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21 julio 2025

Lo nuevo de Wet Leg (indie punk garage), death progresivo hiper-melódico francés, rock/metal progresivo, alternativo y gótico sueco (Katatonia), Sting en vivo, metal progresivo/alternativo de Túnez, p-funk, progresivo ambient, groove/metalcore de Lituania, mathcore/metalcore, death de Costa Rica, post-metal /sluge de Chequia

1. A Cold Black Day (2016, remasterizado y publicado en 2025) de Carcariass: esta banda francesa me ha asombrado demasiado por su sonido, es la banda de death progresivo más melódica que he escuchado, con riffs y un sonido tan pulidos y suave que contrasta con la rudeza y extremismo de la construcción del sonido, del gutural poderoso y de la brutalidad de la batería. Es un logro increíble que los hace especialmente seductores. 4,3 de 5. El disco salió bajo el nombre de  Mindwarp de Suiza y ahora es presentado como discografía de la francesa, que puso tres de los cinco miembros.

2. Nightmares as Extensions of the Waking State (2025) de Katatonia. Sigo felizmente enamorado de mi esposa Aruska y de esta banda que redescubrí más tarde. Este disco, con rock progresivo, goth metal y metal alternativo, con guiños de doom, me gusta mucho. Este disco le di 4,6 de 5 y lo reitero. Me encantaría verlos en vivo pronto.

3. Live 3.0 (2025) de Sting. 4,5 de 5.


4. Karma (2023) de Myrath: más de metal progresivo contemporáneo, fusionando con música de Medio Oriente y especialmente mucho metal sinfónico, folk metal y claro, momentos de amplia accesibilidad pop y metal alternativo. 

De Túnez/Francia para el mundo, y aunque los puristas no quieran calificarlos como prog, aunque claro, hay momentos de arena rock / AOR pero con raros arreglos y cambios de tiempos y texturas. En mi segunda o tercera escucha, me gustó mucho más.

Lo mejor es la grandiosidad de las orquestaciones, con cuerdas, trombón, trompeta y saxofón reales, e incluso Qraqeb o Karkabou, castañuelas marroquíes, siempre lideradas por melodías de instrumentos árabes pero además, potenciadas con teclados y guitarras inmensas, que le dan una energía increíble. Es un discazo, que quizás rompa esquemas estrictos. Me gusta muchísimo. 4,7 de 5. 

5. Album of the Year #1 Funkateer (2025) de Bootsy Collins. Uno de los músicos que colaboró con George Clinton en Funkadelic y Parliament ayudaron a crear el P-Funk, y este disco es la más reciente producción del bajista con decenas de cantantes e invitados del hip hop estadounidense. Algunas guitarras pesadas, mucha psicodelia y RnB acompañan al disco, sabroso, claramente funk y espacial. Creo que lo que más disfruté fue la incorporación e influencias del rock psicodélico, el space rock y el rock experimental, con el último tema dedicado a Buckethead. Porque con él Bootsy compartió en la banda de metal alternativo y experimental Praxis, liderada por Bill Laswell. 4,3 de 5. 

6. The Warmth of a Dying Sun (2017) de Employed To Serve. El mathcore / metalcore brutal, enredado y agresivo que me encanta, lleno de gritos, armónicos, guitarras densas y creatividad caótica, angular y progresiva. 4,7 de 5. Aunque es una banda que me encanta, ya no son la locura destructiva que eran.

7. Liquid Stone (2025) de Whispers Of Granite. El proyecto de metal alternativo/ambiente/progresivo de la cantante noruega Trude Eidtang y el multi-instrumentista alemán Andreas Hack. Es música suave, ligera, con momentos de majestuosa progresividad aunque siempre en un modo calmado, contemplativos y casi de místicos. Lo mejor está en combinar arreglos de bajo y teclados, así como la gran voz de ella. 4 de 5.

8. NIL (2025) de Black Spikes: Una banda rara de groove/metal alternativo/metalcore, cuyas influencias van del trap metal al djent, pasando por el black melódico, voz femenina en shriek y melodías limpias, de Lituania. Es bestial, diferente y potente. 4,3 de 5.  Está compuesta por Simona Karinauskaite (bajo), Mantė Gužėnaitė (batería), Agnieška Vrubliauskienė (vocales) y Dovilė Virbalaitė (guitarra). 

9. moisturizer (2025) de Wet Leg: segundo disco de este dúo femenino de indie rock, ruidoso, atrevido y algo desenfadado, con garage rock y dance-punk, lo que le da esa amplitud para ser agresivas y al mismo tiempo, bailables o burlonas, según se vea. Según RYM hay indie pop y post-punk, aunque para mí en muy menor medida. Recuerdo que se habló demasiado de su debut, al que apenas recuerdo, pero este disco me gustó bastante, bien guitarrero y pop noise. 4,2 de 5. 

10. Altar of Brutality (2025) de Mortual. Debut de esta banda tica de death metal. Pura muerte, mae. Es oscura, subterránea, veloz y perversa. Bastante vintage en sus riffs pero con alta capacidad interpretativa. Un poco de Obituary, Deicide y Monstrosity entre las claras influencias. 4,2 de 5.

11. Amen (2025) de Lvmen. Discazo de slugde atmosférico, post-metal y post-hardcore, metal progresivo y mucho stoner, realmente increíble, que con esta combinación audaz te arroja paletazos y misiles de claroscuro, en que la suciedad y brutalidad de gritos y guitarras, llenas de fango, torbellinos de arena y taladros, también tenga momentos melódicos, de rock psicodélico calmado y contemplaciones siderales, en medio de una discordante batalla de concreto, explosiones y riffs que son igualmente stoner, progresivos, asesinos y monstruosos. A veces siento que escucho dos bandas en una, algo como The Mars Volta con Sermon, porque tiene una ritmicidad que es ajena al post-rock, al metal e incluso al stoner.

4,8 de 5. Suena apocalíptico y misterioso, lúgubre y al mismo tiempo, seductoramente cinemático, gracias a arreglos de cánticos, sintetizadores y orquestaciones, pero también sabroso, como con toques de funk/groove, gracias a los momentos progresivos, aunque el post-metal le añade otra capa nuclear: con disonancias extremas, percusiones en avalancha y raras atmósferas. Su propuesta visual y conceptual es magnífica. De mis discos favoritos del año.

12. Only Hore's & Divorce's (2025) de Horerotted: brutal death / grindcore, toquecitos de lam, poderosísimo, del británico Sam Taylor, el mismo de Porkfarm. 

13. Sangvareh (2025) de Sabke Morde: qué increíble día, y más con esta banda tan sorprendente, oscurísima y misteriosa, tan difícil de clasificar. Además de venir de Irán. Porque aunque podría decir que hay metal sinfónico por las orquestaciones realistas y grandiosas, aunque es más bien algo como música de cámara experimental y vanguardista, con noise, coros operísticos y canto de garganta.

Podríamos hablar de dark jazz y metal progresivo, quizás post-metal o death doom, aunque suena es más bien a soundtrack de terror, con mucha intervención digital, en que a veces hay momentos de guitarras metaleras, así como muchos samples terroríficos y dark ambient. Todo producido por el multi-instrumentista Siavash Sabke Morde (سیاوش سبک مرده). Las voces son shrieks, coros de voces, líneas de soprano y cánticos de Medio Oriente.

Este disco, que también es conceptual como los dos anteriores, tiene los siguientes músicos: Siavash Sabke Morde – voz, batería, guitarras, bajo, piano, teclados, efectos de sonido como autor y de sesión:

Kambiz Radmehr – saxofón. Archie Murphy – trombón, fagot. Joshua Stephenson – trompeta. V. Petrosian – fliscorno. Erfan Hop – trompas, tuba. Sevin Fallahi – clarinete. Tina Abd – flauta. Daniel MP – violín, viola, violonchelo. Sanaz Alf – violín. Sara Kalan – soprano. Austin Redding y Melina Redding – coro. 4,9 de 5.

20 julio 2025

Rap bogotano, metalcore femenino de Tokio, post-bop / ECM jazz con Corea, Metheny y otros, metal progresivo heleno-germánico, stoner progresivo alemán, brutal death gringo, black/death gélido, death/post-punk sueco, Claroscura (Aterciopelados)

1. Pecado Capital (2025) de Errror999. El domingo comienzo muy bien con esta nueva producción del rap bogotano. Mi preferida, Injurias. 4,5 de 5.

2. Apple of My Eye (2025) de Nemophila. Sigue brutal con este cuarteto femenino japonés, lleno de metalcore y metal alternativo. Los gritos y riffs de Brainwash son impresionantes. 4,3 de 5.

3. Like Minds (1998) de Gary Burton, Chick Corea, Pat Metheny, Roy Haynes y Dave Holland. Post-bop y ECM Style Jazz. Joya total. 5 de 5. Creo que lo mejor es que además de piano, guitarra, bajo y batería, está el vibráfono de Gary Burton. 
4. The Constante Void (2025) de Philosophobia: segundo disco de esta banda internacional (Alemania, Grecia) de metal progresivo, lleno de arreglos intrépidos gracias a un batería extraordinario, con enfoque en los arreglos de rock progresivo mediante teclados y una narrativa dramática con una poderosa voz limpia no épica ni power metal. Es buenísimo cómo se enfocan en atmósferas y texturas sónicas. 4,3 de 5. Sus temas más cortos, porque tienen una suite final de más de 20 minutos, son realmente poderosos, con más sintetizadores imposibles, metal enrevesados y cambios extraordinarios, con un sonido pesadísimo en la batería y solos magistrales de guitarra. 

5. Ate's Alchemist (2025) de Sheev. Bella alegría de esta banda alemana de stoner / groove metal progresivo, que con un sonido agresivo y grueso va pasando de la calma a lo explosivo, con cambios fascinantes y texturas agrestes, dándole fuerza a la locura compositiva y la interpretación casi pretenciosa. 4,7 de 5. Es como un Pantera refinado, fumón y avanzadísimo en arreglos progresivos, con un bajo demencial pero hábil pero también algo de Alice In Chains e incluso algo de Tool. Discazo. 

6. Violence Unimagined (2021) de Cannibal Corpse: me hacía escuchar esta bestialidad de disco, lleno de brutal death, death/thrash bestial y un tremendo delivery vocal de parte del usualmente menos querido por mí, Corpsegrinder, incluso hay algo de deathgrind para mí. 4,3 de 5 pero con muchísima diversión extrema gracias a riffs circulares, melobrutales, con solos increíbles y con diversidad de velocidades, es un abanico de machetazos y ataques letales. Primer disco con el guitarrista Erik Rutan de Hate Eternal. 

7. Abominable Astral Summoning (2025) de Imperial Crystalline Entombment I.C.E. Tercer disco de estos locos de concepto enfocado en lo gélido, el hielo eterno, la fría y huesuda muerte y el apocalipsis invernal, de Waldorf, Maryland. Es un black / death dominado por riffs y blast beats más propios del death, aunque después de la primera mitad, los temas se tornan más híbridos, con una oscuridad furiosa y voraz que recuerda a Emperor y Marduk, pero está bueno, bastante, le voy a dar un 4,1 de 5, un paso mucho más alto desde su disco anterior. 

8. Beside Myself (2025) de Dj Haram. Segundo disco de este productor musical de Nueva Jersey. Un álbum de Deconstructed Club [combinar música electrónica bailable de ritmos regionales y poco escuchados en países anglosajones con géneros del post-industrial], gracias a la incorporación de pistas, beats y sonidos de Dabke, Experimental Hip Hop, Hard Drum y Ambient, así como narraciones de poetisas feministas árabes, noise perverso como el que Mother Moor, una de sus colaboradoras y con quien forma 700Bliss, hizo con SUMAC, mucha música de Medio Oriente y una declaración / manifiesto en forma de arte alternativo de música electrónica que bebe del rock experimental, el drum n bass, el hardcore electrónico y la música del mundo reconvertida y sampleada para la discoteca. 4,3 de 5. Interesantísimo y muy bueno.

