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02 marzo 2025

Power progresivo sueco, otro disco instrumental de Dj Muggs (hip hop), pop/R&B/indie folk alternativo francés (Oklou), death/doom mexicano, progresivo sinfónico alemán, progresivo demencial internacional, metalcore/post-hardcore canadiense, hardcore metálico de Liverpool y lo nuevo de Thundermother (rock and roll / heavy)

0. Domingo sin kárate, preferí quedarme en casa.

1. Set It Free (2025) de Enbound: power progresivo y sinfónico, con momentos AOR, que me agrada más que los clásicos y sin llegar a ser la versión con goth más comercial ni tampoco la potente con speed metal o potentes orquestaciones, ni el clásico europeo old-school, así que estoy feliz con su voz limpia y épica no operística, sus sintetizadores de los 80 sin Hammonds y sus momentos de riffs de thrash y toneladas de arreglos rítmicos de altísima complejidad. El disco en su segunda parte le da más peso a esto y menos a sintetizadores, usan voces más épicas y pianos en lugar de sintetizadores. Es realmente un disco genial del cuarteto sueco. Me gusta mucho, 4,4 de 5. En Spotify.

2. Notes & Tones (Second Vintage) de Dj Muggs y Stone Alliance: segunda versión del más reciente trabajo solista del productor más asociado a Cypress Hill. Hip Hop instrumental con mucho jazz afro cubano (de Stone Alliance) y una versión al parecer alternativo de un disco mucho más profundamente metido en el jazz que espero escuchar pronto. Por ahora, 3,8 de 5. En Spotify
3. Choke Enough (2025) de Oklou: synthpop, espiritual jazz electrónico y algo de R&B en un disco pop que finalmente admito que no está totalmente derivado del trap, de Björk ni de la música hyperpop. La vocalización no es sólo etérea o radiable sino tiene scat. Debut de esta cantante francesa, que antes hizo un soundtrack de videojuego, enclavada en el pop alternativo, basada en trance, ambient, indietrónica, R&B alternativo y vapor. 

Su nombre real es Marylou Vanina Mayniel. Aunque el disco inicia con coqueteos de su pasado como pianista y cellista clásica, con música casi MIDI y bastante inofensiva, luego hay canciones más densas, con guitarras y pistas de diversos instrumentos, más cerca de la folkotrónica, el indie folk e incluso de la música analógica. Me gustó, 3,7 de 5. En Spotify. El arte del disco es terriblemente malo.

4. Phantasmagoria: Hexed Lands (2025) de Matalobos: extraordinario death/doom mexicano, con shriek perverso y ruidoso, voces operísticas hermosas y emocionales, con polifonías compuestas por melodías doom de belleza oscura y distorsión fría, con muchos arreglos folk realmente sorprendentes, desde trompetas de clásicas a guitarras acústicas, por medio de interludios y a veces superpuestas a momentos de tensa calma de instrumentación a mid-tempo o menos, aunque es más metal progresivo sofisticado que doom, y que luego revientan en oscuras dobles armonías de guitarra de melodeath.

A pesar de las clarísimas y dominantes influencias del death/doom europeo, tienen una aproximación muy pulida y conceptual, con canciones riquísimas en detalles y un sonido cristalino, más cambios de atmósferas que revelan una producción paciente y detallista. Incluso por momentos, entre las voces masculina, limpias y atmosféricas, las guitarras haciendo solos en solitario, parece que estamos más cerca del post-rock y el rock gótico que del metal.

Estoy indeciso si los arreglos de flamenco, mandolina y trompetas clásicas, sin casi ningún detalle mexicano, es algo bueno o extraño. Con temas en español e inglés, con voces femeninas a gritos desesperados y distintas técnicas raras, se me parecen por momentos a Solefald o Folterkammer, incluso a The Anchoret. Me gustan, son desafiantes, 4,5 de 5. En Spotify.

5. Here Be Dragons (2025) de Avantasia: power metal alemán sinfónico y colaborativo, el trabajo de la vida del tecladista y cantante Tobias Sammet (Edguy), lleno de momentos de hard rock, AOR y  heavy metal. Es uno de esos proyectos con muchos invitados y ópera rock. Este disco parece sonar en un camino entrelazado entre Europe, Queen, Bon Jovi, el trabajo solista de Bruce Dickinson y Rhapsody, así que es muy variable porque por momentos es power ballad casi glam, y en otros thrash/power progresivo y en otros épicos y emotivos temas de heavy sinfónico. Hay un poco de todo, 3,8 de 5 pero quiero escuchar el primer disco.

6. On Shoulders Of Giants (Ep, 2025) de Seventh Station, banda internacional de metal progresivo con músicos de Israel, Eslovenia, Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido, que es orquestal, intrincadísimo, pesado y con tiempos extraños, en canciones de densa fusión entre el space rock, el folk metal y lo ampliamente progresivo, que va desde invocar sonidos de Medio Oriente rematados con shrieks perversos, voces épicas, operáticas y folclóricas, sintetizadores ochenteros y complejas estructuras en cada canción, que van desde lo que haría Fantomas o Dream Theater a locuras tipo Thank You Scientist o Buckethead.

La banda incluye Davidavi Dolev, cantante de Subterranean Masquerade, el baterista eslovaco Grega Plamberger (Cordura), el guitarrista bielorruso residanciado en Eslovenia Dmitry Alperovich (productor), el tecladista turco Eren Başbuğ (productor, programador y editor) y el bajista ucraniano Alexey Polyansky (aunque aparece en este disco acreditado, la banda tiene al bajista Laurent Da Pra como miembro desde su fundación también). En lugar de ciudades, cada tema evoca un posible lugar común sobre una cultura o ubicación geográfica. En esta reseña, con comentarios de Dolev, se explica que cada tema es una reinterpretación de una pieza de un compositor académico del siglo XX.

