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25 julio 2025

Hard rock noruego, mall screamo de Florida, heavy/thrash argentino, jazz fusión avantgarde demencial, rock experimental bizarro, post-rock/metal con shrieks

1. Streets Of Fire (2025) de Motorjesus: Desde Noruega, un buen hard rock / heavy metal, rock muscular y clásico, con algo de comentario social. Divertido. 3,9 de 5.

2. A Cure to Poison the World (Deluxe- de febrero de 2025 reeditado en julio de 2025) de The Requiem. Un disco para volver a dejarse la pollina, ver MTV y sacar el delineador. Aunque es una versión radial y digerible, sigue juntando elementos vocales del screamo y la música más cercana al pop punk que estuvo el emo, con una dosis de post-hardcore que lo eleva. Suena muy noventero, pero con guiños al metalcore y claramente, a las letras, estética y formas del emo más depresivo, funerario y fashion.

Emo-pop, Mall Screamo y Post-hardcore. Me gustó muchísimo más ahora que la primera vez. Un 3,9 sólido con buenos gritos, guitarras bien producidas y puro sentimiento. Incluso sus baladas, sin ser desgarradoras, hacen un buen balance de performance y sentimiento, gracias a una gran capacidad vocal de su cantante. La versión Deluxe incluye singles fuera del disco de cuando se llamaban L'exquisite Douleur. 

3. Perros sin fe (2025) de Bajo Control Heavy Metal: heavy/thrash argentino, con guitarras groove, batería potente y una voz como la de Iorio, en la misma onda de Hermética y Malón y en menor medida de ANIMAL. 3,6 de 5 aunque el bajista lo hace increíblemente.


4. We Used To Cut The Grass #2 (2025) de We Used To Cut The Grass. Los músicos de Thank You Scientist en otro proyecto, pero sin nada de guitarras distorsiondas, esto es jazz fusión avantgarde, loquísimo, experimental y muy demente. 4,8 de 5.

5. Cadejos (EP, 2019) y Those Who Pass Between Fleeting Words (EP, 2023) de Mamaleek: remasterizados y publicados juntos en 2025. Ruidoso y demencial rock experimental, que dentro de su caótica locura puede incorporar música industrial, trip hop, black metal, música y narraciones de Medio Oriente, jazz y post-rock. Es un proyecto de un solo hombres, después que murió su hermano, de San Francisco, California.

6. The Fine Line Between Heaven and Here (2025) de Ba'al: hace una extraordinaria combinación de post-metal, post-rock y black atmosférico, apenas rozando el post-black, con canciones épicas con diferentes escenas gracias a una cuidadísima composición, y muchos arreglos de cuerdas. 

Son realmente distintos porque la voz es más tradicionalmente black mientras las guitarras se quedan en campo de experimentación y distorsiones no extremas, aunque en el tema final, Legasov, además de los guturales y los shrieks, hay riffs más brutales, incluso haciendo unas disonancias y usando armónicos, aunque aún más cerca del post-metal que del black, aunque las voces más vampíricas e incluso depresivas pueden ayudar a que sea difusa la diferencia.

Así puedes escuchar una calmada sección intimista, luego complejas formas instrumentales de post-metal, ligeramente progresivo, y luego shrieks ardientes (cortesía de Joe Stamps de Hecate Enthroned) sobre lo que podría estar en un disco de Godspeed You Black Emperor o Sprain, con riffs con distorsión alternativa, formas regresivas y sonidos invertidos, circulares, concéntricos y más propios de la exploración que de lo extremo, sin dejar de ser metaleros. 4,7 de 5. Son de Sheffield, Reino Unido.

12 julio 2025

Flamenco/death metal franco-español (Impureza), metal progresivo instrumental, pop hipnagógico / rock psicodélico, occult/hard rock británico, rock latino (Cuarteto de Nos), rock alternativo progresivo sueco (Soen)

1. Alcázares (2025) de Impureza: potencial disco del año para mí, esta banda francesa de flamenco / brutal death progresivo, que parece un choque entre Paco de Lucía, Nile y Atheist, con el sabor de jazz fusión / metal extremo de Acrania y el sabor del neo-flamenco de elbicho. Son dos franco-españoles (en guitarra y voz) y dos franceses.

Entonces de las guitarras acústicas y el cantao, hay un bajo circular e imposible, una batería altamente técnica, riffs asesinos y arreglos de brutal death, tan enrevesado como bestial, además un grunt/shriek hábil y monstruoso, por lo que crea una fusión distinta, al ser más pesados que lo usualmente pensarías para una fusión con música tradicional. Para mí, 5 de 5. Son franco-españoles, pero residenciados en Orléans, Centre-Val de Loire. 

2. Slowly, Then All at Once (Ep, 2025) de Thrailkill. Power trío de metal progresivo instrumental, con momentos de jazz fusión y djent, e incluso algo de electrónica. Es el trabajo de Wes Thrailkill y varios colaboradores excepcionales, incluyendo los músicos de The Resonance Project.

3. Curse (2025, EP) de Unknown Mortal Orchestra: Bizarra agrupación de Portland, Ohio, de rock psicodélico y hypnagogic pop (una mezcla de "recuerdos de un recuerdo" sobre la cultura de los 60 a los 90, su tecnología y sonidos, entre el rock radial, el new age y el primer synthpop, que suena totalmente vintage, con un sonido intencionalmente lo-fi, misterioso y ocultista, haciéndole honor a su nombre. Creo que es de culto no termina de conquistarme. Incluso creo que este sonido es demasiado crudo a propósito para ser realmente disfrutable. 2,7 de 5. 

4. V: Lamentations (2025) de Wytch Hazel. Hard rock de Preston, Lancashire, Reino Unido, con tintes ocultistas, doom y de heavy tradicional setentoso, incluso con arreglos de folk rock y algunos sintetizadores aunque conceptualmente cristianos. Supongo que es similar al "white metal". Bien vintage, me agradó, 4,2 de 5. 
5. Apocalipsis Zombi (2017) de Cuarteto de Nos: el disco más alternativo de los uruguayos, con muchos arreglos electrónicos y folk, consecuentes con sus letras humorísticas y ocurrentes, con muchas referencias a la cultura de Internet y reflexiones sociológicas. 4,2 de 5.

6. Extraordinarios los singles de Accvsed: llenos de rabia, metalcore y djent con increíbles voces guturales y limpias de post-hardocre, pero también los temazos emocionales y rockeros de Halestorm. 

7. Imperial (2021) de SOEN: la elusiva banda sueca de metal/rock progresivo y metal alternativo que con este disco, aún no siempre la belleza de Lotus, se establece como una marca particular de metal accesible conservando la locura rítmica que imprime Martín López y guitarras complejísimas que pueden ser igualmente melódicas, alternativas y seductoras. Además, este disco establece las bases melódicas del próximo disco, con la última canción, Fortune, compartiendo parte de la letras con la magistral Unbreakable. 4,3 de 5.

8. Pacífico Maravilla (2025) de Nidia Góngora. Maravilloso disco de música del Pacífico colombiano y el Valle del Cauca de la maravillosa Nidia Sophia Góngora Bonilla. La cantautora presenta un disco mucho más folclórico y al mismo tiempo contemporáneo, sin entrar al jazz ni a la fusión electrónica tipo Sidestepper pero tampoco en el Tropipop de sus comienzos. Al contrario, son sintetizadores y mucha aproximación folclorista pero es un disco revelador, con poesía, cultura y aproximación pero en una encrucijada entre lo demasiado académico y lo puramente festivo, pero poniendo pies aquí y allá. Entonces sí, hay dub, salsa, música folclórica y fusión electrónica pero también hay algo novedoso y particular que no es ninguna de ellas. 

11 junio 2025

Lo nuevo de The Haunted (death melódico/groove sueco), EDM/industrial (Dawn Of Ashes), hard rock / thrash danés (Volbeat), metalcore melódico japonés, black viking alemán, black experimental sueco (con saxofón y soprano), blackgaze australiano, abstract hip hop increíble (Aesop Rock), midwest emo-pop

0. SE ME BORRÓ LA LISTA DE DEEZER!!!!

1. Songs Of Last Resort (2025) de The Haunted. Melodeath / thrash / groove pero durísimo, menos metal alterantivo y mucho más sonido sueco. Geniales, 4,2 de 5. Sin ser especial fan, me gustó esta combinación de dureza, melodía y sonido perverso en forma moderna, casi metalcore y sin ser demasiado derivativo. Ola Englund lo logra en grande con esos riffs. 

2. Infecting the Scars (2025) de Dawn Of Ashes: aunque me han gustado discos que combinan música electrónica oscura y dance con metal industrial y black metal, y aunque este disco no suena mal, los temas suenan demasiado largos y poco diferenciados. O no es su día. 2,5 de 5. Son de Los Angeles. 

3. Good Of Angel Truste (2025) de Volbeat: Si hay una banda que confunde, encanta y preocupa, son estos daneses. Tocan una combinación de heavy metal, hard rock, rock alternativo, groove, thrash y sí, rockabilly, con una voz entre operística, gótica y rockera que a veces me recuerda a Queens Of The Stone Age, aunque menor stoner y más rock clásico. No sé bien si es todo una sátira, algo más bien de humor negro o simplemente europeos raros que quisieran ser texanos. 

El resultado es mixto. Desde canciones que suenan a Lady Gaga con metal hasta momentos de grandes power ballads y otras de rock/metal alternativo regulares e incluso momentillos de metal extremo, porque bueno, son escandinavos, y también tienen esa obsesión combinada tipo Turbonegro. 3,7 de 5. 

4. Ubiquitous (2025) de View From the Soyuz: debut de esta banda de metalcore melódico de Tokio, Japón, aunque más melodeath que hardcore o metal alternativo, con muchas disonancias, mathcore y hardcore del más pesado. Guturales buenísimos, guitarras enrevesadas y enfoque en lo extremo cierran el disco con un genial intro de power metal neoclásico, para después evolucionar al black/death melódico más bestial. 4,1 de 5. Tienen tres EPs y múltiples singles desde 2021.  Realmente creativos y potentes.

5. Saviours (Deluxe - Enero 2025 - Junio 2025) de Green Day. Sin ser de los mejores discos, me opongo a que se ponga entre los peores. Tiene lo que queremos del trío, con buenas melodías vocales, mezcla de rebeldía y sensibilidad punk, una mirada pop y arreglos instrumentales mejores que el promedio del género pop punk. Yo le doy 3,7 de 5.

6. Götterdämmerung (EP, 2017) de Varg: cuatro temas de esta buenísima banda alemana de death/black melódico influenciado por el viking y el folk metal, tanto en estética como conceptual y musicalmente. Bueno. 4,3 de 5.

7. Hatred Rising (2017) de Skulldrain: debut y despedida de esta banda sueca de death/thrash bastante groove y al mismo tiempo, extrema. Combina riffs pesados, entre groove, death/thrash y thrash viejo y batería thrashosa, con un shriek que parece entre el hardcore y el thrash pero que además se antoja satírica y divertida. Súper europeo, porque además tiene momentos de mucha influencia del melodeath. 4,6 de 5. Lástima que no fueron más. 

8. Kriegsgötter MMXXV (2025) de Mystic Circle: un compilado más o menos regular, de versiones y reediciones de la banda alemana de black metal sinfónico. Las versiones de Iron Maiden, Possesed y Bathory bien, la de The Lost Boys muy mala. 3,5 porque hay muchos altibajos.