9. Hesitating Lights (2025) de Floating: Esto está realmente bueno, death metal progresivo con post-punk, por lo que el bajista necesita ser doblemente bueno. Son de Suecia y hay blast beats en que los guturales se combinan con riffs de notas lúgubres pero brillantes y agudas, mientras el bajo y la batería se transforman para ser tan góticos como bailables. 

En temas como Grave Dog es death disonante, opressivo y demencial, muy avant-garde pero igualmente gótico y punketo, así que también tiene una doble capa de melodías disímiles. Empieza siendo interesante, una curiosidad y termina siendo una cátedra de experimentación lograda, de yuxtaposición y fusión creativa, con distintas formas de la oscuridad.

Es una maravilla para bailar con delineador, chaqueata de jean con logos de black metal y admirar la locura progresiva de sus guitarras que van de tremolo picking bastardo a bellos y brillantes acordes de shoegaze/emo/deathrock. 

10. Claroscura (2018) de Aterciopelados. Este disco es de los primero intentos de resignificar el latin pop y la música latina fusión de parte de mis amados colombianos, de forma más experimental que consolidados conceptualmente, en que sueltan bastante guitarras para probar con electrónica como antes hicieron otros mucho mejor, así que alcanzan resultados más o menos afortunados aunque en general me gusta muchísimo también, musicalmente es el menos logrado, realmente básico en materia de composición.

El disco empieza bien con Play con Anita Tijoux y tiene algo interesante en Tu Amor Es porque logran el objetivo de combinar sus versos de poesía punk con EDM aunque hay momentos muy bajos como Despierta Mujer, pero también hay temas bastante buenos, como Tumbao, donde vuelve a sonar el vallenato en guitarras psicodélicas y rock latino. Es decir, cuando apelan a lo que saben, combinar versos sociales y líneas vocales de rock latino con algunas guitarras o ideas de rock indie, en lugar de intentar ser un Sidestepper rebeldoso. Quizás hay una excepción en Manifesto Colibrí aunque por poco.

El tema Dúo es lo máximo: habla de la evolución de Héctor y ella, del punketo del Restrepo, que tocaba en La Pestilencia y luego vegetariano pacifista espiritual, y ella que venía de la ranchera y el bolero, ahora es casi vampira. Incluso hablan de la separación que tuvieron. Piernas, un rock and roll feminista, un poco repetido y menos divertido que otros de empoderamiento corporal pero me vuelve a conquistar con la dura balada Vieja, maravillosa pieza intimista, balada ranchera rock/ska con dolor de alma y cuerpo. 

Maravilloso, 4,2 de 5. Termina con He Venido A Pedirte Perdón, original de Juan Gabriel, en verión electropop con guitarras. 

13 julio 2025

Debut de Ella Feingold (jazz/funk), viking/doom/black de Suecia (Ereb Altor), rarezas del Moon Safari (Air), death melódico progresivo de Boston, black sinfónico polaco

0. No fui al kárate sábado ni domingo, ayer me sentí culpable por quedarme viendo tele hasta tarde pero hoy fue que apenas me pude desesperezar y levantar, estoy agarrando mínimo aún después de dos semanas sin entrenar.

1. Different Strokes For Different Folks (2025) de Charlie Hunter y Ella Feingold – Según la página web de Hunter: "Ella Feingold es una guitarrista, compositora y orquestadora ganadora del Grammy, reconocida por su acaudalada fortuna [WTF!], su sofisticación armónica y su innovación técnica. Estudió con el legendario Spanky Alford, donde dominó el fraseo soul-jazz con influencias gospel antes de embarcarse en una carrera interpretando y grabando con Queen Latifah, Erykah Badu, Bruno Mars/Silk Sonic [discazo magnífico], The Roots y Jay-Z.

Considerada por Hunter como "una de las guitarristas más rudas y pulidas del planeta", la forma de tocar de Ella se define por su dominio de la guitarra rítmica, combinando síncopa, voces complejas y un groove profundo con influencias del funk, el gospel y el jazz. Es pionera de la afinación invertida, inspirada por Chris Weisman, que permite estructuras armónicas frescas y voces inaccesibles en la afinación estándar. Este enfoque único da forma a su sonido característico, combinando exuberantes inversiones de acordes, líneas de bajo movibles y un fraseo melódico expresivo.  

Different Strokes For Different Folks es su debut. El álbum marca un punto de inflexión para Ella, quien vio por primera vez a Charlie Hunter tocando con Leon Parker en el Regatta Bar a finales de los 90. Nunca imaginó tocar y grabar con Charlie décadas después, como compañera y amiga. Como proyecto exploratorio de dúo, ambos participan en conversaciones dinámicas e improvisadas a través de sus instrumentos, creando un intercambio interactivo que explora el ritmo, el espacio y las texturas sonoras. Ella toca una Fender Strat mexicana con cuerdas invertidas, una púa de fieltro para ukelele, un Fender Princeton Reverb de 1967 y un filtro Ensoniq ASR-10 VCF.

Grabado con un sonido crudo, casi lo-fi y muy acústico, se pasean por el jazz, el funk y el gospel. 4,3 de 5.

2. Hälsingemörker (2025) de Ereb Altor: Discazo de viking metal, epic doom y black metal de Suecia, combinando voces góticas, buenos shrieks, guitarras metaleras y atmósferas de misterio, cambiando de la introspección oscura a la rabia explosiva, siempre con aires fantásticos y emocionales. 4,7 de 5.

3. Moon Safari Rarities (25th Anniversary Edition, 2024) - AIR. De mis discos favoritos de la vida y sin duda, el mejor del dúo de house francés. Para ser más explícitos y exquisitos: downtempo, ambient pop, space age pop y neo-psicodelia, además de pop francés e indietronica. 

4. Erasure Of Color (2025) de Aversed: Segunda vez que escucho este disco increíble de esta banda de Boston, apenas su segundo en su carrera, que como dije antes, es como una versión más extrema de Jinjer, en que la música alternativa, la fusión progresiva y los riffs son combinaciones de blackgaze, metalcore y death melódico, en que lo alternativo y lo extremo son elementos de su claroscuro. 4,8 de 5.

5. Fading Leaves (EP, 2025) de Dainsleif: también de Boston (aunque el cantante/guitarrista/orquestador es de Alemania), y con  el mismo bajista de Aversed está esta maravilla de melodeath progresivo / folk metal sinfónico, en que también hay una extraordinaria producción vocal y arreglos complejos dentro de épicas canciones tan extremas como armónicas, y con un bello hilo narrativo que permite combinar power, riffs disonantes y hasta death progresivo. 

6. Under a Twinkle of a Fading Star (2025) de Yog-Sothoth: repito este debut de black sinfónico polaco que claramente está influenciado por Bal Sagoth, lo cual disfruto y cabeceo. 4,3 de 5.

7. Get to Heaven (versión por el 10mo aniversario, 2015-2025) de Everything Everything. Aunque su Fountainhead (2024) no me impresionó, tengo guardadas un par de canciones de Man Alive (2010) entre mis favoritas, y la abridora de este disco me enganchó de inmediato, To The Blade, con sus momentos de math pop y pop progresivo. 

Pero este disco es mucho más, especialmente electrónico y progresivo: desde Art Pop e Indie Rock principalmente, pasando por new wave, música dance alternativa, dance punk e indietronica, por lo que lo digital y lo analógico se combinan desde distintos ángulos, por lo que se puede sentir una onda británica, bien sea para bailar, rockear o hacer ambas cosas, pero la sensación general es hacer una versión electrónica de rock tropical, ska-rock o garage rock, como un Daft Punk más analógico, un Air reflexivo en vez de solo bailable o delicisoso o quizás The Clash muy electrónico. No es mi género ni estilo favoritos, pero concedo que es agradable de escuchar, que los temas son profundos y bien hechos, y que sigue esa sensación genial entre escuchar con detenimiento para disfrutar de los arreglos, bailar y hasta sorprenderse, como con el tema Warm Healer, con un bajo y orquestaciones increíbles. 4,3 de 5.

12 julio 2025

Flamenco/death metal franco-español (Impureza), metal progresivo instrumental, pop hipnagógico / rock psicodélico, occult/hard rock británico, rock latino (Cuarteto de Nos), rock alternativo progresivo sueco (Soen)

1. Alcázares (2025) de Impureza: potencial disco del año para mí, esta banda francesa de flamenco / brutal death progresivo, que parece un choque entre Paco de Lucía, Nile y Atheist, con el sabor de jazz fusión / metal extremo de Acrania y el sabor del neo-flamenco de elbicho. Son dos franco-españoles (en guitarra y voz) y dos franceses.

Entonces de las guitarras acústicas y el cantao, hay un bajo circular e imposible, una batería altamente técnica, riffs asesinos y arreglos de brutal death, tan enrevesado como bestial, además un grunt/shriek hábil y monstruoso, por lo que crea una fusión distinta, al ser más pesados que lo usualmente pensarías para una fusión con música tradicional. Para mí, 5 de 5. Son franco-españoles, pero residenciados en Orléans, Centre-Val de Loire. 

2. Slowly, Then All at Once (Ep, 2025) de Thrailkill. Power trío de metal progresivo instrumental, con momentos de jazz fusión y djent, e incluso algo de electrónica. Es el trabajo de Wes Thrailkill y varios colaboradores excepcionales, incluyendo los músicos de The Resonance Project.

3. Curse (2025, EP) de Unknown Mortal Orchestra: Bizarra agrupación de Portland, Ohio, de rock psicodélico y hypnagogic pop (una mezcla de "recuerdos de un recuerdo" sobre la cultura de los 60 a los 90, su tecnología y sonidos, entre el rock radial, el new age y el primer synthpop, que suena totalmente vintage, con un sonido intencionalmente lo-fi, misterioso y ocultista, haciéndole honor a su nombre. Creo que es de culto no termina de conquistarme. Incluso creo que este sonido es demasiado crudo a propósito para ser realmente disfrutable. 2,7 de 5. 

4. V: Lamentations (2025) de Wytch Hazel. Hard rock de Preston, Lancashire, Reino Unido, con tintes ocultistas, doom y de heavy tradicional setentoso, incluso con arreglos de folk rock y algunos sintetizadores aunque conceptualmente cristianos. Supongo que es similar al "white metal". Bien vintage, me agradó, 4,2 de 5. 
5. Apocalipsis Zombi (2017) de Cuarteto de Nos: el disco más alternativo de los uruguayos, con muchos arreglos electrónicos y folk, consecuentes con sus letras humorísticas y ocurrentes, con muchas referencias a la cultura de Internet y reflexiones sociológicas. 4,2 de 5.

6. Extraordinarios los singles de Accvsed: llenos de rabia, metalcore y djent con increíbles voces guturales y limpias de post-hardocre, pero también los temazos emocionales y rockeros de Halestorm. 

7. Imperial (2021) de SOEN: la elusiva banda sueca de metal/rock progresivo y metal alternativo que con este disco, aún no siempre la belleza de Lotus, se establece como una marca particular de metal accesible conservando la locura rítmica que imprime Martín López y guitarras complejísimas que pueden ser igualmente melódicas, alternativas y seductoras. Además, este disco establece las bases melódicas del próximo disco, con la última canción, Fortune, compartiendo parte de la letras con la magistral Unbreakable. 4,3 de 5.

