Mostrando las entradas con la etiqueta thrash metal. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta thrash metal. Mostrar todas las entradas

29 noviembre 2024

Diario musical 28N: sigo en Sao Paulo, por el Latam Chequea. Lo nuevo de Distant (deathcore holandés) y Xenötech, thrash progresivo

Días de escuchar menos música por estar de viaje de trabajo.

1. Tsukuyomi: The Origin de Distant: deathcore de Rotterdam, Países Bajos, que me agradan mucho más que las bandas promedios, aunque tiene los elementos típicos del género, las voces tienen menos pig squeals y efectos de pitch, siendo menos exageradas sino más cultivadas y cercanas al death americano y al grindcore, mientras que los breakdowns, efectos ambientales y doble bombos suenan menos artificiales o procesados, siendo más crudos y potentes. 

Algo curioso es que según Discogs, la banda es también Downtempo, que en este caso no podríamos identificarlo con canciones lentas o mid-tempo ni siquiera, porque siempre son veloces y con un doble bombo permanente, sino en las pistas electrónicas que se escuchan de fondo en varios temas.

Un 3,8 de 5. La mitad de los temas finales, son del primer disco pero ahora con invitados famosos de bandas como Enterprise Earth y Signs Of The Swarm. En Spotify.

2. Xenötech and the Cosmic Anarchÿ de Anarchÿ, thrash metal progresivo de St. Louis, Missouri. Riffs en tiempos extraños,. a veces en doble armonía con arpegios y contratiempos, con una buena batería, de doble bombos y adornos interesantes aunque un muy mal sonido. La propuesta conceptual tiene algo del humor negro del grindcore y buenos solos de guitarra, creativos y pseudo-espaciales, aunque no parece haber un estilo sólido desarrollado sino que van explorando, divagando, agregando mucho aunque no sabes si quieren parecerse a Cynic o a Voivod, si quieren ser Vektor o Gigan, en esa indecisión hay buenos momentos aunque como tienen tantos temas y muy largos, en que van agregando y quitando elementos, con más o menos volumen, entonces se pierde las intenciones precisas.

Me gustan los frases de guturales agudos, entre Kreator y Voivod, así como que grabaran varias capas en momentos para darle un efecto coral, así como su matiz punk/metal de hacer gruñidos de speed metal y guturales gruesos. Detesto las voces pseudo-sopranos góticas que agregaron con muy poca gracia. Lo mejor está en las influencias del power metal neoclásico, que combinan con guitarras alocadísimas de speed/thrash, los arreglos progresivos de muchísima habilidad técnica y algunos teclados que le dan una atmósfera novedosa, incluyendo algunos extractos de electrónica, que va del ambiente al drum n bass / jungle. 

Les doy 3,7 de 5. En Spotify.

31 octubre 2024

Diario musical de Halloween 2024: lo nuevo de Ulver, nu-metalcore con voz femenina, black/thrash chileno y canadiense, black/mathcore gringo, metalcore progresivo, death/doom con post-punk

1. Toba de Mayhemic: súper blackened thrash/death chileno claramente influenciado por Kreator. Riffs poderosos, que llevan el protagonismo, speed/black y thrash unidos, con un shriek bien germánico y una interpretación increíble. Digamos que son los Gruesome del thrash. Otro ejemplo extraordinario de tomar las influencias y tropos del metal extremo originario para reinterpretarlo con las técnicas modernas de producción y grabación. Suenan primitivos en su interpretación, pero con un sonido increíble que permite encontrar los golpes, rugidos y contratiempos cavernarios en el oído. En Spotify. Les doy un 4,5 de 5. 

2.  The Periapt Of Absence de Mother Of Graves: death/doom melódico con influencias del post-punk, doom y gothic, que le da cierta frescura, especialmente en los momentos más calmos y contemplativos. Son de Indianapolis, Indiana, Estados Unidos pero por momenticos suenan a los suecos Tribulation y Vampire, así como a Katatonia, aunque nunca bajan el tono de ser extremos, incluso cuando son melódicos y casi accesibles, en medio de guturales que se acercan a lo que luego fue el death melódico. Larga vida a los orígenes. Me gusta, 4,2 de 5. En Spotify

3. From The New World de Allt: disco debut después de un par de EP de esta banda de metalcore, progresivo e industrial, de Suecia. Usando riffs pesados, orquestaciones y una combinación de voces gritadas y limpias, se acercan a dimensiones conocidas de nü-metal, groove metal, metal alternativo y metal electrónico, con algo de djent y progresivo en los riffs, con arreglos osados junto a la batería. 

Breakdowns, tonos bajísimos de guitarras siete y ocho cuerdas, guturales core y algunos toques electrónicos acompañan la propuesta, bien ejecutada pero sin demasiada originalidad. Un 3,7 de 5. En Spotify.

4. Tassel Of Ares de Serpent Column: black/death opresivo, complejo y enrevesado, hijo bastardo de mathcore, death progresivo y black atmosférico, aunque con un sonido que permite identificar los instrumentos mejor que en Imperial Triumphant. Sus letras son sobre mitología griega.  Apenas cuatro temas, de 7, 11, 17 y 2 minutos componen esta nueva producción.

Los tremolo picking están saturados de arreglos de contratiempos imposibles de batería, solos de guitarra que entran y sale, y muchísimo doble bombo. Otros riffs son circulares, cuasi metaleros y alternativos, pero siempre acompañados de blast beats, bajo denso y capas de guitarras disonantes, ritmos en contratiempo y eterno retorno de notas, temas y arreglos, como en un círculo infinito de caos matemático.

Proyecto del estadounidense Jimmy Hanzey, también de Theophonos, y que inevitablemente relaciono con Hoplites, la banda china de black metal / mathcore, digamos, que escribe todo en griego. Las voces están a cargo del islandés Hafsteinn Viðar Lyngdal, miembro de Sol An Varma. Un sólido 4,4 de 5. En Spotify.
 