9. A Poison to the Firmament (2025, EP) de Heljarmadr: me estaba perdiendo de esta nueva banda con Sarah Jezabel Deva. Black / death metal melódico, sinfónico y experimental que empezó como un proyecto del cantante de Dark Heljarmadr.

La banda es realmente internacional, porque aunque el bajista y el cantante son los de Dark Funeral y Berseker Legion, y el baterista es también sueco, el cellista es el estadounidense Kakophonix y el tecladista/saxofonista es el brasieño Bruno Sá de Operation: Mindcrime. Cada tema es distinto, el segundo fue más bestial y duro, pero con soprano y arreglos melódicos.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere: dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, aunque es un poco genérico. Antes le he puesto 3,5 a sus discos. El tema final es el mejor, con shrieks profundos y una composición épica.

11. Black Hole Superette (2025) de Aesop Rock: otro buen disco de este hip hop abstracto, experimental, boom bap e illbient que me agrada. Creo que es de lo mejor que he escuchado en estos géneros alternativos pero lo lleva a algo mucho más increíble. Los temas son largos, con vientos y bajo grabados por músicos, lo que lo hace sonar más funk, potente y soul, con más profundidad. De verdad supera lo hecho por otros similares. 4,3 de 5. Nacido en Nueva York y residenciado en Portland, Oregon, está en uno de los también mejores discos de este año: Dead Channel Sky • clipping. El disco es largo, 68 minutos en 18 temas. 

12. Lonely People With Power (2025) de Deafheaven, me suena a reinvención. Después de innovar con un post-black metal "geek" o "hipster", aprenden de los distintos maestros que han recorrido este género y se alejan del dream pop / metal alternativo que tocaron en los discos anteriores, para presentar un disco que es furioso, veloz y gélido, con riffs disonantes y shrieks imposibles, rescatando el estilo que los llevó a la gloria en Sunbather aunque ahora más cerca de Portrayal Of Guilt que de My Bloody Valentine. Sin embargo, hay un trasfondo con una riqueza de arreglos más propios de black sinfónico. 

Lo escucho por segunda vez y me enamoro aún más. Las baterías de rock alternativo, las voces limpias oníricas y la combinación con el post-rock más calmado con el blackgaze más perverso es realmente una virtud y un acierto absoluto. Además, el bajista se despega de lo obvio para hacer arreglos profundos, complejos, que añaden un valor inusual y que acá se transforma en una subrutina, una narrativa alterna y que cabe perfecto con los ritmos de drum n bass que agregan a distintas canciones. 

Se agradece que vuelvan los momentos de baterías potentes que acompañan a las dobles armonías y capas de guitarras brillantes, post-metaleras y que caen tan bien con el screamo. 4,7 de 5. Un dato increíble es que el vocalista de Interpol está invitado en el tema final mientras que el ex-bajista de Beck agregó teclados adicionales. 

13. Downpour (2025) de Charmer. Ruidoso y melódico, con altísima ganancia en las guitarras, voces pop y riffs que con otra distorsión y más lentos serían quizás post-metal, es algo que podría llamarse midwest emo-pop. Los músicos son increíbles. 4,1 de 5. Me conquistaron, suenan luminosos y al mismo tiempo, disonantes, sin dejar de ser tangencialmente pop punk y alternativos.

04 junio 2025

Lo nuevo de And Oceans (black sinfónico industrial), black/death sinfónico / folk rock holandés, rock alternativo alemán, rap/hip hop femenino venezolano (Mari), rap rock / synth punk de Misisipi, horrorcore (Eminem), power metal / folk sinfónico sueco, temas de The Beatles en jazz, hardcore/thrash colombiano, techno noventero

1. Absence (2025) de Xavernah: misterioso, elaborado y profundo black/death melódico y atmosférico, con mucha experimentación expresada en narraciones con tonos radiales, interludios calmados instrumentales, orquestaciones atmosféricas, detalles progresivos e incluso de ambient, que combina en cada canción para una evolución sorprendente, entre el dark folk acústico y el black disonante más bestial.

Cada tema, de 5 a 12 minutos, elabora los géneros de forma distinta, algunos más black melódico sinfónico directo y brutal, otro es más post-rock y otros más cerca del progresivo. Obra principalmente de Ramón Roest, baterista, orquestador, programador y cantante de Países Bajos. 4,5 de 5.

2. Flash Forward (2025) de Renegade: sabrosito rock alternativo / post-grunge del power trío alemán. 3,7 de 5. Tiene un par de temas mucho mejores que el promedio del disco, con unos vientos y arreglos electrónicos. Deberían explorar mucho más esa fusión para no sonar tan genéricos.

3. Ginnia (2025) de Mari: debut de "La Carajita", cantante cumanesa nacida como María Virginia Centeno Castillo, que ha colaborado con Orestes Gómez y Akapellah. Trap, reggae, reggeatón, rap latino, dub, electropop, hip hop y mucho venezolanismo en su primera producción. Me encantan los beats y samples de música folclórica venezolana, así como tantos sonidos orgánicos de una banda detrás. Bastante buena, 3,9 de 5, aunque los venezolanismos me hacen dudar si son exagerados o naturales. 

Creo que es un buen experimento pero le falta definir el tipo de música, letras y concepto, porque suena como un mixtape por momentos. Una cosa es diversidad y otra falta de definición. Hay que saber si se acercará a lo que hace Irepelusa, a Rosalía o a La Mala Rodríguez, o las fusiona con su toque para algo nuevo, lo que aún no sucede. Sobre las referencias sexuales y de género, tampoco me queda claro si la propuesta es ser "macha" siendo mujer, mujer "arrecha" u otra cosa.


4. Don´t Talk (Ep, 2025) de Our Mirage: metal alternativo / post-hardcore / metalcore brutal, electrónico y muy noventero, incluyendo rapeo en las voces, gritos desgarrados y coros limpios. 4 de 5. 

5. No Separation (2025, EP) de MSPAINT. Divertidísimo synth punk / rap metal del cuarteto de Hattiesburg, Misisipi. Guitarras digitalizadas, gruesas y ruidosas, rapeo y hip hop en forma orgánica. Genial, 4 de 5 con temas más altos.

6. The Marshall Mathers LP (25th Anniversary) - Original de 2000 y reeditado con dos temas en vivo en 2025. Tiene los megaéxitos Kill You, Stan (con Dido), The Way I Am y The Real Slim Shady. Con temas dramáticos como Kim y I´m Back. Es el disco después del rompedor Slim Shady LP.

7. Fimbulvinter de Brothers of Metal (Nov, 2024): heavy / power metal sueco, que cuando lo escuché por primera vez me dio una muy mala impresión, porque tenía una pobrísima mezcla, que hacía que las voces y los instrumentos bajaran y subieran de volumen. 

Ahora, se escucha una magnífica combinación de epic power metal con cuidadas vocalizaciones, detalles de viking folk metal y minuciosas orquestaciones que suenan gigantescas, incluyendo interludios de guitarras acústicas, instrumentos tradicionales europeos y una atmósfera embriagante de aventura, misticismo y tradición, además de unos guturales y unas guitarras de hard rock encantadoras. Es un disco muy rockero y al mismo tiempo, rico en arreglos sin ser bombástico ni exagerado. 4,3 de 5. Qué bueno que volví a escucharlos.

8. John Daversa Big Band: Improvisatory Observatory-Live and Raw at the Baked Potato Exhibit 3: un disco de jazz en vivo con el gran trompetista estadounidense. Un poco corto y con una "canción" de 9 minutos de chistes y descripciones de los músicos tocando pedacitos de clásicos del rock. Fino, aunque no demasiado. Lo mejor, Here Comes The Sun extendida por 9 minutos.

9. Poison The Preacher Vs The World (2025), debut de los bogotanos a punta de thrash crossover, hardcore punk y death metal vintage, que tiene un poco de los 80 y de los 90, con algo de rapcore, death técnico, slam death metal y mucho de hardcore. Hay maldad, diversión, sátira y todo lo que esperamos de todos estos géneros. Buen inicio formal después de años de carrera.

Hay que decir que me gustaron las vocales, tienen un baterista increíble y riffs para hacer el pogo más grande del mundo, incluyendo unos perversos armónicos y solos geniales, además tienen muy buenos invitados como Devin Swank, cantante de Sanguisugabogg y la banda californiana de harcore/thrash, Dead Heat. 4,3 de 5. Tocaron en el Rock Al Parque 2023. 

10. The Regeneration Itinerary (2025) de ...And Oceans. Me gustó el As in Gardens, So in Tombs de 2023, pero no tanto como el Cold World Mother de 2020 y claro que menos que los primeros discos, pero este de 2025 suena increiblemente: es electrónico e industrial, con mucho black metal sinfónico pero bastante brutal. 

Incluso aunque haya música dance, lo que predomina es una bestial combinación de ritmos de death, black y hardcore con guitarras gélidas, pesadas y salvajes, con guturales diversos pero siempre punzantes, a veces cavernosos y muchas veces shrieks vampíricos. Se destaca una batería imponente, así como arreglos entre orquestales y sintéticos que le dan fuerza a una propuesta instrumental que incluso a veces suena lo-fi o cruda. 

Me gustó mucho ese choque de sonidos orgánicos y digitales, así como influencias del ayer. Es destructivo. 4,6 de 5. Noruegos dementes que siiiiiempre me gustaron. Los vi en vivo y me impactaron con sus maquillajes distintos y su propuesta tan electrónica. Me alegró este disco tan oscuro.

11. Orbital 2 (The Brown Album Expanded) - Segundo disco de los británicos, instalados como baluartes de la música techno (ambiente, acid y trance). Su versión larguísima la usé para fregar, bailar, pensar y trabajar. Muy buena esa. 

03 junio 2025

Lo nuevo de Cuarteto de Nos (rock indie uruguayo), djent/progresivo sueco, hip hop / cloud rap británico, black/post-punk (Tribulation) y goth/doom suecos, punk rock femenino argentino

1. Puertas (2025) de El Cuarteto de Nos: qué maravilla que los veremos en Rock Al Parque, este disco nuevo es fiel a su discografía pero se elevan con el tema El Astrónomo que no podía ver el cielo, un trap / jazz / rock alternativo. Bravo por los uruguayos. Toques de saxofón, arreglos electrónicos y buenas guitarras rockeras en sus acostumbrados versos y rimas, referencias culturales y poesía irónica. Me anoto. 4,6 de 5. 
2. Elicit (2025) de Limbo: increíble djent / metal progresivo, enrevesado, brutal y atmosférico. De Suecia, llegan así a su segunda producción, con algo que suena como Meshuggah con Tesseract, combinando una furia industrial, masiva y caótica con bellos pasajes de arpegios, ambient y puentes que permiten diferenciar las aritméticas nucleares de estructuras que van desde el groove hasta el shred. Buen disco, emocionante y uniendo polos lejanos. 4,3 de 5. El baterista de VOLA está invitado en un tema. 

3. Airbag Woke Me Up (2025) de Jeshi: hip hop / cloud rap / R&B alternativo de Londres, con muchísima música electrónica británica, pero al mismo tiempo, con muchos altibajos. Por momentos, especialmente cuando hay trap, suena emulando a los estadounidenses, lo que me parece lo menos logrado, y en otros hay drum n bass, raros beats alternativos, que parecen sacados de bandas de rock, indie o funk combinadas con música dance europea dura, lo que lo hace muy atractivo fuera del oído preferente del hip hop más tradicional.