8. Pacífico Maravilla (2025) de Nidia Góngora. Maravilloso disco de música del Pacífico colombiano y el Valle del Cauca de la maravillosa Nidia Sophia Góngora Bonilla. La cantautora presenta un disco mucho más folclórico y al mismo tiempo contemporáneo, sin entrar al jazz ni a la fusión electrónica tipo Sidestepper pero tampoco en el Tropipop de sus comienzos. Al contrario, son sintetizadores y mucha aproximación folclorista pero es un disco revelador, con poesía, cultura y aproximación pero en una encrucijada entre lo demasiado académico y lo puramente festivo, pero poniendo pies aquí y allá. Entonces sí, hay dub, salsa, música folclórica y fusión electrónica pero también hay algo novedoso y particular que no es ninguna de ellas. 

08 julio 2025

Death revival de Florida, indie pop folk rock de Manhattan, horrorcore transoceánico, death disonante progresivo de NY (Imperial Triumphant), rock/metal progresivo italiano/suizo, blackgaze atmosférico (Trhä), sound collage/drone

1. Mind Trap (2025) de Inhuman Condition. La vieja confiable del death metal en revival. Tercer disco de este power trío de Florida que revive el género con su logo hecho con la misma tipografía de Massacre. Claro, tienen permiso ya que los tres tocaron en la banda y dos de ellos en su primer EP. Además, el bajista también en Obituary y Death.

Ciencia ficción terrorífica y riffs clásicos de finales de los 80 y principio de los 90, con una voz también característica. Aunque debo decir que hay pequeños momentos de death n roll y similares. 3,5 de 5. El tema final me encantó, con unos tiempos raros en el riff.

2. Late Great (2025) de Laura Stevenson: se agradece el indie pop / indie rock / indie folk (con algunas guitarras de power pop / noise pop) tan bien hecho, hermoso y musicalmente rico y no sólo con guitarras Dobro sino con cuerdas, guitarras de noise pop y una cuidadísima producción. 3,8 de 5. El tema Honey lo tiene todo, guitarras shoegaze, folk alternativo y voz hermosa. 3,8 de 5. La cantautora es de Manhattan, Nueva York. 

3. Trapped in a Pocket Dimension (2025) de Bello & Shem: Me pierdo las razones detrás de las alabanzas que leo en Sputnikmusic. No noto tanto la diferencia entre los acentos británico y australiano de los raperos, y la etiqueta de música generada por Inteligencia Artificial me alertó. Es horrorcore elegante, con pistas bien producidas y claramente audibles, aunque no me enganchó. 3 de 5. 
4. Goldstar (2025) de Imperial Triumphant: death progresivo y disonante, con algunos elementos de jazz y black disonante, pero donde domina un avanzadísimo concepto de metal avant-garde, que alcanza niveles increíbles, con un enfoque en las disonancias progresivas, el death metal experimental y algunos arreglos extraños que son más adornos que la idea central. 4,8 de 5.

5. Veils of Illumination (Dic, 2024) de Virtual Symmetry. Me alegra tanto este maravilloso disco de metal progresivo / power metal italiano/suizo, que me había perdido por meses, que tiene grandes riffs pesados y arpegiados, que danzan con sintetizadores inteligentísimos y seductores, que son acompañados con bellas voces operísticas, pero también con un sentido como AOR / hard rock, que combinan idealmente con orquestaciones y pianos, junto a asombrosas combinaciones técnicas de batería y guitarras que suenan casi djent y metalcore, que le dan un sentido muy propio. Es como Syncatto con Yes. Realmente elegante, estimulante y maravilloso. 4,8 de 5. Su tema final, de 20 minutos, es una suite increíble de progresivo/power fusión. Cambiaron saxofón por teclados, pasando de la fusión prog/jazz al metal sinfónico.

6. Ayanami! (EP, 2024) de Lua Trilogy! -- regular, como su anterior disco dedicado a My Little Pony. En este caso se trataría de diversos géneros electrónicos niche, ligados a subculturas de Internet: PluggnB, Cloud Rap, Digicore, con algo de Pop Rap, Experimental Hip Hop, Jerk, Lowend. 3 de 5 a pesar de la curiosidad y la calidad del sonido.

7. DI Nido Jad - ◊untwan Law¶ur Dëhajt◊ejn - A∫ëtana Lín Bë (2025) de Trhä. Damián Antón Ojeda, Thét Älëf, lo vuelve a hacer. Esta vez con un discazo, en dos partes de 14-15 minutos, con black metal atmosférico, melódico y lleno de shoegaze, guitarras hermosas que van desde lo siniestro a lo emocional, rozando lo existencial y lo depresivo, quizás más, pero también con aires y luces tan brillantes, entusiastas y poderosos, gracias a una batería tan optimista, hábil y cambiante, así como riffs circulantes e insistentes, que lo logra en grande, especialmente considerando que es su cuarto disco del 2025. Cierto: 4,7 de 5.

8. Singles de Faun y Supersonic Dragon Wagon.

9. Mnemonic: Ambient Mosaic (2025) de Mizmor. Drone / ambient / sound collage de Portland, Ohio. Usualmente este tipo de discos no musicales me fastidian, pero este lo siento muy logrado, cuidadoso sin ruidos ni estridencias innecesarias o intencionalmente excesivas. Acá hay misterio, exploración, es una especie de búsqueda que quedó documentada. Y aunque no es tan bueno como anteriores producciones, marca un camino interesante. Yo le doy un 3,8 de 5. Otra grata sorpresa, porque no esperaba que me gustara nada y me agradó bastante. 

05 julio 2025

Post-rock gringo (Grails), extraordinario death progresivo y técnico de Durham, Juanes, trap/dirty south/gangsta de Memphis, hip hop de Bogotá

1. Miracle Music (2025) de Grails. Desde Portland, Ohio, es una banda de post-rock ampliamente conocida en la escena, que no recordaba haber conocido. Su música es contemplativa, combinando música de cámara con electrónica y absolutamente cinemática, muy elaborada y elegante, con trompetas de jazz, guitarras sensuales y muchos sintetizadores, samples y sonidos ambientales. Aunque admito que no demasiado excitante. 3,5 de 5.

2. Infinitus Somnium (2025) de Erebor: una inmensa sorpresa con este disco, el segundo de esta banda de Durham, Reino Unido, con death metal progresivo y thrash técnico, con voces guturales y shrieks de deathcore y guitarras de post-metal, que además tiene momentos de potente black melódico con un blast beat endemoniano, y otros de calmado post-rock progresivo y jazz fusión, con un gran bajista, guitarras arpegiadas y dark ambient. Es una maravilla, 4,7 de 5.

3. Mis planes son amarte (2017) de Juanes. No soy fan de sus discos más pop pero reconozco la propuesta artística original del ex-cantante de Ekhymosis, fusionando cumbia, vallenato y rock latino, lo que antes habría hecho Carlos Vives. Es un buen disco, muy bien hecho. Me entero que es un disco visual con videoclips en cada canción y que ganó el Grammy Latino como Mejor Álbum Pop Rock. Le do un 3,7 de 5. La canción Fuego es claramente un vallenato/rock a lo Aterciopelados. 

4. Yours, With Malice (2025, EP) de Youth Code. Este disco me hizo recordar las fiestas de música electrónica en locales abandonados y galpones en Amsterdam. Este es un dúo conformado por Sara Taylor y Ryan George haciendo EBM y Electro-Industrial, con shrieks de parte de ella, así que hay rock industrial, aggrotech, dark electro y synth punk.n 3,6 de 5. A bailar entre colmillos y dreadlocks verdes, comida vegana y tuberías oxidadas. Me recordó a wumpscut. 

5. Glockaveli (2025) de Key Glock. Me agrada cuando el hip hop me sorprende, porque apenas entiendo las letras y sus trucos líricos. El hip hop sureño, por lo que aprendí del documental Hip Hop Evolution, siempre es más creativo y nacido como subproducto de una realidad social muy distinta a la de Los Angeles y Nueva York, usando instrumentos viejos y una visión de pobreza y desasosiego distinta. 

Según es Trap y Memphis Rap, pero la voz no es balbuceo ni los ritmos son los típicos. Gangsta Rap, Chipmunk Soul y Dirty South, según RYM. Me gustó, la verdad, bastante. 

6. Filantropía (2025) de Penyair. Hip hop de Bogotá. Buenísimo, 4,5 de 5. Rap con acento rolo. Mañas Rufino (quizás el mejor tema) y Gabylonia entre los invitados. Un poco largo.

7. Scorched Earth (2025) de Harakiri For The Sky: post-black metal austríaco que dentro de su mismo estilo feroz y existencialista de shriek gritado y música post-metal, post-rock y ambient, parece darle más espacio ahora al shoegaze, al black melódico, a los arreglos sinfónicos e incluso al rock indie.

RYM me da la razón, así que al post-metal y black atmosférico, hay que sumarle metal alternativo y doomgaze, porque se notan mucho más melodías y sonidos más cercanos al rock y al post-punk que que al metal, lo que le da un matiz tan innovador como cuando inició su carrera, manteniendo los vocales rasgados y desesperados, ahora hay una oscilación rítmica, un uso de pianos y distorsiones más oníricas y más vivaces, incluso más accesibles y de notas mayores, que le da una luz novedosa. En el tema In Autumn I´ll Surrender se notan influencias de los noventa, de metal y rock alternativo. Esto para mí mejora la propuesta de esta banda.

Se incluye su versión de Street Spirit (Fade Out) de Radiohead (The Bends, 1995). Entre los invitados están Serena Cherry (Svalbard), Kerim "Krimh" Lechner en las baterías (Daath, Septicflesh), Patrick Ginglseder (vocalista de Groza) y Tim Yatras de Austere. Me gustó mucho, 4,8 de 5.

26 junio 2025

Rock gótico de Vera Farmiga, black/dungeon synth de Chequia, death progresivo instrumental de Rusia, metalcore alternativo, death n roll sueco, djent electrónico de Londres

1. Midnight Minuet (2025) de The Yagas. Buen debut de la banda de la actriz Vera Farmiga, rock gótico  y rock / metal alternativo, con distintas formas y tonos que quizás divagan pero que están centrados en la voz seductora y fantasmal de Vera. Creo que es un inicio interesante, no demasiado innovador, pero cumplen bastante y será bueno verlos en vivo. 3,4 de 5.

2. Cruel World of Dreams and Fears (2025) de Draugveil. La portada más ridícula del black metal, digo del metal, del rock, de la música. Porque además no es, o no parece ser, satírica. La música, black/dungeon synth, es regulara a básica, sin ser mala, ni ruidosa ni lofi. 3 de 5. Es un proyecto de un solo hombre ucraniano que vive en Chequia.

3. New Matter (2025) de Dark Matter Secret. Según RYM ya los escuché, pero no lo recuerdo ni menos porque le puse solo 3,5 a esta banda de death técnico progresivo, con momentos shred. Proyecto de Denis Shvarts, quien es uno de los guitarristas líderes invitados del disco Heresiarch de The Ritual Aura, ha tocado con los Zac Leaser y Cosmic Jaguar, además de ser guitarrista y tecladista de Bestial Invasion. Escuché mal antes: 4,2 de 5.

4. Wasteland (2025) de Wolves At The Gate. Leí mal el nombre, no es post-black metal, sino metalcore. Regular sin ser destrozable. Son de Cedarville, Ohio, y hay post-hardcore y rock alternativo en su propuesta. Regular, duro 3 de 5. 

5. Soulless (1994) de Grave: Me compré este disco siendo un adolescente, pensando que sería el death metal progresivo y cavernoso de los primeros discos, y me sorprendió lo diferente que era pero lo tanto que terminó gustándome. Un disco que guardo entre mis más adorados preferidos de siempre. Los suecos cambiaron todo en este disco. Por allí alguna vez leí que era grunge metal o algo así y quise saber más, pero luego entendí que se trataba de death n roll. 