5. Dellamorte de Tenebro / Mortuary Ghoul: death metal/ brutal death, temático, pero horriblemente malo. La primera es regular, oscura y perversa, chirriante pero con sentido. Uno de ellos está invitado en un disco de VHS, así diría que 3 de 5, la segunda es horriblemente mala. 1,5 de 5. 

6. Halloween Special Vol. 2 de Fracture: EP del proyecto black / thrash del canadiense Michael Scott Binsted. Un cover de Darkest Hour. Bien bueno, gótico, oscuro y speed: 4 de 5. Tiene un discazo de este año llamado Chaos Alchemy.

7. Masquerade Parade de Sicksense: nu-metal / metalcore de Canadá, liderados por una mujer, que tienen en sus bolsillos influencias del funk metal, rapcore, nü-metal y metalcore, en que van desde riffs hiperpesados de tonas bajísimas a momentos de pop-metal / post-hardcore, cambios de ritmos y géneros, que suenan muy atractivos y contemporáneos. Pendientes de ellos.

8. The Red Light de Ulver: synthpop. Siempre me ha gustado Ulver, no sólo por la admiración que tengo por sui cantante//compositor Kristoffer "Garm" Rygg y su trabajo en Borknagar y Arcturus, por su trío de discos de black metal que exploran distintos ángulos del género o por su capacidad de evolucionar e innovar, sin dejar de estar de invitado en las más disímiles bandas. Por allí lo puedo relacionar con Mike Patton. 

Sin embargo, lo de Ulver no es una banda que cambió, se vendió o se suavizó. No es una banda de metal que se cortó el cabello. Son músicos que siempre hicieron música electrónica, experimental y de vanguardia, un día con guitarras gélidas y distorsionadas, otro con industrial y noise, y siempre pensando en que los géneros son apenas etiquetas efímeras que funcionan un día y otro no. 

No son un caso como el de Paradise Lost o Samael, sino que Ulver está probando distintas formas -sí, ya lejos del metal y dentro de la música electrónica desde 1998- pero siempre intentando nuevas cosas. Este disco, que se ha adelantado con tres EPs y muchos singles, es menos bailable / dark / psicodélico como Flowers Of Evil, en la que vuelven a usar guitarras rockeras, cortesía de Stian Westerhus de Jaga Jazzist, pero tampoco es la rareza de Scary Muzak.

Nocturne #2 es de lo mejor del disco, lleno de percusiones en capas y distintos tratamientos. Hollywood Babylon que es como una nueva forma de Machine Guns And Peacock Feathers. A City In The Skies es otro de esos temas grandiosos, que juegan con lo orquestal y cinemático, para presentar una rara forma de IDM, en que lo gótico, lo electrónico y los samplers son presentados con la estructura de una canción rock, lo que le da un matiz fantasioso de una banda que toca en un bar galáctico en una película de ciencia ficción, increíbles pero inverosímiles: es apenas una escena.

Es una de las bandas que más me gustaría ver alguna vez en vivo, aunque no soy fan ni del synthwave ni del synthpop, me encanta lo atmosférico, experimental y consistente de su experimentación sónica. 

30 octubre 2024

Diario musical del 30 de octubre: death/doom francés, country rock, screamo, thrash / power progresivo alemán, Nemesis Divina de Satyricon, lo nuevo de Fit For An Autopsy (deathcore) e hyper pop black maloso

1. Dimension 5 de Ancient Curse: excelente thrash / power progresivo alemán, con buena voz y riffs pesados, más enfocado en lo progresivo y el thrash que en el power, aunque combina voces de los géneros, tiene estructuras complejas y bien trabajadas, con temas profundos y narrativos. El dúo final, de 17 minutos en conjunto, explora distintos ambientes, que se acercan al jazz rock fusión, de forma magistral y bien tratados, cambiando hacia el metal y la power ballad, los coros épicos y la épica. Muy buenos, 4,2 de 5. 

Tienen dos discos en 1997 y uno en 2020, este regreso glorioso. En Spotify.

2. Nemesis Divina de Satyricon: obra maestra del black metal noruego de tercera generación. Los veré el viernes 8 de noviembre en el Colombia Metal Fest. 5 de 5 indiscutible. El guitarrista secundario, junto a Satyr, es Nocturno Oculto de Darkthrone. La voz femenina, Andrea Meyer (murió en 2021) quien fue la primera esposa de Samoth, también participa en el The Principle Of Evil Made Flesh de Cradle Of Filth. 

3. Dark Candyland de Aeternus, una de estos "artistas de Youtube" que mezclan imágenes de therians en anime, chiptune y black metal, con trap y hyper pop, que a veces puede ser bueno. En este caso, no hay demasiada calidad en la interpretación, sonido u originalidad. 2 de 5.

4. Chameleon de Trauma Ray: portada y logo confusos, que me hacían creer que era una banda y disco de deathcore o brutal death, que resultó ser una muy buena producción de shoegaze / emo post-rock / noise rock de Fort Worth, Texas. Sus influencias declaradas incluyen Slowdive, Sonic Youth y Sleep.

En este caso, la usan con voces limpias grungy / emo, en momentos fantasmales, sobre capas de guitarras: melódicas en el fondo y muy sucias en el frente, que recuerdan a Silverchair pero más duras, dando un tono claroscuro hipnótico, bello y oscuro al mismo tiempo. También hay momentos lentos, suaves, con guitarras arpegiadas, en la que expanden los sonidos post-rock, sin distorsión. Al final del disco, el tema ISO es incluso sinfónico, con guitarras más crudas, casi metaleras y voces en coro, mientras el y el U.S.D.D.O.S, de más de 7 minutos, es más calmado, atmosférico y contemplativo.