El resultado es extraño y algo tétrico, como una especie de horrorcore intelectual. Por momentos recuerda a Gorillaz. 3,5 de 5.

4. The Unknown (2016) de The Vision Bleak. Definitivamente mi (segunda) banda de goth metal favorita: oscura, con algo de black metal y algo de progresivo, detalles sinfónicos y doom pero lo que gobierna acá es presentar algo elegante, subterráneo y lleno de detalles. 4,7 de 5.

5. Sub Rosa in Æternum (Nov 2024) de Tribulation: Mi verdadera banda de metal gótico favorito, porque es ochentosa y bailable, vampírica y rock and rollera, como un black and roll con post-punk. Sus vídeos me gustan muchísimo y veo muy pocos. Es también como un Ghost más gótico (hay que considerar que Tom Dalgety, su tecladista / orquestador, grabó la programación del Prequelle). De Suecia para tu cuello. 4,7 de 5 aunque el tema que es como electrónico / dance es malazo.

6. Mi Corazón En Llamas (2025) de Marina Fages: el rock punk en Argentina está en perfecto estado. Con una aproximación más accesible pero igualmente furiosa del punk, se escuchan ideas de El Otro Yo, con guitarras más ricas aunque menos crudas, pero que no dejan de ser fangosas, afiladas y osadas. Muy divertida. 4,3 de 5. Los guturales, a lo SUN o Poppy, especialmente en el tema El Mundo Pequeño (en que hay muchísimos, como si fuese black metal), le dan un carisma de furia distinta pero vertiginosa que ya está expresada en formas de rrriot girl en todo el disco a forma de voces desgarradas, voces hardcore punk y guitarras de noise rock.

Marina invitó a un gaitero español y dos baterías, pero grabó guitarras, bajos y vientos, lista para emprender una gira por Europa y Estados Unidos, así como su país natal. Además, invitó a las bandas argentinas Lagrimitas y Homogénica a versionar su tema electrónico Hardcore Disney en forma de rock indie / punk rock, y a Cosmic Kitten (de Los Angeles). 

7. Idag (2025) de Witchcraft. En una nota similar pero distinta, occult rock, doom y heavy psych desde Suecia, con guitarras y bajos súper fangosos pero psicodélicos, un sonido setentoso y letras en sueco. Me gusta esta densidad nebulosa y quizás es un poco confuso que a veces se convierta en folk rock acústico. 3,9 de 5. Más de Suecia para todos.

01 junio 2025

Lo nuevo de Rivers Of Nihil (death progresivo / jazz fusión / djent), Morcheeba (trip hop) y The Flower Kings (neo-prog sinfónico), deathgrind, emo/popst-hardcore/noise pop y new wave / post-hardcore de Australia, doom/heavy/black danés y trip hop/neo-soul portu-danés, hip hop colombiano, black disonante gallego

1. The Calling of Fire (2025) de Blood Monolith. Debut bestial de esta banda de deathgrind de Washington, con un sonido grotesco, crudo y al mismo tiempo, muy técnico. Es sucio y hábil, por lo que dentro de la salvajada sónica se escucha la potencia nuclear de los bombos con un sonido abrumador, las guitarras se inspiran en el brutal death y el grindcore de vieja escuela para hacer riffs laberínticos y la atmósfera general es aplastante y abrumadora, perfecta para un pogo que provoque heridas sangrantes. 4,6 de 5.

Tommy Wall, en el bajo, el mismo de Undeath además de Shelby Lermo, guitarrista y vocalista de Ulthar. Pocas veces un proyecto alterno es realmente tan bueno y distinto. Es una versión a lo Asphyx de Deicide y Cannibal Corpse. 

2. Devastation Awaits (2025) de Out Of Service: Me alegra mucho escuchar este disco, el tercero, de esta banda de emo, post-hardcore y rock alternativo de Voorhees Township, New Jersey, porque uno muchísimos ángulos de los géneros que prueba e incluso se extiende. Sí, hay nü-metal y screamo, que parece unir sonidos de los 80 y 90 con gritos desesperados, un sonido misterioso parecido al gótico y rematan con oníricos y brumosos riffs atmosféricos y ruidosos, aunque con uno sonido brilloso y punketo, mientras que la voz limpia es accesible, tan post-punk como pop punk, que le da un cariz distinto, diverso y original. 4,3 de 5.

Se nota además un coqueteo con géneros distantes como el metal extremo y el metal progresivo, con saxofón incluido, por las experiencias más juveniles de los músicos. 

3. To All The Ones I Love (2025) de Press Club. Punk rock, pop punk y post-hardcore con voz femenino, que tiene influencias del post-punk y el noise rock. Me gusta, porque suena como un new wave más guitarrero. 4,2 de 5. Son de Australia, liderados por Natalie Foster, que tiene una voz que puede sonar a Blondie, que acompaña perfectamente el sonido electrónico y punketo, con un pequeño rugido. Son de Australia. 

4. Scimitarium I (2025) de Scimitar: heavy metal épico, oscuro y progresivo desde Dinamarca, con voz femenina, complejísimos riffs de guitarra y una batería arquitectónica, más un bajo altamente técnico. El sonido es tan punk como metalero, tan doom como rock and rollero, profundamente ochentero, entonces se junta el heavy, el rock progresivo, el epic doom y el black originario en un paraguas único, siempre con un sonido cavernoso, hundido y al mismo tiempo, gótico.

El resultado es un sonido que es igualmente medieval, vintage y de deliciosas tierras progresivas al combinar las formas y estructuras del black metal disonante y el goth metal, e incluso el post-punk y algo de rock gótico, con una distorsión de una vieja banda de NWOBHM de los 70, con temas extensos y cambiantes. Es al mismo tiempo The Misfits y Ulcerate, es Tribulation, Smoulder y Castle Rat y también es Cave Sermon. En el tema final hay más presencia del black metal, incluyendo shrieks. 

Es realmente placentero. 4,7 de 5. 

5. Lifetime (2025) Erika de Casier: cantante portuguesa residenciada en Dinamarca, con un disco que me recuerda inicialmente al trip hop, french house y downtempo tipo Air, Saint Germain y Tricky pero sin sorprenderme, 

Pero luego noté que tenía una  toque más comercial, más radial, que lo acercaba al pop o al R&B de MTV, pero luego noté que al mismo tiempo, había algo ambiental, experimental y distinto, gracias a incorporar sonidos que iban desde los 80 hasta los 2000, como el hip hop soul y ambient dub, como una versión más electrónica y trip hop de TLC y Janet Jackson, por lo que las pistas y tropos del R&B, el soul y el new jack swing sonaban como si fuesen tocadas por Portishead o Massive Attack, entonces a veces suenan duras baterías metálicas, cortes potentes de hip hop o sucias pistas de jazz con sensuales líneas vocales femeninas.

Me gustó especialmente el tema Desilusional, como más jazz rap / hip hop. 3,9 de 5. Irónicamente lo menos logrado me pareció la voz, poco original.

6. Guiso (2025) de Pielroja y El Kalvo: hip hop bogotano con boom bap y pistas misteriosas tipo horrorcore. Otro buena producción, enfocado en analogías con sabores y gastronomía. 4,3 de 5. Pielroja es de Risaralda y vive en Barcelona, España. Me gustó el tema Inquietante Época en que con buenas líricas critican las ironías bogotanas y globales de vivir entre inundaciones y racionamiento de agua, crisis climática y nuevas formas de explotación minera, con algo de humor negro: "a este ritmo los rolos aprenderemos a nadar". Critican al comunismo cubano, a la Iglesia Católica y a la hipocresía del greenwashing. Genial ese tema.

7. Stranger To Love (2025) de Senna. El mejor tipo de post-hardcore es el swancore, y estos alemanes nos hacen sentir esa deliciosa experiencia de esas guitarras gruesas, llenas de flanger y reverb, que recuerdan al new jack swing rockero de Michael Jackson en que estructuras del post-hardcore, llenas de punk y emo, se hacen con duras guitarras de metal progresivo y djent, junto a suaves armonías de R&B y bajos llenos de funk, con una producción pulida. Bilmury es genial pero estos tipos son realmente seductores. 4,4 de 5.

8. Rivers Of Nihil (2025) de Rivers Of Nihil. ¡Han vuelto! Después del dudoso The Work, vuelven a sonar como habían gratamente evolucionado hasta poco antes, death progresivo con brutalidad en voces y la música más influencias diversas que se combinan, desde lo electrónico hasta lo progresivo pasando por el space rock, el rock psicodélico y hasta el jazz fusión. 

En este caso, el death metal progresivo, incluso con algo de vieja escuela, vuelve a ser el protagonista, con riffs de djent, guturales monstruosos y fusiones inteligentes con deathcore, metalcore melódico y groove metal, que incluyen brutales momentos de death progresivo con secciones rítmicas destructivas. 

Son tan pesados como en sus primeros discos pero añadiendo guitarras con distorsiones alternas, voces limpias progresivas y un compendio de géneros duros, así como arreglos que incluyen banjos de country y muchos momentos atmosféricos, así como de jazz fusión, gracias al frecuente paso del saxofón sonando como un tema de smooth jazz. Leí que eran los cuatro discos anteriores en uno y le doy la razón.

Los de Reading, Pennsylvania volvieron a conquistarme. 4,3 de 5. No es un disco magnífico pero es un regreso a lo mejor de su repertorio, combinando con más o menos aciertos, lo que han hecho antes. Lo mejor del disco está al final, con Evidence, American Death, The Logical End y el cierre que da nombre al disco y la banda, que es una mezcla perfecta de death progresivo, deathcore y metalcore melódico con mucho groove y shrieks. 

9. Love (2025) de The Flower Kings: Progresivo sinfónico / neo-prog que desconocía hasta ahora, o que no recuerdo, con Roine Stolt (Trasatlantic) en guitarra y voz. Son suecos, se fundaron en 1994 y tuvieron un break entre 2008 y 2012. Un suave disco progresivo, muy agradable y accesible, relajado. 3,8 de 5. Hay muchos teclados, arreglos orquestales, millares de pequeños detalles hermosos y delicados.

10. Escape de Chaos (2025) de Morcheeba. Downtempo / trip hop británico que ya es clásico. Me gustó que combina formas electrónicas de funk, chill y un poquito de dub con muchas guitarras eléctricas psicodélicas, algunos riffs rockeros e incluso algo de batería analógica. Voy con 4 de 5 pero hay temas mucho mejores.

11. Laio (2025) de Balmog: este black metal gallego, que llega a su quinta producción, es una apuesta por la ampliación del abanico del género dentro de aristas novedosas probadas por distintos congéneres, por lo que se concilian ideas melódicas y sucias en los riffs, las voces narradas que se acercan a las usadas por el viking metal y los shrieks conocidos, con algunos puntos intermedios, mientras que las guitarras son transmutadas en una paleta de distorsiones que también oscilan entre trémolo picking y otras técnicas que van desde lo extremo a lo alternativo. 

Temas como Tongue In Pieces, se escucha un black disonante que por momentos parece sacado de los primeros discos de Emperor, furioso y sinfónico, aunque es presentado con cambios de tiempo, silencios y paradas como el black avantgarde de Dodheimsgard, como una especie de micro-ópera metal en pequeños trozos en una misma canción. Otras veces parece que intermedia el black psicodélico más experimental, algo de post-metal en atributos percusivos y guitarras alteradas, en otros más parece que acudimos a una revisión de black industrialoso como Thorns en un formato pulido, contenido y casi progresivo.