6. Ungod (2015) de Morgoth: death metal melódico alemán, que siempre es grato escuchar. 4,3 de 5.

7. TSP Vol-2: Symbiosis (2025) de Darknet: mixtape con colaboraciones en cada canción, aunque me ahorré los remixes, son poderosos, sabrosos y densos temas de djent electrónico, con metalcore, nü-metal y breakbeat con atmósferas oscuras, voces desgarradas y siempre guitarras demoledoras aunque tratables al oído. 4,6 de 5, de verdad. Son de Londres.

19 junio 2025

Rock/metal progresivo sinfónico noruego, nuevo disco de Reke/Apache (hip hop venezolano), brillante death/black técnico progresivo de Canadá, black melódico de Brasil, pop skate punk de Ohio, post-rock/avant-folk británico, death progresivo australiano, black atmosférico de Manchester

1. Maestro (2025) de Magic Pie: Rock/metal progresivo sinfónico de Noruega. Bellísimo disco, que tiene unos cambios drásticos de tiempo y tono, una atmósfera de belleza artesanal y cuidadosa y mucha delicias para el oído. Su primer tema, de 18 minutos es una suite maravillosa, 4,7 de 5.

2. Apuesta al Negro (2025) de Reke y Apache. Discazo de hip hop venezolano, realmente profundo en letras y con misteriosas pistas. Gangsta/horrorcore/hardcore hip hop. Brutal,  4,4 de 5. Aunque prefiero a Reke que a Apache, ambos lo hacen realmente increíble. 

3. Beyond the Sleepless Aether (2025) de Symbiotic Growth: segundo disco de esta extraordinaria banda de black/death progresivo, técnico y con momentos espaciales, sinfónico, thrashosos, operísticos y hasta de fusión jazz-metal, pero siempre extremos, explosivos y fascinantes, con grandiosidad y visión perversa. Hay disonancias, atmósferas hermosas, momentos de guitarras post-metal, djent o power metal, cambios de tonos y tiempos atravesados, habilidades técnicas formidables y largos temas que permiten hacer interluduos, escenas y momentos diferenciados, con sintetizadores y raras voces de todo tipo.

Son de Ontario, Canadá. Mis momentos preferidos son cuando hacen coros de shrieks, mientras hay líneas complejísimas de bajo, blast beats en segundo plano y guitarras demenciales haciendo arpegios. La producción vocal es realmente de altísimo nivel. De mis preferidos, realmente merece 4,8 de 5.

4. Doce Penumbra (2025) de Orgasmicca: Black melódico de Brasil, con un intro de piano magnífico y media docena de invitados. Extremo, sensual, elegante, brutal y obscuro, está claramente influenciado por Dimmu Borgir y Cradle Of Filth aunque en una versión más cruda, death/black y disonante. El último tema, con muchas voces corales, fantasmales y una construcción cuidadosa, entre doom y gótico, le da un valor agregado al álbum, aunque parece que no está bien definido el concepto de que tipo de black quiere hacer el líder/multi-instrumentista Pedro Cormadel. 4, 3 de 5.

5. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk. Me gusta, aunque no es extraordinario. 3,7 de 5. Son de Dayton, Ohio. 

6. Blossom Serenade (EP, 2025) de Lifeboats: increíble banda francesa de metalcore / post-hardcore. Los singles me habían gustado pero ahora se nota más la originilidad, un estilo propio que también tiene rap/nu-metal y pop punk junto a gritos/shrieks realmente buenos, que los diferencia de otros. Geniales de verdad, 4,3 de 5.

7. Caroline 2 (2025) de caroline. La banda londinense presenta su segundo álbum, de nuevo en el post-rock/avant-folk pero ahora se concentra en un folk más universal, con momentos jazzeados, con más rock experimental y folk progresivo, que construye sorprendentes y luminosas escenas de de art rock, jazz rock y folk avantgarde en que violines, guitarras, clarinetes, batería y trombones se reconfiguren más allá de géneros, para recrear universos íntimos y alternativos, caleidoscopios para mirar el cosmos de forma distinta en cada tema. 

Lo caleidoscópico está en que por segundos, a veces un poco más, puede ser math rock, noise rock o emo, tal vez chamber music, pop barroco o incluso avant pop. Hay una belleza electro-acústica contemplativa, diferente a Godspee You! Black Emperor y Sprain, es que hay paciencia en la construcción de las canciones, en que las transiciones entre lo acústico a lo estridente, un poco slacker rock y de regreso al indie folk son tan suaves como naturales, como una mutación cromática del arcoiris. 4,5 de 5. Un gran brinco desde su debut.

8. The Harrowing Path Between Loathing and Love (2025) de The Anchon Rift. Increíble death progresivo técnico australiano de un solo hombre, Trent Henderson. 4,7 de 5. Cósmico, veloz e impresionantemente elaborado. 

9. Transmigration (1993) de Crematory. Una banda alemana de death doom gótico originario, con teclados, voz cavernario y mucha producción cruda. No es un disco extraordinario ni demasiado temprano, pero sí muestra unas bases de lo que luego desarrollarían bandas de black gótico o de death doom melódico. Quizás salió 5 años más tarde de lo que deberían pero es un buen documento de las raíces del género. 3,5.

10. To the Great Unbearing North (2025) de Axis Of Light. En una nota mucho más contemporánea, este dúo de Manchester de black metal atmosférico, predominantemente orientado a las guitarras, con shrieks fantasmales y en muy segundo plano, una batería más o menos planas, y diversos efectos de doomgaze, incluyendo un bajo densísimo pero presente. Me gustó mucho que saben jugar con las dinámicas de tener una buena producción musical e intencionadamente voces y baterías lo-fi, casi caseras, lo que les permite transformarse de obscuros black atmosféricos a estridentes y luminosos post-blackmetaleros pasando por la paletas de grises del death doom y el black más cavernoso. 3,9 de 5.

11. Forward (2025) de First Day Back: Un buen debut de esta banda californiana que decidió cultivar el Midwest Emo / Post-Hardcore: caótico, altamente sentimental, desesperado y con alguillo de sass y folk, e incluso de math rock, para alimentar una propuesta compleja que fue grabada caseramente, y se siente, pero de forma agradable. 3,9 de 5.

12. Defiance (2025) de Nightbearer. Tercer álbum de esta banda alemana de death melódico, metal moderno y algo de groove. Buenos riffs, baterista increíble, algunas influencias también de black melódico y un gutural malvado. Aunque no es demasiado destacable, el performance es óptimo. Quizás le falta definir si se alimentarán más de metal alternativo, de groove metal o de metalcore melódico. 3,9 de 5.

16 junio 2025

Marty Friedman, grindcore/thrash (King Parrot), death progresivo/deathcore (Fallujah), chipmunk soul/jazz rap, black melódico atmosférico francés, kautrock alemán (NEU!)

1. Setlist 2025 de Marty Friedman para enterarme que las entradas para el concierto de hoy 16 de junio en Bogotá están agotadas. Sumecha. 

2. A Young Person's Guide To (2025) de King Parrot. Grindcore / thrashcore. Baterías dementes, que es lo mejor del disco, guitarras sucias pero con un sonido muy pobre y un shriek raro, entre la voz de AC/DC y algo medio gritado de hardcore punk. Regularzón, 3 de 5. Son de Australia. 

3. Xenotaph (2025) de Fallujah: Esta banda estadounidense que podríamos describir como una banda de deathcore sinfónico que fue mutando al death técnico, sinfónico y progresivo, presenta un disco de estelares complejidades, jugando con las distintas caras de un poliedro compuesto por deathcore, death progresivo, metal sinfónico, djent, shred e incluso black melódico. El bajista aparece en el extraordinario Time Will Take Us All de Entheos mientras el baterista también en Synestia. 4,6 de 5.

4. Egotrip (2025) de John Michel & Anthony James. Con el hip hop pasan dos cosas en mi mente, o los considero demasiado genéricos (y gringos) como para identificarme o muy buenos musicalmente. Y hay grises en esa escala. En este caso, aunque la producción es bastante bueno y la música se destaca, no me impresiona. 3,3 de 5. Según RYM es Chipmunk Soul, Conscious Hip Hop y Jazz Rap (esto último lo que lo salva para mí) más Pop Rap, Hardcore Hip Hop y Neo-Soul.

5. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. Y no es un tema de géneros musicales, porque este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 3,3 de 5. Es una especie de versión menor de Aorlhac y Vehemence. 

6. Egor (2025) de Belenos. Aunque un poco mejor que sus compatriotas y compartiendo la combinación de black atmosférico y melódico, aunque con temas más largos, un gran baterista y un mejor sonido, es apenas mejor y poco destacable. 3,6 de 5.

7. The Future in Whose Eyes? (2017) de Sikth. Dementes británicos que juegan con metal progresivo, metal alternativo, djent y metalcore melódico con un filón muy avant-garde, experimental y hasta electrónico. Reaparecieron en 2013 en el disco The Silver Line de ONI. 

8. Genesis (EP, enero de 2025), el proyecto de Jake Oni y Jared Dines alrededor de combinar metal alternativo y djent. 3,8 de 5.

9. Braiding the Stories (2025) de Gaahls Wyrd. Una muy oscura versión noruega de metal progresivo, alimentada de black, doom y dark folk, en que tenebrosas atmósferas que pululan entre el gótico y el sludge están bañadas de extremismo aunque su esencia es el post-metal y el post-rock. Similar a Dodheimsgard, nada está dicho, así que después de un corto tema de folk orquestal reaparece la furia del black melódico sinfónico, siempre revestido de varias capas de guitarras, voces y una miríada de arreglos que le dan profundidad, tan fantasmal como conceptual. Este es un disco especial, que debe beberse poco a poco.

Este sonido, en que el progresivo/extremo es presentado en largas canciones épicas, profundas, con sintetizadores y voces operísticas de fondo, guitarras aserradas atmosféricas y teclados fúnebres, se conforma con dejarle los teclados a Iver Sandøy (Enslaved). Muy buen disco, que hay que escuchar detenidamente.

10.NEU! (1972) de NEU! - Krautrock alemán originario, con ambiente, sonidos de campo, música experimental y electroacústica según RYM. Es el dúo conformado por Klaus Dinger en banjo japonés (taishōgoto), batería, guitarra, voz y producción, y Michael Rother en guitarra, contrabajo, bajo y producción. 

15 junio 2025

Hip hop femenino sudáfricano (Yugen Blakrok), AVKRVST (rock/metal progresivo noruego), Gruesome (death progresivo), hardcore punk / metal sinfónico danés, be-bop jazz italiano, Pet Sounds y Revolver

1. The Illusion of Being (2025) de Yugen Blakrok. Hip hop abstracto, que parece estar viviendo un gran momento. Según RYM también hay trip hop e illbient. Tercer disco de esta rapera de Johannesburgo, Sudáfrica. Su música es ambiental, misteriosa y esa hipnótica fusión de dub, trip hop, ambiente y rap.

2. Waving at the Sky (2025) de AVKVRST: después de su buen debut y unos singles increíbles, sale la segunda producción de estos noruegos progresivos, con una receta hecha de un bajo fangoso, guitarras increíblemente creativas y una atmósfera agresiva pero que vierte iguales partes de rock y metal progresivo, con muchísima influencia de los más grandes, por ejemplo las dobles armonías vocales a lo Leprous, los arreglos de tiempos completos que recuerdan a los 80, entre el thrash y el shoegaze, y la combinación de líneas vocales guturales de death metal entrelazadas con suaves voces limpias de rock alternativo sobre arpegios disonantes, sintetizadores y raros arreglos con la batería, que rememora a Opeth, Porcupine Tree y Haken.

