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09 julio 2025

Country alternativo / indie rock orquestal de Indiana, samba-rock/post-metal/shoegaze electrónico ecologista, black progresivo sinfónico y disonante, mathcore / black disonante italiano

1. Egg & Dart (2025) de Murder By Death: Muy bello indie rock / alt-country gótico / chamber folk, que podemos traducir en un indie rock orquestal, con "baladas eruditas" como se auto-describen, que me renueva mi interés en la posibilidad de escuchar country alternativo, sin lugares comunes, que puedan ser inspiradoras e instrumentalmente estimulantes. Creo que el secreto acá es el uso de violines y cuerdas para arreglos sinfónicos y no tanto de country.

3,7 de 5 aunque aunque hay un par de temas más altos gracias a lo orquestal. Son de Bloomington, Indiana.

2. Natureza morta (2025) de Antropoceno. Debut de este artista brasileño de Río de Janeiro mudado a Sao Paulo que magistralmente fusiona música autóctona y tradicional con formas contemporáneas y universales, glocalizando la alternativa (y las preocupaciones socio-políticas ante el colapso climático). 

Entonces hay Música Popular Brasileria con dream pop, en que el sabor de la samba y la bossa nova están intermediados por sintetizadores psicodélicos y sutiles guitarras ambientales y oníricas de post-rock y shoegaze, en lo que suena como una hipnótica mezcla que no se queda en lo chill, porque incluso hay shrieks de black metal como en Debaixo da Terra.

Las baterías rockeras y metaleras, a veces frenéticas y extremas, aunque en segundo plano, acompañan a guitarras acústicas a la orilla del mar en Ipanema y Copacabana, por lo que hay rock brasileño, funk brasileño y mucha más samba, a medio camino entre Santana y Asian Glow, con Parannoul de invitado. Es una locura vanguardista que yuxtapone sonidos disímiles a punta de laptops y edición de estudio. 

Es el nuevo proyecto de Lua Viana, más conocido por su proyecto Sonhos Tomam Conta. Conceptualmente el disco tiene letras pesimistas, como en el tema Samba do Fim do Mundo, lo que se refleja musicalmente en el sonido shoegaze. 4,6 de 5.
3. Apex Violator (Ep, 2025) de Valdrin, me gustó muchísimo este violento, virulento y oscuro black progresivo sinfónico, altamente disonante y ambiental, de Cincinnati, Ohio. Había escuchado un disco de 2023 que en su momento no me encantó, pero las formas enredadas, caóticas y perversas de estas cinco canciones me conquistaron. 4,3 de 5.

4. Tutta la morte in un solo punto (2025) de Noise Trail Immersion: Desengáñate, nunca habías escuchado metal disonante hasta ahora con estos italianos dementes que hacen algo como mathcore (muy extremo), post-black metal y death disonante en uno. Según RYM es black disonante y avant-garde metal. 

Más allá de etiquetas, es un enjambre de riffs disonantes, enrevesados, circulares y en espiral, que se complejizan en formas angulares imposibles, con un doble bombo poderoso, un bajo altamente progresivo y un duro grunt de death metal. Los claroscuros, armónicos y progresiones de acordes imposibles se juntan, una y otra vez, en formas opresivas y demenciales, esclavizando la mente a fórmulas algebraicas que despiertan nuevas neuronas con brutalidad y penumbras. 4,7 de 5.

5. Across the Aeons (2023) de Astralborne. Excitante y brutal metal melódico de Toledo, Ohio, Estados Unidos, que combina increíbles arreglos de guitarras acústicas y eléctricas, solos espaciales, un sonido atmosférico, riffs de melodeath con inspiración espacial y buenísimos arreglos de folk metla progresivo, orquestaciones y capas de solos para provocar un viaje de sensaciones y galaxias. Me gustó demasiado la segunda vez que lo escuché. 4,6 de 5.

6. Guía para la acción (2010, mixtape) de Canserbero: siempre increíble, desde Palo Negro, estado Aragua, Venezuela, para la historia, con su boom bap, jazz rap y hip hop consciente. 4,7 de 5. Qué increíble el tema Perdón. Me recordó al Mamá de Akapellah. Realmente un poeta social, callejero, existencial y venezolanísimo. 

7. III (2025, EP) de La Dispute: Post-Hardcore, Screamo y Spoken Word, incluso poesía en esta propuesta de Grand Rapids, Michigan. Aunque comenzó lento, luego los otros temas se pusieron más emocionales, musicalmente elaborados y sobre todo, intrigantes y desesperados. 3,9 de 5.

8. The Devils of Vulture Valley (2025, EP) de The Grand Myth: una vaina rarísima, que según la Enciclopedia Metálica es death metal progresivo, pero yo escucho es una combinación de gritos y shrieks entre screamo y black depresivo, más un aullido que un gutural, con riffs y ritmos de melodeath, black disonante y una batería poderosísima de death progresivo, con una aproximación avant-garde, de experimentación que incluyen solos de shred, cambios de tiempo y variantes que van del power metal al djent/metalcore. 4,3 de 5.

9. GDLU (Preluxe - EP, 2025) de J.I.D. Trap y hip hop sureño. Bueno pero normal. 3 de 5 aunque el tema Animals Pt 1 con Eminem es brutal. 

11 junio 2025

Lo nuevo de The Haunted (death melódico/groove sueco), EDM/industrial (Dawn Of Ashes), hard rock / thrash danés (Volbeat), metalcore melódico japonés, black viking alemán, black experimental sueco (con saxofón y soprano), blackgaze australiano, abstract hip hop increíble (Aesop Rock), midwest emo-pop

0. SE ME BORRÓ LA LISTA DE DEEZER!!!!

1. Songs Of Last Resort (2025) de The Haunted. Melodeath / thrash / groove pero durísimo, menos metal alterantivo y mucho más sonido sueco. Geniales, 4,2 de 5. Sin ser especial fan, me gustó esta combinación de dureza, melodía y sonido perverso en forma moderna, casi metalcore y sin ser demasiado derivativo. Ola Englund lo logra en grande con esos riffs. 

2. Infecting the Scars (2025) de Dawn Of Ashes: aunque me han gustado discos que combinan música electrónica oscura y dance con metal industrial y black metal, y aunque este disco no suena mal, los temas suenan demasiado largos y poco diferenciados. O no es su día. 2,5 de 5. Son de Los Angeles. 