En discos anteriores han jugado con el deathrock y el post-punk pero en este caso, creo que han logrado un equilibrio entre las distintas formas de black metal contemporáneo avant-garde, tocando momentos de black n roll, speed/thrash y hasta gothic rock, no como Tribulation sino en una forma más gélida y extrema.


27 mayo 2025

Lo nuevo de Death SS (glam/hard rock gótico), Chuck D (hip hop político), black / jazz/ folk metal avantgarde húngaro, black punk austríaco, heavy power progresivo de Utah, black finés

 1. The Entity (2025) de Death SS: banda mítica italiana del heavy doom, presenta un disco que obviamente suena a una forma industrial de Ghost, que no le quita valor propio, aunque es inevitable la remembranza. Su debut fue en 1988, y se nota cómo influyó en las bandas góticas de todo tipo, incluyendo a las extremas. La combinación es la misma, hard rock, glam metal y gótico, aunque muchas veces vuelve a ser esa banda de thrash y speed del pasado, así que el disco es algo inconsistente. 3,3 de 5.

2. Chuck D Presents Enemy Radio: Radio Armageddon (2025) de Chuck D. El famoso MC de Public Enemy y Prophets Of Rage saca un discazo de hip hop experimental, boom bap, turntablism y rap rock que lo tiene todo. Letras políticas, arreglos con guitarras, algo de drum n bass, jazz y sonidos vintage, aunque con una atmósfera oscura, jazzista y con una gran post-producción. 

Esto incluye a dos productores clásicos, Schoolly D (pre-hip hop) y Jazzy Jay (Fresh Prince / Will Smith).

Brutal, 4,3 de 5. 

3. XII: A Gy​ö​ny​ö​rü Álmok Ezut​á​n J​ö​nnek de Thy Catafalque: de lo más logrado del metal progresivo y avantgarde. Con su decimosegundo disco, que en español se llama "Los hermosos sueños vienen de aquí en adelante" se fusionan varias tendencias que más o menos han luchado en esta banda desde que los conocí en 2020 con el Naiv: black metal, el trip hop y el folk húngaro.

La obra de Tamás Katai, que incluye también proyectos electrónicos, de música académica y metal, convergen acá con la furia extrema del black metal de avanzada, la música autóctona de su tierra natal, su gusto por la música folclórica mediterránea y de Europa del Este y el metal progresivo (con saxofón), los arreglos electrónicos e incluso secciones de pop rock folk, casi siempre acompañado de una cantante.

Aunque hay que decir que este disco, que ahora incluye un par de temas y varios momentos en otras canciones, dentro de la estructura tradicional del metal extremo, lo que escapa a la constante fusión avant-garde que suele hacer, está mucho más cercano de lo meramente experimental, combinando de forma coherente instrumentos folclóricos, académicos, electrónicos y de banda de rock con el interés de producir algo que intermedia entre el darkwave neoclásico, la música académica contemporánea y el metal progresivo, quizás con la intención de superar cualquier barrera para presentarlo como un nuevo estándar de novedad del avantgarde

El proyecto obviamente tiene como fundamento, y necesidad, una cantidad de ingente de invitados y músicos de sesión, de discos muy anteriores al Naiv y otros de reciente colaboración. Se repite la de la cantante Martina Veronika Horváth, que lo acompaña desde Geometria (2018) y con quién colaboró en su proyecto de doom atmosférico The Answer Lies in the Black Void. 

En una segunda escuchada encuentro este disco aún mejor, más orgánico y basado en la música rock/metal, en que entra la fusión pero tiene base en las guitarras, el canto épico pero metalero y arreglos jazz, folk y orquestales que enriquecen la idea de hacer metal extremo de forma alternativo. Lo elevo a 4,7 de 5. 

4. Ruass (2025) de Nekrodeus: black metal / punk, con un gran sonido y temas que varían en velocidad y duración, algunos son casi grindcore / d-beat y otros son de cocción lenta, entre industriales y doom. De Austria, con varios invitados infames que revelan la calidad y la perversión de esta propuesta además de compartir a Paul Färber, como baterista, también en Karg. Entre los invitados está Lukas Gosch, cantante de Ellende y V. Wahntraum, cantante de Karg y Harakiri For The Sky, un tipo muy ocupado y con una voz única. 

Además en el tema Körperstrafe hay más de una decena de amigos invitados para hacer coros. Le puse 4,3 pero lo subo a 4,6 porque es genialísimo este estilo.

5. Dark Rainbow (2025) de Root Zero. Debut de esta banda de gothic metal progresivo de Cardiff, Inglaterra. Muy  buen sonido, con guitarras y teclados fúnebres, voz femenina soprano, ambientes oscuros, guturales bestiales aunque mucho menos frecuentes y un gran sección rítmica, aunque un poco genéricos y no demasiado excitantes a la primera escucha. Se tardan mucho en llegar a puerto. 3,8 de 5. 

6. Awaken a New Age of Chaos (2025) de Katagory V: heavy power progresivo de Utah, con un sonido poderoso y detallista, aunque algo opaco pero con arreglos progresivos y puntillistas de batería, con un extraordinario trabajo de doble bombo. Su cantante, Albert Rybka, está también en Empyrean Sanctum, una banda progresiva de Chicagao con Alex Weber y Hannes Grossmann (ex-Obscura). Algo inconstante, tiene temas destacados como Blood Siphon. Aunque se quedan a veces es ser repetitivos, tienen momentos interesantes. Diría que 3,3 de 5.

7. Dimsvall (2025) de Ondfødt: black metal finés, con un sonido pulido, tiene momentos de expansión sinfónica, casi espacial, una batería de sonido realmente muy bien producido, varias capas de shrieks y una elegante distorsión de guitarra, que no le quita ferocidad pero lo acerca al formato de súper producción de Dimmu Borgir, aunque muchísimo menos orquestal, sí tiene esa grandilocuencia progresiva en la batería y en fusionar los instrumentos de forma atmosférica.

Se crece una banda que hasta ahora había sido más o menos regular. 4,2 de 5. Proyecto alterno de Joel Notkonen, cantante de Aeonian Sorrow, que acá se encarga de guitarras. 

Mathias Lillmåns, nuevo vocalista de And Oceans (desde 2020) está invitado como vocalista en un tema, mientras que Alexander Kuoppala, segundo guitarrista de Children Of Bodom como guitarrista en otra más. 

20 abril 2025

Lo nuevo de Storm Orchestra (rock alternativo francés), éxitos revisitados de Hombres G (pop rock / new wave español), remezclas de Moon Safari de Air, epic heavy doom de NY, epic folk power metal australiano, alt-pop brasileño, thrash/speed alemán, black francés

1. Get Better (2025) de Storm Orchestra: rock alternativo francés, bastante divertido y bien producido, con algunos temas excepcionalmente buenos, gracias a buenos riffs rockeros y voces totalmente apetecibles, así como algunos arreglos de electrónica y gran performance instrumental. 3,8 de 5, aunque tiene temas maravillosos que son 4,5, geniales. Es su segundo disco.

2. ¿Por qué no ser amigos? (2025) de Hombres G, una reimaginación de sus grandes clásicos con invitados españoles y latinoamericanos, de música pop y rock indie muy diverso, como Morat, Carín León y Reik, entre otros que no reconozco. Te quiero, Marta tiene un marcapasos, El ataque de las chicas cocodrilo, Devuélveme a mi chica, Me siento bien, Venezia (en versión pop ópera) y Voy a pasármela bien casi me hacen llorar. 4,5 de 5. Me pareció fascinante, incluso con las versiones tipo música regional mexicana de Si no te tengo a ti.

3. Bunky Becky Birthday Boy (2025) de Sleigh Bells: desde Brooklyn viene este dúo de power pop, rock industrial y noise pop, que combina duras guitarras sintéticas, una batería con doble bombos y mucho electropop para hacer algo que suena como Bumblegum Pop tocado por un Attack Attack! o Enter Shikari. Las voces me recuerdan a Shampoo y a Cibo Matto, y esa ternura acompaña guitarras hard rock con distorsión industrial, estructuras pop rock y arreglos de groove metal, más sonidos electronicore y de anime en una muy confusa mezcla, indudablemente divertida. 3,8 de 5. 


4. Blue Moon Safari (2025) de AIR & Vegyn: remezclas de una joya de la electrónica francesa por el artista londinese de IDM, Glitch y Hip Hop experimental, entre otras. Un disco que sigue siendo Downtempo, Neo-Psychedelia, Trip Hop y Ambient Pop aunque reinterpretado. Me gustó, aunque no me mata, no lo cambio por el original. 4,2 de 5.

5. Let There Be Dark (2025) de Tower: maravilloso heavy / epic doom de Nueva York, con voz femenina lisérgica, temblorosa y vibrante a lo Smoulder e incluso algo a lo Lucifer, con una aproximación muy psicodélica y ocultista del género heavy, con algunos solos geniales de hard rock y otros más virtuosos, arpegiados y hasta algo de folk en las melodías. 4,3 pero de verdad entre mis favoritos inmediatos.

6. Beyond The Stars (2025) de Valhalore: epic folk metal australiano que incluye varios instrumentos de viento (como flautas y clarinetes, a cargo de Sophie Christensen, quien lo hizo también como invitada en el Charcoal´s Grace de Caligula´s Horse), mandolina y cello entre los instrumentos que enriquecen su propuesta, basada en riffs progresivos y arreglos de melodeaath, vocales que van del shriek a los coros académicos, así como una voz limpia de power metal aunque no operística. Es su segundo disco, tras el debut de 2017, más cercano al metal céltico. Bastante bueno, 4,3 de 5, con Anna Murphy invitada en un tema. 

7. Coisas Naturais (2025) de Marina Sena. Saliéndonos un poco bastante del algoritmo, con este disco de pop latino alternativo de la artista brasileña, que claro que incorpora música popular de su país (MBP) , RnB y funk brasileño, además de otros distintos géneros como la bachata en el tema Numa ilha (En una isla), el noise pop guitarrero de Anjo o el pop reggae, parecido a Manu Chau, de Combo da sorte. Divina la cumbia pop de Doçura con el colombo-venezolano má flamenco Cantamarta. De verdad que es una gran abanico, con gran voz y producción musical dedicada y amplísima. 3,9 de 5 pero quiero más. Tercer disco de la cantante que en 2020 dejó la banda A Outra Banda de Lua, alrededor de pop rock psicodélico con MPB. 

8. With The Old Breed (2025) de Warfield: afiladísimo speed/thrash/black metal alemán con claras influencias de Kreator y Sodom, con un shriek un poco más inclinado al black, con una instrumentación potente, bien aceitada y producida con brutalidad, para que suena de forma clara sin perder fuerza ni detalles de los arreglos de batería, bajo y guitarras. El cantante me recuerda a veces a Alex Laiho. Magnífico el penúltimo tema, de más de 7 minutos, con un bajo increíblemente técnico, interludios a mid-tempo, riffs de melodeath y mucha actitud de oscuridad de thrash/black, lo que además incluye complejos riffs arpegiados combinados en formas extrañas como en el thrash técnico o progresivo. Monstruosamente entretenido, 4,3 de 5. 

