4. Thirteen Sense (2025) de Klein: banda de noise rock, puro y duro, aunque audible. Según RYM podemos escuchar dron, ambiente, industrial, glitch y post-metal, aunque lo que reconozco son guitarras súper procesadas y ruidosas, algo de beats sencillos y poca estructura. No le entendí el gusto, a pesar de los samples de música clásica y la experimentación sónica. Lo veo pobre, con poco atractivo. 1,5 de 5.

5. Coralea EP (2025) de Across Oceans: un djent / metal progresivo y alternativo con growls de death metal y varias formas de voz limpia para hacer coros, desde el post-hardcore al goth metal, que por momentos me recordaron a Evergrey. Es una nueva banda, power trío berlinés, compuesta por Ben Ramjan en la guitarra, Neema Sahebi en el bajo y Joey Ryan en guitarra principal y voces. Interesante, empezaron publicando singles e EPs en octubre de 2023. 4,2 de 5. En Spotify

6. Glutton for Punishment (2025) de Heartworms: El post-punk gótico es quizás el género menos favorito pero el que he aprendido a tratar de entender, sobre todo porque me gustado mucho más ahora el post-punk. 

En este caso, un disco muy bien producido e interpretado, que según RYM, es darkwave, Windmill Scene, rock gótico y post-punk, que es también dance-punk, synthpop, coldwave y art pop, es decir, que es bailable y oscuro, detalladamente construido y accesible, con una muy buena voz femenina (Josephine Orme, encargada además de guitarras y teclados) y con unos sintetizadores impresionantes, además de una instrumentación analógica con una atmósfera elegante, sofisticada y casi demasiado perfeccionista, puesta de una forma tan precisa y puntillista que es realmente está inspirado en las bellas artes. 

Aunque sus canciones electrónicas me ahuyentan, las que están más cerca del rock/punk me parecen realmente fascinantes. Le daré un 4 de 5 pensando en volver a escucharlas. Son de Londres.Por cierto, esa Windmill Scene me ha ganado poco a poco, con discos como Ants From Up There de Black Country, New Road; Hellfire de black midi; The New Sound de Geordie Greep y The Vault de Maruja. En este caso, está más cerca de FACS y Ditz. En Spotify.

7. Dead Anthems (2025) de The Rumjacks, divertido celtic punk australiano, sin demasiadas pretensiones, guitarras bien ruidosas, coros alegres y canciones para la fiesta. 3,5 de 5. Por momentos es pop punk y otras bien punk, es divertido, lo pongo en mi lista para más tarde.

8. Imaginal Disk (2024) de Magdalena Bay: según la crítica y el público, quizás el mejor disco del año pasado. Recuerdo haberlo escuchado pero no lo retuve. En Sputnikmusic le dan el puesto 72. Según RYM es un disco básicamente sembrado entre la Neo-Psychedelia y el Synthpop, aunque hay también Chillwave, Dance-Pop, Progressive Pop, Alternative Dance, Indietronica y Pop Rock. 

El primer tema es realmente complejo, inmenso y "bjorkiano" desde el punto de vista de la producción, las pistas que componen el tema son complejas, con un sonido entre industrial y clásico, claramente entre lo progresivo y lo alternativo, incluso algo violento. El segundo es más psicodélica y calmada aunque con beats acelerados e intrincados para ser pop. 

Luego el disco lo siento que cultiva esos extremos, por un lado la percepción de expandir los límites del pop, aunque no sea pionera en esto, usar beats "potentes" con mucha ganancia, que incluso también suelen salirse de las referencias obvias, al usar guitarras eléctricas densas y expansivas, casi shoegaze y bastante ruidosas y muchas baterías potentes, como encontrar el punto entre Madonna y Nine Inch Nails. Sin embargo, a pesar de lo dulce del sonido, de la fiereza de la producción y de la revelación de algunas combinaciones, así como de una buena voz, encantadoras melodías y retadoras estructuras, disto de ponerlo como el mejor del año, e incluso entre los mejores. Le pongo un 3,8 de 5.

El 2024 tuvo además discos como The New Sound de Geordie Greep, Songs of a Lost World de The Cure y Lives Outgrown de Beth Gibbons, que considero mucho mejor. Aunque creo que Magdalena Bay (el dúo de Mica Tenenbaum en producción y vocales) y Matthew Lewin, producción, arreglos de cuerdas y vientos, vocales de apoyo) sí hizo un muy buen disco, increíble de verdad, probablemente lo mejor del pop progresivo, el synthpop y/o la neo-psicodelia. Lo pondría en los mejores 30 del año. Epa, este dúo de Miami antes estaba en una banda de rock progresivo, art pop  e indie rock llamado Tabula Rasa QUE DEBO ESCUCHAR.

9. Descent Into Madness EP (2025) de Enterprise Earth: deathcore, djent y death progresivo pesadísimo, intrincado y con guturales diversos, demoníacos y potentes, que son acompañados además con épicos coros de voces limpias, narraciones góticas y los más diversos shrieks, así como enrevesadísimas combinaciones de guitarras y percusiones como un deathcore progresivo. Me recuerdan al Endarkment de Anaal Nathrakh y un poco a Cattle Decapitation.

Es brutal death, también hay algo de hardcore punk, incluso groove y claro, death técnico, con solos increíbles, riffs que suenan como una lluvia de azufre y un huracán intranquilo. Aunque lo mejor está en la avezada producción vocal, entre muchas formas de gritos y coros de voces agudas y limpias, con un efecto polifónico infernal, junto a una variedad rítmica y melódica inusual para el género, que lo hace más disfrutable y rico. Es realmente quizás el mejor EP del año, sin duda. 4,8 de 5. En Spotify. 