En el tema Melodía Sentimental se ahondan en la música ibérica/flamenca y de forma similar en el tema final, Nagasaki Kisses, se vuelven al metal progresivo más alocado en tiempos y tonos, con toques circenses y experimentales, enfocados en el avant-garde, como si Frank Zappa hiciera metal progresivo. Es una maravilla, 4,7 de 5. En Spotify

7. Antibloom (2025) de Silverstein: metalcore / post-hardcore, es el primero de un proyecto doble de la banda canadiense de post-hardcore Silverstein. Este primer disco tiene influencias de bandas de synthpop ochentero transformadas por guitarras poderosas, gritos screamo y algunos breakdowns explosivos, que los enmarca en mallcore screamo, pop punk y metal alternativo, con muchos buenos gritos y coros a voz limpia, arreglos metaleros, estructuras pop y fusión que incluye electrónica. Me gustó, quiero ya el otro disco, este fue corto con solo 8 temas. 4,2 de 5. En Spotify.

8. He Watches In Silence (Ep, 2025) de God Complex: metallic hardcore de Liverpool, Reino Unido, lleno de shrieks, growls y gritos sobre riffs chirriantes, aserrados y en tiempos de deathcore, con una batería precisa y destructiva de brutal death técnico, con un sonido transparente, sobre todo en el redoblante sobre un sonido sucio y brumosa. Buena combinación de varios mundos y formas de la música extrema, realmente duro y entretenido, apenas con melodía. Algunos señalan que podría ser nu-metal, beatdown hardcore e incluso metalcore, pero creo que es muy pesado para todos estos casos. 4 de 5. En Spotify.

9. Dirty & Divine (2025) de Thundermother: poderosísimo quinteto femenino de hard rock de Suecia, que es igualmente potente, divertido, con una voz agresiva tipo Doro y riffs veloces y creativos, con mucha calidad interpretativa y recorriendo distintos ángulos del géneros, a veces más rock and rolleras y otras veces llegando al heavy metal, es cuero, metal y elegancia para patear traseros. 

04 febrero 2025

Chamber pop / indie folk neozelandés, pop punk australiano, post-metal/rock escocés, rap metal / hip hop industrial, black metal atmosférico, progresivo australiano y free jazz/noise rock avant-garde italiano, death/black sucio canadiense, power progresivo noruego, nü metal israelí

1. Asphodels (2025) de The Veils: banda neozelandesa residenciada en Londres, de rock, indie y folk independiente según Sputnikmusic aunque RYM los ubica más adecuadamente como Chamber Pop. Muy bien hecho pero muy poco emocionante, 2,5 de 5.

2. Toy (2025) de Dear Seattle: pop punk australiano, genérico y muy derivativo, aunque bastante bien hecho. 2,7 de 5. 

3. Cleave (2025) de Beneath a Steel Sky: post-metal escocés con sonidos doom, space rock y ambient, que combina la dureza y expansividad de Cult Of Luna o Russian Circles con sonidos más suaves, elegantes y con voces limpias más post-rock. Y aunque tiene menos progresivo y jazz/rock que otros compañeros, el trabajo de guitarras, arreglos minimalistas y en capas le da su propia coloración, entre disonancias, arpegios y ardientes notas agudas casi exasperantes. A veces suenan a The Ocean Collective. Me pareció un discazo, 4,6 de 5. En Spotify

4. I Lay Down My Life For You (Director's Cut - 2025) de JPEGMAFIA: el hip hop hardcore y experimental con guitarras de nu-metal presenta este compilado / reedición de su disco 2024 que de nuevo asombra, entretiene, hace sonreír, cabecear y bailar. Es oscuro, es innovador y brutal. 4,5 de 5. En Spotify.

5. Allegheny Rains (2025) de Theophonos. Mathcore / black disonante de Jimmy Hamzey (también Serpent Column) al estilo entre Hoplites e Imperial Triumphant, sin el encanto ni avanzada interpretación de ninguno de los dos, aunque tiene muy buenos momentos en que lo melódico y lo agresivo se juntan. Tiene muchísimo mejor sonido que su EP anterior de 2024, Banishment.

Sin embargo, y aunque al principio del disco asoma que usará ritmos básicos de rock and roll y garage punk que va desarrollando con más o menos fortuna al fusionarlos con ritmos frenéticos de black metal y grindcore, arreglos corales y sinfónicos muy avezados y complejidades matemáticas, en conjunto se queda en general en un disco más extraño que completado. 3,7 de 5 aunque tiene canciones y/o momentos de 4,2. En Spotify.

6. Chains (2025) de Taliesin: muy simpático metal progresivo de Canberra, Australia, que tiene lindezas del pop y los avanzados artilugios de lo progresivo, con una voz limpia y arreglos orquestales épicos que suenan casi juguetones. La atmósfera es oscura, algo post-punk aunque lo que domina es un bajo progresivo, denso y casi sludge que está rodeado de metal progresivo bastante guitarrero. 4 de 5. En Spotify.

7. Carboniferous (2009) de Zu: locura mathcore, noise rock, metal avant-garde, brutal prog, con techno y jazz punk / avant-garde. El sonido es denso, como de sludge e industrial, en la que el saxofón suena como tocado por Ministry. Así que la improvisación del jazz, las posibilidades de la música experimental y la suciedad del rock/metal se estrellan como luego harían Black Midi y The Mars Volta. Sin embargo, Zu es más metalero, más noise y más destructivo en sus búsquedas. 4,8 de 5. En Spotify.