9. Par-delà les cimes (2025 - Más allá de los picos) de Aldaaron: magnífico black metal, monstruoso, melódico y épico, con ritmos y sonidos que parecen provenir de distintas esferas de la música no extrema, a veces parece barroco, otras folk, además de interludios increíbles y una atmósfera monumental. Aún así, con un sonido brillante en los trémolos y abrasivo en el shriek, hacen una combinación que es igualmente gélida y dinámica.

Es el trabajo casi solitario del músico francés Ioldar (Ordalie). El primero de los cuatro temas es el más rico y logrado. Los demás son geniales, con buenos arreglos corales, atmosféricos y una batería gloriosa, perversa. El sonido de las guitarras es un poco nebuloso y agudo pero el tema final, con sus voces operísticas y vikingas, sus guitarras acústicas y sus grandes riffs de black infernal, llenos de arreglos orquestales de violines, cornos y oboes, elevan el nivel de la canción, de más de 10 minutos. Total: 4,3 de 5. 

10. Mortuorum (EP, 2025) de Parthian, es una extraordinaria banda de death progresivo / técnico, de Wichita, Kansas, que cierra su producción con una presunta versión de Bohemian Rhapsody, llamada Blasphemian Rhapsody en que dan cuenta de sus altísimas capacidades instrumentales, compositivas y experimentales, así como al formato osado de combinar ópera, música extrema y progresiva, como lo haría Queen si tocara este género, sino también art pop y neo-soul (según ellos mismos en Bandcamp). El cantante me suena como al de Avenged Sevenfold con un mejor growl, por supuesto.

Su primer tema es como un melodeath progresivo, con mucho sonido a Iron Maiden y un shriek destructivo, en la que se escucha una sección rítmica realmente intrincada más riffs en la que parecen querer amalgamar death técnico, metal avant-garde y deathcore. En el segundo tema escuchamos la voz limpia, que creo que es buenísima, quizás mejor que ese invento de growl de melodeath que parece más humorístico. Y creo que aunque es divertido como agregan country y distintos ritmos, creo que les falta cocinar su proyecto, porque no suenan como Finntroll ni como BTBAM ni mucho menos como Flummox, sino algo menos concreto, aunque definitivamente hay que seguirles la pista 

13 abril 2025

Shoegaze texano, metal alternativo finés, black atmosférico neerlandés y deathcore/black melódico progresivo, hard rock / heavy y progresivo en vivo

0. Fogueo de kárate, que me mostró qué tan atlético puedo ser. Me sentí genial, incluso cuando perdí, por demostrar mis habilidades y velocidad. Hoy empecé también a tomar Creatina.

1. Sunset Funeral (2025) de Glare: shoegaze / noise pop desde Texas. Atmosférico, expansivo, hipnótico y abstracto, vacilante y vaporoso, aunque también ruidoso, siempre gracias a las guitarras. Debut de la banda conformada por Homero Solís, César Izaguirre, Jes Morales y Toni Ordaz desde su primer single ocho años antes. Aunque hay buenas guitarras, con algunos riffs circulares increíbles, destaca mucho más la batería, mientras la voz es lo más regular. Además, hay arreglos y momentos que parecen demasiado repetitivos. 3,6 de 5. 

2. Deathmatch (2025) de Luna Kills. Metal alternativo finlandés, que va del industrial al nu-metal, pasando por el metalcore y el rock electrónico. El tema sugar rush es un pico alto, con post-hardcore en un breakdown, que me hizo pensar incluso en Voyager con su estética pulida para hacer post-hardcore. La voz de Lotta Ruutiainen, que puede pasar del pop al metal, con unos intermedios de alt-pop/RnB y unos gritos casi vampirescos, también acompañan a unos exploradores que pueden agregar momentos de djent/progresivo después de unos acordes de ska y más tarde volver con arpegios, arreglos techno y guitarras densas de metalcore. Muy bien, amigo, 4,3 de 5.


3. De kronieken van het verdwenen kasteel III: Grunsfoort de Fluisteraars: black metal atmosférico neerlandés, que combina un sonido primigenio y lo-fi con guitarras sintetizadas y orquestaciones más elaboradas, en una especie de madeja de texturas, en las que hay un bajo de fino hilo de seda uniendo ambos formatos con elegancia y densidad. Es un dúo (con un tecladista invitado) conformado por M. Koops en guitarra, batería y bajo, más el cantante Bob Mollema. Con muchos menos instrumentos, logra crear un narrativa terrorífica y entretenida, así como oscura e intrigante. 3,8 de 5.

4. The Walk Of Atonement (Ep, 2025) de Illyria: fenomenal progresivo extremo, que incorpora influencias divergentes, desde deathcore a black melódico, pasando por arreglos de power sinfónico y metal electrónico. Es un híbrido del metal extremo, que puede combinar e incluso extrapolar metalcore melódico y black sinfónico, incluyendo las voces: incluyendo unas voces limpias entre post-hardcore y rock alternativo, más unos guturales variados e intensos, pero con un enfoque moderno y sin dejar de ser brutal. Me suena como un Cattle Decapitation enrazado con black sinfónico y melodeath, incluyendo muchos arreglos de piano.

5. Black Light / White Noise (2025) de Smith / Kotzen. Hard rock al máximo, con momentos de blues rock y heavy metal, de los guitarristas de Iron Maiden y ex-Poison. Divertido pero poco excitante. 3 de 5. Aunque Kotzen también grabó bajo y batería, contrataron a Bruno Valverde (Angra, Kiko Loureiro) también. 

6. Encore Vol. II - Sonic Birth (Live) de The Progressive Souls Collective, una banda de metal progresivo / jazz fusión que me ha gustado muchísimo y ahora presenta su segundo disco en vivo. Entre los muchos músicos está Conner Green (bajista de Haken), Aquiles Priester (baterista de Edu Falaschi), Kevin Moore (ex-Dream Theater y ex-Fates Warning), pero muchos otros más han entrado y salido para hacer realidad las ideas progresivas de Florian Zepf. Un disco genial de verdad. 4,5 de 5.

07 abril 2025

Lo nuevo de Arch Enemy (melodeath con heavy, power y thrash), black alemán avant-garde (y raro), Spiritbox (metalcore), lo nuevo de Perfume Genius (art pop/post-rock), cybergrind francés y Grima (black atmosférico francés), indie folk de NY

0. Los aprietos económicos empiezan a ceder. Desde el viernes 5 de abril todo está girando a favor.

1. Blood Dinasty (2025) de Arch Enemy. Estoy confundido. No soy experto en esta banda pero si recuerdo bien, era de melodeath, y ahora suena como una especie de combinación entre power metal, speed/thrash e incluso algo de como metalcore melódico, e incluso algo de heavy metal y metal sinfónico. Hasta los guturales cambiaron, aunque son permanentes, la primera mitad del disco es la más confusa, con algunos de los gritos como alternativos. La segunda mitad está más cerca del melodeath y la música extrema, aunque también tiene momentos de hard rock e incluso arena rock. Están muy bien ejecutados pero es definitivamente una especie de reinvención del sonido de Goteburgo que no se entiende bien. 3,2 de 5.

Vale decir que entre los datos curiosos, es que versionan el tema Vivre Libre de la banda de heavy metal, casi desconocida, Blasphéme, y que Federico Ferrini, el tecladista/orquestador de Fleshgod Apocalypse está invitado a hacer lo propio. Mi tema favorito es The Pendulum, en la que siento que el experimento de arena rock / power / melodeath salió mucho mejor. Bien por Alissa White-Gluz pero no es el disco para que ella brille como podría.


2. Lebensweisen (2013) de Nebelkrahë: Escuché la regrabación 2024 del disco debut Entfremdet, un black metal poderoso, perverso y vanguardita, como me gusta. En este caso, la banda alemana se escucha con riffs bastante básicos y chillones, con una muy mala calidad de sonido, salvo en los shrieks. La banda se acaba de separar en 2025 pero deja discos extraños, experimentales y osados, que vale la pena rescatar cada tanto, para escuchar momentos fuera de tono, progresivos o simplemente retadores, como arreglos acústicos, sinfónicos o directamente pseudo-electrónicos o no extremos, gracias a sintetizadores, voces femeninas y formas extrañas en pistas, arreglos percusivos o con instrumentos inesperados. 4,1 de 5. Por momentos me recuerdan a los primeros Arcturus, Ulver y Borknagar.

Sin embargo, en temas como Mut & Demut me recuerdan a Pan.Thy.Monium, por usar percusión latina, riffs de funk metal y otras extravagancias, que acercan al disco más a Mr Bungle que a Dimmu Borgir. Buena música extraña. 

3. Tsunami Sea (2025) de Spiritbox. Metalcore / djent / progresivo. Le puse 4,2 la primera vez. Maravilloso este disco, agresivo, duro y con momentos de dream pop geniales. 

4. Glory de Perfume Genius. Maravilloso disco del cantautor de Iowa, Michael Alden Hadreas, que se pasea con elegancia, sofisticación y atmósferas poderosas, por el pop ambiental y el indie folk en los temas más suaves, llegando al indie rock y el post-rock, con algunas guitarras potentes en otras. Sin sonar demasiado country ni costumbrista, las guitarras y arreglos acústicos colaboran con una atmósfera entre nostálgica y natural, que permite que la voz se apodere del universo. Genial, 4,2 de 5. 

5. Concrete (2008) de Whourkr: metal extremo experimental, que va desde el grindcore y el death hasta el breakcore y el noise, de Gautier Serre aka Igorr (Igorr, Corpo-Mente, Oxxo XooX) y Yann Coppier. Según RYM es cybergrind como Genghis Tron, lo cual se acerca, pero los franceses usan elementos distintivos, como música barroca y voces de ópera. Misterioso, sardónico y experimental, me gusta mucho. 4,3 de 5.

6. Nightside (2025) de Grima: black ruso con hermanos gemelos, acordeón ruso y máscaras de madera, con elaborados y artísticos vídeos. Al principio le puse 3,8 pero ahora lo escucho con más cuidado, notando que su black metal melódico está bien contenido y matizado, con un sonido pulido y desafiante, altamente producido, que le quita un poco de brutalidad pero le suma al ambiente. Creo que es súper interesante, con esos arreglos espacial con sintetizadores, tanto ambiente proto-sinfónico y las perversas polifonías, por ser distinto a otros congéneres atmosféricos. Sube a 4,2. 

7. Jellywish (2025) de Florist: indie folk / americana / slowcore que me gusta más que el promedio. Mucho mejor hechos, más ambient, no tan country y hermosamente grabado. 3,6 de 5. Me dio paz y me recordó a las bandas más alternativas del indie rock no noise. Son de Albany, Nueva York. Detrás del proyecto están Emily A. Sprague (voz principal, guitarra), Rick Spataro (bajo, teclado, sintetizador, coros), Jonnie Baker (guitarra, teclados, sintetisador) y Felix Walworth (batería).


29 marzo 2025

Power cyber melodeath ruso, progresivo/melodeath gringo, progresivo psicodélico italiano, brutal deathcore gringo, regrabaciones de Cobra Spell (heavy/hard rock), black melódico italiano, thrash costarricense y metal alternativo/pop rock

1. Rebuilding the Universe (2025) de Sunwalter: extraordinario álbum de power / melodeath /metal electrónico progresivo, que incorpora múltiples capas de guturales de forma teatral y avant-garde, arreglos experimentales que combinan momentos sinfónicos, pistas electrónicas, de sonidos incidentales y manipulaciones digitales, junto a muchos sintetizadores espaciales. Es black metal cósmico, operístico y bizarro, con mucho diseño de sonido. Son de Moscú, Rusia. 