Les doy un 4,3 de 5. En Spotify

5. Ephemera EP de Ben Quad: mathcore / screamo / skramz de Oklahoma que resume furia, riffs elegantes y creativos, angustia, dolor y capas de guitarras en claroscuro de distorsiones, que no sólo muestra la versatilidad y habilidad técnica para arpegiar y producir wall of sound sino crear atmósferas emo / post-hardcore, en la que los casi perennes gritos entran a voces limpias shoegaze. Tienen un primer disco en 2022. Le pongo un 4,2 de 5. En Spotify.

6. East My Love de Current Joys: proyecto de country rock de Nicholas Foster Rattigan, con distorsión noise rock de guitarras y orquestación  folk. Según Sputnikmusic son indie rock, indie pop y lo-fi, llegando a su séptimo disco, pero yo escucho violín, teclados y voz de música popular gringa, aunque son de Reno, Nevada y también se hacen llamar Tele/Visions. En el tema Never Seen A Rose, hay mayor protagonismo de la orquestación, con voces susurradas e incluso algo de post-rock mientras en Lullaby For The Lost parece un medley de influencias de distintas etapas de The Beatles. Es lo más que me he acercado al country, que no me gusta casi nada, pero los temas más alejados de lo tradicional, que son un poco más noise, rock alternativo y punk, me gustan bastante, les pongo un 3,8 de 5. Acá están en Spotify.

7. Singles de Lucifer (siempre enamorado), The Halo Effect (bastante Dark Tranquillity), Wishy (buen tema ese Planet Popstar), Mogwai (siempre maravillosos), Moby, Crisálida (brillante y poderoso progresivo chileno), Unreqvited (un tema con voces limpias y más melódicas, muy bueno) y 444 de Crippled Black Phoenix (post-rock progresivo glorioso).

8. Le déclin de Ataraxie: Funeral Doom/Death Metal de Normandía, Francia con tres guitarristas. Voz profunda y maligna, de parte del bajista/cantante, muy buena batería y sin teclados, por lo que las guitarras tienen toda el trabajo de llenar el cuarto de oscuridad, sonidos evocadores y hasta de usar otras distorsiones/tonos/efectos de forma complementaria.

Cuatro temas, entre 16 y 22 minutos. El primero, el más corto, es de lenta cocción, ensimismado en el doom extremo, lento y denso, pero se destaca por el trabajo distinto de cada guitarrista, así como una producción que revitaliza las raíces del género con modernidad. Principalmente, logran combinar los géneros sin que lo lúgubre gobierno eternamente, sino que pueda ser desplazado por tiempos mucho más rápidos sin dejar de lado la herencia de bandas como Cathedral.

Desde el segundo tema, escuchamos influencias del doom extremo y el death metal old school, donde hay ritmos furiosos mucho más rápidos e incluso algo de tremolo picking. Los momentos de transición y lentitud tienden a posicionar a la batería como el gran mago alrededor del cual se desarrolla el tema, usando conocidos arreglos de forma original. Así que en lugar de acercarse a géneros como el stoner, el post-rock o el sludge, los franceses apelan por recuperar influencias de quienes inventaron el metal extremo, con voces guturales y ritmos de batería que podrían estar en cualquier disco extremo de finales de los 80, explotando distintas formas de combinar percusión con riffs y capas de sonido.

Logran una meta muy difícil, entretener durante 75 minutos sin teclados, sintetizadores ni usando trucos de otros géneros, pero tampoco llenarlo de drone, espacios experimentales y soliloquios de efectos electrónicos, sin ritualismo ni adornos: son tres guitarras que tejen, elucubran y derivan, mientras la voz es siempre poderosa con guturales, desesperada con gritos y seductora cuando narra. En el tema final, los últimos minutos son de blast beats y gritos desesperados, en que la épica doom es apenas una base para el extremismo musical. Se montan en un 4,3 de 5. En Spotify.

9. Cruel World EP de TX2: empecé por el final con este EP, que termina con un tema de menos de 2 minutos con From First To Last con una cátedra de emo y post-hardcore que combinó con cabaret. El primer tema, con Ice Nine Kills es básicamente reproducir su estilo. Este cantante, híbrido de Joker, Marilyn Manson, cantante de Avatar, rapero alternativo, cantante de pop punk / post-hardcore y alt pop, presente este EP después de su disco de 2019. Por ahora me parece para un target más juvenil. Diría 3,3 de 5 por los temas con invitados, sino sería mucho menos. En Spotify. El tema Violent Nature, sin invitados, también está bueno, con ese hip hop / rock alternativo.

10. Spiritual Barbarism de Weeping: Un disco de brutal death / grind / hardcore / power violence (y todo lo que pueda ser más punk que metal) de 10 temas en 14 minutos. Abrasivo, veloz y demasiado fry. La voz aguda es terriblemente mala. Irónico, no le tuve paciencia a los temas de 90 segundos como sí al doom. Diría que 3 de 5.

11. The Nothing That Is de Fit For An Autopsy: la banda de Nueva Jersey de Will Putney, hiper fecundo productor e ingeniero de sonido llega a su séptimo disco, que inicia potente, con instrumentos a máxima ganancia, combinando épicas voces limpias de post-hardcore con gritos deathcoreros, mientras las guitarras explotan desde el principio con riffs pesados, groovies y oscuros, pasando del industrial al death melódico escandinavo e incluso transitando breakdowns envenenados con metal extremo, con algunos extractos de ambient a la Gojira que le dan riqueza.