8. Violation.Strife.Abominate (2025) de Revenge: un black/death canadiense sucio, lo-fi y brutal, pero de muy mala calidad y sonido. 2,3 de 5.

9. Singles de Squid, en la que brilla el tema Crispy Skin, un tema de seis minutos que tiene indietronica, post-punk y kautrock, entre otros. Son una banda de Londres que se las trae. Me recordaron a Plastic Beach. Singles de Cryptosis, thrash metal técnico y progresivo holandés, poderosos y creativos.

10. Face our fear (2025) de Ebonheart: fascinante banda de power metal progresivo noruego, que echa mano de decenas de géneros y estructuras, que incluyen música electrónica bailable, sintetizadores de rock progresivo setentosos, growls de death metal y sensibilidades del pop. 

Su música es tan compleja como accesible, combinando habilidades técnicas, guitarras gruesas y una voz increíble con raros formatos de producción y grabación para crear una experiencia sónica aventurera, que incluye fusión world music, folk balcánico y hasta lo que parece música circense. 

No es sólo la típica banda de power progresivo que demuestra que puede hacer malabares y sorprender con solos y arreglos, con canciones dramáticas, explosivas o fantasiosas sino que va más allá con magia de estudio. Es increíblemente intrigante, sobre todo porque es un dúo con muchos invitados: Jan Thore Grefstad (Saint Deamon, Kaasin) en la voz y Lasse Lazz Jensen (Oceans of Time) en la música. 4,8 de 5. 

Entre algunos de los invitados están Dirk Verbeuren (Megadeth) en la batería, Mats Haugen (Circus Maximus) en solo de guitarra, Sid Ringsby (TNT) en bajo y Jon Eirik Bokn (Trollfest) en la batería, Yngve Bolt Christiansen (Ex-Blood Red Throne) en voces y Kjell Åge Hartveit Karlsen (Ex-Chrome Division) en solo de guitarra. En Spotify.

11. Bleed Out, Heal Out (2019) de Walkways: una joya del nü-metal / post-hardcore / metal alternativo, de Tel Aviv, Israel, con voces rasgadas y desesperadas, entre Deftones y Slipknot aunque menos agresivas, voces corales oníricas de distintos colores que transportan, junto a profundas guitarras de post-rock, djent y nü-metal, que van llevando a un viaje que es tan melódico como potente, que nos va paseando por una suerte de curvas llenas de emocionalidad entre la rabia y el dolor, sorpresas progresivas con contratiempos y dinamismo vocal que casi es divertido y alegre por momentos, con una versatilidad asombrosa. 

Además de una balada entre violines, se notan influencias y sonidos del metalcore, melodeath e incluso del rock electrónico, en un disco extenso que se toma su tiempo para usar todas sus distintas capacidades, que termina siendo rico, diverso y propio. Algo derivativos, aunque bien acoplados los distintos sonidos. Muy muy buenos, 4,7 de 5. En Spotify. Van a girar este 2025.


24 enero 2025

Indie/hard rock (debut de Father Of Peace), lo nuevo de Harakiri For The Sky (post-metal/doomgaze), post-black /space rock progresivo, metal industrial, thrash canadiense, death melódico orientalista ruso, power/thrash orquestal francés

1. Year Of The Madness (2024) de Father Of Peace: suenan como si unieras La Vida Boheme, Radiohead, Queens Of The Stone Age, Fun Loving Criminals y Cake. Humorísticos, tipo The Presidents Of The United States, aunque también sludge y noise, con algo de rapcore tipo Molotov. ¡Ya recuerdo que me aparecieron en Instagram y era una banda que lucía y sonaba loquísima, como todo lo que dije! El cantante es un showman de cabello gigante, la bajista parece una niña sifrirockera de los 90 y el baterista un chamo común, hindú o latino.

Formalmente son una banda de indie rock y alternativo de Israel, aunque también stoner, post-punk y hard rock que claramente une los 70 y los 90 para presentarlo en el 2024 de forma novedosa, fresca y sumamente divertida. El trío está conformado por Avshalom Ariel en guitarra y voz, April Mandil en el bajo y Tom Bollig en la batería. 4,5 de 5. En Spotify.



2. Scorched Earth (2025) de Harakiri For The Sky: post-black metal austríaco que dentro de su mismo estilo feroz y existencialista de shriek gritado y música post-metal, post-rock y ambiental, parece darle más espacio ahora al shoegaze, al black melódico, a los arreglos sinfónicos e incluso al rock indie.

RYM me da la razón, así que al post-metal y black atmosférico, hay que sumarle metal alternativo y doomgaze, porque se notan mucho más melodías y sonidos más cercanos al rock y al post-punk que que al metal, lo que le da un matiz tan innovador como cuando inició su carrera, manteniendo los vocales rasgados y desesperados, ahora hay una oscilación rítmica, un uso de pianos y distorsiones más oníricas y más vivaces, incluso más accesibles y de notas mayores, que le da una luz novedosa. En el tema In Autumn I´ll Surrender se notan influencias de los noventa, de metal y rock alternativo. Esto para mí mejora la propuesta de esta banda.

Se incluye su versión de Street Spirit (Fade Out) de Radiohead (The Bends, 1995). Entre los invitados están Serena Cherry (Svalbard), Kerim "Krimh" Lechner en las baterías (Daath, Septicflesh), Patrick Ginglseder (vocalista de Groza) y Tim Yatras de Austere. Me gustó mucho, 4,8 de 5. En Spotify.

3. Hearts of Darkness (2017) de Fleshdoll: banda francesa que combina death/thrash progresivo, con brutal death y melodeath, con muchísimo bajo, guitarras vintage de death/doom de los 80, muchos guturales profundos y toques modernos de dobles armonías y riffs del sonido de Goteburgo y groove metal. Un concepto que funciona muy bien, porque la voz permanente brutal es un toque a todos los giros y diversidad incluidos. 4,4 de 5. En Spotify.