3. Good Of Angel Truste (2025) de Volbeat: Si hay una banda que confunde, encanta y preocupa, son estos daneses. Tocan una combinación de heavy metal, hard rock, rock alternativo, groove, thrash y sí, rockabilly, con una voz entre operística, gótica y rockera que a veces me recuerda a Queens Of The Stone Age, aunque menor stoner y más rock clásico. No sé bien si es todo una sátira, algo más bien de humor negro o simplemente europeos raros que quisieran ser texanos. 

El resultado es mixto. Desde canciones que suenan a Lady Gaga con metal hasta momentos de grandes power ballads y otras de rock/metal alternativo regulares e incluso momentillos de metal extremo, porque bueno, son escandinavos, y también tienen esa obsesión combinada tipo Turbonegro. 3,7 de 5. 

4. Ubiquitous (2025) de View From the Soyuz: debut de esta banda de metalcore melódico de Tokio, Japón, aunque más melodeath que hardcore o metal alternativo, con muchas disonancias, mathcore y hardcore del más pesado. Guturales buenísimos, guitarras enrevesadas y enfoque en lo extremo cierran el disco con un genial intro de power metal neoclásico, para después evolucionar al black/death melódico más bestial. 4,1 de 5. Tienen tres EPs y múltiples singles desde 2021.  Realmente creativos y potentes.

5. Saviours (Deluxe - Enero 2025 - Junio 2025) de Green Day. Sin ser de los mejores discos, me opongo a que se ponga entre los peores. Tiene lo que queremos del trío, con buenas melodías vocales, mezcla de rebeldía y sensibilidad punk, una mirada pop y arreglos instrumentales mejores que el promedio del género pop punk. Yo le doy 3,7 de 5.

6. Götterdämmerung (EP, 2017) de Varg: cuatro temas de esta buenísima banda alemana de death/black melódico influenciado por el viking y el folk metal, tanto en estética como conceptual y musicalmente. Bueno. 4,3 de 5.

7. Hatred Rising (2017) de Skulldrain: debut y despedida de esta banda sueca de death/thrash bastante groove y al mismo tiempo, extrema. Combina riffs pesados, entre groove, death/thrash y thrash viejo y batería thrashosa, con un shriek que parece entre el hardcore y el thrash pero que además se antoja satírica y divertida. Súper europeo, porque además tiene momentos de mucha influencia del melodeath. 4,6 de 5. Lástima que no fueron más. 

8. Kriegsgötter MMXXV (2025) de Mystic Circle: un compilado más o menos regular, de versiones y reediciones de la banda alemana de black metal sinfónico. Las versiones de Iron Maiden, Possesed y Bathory bien, la de The Lost Boys muy mala. 3,5 porque hay muchos altibajos.

9. A Poison to the Firmament (2025, EP) de Heljarmadr: me estaba perdiendo de esta nueva banda con Sarah Jezabel Deva. Black / death metal melódico, sinfónico y experimental que empezó como un proyecto del cantante de Dark Heljarmadr.

La banda es realmente internacional, porque aunque el bajista y el cantante son los de Dark Funeral y Berseker Legion, y el baterista es también sueco, el cellista es el estadounidense Kakophonix y el tecladista/saxofonista es el brasieño Bruno Sá de Operation: Mindcrime. Cada tema es distinto, el segundo fue más bestial y duro, pero con soprano y arreglos melódicos.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere: dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, aunque es un poco genérico. Antes le he puesto 3,5 a sus discos. El tema final es el mejor, con shrieks profundos y una composición épica.

11. Black Hole Superette (2025) de Aesop Rock: otro buen disco de este hip hop abstracto, experimental, boom bap e illbient que me agrada. Creo que es de lo mejor que he escuchado en estos géneros alternativos pero lo lleva a algo mucho más increíble. Los temas son largos, con vientos y bajo grabados por músicos, lo que lo hace sonar más funk, potente y soul, con más profundidad. De verdad supera lo hecho por otros similares. 4,3 de 5. Nacido en Nueva York y residenciado en Portland, Oregon, está en uno de los también mejores discos de este año: Dead Channel Sky • clipping. El disco es largo, 68 minutos en 18 temas. 

12. Lonely People With Power (2025) de Deafheaven, me suena a reinvención. Después de innovar con un post-black metal "geek" o "hipster", aprenden de los distintos maestros que han recorrido este género y se alejan del dream pop / metal alternativo que tocaron en los discos anteriores, para presentar un disco que es furioso, veloz y gélido, con riffs disonantes y shrieks imposibles, rescatando el estilo que los llevó a la gloria en Sunbather aunque ahora más cerca de Portrayal Of Guilt que de My Bloody Valentine. Sin embargo, hay un trasfondo con una riqueza de arreglos más propios de black sinfónico. 

Lo escucho por segunda vez y me enamoro aún más. Las baterías de rock alternativo, las voces limpias oníricas y la combinación con el post-rock más calmado con el blackgaze más perverso es realmente una virtud y un acierto absoluto. Además, el bajista se despega de lo obvio para hacer arreglos profundos, complejos, que añaden un valor inusual y que acá se transforma en una subrutina, una narrativa alterna y que cabe perfecto con los ritmos de drum n bass que agregan a distintas canciones. 

Se agradece que vuelvan los momentos de baterías potentes que acompañan a las dobles armonías y capas de guitarras brillantes, post-metaleras y que caen tan bien con el screamo. 4,7 de 5. Un dato increíble es que el vocalista de Interpol está invitado en el tema final mientras que el ex-bajista de Beck agregó teclados adicionales. 

13. Downpour (2025) de Charmer. Ruidoso y melódico, con altísima ganancia en las guitarras, voces pop y riffs que con otra distorsión y más lentos serían quizás post-metal, es algo que podría llamarse midwest emo-pop. Los músicos son increíbles. 4,1 de 5. Me conquistaron, suenan luminosos y al mismo tiempo, disonantes, sin dejar de ser tangencialmente pop punk y alternativos.

26 mayo 2025

Lo nuevo de Kali Uchis (neo-soul / pop psicodélico), melodeath progresivo finés, post-hardcore / garage punk británico, metalcore/djent australiano, alt-pop femenino, brutal death melódico colombiano conceptual, blackgaze / screamo gótico,

0. Último lunes de madrugada para dar Gestión y Analítica de Data en el semestre 2025-I. 