Es una rarísima combinación, pero muy exitosa, en que riffs veloces de power con un sonido industrial, acompañados tanto de un bajo muy técnico, voces de soprano y un ambiente electrónico, expansivo y orquestal al mismo tiempo, con un concepto alienígena, así que en vez de post-metal, space rock o shoegaze, pero tampoco es ambient, sino más new age. Es como Karfagen pero más metalero o Unexpect pero electrónico. Hay algo de Covenant y Bal-Sagoth. Según ellos son Sci-Fi Metal. Puntos: 4,7 de 5. 

2. Ozai (2025, EP) de Nospūn: progresivo gringo que combina shred guitarrero, influencias del rock progresivo setentoso, melodeath y algo de black sinfónico, con sonidos del metal progresivo no extremo. Su debut, Opus (2023) es de lo mejor de ese año. Son de Charlotte, North Carolina, EEUU. Este EP es una reversión del EP del mismo nombre y cuando la banda era homónima, de 2014. Otra joya más, 4,7 de 5.


3. Acid Lake of Io I: The Alchemist's Dream (2025, EP) de Weird Blends. Progresivo / sludge / psicodelia, banda del multi-instrumentista italiano (Cerdeña) Davide Triolo, que se encarga de voces, guitarras, bajo, teclados y hasta la batería. Son tres temas, el final una suite de 17 minutos, en que hay momentos más post-metal, otros en que hay growls y sludge progresivo, otros más psicodélicos y finalmente, cambios inesperados de tiempos y tonos, para una experiencia cósmica brillante. 4,5 de 5.

4. Death Comes to All (2025) de Gates to Hell: Vibrante y monstruoso disco extremo que bordea las fronteras entre el brutal death y el deathcore, invocando viejos espíritus de la música más perversa llenando los riffs de armónicos, baterías de grind y hardcore, con guturales brutales y angulares, algunas de estas pistas misteriosas y fantasmales del death de los 80, más breakdowns profundos y lentos, bastante deathcore. Son de  Kentucky, EEUU. Sería algo como brutal deathcore, con canciones entre 1:30 y 2:30. Me gustaron, 4,2 de 5. 

5. Anthems of the Venomous Hearts (2025, EP) de Cobra Spell: La banda hispano-holandesa liderada por la holandesa/catalana Sonia Anubis ahora es un trío, y la venezolana Roxana Herrera ya no está en ella. Son temas clásicos de la banda, que originalmente fueron interpretados por el italiano Alex Panza, antes del 666, disco debut de 2023, y ahora regrabados con la voz de la española Kristina Vega, la nueva cantante. Súper cool, 4,2 de 5. 

6. Sanguinaria (2025) de Morcolac: un extraño black metal melódico, un shriek vampírico y guitarras chirriantes, pero los riffs parecen sacados de bandas de heavy, epic doom e incluso hard rock pero con distorsión gélida y algunas disonancias. Quizás puede acercarse a Yoth Iria o Watain, pero el sonido es más frío y originario, a veces como Samael originario, sobre todo por los sintetizadores fúnebres.

Power trío italiano conformado por Marco Dal Pastro (Bestia) en la batería, Nicolò Paracchini en los teclados y Riccardo Maestri (Sadomaster) en vocales, bajo y guitarra. Los sintetizadores a veces hacen que suena como una banda de rock psicodélico. Es realmente rara y muy buena por esas locuras. 4,3 de 5.

7. Templo de fraude (2025) de Necrólisis, banda de thrash/speed de Costa Rica, bien vintage y originaria, con un sonido regular tirando a bueno. Buenos riffs arpegiados de thrash, voces algo pobres y una batería que suena con demasiado reverb y algo encajonada. 3,5 de 5, pero las guitarras están muchísimo más arriba. El tema instrumental / guitarrero Rebelión en el Magreb es realmente bueno, y claro, lo mejor del disco. Sin embargo, a pesar de las voces punk y las letras demodé, aunque clásicas, hay momentos de speed y thrash realmente brillantes, en sus momentos instrumentales.

8. Surrender (2025, EP) de Amira Elfeky:  cantautora de Los Angeles que presenta una nueva colección de canciones entre variantes del pop y los tonos más duros del nu-metal, el rock/metal alternativo e incluso el djent. 3,5 de 5.

9. From the Shallows of the Mantle (2025) de Panthalassan: Después de unos buenos singles y un EP, sale el extraordinario álbum del trabajo del canadiense Jake Wright alrededor del power metal, el metal sinfónico y el rock progresivo, en que se combinan complejos riffs de power metal, interludios de acústicas, sintetizadores entre espaciales y misteriosos, algunas tonalidades góticas y al mismo tiempo, momentos llenos de energía entusiasta y épica, junto a contratiempos y extraños cambios de tiempo y tono, lo que contribuyen con un concepto tan intrigante como revelador, pues las habilidades técnicas van desenvolviendo la casi inextricable naturaleza de las canciones. Algo raro es que a pesar de los elaborados arreglos vocales de temas como Abalone hay un par de canciones con voces muy regulares y hasta pobres, como si fuese un compilado de temas en muy distintas épocas.

Les pongo un 4,6 de 5 porque con un vocalista más capaz, tendrían 4,9. Aunque hay temas mucho mejores, como Worth My Salt.

22 marzo 2025

EP de Manu Chao y lo nuevo de Imperial Triumphant (black/death disonante, avant-garde y progresivo de NY) y Cradle Of Filth (black sinfónico, melódico y vampírico), post-punk/noise/dance-punk, thrash extremo californiano, hip hop australiano, black n roll californiano, black atmosférico ucraniano

0. Sábado de doble entrenamiento de kárate.

1. Coracao No Mar (EP, 2025) de Manu Chao. Después de Clandestino, este artista hispano-francés sólo gira alrededor de su mejor momento como solista. Diría que 3,3 de 5. Homens es una letra nueva del tema King Of The Bongo sobre los hombres en portugués. 

2. Goldstar (2025) de Imperial Triumphant. Los maestros niuyorkinos del death/jazz/black disonante, avantgarde y progresivo llegan a su sexto álbum en plena forma. Canciones que evocan la época dorada del jazz en su ciudad, homenajeadas por medio de caóticas formas rítmicas que beben del trago majestuoso de combinar este arte estadounidense y metal extremo progresivo, se le añaden aún más extrañas tiempos y figuras melódicas que con polifonías y polirritmos hacen una enrevesada travesía por sonidos terroríficos, elegantes y perversos, como nos tiene acostumbrados. 

Pero ahora no hay saxofón ni jazz fusión, sino es un disco más dedicado al metal avant-garde y las posibilidades sónicas de la oscuridad configurada en una banda de metal extremo disonante, mientras por otro lado hay una paciencia en tiempos y progresión para ir desarrollando esas ideas que podrían haberse presentado demasiado sucias, apresuradas o estridentes, para después de reflexiones y reversiones, mostrar cómo se aprende también de la máxima capacidad ya demostrada para reconvertirse en la idea original de usar ideas de un género pero tocadas de otra forma. Además, hay algo de psicodelia, sludge y hasta industrial, así que es más Ulcerate que Atheist.

El dorado power trío enmascarado de Zachary Ezrin (voces, guitarras y orquestaciones), Kenny Grohowski (batería) y Steve Blanco (bajo, teclado, piano y voces) ya no sólo ofrece pasadizos y retornos infinitesimales, sino un diseño de sonido conceptual que se retroalimenta constantemente, por lo que parece que damos giros concéntricos por la ciudad y sus motivos musicales. Sin desmeritar el trabajo propio, el mejor tema indudablemente es Pleasuredome con los bateristas Dave Lombardo y Tomas Haake de invitados. 

3. The Screaming of the Valkyries (2025) de Cradle of Filth, si el Hammer Of The Witches era el regreso hacia el black metal, menos gótico y punketo, extremo pero melódico, este disco nos devuelve a la banda a los noventa en que amalgamaban la música medieval y barroca al metal, convirtiéndolo en un soundtrack de horror, sensualidad vampírica y elegancia gótica. 

Ahora este disco suena a un regreso de elementos como los riffs de NWOBHM, las voces femeninas combinadas con las narraciones góticas de Dani Filth, en una atmósfera musical que combina metal gótico y black melódico con violines y sintetizadores, pero la banda no se está imitando ni regresando a los orígenes, es un poco de esto y una nueva senda admitiendo quienes son realmente.

CoF seguirá siendo mayoritariamente gótico, pero también serán vampíricos con corpse paint. Así que volveremos a escuchar esos riffs de heavy/speed de los primeros discos, baterías en gallop e influencias del punk/post-punk, así como algunos clavicordios, también las guitarras distorsionadas y veloces a lo Vempire, Principle Of Evil Made Flesh y Dusk And Her Embrace, con ese raro ritmo de rock and roll con distorsión noruega y también usar grunts, shrieks a toda velocidad, chillidos y alteraciones barítonas que acompañan a lentos riffs apoyados de orquestaciones y ritmos a mid-tempo, más goth que rock, pero ahora los arreglos vocales de las sopranos son más más melódicos operísticos y las guitarras tendrán momentos sin distorsión.

Y este cambio vocal se debe a que a la llegada de Zoe Marie Federoff (Vivaldi Metal Project, Catalyst Crime - metal sinfónico, Atrocity), la quinta tecladista/cantante de la banda pero con experiencia en bandas de power y black sinfónico. El otro cambio relevante es la entrada del guitarrista Donny Burbage (Aether Realm). 

Mi tema favorito, el final, Malignant Perfection. Puntuación, 4,3 de 5.

4. Soft Spot (2025) de Honningbarna: disco estridente, raro y experimental, que se pasea por el noise rock y el post-hardcore pero dentro de tanta explosividad y brillo de las guitarras, hay mucho espacio para derivaciones agresivas de la electrónica como synth-punk y dance-punk. El resultado es una especie de post-punk muy estridente o un hardcore punk demasiado bailable. A veces me recuerdan a una versión muy industrial de Porno For Pyros. 

Aunque estos noruegos por momentos, que suenan muy ingleses, también usan polifonías y capas de muchas guitarras, que incluyen algunas en trémolo picking y teclados como si fuese black sinfónico, e incluso blast beats para combinarlo con indie rock, hardcore punk y mucha electrónica de los 90, desde deep house a techno.
Bueno, 4,2 de 5. 

5. Wrath and Ruin (2025) de Warbringer: extraordinario disco de thrash extremo de esta banda de Ventura, California, que sólo usa guturales entre un extraordinario shriek y la voz rasgada de Kreator, e incluso esos falsettos metaleros que pueden ser vampíricos, con arreglos de melodeath y black melódico, así como una batería que suena al death de Florida de los 90 en el uso de los platillos. Me gusta muchísimo esta banda que une generaciones y es tan brutal con una producción tan transparente.

Como en el disco anterior, Carlos Cruz, ya no sólo se encarga de la batería sino agrega varias guitarras rítmicas, acústicas y limpias, teclados y compuso ocho de los temas. La banda también tiene al bajista Chase Bryant (ex Pomenagrate Tiger y de ONI), el guitarrista Chase Becker (Exmortus) y el fundador Adam Carroll, una combinación de experiencias que hacen que esta banda combina influencias europeas, estadounidenses y de world music. Maravilloso, 4,8 de 5.