Rosss Jennings de Haken es invitado en un tema.
3. Fathers Of The Free (2017) de Sons Of Death Valley: hardcore punk / rock and roll de Dinamarca. Una historia épica de un pistolero del sur de la frontera de EEUU pero en lugar de alt-country o desert rock es hardcore metálico, rock and roll, metal alternativo y rock alternativo, con sabor country gótico. Lo reseñé acá cuando salió. 4,3 de 5. La banda dejó de existir unos años más tarde.

4. Solo Be-Bop! (2025) de Pasquale Grasso. Con este italiano pasa algo raro, que suele tener discos muy mal valorados, pero es que toma estándares y canciones conocidas, que solo las toca en guitarra pero no les hace un homenaje suficiente, es repetitivo o incluso aburrido. Aunque este disco tiene un puñado de temas destacables, ojalá fuese también con otros instrumentos, especialmente piano. 3,5.

5. Sun Ra and His Arkestra (Ep, 2025 - original 1979). Experimental Big Band, Jazz Fusion, Free Jazz y Jazz Funk para gozar. 4,7 de 5.

6. Magic, Alive! (2025) de McKinley Dixon. Sabrosísimo disco de Jazz Rap con neo-soul, hip hop abstracto y acid jazz. Como el disco anterior, me agrada aunque no me mata, aunque acá se escucha mucho más claramente una banda (o la apariencia de esta, detrás). Los versos en inglés son los que menos me impactan como siempre. Tiene muchos elementos que me gustan en ambos géneros, pero no logro conectarme tanto, menos para considerarlo el mejor disco de 2025 como en RYM para el 15 de junio. Para mí, sin embargo, 4,3.

7. Pet Sounds (1966) de The Beach Boys: después de escuchar el compilado Epic de Queen y leer sobre la muerte de Brian Wilson, quise darle una escuchada a este disco que es un mega clásico de la música mundial occidental. En RYM aparece como el segundo mejor disco de 1966 y 134 de la historia, superado ese año por Revolver de The Beatles, que ocupa el puesto 16 de todos. 

Según RYM es un disco de Baroque Pop, lleno de orquestaciones, muchísimas técnicas de grabación y producción vanguardista, montones de instrumentaciones extrañas. Principal influencia de género somo como el Sunshine Pop, Psychedelic Pop, Progressive Pop, Brill Building y Art Pop.

Sin embargo, aparte de un par de temas clásicos, God Only Knows y Wouldn't It Be Nice, no es mi tipo de disco, sobre todo porque llevó a géneros con los que no siempre me llevo bien auditivamente.

8. Revolver (1966) de The Beatles: Esto es otra cosa. Con canciones que adoro como Eleanor Rigby, divertidas como Taxman, el clásico Yellow Submarine y el extra single que adoro, Paperback Writer y su par Rain. Inicio de la época psicodélica y más experimental de la banda, cuando poco después dejaron de tocar en vivo. Con estructuras de pop rock y power pop, agregan instrumentos hindúes, samples, loops con cintas de cassette y muchas otras formas que no habían sido presentadas en la música occidental ni la pop, siendo la gran referencia de la psicodelia pop y psicodelia rock, así como para el futuro del rock progresivo, abriendo el compás a las bandas de estudio y la experimentación rock. 4,8 de 5. 

9. Silent Echoes (2025) de Gruesome: tercer disco de una banda que desde nació se expresó como una banda en tributo al legado de Death, retratando todos sus elementos estéticos y compositivos. Y lo logran en grande con Paul Masvidal de músico invitado en un tema. Con el venezolano Gustavo Ríos (ex-Malevolent Creation, Create A Kill y un par de bandas de verssiones de Death) en la batería, Daniel González (guitarra líder en los regrabados Bestial Devastation y Morbid Visions de Cavalera Conspiracy y músico en Proscriptor McGovernor Apsu y Possesed). Death progresivo en grande. 4,3 de 5.

10 junio 2025

Lo nuevo de Systema Solar (cumbia digital), Ladrones (tumbado metal), Garbage (ahora electrónica), death progresivo vintage de Chequia, pop reggae, horrorcore de LA, doom pop metal finlandés

1. Human Sewer (2025) de Demiurg: death progresivo de Chequia, con el sonido originario de bandas como Death, Carcass y Pestilence, con una batería compleja pero rudimentaria en la grabación, una voz que parece acercarse a Martin Van Drunen en Asphyx y muchos arreglos de bajo técnico y solos increíbles. 4,3 de 5. No es más porque hay menos originalidad y mucha emulación. Es su cuarto disco después de 10 años de silencio aunque desde 2009 han tocado en vivo como una banda de versiones de Death.

2. Return To Roots (EP, 2025) de Tash Sultana. Se reinvindican totalmente con este puñado de canciones de reggae pop psicodélico, menos soul, R&B y alt-pop y más originario. Son de Australia. Es el trabajo solitario de Taj Hendrix "Tash" Sultana, quien se describe como una "banda de una persona" y como de género fluido.
3. Futuro Primitivo (2025) de Systema Solar: divertido, sabroso, increíble fusión de música colombiana orgánica y electrónica que está bautizado como Digital Cumbia, que se alimenta de canatos de dancehall, dub, reggae, dubstep, hyphy, psicodelia, samples de house y mucho folclor. 4,5 de 5. Es un disco en homenaje al rap costeño colombiano, según ellos mismos.

4. Postcards From Hell (2025) de Mickey Avalon & Rove.  Avalon (Yeshe Perl de nacimiento) es un rapero de Los Angeles y Rove viene de Canadá. Creo que acá RYM se quedó muy lejos de una buena clasificación. No sé si es Horrorcore o Hardcore Hip Hop porque aunque se escuchan algunos beats de crunk y trap, mientras otros tiene guitarras o samples de música más bien calmada. 

A veces me suena a una combinación entre The Streets y Snoop Dogg. Mickey habla de consumo de cocaína y crack, sexo y prostitución, siempre está sin camisa y usa mucho delineador, lo que es marcadamente diferente en su género. Yo le doy un 4,2 de 5. Me gustó muchísimo.

5. Shining (Oct, 2024) de Swallow The Sun: me pareció malísimo, salvo un par de canciones, la primera vez, en que le di 2,5 pero una segunda oída me entusiasma y alegra, porque esta banda siempre me ha agradado aunque no me mate. Y aunque no llegue a la calidad de los discos anteriores, no es tan terrible como la primera vez, aunque claro que tampoco es majestuoso. La voz lírica limpia tiene sus altibajos mientras que la gutural es increíble. El tema final, de más de 8 minutos, es definitivamente pop doom metal. 3,3 de 5. 

6. Mexican Pesado (2025) de Ladrones. Si me gustó su primer disco, combinando hip hop y tumbados corridos con nü-metal y djent, este disco es muchísimo mejor. Tiene más guitarras pesadas, con muchísimos riffs duros y más complejos, un par de guturales y un bajo slapeado demasiado bien hecho. Además, la música folclórica está en forma de elaboradas guitarras acústicas muy bien interpretadas. 

Tiene el mega éxito Así cambió la cosa, y el tema Así Nomás es casi grindcore, con blast beats y riffs metaleros brutales, así como otro parte de grunts, dentro de la voz rapeada y cantada. Macario es un genio y los MCs hacen un gran trabajo. 4,6 de 5.

7. Trainspotting (2025) de Rome Streetz & Conductor Williams. No soy experto, ni cerca, pero otro disco de hip hop que me sorprende. El rapero británico (residenciado en Nueva York) y el productor de Kansas City se lanzan un discazo de Drumless y Hardcore Hip Hop (como Fly Anakin), Gangsta Rap y Abstract Hip Hop realmente bueno. 3,9 de 5.

8. Let All That We Imagine Be the Light (2025) de Garbage. Shirley Manson y compañía se adentran en la música electrónica con resultados regulares. Hay temas que parecen relleno sin nada más, pero también hay algunos que aunque no se escuchan casi guitarras y la mayoría son baterías electrónicas, se destacan como Sisyphus, There´s No Future in Optimism, Radical y Love To Give, que no son extraordinarias, pero son las que mejor permiten escuchar a la banda detrás y la combinación entre lo digital y lo analógico, o es puramente electrónica pero tiene buenos sampleos y estructura. Además, ella canta bastante bien en casi todos los temas. 3,4 de 5. Hay synthpop, post-punk, rock alternativo y dance alternativo. 


09 junio 2025

Lo nuevo de Sparks (art pop de LA), Better Lovers (metalcore / mathcore), Fit For An Autopsy (deathcore), deathgrind progresivo técnico, black sinfónico eslovaco y dungeon synth español, flamenco andaluz, hip hop/post-punk británico, doom progresivo húngaro, metalcore/nu-metal (Cane Hill), death progresivo brasileño, reggae pop de Florida

1. MAD! (2025) de Sparks. No sabía como describir esta banda, pero RYM me echa la mano: Art Pop como género principal, y Synthpop, Art Rock, Electroclash, Chamber Pop y New Wave como secundarios. Lo que yo escucho son sofisticadas canciones de pop con muchos arreglos o sampleos orquestales, influencias electrónicas y de los ochentas, con muchas voces corales y pulidas. Un poco de The Beatles y de Duran Duran. Es bastante elegante y pulido, no precisamente ligero de oír o comercial, pero no es tampoco lo mío. 3,1 de 5. Dúo principalmente forjado por los hermanos Ron y Russell Mael.

2. Highly Irresponsible (Oct, 2024) de Better Lovers. Debut del supergrupo de mathcore / metalcore / hardcore, conformada por el cantante Greg Puciato (ex-Dillinger Escape Plan), guitarrista y multi-productor Will Putney (Fit for an Autopsy), and tres ex-miembros de Every Time I Die: guitarrista Jordan Buckley, baterista Clayton “Goose” Holyoak y bajista Stephen Micciche.

Pesado, gracias a una combinación de potentes guitarras metaleras, llenas de riffs enrevesados y cuasi-progresivos, armonías entrecortadas, raros cambios de tiempo y distorsiones purificadas por la ingeniería de sonido, junto a voces gritadas, de inspiración punk, crossover y thrash pero que por ser tan agrias y chillonas, son casi shrieks de black metal. Lo mejor que le he escuchado a Puciato frente a los micrófonos (incluyendo sus melódicas líneas vocales). 

Así que es un discazo lleno de maldad, noise y caos, pero que gracias a su producción brillante y composición diversa que por momentos recuerdan a todas las bandas de los integrantes, contienen la avalancha de disonancia y caótica estructura para que escuches clarito toda la demencia expresada. Lo volví a escuchar y ratifico su 4,7.

3. The Nothing That Is (Oct, 2024) de Fit For An Autopsy.  la banda de Nueva Jersey de Will Putney, hiper fecundo productor e ingeniero de sonido llega a su séptimo disco, que inicia potente, con instrumentos a máxima ganancia, combinando épicas voces limpias de post-hardcore con gritos deathcoreros, mientras las guitarras explotan desde el principio con riffs pesados, groovies y oscuros, pasando del industrial al death melódico escandinavo e incluso transitando breakdowns envenenados con metal extremo, con algunos extractos de ambient a la Gojira que le dan riqueza.

La voz es definitivamente más death que core, con enfoques diversos, profundos y percusivos, aunque hay mucha versatilidad, apelando a shrieks de deathcore también hay growls procesados, aunque la mayoría son variaciones de un grito que es casi growl pero entendible, con varias voces limpias, semi-limpias y gritadas. Sin quitarle méritos a la banda, su propuesta implacable y lo combativo de su currículo, el género no es mi "cup of tea".