La vozs son definitivamente más death que core, con enfoques diversos, profundos y percusivos, aunque hay mucha versatilidad, apelando a shrieks de deathcore también hay growls procesados, aunque la mayoría son variaciones de un grito que es casi growl pero entendible, con varias voces limpias, semi-limpias y gritadas. Sin quitarle méritos a la banda, su propuesta implacable y lo combativo de su currículo, el género no es mi "cup of tea". Entonces, apenas puedo otorgar un 3,7 de 5. En Spotify

Me gustaron Savior Of None (por su pedazo tan At The Gates), Lower Purpose y Lust For The Severed Head por sus riffs progresivos y math, así como sus momentos cuasi-doom y proto-death, mientras seguían dándole un tumbao de groove medio Pantera/Sepultura, con lo que le añadieron otra dimensión, algo vintage, mientras el cantante siguió con su tormenta de fuego y azufre imparable.

07 marzo 2024

Un lingüista chino que escribe en griego antiguo es la mente maestra de Hoplites, un fino y extraordinario black/death jazz progresivo con cuatro discos en un año

Las bandas de un solo hombre están viviendo un gran momento, no sólo por su abundancia productivo sino por explorar y combinar géneros que van desde el black metal crudo hasta el post-black / shoegaze, con algo de ambient, noise y metal sinfónico. Y dentro de ese cosmos de solitarios multi-intrumentistas está Hoplites (una transliteración del griego Ὁπλίτης, verdadero nombre de la banda y que podría traaducirse al español como Soldado)
Hoplita griego

Con tres álbumes en 2023, publicados el 1° de enero, el 19 de abril y el 1° de octubre, el lingüista chino Liu Zhenyang (experto en lenguajes chino-tibetanos) exploró el black metal en combinación con el shoegaze, el death técnico y hasta el metalcore, hasta llegar al primer álbum de 2024, Παραμαινομένη (Perpetuado o Todavía estoy allí, en español) en que el se sumerge magistralmente en el black/death progresivo, incluyendo el saxofón y los pianos, los arreglos de jazz y hasta algo de electrónica, que lo acerca más a artistas como Imperial Triumphant, Aetheria Conscientia o Nullentropy.

Con sólo seis temas en 52 minutos, lo que da un promedio que supera los 8 minutos y medio por tema, la producción más reciente muestra una muy cuidada producción que permite jugar con distorsiones sucias y baterías progresivas, shrieks perversos y riffs de black metal/punk, a los que se le pueden agregar arreglos cuidadosos de instrumentación alternativa que encajan magistralmente, por supuesto, incluyendo folclóricos chinos.


A diferencia de otras bandas con obsesiones por la mitología nórdica o griega, la historia antigua y la iconografía, en Hoplites está con un dialecto del griego antiguo. Solo con el lenguaje, la gramática, la fonética, las figuras literarias. En una entrevista con Invisible Oranges Zhenyang dijo que no le interesaba la cultura o filosofía de los griegos, sino su forma de escribir y hablar. 

Y eso le dio una ventaja viviendo en China: para tocar en vivo te piden que envíes al Partido Comunista las letras de las canciones, incluso traducidas. Liu tenía miedo de lo que podían pensar, porque hace crítica social y política, pero en griego antiguo. No leyeron nada al parecer, porque le dieron el permiso. Así mismo, declaró que fundó Hoplites como un "laboratorio de riffs", alternativo a su banda Vitriolic Sage, en el cual también drenar su obsesión por los idiomas, pues él mismo habla de forma nativa mandarín y dialecto wu. Ahora vive en Francia, donde se mudó en 2022 para continuar sus estudios de maestría.

Musicalmente hay una paleta inmensa en el disco. Incluyendo el avantgarde y lo experimental, Liu explora el mathcore como complejidad compositiva, agrega interludios melódicos, apela al post-metal y al shoegaze para hacer atmósferas mientras recurre muchísimo al death jazz sofocante a lo Imperial Triumphant o Deathspell Omega, algo de hardcore punk, de doom-jazz y mucho del progresivo/electrónico de Porcupine Tree y en el fondo siempre una actitud, sonoridad o base de black metal, principal vía de comunicación del artista.

Y eso proviene de una abundancia de influencias tan gigantesca como laberíntica. En una larga entrevista con Machine Music reveló cuanta música escucha, con una extensión tan amplia como la que expresa en sus discos. Desde Trivium, revocation y Vektor pasando por las obvias de Mayhem y Emperor. Por supuestro, Vitriol (que tienen un poderoso nuevo álbum publicado el 12 de enero del 2024), pasando por Health, ZAO y varios artistas japoneses y españoles de black, death, synth-punk y hasta metalcore progresivo como The Human Abstract.

Si quieres escucharlo, gratis en Bandcamp, acá: https://hoplites.bandcamp.com/album/--8

01 mayo 2023

Música Rara: Cosmic Jaguar, banda ucraniana que mezcla el thrash progresivo de Sadist y Atheist con la cultura y folclore mesoamericanos

El metal es realmente universal, global y transversal. Puede ser pagano o vikingo, usando noruego antiguo, instrumentos folclóricos del Medio Oriente, de Europa del Este o japoneses, pero también tiene jazz, pistas electrónicas similares al trap o volver a raíces como el crust, el hardcore o el speed metal, tener combinaciones de power metal con black de thrash con progresivo o de synth-pop con death metal.

Y tenemos a Cosmic Jaguar, de Ucrania, con un thrash progresivo que parece la combinación de Acrania con su death metal jazz latino desde México y el thrash progresivo experimental de Voivod desde Canadá pero con una temática totalmente enfocada en la mitología azteca. Allí podemos agregar Atheist, Cynic, Sadist y Death pero también Santana. El resultado es en algo como un Obscura con obsesión por la cultura mesoamericana. El power trío etiqueta su estilo como avantgarde technical thrash, con el que estoy totalmente absorto. 

Conformado por Денис Фурсов (Denys Fursov / Denis Tornillo) en la batería, percusión e increíblemente en instrumentos folclóricos como conchas de mar; Євген Васил'єв (Evgen Vasilyev - Juan Maestro) en las guitarras y Сергій Бондар (Sergiy Bondar / Sergio Lunático) en el bajo y voces, todos de la banda de thrash técnico (power/heavy/progresivo) Bestial Invasion pero sin su cantante, debutan con el disco The Legacy of the Aztecs (El Legado de los aztecas) con un disco conceptual basado en la mitología azteca con letras y producción de Sergio Lunático.