1. Blood Eclipse (2025) de Slow Fall: melodeath progresivo finlandés, que tiene ese sonido característico aunque combinado con algo de groove y doom, en que a pesar del patético sonido general, revelan habilidades técnicas e interpretativas, aunque demasiado parecido a otros paisanos, hay que destacar el gran trabajo de bajista/tecladista (Markku Kerosalo) y segundo tecladista (Lasse Launimaa), que naturalmente destacan más que los demás, con solos de sintetizadores en una nota de progresivo psicodélico y de thrash técnico / jazz metal. 

Sin embargo, la lentitud de los temas y lo formulario de muchos temas, incluyendo la voz, entre Barren Earth y Amorphis, les quita poder en una sonido que suena desbalanceado y encajonado, aunque concediendo su calidad como intérpretes. 3,3 de 5. Tiene un par de temas buenos, como Vendetta y Blood Eclipse. Cierran con broche de oro, en un tema mucho más progresivo y psicodélico, bastante influenciado por Opeth y Borknagar tipo Quintessence. En general, los segundos temas son mejores, y con mejor producción.

2. The Haze (2017) de Pulled Apart by Horses: banda de post-hardcore de Leed, Inglaterra, Reino Unido. Este disco, según Discogs, es también de hard rock, punk, rock psicodélico, garage punk y garage rock. La tengo en mis favoritos de Deezer pero es básico, con mal sonido incluso. No tiene nada. 2,8 de 5. 

3. Make Them Suffer (Nov, 2024) de  Make Them Suffer. Brutal y divertido djent/metalcore electrónico australiano, con increíbles riffs enrevesados, contratiempos que incluyen breakdowns y cortes de nü-metal, voces femeninas, arreglos con sintetizadores y pistas de techno y drum n bass, cortesía de la sexy y talentosa Alex Reade, quien también toca la keytar. 

Eran una banda de deathcore sinfónico en 2012 aunque la evolución me parece genial, conservando todos los guturales del deathcore, que tienen una asombrosa calidad y poder, agregando algunas voces limpias, otras más matizada y dándole un cariz de metal alternativo realmente apreciable junto a los sintetizadores. 4,5, fácil.

Según RYM es Metalcore con Djent, metal alternativo, nü-metal y electronicore. Su hit, Epitaph.
4. Off With Her Head (2025) de Banks: Se me coleó, porque no lo recordaba. Es un disco de alt-pop bastante decente. 3,5 entonces y repito. 

5. Tyrona (2025) de No Raza. Metal colombiano conceptual, basado en la herencia indígena y natural del Parque Nacional Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte costero de Colombia. El sonido es una combinación de deathgrind / brutal death con de groove/metalcore metal durísimo tipo Lamb Of God, además de riffs de black y death melódico, e incluso momentos potentes de hardcore punk, en momentos que parecen emular al Brujería de Raza Odiada, creando una vorágine de ferocidad con distintas armas afiladas.

El resultado es tan bestial como brillante, al generar muchísima potencia gracias a un growl demoníaco, guitarras que picarían el acero y un sonido grueso, muy bien producido, más complejos arreglos de batería, guitarras melódicas y al mismo tiempo punzantes y destructivas como un taladro industrial, capaces de partir la roca madre. 

Un punto altísimo del disco es Savage Strenght, en que la combinación de guturales en forma de coros melódicos, los solos de guitarras y el crossover de género hace que disfrutemos de un tema tan oscuro como rítmico, un metalcore melódico extremo, lo que me recuerda a Kataklysm. con sus distintos cambios durante su discografía, experimentando al combinar y mutar entre sonidos contemporáneos a la bestialidad original, pero también al Deicide de Serpents Of The Light en el tema Outbreak. Aún mejor es el tema Afterlife, que empieza como un corrosivo death melódico muy veloz para transformarse en un monstruoso deathgrind de lenta cocción, que abre las fauces enseñando todos sus afilados colmillos en forma de violentos breakdowns y ráfagas de doble bombo sincopados con riffs espirales. 

Son de Bello, Antioquia pero residenciados en Florida, Estados Unidos. 4,3 de 5 aunque hay temas que superan esta calificación. 

6. Glorior Belli (2025) de Glorior Belli. Se cumplen veinte años del debut de esta banda de black metal francés, con un sonido muy atmosférico, gótico y al mismo tiempo, violento. Los riffs son rápidos y muy sucios, las voces tiene distintas capas de shrieks y el sonido en general es estridente, aunque hay que decir que esta caótica propuesta, con una batería hardcore punk y distorsión de altísimo fuzz, suena también contenida. Hay una propuesta que concentra la habilidad técnica del bajo, los cambios de tiempos repentinos y el vampirismo barroco, que recuerda a veces a Anorexia Nervosa, en esa forma desenfada y casi desaliñada de black melódico. 

Es el proyecto solista de J. (Infestvvs) aka Billy Bayou, encargado de guitarra y voces, que al parecer experimentó mucho al combinar black con el southern y stoner metal, así como en el black n roll, y aunque parece que mayoritariamente lo dejó atrás, porque la mayoría de las canciones son de blast beats, shrieks asesinos y guitarras disonantes, en trémolo picking y ráfagas incesantes, hay un par de temas al final que también tienen algo de black n roll. 

7. Sincerely, (2025) de Kali Uchis. Llega el quinto disco de la colombiana, que ha tenido una carrera que se muestra como una migran bilingüe, con su sensualidad desafiante que es también posición millenial y desenfada, que muestra esa nostalgia de quienes nunca vivieron el pasado pero lo atesoran por sus recuerdos vividos por medio de familiares, amigos y la añoranza de la tierra. 

RYM describe este disco con los siguientes géneros: Pop Soul y Smooth Soul como principales, mientras que le añade como secundarios Bedroom Pop, Psychedelic Soul, Sophisti-Pop y Dream Pop.

Básicamente es un disco de soul suavizado o rebajado, reinventando por otro por medio del pop y la producción musical contemporánea. Y esto es un cambio importantísimo en la carrera de la cantante, y lo es en dos dimensiones, porque este disco está completamente en inglés [salvo un par de frases] y además, se aleja del R&B así como de la música latina, en un movimiento comparable al nuevo disco de Lido Pimienta, completamente orquestal. 