Me gustaron Savior Of None (por su pedazo tan At The Gates), Lower Purpose y Lust For The Severed Head por sus riffs progresivos y math, así como sus momentos cuasi-doom y proto-death, mientras seguían dándole un tumbao de groove medio Pantera/Sepultura, con lo que le añadieron otra dimensión, algo vintage, mientras el cantante siguió con su tormenta de fuego y azufre imparable.

Lo mejor del disco es la creación de un estilo integrador, casi artesanal, en que han creado un tejido basado en death metal melódico, más a lo Carcass pero con un guiño a los suecos, además de puntadas de grindcore, hardcore y mathcore. Esto acompañado de una cuidadosa producción vocal, incluyendo varios coros limpios dreamy, un growl que puede irse a profundidades del deathcore o el brutal death, volver para ser un growl contemporáneo y subir a ráfagas de shrieks.

Junto a guitarras magníficas, que se concentran en capas, convive el ambiente electro-sinfónico que acompaña al deathcore, sutil y sublime. Y aunque el dinamismo y contraste permite escuchar las dinámicas que entretejen los instrumentos, incluyendo el bajo y quizás aunque un poco baja y procesada la batería, arroja una claridad tipo wall-of-sound que sobrevive al mero fin del extremismo, sin que haya demasiado espacio para respirar. Y sí hay algo aún mejor, los breakdowns no son obvios, repetitivos ni formulaicos, si es que acaso existen al no ser así.

Es un disco casi perfectamente producido y grabado. Una aplanadora muy contemporánea, en la que sin embargo, no pueden de dejar de escucharse tantas referencias embebidas como hilo invisibles. Además, que le pongo cada vez más alta puntuación cuando lo escucho. En esta tercera, ratifico el 4,3 anterior.

4. Reign Supreme (2012) de Dying Fetus: los de de Baltimore, Maryland se lanzaron con este un monstruoso disco, veloz, progresivo, técnico y súper bestial. 4,7 de 5. Un sonido de brutal death ayudan a que los arreglos complejos suenen impresionantemente taladrantes.

5. Pact of Blood (2025, Split) de ELFFOR de País Vasco, España y Aeon Winds de Eslovaquia. Muy disímiles ambas bandas. La primera es más ambient, dungeon synth y black atmosférico bastante cavernoso y lo-fi, casi totalmente dominado por sintetizadores. La segunda es un furioso, brutal y elaborado black metal sinfónico. 4,5 para los eslovacos, 2,5 para los españoles.

6. Manifiesto (2025) de María Terremoto. Discazo de flamenco de la joven cantante andaluza nacida María Fernández Benítez en Jérez de la Frontera, Andalucía, España. Lo mejor de todo es que llegué a ella porque hizo una colaboración con Faenna, que hizo un featuring en el disco de Kas Rules. 4,7 de 5.

7. Like a Ribbon (2025) de John Glacier. Un disco raro, en el mejor sentido posible. Sobre todo porque a pesar del nombre se escucha es una voz femenina todo el tiempo. Es hip hop experimental, cloud rap, trap, post-punk y neo-psicodelia, según RYM, pero lo que se escucha es una forma oscura de hip hop, con guitarras, un sonido entre casero y callejero, bastante alternativo. Una maravilla, 4,3. La llaman "la Tricky femenina".

8. Narcissus (2025, EP) de Odion: Debut de esta magnífica y elegante banda de doom progresivo de Hungría. Voz limpia entre gótica y casi operística, entre Evergrey y Katatonia, melódica pero apesadumbrada. La instrumentación es magnífica, entre sinfónica, pesada y sombría pero con muchísimo tecnicismo y estimulante creatividad, con diversidad de sonidos y formas. 

Un buen doom sin encasillarse ni limitarse, al contrario, probando sonidos mayores, luminosos y formas alternativas de jugar con los tropos de cuerdas solitarias (gracias a tener una cellista como integrante fija), bajos del submundo e interludios misteriosos en que los instrumentos cavan una profunda tumba del que sale un cavernoso gutural. Gran final para este disco. 4,6 de 5.

9. Från melankoli till meningslöshet (2025) de Dispyt: crust / black / d-beat de Finlandia, lo que lo hace inmejorable. Con la voz chirriante y fry que han cultivado en este país, más guitarras gélidas y batería hardcore. Me consquitaron de inmediato. 4,3 de 5. Es un power trío conformado por Owe Inborr (voz y guitarra de Ondfødt - black metal), Mathias Lillmåns (vocalista de ...And Oceans) y Juuso Englund (ex-guitarrista de Ondfødt) con el baterista de Ondfødt, Tommi Tuhkala, de invitado. Es mi tipo de disco, 4,3 de 5.

10. A Piece of Me I Never Let You Find (Nov, 2024) de Cane Hill, tercer disco de esta banda de metalcore / nu-metal de Nueva Orleans. El tema The Midnight Sun, que además fue single, me encanta con su breakdown con un riff hiper-pesado en contratiempo mientras suena el coro. Fade (y su versión Into You) están también en lo mejor de la producción. 

La voz, entre melódica y alternativa, así como gritos hardcore y nü-metaleros son el hilo que une los componentes musicales. La publicación de 3 EPs antes me agradó, porque siempre dejaba con ganas de más, lo que se recompensa con este disco.

Las características destacadas del disco se concentran en los muchos, y en ocasiones cortísimos, breakdowns basados en hiper potentes golpes de guitarra, con armónicos y en forma de wall-of-sound, que incluso a veces son usados como samples, que entran y salen repentinamente para cambiar todo alrededor, y por otro lado está la riqueza de efectos, ruidos y pistas electrónicas. Esto produce un efecto devastador, porque estamos a merced de una banda de metal que piensa como productores electrónicos, disparando y recolectando ráfagas para producir emociones y sensaciones. Le puse 4,1 la primera vez. Le pondría 4,6 de 5 ahora.

11. Psychonaut (2014) de Siriun. Gracias a un viejo tema de 2014 que tenía favoriteado en Deezer, llegué a esta maravilla brasileña de groove, death progresivo y death técnico, que por las baterías tan increíblemente rápidas, potentes y minuciosas me recuerda igualmente a Gorod y Gojira, de donde claramente hay influencias en la forma de combinar y producir las guitarras, las voces y las armonías. 

Sin embargo, los brasileros se diferenciar en agregar, en medio de gritos y algunos riffs cercanos a Pantera, guitarras más enrevesadas y superpuestas, junto a un sonido más cercano al death progresivo originario. Disonante, potente, alternativo y feroz, tremenda combinación. 4,7 de 5.

12. Are you smiling yet? (2025) de Artikal Sound System. Una alegre e interesante combinación de pop reggae y pop rock desde Florida. Tiene momentos psicodélicos muy lindos, una voz femenina realmente dulce y buenas guitarras y pianos que nos elevan espiritualmente. Es algo dance pero también es muy rockanrollera. 3,8 de 5. Uno de los temas finales, con guitarras pesadas y melodías vocales, es una joya absoluta.

08 junio 2025

Lo de nuevo de Vildhjarta (thall), Midnight (black/punk/speed), Year Of No Light (post-rock), power sinfónico italiano, hardcore/metalcore/heavy de NY, grindcore nepalí, raro death progresivo californiano, sludge/drone, indie pop inglés, black sinfónico neerlandés, Memphis rap / phonk

 1. + Där skogen sjunger under evighetens granar + (2025) de Vildhjarta. Los suecos creadores del género thall presentan su tercer disco. Y aunque los singles, especialmente Sargasso, me impresionaron, en conjunto no tanto. Sí, son los pioneros pero el disco, aunque fiel a su combinación de guitarras progresivas, muteadas y con tiempos imposibles, con tantos sonidos atmosféricos y una calidad técnica inigualable, me pareció repetitivo y un poco obsoleto, después de tantos años de desarrollo del djent, del metal progresivo contemporáneo y e incluso del deathcore downtempo. 3,9 de 5.

2. Steel, Rust and Disgust (2025) de Midnight: Este tipo me cae bien, aunque su producción es irregular, tiene la cultura metalera, humor negro y avidez de provocación ideal, además, el género siempre me produce alegrías y ganas de cabecear. 

Ahora, este disco de versiones, que también es una especie de homenaje a bandas que se basan en películas gore o sentaron las bases para el punk, el black o el propio metal, tiene una tónica un poco burlona, con mucha filosofía de DIY, pero enfocado en su mezcla de speed, black n roll y thrash. Cleveland Metal y otro homónimo al disco son los temas originales para completar el disco. 3,9 de 5.

3.  Beyond (2025) de Moonlight Haze. Cuarta entrega de los italianos, un poco más pop y flojita que otros discos. Siguen siendo muy buenos en crear dramáticas canciones, llenas de emoción y orquestaciones, también combinando power, heavy metal y sinfónico, pero en este caso mucho más radial y menos metalero en un sentido demasiado comercial. Creo que básicamente el problema es que a pesar de la buena voz de la vocalista principal, Chiara Tricarico, aunque a veces suena muy parecida a Gwen Stefani, lo que puede ser tan original como funciona, también el disco es inconsistente. Entonces en temas como Time To Go, hay más heavy metal e incluso guturales, pero en otros se excede lo gótico/pop. 3 de 5.

4. In Oblivion (2025) de Age of Apocalypse: rara forma de metal alternativo y metalcore, que también suena como hardcore punk gótico gracias a la aún más extraña combinación de guturales con una reverberada voz limpia y gótica, cercana al epic doom pero también a veces gritada al estilo del hardcore punk, lo que los aparta de la manada. Los de Nueva York crean un estilo muy propio con este lanzamiento.

Muchos temas también tienen esa ambivalencia de ser hardcore melódico con voces misteriosas y de repente, metalcore agresivo, incluso con momentos de death / deathcore con armónicos, riffs disonantes y batería de hardcore. Uno de los invitados es el cantante Colin Young, de la banda de doom / metalcore / metal alternativo Twitching Tongues. Muy interesante. 3,9 de 5, pero hay temazos mucho más altos.

5. Jhyappa [Luz, 2025) de Chepang: grindcore/metalcore nepalí, residenciado en NY, realmente bueno. Aunque su disco anterior, Swatta no me mató, en Sputnikmusic lo alabaron, especialmente por su cantidad de invitados. A mí me pareció normalete. Mejor me parece este disco, un buen 3,8 de 5.

6. Les maîtres fous (2025) de Year of No Light: post-rock / drone francés, que ha tenido muy buenos momentos antes, pero este disco de una sola canción de poco más de 29 minutos es más bien inocua aunque no así aburrida. Se pasa bien pero no dice casi nada. 2,5 de 5.

7. Medical Journal Volume 1: Intake (2025) de Mortal Filth. Se autodenominan death progresivo, y aunque se escuchan algunas rarezas y virajes en lo que podría calificarse usualmente como una fusión de death y deathcore, es más bien un monstruo de metal alternativo que bebe del metal avant-garde debido a fusiones con otros géneros, cambios de distorsión y sí, arreglos de jazz metal y metal progresivo, pero también de funk metal, metalcore y groove, así como sonidos que vienen del thrash técnico. 

La banda, de California, tiene de guitarrista a Valira Pietrangelo, quien se identifica como una demonia, gracias a las muchas e imponentes modificaciones corporales a las que se ha sometido, incluyendo grandes cuernos. Las guitarras suenan como una combinación entre metalcore, groove y mathcore, lo que permite una dinámica entre sonidos densos y diversos cambios de riffs afilados, mientras la voz es otra forma bizarra de shriek perverso y una voz gritada más propia del metalcore o del groove/metal alternativo, aunque ninguna de estas calificaciones es precisa o rígida porque entre otras rarezas, el disco está compuesto por canciones de entre 2 a 3 minutos, muy raras para lo progresivo.

Tienen de invitado al bajista de Fleshbore, una increíble banda de Indiana, que hace también raras combinaciones con progresivo, metal extremo y mucho más. En este caso, 4,3 de 5. 