¿Estaremos hablando de apropiación cultural, de universalidad o de homenaje? Pues hay bandas latinas de metal que hacen metal con inspiración o música gótica, medieval, vikinga y neoclásica, pero puede ser un debate abierto sobre colonialismo o de globalización.

En mi opinión, un discazo, sin discusión, que mezcla guitarras rudas, un bajo intrincado, voces desgarradas y mucha atmósfera étnica / folk / metalera, que hace el trabajo contrario, de agregar estas técnicas y estilos metaleros venidos del llamado Norte Global con sonoridades, estética e historias indígenas de Mesoamérica, lo que me parece una maravilla.

Bestial Invasion ya había hecho algo similar. Obsesionados con el metal y la cultura de Italia, es una banda que mezcla el power/heavy metal épico con toques de progresivo a la Cynic y Death, algo de thrash americano con letras y conceptos del país europeo, como su disco The Divine Comedy: Inferno, inspirado en la obra literaria de Dante Alighieri.

Sobre Cosmic Jaguar, lo puedes escuchar en Bandcamp acá: https://cosmicjaguar.bandcamp.com/album/the-legacy-of-the-aztecs




10 enero 2020

Sin vocalista, agregando doom, wah-wah y oscuridad, Apocalyptica le hace un tributo al cello repasando sus sonoridades

Cinco años después de Shadowmaker, la agrupación finlandesa Apocalyptica, la banda de "cello metal" más famosa del mundo, presentan su primer disco sin vocalistas en 17 años bajo el título "Cell-0" con nueve canciones y una duración de 53 minutos.


Para mí el primer acierto fue volver a ser instrumentales, por más que me gustasen algunos invitados, creo que el protagonismo -incluyendo la capacidad que han demostrado de también emular líneas vocales con las cuerdas del cello- deben ser la inusual instrumentación. Y el segundo esa atmósfera fría, profunda y oscura, sin la obviedad de sonar como una versión orquestal de alguna banda de metal o una rara vanguardia académica, sino un repaso desde su historia hasta probar nuevas cosas, con el cello como medio pero también como fin.

El disco, sin invitados y con el baterista Mikko Siren encargado además de usar por primera vez teclados y agregar un contrabajo, el cual no usaban desde su disco homónimo de 2005, recupera ese espíritu misterioso que alcanzaron cuando dejaron de emular las estructuras y sonidos de las guitarras eléctricas para cautivar al público con los sonidos propios de los cellos, agregar texturas electrónicas, distorsiones y solos de sus instrumentos.

El disco arranca con misterio, atmósferas y muchos sonidos académicos en una estructura que casi llega al post-metal o experimental con Ashes of the Modern World. Y continúa con una canción dinámica en Cell-0, aunque tiene parte que de nuevo asemejan a esas canciones "basadas en Metallica" con emulación de guitarras rockeras, también hay imponentes momentos de cellos acústicos que van desde los momentos sinfónicos hasta puentes con sonidos graves que se apoderan de la atmósfera al emular poderosos vientos wagnerianos o manipulaciones sónicas que se acercan a lo industrial y el lo-fi.

Se escucha refrescante e inspirador, pero apenas estamos comenzando. Hay que decir que para lograr el trío identificó el papel de cada uno durante todo el disco. Paavo se encargaría del "bajo" mientras Perttu y Eicca de la "guitarra líder y rítmica". Este último además también con teclados. Y se acercaron a géneros como el doom o el rock psicodélico, agregaron marchas militares, sonidos atmosféricos y wah-wah. Muchas veces pensé, otra vez, después de tantos años, veinte desde su début: eso no puede ser un violonchelo.

Añadir contrabajo y sonidos sintetizados ha sido acertadísimo. Al poder de la acústica de los magníficos cellos ahora se le añaden otras capas. Un sincretismo que percibo mejor que añadir una poderosa batería o mucha distorsión a los cellos.

En el tema "Rise" hay drama, belleza y delicadeza. Los finlandeses se liberan entonces de varios paradigmas, en este caso, que habían creado sobre sí mismos.

A la mitad del disco llega su tema promocional "En route to mayhem", el cual hace honor a su nombre progresando desde su enfoque original de tributo metalero a la descarga rockera simulando ser guitarras más estridente, propio de su disco "Cult" para un final que combina el fondo electrónico con sonidos alterados del cello.

El tributo es ahora al instrumento de su pasión, bien sea el eléctrico o el acústico. En cada canción, durante todo el disco, el trío muestra con sus interpretaciones más clásicas, sus devaneos por la experimentación que podría recordar ligeramente a Ellend, sus partes orquestales de metal sinfónico y sus distorsiones a toda velocidad con solos y ráfagas de batería, lo que les ha permitido interpretar Slayer, Pantera Sepultura, que su enfoque es justamente sacar lo máximo de las cuerdas, reinterpretar sus sonidos y alimentarlas.

Mi tema favorito es "Fire & Ice" con una batería poderosa y bien presente por momentos, un crudo sonido acústico de los cellos, con pizzicatos y vibratos de los primeros discos pero para tocar al estilo de sus composiciones propias más maduras, como un imposible viaje en el tiempo, que luego rematan con sus electrizantes ráfagas de solos y distorsión thrashosa.

Por cierto, aquí los dejo con una entrevista que le hicieron hace algunos años para comprender sus técnicas de interpretación en Cello.org, en la que comentan los cambios en mano izquierda y derecha para tocar tan rápido y fuerte durante una hora y media, los arcos y resinas de contrabajo que usan y otros temas desde la curiosidad de los músicos clásicos.