Aunque a diferencia de Pimienta, ahora Uchis se embarca en un sonido que puede estar apuntado al mercado estadounidense y global, y ya no más al latino. Se conserva lo vaporoso, vintage y evocador de su música, que aprovecha su calidad vocal en muchas formas, aunque ahora escuchamos guitarras eléctricas, arreglos orquestales y sonidos vintage de otra escuela. Esto incluye algo de brill building, es decir, una muy elegante forma de pop con rock and roll, R&B original, doo-wop, jazz y country, como los artistas anteriores a The Beatles, que hace que me guste este disco muchísimo más a partir de la segunda parte.  

Y es que estos son los orígenes de la colombo-estadounidense, hija de un colombiano de Pereira, y quien pasó la mitad de su adolescencia de vacaciones en Colombia y escapando de clases para hacer fotografía, componer en el teclado y escribir poesía, mientras escuchaba música de los 60 y tocaba saxofón.

Vale decir que este disco se posiciona muy bien en un terreno gobernado por las reinas Amy Winehouse y Sade. Entre los productores están Al Shux (quien ya trabajó con Kali en Red Moon In Venus), Jeff Hazin, Sir Dylan (Motomami de Rosalía, Orquídeas de Uchis y otros), Josh Crocker (que ha estado en sus discos anteriores), Vegyn (remezcló el Moon Safari de Air), Alex Goose (Childish Gambino, JPEGMafia), Vince Chiarito, 54 Ultra, Leon Michels (Clairo, Remi Wolf, The Black Keys, Norah Jones), 

Fascinante, 4,4 de 5.

8. a pain bloomed from my lungs (2025) de Lástima: estremecedor e hipnótico blackgaze / screamo, con increíbles arreglos de música de cámara y shrieks agudísimos, que además fascina desde el primer acorde no sólo por el disímil impacto de escuchar un violín como instrumento principal, sino que las canciones tiene un sonido crudo pero no extremo, más cercano al post-hardcore, aunque por muchos momentos hay guitarras emo y post-rock. Es como una banda que uno podría llamar indie black, al hacer chocar estas distintas aproximaciones unidas por una vocalización amplia.

Entonces escuchamos una combinación de narraciones, y distintas vocalizaciones alternativas de emo, junto a gritos desesperados de black, y una batería que viaja del post-metal al black furioso, pasando por el hardcore y guiando junto al violín la enredada, gótica y perversa matemática de los arreglos, por lo que a veces podemos hablar de black progresivo.

Son de Filadelfia y con varios temas en español, incluyendo interludios en los que hablan personas con varios acentos, que parecen mexicano, venezolano, dominicano, puertorriqueño, sobre la vida después de la muerta. Es el proyecto inicialmente solista de Richie DeVon, encargado de voces, guitarras y teclados, quien además es parte de la comunidad latina en EEUU y dedica el disco a los migrantes, rechazando que ahora los llamen ilegales y peligrosos. 

14 mayo 2025

Lo nuevo de Sleep Token (alt-pop/reggeatón/metal alternativo), Wu-Tang Clan & Mathematics (boom bap hip hop), black/folk metal lo-fi medieval, emoviolence canadiense, deathcore/brutal death belga, ópera rock indie folk sorprendente, blackgaze gringo indefinido, maravilloso black/death progresivo, técnico y sinfónico de Australia/Noruega, metal gótico progresivo finés

1. Georgie and the Dragon (2025) de Curta'n Wall: difícil empezar este día de forma más extraña, ruda, ridícula y genial. Un disco del black metal con peor sonido del mundo, a propósito, porque también es creativamente bueno: es una aventura fantástica, bélica, épica, vikinga y con voces geniales, limpias y shrieks, narradas y góticas, con un bajista realmente hábiles, grabadas con un sonido tan patético, de mazmorra y humedad que da risa e inspiración al mismo tiempo.

Así que aunque suena intencionadamente horrible, es una propuesta que podríamos llamar "kitsch", porque aunque sí tienen intención de ser ridículos también por otro lado, se toman muy serio en la producción vocal y la atmósfera medieval, mediante el folk, el black y el war metal. Aunque hay que decirlo, la propuesta es súper interesante pero la mezcla tan lo-fi no permite darle un buen puntaje. 3,8de 5.

Según RYM la banda es del género Sequencer & Tracker, es decir, que usó consolas de videojuegos de los 80 y 90 para programar los temas, lo que explica la aún más baja calidad de la batería. Son de California. 


2. All you are is we (2025) de Emma Goldman. Por la portada y el nombre de la banda pensé que era algo folk o indie, y no está lluvia ácida de mathcore, black metal, nü-metal y girl rrrriot que me cayó encima. Según RYM es emoviolence y metalcore aunque las voces gritadas van del screamo al shriek, de los alaridos nü-metal tipo Slipknot a gritos punketos. Gritan desde Vancouver, Canadá. 

Lo que más me gusta es que los temas no son tan cortos, de 2:30 a 4 minutos, con guitarras sucias y momentos explosivos, narraciones y gritos, que resumen mucho del noise, el grind, el grunge, pero también hay momentos calmados, como de emo, post-rock o shoegaze, y las canciones son en sí mismas simples pero bien producidas. Entonces hay para pogear, reflexionar y calmarse, con una gran riqueza rítmica. Incluyendo inesperadamente canciones exclusivamente dedicadas al hardcore techno y de drum n bass. 

Es lo que obtienes si le pones el nombre de una anarquista rusa a tu banda. Según su Bandcamp son emo-hardcore o sasscore. 

Les doy un sóilido 4,3 de 5.

La bandaGuitar, Vocals – Felix Ruiz de la Orden
Mixed By – Jesse Cramer (pistas: A5)
Mixed By, Drums – Pavel Ganapolsky (pistas: A1, A5, B2, B5)
Mixed By, Mastered By – Will Killingsworth
Recorded By – Mariessa McLeod
Vocals – Victoria Brindise

3. Big Trouble (2025) de Coffin Feeder: debut de esta banda de deathcore / brutal death (+grind) belga, un poco ridículo como sería el grindcore de humor negro y el thrash satírico, y al mismo tiempo brutal, hiper-veloz y radicalmente extremo. Liderados por Sven de Caluwé, cantante de Aborted, tienen sus letras y concepto en base a las películas de acción de Hollywood de los 80 y los 90. Ridículos pero violentos, con un sonido bastante atmosférico, basado en guitarras inmensas y expansivas, teclados de deathcore, una batería bestial y la voz más corrosiva que imagines sin hacer pig squeals sino shrieks y growls de death metal furioso. Es original esto.