8. 360 Humanzee (2025) de INFOPOLICE. A veces suena a Beastie Boys, combinando hip hop, rock punk y música electrónica rara. Es un dúo de Montreal, Canadá. En su Bandcamp se etiquetan como experimentales, punk, emo rap e industrial. Los conocí por el tema Limp Biskit del nuevo disco de dianacrawls. Muchos beats suenan a techno y hip house. 2,5 de 5 aunque hay temas realmente divertidos como Swerve. Me recordó a Joey Valence & Brae pero mucho menos más inteligente y más bien un poco más duros y hardcore.

9. Passages (Ep, 2025) de Sunrot: bestial EP de sludge atmosférico / drone de New Jersey, que es corrosivo, metalero y al mismo tiempo ambiental. Genial. 4,2 de 5. 

10. Little House (EP, 2025) de Rachel Chinouriri: Después de su debut, What a Devastating Turn of Events, con una portada que encontré sorpresivamente sexy, la cantautora estadounidense deja circular cuatro nuevos temas con su combinación de indie rock, indie folk, pop rock y algo de post-punk. Demasiado refrescante en medio de tanto alt-pop y post-punk genérico. 3,7 de 5. Se anota muy bien con este puñado de geniales canciones, especialmente la última, con algo de noise rock y sleaze rock, esta londinense sensual y alternativa de piel morena.

11. Downfall (Ep, 2025) de Avataria: oscuro y denso black metal alemán con herencia del gothic metal. Suena subterráneo como el doom, sin embargo, las raíces son vampíricas y misteriosas hacia lo tenebroso presentado de forma extrema. 3,7 de 5.

12. Of Marrow and Vertebrae (2025, EP) de Spinal Column Damage Danger. Brutal death metal con temática médica, que no es lo más original ni reciente. Darren de Bélgica es el responsable detrás de esta sucia bestia de mid-tempo. Aunque no dice demasiado, 2,8 de 5.

13. Melodies from a Decaying Mind (2025) de The Apostle of Hecate: otro proyecto/nombre del mismo música, ahora con el black/death con arreglos de piano y un sonido decadente con guitarras chirriantes. 3,2 de 5.

14. The Glass Curtain (2025) de Billow Observatory. Bello y suave disco de ambient, del dúo compuesto por el danés Jonas Munk (de los rockeros psicodélicos Causa Sui) y Jason Kolb. Sin embargo, lo sentí demasiado inocuo y calmado. 

15. Tha Time Iz Now! (2025) de Lil Sko: es raro que me guste algo de este género pero lo veo duro, con algunas guitarras de metal al fondo y cercano a lo que hace Eminem por momentos. Es Memphis Rap, Gangsta Rap y claro, G-Funk y Phonk. Nació con el nombre de Sakata Kareem Oatis, y lo mejor es que tiene samples que parecen venir del rock progresivo, el funk y el jazz, dejando al mismo tiempo los sonidos del 808 del trap y el hip hop sureño, más artesanal y crudo. 3,7 de 5.

14. V (2025) de Walg. Los neerlandeses lo vuelven a hacer. Desde Groningen, Países Bajos, una embrujada combinación salvaje de black sinfónico (a veces incluso con vientos), folk metal y riffs melódicos veloces, desgarradores y épicos, mientras las voces monstruosas entre shriek y gritos le añaden una carácter de espanto monstruoso. 

 Es poesía violenta, presentada de forma tenebrosa y cuidadosa, casi artesanal, combinando la potencia orquestal de bandas más conocidas del género, como Dimmu Borgir o Emperor, con momentos que pasan de intimistas a sofisticados, en que hay arreglos puntillistas, que van desde voces operísticas o viking, detalles de ambient y varias capas de guitarras que pueden ser folk, semi-acústicas y atmosféricas, dejando una sensación de experimentación así como de inventiva dentro de lo que conocemos, momentos de blast beats, sintetizadores y trémolo picking con una potente impronta orquestal.

Es realmente cautivante escuchar los graznidos del cantante (Yorick Keijzer) usando unas rrrrr profundas en su pronunciación, así como las distintas melodías orientalistas, baterías ritualistas y combinación melódica que viaja desde el misticismo hasta lo reflexivo, desde lo sideral a lo cavernario, para arropar las distintas formas del "metal oscuro". 4,7 de 5.

30 mayo 2025

Rock reggae, power heavy progresivo y death progresivo sinfónico de California, post-rock noise, death doom francés, trap latino/electropop de Puerto Rico

1. Hot N Glassy (2025) de DENM. Un divertido y suave reggae pop / rockcon muchos invitados, que realmente refresca, con sus cambios entre acústico y eléctrico, con mucho sentimiento. Tenía tiempo sin disfrutar algo así desde Sublime. El tema inicial con B Real es increíblemente movido y bailable. 4,3 de 5. De Los Angeles.

2. Concord (2025) de Judicator: banda de power progresivo, aunque con una voz que no me emociona para nada, tiene buenos momentos de arreglos complejos pero no demasiados para mi gusto, menos de arpegios veloces y a pesar de usar un saxofón en un tema, es más heavy que progresivo. Sin embargo, es bastante bueno, y la segunda parte tiene riffs de speed y thrash, un par de guturales y buenos momentos de batería épica. 3,9 de 5. Son de Utah pero mudados a Los Angeles. El tema final es definitivamente el mejor, incluyendo un solo de violín de country. Con Carlos Álvarez de los geniales Behölder como invitado.

3. As Darkness Falls (2025) de The Obsidian Resurrection: brutalísimo death/thrash melódico progresivo y sinfónico de California (acá nos quedamos hoy). Otra banda con Carlos Álvarez de invitado. Les doy un 4,2 de 5 porque a pesar de la inmensísima calidad técnica e instrumental, no es tan destacable ni memorable.


3. Flesh and the Devil (2025) de August. Tercera producción de esta banda de Anacortes, Washington, cuidadosamente cultivando el post-rock y drone, con guitarras ruidosas, arreglos electrónicos ambientales y una pausa pasmosa pero no aburrida sino meditativa, aunque a partir del segundo tema hay interludios caóticos de math rock.

Otra obra de poesía / noise / post-rock experimental de Alexander Gregory Kent (Sprain, Stearling) con Nick Moshier en batería y teclados; Lilith Lucifer en el bajo; Aiden Blau en guitarra y bajo; Daniel Wefers en bajo; y Kent en campanas, sierra musical, dulcimer, melotrón, órgano, platillos de arco, armonio, banjo, ingeniería y  producción, además de Shel Blau en batería.

4,3 de 5. Aunque siguen sin llegar a la calidad de Sprain. 

4. creature: DONKEY (2023) de SAD GODS. Otro proyecto de Kent, alrededor del avant-folk, algo de jazz y mucho dark ambient / electrónica / noise rock desde California. Bueno, distinto y rarísimo, altamente experimental. Dentro de la locura ruidosa, caótica y de art rock, hay gritos y saxofones que emulan los rebuznos de un burro. 4,2, de 5.

5. Monde vide (2025) de Mortuarie, monstruoso y muy buen death doom francés, con Xavier Godart, ex-bajista de The Great Old Ones. Otro buen buen debut. No son funerales ni tienen arreglos orquestales o ricos, sino están enfocados en lo más cavernoso, duro y oscuro del género, siendo directos y extensos, invocando una revisita a influencias como las de los primeros Samael y Tiamat, aunque con guitarras más duras y canciones menos lentas, llenas también de momentos de furia deathmetal. 4,2 de 5.

6. Lo mismo de siempre (2025) de MORA. Un disco de reggeatón / bachata / trap del puertorriqueño MORA que me sorprendió, porque tienen un gran sonido, buena producción, influencia del electropop. Y aunque usualmente odiaría y no soportaría esta músico, admito que fue bastante bueno, aunque en la segunda parte ya estaba harto del mismo ritmo. 2,5 de 5.

7. El Caracazo 2025: la mítica canción de hip hop de Venezuela Subterránea tiene una versión de 13 minutos con 25 raperos viejos y nuevos. Quedó brutalísima.

28 mayo 2025

Power thrash progresivo gringo, metal alternativo/avantgarde/pop rap finés, folk metal venezolano de espantos (Falcón/Argentina), sludge progresivo sueco, black melódico finlandés, deathrock de LA

1. Endless Ark (2025) de Petrified Giant: debut, después de un EP y dos singles, de esta rara banda de metal progresivo que combina el sonido y filosofía del thrash técnico alemán y el power metal de Estados Unidos en su propuesta, con algunas voces que pueden sonar entre thrash (con algunos shrieks) y epic doom, que los hace particulares.

Pero además, son grandes instrumentistas, entonces hay un gran trabajo en hacer dobles armonías con guitarras y voces en shrieks, limpias y semi gruñidas, contrapuntos y contratiempos que recuerdan a Voivod, añadiendo cambios en el sonido de las guitarras y formas en que entran y salen, intercalando riffs que podrían ser de Testament (con voces a lo Demonical) con solos, arpegios y efectos que hacen que suenen en capas superpuestas. 

El baterista es excepcional. 4,2 de 5. Lamentablemente el sonido es algo opaco y encajonado, además que a veces parece demasiado parecidos a los thrasheros de California en versión progresiva. Es un power trío con músicos de Australia y Estados Unidos. Es una banda de outsiders, un Youtuber de música, un frecuente integrante de proyectos internacionales de estudio y un ingeniero de sonido que hace webcomics.

2. Nations’ Neurosis (2025) de Waltari. Confieso que no entiendo mucho a esta banda aunque el papel debería gustarme: son alternativos, progresivos, rarísimos y de Finlandia. 

En este caso, un disco de metal alternativo y avant-garde, que recuerda a una especie de Faith No More escandinavo, le temen pop rap, eurodance, rap rock e industrial. Quizás lo que me confunde es que parecen hacerlo con seriedad, no es la sátira de Trollfest o Nanowar Of Steel, por ejemplo. O sí, pero apenas se entiende. 2,3 de 5. La música es decente (Sami Yli-Sirniö, de Barren Earth y Kreator está en las guitarras), la voz es terrible. 

3. Pombero (2025) de Haitón del Guarataro: un proyecto musical venezolano, residenciado en Buenos Aires, que después de escribir sobre leyendas llaneras de Venezuela, como El Silbón, le dedica ahora un disco corto, sobre una leyenda paraguaya, un duende o espanto de la cultura guaraní en clave de death/black/doom como dice su Bandcamp. El nombre de la banda corresponde a un sistema de cuevas en la Sierra de San Luis en el estado Falcón, Venezuela.

El sonido es bastante regular, y se nota que es una especie de ópera metal muy básica, algo fragmentada, basada en juntar instrumentos con intención conceptual pero sin demasiada técnica. Es bueno en general, aunque las ideas parecen seguir crudas y no ensayadas con una banda completa. 2,8 de 5. 

4. Eye to Windward (2025) de Gigafauna: refrescante sludge metal progresivo sueco, con buenas voces, guitarras increíbles que además de recordar formas complejas de groove, thrash y death progresivo, aparecen y desaparecen lateralmente gracias a la edición en estéreo, mientras las voces pasan de un gutural brutal a lo Opeth a una buena voz limpia sin aspavientos ni exageraciones, más parecida al heavy doom original. Aunque domina el metal progresivo, hay momentos más extremos o de interludios de bajo y guturales. Por momentos me recuerda a bandas de rock alternativo como QOTSA, por la riqueza de combinar sludge con progresivo. Me gustó mucho, 4,3 de 5. Su cantante/guitarrista es de Australia. 