4. Spectrum (2025) de Am I In Trouble?: Una banda muy rara de post-black atmosférico y/o música progresiva, que incluyen coros de space rock, así como instrumentales de rock/metal progresivo (incluyendo arreglos de shred, psicodelia o incluso algo latino), música académica y folk, que chocan con shrieks permanentes y growls intercalados, riffs de black metal melódico enrevesados y en tiempos extraños, que repiten motivos, giran sobre sí mismos y cambian de tono y estructura, junto a voces femeninas misteriosas y post-metal por doquier.

Finalmente, es una aproximación bizarra de hacer post-black progresivo con muchos arreglos alternos, que intercala rock progresivo setentoso sin fusionarlos, sino que alternan y se superponen, de una forma muy distinta a Opeth, acá escuchamos a Kansas y de repente a Lantlos, lo que finalmente termina siendo avantgarde, más que progresivo. Tienen un bajista increíblemente talentoso, una producción vocal destacada y muchas influencias de thrash técnico.

La banda es realmente un solo individuo, Steve Wiener, compositor, letrista, cantante, guitarrista, bajista y tecladista. 

Cada tema es único en esta banda de New Jersey, y por eso llevan el nombre de un color: unos son más black, otros más progresivos y otros puramente experimentales, aunque suenan muy bien, no me engancharon demasiado como concepto integral. 3,7 de 5. Creo que podrían haber salido dos magníficos discos distintos de aquí. En Spotify. Lo mejor está en el tema Black, que tiene voces operáticas, shrieks y dulces líneas de voces de rock de los 70. En Spotify.

5. Urn (2017) de Ne Obliviscaris: me encanta esta banda australiana, en que el bajo y el violín se entrelazan, con destacado protagonismo en medio de este death/black sinfónico, melódico y progresivo, malvadísimos growls, hermosas voces operísticas (incluyendo teclados y viola) y orquestadas melodías disonantes (a veces llegando incluso al noise/sludge) acompañadas de blast beats y solos hipnóticos. Grandes, 4,8 de 5. Acá reseñé su disco 2023, Exul, de mis favoritos de ese año.

Irónicamente el bajo lo tocó un invitado, Robin Zielhorst, quien tocó en Exivious, Cynic y ahora en Obscura, para sacar la cuenta de la calidad de los arreglos con este instrumento, siempre al frente y directivo. En Spotify

6. Thundercrest (singles) de Pentagram: regreso triunfal de la banda de doom tradicional, con toques stoner y mucho rock and roll. Buenísimos los tres temas para bailar entre la niebla del porro. 

7. Hopiumforthemasses (2024) de Ministry: ¿quién se robó mi metalero intolerante? Disco de metal/rock industrial que me gusta muchísimo, me parece divertidísimo y genial, con sus coros punketos, su sonido hardcore y sus letras políticas anti-Trump. Mucho Dead Kennedys (incluyendo a Jello Biafra en una canción), Prong (dos ex-miembros) y White Zombie. Y que chupen los críticos, para mí, 4,3 de 5. Yo no sé nada de metal industrial, porque a mí también me gustó mucho el Amerikkkant que la crítica también destruyó, me sabe a casabe. 

Roy Mayorga (ex-Soulfy) sigue en las baterías lo que ya es un maravilla, además de Paul D'Amour, bajista original de Tool (primeros dos discos). Demasiado cool que hayan invitado a Eugene Hütz de Gogol Bordello y co-protagonista de la película Everything Is Illuminated. En Spotify. 

8. The 3erd Dimension (2025) de Hazzerd: thrash metal canadiense con increíbles solos de guitarra, riffs de speed metal e influencias del heavy, lustrosamente metaleros. Después de temas dinámicos y divertidos, con mucha potencia, tienen un sorpresivo opus de 9 minutos, el penúltimo tema, instrumental y con momentos progresivos, tipo Havok y con guitarras electroacústicas con influencias del flamenco, con solos muy a lo Testament y profundidad compositva, un remate extraordinario. 4,3 de 5. En Spotify.

9. Samuda (2017) de Kartikeya: magistral álbum de esta banda rusa de poderoso groove/death metal melódico con sonidos folk orientales. Hay experimentación sónica, potentísimos riffs de melodeath, djent y death progresivo, combinado con voces deathcore, cánticos femeninos, texturas electrónicas y una batería entre tribal, progresiva y industrialosa, con interludios que pueden ser groove, otros de calma transitoria y muchos de raros arreglos de tiempos desafiantes. Los growls son increíbles, siempre con presencia y con recovecos para impresionarse.

Mucha de la magia está en Roman Arsafes, cantante, guitarrista, arreglista de instrumentos étnicos y teclados. Los invitados son de lujo:  Karl Sanders (Nile), Keith Merrow (Nightmarer), David "Maxim" Micić, Gennady Lavrentyev haciendo konnakol, una técnica india de percusión vocal por sílabas. Los mejores momentos es cuando se combina el djent con la música oriental con instrumentos que jamás se habrían conocido.

Para mí, una obra maestra, 4,9 de 5. En Spotify.

10. Lost Generation (2024) de Arcania: un intensísimo y enorme power/thrash metal francés, con increíbles voces épicas y rasgadas, con un bajo telúrico, riffs con muchísima fuerza y sonidos híbridos. Las armonías de corales con el gruñido, bien cercanas al trabajo de Chuck Billy, son de lo mejor, junto a la combinación de guitarras groove/thrash sobre baterías power metal que suenan durísimo, a veces con un doble bombo y repiques que dominan todo. Los arreglos sinfónicos, monstruosos y en concordancia con las guitarras son impactantes.