Su tema final "Beyond the stars" incluye una narración un minuto antes de terminar después de una épica con pianos cósmicos, baterías modificadas, combinando de nuevo la vanguardia sónica con las técnicas más inusuales para distorsionar el sonido original de un cello, lo que lo hace un final perfecto.

Aquí lo escuchas en Deezer https://www.deezer.com/es/album/125662642


05 junio 2019

Stormlord reaparece con el nuevo black / power metal en “Far”

Si Full Of Hell ha sabido conciliar el death metal tradicional con el hardcore de nueva era añadiendo además electrónicas y Paladin me asombró con su power / black que bebe del melodeath y el shred, el nuevo disco de los italianos Stormlord le da otro giro. Han decidido narrar su épica de densos arreglos orquestales del power metal con voces extremas.
stormlord far.jpg
Con títulos de canciones evocadores de la Roma antigua como Invictus, Romulus o Mediterránea, “Far” combina los teclados grandilocuentes y wagnerianos, así como los coros sinfónicos, propios del power sinfónico, con los agudos alaridos extremos y los monstruosos guturales, así como doble bombos furiosos y blastbeats del metal extremo.

Las guitarras no son plenas protagonistas, cediendo muchísimo espacio a los teclados. Sin embargo, tienen algunos buenos solos, tremolos picking –con coros o teclados acompañándolos- así como algunos momentos en que la mezcla las destaca, pero trabajan mucho más como sección rítmica. Los riffs son usados de forma repetitiva, como soporte, salvo contadas excepciones.

En el tema “Crimson” se aclara mucho más su propuesta: un tema rápido con gritos infernales por doquier, con un fondo de guitarra-bajo-batería de power metal acelerado y teclados bombásticos que gobiernan como tiranos. Las guitarras vuelven a explorar, como en “Far” los tempos del deathcore, siendo secundarios.

Estas parecen ser las semillas de un posible nuevo género, un reino con pocos habitantes. Veo claro a precursores en Bal-Sagoth, Graveworm y Ex Deo entre ellos.

Vale referirse especialmente al baterista David Folchitto, quien ha tocado con gran cantidad de bandas y en vivo con Fleshgod Apocalypse, uno de los precursores de este posible nuevo género, mientras que Gianpaolo Caprino se encarga de guitarra, teclados, efectos y voz limpia. El sexteto se completa con el extraordinario cantante Cristiano Borchi, el bajista Francesco Bucci, Andrea Angelini en la segunda guitarra y el tecladista Riccardo Studer.

En “Cimmeria” para darle un tono un poco más épico hay un par de solos de guitarras, así como riffs melódicos que sustituyen solo parcialmente la omnipresente orquestación. Algunos arpegios, con una melodía básica que se repite, hacen de marco para las voces extremas, que ocupan muchísimo espacio en cada canción.

Vale decir que la banda espero seis años para producir este disco, que tiene una gran producción y sonido, especialmente en los coros e instrumentos de viento sintetizados que recuerdan a los primeros discos de Rhapsody. Pero al contrario de Paladin no es oscurecer el power metal sino llevar aún más lejos los arreglos orquestales y sinfónicos al black metal.

“Romulus” rompe la dinámica: empieza con una melodía de guitarra, que luego es seguida por teclados que luego casi desaparecen, así que el tema evoluciona hacia riffs de tremolo picking y llegan los arreglos corales, pero persisten las guitarras por medio de solos. Me hizo recordar a los temas más rockeros de Therion.

En “Vacuna” se aprecian tiempos veloces, con baterías a todo poder, en que el intercambio de voces agudas y graves, así como narraciones dramáticas, para dibujar el hilo conductor de las letras con un fondo sinfónico parece hacer homenaje –incluyendo solo de violín- a las corrientes más góticas-vampirescas del black, del que realmente lo que más toman son las voces. Quizás porque un par de sus miembros tocaron en Theatre of Vampires.

Y se despide con “Levante”, una especie de versión extrema de las baladas power metal de derrota y renacimiento. Mucho más lenta que las demás, incluye un interludio con coros gregorianos, cantos de pájaros y baterías marciales, funcionando de “finale” majestuoso.

Lo escuchas aquí https://scarletrecords.bandcamp.com/album/far

Lee también mi reseña sobre Wheeping Chorus de Full Of Hell y el debut de Paladin, que hacen también power / black metal.

03 junio 2019

Debut de Paladin: conciliando el power metal europeo con el thrash estadounidense magistralmente y sin invitados

Combinar las florituras y atmósfera épica del power metal con la descarga y potencia del thrash metal parece un reto pocas veces alcanzado tan perfectamente como la hecho Paladin en su disco debut. Después de dos demos llega “Ascension”. Según ellos mismos, para agregar sabor europeo al sonido de los Estados Unidos.
paladin ascension 2.jpg
Y lo hacen en grande. Es death melódico, melodías para destruir ejércitos con sus dragones, riffs thrashosos para prevenir la guerra nuclear y denunciar ecocidios, arreglos neoclásicos, voces líricas para llamar a la batalla y rasposos gritos para narrar historias de misteriosas leyendas nórdicas que se combinan, se entremezclan e intercambian, produciendo extraordinarias dinámicas.

Esto es logrado por las guitarras de Alex Parra (con experiencia tocando power metal con Cauldron Born y thrash con Sadistic Ritual) y Taylor Washington (quien también canta), quien tiene experiencia tocando en vivo con Necromancing The Stone, quienes combinan melodeath, thrash y power; Theocracy, que hacen power metal progresivo, y Arsis, banda de melodeath técnico.

Además, juntos tocaron en la banda de thrash Sybaritic y en la de heavy metal The Fury hasta 2015, justo antes de formar Paladin. Todo ese bagaje les ha permitido esta combinación de forma natural.