5. Sacrosanct Demonopathy (2025) de Warmoon Lord: buen black metal melódico finlandés, porque a pesar de tener un muy buen sonido y producción cuidada, que permite que escuchemos los agudos shrieks y trémolos picking, el detalle minucioso de la batería, las melodías gélidas con arpegios y solos, también tiene ese sonido siniestro del género perverso escandinavo. Además, tiene una propuesta artística genial, con su portada, el nombre del disco y canciones, entre ocultista y fantasía de horror. 4,3 de 5.

6. Bleak Machinery (2025) de In Covert. Debut de esta rara banda de Los Angeles, ruidosa, punketosa y con una vocalización que entre lo gótico, lo emo y el post-punk originario, con un sonido que hace escarceos y coqueteos con el metal, a lo Chat Pile, combinando grunge, industrial y gótico, dándole más fuerza a esta último, como una versión más ochentosa de NIN. Según RYM es deathrock y shoegaze. Es bastante buena. Le daría un 3,7 de 5. 

7. Bleed (2025) de Bleed: vivan las bandas de los 90 y los nostálgicos como esta banda, que en su debut combina metal alternativo, nü-metal, post-hardcore, shoegaze y mucho grunge, e incluso algo de drum n bass, para revivir el espíritu que combinaba todo, desde la depresión al hip hop, del indie al heavy metal, de la electrónica al emo. Mismo baterista de Narrow Head, que publicó un discazo en 2024. Desde Dallas, Texas, combinan guitarras durísimas como Deftones y su voz onírica, con momentos más salvajes y punks, otros en que el emo rock es quien dicta las normas y otros en que hay una combinación más clara de elementos del metal alternativo. Hay un poco de todo en cada tema. Tienen a los hardcoreros británicos de Static Dress de invitados. 4,3 de 5. 

8. the world is still here and so are we (2025) de mclusky: Desde Cardiff, Reino Unido, un disco de muchos temas cortos, alrededor de dos minutos, que combinan la suciedad del noise rock y el garage con elementos del post-hardcore y el post-punk, sobre todo el último. Una vaina demasiado inglesa, pero también juguetona, de buen humor y guitarras realmente divertidas, sin dejar de ser estridentes, pueden combinarse con formas interesantes de surf rock y punk rock. 3,9 de 5.

9. GOLLIWOG (2025) de Billy Woods: el presunto mejor disco del año, según RYM para el 28 de mayo, no me suena ni cerca. El disco Ethiopes me pareció interesante pero no tantísimo.

26 mayo 2025

Lo nuevo de Kali Uchis (neo-soul / pop psicodélico), melodeath progresivo finés, post-hardcore / garage punk británico, metalcore/djent australiano, alt-pop femenino, brutal death melódico colombiano conceptual, blackgaze / screamo gótico,

0. Último lunes de madrugada para dar Gestión y Analítica de Data en el semestre 2025-I. 

1. Blood Eclipse (2025) de Slow Fall: melodeath progresivo finlandés, que tiene ese sonido característico aunque combinado con algo de groove y doom, en que a pesar del patético sonido general, revelan habilidades técnicas e interpretativas, aunque demasiado parecido a otros paisanos, hay que destacar el gran trabajo de bajista/tecladista (Markku Kerosalo) y segundo tecladista (Lasse Launimaa), que naturalmente destacan más que los demás, con solos de sintetizadores en una nota de progresivo psicodélico y de thrash técnico / jazz metal. 

Sin embargo, la lentitud de los temas y lo formulario de muchos temas, incluyendo la voz, entre Barren Earth y Amorphis, les quita poder en una sonido que suena desbalanceado y encajonado, aunque concediendo su calidad como intérpretes. 3,3 de 5. Tiene un par de temas buenos, como Vendetta y Blood Eclipse. Cierran con broche de oro, en un tema mucho más progresivo y psicodélico, bastante influenciado por Opeth y Borknagar tipo Quintessence. En general, los segundos temas son mejores, y con mejor producción.

2. The Haze (2017) de Pulled Apart by Horses: banda de post-hardcore de Leed, Inglaterra, Reino Unido. Este disco, según Discogs, es también de hard rock, punk, rock psicodélico, garage punk y garage rock. La tengo en mis favoritos de Deezer pero es básico, con mal sonido incluso. No tiene nada. 2,8 de 5. 

3. Make Them Suffer (Nov, 2024) de  Make Them Suffer. Brutal y divertido djent/metalcore electrónico australiano, con increíbles riffs enrevesados, contratiempos que incluyen breakdowns y cortes de nü-metal, voces femeninas, arreglos con sintetizadores y pistas de techno y drum n bass, cortesía de la sexy y talentosa Alex Reade, quien también toca la keytar. 

Eran una banda de deathcore sinfónico en 2012 aunque la evolución me parece genial, conservando todos los guturales del deathcore, que tienen una asombrosa calidad y poder, agregando algunas voces limpias, otras más matizada y dándole un cariz de metal alternativo realmente apreciable junto a los sintetizadores. 4,5, fácil.

Según RYM es Metalcore con Djent, metal alternativo, nü-metal y electronicore. Su hit, Epitaph.
4. Off With Her Head (2025) de Banks: Se me coleó, porque no lo recordaba. Es un disco de alt-pop bastante decente. 3,5 entonces y repito. 

5. Tyrona (2025) de No Raza. Metal colombiano conceptual, basado en la herencia indígena y natural del Parque Nacional Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte costero de Colombia. El sonido es una combinación de deathgrind / brutal death con de groove/metalcore metal durísimo tipo Lamb Of God, además de riffs de black y death melódico, e incluso momentos potentes de hardcore punk, en momentos que parecen emular al Brujería de Raza Odiada, creando una vorágine de ferocidad con distintas armas afiladas.

El resultado es tan bestial como brillante, al generar muchísima potencia gracias a un growl demoníaco, guitarras que picarían el acero y un sonido grueso, muy bien producido, más complejos arreglos de batería, guitarras melódicas y al mismo tiempo punzantes y destructivas como un taladro industrial, capaces de partir la roca madre. 

Un punto altísimo del disco es Savage Strenght, en que la combinación de guturales en forma de coros melódicos, los solos de guitarras y el crossover de género hace que disfrutemos de un tema tan oscuro como rítmico, un metalcore melódico extremo, lo que me recuerda a Kataklysm. con sus distintos cambios durante su discografía, experimentando al combinar y mutar entre sonidos contemporáneos a la bestialidad original, pero también al Deicide de Serpents Of The Light en el tema Outbreak. Aún mejor es el tema Afterlife, que empieza como un corrosivo death melódico muy veloz para transformarse en un monstruoso deathgrind de lenta cocción, que abre las fauces enseñando todos sus afilados colmillos en forma de violentos breakdowns y ráfagas de doble bombo sincopados con riffs espirales. 

Son de Bello, Antioquia pero residenciados en Florida, Estados Unidos. 4,3 de 5 aunque hay temas que superan esta calificación. 

6. Glorior Belli (2025) de Glorior Belli. Se cumplen veinte años del debut de esta banda de black metal francés, con un sonido muy atmosférico, gótico y al mismo tiempo, violento. Los riffs son rápidos y muy sucios, las voces tiene distintas capas de shrieks y el sonido en general es estridente, aunque hay que decir que esta caótica propuesta, con una batería hardcore punk y distorsión de altísimo fuzz, suena también contenida. Hay una propuesta que concentra la habilidad técnica del bajo, los cambios de tiempos repentinos y el vampirismo barroco, que recuerda a veces a Anorexia Nervosa, en esa forma desenfada y casi desaliñada de black melódico. 

Es el proyecto solista de J. (Infestvvs) aka Billy Bayou, encargado de guitarra y voces, que al parecer experimentó mucho al combinar black con el southern y stoner metal, así como en el black n roll, y aunque parece que mayoritariamente lo dejó atrás, porque la mayoría de las canciones son de blast beats, shrieks asesinos y guitarras disonantes, en trémolo picking y ráfagas incesantes, hay un par de temas al final que también tienen algo de black n roll. 

7. Sincerely, (2025) de Kali Uchis. Llega el quinto disco de la colombiana, que ha tenido una carrera que se muestra como una migran bilingüe, con su sensualidad desafiante que es también posición millenial y desenfada, que muestra esa nostalgia de quienes nunca vivieron el pasado pero lo atesoran por sus recuerdos vividos por medio de familiares, amigos y la añoranza de la tierra. 

RYM describe este disco con los siguientes géneros: Pop Soul y Smooth Soul como principales, mientras que le añade como secundarios Bedroom Pop, Psychedelic Soul, Sophisti-Pop y Dream Pop.

Básicamente es un disco de soul suavizado o rebajado, reinventando por otro por medio del pop y la producción musical contemporánea. Y esto es un cambio importantísimo en la carrera de la cantante, y lo es en dos dimensiones, porque este disco está completamente en inglés [salvo un par de frases] y además, se aleja del R&B así como de la música latina, en un movimiento comparable al nuevo disco de Lido Pimienta, completamente orquestal. 

Aunque a diferencia de Pimienta, ahora Uchis se embarca en un sonido que puede estar apuntado al mercado estadounidense y global, y ya no más al latino. Se conserva lo vaporoso, vintage y evocador de su música, que aprovecha su calidad vocal en muchas formas, aunque ahora escuchamos guitarras eléctricas, arreglos orquestales y sonidos vintage de otra escuela. Esto incluye algo de brill building, es decir, una muy elegante forma de pop con rock and roll, R&B original, doo-wop, jazz y country, como los artistas anteriores a The Beatles, que hace que me guste este disco muchísimo más a partir de la segunda parte.  

Y es que estos son los orígenes de la colombo-estadounidense, hija de un colombiano de Pereira, y quien pasó la mitad de su adolescencia de vacaciones en Colombia y escapando de clases para hacer fotografía, componer en el teclado y escribir poesía, mientras escuchaba música de los 60 y tocaba saxofón.

Vale decir que este disco se posiciona muy bien en un terreno gobernado por las reinas Amy Winehouse y Sade. Entre los productores están Al Shux (quien ya trabajó con Kali en Red Moon In Venus), Jeff Hazin, Sir Dylan (Motomami de Rosalía, Orquídeas de Uchis y otros), Josh Crocker (que ha estado en sus discos anteriores), Vegyn (remezcló el Moon Safari de Air), Alex Goose (Childish Gambino, JPEGMafia), Vince Chiarito, 54 Ultra, Leon Michels (Clairo, Remi Wolf, The Black Keys, Norah Jones), 

Fascinante, 4,4 de 5.

8. a pain bloomed from my lungs (2025) de Lástima: estremecedor e hipnótico blackgaze / screamo, con increíbles arreglos de música de cámara y shrieks agudísimos, que además fascina desde el primer acorde no sólo por el disímil impacto de escuchar un violín como instrumento principal, sino que las canciones tiene un sonido crudo pero no extremo, más cercano al post-hardcore, aunque por muchos momentos hay guitarras emo y post-rock. Es como una banda que uno podría llamar indie black, al hacer chocar estas distintas aproximaciones unidas por una vocalización amplia.

Entonces escuchamos una combinación de narraciones, y distintas vocalizaciones alternativas de emo, junto a gritos desesperados de black, y una batería que viaja del post-metal al black furioso, pasando por el hardcore y guiando junto al violín la enredada, gótica y perversa matemática de los arreglos, por lo que a veces podemos hablar de black progresivo.

Son de Filadelfia y con varios temas en español, incluyendo interludios en los que hablan personas con varios acentos, que parecen mexicano, venezolano, dominicano, puertorriqueño, sobre la vida después de la muerta. Es el proyecto inicialmente solista de Richie DeVon, encargado de voces, guitarras y teclados, quien además es parte de la comunidad latina en EEUU y dedica el disco a los migrantes, rechazando que ahora los llamen ilegales y peligrosos.