La banda fue fundada en 2014 en Spokane, Washington y ha tenido media decena de músicos que han ido y venido a otras bandas de deathcore/death técnico. Comparten baterista con Whitechapel, por cierto.
10. Between You, God, the Devil and the Dead (2025) de Avatarium: maravilloso disco de doom progresivo y rock psicodélico de Suecia, con sonidos stoner y góticos, con una cantante encantadora. Suena a Ghost, Lucifer y Amorphis al mismo tiempo, aunque mucho más enfocado en lo vintage y setentoso, con un concepto mucho más teatral y atmosférico. Sin embargo, el sonido denso y casi lúgubre está dinamizado por una grandiosidad de metal sinfónico y power metal orquestal, de rock de estadio, en que parece que hay implosiones que dejan que de un núcleo de cortinas aterciopeladas vinotinto y velas negras emanen rayos de luz enceguedora. 

Las melodías son hermosas, con líneas vocales seductoras y épicas, tan litúrgicas como paganas, es una misa negra de una belleza instrumental increíble. Según Sputnikmusic es también blues, y claro que se escucha en las guitarras. 

La medusa vocal es Jennie-Ann Charlotte Smith, una consejera psicosocial en uno de los mayores hospitales de Estocolmo de 47 años y que ha sido invitado a varios discos de Candlemass. La acompaña el bajista Mats Rydström, el baterista y percusionista Andreas Johansson y el guitarrista Marcus Jidell. Está invitado su propio ex-tecladista, Rickard Nilsson. Es un 5 de 5, punto.

RYM lo coloca en el heavy psicodélico, un género derivado del blues rock y el rock psicodélico, además de doom tradicional, hard rock y heavy metal. Para mí, este es el mejor disco del 2025 hasta ahora.

11. Residente (2017) de Residente: el debut solista de René, en que además de hacer rap y hip hop, se suma una producción rica en sonidos, agregando art pop, plena puertorriqueña, música folclórica europea y africana -incluyendo música tuareg con canto de garganta- y pop progresivo. Un disco musicalmente muy logrado. 

Las canciones fueron grabadas en Armenia, Burkina Faso, China, Francia, Ghana, Níger y Rusia, con decenas de artistas desconocidos, desde cantantes de ópera a músicos tradicionales, incluyendo niños de Osetia del Sur, producto de visitas a varias partes recónditas del mundo, correspondiente a un detallado estudio genético que se hizo René. Hizo un documental y un libro de todo lo vivido y recorrido. Lin-Manual Miranda, su primo lejano, ILe, su media hermana que ha cantado en Calle 13 y Omar Rodríguez-López son algunos de los invitados más conocidos.

A mí me encanta, 4,8 de 5 (porque las letras no me parecen tan extraordinarias como la producción musical). En Spotify.

12. MYT (2025) de Moses Yoofee Trío: Segundo disco de este trío de nu-jazz / jazz fusión / jazz-funk berlinés, conformado por Moses Yoofee (piano, teclados, producción), Roman Klobe-Barangă (bajo) y Noah Fürbringer (batería) por lo que en lugar de ser principalmente electrónico como Flying Lotus, es primordialmente acústico y analógico con intervenciones digitales. Es muy lindo y estimulante, sexy y justamente entre el smooth jazz y el drum n bass, por momentos es como muy ligero, casi inocente, aunque los arreglos demuestran las altas habilidades técnicas, es también accesible y cadencioso, un poco latino.4,3 de 5. En Spotify.

31 diciembre 2024

Música para despedir el 2024: death/doom sci-fi, doom gaze británico, power metal, progresivo sueco, space sludge, black atmosférico ambient

1.  Wyrmfire and Starlight - Lascaille's Shroud, otro disco que no conseguí en Deezer pero sí en Bandcamp. Según su perfil, Death/doom progresivo queer de Florida. Es el proyecto solista de Brett Windnagle. El disco inicia con algo de ambient / techno incrustado sobre death/doom progresivo, con algunos interludios electrónicos más pero prontamente se queda en el progresivo extremo con buenos guturales variados, mucho dinamismo musical, riffs brutales con thrash/power y una batería poderosa. Aún así, el space rock / sci-fi metal, con sintetizadores y atmósferas es parte integral del proyecto. Bueno, 4,3 de 5. En Bandcamp (donde además aclaran que no han usado ni usarán Inteligencia Artificial en ninguno de sus álbumes). Escribí sobre alguna polémica en el uso de IA en portadas de discos por cierta disquera, y que involucra a leyendas del death metal como Decide.

2.  Acts of Harm de Outlander: segundo disco, después de cinco años, de esta banda británica de Birmingham, Inglaterra de post-rock y doomgaze, que pacientemente va construyendo sus temas con riffs agudos y brillantes, una voz narrativa mucho más lenta que apenas es escuchable en capas y capas de guitarras oníricas y expansivas, con tonos tristes, creando un sonido avasallante y enceguecedor, como una puerta que se abre hacia un mudo lleno de luz blanca y azufre. El uso de ruidos ambientales, como una distorsión radial secundaria, que acercándose al noise pop, le agrega una cuarta dimensión inesperada. El disco cierra con post-rock meditativo, construido en pequeñísimas porciones y con detalles microscópicos. Un 4,3 de 5. En Spotify

3. Edenwar de Edenwar: proyecto de metal sinfónico del dúo conformado por el guitarrista suizo Nicolás Aguirre Dobernack y la cantante mexicana Anna Fiori. Entre los invitados está Fabio Lione, Chen Balbus y Idan Amsalem (Orphaned Land), Mario Infantes (Cult Of Lilith), Timo Somers (Charlotte Wessels, ex Delian)  y Christian Vidal (Therion). Es un buen metal sinfónico, aunque algo promedio, tiene momentos muy buenos en orquestación y canto, con arreglos electrónicos aunque la batería programada se escucha aburrida, 4,1 de 5. 