Por si fuera poco, a la gran calidad de este disco, se le suma un opus final de 9 minutos, con Nicolas Alberny de Gorod de invitado. 4,7 de 5. En Spotify.

30 diciembre 2024

Diario musical 30D: ópera metal sueca, hard rock sinfónico alemán, death/black progresivo australiano, brutal death grind japonés, indie rock emo australiano y hip hop mexicano clásico (Control Machete), rock/metal progresivo libanés y death/doom progresivo israelí

0. Sigo escuchando el Beloved Antichrist (2018) de Therion, ahora Act II y III. La segunda parte es bastante operística y tiene toquecitos de hard rock pero también de mayor orquestación, pero lo siento menos lograda: 4,3 de 5. La tercera parte es bastante irregular, cuando ya se siente excesiva: 3,5 de 5. En total, un 4 de 5.

Volví a reintegrarme al trabajo y me tomé el domingo fuera de la computadora, lo que cumplí en 95% porque volvía para jugar NationStates y PlanetFight, pero no escuché música, dándole descanso también a mis oídos y mente, sino que vi videos en Youtube y terminé la primera temporada de Hip Hop Revolution en Netflix.

1. Hálios de Ceremony Of Silence: los escuché el 23 de octubre, es black/death progresivo de Eslovaquia, con un estilo opresivo, aunque con una producción y calidad de sonido transparente, que permite detallar los instrumentos, especialmente un bajo especialmente creativo, así como armonías y melodías dentro de la tormenta de disonancias, blast beats, muchos platillazos, la voz cavernal y los enrevesados cambios de tiempos y riffs circulares, lo que es una alegría y una muy buena decisión.

De lo mejor de lo más extremo de 2024. Le puse 4,5 pero lo bajaré a 4,2 porque no alcanza la calidad de Ulcerate aunque tiene instrumentistas extraordinarios y un excelente diseño de sonido, tiene aún mucho que explorar. En Spotify.

2. The Dead Don't Die de Dominum: banda de hard rock / heavy orquestal de Alemania como Sabaton y Powerwolf. Regularmente bueno, orquestaciones súper bien hechas, producción genial. Diría que 3,8 de 5 porque es un género con mejores exponentes. Es apenas su segundo disco así que tienen mucho potencial para diferenciarse en el futuro próximo.

En Spotify. En uno de los temas están incluido Prinz R. Hodenherz III (Benjamin Ulrich Metznerde) de Feuerschwanz como cantante. 
 
3. Divine Laughter de Cave Sermon: me pregunto porqué esta banda se define como post-metal, es decir, suena a una especie de post-black/death metal, si eso existiera. El disco fusiona una voz cavernosa de death metal, lo que es sumamente inusual en el post-metal, junto a riffs melódicos y voraces, provenientes del black sinfónico. Este debut es para la historia del metal, porque además rompe los parámetros de lo que podría considerar dentro del mismo.

También interludios calmados y lleno de efectos, con elucubraciones de guitarras acústicas del post-rock con densidades del sludge y distorsiones pseudo-orquestales del deathcore con riffs muy definidos, que dejan ese sabor sublime y asombroso del art rock. No es música extrema que aspira a ser celestial, en lugar de colosal.

Es un disco realmente magnífico que une la producción vocal extrema con la instrumentación puntillista de The Ocean y la inmensidad expansiva de Cult Of Luna: pulieron los detalles, incluso aquellos sombríos y ruidosos, para que se escucharan los susurros fantasmales. Además, aunque sea post-metal hay influencias más identificables con el space rock y el ambient, parecido a Slift y a Blood Incantation. Esto es especialmente cierto en el tema final, una suite de 12 minutos, en que el noise electrónico, las guitarras psicodélicas y la mayor brutalidad de la música pintan un panorama tan oscuro como alternativo. 

Es fantástico, un 4,7 de 5. En Spotify. La banda es el proyecto solista del australiano Charlie Park y las voces son del caleño Pablo Miguel Méndez, de la banda de black/grindcore Mico.

4. Teratoma - Viscera Infest - Otro disco que no está en Deezer y al que le estaba huyendo, pero está entre lo mejor del año: brutal death grind / goregrind. Producción y sonido increíblemente claros, mucho más para el género. Algunos riffs old-school de death/doom melódico, voz hiper cavernosa y una combinación con la batería, solos y de bajo que retumban en las catacumbas de los orígenes aunque se puede escuchar cada instrumento de forma pasmosa. El redoblante marcando la historia desde el fondo mientras las guitarras atacan como primera línea, la voz devora un cadávez y suena una orquesta de huesos y sangre a md-tempo que ni agota ni exalta demasiado. Brutal death grind pasmosamente calmado, de canciones extensas y blast beats monstruoso que no lo tapa todo sino permite disfrutar del paisaje. 

Y esto permanece en la segunda parte del disco, con temas más veloces y malvados, con riffs más oscuros y clásicos, además de blast beats más frecuentes y un gutural que se pasa más al grind y al slam. Aún así podemos detallar cada golpe de batería, los cambios de ritmos y la brutalidad que se vuelve más urgente. Este cambio hace mejor un disco que ya iba por un buen camino. A este cambio sombrío, que se acerca al death/doom se incluyen pianos y arreglos cinemáticos de fade in, muy metaleros. 

Es un power trío japonés conformado por 朝倉栄蔵 (Eizo Asakura) en guitarra y voz, Harufumi Nomiyama en el bajo y Yuya Yakushiji 薬師寺雄也 en la batería. Fácil, 4,3 de 5. En Youtube.