4,3 de 5. Hay canciones que suenan algo nü-metal (el cantante de Chimaira está invitado) y otra algo groove o metalcore, aunque predomina lo más extremo y perverso, hay también diversidad rítmica dentro de esta vorágine de armas, patadas y explosiones gigantescas.

4. Your Neighborhood (2025) de The Toxhards: otro debut extraño, una banda de Los Ángeles, California, que hacen una combinación entre Weezer, Wilco y Mr Bungle, entonces es rock indie, power pop, pop progresivo, art rock y claro, geek rock, que puede tomar el indie folk, el rock alternativo, el pop rock o el rock country para llevarlo a capas y formas avant-garde y experimentales, para hacer una larguísima colección de canciones divertidas, extrañas y pulidísimas, con mínimas estridencias. Se destacan canciones como la que da título al disco, un pop barroco en que satirizan un poco el uso de lo orquestal, sin dejar de hacer una genialidad hermosísima. 

En 2020 sacaron sus primeros singles. Este disco conceptual, que es casi una ópera rock, tiene clarísimas influencias de Queen y The Who para su conceptualización, Ziggy Stardust, por supuesto, pero con la idea de algo aterrizado y contemporáneo a sus influencias estadounidenses más recientes. 4,3 de 5. Hay que escucharlo de nuevo porque hay más, desde ska punk hasta garage rock, glam y art punk.

5. Even In Arcadia (2025) de Sleep Token: la banda polarizante del momento después de Ghost. Confieso que me gustaron muchísimo más sus dos primeros discos, más djent y cuando el alt-pop y alt-RnB se asomaba como complemento, este disco tiene un sonido increíble, combinando muy bien el sonido de las guitarras djent con las voces que van más hacia los géneros más electrónicos/comerciales. 

Según RYM el disco es de básicamente una banda que es al mismo tiempo, de metal alternativo y de pop alternativo, estamos de acuerdo, sin embargo, para lograr eso hay afrobeats y reggeatón, pero también blackgaze y djent (como en el tema Caramel, mi favorita del disco), así mismo RnB alternativo, trap y pop rock. Sin embargo, el disco es muy irregular. Con temazos como Gethsemane, Infinite Baths y Emergence, también tiene otros muy irregulares o que son más alt-pop que lo esperado, con pocos arreglos innovadores o retadores, y para eso escucho otro tipo de artistas. Diría que 3,2 de 5.

6. Rose Thorn Necklace (2025) de Ghost Bath: desde Dakota del Norte, blackgaze depresivo, atmosférico y post-metalero, aunque lo siento como un disco que en lugar de ser muy serio, está indefinido entre hacer metal extremo influenciado por el shoegaze y sonidos contemporáneos pero también algo que pareciera lo-fi, atmosférico y al mismo tiempo sumamente básico. No me terminó de enterar si la idea es sonar sucio y de baja calidad, si es una idea atmosférica con algo de sátira o si es una banda de juguete que pretende hacer música extrema sin ser parte de la escena. Son sólo torpes.

El tema Dandelion Tea es realmente confuso, por no decir malo, porque usa unas guitarras básicas, que parecen un jam session de una banda de thrash/death de principiantes, una batería densa y electrónica, más growls profundos. Luego las guitarras se hacen profesionales, expansivas y en polifonía, lo que da una extraña sensación de insensatez. Lo mismo pasa con Vodka Butterfly, su uso de drum n bass lo-fi, sus gritos vampíricos, sus guitarras melódicas y sus voces femeninas, no te enteras del concepto: ¿es fusión, es ironía, es una burla, es un homenaje muy mal hecho? Difícil de entender, porque sí hay temas buenos, serios, que parecen tener claro la intención, pero se pierde en un mar de incertidumbre conceptual. 2,5 de 5.

Trabajo en solitario de Dennis Mikula, quien combina sintetizadores, teclados, guitarras, bajo y voz. Vale decir que tiene otros proyectos, desde una disquera a otras bandas, más ligadas a la electrónica tipo vaporwave. Lo acompaña el extraordinario baterista Mike Heller (Black Hole Deity, Raven). 

7. Otherlike Darkness (2025) de Felgrave. En las antípodas está este proyecto, de tres extensísimas canciones, de death progresivo intercalado con shrieks, complejísimas estructuras de bajo jazzeado, batería extremísima, voces femeninas fantasmales, riffs arpegiados de matemáticas absurdas y capas varias de solos, arreglos asincopados, polirrítmicos, atmósferas siniestras y muchos más arpegios de bajo, que se envuelven, giran en torno en sentido contrario y se transforman de nuevo en maquiavélicos cambios de velocidad, tono y forma para generar confusas, deliciosas y extraordinarias formas de black opresivo, death disonante y progresivo extremo sinfónico. ¿Puedo decir de nuevo que tiene arreglos de bajo alucinantes y permanentes?

En este caso el solitario australiano M. L. Jupe, aunque está en Noruega, acompañado de otro baterista súper ocupado y productivo, Robin Stone, es responsable de esta majestuosa bestia gótica, oscura, serpenteando, confusa, poliédrica y asesina. Es básicamente una combinación de black y death metal en forma progresiva, técnica y avant-garde. 4,8 de 5.

8. Godtopsy (Ep, 2025) de Defigurement: dos temas de grindcore técnico hiper furioso con el cantante de Rottenness y músicos invitados de Gridlink y Cephalic Carnage. Una delicatessen del grindcore.

9. Night Verses (2025) de The Man-Eating Tree: cuarto disco de esta banda finlandesa de metal gótico / death doom que me hace recordar a In The Woods... combinando sensibilidades y estructuras del metal sinfónico y gótico con aproximaciones progresivas, con arreglos variados que van de lo orquestal, lo vikingo, lo electrónico y lo avant-garde para hacer algo que es tan operático como brutal, tan melódico como emocional, sin ser fúnebre ni patético sino más bien con un espíritu épico, excitante y existencial pero también luminoso, dentro de lo que cabe en el doom, y enfocado en presentar una fusión tan bien producida como intrincada. 

Eso incluye hacer algo de goth metal progresivo y vking/folk combinado con metal alternativo como hace ahora Katatonia. Fascinante, 4,8 de 5. Me enganché con la voz de Manne Ikonen (ex-Ghost Brigade). 