4. Ävlagsenheten de Solum: el sueco Christian Fredriksson (Vulkane invitado en el fenomenal All Heads Are Gonna Roll de Vomitory) se encarga de todo en este disco dedicado al metal progresivo instrumental, a base de bajo, guitarra, batería y unos buenos teclados. Canciones a mid-tempo con los instrumentos tomando turnos (y dúos) para mostrar sus habilidades, en que este multi-instrumentista revela ser un bajista alucinante, que puede tocar funk, jazz, rock progresivo y mucho más, además de un eficiente arreglista y que puede elaborar canciones a base de un riff de piano. El disco exhibe una batería con un sonido extraordinario y una guitarra límpida, que es más compañera que protagonista. Cierra con una épica de 20 minutos, que en los últimos minutos parece susurrar una historia a ritmo de post-metal.

Un poco misterioso, mucha habilidad compositiva, tiene un metrónomo en el alma que le indica cuando transformar un ritmo para que los demás se acerquen en esa conversación que parece un viaje exploratorio por pequeños relictos desconocidos de un bosque al que se suele visitar. Muy bueno, 4,3 de 5. En Spotify.

5. Domain Of Ember (2017) de Boson: misterioso, este disco que no reconozco ni recuerdo ya no está disponible en Deezer. Según su Bandcamp, son una banda de sludge metal, atmósferico, doom y espacial de Minneapolis, Minnesota. Bastante pesado y denso, en permanente ataque, está levemente por encima del nivel de pesadez del metal alternativo, aunque la voz siempre es extrema, por momentos es stoner y psicodélico. 

Es un disco totalmente enfocado en los riffs de guitarras, que son oníricos y cósmicos, aunque potentes y con un shriek reverberado, semi-operático y expansivo. La banda no ha publicado nada más desde entonces aunque sus músicos tienen varios otros proyectos. Nate Garrett (Spirit Adrift y Neon Nightmare) canta en el tema inicial. Lo llamaré sludge espacial, por su concepto sobre las partículas subatómicas y sus símiles con el universo, reflejadas en su portada y música.

También lo tumbaron de Spotify, donde se consigue pero no reproduce (al menos en Colombia). Acá en Bandcamp. 4,3 de 5.

6. Omniverse Consciousness de Doedsmaghird: alter ego de black atmosférico / ambient / industrial de Dodheimsgard. Aunque presuntamente es un proyecto de black originario, crudo y salvaje, está más cerca del progresivo electrónico, vanguardista y ópera rock del original aunque ciertamente con una aproximación más extrema y salvaje, un poco en reminiscencia de los discos anteriores de la banda principal, guiños a Code, Thorns y Ved Buens Ende.

Mientras Vicotnik se encarga de cantar, guitarras, bajo y teclados, bajo el pseudónimo de Mr. Vicxit Baba Maharaja, el francés Camille Giraudeau también agrega teclados, guitarra, bajo y batería, sin cantar, como Ms. Longue Vie Imminent Doom y el chileno Khaoz Vortexx (John Lophez) está invitado en un tema como cantante. Me gustó, 4,3 de 5. En Spotify. El disco Black Medium Current fue de mis favoritos del 2023.

7. Forces of Nature's Transformation de Lifeless Dark: Banda de crust / death / thrash (stenchcore) de Boston, Massachusetts con vocalista femenina. Canciones a mid-tempo, con batería grabada de forma atmosférica, guitarras se van derritiendo poco a poco, entre el hardcore y el thrash, apuntando algo a Slayer y la vocalización es limpia, con tonos hardcore. Los escuché cuando salieron, 4,3 de 5. En Spotify.


16 diciembre 2024

Diario musical 16D: minivacaciones + mucho hardcore / grind de Guatemala, EEUU, death progresivo (BTBAM), black metal griego avantgarde, thrash progresivo finlandés, slugde/doom, trip hop originario y doom/folk lo-fi

0. Minivacaciones laborales, en las que quiero hacer posts enteros de discos favoritos del 2024, algunos sobre series e incluso ver documentales en Netflix.

1. I Hope I Die Here de No Cure: banda de hardcore/metalcore, claramente influenciado por grind y death, con temas cortos, furiosos y muy bien producidos, música extrema de alta fidelidad. Con un invitado por cada una de las 8 canciones. 4 de 5. Son de Birmingham, Alabama. En Spotify.

2. Detonación del congreso de Suciedad: más hargrecdcore punk brutal, según Metallum son Crossover/Thrash Metal aunque domina el punk y la canción protesta sobre Latinoamérica. Son un dúo de Guatemala pero viven en Tampa, Florida. En Spotify.

3. Nocturnal Will de Dodsrit: aunque se presentan como una banda de black/crust punk, lo que perciben mis oídos y cerebro es un maravilloso black metal melódico, con riffs épicos de heavy metal e incluso de rock clásico, lo que provoca un claroscuro, porque es malvado y emocional, mientras es imposible balancearse de un lado a otro con sus sonidos de NWOBHM y sus ritmos mid-tempo de fantasía, lo que para mí los relaciona con Tribulation y Vampire. En Spotify. Un extraordinario disco que salió en marzo, una joya verdadera, 4,5 de 5.

Ocupa el puesto 13 del 2024 en Metalstorm. 

3. The Great Misdirect de BTBAM. Dos años después de Colors, esta banda ya había dejado atrás el death metal progresivo para sumergirse en algo mucho más amplio, diverso y experimental, así como logrado, por lo que el jazz-rock, la vanguardia, el metal electrónico y las posibilidades de agregar metalcore y rock alternativo están completamente incorporados ahora. La música es súper enrevesada y potente, con riffs metaleros y ritmos matemáticos, aunque también hay rock progresivo setentoso, interludios atmosféricos y mucha locura progresiva, con algo de mathcore y metal progresivo a máxima potencia. Un discazo, 4,6 de 5. En Spotify.