Los acompaña Nathan McKinney en la batería y Andy McGraw en el bajo, quien también canta, quienes hacen un trabajo brillante en los arreglos así como en los cambios sucesivos y combinados de géneros. El primero con experiencia en heavy progresivo y el segundo en thrash.

De lo mejor del disco es que es difícil reconocer cuando un riffs es más death melódico que heavy progresivo, lo que le añade un atractivo irresistible, mientras es admirable la amplitud vocal interpretativa de Washington, que tiene en su tráquea el poder del cantante épico tradicional junto a una muy avezada capacidad para detonar bombas nucleares nórdicas.

En temas como “Divine Providence” se escucha power metal italiano con sucio thrash de San Francisco para después en “Carpe Diem” apelar a las melodías agresivas a lo Children Of Bodom con solos que cabalgan en shred, coros sinfónicos y arreglos de power épico. Así se van media docena de temas muy bien producidos, con mayor preponderancia de la música extrema.

El disco pasa a ser mucho más heavy metal tradicional a partir de entonces. Desde el séptimo tema, “Bury the light”, que arranca con un hechizante riff, potente batería y un solo extraordinario que se abre para un intercambio de voces y sonidos, para que el melodeath cuente con una voz lírica extraordinaria mientras los agrios gritos acompañen a los riffs más power metal.

En “Shoot for the sun” suenan mucho más cercanos al heavy metal callejero inglés mientras que en “Vagrant” se acercan a una versión progresiva pero donde de nuevo combinan con vocales extremas sin abandonar el género. Más metal tradicional en “Dawn of Rebirth” y el disco finaliza con la larga “Genesis” que superando los 6 minutos pasa del power metal a un poderoso thrash/death, acompañado de carrasposas líneas vocales, así como coros sinfónicos propios del black sinfónico.

Lo escuchas aquí https://paladinatl.bandcamp.com/album/ascension

24 mayo 2017

Hellcannon, un cañón infernal de thrash tan poderoso que Brett Hoffmann está de invitado en su disco 2017

Mezcla thrash con speed metal y agregarle voces guturales durante todo el disco es algo brutal. Inusual, malvado y oscuro, por lo tanto mucho más atractivo. Así es lo nuevo de esta banda de Buffalo, Nueva York, y su disco Return to the Wasteland.


Sus orígenes los ayudan, sus guitarristas, cantante y  bajista vienen de la escena del death metal, algunos con experiencia en el técnico, y uno de ellos estuvo en los primeros demos de Malevolent Creation. Sin embargo, no dudan en echar mano de algunos riffs que claramente recuerdan a escenas cercanas como el hardcore-punk y el crossover. Pero aquí no hay espacios para versiones estilizadas y sin embargo, entre sus invitados incluyen a un músico que se encarga del teclado Hammond, que le añade ciertamente un toque extraño y bizarro, sin llegar a la vanguardia.

Un baterista de nueva escuela les ayuda a que ese sonido ochentoso de las distorsiones de la guitarra no suene viejo, sino una especie de revival con añadidos perversos. Debe destacarse el sonido del bajo, al estilo Cannibal Corpse, que los hace sonar como un Iron Maiden thrasheros.

Con influencias claras del death metal de Florida y San Francisco, un cantante corrosivo le suma un aspecto crudo, como intentó Testament en Low, pero aquí no hay refinamientos ni ganas de agradar con toques metalcore. Esto es directo, rítmico y queriendo sonar primitivo, aunque los sonidos están especialmente elegidos para reconocer lo que se hacía antes pero con una grabación  más pulida.

Para mí, refrescan, añaden y agregan a la escena, que no tiene porqué ser progresiva ni virtuosa todo el tiempo. Y claro, de extra, el pana Brett Hoffmann de invitado en el tema cinco. Son 36 minutos sin tregua.


Escúchalo aquí


08 marzo 2017

Activismo thrashero español: Soziedad Alkohólika suena cañero y afilado en "Sistema antisocial"

Mi amigo Juan Vispo regresó de vivir varios años en Galicia con un montón de discos que nos cambiaron la vida. Vempire de Cradle of Filth, Nemesis Divina de Satyricon y The Gallery de Dark Tranquillity entre ellos, pero también el primer disco de Soziedad Alkohólico, unos vascos izquierdosos y hardcoreros que nos impresionaron con canciones perfectas para el pogo, con mucha energía que recordaba a Ratos de Porao, Slayer y los primeros Sepultura incluso. Y ahora, después de tantos años el quinteto -ahora con Alfredo Berengena en la batería- trae un disco tan cañero, como dirían en España, pero también con una producción, arreglos y sonido tan acabados y poderosos que lo coloco de inmediato entre mis favoritos del 2017. Un disco necesario, bien hecho y con distorsión.



Tener de invitado a Barney de Napalm Death da una idea de lo que puedes escuchar en este disco: nuevos himnos de inspiración izquierdosa y activista contra el fascismo y la represión policial, una crítica del otro lado de la acera sobre los abusos en la guerra contra el terrorismo internacional, sobre el tratamiento europeo hacia los refugiados, y por supuesto, en apoyo a la libertad de expresión como un derecho que debe superar censuras y posiciones "políticamente correctas" sobre qué se debe decir, que en España ha implicado que tuiteros hayan sido condenados en conjunto a 10 años de condenas por ser señalados de "apología al delito" por chistes, de mal o buen gusto, sobre un atentado de ETA contra Carrero Blanco, quien sucedió a Franco para el final de la cruenta y larga dictadura militar española de corte fascista, anticomunista y conservadora. El caso más conocido en la escena musical es el año de prisión que deberá cumplir el cantante de Def Con Dos.