5. Magic Mountain (1996—2022) de Ceres: una versión bien oscura de indie rock, emo y punk australiano, algo de revival por allí aunque la banda suena expansiva y ruidosa, como garage con wall-of-sound, algo de geek rock y rock alternativo noventero con dream pop y pop punk. El disco es presenta de forma colosal y grandiosa, con altísimo volumen, como si fuese un despliegue en vivo, con detalles de varios géneros que incluyen el rock orquestal, la música tribal y mucho grunge/noise además de una filosofía lo-fie, aunque es principalmente una banda de rock indie muy experimentada y experimental.

Enlaces: DiscogsSputnikmusic (que lo asemeja con Foxing), SpotifyDeezerBandcamp (que lo asemeja con boygenius y Phoebe Bridgers), Instagram. Le puse 3,7 pero creo que están mucho más altos, 4,4.

6. Mucho Barato (1996) - Control Machete: un clásico de la música alternativa y el hip hop mexicano. 4,8 de 5. El debut fue impulsado por el megahit Comprendes, Méndes? pero fue seguido de otros temas de altísima rotación radial y televisiva como Andamos Armados, Humanos Mexicanos, Cheve, Así son mis días, Justo´n, Grin-gosano y La Lupita.

El trío conformado por Fermin IV (Fermín Caballero Elizondo, con una carrera solista de rap cristiana bastanta mala), Dj Toy (aka Toy Seletah - José Antonio Hernández Luna) y Pato Machete (Raúl Chapa, quien grabó el disco Rebota (F = KX) con Resoerte) tienen influencias de Brujería, Cypress Hill y Resorte, pero también de Vico C y Molotov, impresionando con su mezcla de beats de música tradicional mexicana, jazz latino, gangsta rap/g-funk, nü-metal y hardcore hip hop, además de algunas guitarreras metaleras. En Spotify.

7. L'Imp​ô​t du Sang de Conifère: otro que non encontré en Deezer, así que lo escucho en Bandcamp, en el cual se definen como black metal vieja escuela y crudo, ambient y dungeon synth de Montreal, Canadá. Ciertamente se escuchan tropos de la salvaje raíz nórdica y sonidos en buena definición de electrónica, arreglos folk medio fantásticos entre Burzum y Mortiis así como arreglos folk y acústicos, lo que los asemeja a bandas de post-black, black atmosférico y black melódico, presentados con muchísima calidad de sonido e inventiva.

No sólo con riffs muy rítmicos, de melodeath y punk, que intercalan con trémolos y arpegios, con tónicas doom y góticas, sino que junto a los shrieks gélidos hay algunos coros vikingos de fondo. Es como si las primeras versiones de Arcturus, Ulver y Borknagar se fusionaran. Con un sabor a veces a Darkthrone, tienen una batería semi-escondida en que le dieron un desbalance sónico para hundir los medios, aumentar la profundidad de los bajos y exagerar el brillo, quizás para sonar como un homenaje aunque son distintos pues suenan furiosos y agresivos, sobresale lo melódico e incluso armoniosos, sobreponiendo las influencias arriba nombradas. Puntuación 4,4 de 5. Acá lo escuchas en Bandcamp.

8. Binary Dream de Turbulence: metal progresivo de Líbano, que considero mi descubrimiento favorito de 2024. Una mezcla entre djent, metal progresivo oriental y occidental, pienso en Myrath, en Orphaned Land y Haken, así como Evergrey y Caligula's Horse para describir su trabajo, que une canciones de metal/rock progresivo con una voz melódica y emocional con poderos instrumentales con diversos escenas con tiempos raros, entre una guitarra en contratiempos, el intercambio entre teclado y batería y más tarde se intercambian como una orquesta de jazz haciendo conversación, un poco a lo Dream Theater y el Mr Bungle más metalero, aunque también hay momentos de calma virtuosa en que los solos de guitarra o de teclado son acompalados con instrumentación asincopada que combinan alucinaciones de rock progresivo con sonidos metaleros así como hay djent en que se entrelazan sonidos sintetizados. Resume muchas más formas y tendencias del prog, porque me recuerda a las ideas plasmadas en el ID.Entity de Riverside, uno de mis discos favoritos del año 2023, a quienes ví con mucho placer en Bogotá hace poco.

Las baterías de este disco las grabó Morgan Berthet de Myrath, de Túnez. Además, en el tema que da nombre al disco, que se extiende por 14 minutos, hay un solo de kanun hecho por Sam Dabboul que le da el toque de Medio Oriente y folk. Puntuación: 4,8 En Spotify.

9. Unsung Prophets and Dead Messiahs de Orphaned Land: continuando con otra banda de Oriental Metal, están los israelíes de Orphaned Land quienes iniciando 2018 lanzaron una ópera metal filosófica en que el death/doom progresivo se fusionaba con música folk judía y otros sonidos de Medio Oriente con decenas de invitados para recrear sonidos ancestrales y coros majestuosos. Para ahondar en su fusión, los invitados especiales son Steve Hackett (Genesis), Tomas Lindberg (At The Gates), Steven Wilson (Porcupine Tree) y Hansi Kürsch (Blind Guardian), porque esta banda es rock progresivo setentoso, art rock, death melódico, power metal y claro, folk metal. Los reseñé acá. Un disco brillante, que apela a la cueva de Platón, a Víctor Jara y otras referencias culturales. Un 4,8 de 5. En Spotify.