4. Kick II de Arca: Si hay que reconocerle algo a Arca es ser tan condenadamente venezolana y caribeña, musicalmente osada y alternativa, activista LGBTIQ+ y adquirir reconocimiento mundial usando raptor house y máquina latina en este disco. Sí, una de las productoras de Björk, Kanye West y Frank Ocean, mete en su disco letras que hablan de los estados de Venezuela y expresiones autóctonas, en medio de glitch hop, reggeaton y flamenco, pero también recurre al bass music, pop alternativo y la electrónica alternativa, con mucho éxito y cuidadosíima producción. Muy bueno, 4,2 de 5. En Spotify.

5. HVSK de Beehive Revolt: Black metal progresivo industrial de Grecia, país que se está convirtiendo en una potencia del metal. En la Encyclopaedia Metallum se desciben como black metal avantgarde, aunque es un sonido bestial, que combina furia, velocidad y un sonido artesanalmente sucio, con altísimas referencias a lo industrial, especialmente en la distorsión y el sonido percusivo, también es caótico y en contratiempos, con una batería vikinga de sonido vintage, es primordialmente dominado por riffs afilados y disonantes, como sierras eléctricas en medio de la bruma, abriendo caminos inexplorados por tierras de nadie. Los blast beats acompañan los gritos tratados con filtros electrónicos, produciendo una incesante bombardeo de riffs en escalada, que van partiendo todo en pedazos. Las voces extrañas, cuasi operísticas o fantasmagóricas me hacen pensar en Dodheimsgard. Creo que el disco es un poco excesivamente largo. 3,9 de 5. En Spotify.

6. Elokuutio de Stam1na: el metal finlandés me hace feliz, sobre todo estas bandas, como Mokoma y Diablo, que son tan reminiscentes del punk metal y al mismo tiempo el death melódico / rock electrónico, que ayudí a crear Amorphis, en que los temas son igualmente extremos, disonantes, melódicos y con voces influenciadas por el folk. En este caso, la banda de thrash progresivo con una voz gritada / shriek hace un disco que adoro de principio a fin, con guitarras cyber punk, algo de industrial a lo Rammsterin, baterías d-beat y momentos de mathcore, black y death. A esto se suman varios interludios de pop rock, voces operísticas y limpias, entre lo vikingo y lo comercial, que está basado en muchísimo thrash europeo, que no excluyen arreglos de piano, sonidos digitales y varios riffs arpegiados. Para mí, 4,4 de 5. En Spotify.

7. Empty de Bongripper, Bongripper, banda de slugde/doom de Chicago, Illinois. Son algo stoner, poco space y totalmente instrumental. Son cuatro canciones, dos de unos 20 y dos de unos 12 minutos en promedio, que se pasean por el drone y el doom menos metalero, más cerca de la psicodelia. Con algunos discos también pasa lo contrario, me gustó menos esta segunda vez que lo escuché. Le puse 4,5 en Sputnikmusic, pero ahora diría que es un 4,1. En Spotify

8. Endtroducing..... (1998) de DJ Shadow, disco debut de lo que se considera uno de los pioneros del trip hop, el primer disco conformado completamente de samples de otros discos y rankeado como uno de los mejores de los 90. Este disco también es considerado hip hop instrumental, plunderphonics y sampledelia. Lo aprecio, pero no me conquistó como los discos del género que vinieron después. 4 de 5. En Spotify.

En materia de hip hop, The Fugees y Cypress Hill son mis referencias.

9. Relief Dimension de A Dying Soul: Arturo Palomo, la mitad del dúo punk guatemalteco Suciedad edita este EP de lo que llama Doom experimental, que suena más a una especie de black folk lo-fi con algunos sonidos de campo de fondo. Bastante regular, 2,5 de 5. 

23 noviembre 2024

Diario musical 23N: lo nuevo de Apache (hip hop/rap), Giver (hardcore metálico con post-punk), folk metal rumano, power thrash ruso, death metal/jazz, compilados (The Line y Transa) y black medieval

0. Terminar de escuchar el One de Tesseract.

1. The Future Holds Nothing But Confrontation de Giver: tercer disco de la banda alemana de hardcore punk / post-hardcore con algo de mathcore y screamo, en los primeros temas, pero luego escuchas influencias del post-punk, el post-rock, el metalcore y hasta el black metal. Es uno de estos discos que yo llamaría "reconciliadores" como lo que está logrando Chat Pile, en su momento alcanzó el death metal melódico y previamente también nombres como Slayer o Napalm Death. 

La banda puede tener raíces en el punk, lo que no le impide cruzar la frontera hacia el metal, traer algo de vuelta, que se el confundan en el bolso y luego no reconoce dónde empieza algo y termina lo otro. Así hay gritos que son más metaleros que punk, hay coros de voces limpias con teclados, hay narraciones patéticas y guitarras que se pasean por géneros y generaciones. Son oscuros y pesimistas, con canciones aceleradas y bastardas, algunas como Keeping You Alive nacen del black metal atmosférico con acordes gélidos y distorsión punketa, convirtiéndose después de algo noise/post-punk bastante declarativo.

La magia, meter todo esto en cada canción de forma creativa y entretenida, que no parezca una ensalada ni un desorden sin sentido, sino una pintura bien calibrada y un concepto comprensible, fronterizo y híbrido, una bestia enrazada.