6. Broken Syllables (2025) de C.Rae: después de no sé cuántos singles y colaboraciones, segundo disco de este rapero australiano. Suena como al hip hop/RnB más dramático, con alguillo de horrorcore a veces y en otras parece algo parecido a Eminem/Dr.Dre. Termina siendo algo aburrido por repetitivo, 3,3 de 5. 

7. Гра тіней (Shadow Play) de Drudkh: decimotercer disco del grupo ucraniano black atmosférico compuesto por Roman Sayenko (Роман Саєнко) en guitarra y bajo, Роман Благих (Roman Blagih) en voz y teclados, Taras en el bajo y Владислав Петров (Vladislav Petrov) en la batería, aunque no está demasiado claro si ese es la alineación oficial.

El primer tema, tan largo como los demás, entre 7 a 12 minutos, es puramente folk y luego escuchamos un black rápido, enfocado en contrastar en claroscuro un blast beat y guitarra de fondo muy old-school con teclados al frente con una propuesta más melódico e incluso sinfónica, como si convivieran las dos formas del género al mismo tiempo en una reconciliación de sombras diversas. 

8. Cult of the Serpent Sun (2025) de Nite: me gustan mucho las bandas que toman sonidos del rock para transformarlas en metal, haciendo una alquimia de distorsión y efectos sobre riffs que cabrían perfectamente en bandas mucho más antiguas como mis grandes favoritos, Tribulation y Kvelertak, y claro, Ghost.

En este caso, los riffs de rock and roll y heavy metal, tipo Maiden y Judas, son presentados en un altar de sludge, black y doom. Así esta banda de California sustituye las voces magistrales y operáticas por un shriek misterioso, conservando los tropos del heavy a mid-tempo, sin gallop ni sintetizadores, sino directamente usando los mismos riffs y las dobles armonías pero con distorsión más metalera, muchos reverb y una oscuridad más dura que la de Ghost sin llegar al black gótico de Tribulation. 

26 febrero 2025

Thrash/death brasileño, metalcore/pop-punk francés, djent electrónico australiano, drone/space ambient francés, new age/ambient (Brian Eno), death técnico sueco, lo nuevo de Swans (post-rock / post-punk / gothic noise), death/black francés, glam/hard rock noruego

0. Amo los miércoles, y hoy lo usaré para trabajar hasta tarde en un par de tigritos que tengo y en preparar la clase para mañana.

1. Agony (2016) de Nervosa: thrash/death femenino y brasileño poderosísimo, con un shriek profundo realmente punzante y brutal, riffs que hacen honor a su herencia y suenan a los grandes, especialmente Autopsy y Pestilence por un lado y Kreator y Exodus por el otro, combinando esas dos vertientes en un gran delta de música extrema, rápida, agresiva y demoledora. El power trío era entonces Pitchu Ferraz en la batería, Prika Amaral en guitarras y segunda voz (ahora voz principalmente nada más) y Fernanda Lira en bajo y voz líder, quien se fue para fundar Crypta. Qué genialidad terminar con el tema Warfayrer, con intro y outro de blues / jazz vocal, qué maravilla. En Spotify.

2. Singles de Lifeboats, qué buena banda de metalcore, post-hardcore y pop-punk de Lyon, Francia (otra recomendación propia de Deezer, el Spotify francés). Me gustaron mucho. 

3. Make them suffer (2024) de Make them suffer: genial djent/metalcore electrónico australiano, con increíbles riffs enrevesados, contratiempos divertidos que incluyen breakdowns y cortes de nü-metal, voces femeninas, teclados y pistas de techno y drum n bass, cortesía de la sexy y talentosa Alex Reade, quien también toca la keytar. Eran una banda de deathcore sinfónico en 2012 aunque la evolución me parece genial, conservando todos los guturales del deathcore, que tienen una asombrosa calidad y poder, agregando algunas voces limpias, otras más matizada y dándole un cariz de metal alternativo realmente apreciable junto a los sintetizadores. 4,5, fácil. En Spotify.


4. Solar Transmissions (2025) de Atomiste. Proyecto de drone, noise y ambient del multiinstrumentista francés Atomiste, que consta de tres extensas composiciones entre 17 y 23 minutos y quien describe este álbum como una exploración sonora de conceptos solares y espirituales, mediante el uso de "frecuencias binaurales". Me gustó, es relajante, según RYM, es Drone, Space Ambient y Tape Music. La sentí lejos de su This Is Beyond All of Us (2025), más nu jazz y según él, su obra maestra. En este caso, 3,5 de 5. En Bandcamp.

5. Bloom: Living World - Brian Eno x Bloom con Peter Schilvers, dos pistas, de 62 minutos y una versión single de 5 minutos de Ambient y New Age. Este proyecto reimagina la aplicación generativa de música y visuales Bloom, desarrollada por ambos en 2008. Originalmente, "Bloom: Small World" se lanzó en octubre de 2024 como un Amazon Original, acumulando más de 17 millones de reproducciones en sus primeros tres meses. Para complementar la experiencia auditiva, se ha creado un video original generado a partir de la aplicación, que ha superado las 120,000 visualizaciones en YouTube. Me hace pensar en el Biophilia de Björk, con ese proyecto multimedia y multiplataforma, casi museístico, de "música viva" e inmersiva. En Spotify. 3,5 de 5.

6. Circle Of Giants (2025) de moe.: banda de rock progresivo / jam band / psicodelia, formada en la Universidad de Buffalo en 1989. Así que en este disco hay de todo, desde mucha psicodelia setentosa con Hammond hasta stoner con distorsión fuerte, algo de country, blues, jazz y progresivo, así como algo de space rock y hasta funk-rock y samba.

Es el decimocuarto álbum de estudio, en el que incorporan al multiinstrumentista Nate Wilson, que añade mucho de lo psicodélico de los años 70. Bastante bueno, aunque a veces siento que demasiados elementos distintos, el balance es altamente positivo. 4,2 de 5. En Spotify. 

7. Psalmus Mortis (2025) de Retromorphosis: death metal sueco, atmosférico y técnico, con referencias al old-school -incluyendo algo de brutal death- entremezcladas con estructuras técnicas y progresivas contemporáneas, con un buen gutural bestial y arreglos súper hábiles, aunque el sonido no es el mejor, aunque orgánico está demasiado hundido.

Tiene teclados de fondo similares a los de las bandas de black sinfónico y de death/doom de los 90, aunque los riffs de guitarras, bajo y batería son muchísimo más complicados y veloces, como de death/thrash progresivo, alcanzando niveles estratosféricos de calidad interpretativa, mientras mantiene un ambiente misterioso y oscuro, incluso frío y también vintage, que me recuerda a Penetralia de Hypocrisy, aunque con predominancia de la precisión y la velocidad instrumental como en Atheist o Pestilence. 

Parecen querer conjugar la energía oscura de los primeros del death progresivo con un sonido misterioso del doom/death por medio de atmósferas y teclados. Este proyecto marca el resurgimiento de miembros clave de la influyente banda Spawn of Possession, incluyendo al guitarrista Jonas Bryssling, el vocalista Dennis Röndum, el bajista Erlend Caspersen y el guitarrista Christian Münzner (ex-Obscura, ex-Necrophagist), junto con el baterista KC Howard (ex-Decrepit Birth). Me gustaron más originalmente, aunque la calidad del sonido y la derivación vocal tan cerca al trabajo de Peter Tagtgren me parecen puntos bajos. 4 de 5 porque la música es realmente asombrosa. En Spotify.

Debo destacar el trabajo del bajista, noruego que tocó en seis discos de Blood Red Throne, en Igorr, en Deeds Of Flesh y el trabajo solista de Christian Muenzner.

8. I am a tower de Swans: anuncian nuevo disco con un single de 19 minutos que según RYM tiene de toda vaina: Post-Rock, Experimental Rock, Drone, Krautrock, Totalism, Poetry, Art Rock, Post-Punk y Gothic Rock, que además lo puntúa con el mejor single del año hasta ahora. Me parece bueno, aunque demasiado gótico/80 para mi gusto en la primera parte. Grande el tema Tinted Civic de Crippling Alcoholism, tomando el post-punk y el goth rock y llevándolos a nivel de noise metal, brutal, mucho mejor para mí. En una similar diferente está el tema Heathen de Deafheaven (que empieza como un dream pop/post-punk con voz limpia y se va desarrollando como blackgaze/psot-metal en sonido, con shrieks que mantienen polifonías con guitarras en trémolo y sintetizadores ochenteros bailables de fondo), logrando algo extraordinario, pesado, muy técnico y sorprendente. Inertiae de ...And Oceans, empieza como un black/death sinfónico y brutal, para luego convertirse en cybermetal, lleno de techno, para convertirse en el más reciente black sinfónico aunque más pesado y tradicional que lo que le conocemos, me gusta el cambio aunque habrá que escuchar más. Cosa rara (en la playa) de la colombiana Lucrecia Dalt con la jazzista Mabe Fratti (grandiosa canción de electrónica latina, dub y jazz oscuro). Dos singles nuevos de Morcheeba, bien funk y orquestales, chéveres. Cuatro nuevos temas de Dirty Projectors, con un art pop / chamber pop muy cinemático, con voces muy bellas, me pareció hermoso y refrescante, una alegría. Otro tema nuevo de Architects con House Of Protection (Brain Dead), bien electrónico, metalcorero y furioso, con nu-metal y parecido a SOAD por momentos.

9. Witnessing the fall (2010) de Svart Crown: segundo disco de la banda de black/death metal francés brutal: furioso, sucio, rapidísimo y técnico, lamentablemente separados, uniendo varias generaciones de la música extrema más veloz y precisa. 

Logran, con mucho éxito y como pocos, unir el sonido denso y subterráneo del black atmosférico de Deathspell Omega con la habilidad técnica y monstruosa del death de Immolation, junto al death progresivo y disonante de Ulcerate, añadiendo además un ángulo propio de estructuras extrañas, combinando el thrash/speed de los 80 con imposibles formas de metal progresivo y alucinantes arreglos de brutal death, además de tiempos oscilantes, con una cadencia perversa y un groove mediado por la potencia polirritmica.

Su cantante está ahora con Igorrr. Brutalísimo este disco, destructivo y avasallante, con riffs afilados, con melodías disonantes y polifónicas, para crear esas extrañas atmósferas opresivas y claroscuras, más una batería demencial y durísima, profunda, y un gutural procesado para añadir una capa de rareza y una vibra entre industrial y progresiva. Muy buenos, 4,6 de 5. En Spotify. Como Behemoth pero sin aburrir.


10. Invasion 2 (2025) de Invasion: heavy metal melódico / hard rock noruego que me hace pensar de inmediato en Voyager, aunque mucho más glam y AOR, quizás más cerca de Poison, MOtley Crue y GnR, siendo claramente menos progresivo. El sonido es realmente muy bien cuidado, con cierta textura electrónica mejorada por un sonido contemporáneo de guitarras más presentes. Es un revival absolutamente aunque con un toque tan moderno que me agrada, menos cursi y con más influencias del hard rock y el heavy aunque las keytars y los sintetizadores están clarísimos. Divertidísimos, punto. En Spotify. 4,2 de 5.