19 noviembre 2024

Diario musical 19N: tres proyectos solitarios alternativos de black metal, Black Sabbath, death progresivo italiano, death/thrash progresivo francés, heavy doom psicodélico, black épico polaco, hardcore/death gringo y

1. Bedsore, death metal progresivo / rock progresivo orquestal, de Roma, Italia, que une la herencia de Death, Cynic y Cryptosy con lo que hicieron Yes, Deep Purple y Jethro Tull, por eso tienen invitados que tocan saxofón, flauta, trumpeta y trombón, mientras sus integrantes se encargan de las guitarras clásicas, teclados, sintetizados, mellotrón, órgano, guitarras 12 cuerdas, bajo sin trastes y percusión. Hay psicodelia, blast beats, arreglos complicadísimos asincopados, shrieks y grunts, riffs perversos e interludios de space rock con mucho bajo funk. Es estupenda esta banda. Es un 5 de 5 sin pensar. En Spotify.

2. Lightning Spawn EP de Thorndale, una banda internacional de Heavy/Doom/Stoner Metal/Rock. Lo stoner / doom está más en la voz mientras la música se toma lo heavy (con algo de progresivo) y el rock psicodélico, con guitarras que hacen riffs hechos de experiencia, gloria y habilidad, que flotan confiados sobre una base de roca madre de bajo y batería. 4 de 5 porque la voz no me conquista. 

Es un power trío, y tienen a Robin Stone (Ashenhorde) de invitado en las baterías y a Andy LaRocque (King Diamond) en una canción. En Spotify. Puntuación, 3,9 de 5.

3.  Stella Pandora de Arkona: black metal melódico y épico, de Polonia, con mucho tremolo picking y orquestaciones acompañantes, sus canciones con un sonido cristalino en las guitarras y atmosférico en la batería -detallista, súper técnica y virtuosa por momentos- imprime mucha emocionalidad, siendo evocador, como si fuese un soundtrack, lo mismo con un shriek frontal pero matizado en la mezcla para sonar como una wall-of-sound metalero, cohesivo e integral. 

En algunos temas suben por momentos el poder a la voz y la batería, que se dispara en furia y velocidad, lo que emana sangre negra de las raíces y de la escuela nacional, aunque deja en claro la intención de sonido compacto y casi conceptual, liderado por las armonías entre cuerdas y teclados. Muy bueno, 4,4 de 5. En Spotify.

4. Road To I de Avneya, proyecto de metal extremo progresivo del músico israelí Oz Avneya (Obsidian Tide). Muchos riffs de guitarra progresiva y pesada como base principal sobre el que se montan arreglos de teclados, gran enfoque en vocalizaciones grunts y épicas limpias, así como una soprano impresionante en una de las canciones. Se asomando influencias del thrash, death y power, aunque parece más una colección de experimentos y composiciones que un disco en forma con un solo concepto, entonces hay instrumentales, algunos más sinfónicos, otras con flamenco y otras más pesadas. En Spotify. Es 4 de 5. Las baterías se las encargaron al autraliano Daniel Presland (Ne Obliviscaris).

5. Polymorphic Ways of Unconsciousness de Dissolve, power trío de death/thrash progresivo francés, altamente influenciados por los clásicos canadienses del género, Cryptopsy y Gorguts, aunque hay algo de Death, Obscura y hasta los contemporáneos Ulcerate. 

Con riffs y arreglos complejos y enrevesados, un baterista con un metrónomo en el alma con muchísima potencia, un bajo de jazz-death muy sonoro y guitarras de ensueño que solean y describen difíciles dibujos melódicos, algo disonantes, que además se remata con buenos grunts agresivos, muy propios del género. La producción es realmente buena, mucho más si consideras una mezcla que reúne efectos espaciales de las guitarras, un batería concentrada en sonidos sin reverb y las cuatro cuerdas haciendo una atmósfera perenne. 

Un discazo de muchísimos alcances, que demuestra ser un brillante alumno y buenos herederos, con momentos extremos dignos de Deicide, arreglos percusivos como si fuera el propio Flo Mounier y unas guitarras que juegan con wah wah, psicodelia y pedales para hacer volar la mente con sus solos, mientras hay psicodelia, rock progresivo y hasta referencias a clásicos del metal, desde Pantera hasta Amorphis que completan con arpegios imposibles a toda velocidad con versos sincopados de virtuosismo instrumental. Fácil 4,7 de 5. En Spotify.

6.  Echoes Of The Devil's Den de Terminal Nation: hardcore/death/grind de Arkansas bastante poderoso, agrio y con un sonido sucio pero distinguible, aunque algo inconsistente en su propuesta, con demasiada variación en cada tema. El tema con Jesse Leach de Killswitch Engage es quizás el punto más alto de la producción. El segundo sería el tema final, con John Brian McClimans (Dwid Hellion) de Integrity haciendo un dueto vocal entre el hardcore y el death metal, en el cual hay una narración en español que recuerda a Brujería. Diría que 3,5 de 5.

7. Un par de temas del adelanto del próximo disco de Fleshbore, una banda de death técnico de Indiana, que combina algo de brutal death, slam y grindcore a su propuesta pesada, compleja y extraña. Muy interesante, pendientísimos para el 2025.

8. Alienation Manifesto de Thanatotherion, debut del proyecto black metal de Shelby Lermo, guitarrista y cantante de Ulthar. En esta ocasión, el prodigioso y prolífico músico hace una versión inevitablemente más progresiva, intervenida con ruido electrónico, más producida y complejizada del género escandinavo, que aún siendo furioso, cavernoso y oscuro, tiene tinturas de hardcore, death metal técnico y hasta grindcore. Extraño y bueno, 4 de 5. En Spotify.

9. Vol 4 de Black Sabbath: un mega clásico brillante, génesis del metal stoner, psicodélico, doom y sludge.

10.  Conveyance In Death de Rhun: proyecto de black metal atmosférico y psicodélico de Portland, claramente un nieto de los Sabbath. Oscura y misteriosa, con música ligeramente melódica, intercambiando entre los temas veloces y brillantes por un lado, más cercanos al black sinfónico y los más lentos y reposados, que coquetean con el doom y el post-metal, más psicodélicos.