Las guitarras, hábiles y creativas, son sumamente europeas. Lluviosas y grises, no dejan de ser elegantes y grandiosas, incluso podríamos hablar de decadencia y orgullo. Es la esencia del ferrocarril, las minas de carbón, los castillos y lo ancestral, lo viejo y pagano, lo medieval y lo progresista. En el tema Heavy Breathing, el coro más desesperado y urgente, llama a los ciudadanos del mundo a sindicalizarse, unirse y combatir al patrón, al arrendador y al sistema. Otras sanciones analizan la desesperanza ante la crisis climática, las guerras culturales y las consecuencias societales. Sin pensarlo, 4,8 de 5. En Spotify.

2. Territorio Apache Vol. 2 - Champion Sound de Apache (presentado por Willie Deville y mezclado por Faker), continuación del disco de 2023, con una constelación de cantantes y productores venezolanos invitados como Gona, Jotabit, Drama Theme, Juanrutina, Rawayana e invitados internacionales como el rapero cubano Al2 El Aldeano, el DJ haitiano Yaadcore, la cantante trinitaria de reggae Queen Omega, el DJ español Kanzer, el dominicano Original Juan y los colombianos Pezcatore y Karin B (Rap Bang Club) y Ryan Castro, así como el chileno Maxi Vargas (Gondwana). En Spotify. Me gustó, 4,1 de 5.

3. 365 EP de En-An-Na: la banda más folk / world music del metal avantgarde de Sibiu, Rumania. Sus dos discos anteriores Alveolar y Fascinathanatango definieron esa rara forma de folk metal circense, balcánico y festivo, alimentado de metalcore, rap y electrónica entre lo circense, lo experimental y el soundtrack en el que confluyen varios tipos de cantos guturales, folk y fusión. Muy bueno, 4,4 de 5. En Spotify.

4. Мой лёд de Restless Mind: banda rusa de Groove/Thrash/Power Metal. El mismo baterista de Grace Disgraced, tocó en Аркона y la genial Bestial Invasion, el guitarrista de Alkonost (pagan / folk). Buena voz, solos, riffs y arreglos pero composiciones regulares. 3,5 de 5.

5. Illusive Golden Age de Augury: death metal / jazz progresivo canadiense, con bajo muy jazzeado y voces cercanas al deathcore, tiene aires gélidos del black metal en algunos riffs, shrieks y formas de la batería. Uno de mis favoritos, de esos que me conectan con mucho de lo que me gusta. Claramente, es la escuela de Cryptopsy y Gorguts, con mucho del death técnico contemporáneo, aunque la presencia perenne de los riffs de bajo hacen pensar en Sodom y Death, por algo el bajista también toca en First Fragment. Me encanta el sonido de la batería, tan old-school, pero además es potente, lleno de adornos, con muchos doble bombos y con los blast beats, bleeds y gallops necesarios.  4,5 de 5. En Spotify.

6. The Line (Soundtrack from the Arcane League Of Legends). En Spotify. Un disco bastante bueno, me provoca ver la serie. Diría que 4 de 5.

7. La Cité des Vents (2010, remasterizado en 2024) de Aorlhac, black metal occitano melódico, épico,  medieval y sinfónico, de Francia, aunque hay riffs que suenan al death melódico sueco. Shrieks agrios y distorsionados, batería muy adornada mientras las guitarras parecen emular violines con notas menores y frías, aunque hay claras influencias del punk. Estoy encantado con estas bandas de black metal medieval, que rescatan la tradición y lo unen con lo contemporáneo, tipo Vehemence, Suhnopfer, Obsequiae. Así que le pondré un 4,6 de 5. En Spotify.

8. Abyssal Gods de Imperial Triumphant: recuerdo que descubrí esta banda (y mucho más) en un compilado de Bandcamp para recaudar fondos para los gatos y perros abandonados en Nueva York. Fue algo tan impactante como cuando conocí los de The End Records. La lista me llevó a estas bandas que estaban mezclando death progresivo con jazz de formas raras y creativas, incluyendo un saxofón, lo que me voló la cabeza.

En este segundo disco, que saldría después del EP Inceste (que tenía la canción Breath Of Innonce, del compilado Vulgar Display Of Purring), la banda aún no se fusionaba tanto con black/jazz hiper-opresivo que desarrollaría más tarde, sino que siendo asfixiante y ensordecedor, que ocupa todos los espacios, partían desde la mirada vanguardista de Deathspell Omega y con las excentricidades técnicas de Gorguts, en que lo terrorífico y macabro va de la mano de lo técnico y osado, aunque de forma urgente y feroz. 

Así escuchamos escalofriantes coros de iglesias, interludios con piano, violín y trompeta y momentos con sludge, (a lo John Zorn) y math-metal, así como algunas estructuras extrañas en la batería, venidas del jazz y la música de vangurdia, riffs que van de lo disonante a lo meramente ruidoso y guturales que conforman parte de la propuesta demoledora de atmósfera irrespirable. El tema final, Metropolis y un interludio anterior ya asoman la influencia del jazz experimental que luego se integraría más al death/black progresivo.

Como invitado, aunque más tarde tocaría por un par de años la guitarra -sin grabar nunca con ellos- está el hijo de Kenny G, el famosísimo saxofonista de smooth jazz, Max Gorelick, quien ahora es parte del trío The Mantle, que produjo uno de los mejores discos de metal de 2024. Fácil, 4,7 de 5. En Spotify.

9. Transa de Red Hot, un compilado de artistas alternativos de todo tipo. Más de 100 artistas, 46 canciones y ocho discos para celebrar los regalos que las personas trans les han dado al mundo. En Spotify y Bandcamp. (Primeros cuatro discos). Me gustó bastante, gran trabajo de compilación y selección de artistas. 4 de 5.