21 febrero 2025

Pop-punk/metalcore (A Day To Remember), black/death francés, sludge/black suizo (Novarupta), metalcore/melodeath californiano (Bleeding Through), black alemán, NWOBHM/speed, grandioso doom/folk sueco, post-black sinfónico francés, lo nuevo de Astropical

1. Adelanto del BIG ONE ALBUM Vol 1 de A Day To Remember, el proyecto de un disco múltiple. Temas de pop punk/metalcore que exhuman muy bien el extracto de juntarlos, entonces hay mucha melodías del nü-metal y el pop punk más comercial, voces limpias y gruñidas, coros punketos pero accesibles, distorsión gruesa aunque no extrema, líneas pegajosas y breakdowns aunque mediados por influencias electrónicas y pop rock. Generalmente bastante entretenido.

2. Noir Berger (2025) de Initiation: black/death francés furioso, épico y con largos temas. Recurre a elementos del black nórdico de los 90, muy a lo Dissection, y mucho de los enrevesados arreglos del black/death europeo sinfónico y europeo originario, influenciado por música e ideas místicas y cósmicas, a lo Carach Angreen, Bal-Sagoth, Ancient y Limbonic Art, para producir una bestia que combina guitarras entrecortadas y complejas de fondo que sirven de andamiaje a otras más directas y brillantes, produciendo polifonías perversas adorandas con solos de guitarra a mid-tempo y melodías románticas del black melódico neoclásico y dramático, quizás abusando de los efectos de risa malvada simulada en los shrieks, aunque con voz semi-gritada en narración que también invoca a Summoning.
Bastante bueno, aunque a pesar de la habilidad técnica y los arreglos, no me excitó tanto lo elaborado como la potencia de la música. Una referencia, le pongo 3,9 de 5. En Spotify.

3. Astral Sands (2025) de Novarupta. La obra solista, semi-grupal, colaborativa y de sludge/black/post-rock de Alex Stjernfeldt, también de The Moth Gatherer, Young Acid, Child y Grand Cadaver, quien invitó a media docena de músicos con quienes comparte en las otras bandas, como Martin Wegeland (Slomatics, Young Acid, Domkraft - con un maravilloso discos de sludge/doom/psicodelia de 2024 llamado Sonic Moons), Per Stalberg (Domkraft y Child), así como a varios de la escena doom/slugde como el músico de folk/blues Fabian Brusk-Jahn, Jonas Mattesson (Year Of The Goat),  Arvid Hallagard (Greenleaf) y Patrik Wirén (Misery Loves Co.). El disco se quema lentamente, con pausas y con arreglos que hay que escuchar poco a poco. 3,7 de 5. En Spotify. Ni de lejos lo mejor que han hecho.

4. NINE (2025) de Bleeding Through: por el otro lado, esta banda californiana de metalcore apela al melodeath, deathcore, groove metal e incluso algo de metal sinfónico, con muchas voces femeninas, un gutural entre el metalcore de Lamb Of God y algo un poco más cercano al black melódico, hace un discazo que combina melodías extremas, rock electrónico, blast beats durísimo y arreglos orquestales e industriales con densas atmósferas de metal contemporáneo que no afloja ni se rinde sino se reinventa para conformar una combinación explosiva que conquista con breakdowns, puentes, coros y riffs corrosivos. Muy bueno el tema con Andrew Neufeld (Comeback Kid). También Doc Coyle de Bad Wolves está invitado como guitarrista en un tema, y Brain Fair, cantante de Shadows Fall.
 
Genial, 4,7 de 5. En Spotify.

5. Black Plasma Armour (2025) de Membaris: black metal alemán realmente bueno, melódico, complicado, sucio, disonante y furioso, con temas largos y un buen sonido, entre atmosférico y veloz. Vale destacar que los cuatro músicos grabaron guitarras, incluyendo el baterista cantante y el bajista. 4 de 5. En Spotify.

6. Can't Take Away the Fire EP 2025 de Raven: NWOBHM/speed/heavy de Newscastle reubicados en Nueva York. Buenísimos en el género. 4,5 de 5. En Spotify. Hay tres distintos bateristas de distintas épocas de la banda en los temas. 

7. A Plague Upon Thee (2025) de Apocalypse Orchestra: el doom está viviendo un año glorioso en 2025, y esta es otra gran prueba. Después de los discazos de Avatarium y Pentagram, ahora este doom/folk sinfónico, épico y medieval, de altísima calidad. La voz limpia y épica junto a los sintetizadores espaciales y los sonidos autóctonos alcanzan momentos memorables, con un folk metal medieval poderoso, emotivo y encantador. El tema final, Saint Yersenia, de casi 9 minutos, se acerca incluso al viking metal con coros épicos y líneas vocales extensísimas. Les doy un 4,3 de 5 pero tiene momentos mucho más altos. En Spotify.

8. Wilhelm (2025) de Decline of the I: se puso bueno este viernes con este disco de post-black metal / black metal sinfónico, con coros góticos, gritos desesperados, shrieks profundos, sonidos atmosféricos y ritualistas, buenos riffs en trémolo picking, rematados con una batería audaz y con blast beats. 

La producción vocal es grandiosa, con gritos fantasmales, guturales profundos, capas superpuestas y unas guitarras que evocan distintas disonancias, gélidas, vaporosas y tenebrosas, que van tomando turnos para espantar e invocar demonios. Comparten guitarra con los también black franceses Merrimack, e invitaron a su cantante, Vestal, a un tema.

Hay momentos en que es más sinfónico y gótico, otros más ocultistas y voraz, otros infernales y melódicos, siempre contrastando los agudos de shrieks y guitarras con la densidad de la parte rítmica. Los arreglos orquestales recuerdan a Dimmu Borgir por momentos aunque la combinación con guitarras es más Septicflesh, con ritmos experimentales, cambios drásticos y elucubraciones progresivas, a veces puramente avant-garde.

Los efectos sonoros, entre puramente espantosos y académicos, que recuerdan por momentos a bandas de power electronics como The Body y Full Of Hell, ya que también usan ese grito de witch house tan chirriante, así como la batería colosal y las voces femeninas aterrorizantes me hacen pensar también en Terra Tenebrosa. Una joya escalofriante, el quinto disco de este cuarteto parisino.

Puntos: 4,7 de 5. En Spotify.

* Perspectiv se puso pesado. En el tema Erika ya no sólo hay progresivo o djent, sino blast beats y guturales, así como baterías hardcore punk. Un tema increíble de jazz/música experimental/académica, el tecladista Vijay Iyer y el trompetista Wadada Leo Smith – Procession: Defiant Life. Según Stereogum es la canción final de un disco conjunto, después del primero hecho hace 9 años, en que dedican temas a líderes caídos, incluyendo Patrice Lumumba. Me gustaron también los de Ghost Bath (muy progresivos y experimentales), Clay J Gladstone (rockero y divertido, con fusión de swing) y demasiado el de Panzerballett, totalmente jazz-rock progresivo. Muy buenos también los temas de speed/heavy de Armory y el Lord Humungus de Black Label Society. Otro buen tema seductor, pop y alternativo de Ed Maverick, deathcore pontetísimo de GAI y Emmure. Maravilloso el tema de rock/metal progresivo de Nospün. Illusions en vivo y en versión orquestal de Cypress Hill, maravillosa. Divertido el tema Knightclub de Feuerschwanz, jugando con metal medieval y electrónica. Singles de Oasis de los noventa remasterizados, entre regular y potentes. Teramaze: maravilloso prog.

9. Astropical (2025) EP de Astropical, el proyecto de Rawayana y Bomba Estéreo. Creo que está muy por debajo de la calidad de ambas agrupaciones, con momenticos interesantes, aunque no demasiado. 3 de 5. Hay que escuchar el disco completo a ver. En Spotify. Aunque algunos temas parecen simplemente de una de las bandas con el otro de invitado, el tema Corazón Adentro me pareció peligrosamente patético, casi de jingle político.

10. Machine Starts to Sing EP 2025 de Porridge Radio: el quintento de Brighton, Reino Unido, de folk y rock indie, edita cuatro canciones que inician suaves y en este género pero van creciendo hacia el post-rock y slacker rock, con algo de shoegaze. En Spotify. Muy bueno, 4 de 5.

11. Lemmon lintu (2025) de Mastord: magnífico metal progresivo finlandés con frecuentes arreglos sinfónicos, en tonos góticos, con muchos pianos, cellos, flautas y cuerdas, cantado en una intrigante voz limpia en finlandés. Es un power trío, e invitaron al ex-baterista de Omnium Gatherum, Jarmo Pikka, para grabar el instrumento. Me pareció un disco magnífico, extraño y aparentemente simple, con riffs arpegiados fascinantes, momentos siderales de rock progresivo con Hammond y mucha técnica para combinar distintos instrumentos en tiempos y ritmos extrañísimos. Sus melodías son lentas, siempre apoyadas por muchos instrumentos académicos y combinando claroscuros armónicos sin estridencias, revelando distintas capas de la composición. 4,5 de 5. En Spotify

12. To Live In A Different Way (2025) de Love Is Noise: con los noventas en las venas, este es el larga duración debut de una banda de dinámicas y contrastes perennes, pues al combinar rock y metal alternativo, con dream pop y shoegaze, pasean entre géneros y combinándolos mostrando distintas personalidades que vivieron en esa época. En algunas canciones se notan fuertes influencias de Slipknot, Glassjaw y Deftones, en otras quien manda es Placebo y en muchas otras parece ser Radiohead o Blur.

Entonces, aunque pueden sonar noventeros: algunos segundo son indie, en otras post-grunge y la mayoría de las veces shoegaze, nü-metal o post-hardcore, con coros reverberados que llaman a la calma, la world music entrando por las ventanas, la experimentación electrónica y el jugueteo con el pop noise. Otras son screamo, post-metal y hasta se escuchan melodías de britpop.

Por ejemplo, sin ningún límite real, en el tema take.one.minute son post-black metal en un minuto y grunge en otro, para luego divertirse entre el space rock, el shoegaze y rock alternativo. Algo similar pasa en la corta y quizás más genial, Jawbreaker, que pasa de la locura metalcore a la calma grungera. Es la obra solista de Cameron Humphrey, quien viene de hacer deathcore/metalcore con Lotus Eater. En Spotify. Un 4,5 de 5.

13. Fall To Ruin (2025) de Die Tonight: es extraño (y atractivo) porque aunque suena por muchos momentos a una banda de metal extremo, muchas veces es una polifonía con metalcore y hasta rock alternativo, especialmente porque coinciden los doble bombos o los blast beats con coros polfónicos entre góticos y metalcore.

Así que puede sonar por a una banda de death metal progresivo, que incorpora metalcore, melodeath y hasta groove metal, lo que hace que se escuchen muchas voces limpias de metal alternativo y permanentes shrieks mediados por capas e intervenciones. Los riffs, arpegiados y complejos, suenan como si Trivium y Mayhem tocaran una guitarra cada una, e incluso a veces como si fuese Voyager o AC/DC tocando melodeath sueco con guitarras procesadas de trance metal, sobre una batería programada y coros reverberados.

Según Metallum es melodeath progresivo (y antes una banda de metalcore). Es el dúo de Bristol, Reino Unido, compuesto por Christopher Norris grabando guitarras, bajo, batería programada, voces, composición y producción, y Alex Dorrington en voces principales, composición, producción, ingeniería, mezcla y masterización. En vivo los acompañan Matt Dobroczynski en guitarras, Dario Petraczek en el bajo y Marcelo López en la batería.

Es básicamente avantgarde y experimental. Me gustó, 4,3 de 5. En Spotify. No sacan más porque creo que falta producción vocal en las partes limpias, unas guitarras más definidas y con una batería real.