10. Black Samson, the Bastard Swordsman: From the Wu-Tang, the Saga Continues Collection (2025) de Wu-Tang Clan & Mathematics. Lo he dicho, es de lo que menos sé, pero este disco de verdad me gustó, resuena conmigo. El boom bap tiene ese poder aún en inglés. Según RYM es Boom Bap, Hardcore Hip Hop, Conscious Hip Hop y Neo-Soul, parte del movimiento de la Costa Este (es decir, Nueva York). Para mí es un 4,3 tirando a más, quiero escuchar de nuevo pronto. 

02 mayo 2025

Lo nuevo de Kardashev (blackgaze progresivo), Cadaver (death progresivo / black nostálgico de Noruega), Employed To Serve (metalcore / alt-metal / djent), Liv Kristine (Metal gótico electrónico), ROME (Neofolk europeo) y Panzerballett (jazz fusión / djent progresivo), electroclash/new rave, brutal death noventero, black / death de NY

1. LL revisited (Ep, 2025) de The Hellp: Cuatro temas extras del LL de 2024. Electropop, Electroclash, New Rave, Indietronica y Dance-Pop en un Dj con una cresta punk altísima con ganas de partir la pista de baile. Maravilloso, 4,3 de 5. Temas menos pop y techno. Son de Los Angeles, California.

2. Hatredangeranddisgust (1995) y Liturgy of Impurity (1991) de Pyrexia. Esta banda de brutal death / death progresivo lleva varios demos e EPS viejos republicados en lo que parece anunciar como un segundo disco de regrabaciones. Estos dos demuestran una habilidad técnica y compositiva en el slam/brutal mucho más alta y técnica que sus congéneres de la misma época. Geniales dementes de Nueva York. 

3. True Believers (Original Score) de Matthew K. Heafy. Banda sonora para un videojuego slasher pero es cualquier vaina fuera de esta plataforma.

4. Hymns of Misanthropy (2025) de Cadaver: mucho más estimulante y emocionante es este disco de death metal noruego, que a diferencia de anteriores entregas está alimentando de black y progresivo, en lugar de thrash o death melódico, así que su sonido crudo, humor negro, gore y viscosidad iniciales se presenta ahora con arreglos elevados por una batería técnica impresionante, que recuerdan un poco a los primeros Darkthrone.

Esto hace un disco perverso, como los conocemos, con actitud old-school pero presentado con intención de sorprender con sus habilidades instrumentales, sin perder un ápice de maldad y suciedad.

genial escuchar algo tan asqueroso y oscuro con arreglos en contratiempo y cambios inesperados, sin que sea lo principal, sino que lo cavernoso, lo originario, el black melódico y el death progresivo de finales de los 80 y principios de los 90, sean las fuentes de esta obra decadente. Para esto Neddo (Anders Odden), fundador, guitarrista y cantante, se juntó con su ex-baterista Ole Bjerkebakke (1988-1992) en lugar del baterista hiper-productivo Dirk Verbeuren, y el ex-bajista Eilert Solstad (1992).

Una joya llena de bilis. 4,7 de 5.

5. Fallen Star (2025) de Employed To Serve: Según RYM es metalcore alimentado con vitaminas de metal alternativo, djent y deathcore, aunque me parece que es un poco más pesado y creativo, llegando a tener momentos progresivos e incluso algunos buenos arreglos sinfónicos, pero también de groove metal tradicional, tipo Pantera. Ya no son la bestial combinación de mathcore y metalcore del comienzo de su carrera.

Me gustó mucho aunque la crítica los destruye, quizás por las voces limpias, o que entienden mucho más la movida del metalcore, pero Justine Sian Jones abre la tierra en dos con sus shrieks. Desde Londres con terror, hay toneladas de riffs poderosos, gritos desgarrados y arreglos complejos para divertirse. Muy buena Familiar Pain, que parece unir post-punk, hardcore punk y metalcore melódico con brutalidad y melodía. 

Entre los invitados están los vocalistas de  Killswitch Engage, Svalbard y Lorna Shore pero para agregar sus voces limpias, lo que fue refrescante. Para mí, un sólido 4,2 de 5. Me pareció más metalero y entretenido que el de Machine Head. Me gustaron especialmente las influencias más pesadas y las que hicieron las canciones más intrincadas y raras. 

6. Amor Vincit Omnia (2025) de Liv Kristine. Me gustaron mucho los primeros singles, con metal gótico / doom y electrónica oscura, así que el disco inicia con los mismos, lo que me pareció distinto, un justo equilibrio entre la música sinfónica, los growls extremos (por su esposo Michael Espenæs) y la música electrónica más depresiva, combinando sin ser industrial ni pop. 4,2 de 5. Además, las voces operísticas de la cantante noruega son realmente buenas. Las guitarras son de Sascha Dannenberger, quien compuso junto a Liv y Michael, pero también grabó el disco en su estudio. El bajo fue de Tobias Glier, los teclados de Roland Bliesener y la batería de Björn Etzel.

7. Civitas Solis (2025) de ROME: Neofolk y música marcial europea presentada de forma gótica, bien producida y de alguna forma, en forma épica, por supuesto. Me gustó, es refrescante sin ser demasiada apesadrumbrada e incluso con un toque como de alt-country. 4 de 5. Básicamente el trabajo de Jérôme Reuter, de Luxemburgo.

8. Übercode Œuvre (2025) de Panzerballett: de una vez debo decir, mi tipo de música loca, jazz-fusión, metal extremo progresivo, con un toque vanguardista y experimental, que incluyen algunas guitarras enrevesadas. Desde Munich, Alemania es un discazo impresionante de jazz-metal, que incluye varios invitados como Marco Minnemann (The Aristocrats, Steven Wilson, ex-Ephel Duath) para una versión del Verano de Vivaldi. Ya había escuchado algunos temas como Alien Hip Hop, que combinan rock progresivo de los 70, con complicadísimas formas rítmicas y un sonido industralioso, así como parte del jazz-metal a lo Cynic, cósmico y espiritual. Otros temas como Pick Up The Pieces suena como a Thank You Scientist con death metal progresivo. 4,7 de 5. Una locura la versión de la Oda a la Alegría con Andromeda Anarchia (Folterkammer), combinando voces operísticas dramáticas y shrieks agudísimos. 

9. Wreathed in Dead Angels (2025, EP) de Profanatica: mítica banda de black / death de Nueva York, pero con un sonido underground y con más influencia del stenchcore y el death cavernícola que del black. A pesar del sonido horripilante, hay una intención de empujar los tropos de un género ya legendario. 3,2 de 5.