10. Epigrammata de Et Moriemur: cuarto disco de esta banda de death/doom/black atmosférico y litúrgico a lo Bastushka, aunque más cercano a Thy Catafalque, por el uso de instrumentos de música de cámara. Sin embargo, el uso de coros eclesiásticos y órganos, así como letras en latín, le imprime más poder a lo ritualista de la música, aún a pesar de los shrieks desesperados, los growls profundos y la diversidad de guturales. 

Muchos de los temas nacen en el funeral doom, en que lo sacramental termina siendo más tétrico, con los órganos mostrando un rostro lúgubre, ocultista y obscuro. Entonces las guitarras pasan a segundo plano, compartiendo espacio con extraños ruidos fantasmales, entre gritos y efectos sonoros. Hay algo de jazz en algunos de los temas, lo mismo que ambient y música contemporánea de cámara oculta aquí y allá.

No puedo dejar de pensar que sin el trabajo de los polacos de Lux Occulta, no se habría desarrollado el black metal misterioso y enmascarado que ahora es tan común. Aunque es innegable el aporte de los primeros discos de Samael, Tiamat y Rotting Christ. Le pongo un 4,7 de 5. En Spotify

05 junio 2024

Luchar contras las narrativas: el gran reto periodístico y ciudadano

Uno de los retos más arduos para quienes trabajamos como periodistas y verificadores es luchar contra las "narrativas". Estas estrategias, que no se basan sólo en piezas informativas o contenidos en línea, apelan también a prejuicios y creencias. Y en el caso de Venezuela, hay que decirlo, se apela a un clasismo y lucha de clases, que está bastante arraigada en nuestra cultura.

Pensemos en la más reciente narrativa exitosa -porque muchas fracasan por los voceros, por las formas o los tiempos- que se implementó: "Venezuela se arregló". 

Esta fue especialmente exitosa para la diáspora venezolana, aunque no tuvo casi ninguna repercusión dentro del país. Esa narrativa de una nueva prosperidad que dejaba atrás el año horrible del 2017, cuando se dio el mayo pico de migración, de escasez, represión política y caminantes por las vías de Latinoamérica.

Esta narrativa expandía la evidencia de un aumento de nuevos negocios y emprendimientos, el regreso del abastecimiento de alimentos y medicinas e incluso mostraba que la pobreza había bajado y el PIB volvía a crecer. Incluso el estudio ENCOVI habló de esta recuperación.

Una allí una sub-narrativa: que la gente se estaba devolviendo masivamente. El gobierno habló de 4 millones de retornados en la ONU, luego Maduro dijo que "casi un millón" desde 2020 y más tarde el Canciller dijo el único dato que ha sido sostenible con otros estudios: 300 mil personas.

Incluso hubo quienes vieron fotos de mucha gente cruzando el Puente Simón Bolívar, que une a Cúcuta y Villa del Rosario en Colombia con San Antonio en el Táchira, como evidencia de este regreso "masivo".

Pero este puente, que fue reabierto en 2022 con la llegada de Petro a la presidencia de Colombia, está en la frontera más activa del mundo, en la que se mueven cientos de miles de personas a diarios de ida y vuelta, por quienes viven en un lado pero estudian, trabajan o compran en el otro, cruzando hasta varias veces al día. Y antes lo hacían por trochas. 

No eran miles devolviéndose, era haciendo lo que siempre ha funcionado en esa frontera: ir y venir para comprar y vender. Incluso hay un documento que permite este "tránsito pendular" y que se hizo muy popular en Venezuela, la vendían en locales cercanos al SAIME cuando uno iba a sacarse el pasaporte.

"Yo conozco varios panas que se devolvieron, ahora la pasan bien allá". Fue una narrativa de TikTok, de anécdota, de fotos indignadas de la desigualdad, por los Ferraris y los locales hermosos, por la gente paseando en Margarita, Gran Sabana y la nostalgia, pero que también tuvo su ángulo clasista.

Es el mismo dilema, una y otra vez, de las colas de Zara, de la gente en una playa o de las presuntas señales de recuperación económica que puede costear, una pequeña porción de la gente, pero se obvió de ese cálculo los cientos de presos políticos, las personas muriendo por falta de medicamentos para trasplantados o que hay comida y dolarización, pero la gente no gana lo suficiente.

Otro estudio lo definió mejor: la gente volvió a probar suerte porque le fue muy mal en los países de acogida por falta de acceso a documentos, servicios o buenos salarios, porque extrañaban mucho a su familia o por diversas razones emocionales, profesionales o económicas, pero mientras creíamos en que "Venezuela ya no está tan mal", el Tren de Aragua desarrollaba una red de contrabando y trata de personas por toda Latinoamérica para expandir sus actividades mientras que al norte de Colombia otra red, el Clan del Golfo, hacía lo mismo para aprovechar la remigración: el paso por el Darién.

Y se rompe la burbuja de la narrativa: medio millón de venezolanos al año están pasando por el Tapón del Darién, una selva inhóspita, llena de delincuentes y abusos, por el que hasta hace pocos años la mayoría de venezolanos no sabía que existían o que no era tan difícil. Narrativas, Tiktok, cuentos de Whatsapp. Un amigo me dijo.

Estas narrativas, con base en el clasismo: que se concentró en quienes se devolvieron a vivir en la playa o quienes abrieron negocios exitosos, ignoró de nuevo a la gran mayoría: las familias con tres hijos que se devolvieron por la xenofobia de Perú, porque pasaron hambre en Colombia, porque nunca lograron vivir bien en Chile. Porque se les enfermó la mamá en Caracas, se les murió un hijo en Maturín, porque la pandemia los dejó en la calle y volvieron "donde no pagamos arriendo".