Apartar política y música es imposible en esta banda que también ha denunciado el sexismo, el racismo así como la experimentación con animales. Y no apoyan ni a ETA ni sus actividades, aunque defienden el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación. En este disco se apartan de las críticas polémicas que tienen que ver con Medio Oriente. Sin embargo, el disco tiene letras poderosas e ideales para corear, que son liberadas con una voz que le da la energía justa para levantar las banderas de la lucha por un mundo mejor, y estás están acompañadas por guitarras afiladas, con sonidos cerrados y pulidos, un bajo que hace su trabajo justo y una baterista que con la experiencia en el death metal le añade una fuerza nueva y contundente.

Hay que destacar, de nuevo, el trabajo guitarrero en el disco, que destaca con arreglos, atmósferas que van llenando los puentes en las canciones. 47 minutos sin desperdicios ni sobras, nada extra ni adornos innecesarios, sino arreglos que ayudan a enviar un mensaje: se tardan varios años entre discos pero entregan calidad en cada detalle.



27 enero 2017

Terminal Redux de Vektor, una locura espacial de thrash metal progresivo a la velocidad de la luz

Vektor es mi nueva banda favorita. No puedo dejar de pensar en la pureza brutal de su imaginación, que rescata clásicos de distintos géneros para crear una cápsula espacial de metal futurista. Imagina unos tipos que crecieron escuchando Voivod -como se nota en su logo-, Coroner y Rush tratando de tocarlo a la velocidad y al estilo de Testament o Slayer, con las voces de Immortal y la batería de Sepultura, armados de una ametralladora de rayos cósmicos, y su fascinación por Star Wars, para componer un disco conceptual basado en la ciencia ficción con voces femeninas en los coros.



Con apenas tres discos, el primero apenas en 2009, desde Filadelfia emerge esta banda cuyo eje central es David DiSanto, actual único miembro de la banda, para construir un entramada de thrash progresivo emitido a velocidad de la luz, con arreglos percusivos alucinantes y complejos, solos -de batería y guitarra- que desafían las leyes físicas y unas voces agudas que parece como si nórdicos y americanos hicieran un jam-session para turnarse jugando a que son Gorguts. Sus temas aunque bastante largos -73 minutos en diez canciones- jamás son repetitivos ni se pierden en las variaciones aburridas de algunas bandas de sludge/doom, sino que son una obra completa en sí mismos.

Tantas referencias musicales solo tratan de explicar lo brutalmente hechizante de este disco, que trata de un cosmonauta que perdido en la inmensidad del espacio hace experimentos para convertirse en inmortal y gobernar para siempre, pero luego es capaz de hacer la transición de vuelta para morir sacrificado por los suyos. Esto, aunque no es demasiado original y es mucho mejor logrado por bandas como Coheed and Cambria y The Book of Knots, es esencial para la propuesta artística de Vektor.

El resultado es una especie de nieto del thrash metal que se funde con la precisión, el virtuosismo, la experimentación del metal progresivo junto a pinceladas de las vertientes más novedosas del black atmosférico y el post-black metal de Deafheaven o Krallice, esto últimos especialmente gracias a la colaboración en samplers de Alex Poole.

Así mismo se incluyen interludios acústicos, con voces de dos cantantes afroamericanas de soul de Filadelfia: Naeemah Z. Maddox y RoseMary Fiki, lo que también es un tributo a pioneros del space-rock, Hawkind. Quizás aquí puede haber divergencias para algunos puristas, pero creo que es el plus de la banda el hacer una transversalización de géneros por medio de invitados inusuales, algo que hizo en 2023 la banda progresiva Earthside, formada por compositores experimentados.

Tapping, shreds y riffs imposibles son la columna vertebral de lo que quizás fue uno de los mejores discos de metal de todo el 2016, que no sólo los colocará en el difícil reto de superarse o cambiar sin aburrir, sino como obligación repasar sus anteriores discos.

Puedes escucharlos acá, gratis, en Bandcamp: https://vektor.bandcamp.com/album/terminal-redux



23 enero 2017

Gods of Violence (Kreator): otro regreso glorioso del thrash después de malos experimentos

Después de los adelantos de los sencillos "Satan is real" y "Gods of violence", éste último que le da nombre a su nuevo disco cinco años después de Phantom Antichrist, el 20 de enero -una semana antes de la salida del disco- los alemanas malvados de Kreator publican "Totalitarian Terror" que cumple con las intenciones de la banda de no haber apresurado una nueva placa sin tener algo contundente para mostrar. En este caso en una brutal crítica de los crueles experimentos durante la Alemania Nazi.

Sin recurrir demasiado a revivals de sus primeros discos, los teutónicos sí apelan a la altísima velocidad así como elaborados arreglos de thrash europeo sacando de su sombrero los mejores trucos. Pero además los han envuelto con nuevos matices de sonido que no sólo le brinden un nuevo protagonismo a los riffs de guitarras sino que otorguen un papel particular a los arreglos vocales, con reverbs y coros que los acerquen a nuevas audiencias sin perder un ápice de quienes nos criamos con Extreme Aggresion y Coma of souls.

Una mezcla de himnos de batalla de épica con los sing-along que han traído los breakdowns del metalcore, pero sin acercarse a este género sino incorporando una reinterpretación de los primeros. Enganche pero con speed metal.

Es indiscutible que la presencia de Sirniö, quien viene de Barren Earth, haya sido el puente para hacer la transición pero sin repetir poco memorables momentos de cambio de década que Kreator trató de liderar para luego entender que era mejor adaptarse siendo fiel a sí mismos que tratar de convertir en lo que no eran. Algo de crisis de mediana edad que Petrozza ya superó.

Actualización: ahora que salió el disco completo, vale agregar dos cosas: estos singles son los temás más destacables de un disco que se completa con temas coherentes a esta nueva onda, con vocales que me recordaron incluso a Tom Araya y algunos retazos del Kreator "viejo" de los primeros discos. Una alegría thrashosa como lo es también Machine Messiah de Sepultura.

Además, ellos lo han dejado claro: Satán existe.