10. Alunea (2025) de Kardashev: Con este nuevo disco la banda de Tempe, Florida, se acercó mucho más al metal progresivo y al blackgaze, con el que había coqueteado apenas apenas cuando eran aún una banda de deathcore / post-metal que agregaba shoegaze y algo de progresivo. Ahora esas guitarras que son tan expansivas y nostálgicas, también hacer circulares riffs en contratiempos y prueban diversos tonos, pasando del fry al sonido potente del deathcore, combinándose con un bajo jazzeado y una batería habilísima, permitiendo pasar de la monstruosidad a la calma recitada. Es una combinación inusual, como Mental Cruelty con Alcest, quizás por eso ellos lo llaman deathgaze.

Por cierto, Alunea es un idioma inventado que suelen usar. Eso sí, los shrieks me suenan más a deathcore que black metal, pero en el tema Reunion tenemos algo que coquetea con el shoegaze, con voces épicas, baterías de sludge y coros angelicales colectivos muy del post-black francés. Sin embargo, es muy diferente porque acá no hay dream pop, sino una especie de voz épica entre vikinga, progresiva y shoegaze, siempre acompañada de growls monstruosos. 

Entonces se notan una cantidad de influencias que no se quedan en bandas alternativas y experimentales de los 90, sino mucho rock progresivo, sonidos oníricos pero al mismo tiempo folk, elaborados y siempre la dureza del metal extremo, en esa combinación exquisita de brutalidad y melodía, que siento tiene la sensibilidad del power metal con guitarras que jamás abandonan el campo de batalla. Es poesía onírica de sangre, fuego y azufre como en el tema Edge Of Forever, en que las líneas vocales épicas son cantadas como un dúo de shriek muy black vampírico y un growl mega brutal de deathcore. 4,9 de 9.

29 abril 2025

Post-metal / alternativo, death metal turco, progresivo/djent/avantgarde italiano, death metal gringo, black/punk británico, rap-metal/djent inglés (Hacktivist), doom psicodélico, powerviolence y funeral doom danés, el debut de Lux Terminus (progresivo sinfónico)

1. Scorched Earth (2025) de Harakiri For The Sky: definitivamente uno de los mejores discos del año, con canciones que pueden ser las mejores de la década. El post-black ha pasado ya del shoegaze y de lo puramente extremo para entrar a combinarse magistralmente con el metal y el rock alternativo, incluyendo su versión de Radiohead. Es una banda que hubiese amado escuchar en 1995. Es ahora post-metal con momentos blackgaze y de metal alternativo, como una especie de Jesu o Isis haciendo black metal, con shrieks angustiosos. 4,8 de 5 de oro. Desde Austria con depresión.

2. Murderous Revelations (2025) de Diabolizer: rabioso death metal turco, combinando momentos progresivos, algunos death doom vieja escuela y un sonido cavernoso. Monstruosos representantes del género, aunque quizás mucho menos innovadores, el tema Bloodsteam Bonegrinder tiene riffs disonantes, arreglos técnicos y ferocidad, mientras que el tema Deathmarch of the Murderous Tyrant se enfrenta con el death/black más veloz y perverso, herederos de Deicide y Morbid Angel. 4,2 de 5.

Mustafa Gürcalioğlu, su guitarrista,  también está en Engulfed e Hyperdontia. Su bajista, Malik Çamlıca, también en Hyperdontia. Su segundo guitarrista, Can Yakay Darbaz, también en Engulfed.

3. From Nothing (2025) de Benthos: segundo disco de esta extraordinaria banda de Milán, Italia. Es una banda de metal progresivo contemporáneo, con djent, mathcore y post-hardcore, así que me recuerda a Leprous, Haken y BTBAM, pero también a Twelve Foot Ninja, Cynic y a Dillinger Escape Plan. Tiene canciones épicas, hermosas y expansivas, con loquísimos arreglos electrónicos, con ritmos violentamente enrevesados y guitarras que lo prueban todo, desde lo ambiental hasta los arpegios imposibles, pasando por el metalcore, así que a veces también suenan a Thank You Scientist. La voz, de gran calidad, sí es un poco derivativa. Hay jazz, ambient y post-rock en medio de todo. 4,8 de 5.

Gabriele Landillo (voz), Gabriele Papagni (guitarra), Enrico Tripodi (guitarra), Alessandro Tagliani (batería), Alberto Fiorani (bajo). Muchos temas rozan con lo experimental y lo avant-garde, probando ritmos, tonos y cambios extraños, ni siquiera inscritos en el metal. 

4. Otherworldly Agency (2025, EP) de Goetia: death metal furiosísimo y muy veloz, con geniales riffs de death doom vintage y sonido cavernario pero melódico, buenos solos y un shriek ardiente muy bueno. 4,5 de 5. Antes le puse lo mismo. Son de Washington, D.C. y la voz es como un Mille Petrozza bañado en sangre de vikingos.

5. Under the eternal shadow (2025) de Final Dose: black metal / punk malvado, furioso y old-school pero con un sonido y producción que permite escuchar el d-beat, el hardcore punk y las suciedades de forma identificables. Con dark ambient en algunos interludios. Aunque el disco lo grabó sólo Bruno Fusco, también hay músicos de Brasil, Finlandia y Reino Unido. 4,2 de 5. 

6. Outside of the box (2016) de Hacktivist: Banda de rap metal / nü-metal / djent / metalcore de Milton Keynes, Buckinghamshire, Inglaterra. Suena a veces como Eminem / Dr. Dre con guitarras pesadas y beats industriales. Divertida, sin duda, 3,6 de 5. 

7. Between You, God, the Devil and the Dead (2025) de Avatarium, probablemente mi disco favorito de este año.

8. Adapting // Crawling (2025) de Iron Lung. Powerviolence (hardcore punk con noise rock) de Seattle, Washington. Es un dúo. Muy bueno, especialmente los temas largos. 3,8 de 5.

9. Dødssang (2025) de Nortt: funeral doom con dark ambient, música gótica y algo de noise rock de Dinamarca. Una obra artesanal, sin drone ni ediciones digitales, elaborado con paciencia y elucubración gótica. Buen disco, 3,8 de 5.