Estas narrativas, con base clasista, me recuerdan a cuando culpamos a los raspacupos de la crisis, en lugar de a los corruptos. Y antes cuando eran los bachaqueros, y no el control de precios, las expropiaciones. Incluso fue popular eso de "venezolano jode a venezolano" al principio de la migración masiva.

Lo peor es que las narrativas se basan en creencias, en memes, en miedos, en un instinto de protección, pero no en evidencia. Así en Venezuela -y acá me voy a arriesgar duro- son populares otras narrativas desinformantes como la "ideología de género" e incluso he visto cómo varios contactos están felices de encontrar "problemas ecológicos" en los automóviles eléctricos, como si producir carros de gasolina no implicara minería, explotar petróleo, gastar energía y además, emitir gases contaminantes. La narrativa hacer creer que estamos cambiando bosques por carros eléctricos, en vez de petróleo por energía solar.

Y sí, es difícil encontrar el origen de estas narrativas.

Por ejemplo, es difícil pensar cómo Rusia ha sido suspendido de distintos eventos deportivos, por su actuación contra la población LGBTIQ+ en las Olimpiadas y en Mundial de Fútbol, incluyendo sus propios atletas. O cómo es ser homosexual en China, Irán o Bielorrusia. Puros "panas" conocidos. 

Más fácil es juzgar a mujeres trans (¿por qué nunca a hombres trans?) por memes de Canadá, de España, de Irlanda, por TikTok, por lo que "leo" de otros, por tradición, por respeto a "lo normal". Y nos olvidamos del chamo que quemaron vivo en Santa Rita, Aragua. O de Shirley, la mujer trans que vive en una plaza en Maracay, de los femicidios, de los asesinatos por razones de género y que ser lesbiana u homosexual en Venezuela es un infierno de prejuicios, de burlas, de no tener acceso a lo más básico, que estamos perjudicando a gente, otra vez, pobre o muy pobre, porque en redes sociales vimos que son "víctimas del lobby gay" con videos de Austria, EEUU o Irlanda.

Y así vamos similarmente el Cambio Climático (y Greta Thundberg) o alabando a ultranacionalistas, ultra derechistas o extremistas, porque hablan mal del socialismo. Me recuerda a la película La Ola, en que un profesor trata de demostrarle a sus alumnos que el regreso del nazismo es más fácil de lo que ellos creen, hasta caer en una espiral en que él mismo se vuelve neonazi, se lo cree hasta el final y funda un movimiento.

Cuidado con las narrativas, no son la realidad. 

05 marzo 2019

¿Murió una diputada de Aragua por no tomar sus pastillas por dos meses?

Ella es Ronny Ortega, la primera diputada transgénero electa en un Consejo Legislativo (Aragua) y segunda mujer trans electa en Venezuela después de Tamara Adrián (Voluntad Popular - Asamblea Nacional).

No murió por falta de pastillas para la tensión tras una discusión con colegas sino de un paro cardíaco después de un accidente doméstico en Caracas en la que sufrió severas quemaduras al intetar encender el fogón de una parrilla con leña.

Fue internada en el Hospital de Lídice, donde falleció. Era muy apreciada entre los activistas LGBTI porque apoyó la petición de matrimonio igualitario, a pesar del rechazo del PSUV en el que militaba a tal acción.

Fungía como presidenta de la Comisión de Transporte del Consejo Legislativo de Aragua. Recibió un homenaje en la institución.

En redes sociales no sólo se solía ignorar que era una mujer transgénero, sino en tono burlón e insensible, se celebraba su muerte por haber militado en el chavismo.

Durante la investigación encontré amigos opositores de ella que la alabaron como persona y activista.


18 agosto 2015

LGBTI pa la Asamblea, pero en clóset chavista

Con discursos, se ha defendido muchas veces la "visibilización" de grupos vulnerables o socialmente excluidos, como las personas con diversidad funcional o sexual. Se ha dicho que es desde 1999 que realmente han sido realmente tomados en cuenta, con nuevas instituciones, misiones y consejos presidenciales.
En el caso de la comunidad sexodiversa o LGBTI, después de 16 años de hegemonía de los poderes y mayorías legislativas, Venezuela es de los pocos países de Latinoamérica, que no da ningún derecho civil a quienes no son heterosexuales. Tardíamente y sin tomar una acción concreta como presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado como presidente de la AN anunció en 2015 que apoyaría una ley que aprobara el matrimonio igualitario, mientras Héctor Rodríguez en el 2013 pidió abrir el debate sobre la diversidad sexual, después que el propio Chávez hablara de derechos años antes. Pero hasta aquí han llegado: discursos y anuncios, sin concreción.
Lo práctico, lo útil, lo necesario, no el "reconocimiento", esto es: unión civil o de hecho (derechos y beneficios laborales, compra de casa, programas sociales, heencia) así como adopción, reproducción asistida o acceso a educación, salud y trabajo (especialmente cuando para las personas transgéneros o intersexuales).
Ahora, en lo político-partidista también los defraudan. Aunque el Gran Polo Patriótico eligió como candidatos a Leandro Viloria del PSUV y a Rummie Quintero, trans femenina, profesora de baile y activista de los derechos LGBTIen la ONG Divas de Venezuela, no fueron incluidos/as en las listas por estado. Protestaron frente a la alcaldía de Libertador, pero no pasó nada.
Por otro lado, la MUD presentó dos candidatos de la lucha sexo-diversa: Tamara Adrián, abogada, profesora y transexual femenina, segunda suplente en la lista de Caracas y militante de Voluntad Popular, y Rosmit Mantilla, joven dirigente del mismo partido y segundo de la lista en Táchira. Puestos salidores que aseguran su triunfo.
A los pocos días, el presidente Maduro salió en cadena nacional durante la postulación de los candidatos del PSUV-GPP que "aquí hay candidatos representantes de la sexo diversidad pero no andan haciendo show por eso”. Este anuncio fue una reacción a todas las veces que señalaron a la oposición de odiar a las mujeres (con campaña de Twitter incluida), para finalmente cometer una doble falta: ignorar las primarias LGBTI y no tener ningún candidato abiertamente gay entre los 334 candidatos. O como lo dijo el presidente, en el clóset.