Similar a Avneya y Thanatotherion, Rhun es la creación en solitario de  Aaron Charles, cantante y guitarrista de otra banda principal, en este caso Falls of Rauros, que toma las riendas de todo con un baterista invitado, en este caso el mismo de su banda principal, Ray Capizzo. En Spotify.

11. Rinascimento de Even Flow: metal progresivo, bastante inclinado al heavy metal y el arena rock. Bastante regular para mi gusto, 3 de 5. 

12. Lambrini Girls tendrán disco nuevo empezando 2025 y sus singles ya lo dicen, van por el podio de ese movimiento de post-punk / rock alternativo / post-hardcore que comparten, más o menos, Turnstile, Viagra Boys, Idles, Mannequin Pussy, IDLES, Black Midi, Amyl And The Sniffers, The Linda Lindas y Black Midi. Demasiado divertidos.

13. Unos singles de la clásica banda de grindcore/death Impetigo que según no son de la banda. No aparece nada en Encyclopaedia Metallum. 

14. Transa (un compilado de 46 canciones, en 8 partes, dedicado a las personas trans). Saldrá el 22 de noviembre pero ya se pueden escuchar seis canciones. En este artículo de Pitchfork dan detalles de la producción y la selección, incluyendo la primera canción de Sade en años y un tema de 30 minutos de André 3000 por parte de la organización Red Hot. En su perfil de Bandcamp puede escucharse completo.

15. Single nuevo de Spiritbox, combinando su locura de metalcore progresivo y la suave voz de su cantante, Courtney LaPlante y un temazo de casi 13 minutos de los escoceses de Saor.

19 septiembre 2022

"Unsung Prophets & Dead Messiahs" de Orphaned Land: oriental metal, rock progresivo orquestal israelí

El año 2018 inició con el impresionante "Unsung Prophets & Dead Messiahs" de Orphaned Land, los israelíes que desde 1991 son grandes exponentes del folk metal mezclando el death melódico, los violines, la percusión árabe y los cánticos folclóricos de Medio Oriente con el rock progresivo.

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Fuente

Después de cinco placas en que demostraron su versatilidad, virtuosismo, dinamismo y originalidad, se tomaron un lustro para un disco conceptual, en el cual usan distintas referencias al engaño en el que podemos ser sometidos los seres humanos para vivir en un mundo de desvarío. Por eso las letras giran en temas que van de la caverna de Platón a una cita del libro 1984 de George Orwell e incluso del chileno Víctor Jara (con un coro en español el último tema del disco, "The Manifest"), aunque mi favorito es "In Propaganda", en los cuales se suman coros épicos (ejecutados por Hell Score) a la mezcla.

Orphaned Land alcanza este punto tan alto tras haber perdido a su principal guitarrista, Yossi Sassi, pero el tiempo que se tomaron para componer unos temas majestuosos, que van desde el post-rock atmosférico de Porcupine Tree y el folk metal que toma elementos musicales de las bodas griegas y los festejos judíos, además de las voces femeninas orquestales y los arreglos orquestales, mientras también apelan a las melodías extremas con mucho mayor uso de la voz gutural que antes, que permiten soñar con giras conjuntas con Therion y Septicflesh.

Orphaned-Land.jpgFuente

Los invitados le suman a esta nueva banda que se presenta como progresiva-oriental-extrema-orquestal. Steve Hackett (Genesis), Steven Wilson (Porcupine Tree), Tomas Lindberg (At The Gates) y Hansi Kürsch (Blind Guardian). Esto afianza a una agrupación que además de atreverse a retar paradigmas religiosos, musicales y políticos, también da un salto cuántico en la calidad de sus discos, apelando a su historia como banda para mostrarse como una perla brillante y oscura.

31 diciembre 2018

Vagabond – Subterranean Masquerade, suculento manjar progresivo con arreglos de Medio Oriente

Publicado el 6 de septiembre de 2017, Vagabond es un viaje plácido a tierras exóticas. Esta agrupación israelí toma elementos conocidos, pero dispares, como el metal progresivo, la música de Medio Oriente o la psicodelia de los 70, para trasladarnos en un vuelo rasante por su propuesta única, sin fórmulas ni repeticiones, ni sobreexponerse.

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Distinto a lo que hacen bandas como Orphaned Land -compartían baterista hasta este disco- o Mayan, aquí probaremos avant-garde con el rock progresivo como pivote, con muchas cuerdas y arreglos de vientos, algunos de ellos instrumentos étnicos. Girando entre muchas vocales limpias y algunas guturales, producto de tener dos cantantes, Kjetil Nordhus (Green Carnation) -ahora fuera del grupo- y Eliran Waitzman, emergen del fondo algunos trozos de música judía y gitana o coros hindúes, por lo que podrían estar más emparentados con Thank You Scientist que con otros exponentes del folk metal. Ni brutal ni atronador, aunque con death y doom en su recorrido, el disco es un trago sustancioso pero ligero, a veces cinemático y jazz, con picante momentáneo.

Esta vez me costó mucho elegir un solo tema, porque todos coinciden en regalarte esta fiesta multicultural, donde las guitarras rockeras son acompañadas por saxofón, violín y acordeón.  Las canciones no son repetitivas, aunque suaves y cadenciosas, algunas tienen más jazz, más metal y más trompetas. Hay que comérselo completo. Delicioso.

Como premio a recorrer el mundo desde su óptica de rock progresivo de metales y percusión oriental, el disco finaliza con una versión libre de Space Oddity de David Bowie.