10. Superheaven (2025) de Superheaven: dicen los viejos en Venezuela, hi hüele ni yede. Es decir, este disco se pasea por Post-Grunge, Alternative Rock, Shoegaze, Grunge, Emo y Post-Hardcore. Tocan bien, buenos momentos y demasiadas generalidades, muchas obviedades y a pesar de la buena producción, nada relevante, aunque se considera su calidad intepretativa. 2,5 de 5.

11. Cinder (2025) de Lux Terminus: el single con Ross Jennings y Jorgen Munkeby asomaban una maravillosa entrega de metal progresivo sinfónico: con grandes teclados y pianos dramáticos, arreglos asincopados a lo Haken, mucho space rock e influencias del rock progresivo de lo 80. El recorrido implica desarrollar ese delicado balance de usar riffs expansivos y muy pesados de djent con atmósferas orquestales y electrónicas, más un baterista que sea igualmente preciso como potente, en que las influencias del jazz, el metal y la música académica se une. Son Cleveland, Ohio, con Vikram Shankar (Redemption) como líder musical y tecladista. Brian Craft se encarga de los bajos (no hay guitarras) y Matthew Kerschner en la batería.

En los primeros temas hay unas voces femeninas de Lynsey Ward, del trío Espera, que también están en el Rise Radiant de Caligula´s Horse y son conocidas como las coristas de Sleep Token en vivo. 4,7 de 5.

12. Singles de Grinn, la nueva banda progresiva de Liverpool, conformada por Cameron Warren (vocales, guitarra), Federico Spera (guitarra), Tim Dale (batería). Los temas son igualmente dramáticos, metalcoreros y pulidos, hundidos en el rock y el metal alternativo, hasta que se transforman completamente, entonces hay djent, electrónica, tiempos rarísimos y experimentos avant-garde.

12. Fragile Winds (2025) de Cave Sermon. Después del extraordinario Divine Laughter, una vaina rara de post-metal con mucha influencia del black sinfónico y el death metal old-school, la banda cambia completamente para con el mismo marco referencial del post-metal progresivo, atmosférico y fangoso, eliminar el death cavernario y los arreglos sinfónicos para llenar el espacio de trémolos pickings agudísimos, más propios del black atmosférico y el blackgaze, e incluso explorar momentos de emorock, post-rock y noise rock, con muchísimas guitarras melódicas, arpegiadas y enrevesadas, con algunas influencias orientalistas, románticas y hasta country.

Al mismo tiempo, ahora es mucho más progresivo con complejos arreglos rítmicos del sludge. Otro discazo sorprendente que combina mundos disímiles, como growls profundos, guitarras que podrían ser de bandas como Squid. Ahora lo hace todo el australiano Charlie Park. 4,8 de 5. Genial.

26 abril 2025

Lo nuevo de Ghost (AOR / hard rock), Karg (blackgaze), bagatelles de Jhon Zorn en Midi y black/doom gótico internacional

 0. Gané doble medalla de bronce en kata y kumite individual, con posibilidad de más, con menos nervios y más preparación, me sentí realmente genial, fue lo máximo. Lo mejor fue estrenarme en el circuito de combate libre, fue precavido y conservador y aún así, el novato logró meterse en el podio y hacerlo con mucha elegancia. 

1. Skeletá (2025) de Ghost. En su propio género, esta banda sueca de hard rock gótico la vuelve a hacer en grande, con guitarras increíbles, influencias arena rock y el metal sinfónico para hacer power ballads increíbles, una delicada forma de AOR sinfónico. En RYM hablan también de glam metal, pop rock y heavy metal. Sí, se hecha en falta los momentos occult y claro, el rock progresivo, pero creo que es un disco realmente bueno, que será mejor apreciado con el tiempo. 4 de 5. 

Ahora Tobías Forge, en la forma de Papa V Perpetua, se encargó de guitarra, bajo y voces, mientras las guitarras contaron también con Fredrik Åkesson (Opeth) y los teclados de Salem Al Fakir. Los últimos temas son geniales, con muchísimas guitarras, solos alucinantes y arreglos que juguetean entre géneros para crear la fórmula Ghost, accesible musicalmente aunque sin dejar de ser rock puro y duro, letras sacrílegas y una imaginería y puesta en escena única, además de arreglos rítmicos excelentes.


2. Marodeur (2025) de Karg. Blackgaze austríaco, que me gusta mucho, con mucho de black atmosférico, con un shriek desesperado y depresivo (V. Wahntraum, también en Harakiri For The Sky), y canciones que se construyendo poco a poco, basadas en capas de guitarras haciendo polifonías, con trémolos gélidos por un lado y otras haciendo algo similar a metal gótico, lo que se acompaña con una batería densa. Lo mejor es que se incorpora música gótica, doom y black atmosférico a una mezcla que es al mismo tiempo muy directa y punzante, no tan shoegaze ni brumosa en la producción. 4,2 de 5.

El tema Annapurna, uno de los singles, tiene un violín que acompaña las formas de la guitarra para darle una nueva capa de romance fúnebre. 

3. Bagatelles Vol. 4 de John Zorn, interpretadas ahora por Ikue Mori. Ya tuvimos versión orquestal, otra de jazz y rock progresivo e incluso otra de noise/brutal prog, ahora suena como electrónica minimalista y al mismo tiempo como música oceánica. Esta me la voy a ahorrar (según RYM es Midi Music). 2 de 5.

4. Life Illusion (2025) de Billowing Fog: Trío de metal gótico, aunque Metallum dice que black/doom, los tiempos son mid-tempo y superiores, basados en riffs de trémolo acompañados de cello y voz femenina de la ecuatoriana Carolina Padrón (quien conocí en el Steve Klatt Project, pero con una canción poco afortunada). Los otros dos músicos son de Polonia y Ucrania.

En su Bandcamp hablan de dark metal y black avant-garde y tiene más sentido. Porque es casi experimental, de parte del trío, que sin amarrarse a ningún género en particular, va creando canciones con la paciencia de un artesano, con riffs con alta ganancia, algo disonantes y con tiempos raros, que se combinan con una voz que a veces narra, la mayoría de las veces canta y una batería que no sigue el ritmo sino va intercambiando ritmos, tonos y formas, sin nada predestinado ni un fin muy rígido. 

Esto incluye, en el tema Life Illusion, el uso de shrieks. El tema final, casi blackgaze y más melódico, de más de 10 minutos, tuvo momentos incluso de hardcore y post-metal. Magnífico, 4,4 de 5.