13 enero 2008

El Toro de Las Delicias: símbolo de Maracay, es una estatua bovina, no taurina, réplica de una ubicada en París

Toro de Las Delicias, Maracay, AraguaLeyendas y encrucijadas se ciernen a su paso
El Toro de Las Delicias: símbolo de la Ciudad Jardín
*** Indeleble huella de la época gomecista, y homenaje al desarrollo pecuario –y no taurino como se puede creer- impulsado por El Benemérito, la estatua reviste un cúmulo de tesoros al que pueden acceder locales y turistas, aunque la "excavación" sea menester. Leyendas urbanas y señales del camino entretejen un delicado velo sobre historias verdaderas, bañándolas de imaginación y creatividad criolla. Descubramos El Toro de Las Delicias.

Cuentan los viejitos, y en este caso, doña Eleuteria Gotto de Sequera, “La Negra” para sus familiares, nacida en Choroní hace 78 años y habitante de Maracay desde 1938, que Las Delicias -la zona norte de Maracay-eran potreros, espacio para el Circo de Calicanto y por supuesto, el Zoológico de Maracay, cuya entrada estaba signada por el monumental animal de bronce. Siendo niña, recuerda que le dijeron incontables veces que estaba lleno de morocotas de oro, pero también de dinamita, por lo que nunca se había podido trasladar ni sacar el tesoro.

Mucho más historias se cuentan, desde túneles secretos que llevan hasta el Hotel Jardín -luego Gobernación de Aragua y pronto sede de la UNEFA- entre otras dependencias, hasta haber sido una pista para encontrar el Tesoro de Tarazona, secreto que supuestamente se llevó a la tumba un conocido militar de confianza personal de Juan Vicente Gómez, apodado El Indio y cuyo halo de misterio lo completaba la creencia popular de que dormía cruzado a la puerta del dormitorio de su jefe, no tener familiares conocidos, un permanente estado de alerta mental y especialmente, lograr acceder a la intimidad del mandamás andino. Esto llevó a despiadados cazafortunas a excavar en los terrenos del Zoológico de Maracay, infructuosamente.

¿Taurino o bovino? El origen de la estatua también fue materia de creencias populares por muchos años, como cuenta Alberto Ramírez Avendaño, uno de los pioneros en la crianza de toros de lidia, gran experto del tema ganadero, miembro y ex directivo de la Cámara de Industrias Lácteas de Venezuela.

En un artículo cuenta que habiendo Gómez iniciado la agroindustria, ordenó la primitiva ganadería de entonces. El Lactuario de Maracay fue una de las primeras señales de este proceso, que no fue fácil, ya que la mejora de la raza criolla pasó por muchos avatares.

Los toros criollos habían aprendido, por selección natural, a vivir en las llanuras calientes e inclementes de nuestra tierra pero las “musiúas”, a pesar de los cuidados que recibieron donde nacieron y los cambios que se realizaron en las rústicas vaqueras para adaptarlas a los nuevos deseos del dictador, morían por la misma razón que diezmó también parte de las gentes de esa época, poco sabedoras de plagas y enfermedades: la serpiente cascabel.

El toro llegó desde Francia, un regalo enviado por el nieto del General Gómez, Marcos Santana, quién fue comisionado para la compra de ganado en aquel país, y buscando animar el espíritu de su abuelo, empeñado en el desarrollo pecuario de la región, le mandó la figura de bronce con la inscripción: General, este no se le muere.



Este impulso llevó a buscar expertos en sanidad animal en Europa y el Cono Sur, y años luego, abrir las escuelas de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela en Maracay. No era entonces taurina la razón de este, aunque por años se creyó así, gracias al “francés” de Venezuela.

Por la mala pronunciación del apellido del escultor, el toro se le atribuía a Mariano Benlliure, un escultor español amante de la tauromaquia, y gracias a la encendida pasión taurina que arropaba la ciudad con una Maestranza réplica de la de Sevilla, fue fácil extender la especie. Cuenta Don Alberto que los más conocedores de tanto examinar la obra empezaron a dudar ya que la estética de lo que figuraba en el pedestal no correspondía con un toro de lidia hasta que tras una detallada revisión vieron el nombre al pie de la estatua: Is. Bonheur.


Avendaño admite que no supo nada de este nombre hasta que en Londres, tras ver una maravillosa pintora que retrata un mercado de caballos, quiso saber el nombre de su autor y le dijeron Marie Rosalie (Rosa) Bonheur, destacada pintora y escultora francesa, nacida en Burdeos en 1922 y lesbiana, lo que le complicó mucho la vida para cosas tan sencillas como usar un pantalón. El cronista le refiere la autoría, pero una búsqueda de la obra de su hermano, Isidoro, un reconocido escultor de animales en bronce, especialmente toros, permitió establecer que fue él su creador, aunque ella tiene algunas esculturas bastante parecidas.



Obra de Rosa Bonheur
Obra de Rosa Bonheur

En esta web venden réplicas de la estatua hecha por Isidore Jules Bonheur, su hermano, titulada Taureau, que no sólo es idéntica a la de Las Delicias en Maracay, sino que también está en el parque Georges Brassens de Paris.

Taureau de Isidore Bonheur en París

Réplica de Taureau a la venta en Bronze Gallery


* Este artículo fue originalmente escrito por mí para la Revista Encartas, que ha sido modificado varias veces para la versión en línea.